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Política y cultura

versión impresa ISSN 0188-7742

Polít. cult.  no.28 México ene. 2007

 

Presentación

 

Las estructuras sociales se han modificado a raíz de la inserción de la mujer en el mundo laboral, así como su creciente participación en puestos de alta responsabilidad política, social y económica. El fenómeno indica que la situación de la mujer está cada vez más normalizada y que el arquetipo 'madre–esposa' ha pasado a privilegiar un segundo modelo que afirma la igualdad de género frente a las responsabilidades profesionales y familiares.

Dicha transformación ha dado paso a que ciertos movimientos favorezcan algunos cambios en las políticas estatales ligadas con el empleo, los derechos, la familia, el ciudadano de los hijos, las licencias de maternidad y paternidad, etcétera; es decir, estas transformaciones han facilitado el acceso de las mujeres madre–esposas al empleo, contribuyendo de este modo a los cambios de mentalidad.

Podemos decir que la imagen de las mujeres inglesas en la calle pidiendo el voto femenino en el siglo XIX pertenece a una historia ya escrita. Hoy, la disputa radica en la competencia ante los hombres por los puestos de trabajo con un mismo sueldo y por la igualdad de oportunidades.

La presencia de la mujer en la actividad política y económica se ha incrementado en los últimos años. En Europa, el índice de mujeres que terminan sus estudios superiores es mayor que el de los hombres. El acceso a niveles superiores de formación ha facilitado el que las mujeres opten por puestos de dirección más altos y de mayor responsabilidad en las jerarquías de las organizaciones. En países como Noruega, Suiza, Dinamarca, Canadá, Suecia, Finlandia, República Checa, Francia, Reino Unido, Austria, Nueva Zelanda, Islandia y Estados Unidos, la tasa de participación de la mujer en el mundo laboral es del al rededor del 80%. En las últimas elecciones democráticas a Jefaturas de Estado se marcó un ascenso en el número de mujeres al poder: M. McAleese en Irlanda, Vaira Vike–Freiberga en Letonia, o Gloria Macapagal en Filipinas, Angela Merkel en Alemania, Michelle Bachelet en Chile, Ellen J. Sirleaf en Liberia, y Tarja K. Halonen en Finlandia. Este fenómeno, unido a la creciente participación de mujeres en puestos de alta responsabilidad política, indica que la situación de la mujer está cada vez más normalizada y que la extendida idea de ser ciudadanas de segunda está siendo abandonada por los individuos de ambos sexos. La presencia de mujeres en cargos de representación política y ministerial ha sido apoyada en una gran cantidad de países por reformas constitucionales: al integrar en sus legislaciones un sistema de cuotas, que ha llegado a ser una estrategia cada vez más frecuente para reducir la subrepresentación femenina en la política, se han ampliado los alcances que éstas tienen para manifestar sus posiciones ideológicas. Al respecto, los avances se han observado en países como Rwanda, Alemania, España, Suecia y Noruega, principalmente, donde las mujeres representan el 50 por ciento de la población que ocupa cargos públicos.

No obstante el incremento de la participación femenina en casi todos los ámbitos, la mayoría de los estudios demuestran lo limitado de esta participación. Los problemas que enfrentan se relacionan fundamentalmente con la pobreza, desnutrición, malas condiciones de vida, discriminación, desempleo, subcontratación, bajos salarios, analfabetismo, subrepresentación, entre otros.

Las situaciones anteriores han sido relacionadas con la desventaja doméstica y familiar que por tradición le ha sido asignada. La mayoría de las mujeres que deciden dedicarse a actividades socialmente reconocidas presentan una serie de menoscabos, entre los que se encuentran el sacrificio de algunos aspectos de la vida personal y familiar, como son el casarse o tener hijos. El hogar y la profesión aparecen como ámbitos antagónicos donde las mujeres tienen que establecer estrategias de conciliación o plantearse la disyuntiva de elegir o abandonar el otro.

En este sentido, los estudios con enfoque de género que presentamos en este volumen tratan de dar una explicación sobre las desigualdades en la sociedad actual. Se pone al descubierto la marginación de las mujeres en las distintas esferas pública y privada, la inequidad de oportunidades en el ámbito laboral y político al que se enfrentan; así como la disminución en la maternidad y cuidado del hogar debido a los distintos dispositivos institucionales y culturales que consideran como naturales y complementarios los roles de género, al tiempo que generan resistencia social para lograr la igualdad política y social del género femenino.

 

Comité Editorial

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