SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número24Liberalismo: nuevo institucionalismo y cambio políticoPatrón de poder neoliberal y una alternativa social índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Política y cultura

versión impresa ISSN 0188-7742

Polít. cult.  no.24 México ene. 2005

 

Visiones teóricas

 

El neoabsolutismo: ¿etapa neoliberal (y superior) del imperialismo?

 

Fabio Gabriel Nigra*

El viejo capitalismo ha caducado.
El nuevo capitalismo representa
una transición hacia algo distinto
V. I. Lenin.

* Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Argentina.
Direcciones electrónicas: fgnigra@ciudad.com.ar y fabionigra@hotmail.com

 

Recepción del original: 10/01/05.
Recepción del artículo corregido: 22/08/05.

 

Resumen

El trabajo intenta abrir la discusión acerca de la actual etapa del desarrollo del capitalismo, sosteniendo que es una etapa nueva que avanza sobre la tradicionalmente llamada "imperialista". De esta forma, la ideología y las prácticas conocidas como "neoliberales" son el sostén teórico de esta fase particular. Así, Estados Unidos es el referente central de la nueva "corte absoluta", como intérprete privilegiado de la reconversión del capitalismo a escala mundial, descartándose de esta forma las hipótesis de las crisis que presagian el derrumbe del capitalismo.

Palabras clave: imperialismo, absolutismo, capitalismo, concentración, acumulación.

 

Abstract

This paper is aimed at opening up a discussion about the current stage of capitalism's development by stating that it is a new stage that progresses over that which traditionally has been called "imperialist stage." Hence the ideology and practices referred to as "neoliberal" are the theoretical support of this singular stage. Therefore, the United States is the main reference point for the new "absolute court", as a privileged interpreter of the changeover of capitalism in a global scale; consequently, the hypotheses about crises that forecast capitalism's collapse can be dismissed.

Keywords: imperialism, absolutism, capitalism, concentration, accumulation.

 

INTRODUCCIÓN

Desde hace diez o quince años se utiliza la palabra "globalización" para dar cuenta de una serie de procesos que a simple vista pueden sonar como disímiles o no concordantes y que se unifican tras la vinculación internacional que realiza "el mercado", pero que en realidad no hacen más que dar cuenta del hecho de que el capitalismo ha continuado con su proceso histórico.1 El punto clave de esto es que desde las fábricas teóricas del gran capital se trabaja el concepto a fin de intentar justificar una serie de cuestiones interdependientes, al mismo tiempo que no pueden explicar cabalmente la expansión continua generada desde el modo de producción, ya que hacerlo implicaría aceptar —aunque sea remotamente— la posibilidad de que Marx hubiera estado en lo cierto, y eso generaría una contradicción irresoluble.

En la primavera de 1916, Lenin comenzó su descripción analítica del imperialismo sosteniendo que: "el crecimiento de la industria y la notablemente rápida concentración de la producción en empresas cada vez más grandes constituyen uno de los rasgos más característicos del capitalismo".2 A lo largo del siglo xx, el hecho descrito por Lenin se agudizó generando, en dos oportunidades, crisis de gran magnitud. Sin embargo, el proceso evidenciaba un incremento excepcional en la dinámica de acumulación dentro del modo de producción, mientras se desarrollaban problemas estructurales de carácter conflictivo. Este trabajo sostiene que puede observarse una serie de pasos sucesivos en el desarrollo del capitalismo, como la necesidad imperiosa de quebrar fronteras (sean señoriales en su origen, nacionales luego, y continentales después), a fin de mantener o intentar incrementar la tasa de beneficio; la de concentrar aparatos de control (sean de administración de poder, sean represivos); la exacerbación de las fusiones y megafusiones dentro de los grandes conglomerados capitalistas, entre otras cuestiones trascendentes, avanzando de esta forma a regiones cada vez mayores a abastecer con producciones también cada vez más grandes y, asimismo, la explosión de los flujos de capitales de origen financiero con objetivos exclusivamente especulativos. En suma, tal vez un paso más allá después del imperialismo (entendido dentro de la conceptualización leninista), en donde todos los desarrollos teóricos conocidos como "neoliberalismo" no son más que una herramienta ex-post, cuyo objetivo es brindar sostén analítico a los centros políticos de decisión.

De esta forma, dada la creciente inestabilidad dentro del modo de producción (contradicciones inter e intrafracciones de clase, que se evidencian hoy claramente con el ejemplo que brinda el conflicto de Irak y la lucha franco-germana contra el cártel petrolero estadounidense apoyado desde el Estado, resuelto en beneficio de Estados Unidos), se avanza a una solución "de crisis", que es concentrar el poder de gestión y decisión en un menor número de manos (entendidas éstas como una determinada fracción burguesa, de un particular tipo, que es la que controla y dirige el proceso). Así, este estudio plantea que la conclusión del proceso antes descrito será una resolución política de tipo "absolutista", trazando un parangón con las construcciones elaboradas en los siglos xvii y xviii en la Europa Moderna.

La concentración de la producción y los monopolios3

Lenin se planteó el análisis de la concentración en la escala que resultaba observable en la época. Tomó trabajos de Hobson y de Hilferding, académicos que venían estudiando el problema que se constituyó, también, en un tópico de la economía clásica u ortodoxa desde fines del siglo XIX: el creciente avance de los monopolios.4 Originalmente Lenin se planteó demostrar la concentración de la industria en cada país -que después fueron denominados "imperialistas"-, para luego describir la concentración del capital bancario y poder dar cuenta, una vez desarrollados ambos, de que la fusión del excedente del capital industrial con el capital bancario generaron la necesidad de exportar dichos excesos de capitales que no encontraban, en el mercado interno, una tasa de retorno acorde con las necesidades del patrón de acumulación.

Hoy, tal análisis resulta imposible porque la globalización, tal como se le quiere explicar desde la ortodoxia, ha logrado quebrar las barreras nacionales para dar paso a la conformación de estructuras productivas de orden mundial. Para dar un ejemplo numérico concreto: de las 100 economías más grandes del mundo en la actualidad, 51 pertenecen a nuevas corporaciones, y 49 a países; esto justifica el hecho de que el resultado de las ventas combinadas de las 200 mayores corporaciones sea tan grande como el producto de la totalidad de los países del mundo, menos los nueve mayores (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Brasil, Canadá y China). Es más, se llega al absurdo de que esas 200 corporaciones controlen plenamente alrededor de un cuarto de la actividad económica mundial (Phillip Morris en sus operaciones de venta ha llegado a ser tan grande como el pib de Nueva Zelanda),5 ya que éstas producen un total de 7.1 trillones de dólares al año, mientras que los 182 países en conjunto lo hacen por 6.9 trillones. Así, según estudios efectuados por las Naciones Unidas, 85% del producto bruto mundial es controlado por la quinta parte más rica de la humanidad; y sólo 15% es para las cuatro quintas partes restantes.

En Estados Unidos, los datos estadísticos indican que ya para 1992 las cuatro empresas más grandes controlaban 40% de la producción industrial, mientras que las ocho más grandes alcanzaban 52 por ciento.6

Estos procesos condujeron al hecho de que más de 100 millones de personas dentro del ámbito de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) vivan debajo del rango de pobreza; que de éstos, 40 millones sean desempleados, y por eso no tengan acceso a cobertura de salud, mientras que un adulto de cada cinco sea analfabeto funcional. Que de acuerdo con un estudio realizado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (efectuado hacia octubre de 1999), 9-7% de los propietarios estadounidenses resultaron incluidos dentro de la eufemística figura de "inseguridad de comida", para no decir que sufrieron hambre. Que en el Reino Unido, de 56 millones de habitantes haya 12 millones que viven en "relativa pobreza", es decir, con ingresos menores a la mitad del promedio de ingresos.7

El ejemplo más evidente del acelerado proceso de concentración productiva puede verse en la industria automotriz, donde las cinco firmas más importantes concentran 60% de las ventas mundiales.8 En 1998, Daimler-Benz, los productores de los exclusivos y famosos autos Mercedes Benz, se fusionaron con uno de los gigantes estadounidenses: Chrysler. En la nueva empresa, sin perjuicio de los vehículos que producen, se concentra el control de EADS (compañía europea del espacio y la defensa), de MTU (tanto la planta de motores aéreos de Munich como la de diesel de Fiedrichshafen); de TEMIC (empresa de tecnología electrónica para autos), y asimismo poseen 9% de Hyundai Motor Co., 34% de Mitsubishi Motors Corporation, y el control de cinco empresas de camiones y motores diesel, autopartes, etcétera.

El caso precedente es un ejemplo de los demás: Fiat S.P.A., con su subsidiaria en Estados Unidos, es propietaria del Banco Fiat (que financia la compra de autos), también controla Fiatallis (compañía que elabora equipos de construcción), CNH Global (equipos agrícolas), Mangeti Marelli (componentes para autos, motos y lanchas), Teksid (metales), Fiat Avio (motores de aviones), Alfa Romeo (autos de lujo), 90% de Ferrari (autos de lujo); pero 20% de Fiat es propiedad de General Motors Corporation.

Aquí es donde comienzan a entrecruzarse las estructuras: Ford Motor Company, aparte de los automóviles, camiones y camionetas que produce, controla Ford Motor Credit (financiera para autos), Hertz Corporation (empresa de alquiler de autos), BMW Land Rover, y es dueña del 33% de Mazda Motor Corporation, amén de marcas de autos lujosos como Aston Martin, Jaguar, Mercury y Volvo, junto con empresas menores.

General Motors, además de ser propietaria del 20% de Fiat, también es dueña del 20% de la empresa productora de los autos Subaru, como del 49% de Isuzu, del 20% de Suzuki Motor Corporation, aparte de ser copropietaria de Opel, Holden Vauxhall y Hummer.

El punto es que empresas tan concentradas, como es el caso de Ford, pueden llegar a producir 15 millones de autos más de los necesarios (o su demanda). La concentración continua, mirada en el largo plazo, tiene como primera evidencia la pérdida de puestos de trabajo, como se anuncia cada vez que se produce una compra o fusión.9

Las fusiones productivas se han generalizado desde mediados de la década de 1990, eliminándose de esta forma cada vez más las fronteras nacionales. En Estados Unidos el proceso forma parte de la dinámica de acumulación del capital, redefinida a partir de la reaganomics, y continuada sin grandes conflictos ideológicos internos tanto por George Bush (padre) como por Bill Clinton y G.W. Bush (hijo). De esta forma, su participación en el capitalismo "global" se incrementa de forma tal que las fracciones de la burguesía deben ya haber adquirido una dimensión trasnacional: en 1999 se anunciaron fusiones y adquisiciones (internas y del exterior) por valor de 3.4 trillones de dólares, o algo así como 34% del valor total del capital industrial (considerando edificios, maquinarias, plantas, etcétera).10

Pero el proceso es mundial, no sólo estadounidense. Por ejemplo, empresas inglesas, como el gigante farmacéutico Smith-Kline Beecham (con Glaxo), se han fusionado a fin de dar batalla a empresas de Estados Unidos; esto sin perjuicio de que Pfizer recibió luz verde para quedarse con el control de su principal competidora, Pharmacia, al abonar la suma de 52 400 millones de dólares. De esta forma, gracias a la adquisición efectuada, Pfizer resultó en términos globales 50% mayor a su principal competidora, al obtener un beneficio de 11 900 millones de dólares.11 La concentración se produce hasta en el mercado de valores, como la batalla producida por el control del London Stock Exchange y la fusión con el Deutsche Börse alemán.12

Japón no está exento del proceso. Sea en forma amistosa u hostil, para 1996 el desarrollo del capital internacional resultó evidente con el mencionado avance de la Ford Motor Co., al comprar Mazda Motor Corp.13 A eso le siguió una invasión del capital trasnacional que afectó diversos ámbitos económicos.

La crisis de 1997 en Asia aceleró el proceso de fusiones y compras, ya que la fuerte devaluación de las monedas nacionales abarató dicho mercado para las invasiones hostiles de empresas competidoras. Esta invasión de compras y fusiones se dio en el sector de bienes no negociables dentro de las economías del Este asiático, tradicionalmente protegidas de la competencia externa por políticas públicas. En dichos países en crisis, las fusiones y adquisiciones subieron notoriamente de 3 mil millones de dólares en 1996 a 22 mil millones en 1999, para caer a 18 mil millones en el 2000.14 Mody y Negishi se "sorprenden" al observar que existe una relación inversa entre las fusiones y adquisiciones, por un lado, y la velocidad de recuperación de la economía, por el otro, ya que no pretenden o se niegan abiertamente a advertir que la concentración del capital multiplica las pérdidas de puestos de trabajo, la baja de costos y, por ende, limita el flujo de dinero hacia fines reproductivos.15 Reconocen que tal vez en el corto plazo muchas de esas adquisiciones pueden haber sido realizadas por inversores "predadores", al invertir a precio de saldo poscrisis (aspecto del que no se encuentra exenta actualmente Argentina, donde se han producido compras de empresas a precio de liquidación, luego de la devaluación de febrero de 2002).

Pero en dicho proceso el capital internacional no deja de penetrar y decidir sobre las autonomías nacionales. La crisis tailandesa impuso para países de la región modificaciones legales a fin de garantizar la seguridad de las inversiones externas y su capacidad de pago.16

La concentración también puede advertirse en otro sector "base" de la economía: el petróleo. James Love, un economista que trabaja en el Centro para el Estudio de Sensibilidad a la Ley, en la declaración efectuada ante el Congreso de Estados Unidos sostuvo que se produjo un fuerte proceso de concentración en el sector petrolero de ese país, lo que reduce el grado de independencia de las empresas en la industria. Asimismo, que cuanto mayor sea el proceso de concentración, más difícil será controlarlas y conducirlas a un proceso de competencia. Según la revista Petrostrategies, las fusiones en la industria petrolera pasaron de 10 mil millones por año entre 1990 y 1996, a más de 240 mil millones en 1998 y 1999,17 sin perjuicio de las fusiones "parciales", que combinan la refinación con la venta. Resulta obvio para cualquier observador que tras los argumentos de eficiencia a fin de poder competir, se encuentra el objetivo de maximizar el beneficio, como bien sostiene Michel Tanzer.18 El expositor intenta explicar que el proceso de concentración lleva a una mayor desocupación en el sector, dando el ejemplo de la fusión entre BASF y Fina. Según Tanzer, en dicha empresa conjunta, se invertirán mil millones de dólares, pero solamente requerirá 150 empleados. Este tipo de inversiones reduce la cantidad de puestos de trabajo en el largo plazo.19 En síntesis, para Tanzer, las preocupaciones de las empresas en sus estrategias competitivas no atienden los problemas laborales o la cantidad de mano de obra requerida.

En el mismo sentido se encuentra el llamado desesperado de Dan Gallin, Secretario General de la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación y Afines, quien en 1995 hacía un fuerte llamado a resistir el traspaso de procesos productivos de áreas de "costo laboral" elevado a otras en donde por un 10 o 20% del costo original, se obtenían los mismos resultados.20 Obviamente, no fue escuchado.

En términos numéricos llanos, las cinco más grandes empresas estadounidenses de petróleo controlan 61% del mercado doméstico minorista (gasolinas, gasoil, etcétera), 47% del mercado de refinación, y 41% del de exploración y producción. Estas cinco corporaciones son Exxon-Mobil (con sede en Irving, Texas), Chevron-Texaco (en San Francisco, California), Phillips-Tosco (en Oklahoma), Marathon (en Ohio) y BP-Amoco-Arco (con sede en Londres, Reino Unido). Estas "hermanas" concentran 15% de la producción mundial de petróleo, o para ponerlo en otras palabras, esas cinco corporaciones producen por día más que Arabia Saudita, Yemen y Kuwait juntos.21

Luego de las fusiones de 1999 y 2000, y tras pagar los impuestos, los beneficios de las cinco grandes subieron 146%, pasando de 16 mil millones a cerca de 40 mil millones de dólares en el 2000 (véase el cuadro 1). Esto permite concluir que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (opep) no es ya un indicador para los precios del petróleo en Estados Unidos.22 La crisis a la que refiere el gobierno no es de las corporaciones petroleras, sino de los consumidores.

Fuente: T. Slocum, "No competition: Oil Industry Mergers Provide Higher Profits, Leave Consumere with Fewer Choices", www.citizen.org/cmep, 31 de mayo de 2001, p. 6.

Según el Oil & Gas Journal, las fusiones comenzaron con fuerza en 1997, y hacia diciembre de 2001 eran 29 los procesos que implicaban cientos de millones de dólares.23 Willam T. Baer, director del ftc's Bureau of Competition, sostuvo ante el Subcomité de Energía y Electricidad del Comité de Comercio del Congreso de Estados Unidos frente a la fusión de Exxon-Mobil:

[...] como muchos han notado, esta fusión no ocurre en el vacío, sino que aparece como parte de un proceso de consolidación y concentración en esta industria. En los últimos meses hemos visto la fusión de BP y Amoco... y la combinación de las refinerías y ventas minoristas de Shell, Texaco y Star Enterprises, para crear la refinería y venta minorista más grande de Estados Unidos.24

Un buen ejemplo del proceso de concentración puede ser el de Shell, Texaco y Equilon Enterprises. Equilon es una empresa conjunta entre Shell y Texaco, con sede central en Houston, Texas, y creada en 1998. Shell tiene 56% de Equilon, y Texaco 44%. Esta empresa vende gasolina y otros derivados del petróleo en 32 estados bajo los nombres Shell y Texaco, con alrededor de 9 700 estaciones de servicio en su área.25 Sin embargo, Estados Unidos consume 2.5 veces los índices de su producción, debiendo importar alrededor de 12 mil millones de barriles de petróleo diarios.26

Como sostiene Lenin, al analizar el proceso del imperialismo:

[...] no en todas las ramas de la industria hay grandes empresas; y además una característica muy importante del capitalismo en su etapa superior de desarrollo es la llamada combinación de la producción, o sea, la reunión en una sola empresa de distintas ramas de la industria que, o bien representan etapas sucesivas de la elaboración de materias primas [...], o bien son ramas subsidiarias entre sí.27

De esta forma se entiende que el proceso de concentración se realice en forma internacional, produciéndose la integración de los procesos productivos de manera vertical y horizontal.

 

LA CONCENTRACIÓN BANCARIA Y DEL SECTOR SERVICIOS EN GENERAL

El proceso respecto al sistema bancario y financiero comienza cuando se remueven, a principios de la década de 1980, las restricciones locales y federales a la expansión geográfica de los bancos, que se hace extensivo, en mayor o menor plazo, a escala internacional.28 A esto debe agregársele el proceso estimulado por Paul Volcker en la Reserva Federal (el Banco Central de Estados Unidos), cuando redefinió el objeto de la política monetaria.29 Resulta claro que las restricciones en política monetaria y la consecuente reducción del medio circulante implicaron que los márgenes de beneficio en pequeña escala se redujeran, "sacando" del mercado a los que menos resguardo en activos tenían, mientras la desregulación permitió el flujo de fondos financieros de cualquier dirección y origen, hacia cualquier dirección y objetivo. Lenin sostenía que

[...] la función principal y primordial de los bancos es servir de intermediarios en los pagos. De este modo convierten el capital monetario inactivo en activo, esto es, en capital que rinde beneficio; reúnen toda clase de ingresos monetarios y los ponen a disposición de la clase capitalista. A medida que se desarrollan las operaciones bancarias y se concentran en un número reducido de establecimientos, los bancos, de modestos intermediarios que eran, se convierten en poderosos monopolios, que disponen de casi todo el capital monetario de todos los capitalistas y pequeños comerciantes, así como de la mayor parte de los medios de producción y fuentes de materias primas de uno o muchos países.30

Con el proceso de desregulación desarrollado a partir de la década de 1980, que va a llevarse al extremo en la de 1990, se permitió la aparición de nuevos actores dentro del mercado financiero mundial. Hasta mediados de los ochenta, los grandes prestamistas eran algunos bancos de países centrales que habían logrado capturar los fondos excedentes tanto de la regulada economía estadounidense como de las "primarias" decisiones de inversión de los excedentes monetarios de los países petroleros. Con la desregulación, aparecieron como actores en el mercado financiero internacional los fondos de pensión, las compañías de seguros, las grandes corporaciones y otros agentes de ese estilo, permitiendo la creación de nuevos instrumentos de deuda, que al mismo tiempo posibilitaron reducir sensiblemente el índice de riesgo de las operaciones de préstamo.

En estas nuevas condiciones se logró que se redujeran los costos de intermediación y que se produjeran (conforme al grado de riesgo, al instrumento diseñado, y a la operación que se efectuara) bajas en las tasas de interés de largo plazo (aunque siempre tuvieron que encontrarse por encima de cualquier retorno sobre inversión legal y legítima), al trasladar el riesgo de la operación al inversor final (es decir, a quien tuviera el instrumento en sus manos al momento de producirse el desastre).

El dato central indica que entre 1980 y 1998 se produjeron solamente en Estados Unidos, fusiones por valor de 2.4 trillones de dólares (a valor nominal) que es igual a más del 50% de los activos de todos los bancos comerciales estadounidenses de la década de 1980, con una fuerte reducción en la cantidad de bancos, pero con un aumento en el número de locales, disminuyendo de esta forma la cantidad de público atendido por sucursal (de 4 311 en 1980 a 3 935 en 1990). Para fines comparativos, la cantidad de fusiones bancarias producidas durante los años de Reagan fueron muchas más que las realizadas durante los años siguientes: de un promedio de 437 durante los ochenta (con un pico en 1987 de 649) a 403 en los noventa. Este proceso llevó a "nacionalizar" el sistema bancario.

Según el estudio de Rhoades, desaparecieron los bancos considerados pequeños y locales, para dar paso a bancos de dimensión nacional que manejaban un volumen de activos varias veces superior, ya que entre 1980 y 1998 cerca del 71% de los 7 985 bancos comprados tenían un capital menor a los 100 millones de dólares en activos; mientras que 50% de los adquirientes tenían activos por más de mil millones.31 El cuadro 2 puede brindar un poco más de claridad sobre este aspecto.

Fuente: S.A. Rhoades, "Bank Mergers and Banking Structure in the United States, 1980-1998", Staff Study 174-Board of Governors of the Federal Reserve System, agosto de 2000, p. 19.

Esto produjo como consecuencia que se haya generalizado la concentración de los depósitos en las instituciones mayores. Por ejemplo, las 25 mayores organizaciones bancarias en 1980 tenían depósitos por 29-1% del total; para 1990, este porcentaje se elevó a 34.9%. La oligopolización del negocio bancario, junto al flujo de capitales (petro y eurodólares), llevaron a un incremento artificial -y especulativo- de la liquidez, con consecuencias gravosas para las economías vinculadas.

Volcker fue una avanzada de un proceso mayor, pues era un hombre que representaba ideas e intereses muy concretos, que se verían definidos dos años después. El argumento de la inflación resultó hábilmente utilizado en otra dirección; en concreto, la reducción de la oferta monetaria con base en el diagnóstico monetarista de que su exceso era el causante de todas las distorsiones en los precios relativos.

Durante el gobierno de Bill Clinton se alabó la fortaleza de la economía estadounidense, sin tener en cuenta el costo social y económico que determinaron las decisiones previas, a fin de solventar dicho crecimiento. La actualidad marca claramente que no sólo los incentivos impositivos o monetarios son los responsables absolutos de los ciclos (lo cual supondría otra larga discusión).

Esta desregulación no sólo se produjo en Estados Unidos, también se efectuó en el Reino Unido entre 1979 y 1982, y permitió la aparición de un nuevo espacio financiero internacional, de forma tal que entre 1980 y 1992, y solamente para los países de la OCDE, las tasas de crecimiento anual promedio del stock de los activos financieros fueron 2.6 veces superiores a las de la formación bruta de capital fijo, las que estuvieron en un promedio anual de 2.3%, mientras que las primeras lo hicieron al 6%, al mismo tiempo que, según estimaciones efectuadas por Helmut Reisen sobre datos obtenidos del Banco de Basilea (Bank of Internacional Settlements, bis) hacia octubre de 2001, diario se realizaban operaciones exclusivamente financieras (spot, forwards, swaps) del orden de los 1 210 millones.32 Estos datos cobran trascendencia cuando se observa el vínculo entre la evolución mundializada de las finanzas y la constante y creciente atonía del crecimiento del PIB de los países relacionados, el incremento del desempleo de carácter estructural, etcétera.33

La misma prensa británica se sorprendía del proceso de fusiones cuando un artículo de un periódico mesurado y conservador se tituló Un año de fusiones récord (A year of record mergers),34 indicando que tanto los bancos como las compañías de seguros se encaminaron hacia un periodo de consolidación sin precedentes, comentando sucintamente las cinco o seis fusiones producidas.

En Japón se produjo a fines de la década de 1990 la fusión de dos entidades que condujo a la conformación del Dai-Ichi Kangyo Bank Ltd., el banco más grande de ese país, como último dato de un proceso que había logrado ya la fusión de otras entidades.35

El punto es que la desregulación forzada desde los países centrales llevó a una transformación de las tasas de interés, que pasaron de reales negativas a reales fuertemente positivas. Esta transformación determinó que a partir del proceso iniciado a principios de los ochenta, los pagos de los gobiernos a los instrumentos de deuda se llevaron de 20 a 30% del presupuesto o 5% del PIB. Algunos analistas no dudan en aseverar que nos encontramos ante una "dictadura de los acreedores" de características destructivas, aun para los mismos patrones de racionalidad capitalista.36

El endurecimiento de las políticas monetarias -en particular la estadounidense- desató a escala mundial un alza muy fuerte en las tasas de interés nominales y, contrariamente al presupuesto ortodoxo diseñado por Fisher, la reducción de la inflación no llevó en los primeros diez años a una baja en las tasas de interés. En concreto, pasó de un modelo de ajuste de tipo nacional (cuyas variables principales son la inflación y la creación monetaria), a uno internacional como fue el Patrón Oro, con la diferencia de que su fundamento se encuentra en el tipo de cambio variable. Como lo llamó Plihon, es un engranaje infernal: el cambio en la política económica, entendida como el rigor salarial y la dureza en la política monetaria, determinaron la contracción del consumo, la desaceleración de la inflación y el alza en las tasas de interés nominales.

Todo esto hizo más lento el crecimiento económico con alza en las tasas de interés reales, lo que determinó el inicio del déficit fiscal y el aumento necesario de la deuda pública para financiarlo (véase el cuadro 3). El proceso descrito junto con la desregulación financiera que mantuvo altas tasas de interés reales, impulsó el crecimiento de la especulación en los mercados de capitales internacionales y, por ende, la inestabilidad de las economías dependientes, ante la creciente volatilidad de los flujos. La conclusión, entonces, es la imposibilidad de canalizar crecientes flujos de capitales a la inversión productiva, de baja rentabilidad comparada con la ofrecida en la especulación de riesgo.

Fuente: D. Plihon, "Desequilibrios mundiales e inestabilidad financiera: la responsabilidad de las políticas liberales. Algunas referencias keynesianas", en F. Chesnais (comp.), La mundialización financiera. Génesis, costos y desafios, Buenos Aires, Losada 2001, p. 121.

Estados Unidos contó con la ventaja de poseer la divisa de referencia mundial. Esto es, el riesgo cambiario nulo del dolar le permitió mantener grados crecientes de deuda y justificar los índices ascendentes de financiamiento externo, luego del cambio de política monetaria decidido en 1979 y la crisis de la deuda de 1982; de esta manera, las "transferencias internacionales de capitales cambian de orientación, para seguir una lógica norte-norte: los excedentes del Japón y de Europa financian a partir de entonces el déficit masivo de los Estados Unidos",37 hasta que Japón y las demás potencias ingresan en la misma lógica, como puede verse en la gráfica 1.

Fuente: D. Philon, op. cit., p. 135.
* Para Estados Unidos, transacciones de los operadores primarios con valores del Tesoro de Estados Unidos; para Japón, Mercado no Organizado de Tokio solamente.

En consecuencia, la recurrencia de las crisis observadas a partir de la década de 1990 tiene su origen en la creciente eliminación de restricciones nacionales al flujo de capitales financieros, ya que estos últimos persiguen como único objeto la ganancia rápida y elevada para retirarse y concurrir a otro lugar del planeta donde se les ofrezca una mezcla aceptable de rentabilidad con seguridad.38

La concentración también se produjo en el sector servicios, como los medios de comunicación, el transporte aéreo, la venta al menudeo (supermercados), etcétera, que por motivos de espacio no pueden desarrollarse aquí. Valga el hecho de que hacia los ochenta la ABC, CBS y NBC tenían colectivamente 92% del mercado de la televisión; AT &T controlaba 80% del mercado telefónico y ciento por ciento del de larga distancia. Si bien se produjeron procesos de fractura impulsados desde el gobierno federal, cabe pensar si del proceso contra el gigante Microsoft el ganador resultó el consumidor o la empresa fundada por Bill Gates.

 En el mercado del transporte aéreo, desde la desregulación impulsada por el gobierno de Reagan, se produjo una transformación tal que para 1987 seis grandes empresas de este ramo controlaban 85% del mercado, contra 73% de 1978. Para 1996, esas seis empresas alcanzaban ya 86%. El caso es que en 2001 se produjo una nueva serie de fusiones, gracias a la cual United Airlines buscó comprar US Airways, mientras que American Airlines compró TWA.39 En Estados Unidos son tres las empresas dominantes: United, American y Delta. De esta forma, en la industria del transporte aéreo se redujo la competencia, aumentaron los precios y disminuyó la calidad del servicio.

 

EL "SALTO ADELANTE" EN LA CONCENTRACIÓN

Dentro del capitalismo hay elementos centrales que, a pesar de las variaciones que ha sufrido a lo largo del tiempo, permanecen constantes. Por un lado, la inexorable afirmación de Marx alrededor de la tendencia a la concentración del capital como consecuencia del descenso tendencial de largo plazo del beneficio o retorno sobre el capital invertido. Sin perjuicio de los elementos fácticos que prueben tal afirmación, la tendencia reciente alrededor de fusiones o "adquisiciones hostiles" en grandes industrias como la automotriz o la concentración en negocios bancarios y servicios (como ya se ha visto) no hace más que comprobar dicha afirmación. Asimismo, el hecho de que las relaciones de producción permanezcan en el plano del salario brinda objetividad al planteamiento de que la contradicción principal establecida entre quienes detentan los medios de producción y los que no, determina en términos objetivos que los primeros obtengan beneficios gracias a la extracción de algo propio y valioso de los segundos, que es su trabajo.

A la vez, es un dato real que existen crecientes masas de asalariados y, sin embargo, la bibliografía no alcanza a delimitar con precisión el hecho de que si hay una sola gran contradicción entre detentadores de los medios de producción o desposeídos, como en la actualidad parece suceder, hay muchas contradicciones que debemos clasificar en principales y secundarias.

Siendo más exhaustivos y retomando la perspectiva de concentración acelerada del capital que se produjo a escala mundial a partir del "Consenso de Washington" (y sus adalides teóricos como Francis Fukuyama), se sostiene la idea de que de alguna forma la autonomía política, social y económica de gran cantidad de Estados nacionales se ha comenzado a desdibujar tras conglomerados económicos bajo direcciones políticas altamente centralizadas; y es por eso que se deben vincular procesos. Un aspecto para evaluar esto se puede obtener de Robert Reich. Hacia fines de los ochenta, él postulaba una serie de desarrollos que hoy resultan paradigmáticos. El autor anticipaba la idea de la desaparición potencial de los capitalismos nacionales (es decir, de las burguesías nacionales), tras la conformación de empresas que, como si fueran una tela de araña, organizarían la detección de problemas, la intermediación, la producción, el transporte y embalaje de forma tal que se basarían (como él lo advirtió) no en consideraciones de tipo nacional, sino en cuestiones vinculadas con los costos y la eficiencia. De esta forma, podría darse el caso de empresas que produjeran el bien básico en Taiwán, lo embalaran en Singapur, lo transportaran empresas inglesas y lo comercializaran empresas alemanas.

En concreto, la desaparición de la Gran Empresa (un clásico del fordismo, como lo sostuvieron oportunamente Gordon, Edwards y Reich),40 tras un "gran nombre", mientras que los productos y todo lo relacionado a la comercialización y realización de ganancias (hasta los servicios legales, por ejemplo), fueran ejecutados por empresas vinculadas o subordinadas, pero relativamente independientes (esto es, con pérdidas y beneficios propios). De esta forma, Reich sostenía que las prevenciones alrededor de la "invasión" extranjera en la economía estadounidense resultaban normales pero erróneas.

La transformación —dice— no ha sido tan simple. Las grandes compañías norteamericanas, incapaces de generar importantes ganancias con la producción de altos volúmenes de productos estandarizados —e imposibilitadas de recuperar sus ventajas para proteger el mercado, rebajar los precios o redistribuir los activos— laboriosa y gradualmente se están orientando a satisfacer las necesidades exclusivas de determinados consumidores. Después de hacer un tanteo, un poco a tontas y locas, y a menudo bajo una gran tensión, las firmas que sobreviven y tienen éxito pasan de la producción de altos volúmenes a los bienes de alto valor. Una transformación similar está ocurriendo en otras economías nacionales que tradicionalmente han estado organizadas en torno a la producción en gran escala.41

Alto valor significa aquí una mayor precisión sobre el gusto del consumidor, y no en el sentido de precio. El alto valor al que refiere Reich se vincula a un volumen de producción menor, a fin de "satisfacer la demanda de clientes especiales",42 dejando la producción fordista y estandarizada para una especie de segunda línea de productores. Estas nuevas empresas resultan ser las telas de araña mencionadas anteriormente. Sostiene Reich que

[...] en estas redes mundiales los productos son combinaciones internacionales. Lo que se intercambia entre las naciones es con menos frecuencia el producto terminado que la especialización para resolver los problemas [investigación, diseño del producto, fabricación], para identificarlos [mercadotecnia, publicidad, encuestas al consumidor], y para coordinar los servicios [financiamiento, búsqueda, contrataciones], así como ciertos servicios y componentes de rutina, todo lo cual se combina para crear valor. Por ejemplo, cuando un norteamericano compra un Pontiac Le Mans a General Motors, inconscientemente está realizando una transacción internacional. De los 10 000 dólares que paga a General Motors, cerca de 3 000 van a Corea del Sur, donde se efectuaron los trabajos de rutina y las operaciones de montaje; 1 750 dólares van a Japón por la fabricación de los componentes de vanguardia [motores, eje de dirección e instrumentos electrónicos]; 750 dólares a Alemania por el diseño y el proyecto del prototipo; 400 dólares a Taiwán, Singapur y Japón por los pequeños componentes; 250 dólares a Gran Bretaña por los servicios de marketing y publicidad; y cerca de 4 000 dólares pasan a los intermediarios estratégicos de Detroit, a los abogados y banqueros de Nueva York, a los "lobbistas" en Washington, a las aseguradoras de todo el país, y a los accionistas de General Motors -la mayoría de los cuales son estadounidenses, aunque hay un número creciente de extranjeros.43

La larga cita vale lo que pesa. Desde el mismo pensamiento capitalista se observa un proceso ya analizado no menos de cien años antes. La tendencia de largo plazo del capital a la concentración, en grado creciente, trascendiendo fronteras —en principio señoriales, luego, como consecuencia necesaria, transnacionales—, lo lleva a redefinir su estructura de obtención del beneficio, y como corolario obligado, al incremento del control.44 El mismo Reich se lo plantea: "Consideremos —indica— primeramente, quiénes son los que obtienen los beneficios. Se trata, desde luego, de aquellos que están habilitados para hacer fluir las ganancias de una compañía, bajo la forma de acciones".45

El flujo de capital, en grado creciente, mueve hoy las principales variables económicas, entendiéndose microeconómicas (es decir, al grado de resolución-empresario), pero también macroeconómicas, al incidir con su misma volubilidad sobre las decisiones de política nacional (aun de las potencias más fuertes).46 De esta forma, como indica el autor, "los sistemas electrónicos de información que vinculaban Nueva York, Londres, Tokio y Bonn transformaban el verdadero sentido de las operaciones en las bolsas "nacionales" de valores. Ya entonces, los corredores de Wall Street, como Morgan Stanley, Merril Lynch y Goldman Sachs, eran miembros de la Bolsa de Valores de Tokio".47

 

EL NEOABSOLUTISMO

Lenin, en el trabajo citado, justificó en términos analíticos la fórmula del comportamiento de clase cuando sostuvo que "capitalistas dispersos se transforman en un solo capitalista colectivo", al referirse al proceso de vinculación entre personas y empresas que han logrado la concentración operativa de bancos e industrias,

hasta alcanzar proporciones gigantescas, [de forma que] resulta que un puñado de monopolistas subordina a su voluntad todas las operaciones comerciales e industriales, del conjunto de la sociedad capitalista; pues están en condiciones -gracias a sus vinculaciones bancarias, a sus cuentas corrientes y otras operaciones financieras-, primero, de determinar con exactitud la situación financiera de los distintos capitalistas, después de controlarlos, de influir en ellos restringiendo o ampliando los créditos, facilitándoselos o dificultándoselos, y, por último, de decidir enteramente su destino, determinar su renta, privarlos de capital o permitirles acrecentar su capital rápidamente y en proporciones inmensas, etcétera.48

Esta fórmula nos permite avanzar en la construcción lógica: ¿dónde está la clase dominante del proceso?, ¿es una nueva o una vieja burguesía?, entonces, ¿es una megaburguesía de carácter planetario, global? Si bien es cierto que el capital no tiene bandera, en algún lugar pudo desarrollarse una burguesía que sometiera a otras. Y si esto no es así, ¿debemos pensar en una gran conspiración de burgueses de diferentes países y regiones? No es comprobable fácilmente. ¿Hay un Estado mundial, como sostuvo Heinz D. Steffan, en donde los órganos ejecutivos en lo económico son el FMI y el Banco Mundial, donde sus fuerzas armadas son la OTAN, en lo político los miembros con derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, y el gabinete el G7?49 Puede ser, máxime si se considera que actúan legítimamente en el orden práctico, pero sin "legitimidad democrática ni control jurídico".50 Como bien dice Noam Chomsky: "la prensa económica internacional ha hablado de estas instituciones como el 'gobierno mundial de facto' en una 'nueva era imperial'. Sea exacta o no, esta fórmula sirve para recordarnos que las instituciones rectoras no son agentes independientes sino reflejo de la distribución del poder en la sociedad".51 Es necesario tener en cuenta que

el capital debe apoyarse en el Estado para garantizar su estabilidad, asegurar el respeto de la propiedad y de las ganancias, crear condiciones favorables a la acumulación, como la exención de impuestos, el establecimiento de infraestructuras, la formación de la mano de obra, la reducción de su precio, etcétera [...] Frente a la internacionalización de los procesos económicos, las grandes instituciones financieras como el Banco Mundial y el FMI juegan hoy día un papel similar, al servicio del proyecto neoliberal. Hoy es Estados Unidos quien, como única superpotencia mundial, asume este papel a escala internacional, siendo la "globalización", precisamente, la fase superior del desarrollo del imperialismo.52

En consecuencia, ¿puede asumirse que nos encontramos ante una etapa superior dentro del capitalismo, que supera al imperialismo?, ¿asistimos a una versión capitalista de lo que fue el absolutismo? Si esto es así, una nueva burguesía más concentrada resulta ser la corte del nuevo poder imperial. ¿El ataque a Irak a fin de apropiarse de sus recursos petroleros es la muestra de poder de un nuevo —y ahora legítimo— monarca con pretensiones absolutas?

Existen antecedentes analíticos, por ejemplo

Kautsky, a comienzos del siglo XX, analizando la primera "ola de globalización", preveía un debilitamiento progresivo de las contradicciones imperialistas que debían conducir al "ultraimperialismo". En este modelo, la fusión internacional del capital ha avanzado tanto que los distintos intereses económicos entre los propietarios internacionales del capital desaparecen. [...] Lenin no negaba la posibilidad de una mayor concentración y centralización internacional del capital. Afirmaba que la tendencia "lógica" a largo plazo llevaba al establecimiento de un único consorcio mundial. Pero planteaba que antes de que esta conclusión "lógica" se consumara, el capitalismo estallaría como consecuencia de la exacerbación de sus contradicciones internas y de la lucha revolucionaria del proletariado y de los pueblos oprimidos del mundo.53

Perry Anderson, por su parte, sostuvo que el absolutismo resultó ser un "aparato reorganizado y potenciado de dominación feudal", un "nuevo caparazón político de una nobleza amenazada",54 a fin de dar garantías a una redistribución del poder social hacia "arriba", a un poder superior y más concentrado.55 Esto derivó como contrapartida (o, más acertadamente, como consecuencia necesaria), de una transformación de las estructuras de propiedad, por las cuales los señores feudales debieron ceder ciertos derechos en beneficio del monarca, para serles garantizada la seguridad política -y por ende, el beneficio económico-. Si bien la analogía se dificulta en la medida en que no se puede precisar qué o quiénes resultan ser "el monarca" (salvo que se acepte que la llegada al gobierno de George W. Bush fue un golpe palaciego, cosa que no se supone aquí), puede aceptarse cuando menos un desplazamiento del poder hacia una instancia diferente, por fuera de las estructuras establecidas.

Siguiendo el razonamiento de Perry Anderson, el absolutismo es feudalismo más concentrado, es decir, la cesión de poder por parte de los señores feudales a una entidad superior (el rey), a fin de garantizar las condiciones para la reproducción del sistema. En concreto, lo que aquí se está postulando es la idea de que la "globalización" ha conducido al desdibujamiento de las barreras nacionales (como en el feudalismo se desdibujaron las barreras de los diferentes señoríos), en pos de un nuevo poder, de mayor envergadura y de dimensiones mundiales. ¿Existe una cesión de poder por aquellas burguesías nacionales concentradas de cada país capitalista de peso, a una entidad superior que sería la estadounidense? Sí y no. Al haberse establecido el capital más concentrado de Estados Unidos como la clase social -o, siendo tal vez más precisos, el bloque en el poder- que se funda como potencia hegemónica, garante del orden social establecido durante no menos de 50 años, disponiendo del poder militar y económico (moneda y productividad), la lucha contra el enemigo comunista (en la actualidad, alguien que resulte funcional a la necesidad de enemigo, a fin de sostener las premisas, como lo puede ser "el eje del mal", La base (Al Qaeda), o cualquier grupo, nación o idea que confronten sus intereses), quedó en manos de Estados Unidos como país. En esta dirección se encuentra la mirada de J.B. Foster, quien argumentó que

[...] en el presente periodo de imperialismo global hegemónico de los Estados Unidos, éste busca sobre todo expandir su poder imperial en la mayor extensión posible, subordinando al resto del mundo capitalista a sus intereses. El Golfo Pérsico y la Cuenca del Mar Caspio representan no solamente el bulto de las reservas petroleras mundiales, sino también una proporción rápidamente creciente del total de las reservas, ya que las tasas crecientes de producción disminuyen las reservas en todas partes. [...] Pero las ambiciones imperiales de Estados Unidos no se detienen ahí, ya que se están construyendo sobre ambiciones económicas que no tienen límites. [...] Promover los intereses corporativos en el exterior es una de las primeras responsabilidades del Estado norteamericano.56

Aunque, por otra parte, dada la sistemática guerra comercial con aquellos países y bloques que desde el mundo capitalista cuestionaron las imposiciones estadounidenses, se advierte la resistencia a la pérdida de poder. Tal vez sea, solamente, una cuestión de confrontaciones internas entre distintos dispositivos de poder. ¿O los monarcas absolutistas recibieron todo el poder sin ningún tipo de resistencia por parte de los señores feudales?

La concentración del capital en grandes empresas apunta a las economías de escala y nuevas técnicas de administración de la producción (tan vitales hoy en día que son materias específicas de estudio para contadores y administradores de empresas). Tal vez sea éste un punto interesante para investigar, es decir, la relación obvia existente entre patrón de acumulación capitalista, teorías y prácticas de administración de la producción (taylorismo, fordismo, relaciones humanas, etcétera), así como el grado y desarrollo de la lucha de clases como categorías interdependientes y mutuamente determinantes. Cada una respondiendo y adaptándose a las condiciones estructurales del momento.

Entre 1980 y 1990 en Estados Unidos se produjo una fuerte reconversión y restructuración del patrón de acumulación del capital, que incidió no sólo en las relaciones sociales de producción hacia los trabajadores, sino también en la alianza y síntesis de fracciones de clase dentro del gran capital. Gracias a que el capital más beneficiado, por lo que la literatura del tema denomina el sector vinculado al complejo militarindustrial, se postula ampliar su juego a fin de mantener la tasa de ganancia y, por eso, extender su rango de actividades al sector financiero; aquellas fracciones que no ampliaron su base de sustentación limitaron el campo de actividad al mercado interno. Esa nueva burguesía, más concentrada y diversificada, apuntó a operar tanto dentro del mercado interno como del externo y, asimismo, subordinó de alguna forma a las fracciones más débiles de la burguesía en un nuevo proyecto capitalista de perspectiva mundial. ¿Ha llegado la globalización? (Nada surge como producto de las casualidades, ni los Documentos de Santa Fe ni Reagan ni el "Consenso de Washington".) El neoliberalismo, desde esta perspectiva, es un resultado necesario para justificar y brindar un marco teórico a la corte imperial y sus aparatos de poder, a fin de mantener la construcción política en marcha.

Lenin sostuvo oportunamente que del proceso que deriva en el imperialismo se conformó una nueva clase social, que es la oligarquía financiera, ya que "las 'operaciones financieras' de los monopolios capitalistas llevan, indefectiblemente, a la dominación de una oligarquía financiera".57 Si bien la construcción dialéctica es impecable, ¿se ha comprobado en forma efectiva?, ¿estamos hoy bajo la dominación de una exclusiva "oligarquía financiera"? Lenin construye la nueva fracción de clase porque resulta, en primer término, imprescindible en lo que hace a su modelo; luego, porque debió advertir la actividad concreta de dicha "oligarquía", pero hoy no existe la dominación de una fracción burguesa en términos financieros. El excedente de los capitales se ha extendido tanto que no solamente los bancos son los que mueven miles de millones de dólares y euros en todo el mundo, sino que también existen nuevos actores económicos que son, sin duda, poderosos actores políticos.

No obstante, Lenin resulta impecable en términos dialécticos, ya que más adelante no duda en construir un nuevo par en contradicción, partiendo del patrón de acumulación que se abandona por uno nuevo: "La libre competencia es el rasgo fundamental del capitalismo y de la producción mercantil en general: el monopolio es el perfecto contrario de la libre competencia [...] El monopolio es la transición del capitalismo a un sistema superior".58

Visto desde la perspectiva de lo que sucede en Estados Unidos, asistimos a la concentración del capital y al surgimiento de una nueva burguesía, mucho más poderosa, ya que su campo de actividad es interno y mundial. La tendencia a la creación de bloques regionales refuerza la de la burguesía a la concentración, en algunos casos de tipo ofensiva, en otros (Europa, por ejemplo), de carácter defensivo.

La lucha de clases ha determinado, en este proceso, dos cosas. Por un lado, el progresivo debilitamiento de la resistencia de fracciones burguesas dentro de Estados Unidos, con la consiguiente subordinación política, aunque hoy se encuentran en un conflicto revivido: la fracción vinculada con el viejo modelo de acumulación petrolero-fordista ha dado un golpe de timón imponiendo a George W. Bush, frente a la fracción vinculada con el desarrollo tecnológico -la que crece y se consolida durante los años de Bill Clinton-Al Gore.

Por otro lado, a escala internacional —y siempre mirando sólo la confrontación entre fracciones burguesas-, la lucha de clases mencionada ha determinado también el choque y la guerra económica entre esta nueva burguesía y aquellas pertenecientes a bloques que hoy se encuentran también debilitados. En lo concerniente a la contradicción principal, la clase obrera no ha podido detener por completo el avance del capital más virulento, aunque sí, por lo menos, ha condicionado —en aquellos lugares en donde la burguesía aún depende de su trabajo- el ajuste más salvaje. No puede decirse lo mismo de aquellos que vieron cómo, ante su resistencia, o se levantó la planta para ir a un lugar en donde predominara la imposibilidad de la organización sindical, o literalmente se quebró su resistencia.59

Como contrapartida, otra línea de investigación debería estudiar el proceso de descomposición de la vieja etapa keynesiana de bienestar. Sin perjuicio de ello, resulta obvio que si en el modelo absolutista la recaudación de impuestos, a fin de garantizar una diplomacia y un ejército regular, se había trasladado al centro, a la corona, no es menos cierto que hoy las decisiones en el FMI, como banca usurera del gran capital medido en términos internacionales, dependen en alrededor del 20% de los votos de Estados Unidos, nación que, junto a los demás países del G7, hacen una mayoría imbatible ante cada decisión. ¿Es una casualidad que su personal esté conformado por gente de distintas partes del mundo? Las deudas públicas,60 en este marco, resultan ser la conexión de la recaudación hacia el poder central mediante los gobiernos nacionales, ya que dicho pago es el beneficio de la nueva clase en formación.61 Aquí es donde resulta pertinente el análisis de Lenin, pero dando un paso más.

Si el monopolio es el contrario dialéctico de la libre competencia, cabe pensar el neoabsolutismo capitalista como contrario dialéctico del imperialismo. Uno, negando en términos fácticos la condición de posibilidad del mercado atomizado; el otro, negando la condición de posibilidad del mercado de carácter nacional. Es decir, de alguna forma se repite el proceso de expansión capitalista, ya que el capital comercial —por medio del comercio y luego a partir del putting out system—, en los orígenes del capitalismo, rompió las barreras señoriales para vincular territorios separados por medio del comercio y nuevas modalidades de vincularse para producir, integrándolos.62 Hoy, mientras se avanza a la conformación de una nueva clase (sea aquella con base territorial originariamente en Estados Unidos, o bien una totalmente nueva conformada por la dinámica de las grandes corporaciones trasnacionales), el camino es romper las fronteras nacionales, produciendo en diferentes lugares del mundo, para todo el mundo.63 Esta nueva clase debe ser internacional —pensada metodológicamente—, ya que no es un lugar o un país el que pueda "apropiarse" de todo.64 Gallin lo advirtió tempranamente, cuando sostuvo que:

La globalización de la economía mundial está restringiendo rápidamente el espacio en el que significan algo las decisiones de política económica y social tomadas a nivel nacional. Los Estados-nación y las legislaciones nacionales son cada vez más irrelevantes, porque las economías domésticas están más y más condicionadas por fuerzas externas sobre las que no tienen ningún control los agentes económicos, políticos y sociales nacionales [...] La creciente irrelevancia de los Estados nacionales ayuda a explicarse por qué gobiernos de diversos países, llegados de franjas opuestas del espectro político y elegidos tras haber presentado programas totalmente diferentes, terminan haciendo políticas más o menos similares.65

Marx sostuvo en su oportunidad que la concentración forma parte de la esencia del capitalismo,66 llevando a la ruina a los capitalistas menores.67 Luego, mediante el análisis de la acumulación originaria, postuló la idea de la ruptura de las barreras geográficas para avanzar sobre un mercado mayor.68 De esta manera, como Marx afirmó en forma brillante:

la gran industria crea por doquier, en general, las mismas relaciones entre las clases de la sociedad, destruyendo con ello el carácter propio y peculiar de las distintas nacionalidades. Finalmente, mientras que la burguesía de cada nación sigue manteniendo sus intereses nacionales aparte, la gran industria ha creado una clase que en todas las naciones se mueve por el mismo interés y en la que ha quedado ya destruida toda nacionalidad.69

No resulta necesario aquí justificar en términos materiales la tendencia a la pérdida de beneficio que cada patrón de acumulación genera. Dentro del mismo pensamiento económico clásico (es decir, la microeconomía, pero también en los cuerpos teóricos de la administración de la producción) se analiza la pérdida de productividad como consecuencia de la relativa ineficiencia en la combinación de los factores, el retraso tecnológico o bien, la caída del incentivo o del estímulo tanto de la clase obrera como de aquellos sectores encargados de la dirección o gestión. Asimismo, no es objeto de este trabajo analizar las condiciones microeconómicas de una economía en particular -aunque, llegado el caso, pueda resultar útil hacerlo- sino el análisis y la interpretación global de las variables agregadas.

Sin embargo, la utilización del análisis de variables agregadas resulta funcional, en tanto se considere la importancia relativa de la fuente. Esta explicación resulta pertinente si se busca justificar una serie de ideas encadenadas. El hincapié en Estados Unidos encuentra entonces justificación porque desde principios de siglo su alianza de clases en el poder ha logrado transformar a dicho país en la potencia hegemónica, y si bien existen planteamientos alrededor de su pérdida de lugar de referencia mundial a costa del bloque europeo y el asiático (con epicentro en Japón), resulta evidente que la actual crisis (desde el incumplimiento de Rusia y la liberación del tipo de cambio en Brasil, a las que se le puede unir el mayor cese de pagos en la historia del capitalismo, es decir, la crisis argentina) ha demostrado lo contrario, ya que la enorme masa de capitales "golondrinos" buscó la seguridad de los bonos de la Reserva Federal y no la del euro (sin mencionar la debilitadisima economía japonesa). En la actualidad, la moneda europea se encuentra posiblemente ante una trampa estadounidense, que es la utilización de la moneda como mecanismo para atraer/expulsar flujos de capitales conforme las condiciones de la coyuntura. Con esto lo que se quiere decir es que posiblemente la debilidad del dólar se corresponda con una decisión política, a fin de "forzar" a Europa a financiar su déficit, junto a una "monetaria" modificación de la alicaída productividad de Estados Unidos.

Sin perjuicio de ello, cabe analizar tanto al bloque asiático como al europeo en forma de frentes de resistencia al dominio de la "nueva burguesía" o "corte imperial". Esto no es solamente una elucubración de laboratorio. La claridad conceptual de dichas premisas resulta evidente —y sin sonrojarse lo expresan— para los grandes actores internacionales, tanto estadounidenses como europeos. Robert Solomon, funcionario de la Federal Reserve Bank y de la administración Clinton, escribió recientemente:

Otra motivación de la Unión Económica y Monetaria Europea, que no se suele mencionar, es el deseo de crear un contrapeso al poderío económico de Estados Unidos y el poder del dólar en el mundo. Por ejemplo, el ex primer ministro Raymond Barre y Jacques Delors escribieron en Le Monde en octubre de 1997: "La creación de una moneda única abre la posibilidad, por primera vez en medio siglo, de establecer relaciones monetarias racionales en el mundo. El euro, apoyado por un vasto mercado de capitales en Europa, podrá limitar el predominio del dólar".70

La restructuración elaborada por los economistas de Reagan (y continuada por sus sucesores con mayor o menor referencia al origen) no tiene nada nuevo. La mecánica para lograrlo fue mediante un creciente desempleo, con lo que se logró disciplinar la mano de obra, la que por inflación entró en pánico. De esta forma se aceptó un recambio enorme entre trabajo y salario. Con esto se quiere decir que como consecuencia de la "gran represión" de la clase dominante, la mayoría de los estadounidenses -consciente o inconscientemente- facilitaron o posibilitaron la vieja lógica neoclásica: ¿cómo aumentar la productividad y con esto volver a competir a escala mundial en precio y calidad? Una de las condiciones, por supuesto, resultó ser que la baja de impuestos y la facilidad para importar logró que la industria estadounidense más concentrada dejara de lado desarrollos industriales que le resultaba pesado mantener, mientras se ocupaba en desarrollar determinadas ramas de la industria que la mantuvieran en la vanguardia tecnológica. Además, si se considera válida la analogía, la fracción "industrial" en la Inglaterra del siglo XIX "decidió", de alguna forma, abandonar un sector económico completo, como fue el agro, con la abrogación de las "Leyes de granos". Estados Unidos, entonces y como definición estratégica de la clase dominante, decide dejar caer sectores que no contribuyen en la definición de largo plazo para su liderazgo.

Mientras tanto, el creciente desempleo con la inflación hizo el resto del trabajo: baja del costo medio y el costo marginal gracias a la transformación permanente de la estructura de costos y, asimismo, disciplinamiento por desempleo (mientras que, cuando se volvía a conseguir trabajo, se aceptaba menos salario y peores condiciones laborales). La derrota de los controladores aéreos fue la derrota del consumo y la garantía de mejoramiento salarial (con inflación, diría el establishment). El convenio colectivo firmado por la UAW para el proyecto "Saturn" mostró con certeza la respuesta de uno de los sectores más duros y combativos de la clase obrera estadounidense: aceptar bajas de salarios o no adecuación respecto de la inflación a cambio de estabilidad laboral. Obviamente, cuando la inflación supera con su carrera la evolución del poder de compra real de los salarios, estamos ante una reducción real del consumo, por un lado, y de los costos de producción, por otro.

En consecuencia, en Estados Unidos se ha producido una reconversión productiva en aquellos sectores considerados estratégicos. El modelo económico exitoso se sostiene con un alto grado de consumo de bienes con alto índice agregado y orientado a sectores medios y altos, así como bajos salarios para quienes los producen. En un artículo del se indica el importante margen de "subsidio indirecto" que recibe la economía estadounidense gracias a la masa de trabajadores extranjeros indocumentados que por su misma condición reciben menores salarios. Son seis millones de trabajadores que, por ejemplo en el caso de las frutas y verduras, si ellos no existieran, los precios aumentarían alrededor del 6%.71

Hoy, sin embargo, nos encontramos ante una muestra concreta de que el poder de la vieja burguesía fordista-petrolera está dando batalla. El modelo de George W. Bush es la contraofensiva sobre la fracción burguesa "tecnológica", pero que no tiene grandes posibilidades de imponerse en forma absoluta. En el mejor de los casos, la resolución será negociada con pérdidas y beneficios para ambas partes. Por otro lado, el nuevo patrón de acumulación no tiene su centro en las actividades productivas exclusivamente (como lo planteaba Marx). A éstas debe sumarse la importancia del valor agregado que se genera desde el sector servicios. ¿Cómo debe considerarse tal valor?

Esto lleva a una obtención de beneficio constante (y por qué no, creciente) que, ante una correlación negativa con el consumo, hace que se generen condiciones similares a las de 1929, es decir, exceso de liquidez y falta de oportunidades de inversión. Por el momento, este exceso de liquidez se canaliza hacia la bolsa de Nueva York (hoy, sin lugar a dudas, nuevo centro mundial multilateral de pagos, como lo fue Londres hasta 1914). Va aun hacia inversiones en los países "emergentes" en términos productivos, pero también como capitales especulativos tipo "golondrina". Estos dos últimos generan una nueva obtención de beneficio, elevado como consecuencia de la alta explotación del trabajo en aquellos países periféricos que ruegan por inversiones, el que se recicla en Wall Street (y que como quedó dicho anteriormente, funciona como mecanismo de recaudación del "impuesto absolutista").

La clase dominante en Estados Unidos a partir de 1981 logró redefinir la dinámica de la confrontación entre los sectores dominantes y los dominados, pero también -y es más importante aún- la fórmula del beneficio. El subproducto que marca claramente las contradicciones del modelo se encuentra en la difícil gobernabilidad del sistema financiero mundial.

Sin embargo, la FED se reserva aún el derecho de manejar los flujos de capitales. Ante la crisis rusa o brasileña, los operadores mundiales rogaron durante días que Alan Greenspan bajara la tasa de interés de los bonos del Tesoro de largo plazo. Si se mira como lo que teóricamente son —tasas de referencia para operaciones de largo plazo—, no se comprenderían los ruegos. Se explica recién cuando se vincula la crisis con la posibilidad de beneficio. En estas condiciones, nació el euro: resultó ser una muestra clara de la capacidad de resistencia que genera otro bloque, que se encuentra dentro de la "Corte imperial", desatando una guerra de guerrillas de las burguesías que aún pretenden resistir el poder de la burguesía (absolutista) más concentrada. La única manera de quebrar al dólar es estando, durante largo tiempo, en una relación de uno a uno, ya que si es débil, Estados Unidos se encuentra en posición dominante por las tasas de interés; y si es más fuerte que el dólar —como sucede últimamente—, erosiona las balanzas comerciales de los países dependientes del área monetaria.

Tal vez deberíamos abandonar el concepto de "burguesía estadounidense", ya que no se puede asegurar con claridad si es ésta o gracias a la creciente tendencia a la concentración y absorción, una burguesía no-nacional o internacional. En suma, la crisis hoy no es tal sino una clara muestra del poder político y económico de una economía como la estadounidense que sigue siendo el motor del capitalismo a escala mundial. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte muestra la capacidad de absorción y dominación de la fracción dominante de dicha burguesía, al subordinar a sus intereses el capital mexicano y canadiense. Es por eso que se ha expandido a escala mundial un modelo interpretativo que juega en función de dichos intereses y que ha sido llamado neoliberalismo.

 

 

1 Algunos no dudan en vincularlo a un término que hace las veces de disfraz del capital imperialista en su 'larga marcha', como es el caso de H. Brar, en sus artículos para The Guardián, editados en octubre de 2001. Regresar

2  V.I. Lenin, El Imperialismo, etapa superior del capitalismo, Buenos Aires, Polémica, 1974, p. 18.         [ Links ]Regresar

3 Idem. Regresar 

4 Lo interesante del caso es que mientras en términos teóricos en todos los puntos de la ciencia económica clásica u ortodoxa se plantea el mecanismo de cómo "maximizar el beneficio", en lo que hace al análisis del monopolio y el oligopolio, los teóricos tratan de explicar su funcionamiento y el por qué, pero pocos se preocupan por su limitación. Regresar

5 O como el hecho de que las ventas de Wal-Mart, corporación ubicada en el duodécimo lugar de la escala de las grandes corporaciones, sean más grandes que 161 países, incluyendo a Israel, Polonia y Grecia. O que las de Mitsubishi sean más grandes que las de Indonesia o las de General Motors más que las de Dinamarca. Todos los datos se obtuvieron de S. Anderson y J. Cavanagh, Top 200: The Rise of Global Corporate Power, en www.globalpolicy.org.         [ Links ]Regresar

6 R.B. Du Boff y E.S. Herman, "Mergers, Concentration, and the Erosión of Democracy", Monthly Review, mayo de 2001.         [ Links ]Regresar

7 H. Brar, "Capitalism: rotten to the core (part 4)", The Guardián, 31 de octubre de 2001.         [ Links ]Regresar

Idem. Regresar

9 S. James, Ford acquires Volvo car operations. Mergers sweep global auto industry, WSWS, en www.wsws.org, 4 de febrero de 1999.         [ Links ]Regresar

10 R.B. Du Boff y E.S. Herman, "Mergers, Concentration...", op. cit. Regresar

11  Clarin.com, 17 de marzo de 2003. Regresar

12 BBC News, "A year of record mergers", 18 de diciembre de 2000.         [ Links ]Regresar

13  Weekly Review, núm. 23, 20 de junio de 1997.         [ Links ]Regresar

14 A. Mody y S. Negishi, "Cross-Border Mergers and Acquisitions in East Asia: Trends and Implications", Finance & Development, A quarterly magazine of the IMF, vol. 38, núm. 1, marzo de 2001.         [ Links ]Regresar

15 Los autores sostienen que "in Thailand, 30 percent of mergers and acquisitions occurred in finance and real estate, where activity has declined most sharply, and recovery has been slowest", idem. Regresar

16 "The March 1999 amendement to Thailand's bankruptcy code is another measure that has encouraged mergers and acquisitions by opening the economy up to market forces. The new codes make it easier for creditors to gain control of debtors' assets to obtain repayments of debts due", ibidem. Regresar

17 Petrostrategies, 26 de julio de 1999. Regresar

18  M. Tanzer, "Mergers and acquisitions in the oil industry: Implications for workers": texto de la exposición del trabajo ante Allied-Industrial, Chemical and Energy Workers International Union (pace), Oil Council Conference (Hotel Riviera, Las Vegas, Nevada, 11 de octubre de 1999);         [ Links ]The Black Worker Today, 20 de octubre de 1999. Los justificativos del beneficio resultan recurrentes en el análisis para argumentar, en términos microeconómicos, la concentración: "Papers industry mergers, have been openly designed 'to restore' fallen prices to levels that provided 'a more reasonable return to producers. [...] The goal is getting to a certain level and staying there', states industry executive Patrick Moore". En R.B. Du Boff y E.S. Herman, "Mergers, Concentration...", op. cit. Regresar

19 Idem. Regresar

20 D. Gallin, "Marcando las líneas de batalla", Revista del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Argentina, junio de 1995.         [ Links ]Regresar

21  T. Slocum, "No competition: Oil Industry Mergers Provide Higher Profits, Leave Consumere with Fewer Choices", www.citizen.org/cmep, 31 de mayo de 2001, p. i.         [ Links ]Regresar

22  Idem. Regresar

23  Vital Statistics, vol. 6, núm. 10, diciembre de 2001.         [ Links ]Regresar

24  J. Love, "Antitrust Considerations and the Petroleum Industry", Committee on the Judiciary, House of Representatives, Congress of the United States, 29 de marzo de 2000.         [ Links ] Traducción del autor. Regresar

25 Idem. Regresar

26  O. Caputo, "El petróleo en cifras: las causas económicas de la guerra de Estados Unidos", en www.eleconomista.cubaweb.         [ Links ]Regresar

27 V.I. Lenin, op. cit., p. 21. Regresar

28 Esta tendencia se vería consolidada con la Riegle-Neal Interstate Banking and Branching Efficiency Act de 1994, la que consolidó y brindó estatus legal al proceso. S.A. Rhoades, "Bank Mergers and Banking Structure in the United States, 1980-1998", Staff Study 174-Board of Governors of the Federal Reserve System, agosto de 2000, p. 1;         [ Links ] este estudio será la base que se seguirá para gran parte del desarrollo sobre Estados Unidos. Regresar

29 En 1979, Paul Volcker asume la presidencia de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, tomando el rumbo exactamente contrario al que la FED llevaba entonces. Este cambio fue producido por Carter, cuando el segundo golpe petrolero desestructuró todo plan de ajuste propuesto y, asimismo, porque los europeos comenzaron a sostener abiertamente la idea de que con sus masivas exportaciones de dólares, Estados Unidos estaba exportando también su inflación. En consecuencia, Carter remueve a Blumenthal como secretario del Tesoro, llevando a ese puesto a Miller, presidende de la Fed. Luego, logra que el presidente de la Reserva Federal de Nueva York, Pal Volcker, asuma el cargo de dirección monetaria más importante de Estados Unidos. La restricción, en términos de oferta monetaria, para intentar adecuar su crecimiento al de la economía llamada "real" (bienes y servicios producidos), como inocultable principio monetarista, fue la herramienta utilizada. Volcker lo dijo claramente: "El nivel de vida del americano medio tiene que descender. No creo que podamos evitarlo". Con esta lógica, la Reserva Federal utilizó como instrumento central de la política antinflacionaria la manipulación de las tasas de interés mediante la oferta monetaria. "Básicamente, la Reserva Federal complementa la orientación de la política monetaria a través de la tasa de interés con la fijación de objetivos de crecimiento de la oferta monetaria (muy inferiores a la tasa de inflación prevaleciente entonces). Al tiempo que se eleva la tasa de redescuento a un piso alto del 12%, se hace pública la decisión de seguir pautas de oferta monetaria fuertemente restrictivas. A partir de ese momento, las tasas de interés de mercado en Estados Unidos, libradas al juego de la oferta y la demanda de dinero, iniciaron un fuerte ascenso, que en un par de años llegó a los dos dígitos", sostienen B. Hopenhayn y M. Cruces, en El Financiamiento externo del Hegemon: un análisis del déficit en cuenta corriente de los Estados Unidos, 1982-1994 (CENES, Documento de Trabajo, núm. 5, Buenos Aires, UBA/FCE/Instituto de Investigaciones Económicas, 1995, p. 4).         [ Links ] Según algunos analistas, esta modificación se produjo al cambiar la fórmula sobre la que se determinaría la oferta monetaria. El alza en las tasas de interés de referencia mundial comenzó a trastocar la evolución del sistema monetario internacional. En síntesis, la propuesta de Volcker logró —después de fuertes controversias— convencer a los responsables del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC-Federal Open Market Committee) para el cambio de política. De esta forma, a partir de entonces se propondría un objetivo de oferta monetaria en vez del mantenimiento de determinado índice de tasas de interés. Más adelante Volcker justificó su posición cuando dijo que "el mensaje fundamental que tratábamos de transmitir era sencillísimo: queríamos matar el dragón inflacionario". Así, con la decisión de que fuera el fomc el que decidiera, semana a semana, la evolución del M1, la marcha de las tasas de interés del mercado a corto plazo se modificó con fuerza, aumentando entre el 7 y 7.5% promedio en 1978 al 11.5% en 1980 y superando el 14% en 1981, con breves interrupciones. La tasa de interés bancaria (prime rate) en 1981 era superior al 20 por ciento. En su momento, tanto Volcker como Cárter querían reducir el consumo y detener la inflación. En ambos casos, la política monetaria decidida pudo lograrlo, pero con algunos componentes adicionales, como un fuerte proceso de concentración bancaria y la reversión del camino que venían sufriendo las tasas de interés, que pasaron a ser fuertemente positivas. Regresar

30 V.I. Lenin, El Imperialismo., op. cit., p. 37 Regresar

31 S.A. Rhoades, op. cit., pp. 13-14. Regresar

32  H. Reisen, "Tobin Tax: could it work?", OCDE Observer, 29 de marzo de 2002.         [ Links ] Otro observador sostiene que diariamente, hacia finales de 2001, se producían intercambios financieros del orden de los 1 500 billones de dólares, siendo la mayoría de las transacciones de menos de una semana, ICC The World Business Organization: The 'Tobin Tax?-a business viewpoint. Regresar

33  Problemas que se indican con claridad en un interesante documento de la cidse-Caritas Internationalis-Justice and Peace in Europe: D. Cassimon, "Taxing excessive currency speculation to prevent social crisis and finance global challenges. A proposal for discussion", enero de 1999.         [ Links ]Regresar

34 News, "A year of record mergers", 18 de diciembre de 2000.         [ Links ]Regresar

35 El Mitsui Bank junto al Taiyo Kobe Bank, formaron en 1990 el Sakura Bank; el Kyowa Bank, con el Saitama Bank, en 1991, crearon el Asahi Bank; en abril de 1996 el Bank of Tokio y el Mitsubishi Bank se fusionaron en el Gran BanK of Tokio-Mitsubishi. Regresar

36 F. Chesnais (comp.), La mundialización financiera. Génesis, costos y desafíos, Buenos Aires, Losada, 2001, pp. 26-27.         [ Links ]Regresar

37 D. Plihon, op. cit., p. 130. Regresar

38 El incremento del riesgo devaluatorio en Estados Unidos actualmente se advierte en la relación entre el dólar y el euro. Sin embargo, caben dos interpretaciones contradictorias: o es una deliberada acción estadounidense con el propósito de abaratar sus exportaciones y con ello equilibrar el fuerte déficit comercial; o estamos ante un riesgo sin precedentes, al posibilitarse el default de Estados Unidos. En cualquiera de los casos, el flujo de capitales financieros continúa su marcha especulativa. Regresar

39 R.B. Du Boff y E.S. Herman, "Mergers, Concentratíon...", op. cit. Regresar

40 S. Bowles, D.M. Gordon y Th.E. Weisskopf, La economía del despilfarro, Madrid, Alianza, 1989.         [ Links ]Regresar

41  R.B. Reich, El trabajo de las naciones. Hacia el capitalismo del siglo XXI, Madrid, Vergara, 1993, p. 92.         [ Links ]Regresar

42 Idem, p. 93. Regresar

43 Ibid., p. 121. Debe observarse que las cifras están redondeadas, por lo que la suma de los parciales no es igual al total. Regresar

44 El modelo llevado a la práctica, que más se vincula con resoluciones de tipo neoclásicas, puede compararse con la definición de nación dada por un autor en 1918. Dice: "Desde luego, la distinción económica de la nacionalidad más generalmente admitida reside en la ley del costo comparativo, establecida por Cairness en los siguientes términos: 'La única condición, a la vez esencial y suficiente para la existencia del comercio internacional, es una diferencia en el costo comparativo de los productos cambiados, en contraposición de su costo absoluto'. La distinción, pues, entre el comercio interno y el comercio internacional, reside en diferencias económicas y no políticas, y la base de las teorías con que se trata de explicar los principios que gobiernan a éste, se encuentran en la relativa movilidad de capital y de trabajo. En teoría pura, una nación económicamente considerada es un área de tierra dentro de la cual la movilidad del capital y del trabajo es perfecta o, en otros términos, capital y trabajo acuden rápidamente y sin dificultad al distrito, dentro de aquella área, donde su poder de producción es más grande. La consecuencia de esta movilidad del capital y del trabajo es la tendencia a igualar los salarios y rentas por unidad de eficiencia productiva: si el trabajador encuentra que puede obtener más salario por el mismo número de horas en determinada región que en otra, o si el capital puede ser traído con más ventaja para determinada industria, los límites de la nación serán trazados por el límite dentro del cual la movilidad del trabajador y del capital puede realizarse sin barrera alguna, mientras que entre naciones extranjeras el capital y el trabajo no se movilizan, o sólo lo hacen con gran dificultad". J.A. Campos, Teoría y práctica de los cambios internacionales, Buenos Aires, Tragant, 1918, p. 10.         [ Links ] Esta definición resulta más que interesante para el desarrollo actual del capitalismo. En la era de la globalización, la nación comienza a desaparecer, en términos económicos, dado que la movilidad del capital puede resultar perfecta. Claro que no sucede lo mismo con el trabajo, que nunca es perfecto. Asimismo, para el pensamiento clásico pareciera ser que los seres humanos no forman parte de la función de la producción, y por eso, los límites culturales, lingüísticos, étnicos, etcétera, no han de ser válidamente considerados. Regresar

45  R. Reich, op. cit., p. 144. Regresar

46 La algarabía capitalista en tal desarrollo puede observarse leyendo —con cierta dosis de paciencia— por ejemplo el Informe sobre el desarrollo mundial 1999/2000. En el umbral del siglo XXI , publicación del Banco Mundial o cualquier otra semejante. Regresar

47  R. Reich, op. cit., p. 144. Regresar

48 V.I. Lenin, El imperialismo..., op. cit, pp. 43 y 51. Regresar

49 "El nuevo poder mundial", diario Clarín, 6 de septiembre de 1998, sección Zona, p. 7.         [ Links ]Regresar

50 Idem. No es casual el hecho de que Estados Unidos esté en contra del Tribunal Penal Internacional, y pretenda reiteradamente obtener inmunidad para sus tropas. Regresar

51 Noam Chomsky, El beneficio es lo que cuenta. Neoliberalismo y orden global, Barcelona, Crítica, 1999, p. 20.         [ Links ]Regresar

52  F. Houtart, Qué es el imperialismo, en www.lainsignia.org/2004/junio/dial_003.htm         [ Links ]Regresar

53 J. Chingo y G. Dunga, ¿Imperio o imperialismo?, en www.espaimarx.org/3_23.htm         [ Links ]Regresar

54  P. Anderson, El Estado absolutista, Mexico, Siglo XXI, 1992, p. 12.         [ Links ]Regresar

55  Idem, p. 14. Regresar

56 J.B. Foster, "La nueva era del imperialismo", en Monthly Review, agosto de 2003.         [ Links ]Regresar

57 V.I. Lenin, El Imperialismo..., op. cit., p. 59. Regresar

58 Idem, pp. 108-109. Regresar

59 Véase el excelente análisis de D. Gallin, "Marcando...", op. cit. Regresar

60  "El extraordinario papel desempeñado por el sistema de la deuda pública y por el moderno sistema impositivo en la transformación de la riqueza social en capital, en la expropiación de productores autónomos y en la opresión de los asalariados, ha inducido a no pocos escritores como William Cobbett, Doubleday, etcétera, a ver erróneamente en dichos sistemas el motivo de toda la miseria popular moderna". K. Marx, El capital, t. I, sec. 7, cap. 24, Buenos Aires, Siglo XXI, pp. 944-945.         [ Links ]Regresar

61 Marx dice que "cada nueva clase instaura su dominación siempre sobre una base más extensa que la dominante con anterioridad a ella, lo que, a su vez, hace que, más tarde, se ahonde y agudice todavía más la contradicción de la clase no poseedora contra la ahora dotada de riqueza. Y ambos factores hacen que la lucha que ha de librarse contra esta nueva clase dominante tienda, a su vez, a una negación más resuelta, más radical de los estados sociales anteriores que la que pudieron expresar todas las clases que anteriormente habían aspirado al poder". K. Marx, La ideología alemana, Buenos Aires, Pueblos Unidos-Cartago, 1985, p. 53.         [ Links ]Regresar

62 La conceptualización que intentó desarrollarse aquí partió de una analogía, y continuó, en gran medida, trabajando sobre ella. Esta analogía no resultó caprichosa, sino producto del método. El método dialéctico empleado -sin tener pretensión de erigirse en modelo filosófico- se diferencia del comúnmente aplicado en la mayoría de los trabajos de base marxista, en que aquí se parte del hecho de que la dialéctica no es teleológica. Con esto se rechaza la posibilidad de una síntesis final, sea la Idea Suprema, el Estado o la sociedad sin clases. Sin extendernos demasiado en esto, si la dialéctica es un método y no un fin, como tal solamente puede dejar de ser usado si -como una herramienta cualquiera-, se "rompe". Es por eso que la idea de que "la causa fundamental del desarrollo de las cosas no es externa sino interna, reside en su carácter contradictorio interno", dice Mao Tsé Tung, "Sobre la contradicción"; Cinco tesis filosóficas, Buenos Aires, Independencia, 1984, p. 49.         [ Links ] (Para el desarrollo de los principales conceptos sobre la contradicción se seguirán los lineamientos de este trabajo.) Más adelante agrega algo que resulta sustancial para lo que aquí se desarrolla, y es que "[...]los cambios en la sociedad se deben principalmente al desarrollo de las contradicciones internas de la sociedad, o sea, las contradicciones entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, entre las clases y entre lo viejo y lo nuevo" (idem, p. 51). Sin embargo, las contradicciones no son permanentes y firmes. Mao sostiene que "la contradicción fundamental del proceso de desarrollo de una cosa y la esencia de éste, determinada por dicha contradicción, no desaparecen mientras el proceso no termina; sin embargo, en un proceso de desarrollo prolongado, la situación generalmente varía de etapa en etapa" (p. 79). En concreto, más adelante sostiene que existen procesos que, atiborrados de contradicciones, poseen una sola como principal (p. 94), que desempeña un papel dirigente (p. 98); esto lleva a que la naturaleza de una cosa sea determinada por el aspecto principal de su contradicción, lo dominante (p. 99). Finalmente, la contradicción en un primer análisis puede dejar de serlo, ante la dinámica del proceso social, es decir, que lo que hoy es una contradicción principal puede pasar a ser secundaria cuando la dinámica social se transforme y contradiga. Regresar

63 Tanto Fiat como Ford y otras no dudan en decir que ciertos modelos de autos son el "auto mundial". Regresar

64 Las "áreas monetarias" tal vez sean los espacios de ocupación de la nueva burguesía. Tal vez haya tres grandes conglomerados burgueses, correspondiéndose con las "áreas monetarias óptimas". En este marco, los ataques especulativos deben leerse como bandoleros del sistema, buscando beneficios dentro de los espacios o intersticios del sistema. Regresar

65 D. Gallin, op. cit., p. 24. Regresar

66  "Todo capital individual es una concentración mayor o menor de medios de producción, con el comando correspondiente sobre un ejército mayor o menor de obreros. Toda acumulación se convierte en medio al servicio de una nueva acumulación. Amplía, con la masa acrecentada de la riqueza que funciona como capital, su concentración en las manos de capitalistas individuales y por tanto el fundamento de la producción en gran escala y los métodos de producción específicamente capitalistas. El incremento del capital social se lleva a cabo a través del incremento de muchos capitales individuales. Presuponiendo que no varíen las demás circunstancias, los capitales individuales y con ellos la concentración de los medios de producción crecen en la proporción en que constituyen partes alícuotas del capital global social. Al propio tiempo, de los capitales originarios se desgajan ramificaciones que funcionan como nuevos capitales autónomos. Un gran papel desempeña en esto, entre otros factores, la división del patrimonio en el seno de las familias capitalistas. Por tanto, con la acumulación del capital crece en mayor o menor medida el número de los capitalistas". K. Marx, El capital, t. I, sec. 7, cap. 23, Buenos Aires, Siglo XXI, p. 778.         [ Links ]Regresar

67  Idem, pp. 778-779. Regresar

68 "La expropiación y desalojo de una parte de la población rural, no sólo libera y pone a disposición del capital industrial a los trabajadores, y junto a ellos a sus medios de subsistencia y su material de trabajo, sino que además crea el mercado interno. El arrendatario vende ahora como mercancía y masivamente medios de subsistencia y materias primas que antes, en su mayor parte, eran consumidos como medios directos de subsistencia por sus productores y elaboradores rurales. Las manufacturas le proporcionan el mercado. Por otra parte, no sólo se concentran, formando un gran mercado para el capital industrial, los numerosos clientes dispersos a quienes aprovisionaban, localmente y al pormenor, numerosos productores pequeños, sino que una gran parte de los artículos antes producidos en el campo mismo se convierten en artículos manufacturados, y el campo mismo se transforma en un mercado para la venta de dichos artículos". K. Marx, El capital, t. I, sec. 7, cap. 24, op. cit., p. 935. Y agrega: "El régimen feudal en el campo y la constitución corporativa en la ciudad, le impedían al capital dinerario formado por medio de la usura y el comercio transformarse en capital industrial. Esas barreras cayeron al disolverse las mesnadas feudales y al ser expropiada, y en parte desalojada, la población rural. La nueva manufactura se asentó en puertos marítimos exportadores o en puntos de la campaña no sujetos al control del viejo régimen urbano y de su constitución corporativa. De ahí que en Inglaterra las 'incorporated towns' lucharan encarnizadamente contra esos nuevos semilleros industriales" (p. 939). Regresar

69 K. Marx, La ideología alemana..., op. cit., pp. 67-68. Regresar

70 R. Solomon, Dinero en marcha. La revolución en las finanzas internacionales a partir de 1980, Buenos Aires, Granica, 2000, p. 111.         [ Links ]Regresar

71 Clarín Económico, 27 de febrero de 2000, p. 14.         [ Links ]Regresar

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons