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vol.29 número57Las formas narrativas del populismo: un método de indagaciónAdrian Gurza Lavalle, Euzeneia Carlos, Monika Dowbor y José Szwako (Organização), Movimentos Sociais e Institucionalização: políticas sociais, raça e gênero no Brasil pós-transição, Río de Janeiro, Editora da Universidade do Estado do Rio de Janeiro, 2019, 410 pp. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
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Perfiles latinoamericanos

versión impresa ISSN 0188-7653

Perf. latinoam. vol.29 no.57 México ene./jun. 2021  Epub 06-Sep-2021

https://doi.org/10.18504/pl2957-016-2021 

Reseñas

María Esperanza Casullo, ¿Por qué funciona el populismo? El discurso que sabe construir explicaciones convincentes de un mundo en crisis, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2019, 207 pp.

Ronald Sáenz Leandro* 
http://orcid.org/0000-0001-8717-1870

* Máster en Estudios Latinoamericanos por el Instituto de Iberoamérica, Universidad de Salamanca (España). Docente de la Escuela de Ciencias Políticas, Universidad de Costa Rica (Costa Rica) | ronald.saenz@ucr.ac.cr

Casullo, María Esperanza. ¿Por qué funciona el populismo? El discurso que sabe construir explicaciones convincentes de un mundo en crisis. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2019. 207p.


Como advirtiera en alguna ocasión el politólogo uruguayo Francisco Panizza, apelar a la dificultad para estudiar y delimitar al populismo se ha vuelto un lugar común y un punto de partida convencional para gran parte de la literatura especializada. De entrada, el título del libro aquí reseñado señala una constatación a todas luces provocadora: más allá de que exista o no un consenso en torno a lo que puede englobar el populismo, la evidencia empírica señala que este, como subproducto de la democracia, funciona. Por lo anterior, la publicación de la politóloga argentina María Esperanza Casullo constituye en sí misma una novedad al intentar desarrollar un objetivo alternativo al extenso debate teórico precedente ya que, al partir del supuesto de la eficacia del discurso populista, se decanta por querer entender cómo este se ha convertido en una herramienta poderosa para construir explicaciones convincentes, ganar elecciones y, por último, sostenerse en el poder. En suma, este trabajo propone un enfoque que explora el poder del discurso como variable explicativa para el éxito y rendimiento de los liderazgos y/o gobiernos de corte populista.

Se señala a la explosión de la oleada populista en los países del primer mundo como el aliciente necesario para el desenvolvimiento del interés académico por el tema dentro de los círculos más duros de la ciencia política. Por esta razón, el salto cualitativo que se ha generado en los últimos años inevitablemente ha tenido que atenuar las preconcepciones sedimentadas, bien de incomprensión, bien de desagrado por el fenómeno, a su vez que la reformulación de las hipótesis que vinculaban la aparición del populismo con una suerte de “inmadurez democrática”, en principio ausente en las potencias industrializadas.

La obra de Casullo critica estas convenciones y, en su lugar, parte de una idea del populismo como un fenómeno transversal, que puede surgir en cualquier país con independencia de la tradición institucional, el partido político o la ideología. La ventaja que da el publicar este volumen luego de la época de bonanza de la “marea rosa” (entiéndase el llamado Turn to the Left) en América Latina, es el hecho de poder observar que en lugar de haberse evidenciado su pretendida defunción, el populismo es un fenómeno que ahora mismo se está expandiendo hacia otras latitudes, en algunos casos con características similares, pero en otros de manera toralmente opuesta a las experimentada para los populismos latinoamericanos desarrollados durante el consenso de las commodities (Sánchez & García Montero, 2019).

El lector interesado podrá encontrar en el trabajo de Casullo tanto una revisión ex post del discurso de los líderes populistas sudamericanos del siglo XXI, como la constatación de lo que algunos pares europeos llegan a compartir con aquellos en términos de la construcción del discurso político. Por ello, lo primero que salta a la vista al aproximarse a ¿Por qué funciona el populismo? es su afán empírico. En contraste con la vasta literatura especializada que se ha preocupado por el debate sesudo en torno a los límites teórico-conceptuales de este controvertido fenómeno, el libro de la investigadora argentina demuestra un cuidadoso trabajo de recopilación y análisis comparativo de los discursos presidenciales pronunciados en determinadas coyunturas.

Para este cometido, la autora hace un doble aporte. En primer lugar, intenta discutir y operacionalizar un concepto que hasta entonces había sido poco desarrollado por quien lo propusiera (Canovan, 2005), este es el de mito populista. Con esta delimitación, se propone una estrategia específica para el análisis de la gran variedad del discurso populista y para el anclaje del fenómeno desde un punto de vista narrativo: si bien este es un libro de ciencia política, la autora tomará prestadas algunas categorías ampliamente diseminadas dentro de la tradición de la teoría literaria de corte estructural-formal, a saber, del enfoque narratológico (entiéndase el análisis de la función de los personajes en un relato literario) popularizado en las décadas de 1960 y 1970 gracias a los trabajos seminales de Vladímir Propp, A. J. Greimas, Roland Barthes, Gérard Genette y Tzvetan Todorov. Así las cosas, se propone el estudio del populismo como un determinado discurso mítico-político con ciertas características que tradicionalmente han sido entendidas como propias, estructurales y privativas de los relatos de ficción.

Un segundo aporte, que va de la mano con el anterior, es que el libro no busca entrar en el infructuoso debate por establecer una “definición definitiva” del populismo. Por el contrario, siguiendo el itinerario de la teoría literaria estructuralista, deja la pregunta ontológica por el populismo en un segundo plano para concentrarse en su carácter funcional, es decir, su preocupación se encuentra dirigida hacia el descubrimiento de las operaciones que ponen en marcha una “dinámica general” del discurso populista. De ahí que de manera más pragmática se estudie el populismo como un determinado género discursivo -ubicado en las antípodas del tecnocrático y/o programático- que se hace manifiesto mediante el “uso repetido y sistemático de un tipo de discurso: el mito populista” (p. 18).

Desde un enfoque cualitativo, el trabajo se vale del análisis documental tomando como fuentes principales a los discursos presidenciales de asunción de poder y a las intervenciones ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. De manera excepcional, acude a discursos pronunciados en situaciones de críticas del mandato, o bien, en contextos de campaña electoral. De esta manera, partiendo del análisis de los textos discursivos, la estrategia ofertada busca responder a las siguientes preguntas específicas: ¿quién es el héroe/líder populista?, ¿quién es el villano externo/traidor interno?, ¿cómo es construido el vínculo entre el líder y el pueblo? Los resultados dan lugar a un panorama comparado y tipológico de la puesta en escena del liderazgo populista en distintos contextos.

A partir de lo anterior, puede decirse que el esquema del libro sigue una lógica deductiva. El primer capítulo está dedicado a discutir los presupuestos más comunes asociados a la aparición y al despliegue del populismo como “patología netamente latinoamericana”, en consonancia con los hechos políticos de la actualidad que sugieren un ascenso de movimientos de la derecha nacionalista conservadora y/o xenófoba en los principales focos de Europa Central y del Sur. Asimismo, elabora un cuestionamiento de los postulados tanto de la teoría de la modernización como de la llamada “transitología”, que no pudieron ver concretados sus vaticinios en torno a la consolidación de sistemas de partidos enraizados y programáticos, así como a la erradicación de los vínculos personalistas luego de la tercera oleada democratizadora en América Latina. En un segundo momento, la autora ofrece un breve barrido por las principales tendencias que han acompañado al debate contemporáneo sobre el populismo, las cuales van desde los enfoques economicista y sociológicos, prevalecientes durante gran parte del siglo XX, hasta los de corte estrictamente político, aupados por una concepción antiesencialista en la que prevalece la pregunta por las formas particulares del populismo para disputar y ejercer el poder. Por último, extiende una explicación sobre la concepción del mito populista como marco enunciativo formal susceptible para dividir el campo político entre un “pueblo” y un “antipueblo”.

El segundo capítulo desarrolla una propuesta genealógica del populismo a partir de la lectura de obras clásicas, llegando a demostrar, por una parte, que la preocupación por el papel del demos en los diversos regímenes políticos de la historia se encuentra desde Platón y Aristóteles, se retomó con la obra de Maquiavelo y llegó hasta los teóricos contractualistas y federalistas, mientras que por otra, llama la atención sobre la visión reservada, y hasta peyorativa, que la tradición del pensamiento político ha desarrollado sobre la idea del pueblo. Así, logra establecer una diferenciación entre el mito populista y otro tipo de metarrelatos -como el marxista y el liberal- que aglutinaron la competencia ideológica durante gran parte del siglo XX. En un segundo momento desarrolla el populismo como un modo construcción política distinto a la lógica programática y/o tecnocrática.

En el capítulo 3 se lleva a cabo el análisis de los populismos sudamericanos. Como criterio de selección, parte de la literatura que ha diferenciado entre “dos tipos de izquierda” surgidas en el contexto de la marea rosa, a saber, la populista y la partidaria-institucionalizada. De esta manera, trabaja con los casos de Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner, Cristina Fernández y Fernando Lugo (deja por fuera a Lula da Silva, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet, José Mujica y Tabaré Vásquez). Parte del argumento que se desarrolla en esta sección gira en torno a la crítica de la idea que postula el supuesto “carácter difuso y no ideológico” del discurso populista. La autora propondrá, como respuesta, que, aun no valiéndose de proclamas programáticas, los liderazgos populistas son capaces de construir un discurso ideológico, aunque por otros medios: los del género mítico. En consonancia, pone a prueba la hipótesis que vincula la radicalización discursiva con la capacidad de resiliencia política de los gobiernos populistas. Bajo distintas gradaciones, los resultados permitirán confirmar esta tendencia y a su vez arrojarán un caso negativo, el de Fernando Lugo, quien, al presentar evidencia de rasgos más tecnocráticos en sus alocuciones, llama la atención sobre la ausencia de algunas condiciones necesarias para la supervivencia de gobiernos de este tipo, tales como el discurso antagonizante, la identificación con la figura del líder carismático, o bien, la referencia a la palabra “pueblo”.

Si bien el libro despliega una matriz discursiva bastante similar para el análisis de los populismos de izquierda sudamericanos y los populismos europeos de la derecha xenófoba-conservadora, la autora propone un par de elementos operativos para establecer la distinción entre ambos proyectos, estos son: la dirección del antagonismo y la orientación temporal. Estas dimensiones serán mayormente desarrolladas en el capítulo 4, en donde explica la manera en que la orientación “hacia arriba y prospectiva” se encuentra emparentada con los liderazgos populistas de izquierda, las cuales apelan al enemigo enfrascado en las distintas representaciones de la élite (llámese social, cultural, económico-financiera, blanca colonialista, etcétera), a su vez que enarbolan un “futuro redentor” fraguado por el líder carismático. Por el contrario, los casos europeos se orientan “hacia abajo y de manera retrospectiva”, en el sentido de que designan un adversario ubicable dentro de grupos más bien vulnerables (migrantes, minorías étnicas, mujeres, población sexualmente diversa) y presentan un componente nostálgico llamado a restablecer los “valores originarios” (v. g., el Make America Great Again de Trump) perdidos a causa de la aparición de estos colectivos. Sobre esta línea, se ocupa de los casos de Donald Trump en los Estados Unidos y de Marine Le Pen en Francia. Sobre este último, llama la atención que es el único que no pertenece a un liderazgo presidencial propiamente dicho, pero que puede ser el más representativo en una tendencia reciente de mujeres que han alcanzado la dirección de movimientos de derecha en los países desarrollados (v. g., Sarah Palin, Pauline Henson, Siv Jensen, entre otras).

El quinto y último capítulo se encuentra dedicado al expresidente argentino, Mauricio Macri. En diálogo con las secciones precedentes, la autora argumenta que en la carrera política de este político-empresario puede evidenciarse un proceso de aprendizaje, desde los años previos a su candidatura presidencial para las elecciones de 2015, en el que se va moviendo paulatinamente desde la tradición tecnocrática de la derecha argentina hacia un discurso con características populistas, sobre todo en la construcción adversativa hacia el kirchnerismo en términos morales. Al seguirle el pulso a la evolución del discurso macrista, la autora termina el capítulo sugiriendo una posible deriva del mismo de cara a las elecciones presidenciales de octubre de 2019.

Aunque como se ve, se ha intentado dotar a la publicación del mayor sentido de actualidad posible, la intuitiva estrategia de análisis utilizada deja abierto el camino para que más investigaciones se puedan sumar a su aplicación en el futuro. De ahí que una de las principales limitantes del estudio reside en la buena cantidad de casos ausentes que se podrían añadir a la selección establecida para los países de Sudamérica (Rafael Correa, Jair Bolsonaro y Álvaro Uribe), o bien, de Centroamérica y México (Daniel Ortega, Manuel Zelaya, Jimmy Morales, Andrés Manuel López Obrador y hasta Nayib Bukele), región bastante subrepresentada en la literatura contemporánea del populismo (a este respecto, véase Sáenz, 2020).

Aunque en el estudio del fenómeno del populismo a nivel comparado en América Latina ha prevalecido la estrategia de casos representativos (método de similitud), el ascenso de nuevas fuerzas conservadoras en muchos de los sistemas políticos latinoamericanos sugiere comenzar a superar el enfoque centrado en el “giro a la izquierda” y ensayar diseños con mayor varianza en la variable dependiente. Una de las corrientes más recientes que pretende caminar en esta vía es la teoría ideacional (véase de K. Hawkins, R. Carlin, L. Littvay, & C. Rovira-Kaltwasser, The ideational approach to populism, 2019), en donde se hace una apuesta académica por propuestas transnacionales que asumen al populismo desde una perspectiva más global, abierta y actitudinal.

En este punto pueden señalarse al menos tres desafíos en la metodología propuesta por Casullo: i) ampliar la muestra, de manera que puedan incluirse casos más allá de los consabidos; ii) con base en lo anterior, repensar la selección de las coyunturas discursivas en términos de condiciones necesarias y suficientes (¿todo líder populista utiliza las intervenciones ante la Asamblea General de la onu de la misma manera?, por ejemplo); y iii) desarrollar un instrumento de codificación estable, y con ejemplos incluidos, que permita replicar de manera efectiva y sistemática la metodología de análisis de contenido empleada en la desagregación de los discursos (marcadores sintácticos, “cuasi-frases”, etcétera), para la elaboración de las categorías basadas en el concepto del mito populista. Aunque lo anterior suponga, de manera evidentemente, un mayor desafío en la búsqueda de las fuentes y en la recopilación de los datos, se vuelve necesario de cara a sistematizar y posicionar un método que pueda trascender los alcances de la obra en cuestión.

En síntesis, y más allá de las posibles limitantes señaladas, el libro en su conjunto ofrece una propuesta novedosa y de diálogo teórico interdisciplinar en momentos en los que se encuentra en desarrollo todo un boom académico y editorial sobre este objeto de estudio, en particular desde la ciencia política. Por esta razón, esta publicación se convierte en aliciente para la agenda académica preocupada por los efectos del populismo desde un punto de vista discursivo y narrativo, pero también camina en la búsqueda de explicaciones que puedan llegar a trascender las más comúnmente recurridas de tipo económico y /o sistémico-político.

Como se ha adelantado, el trabajo de Casullo deja abierta una senda de investigación holística y apta para seguir aportando nuevos insumos, no solo para la literatura académica de referencia de manera particular, sino para la divulgación politológica, a nivel general, que intenta brindar mayores y mejores claves de comprensión para la actual situación democrática de la región latinoamericana.

Referencias

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Canovan, M. (2005). The people. Cambridge: Polity Press. [ Links ]

Genette, G. (1983). Narrative discourse: An essay in method. Ithaca: Cornell University Press. [ Links ]

Greimas, A. J. (1983). Structural semantics: An attempt at a method. Lincoln: University of Nebraska Press. [ Links ]

Panizza, F. (2005). Populism and the mirror of democracy. Londres: Verso. [ Links ]

Propp, V. (1968). Morphology of the folktale. Austin: University of Texas Press. [ Links ]

Sáenz, R. (2020). Centroamérica, ¿adónde vas? Populismo y nuevos actores políticos. Política Exterior. Recuperado el 6 diciembre de 2020, de https://www.politicaexterior.com/centroamerica-adonde-vas-populismo-nuevos-actores-politicos/Links ]

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