SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.20 número40Indicadores y asimetrías sobre la Sociedad Basada en el Conocimiento en América LatinaIdentidad cultural y ciudadanía en los sectores pobres de Santiago de Chile índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Perfiles latinoamericanos

versión impresa ISSN 0188-7653

Perf. latinoam. vol.20 no.40 México jul./dic. 2012

 

Artículos

 

Determinantes de la confianza en la policía: una comparación entre Argentina y México

 

Trust in the Police: Argentina and Mexico in Comparative Perspective

 

Marcelo Bergman y Hernán Flom*

 

* Doctor en Sociología por la Universidad de California en San Diego. Es profesor investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Licenciado en Ciencia Política por la Universidad de San Andrés. Doctorante en Ciencia Política en la Universidad de Berkeley, California.

 

Recibido el 20 de septiembre de 2011
Aceptado el 18 de abril de 2012

 

Resumen

Este trabajo demuestra que la evaluación del desempeño policial es uno de los determinantes fundamentales de la confianza en la policía. Hemos construido diversos modelos de regresión logística, con base en datos originales de encuestas de victimización realizadas en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) y el Distrito Federal (México). Controlando por diversas variables sociodemográficas y criminológicas, la evaluación del desempeño policial es el factor más relevante para explicar la variación en la confianza en ambos países. Estos resultados revelan que, incluso en contextos de alta criminalidad y bajosniveles de confianza institucional, la policía puede hacer mucho por ganarse la confianza de la ciudadanía, generando un círculo virtuoso en la que le aporte información útil para la prevención del delito; ello aumentaría gradualmente, insistimos, la confianza de la sociedad en ella.

Palabras clave: confianza, policía, Argentina, México, desempeño institucional, percepción social, comunidad.

 

Abstract

This research examines the relationship between the evaluation of police performance and citizen trust in the police. Using data from similar victimization surveys for the city of Buenos Aires and for Mexico City we test several logistic regression models. We find that the perception of police performance emerges as the most relevant factor in accounting for variation in levels of trust in both cases. These results imply that, even in contexts of high criminality and low institutional trust, the police can do a lot to earn the trust of citizens and engage them in a virtuous cycle, whereby citizens provide information useful to crime prevention thus increasing trust in the police.

Key words: trust, police, Argentina, México, institutional performance, social perception, community.

 

Introducción

Según varias mediciones, la confianza en las policías de Latinoamérica es baja.1 Esto produce un deterioro mayor en la seguridad pública, ya que las fuerzas policiales necesitan del apoyo ciudadano para realizar mejor sus tareas. Con base en datos de encuestas especialmente diseñadas para estudiar este fenómeno, en este trabajo analizamos los factores que determinan esa baja confianza en áreas metropolitanas de México y Argentina.

Algunos estudios recientes acerca de la relación entre policía y comunidad, sugieren que la policía puede obtener mejores resultados en sus tareas de prevención y combate al delito si cuenta con la confianza y el apoyo de los ciudadanos, a quienes debe proteger (Frühling, 2011; Kahn, 2003; UNC, 2007). Esta confianza anima a la ciudadanía a denunciar delitos y a aportar información valiosa para que los agentes del orden puedan realizar una tarea más efectiva y profesional (Tyler y Huo, 2002; Horowitz, 2007: 10). En resumen, la buena sintonía y confianza recíproca produce un "círculo virtuoso" en el que se potencian los beneficios mutuos. Por el contrario, la falta de contacto y cooperación reduce la tasa de denuncia y la información otorgada por la ciudadanía, con lo cual se genera un "círculo vicioso" de mayor desconfianza en la policía, que a su vez pierde así los incentivos para controlar la delincuencia.

En este trabajo comparamos las percepciones ciudadanas sobre la policía en Buenos Aires, el Distrito Federal y el Estado de México, y señalamos algunas causas que explican la aversión ciudadana a ella. Los datos analizados pertenecen a encuestas de victimización recogidas en 2007 y 2008, e incluyen preguntas similares acerca de las dimensiones utilizadas para evaluar el desempeño policial, así como las principales variables consideradas en el análisis estadístico subsiguiente.

La evidencia empírica demuestra que, en ambos países, la desconfianza en la policía se explica en gran medida por la antipatía, debida a su deficiente actuación, que le profesan los ciudadanos. Este efecto se sostiene controlando por victimización personal, niveles de delincuencia y temor en la comunidad, así como otras variables sociodemográficas. Esto sugiere que los niveles de confianza inicial preceden a la existencia del delito en la construcción de percepciones individuales. También demuestran que el desempeño de la policía es un factor importante en la construcción gradual de confianza.

El artículo está estructurado de la siguiente manera: la primera sección revisa la literatura existente sobre la confianza en la policía. La segunda sección realiza un análisis comparado de estadística descriptiva referido a las policías de Buenos Aires y la ciudad de México. En la tercera sección elaboramos diversos modelos de regresión logística para examinar los determinantes de la confianza policial. En la cuarta sección presentamos algunas conclusiones generales.

 

Estado de la cuestión

En Latinoamérica, los debates recientes sobre policía y ciudadanía han girado en torno a las ventajas y desafíos de reformas orientadas a implementar modelos de policía comunitaria (Tulchin y Ruthenburg, 2006; Candina y Frühling, 2004) y otros dilemas de la seguridad ciudadana (Frühling et al., 2003; Dammert, 2007; Dammert y Zuñiga, 2007). La mayoría de estos estudios abordan la investigación desde el método de indagaciones de casos puntuales, por lo que no abundan en el análisis empírico de los determinantes de la confianza en la policía, y son mucho menos los investigadores que recurren a estudios comparados entre ciudades. Los pocos estudios existentes señalan la importancia del desempeño policial y la relevancia del patrullaje y las acciones comunitarias de la policía para aumentar la confianza ciudadana (e.g. Frühling, 2004; UNC, 2007; Mohor, 2008).

La gran mayoría de los trabajos estadísticos que exploran los determinantes de actitudes de la ciudadanía respecto a la policía, son de producción estadounidense o anglosajona. En Estados Unidos varios estudios apuntan a la notoria brecha de confianza en la policía según la etnia de los individuos (Tyler, 2005; US DOJ, 2001), generalmente correlacionada con su nivel socioeconómico. Otras investigaciones enfatizan los factores ecológicos, como la situación de vulnerabilidad de un vecindario, que generan respuestas asimétricas por parte de la policía y afectan la confianza de los ciudadanos en ella (Parks y Reisig, 1998; Sampson y Bartusch, 1998).

Otros estudios sostienen que la confianza ciudadana se construye a partir del modelo de policía comunitaria, con prácticas tales como el intercambio regular de información con los vecinos (Ren y otros, 2005). Weitzer y Tuch (2005) explican las diferentes percepciones de la policía entre diversos grupos étnicos a partir de factores como las condiciones de criminalidad del vecindario y las prácticas policiacas cotidianas, incluido el contacto personal con la policía (Skogan, 2005). Hawdon y Ryan (2003) muestran que la presencia visible de policías, más allá de su capacidad efectiva de controlar el delito, es el factor decisivo para incrementar la confianza. Asimismo, Ho y McKean (2004) encuentran una relación positiva recíproca entre satisfacción con la policía y percepción de riesgo de victimización. Desde un enfoque metodológico cualitativo, Stoutland (2001) concluye que son las prioridades compartidas entre policías y ciudadanos, y el trato respetuoso a los ciudadanos, lo que fomenta la confianza, aun en áreas de altas tasas delictivas.

En resumen, varias investigaciones destacan que la confianza en la policía está fuertemente asociada al tipo de interacción establecida entre ésta y los ciudadanos, aun más que a la efectividad para combatir la inseguridad o a factores sociodemográficos. En este sentido, nuestro trabajo intenta demostrar que la policía, aun en contextos de altos niveles delictivos, puede hacer mucho para ganarse la confianza ciudadana.

 

Comparación entre las policías del área metropolitana de México y Buenos Aires

Los datos analizados se obtuvieron en encuestas de victimización recogidas en los años 2007 y 2008, y refieren a sucesos ocurridos entre seis oy doce meses antes de la realización de las encuestas. Para el caso de México, se utilizaron los datos para el Estado de México y del Distrito Federal, resultados; los resultados forman parte de un diseño longitudinal de encuestas semestrales con 1 500 casos por semestre.2 La encuesta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (caba) se realizó, por única vez, entre febrero y mayo de 2007, con una muestra de 24 000 casos.

Otra diferencia importante se refiere a las características de las policías evaluadas: en México se califican las policías preventivas de los municipios o del Distrito Federal, mientras que en Buenos Aires se estudia la Policía Federal Argentina (PFA), que también era, en ese momento, la única fuerza de prevención e investigación de delitos en este distrito.3 La PFA tiene mayores facultades de investigación que las policías preventivas mexicanas.

Ambas encuestas utilizan las mismas dimensiones para medir la percepción del desempeño policial por parte de la ciudadanía (véase abajo).Asimismo, en ambos estudios se han indagado las causas del desvío de los agentes policiales de su conducta reglamentaria, tanto si esto refiere a maltrato físico como a pedido de sobornos. Con un cuestionario bastante similar, estas encuestas arrojan resultados muy comparables.

En esta sección realizamos un análisis descriptivo de los resultados, con énfasis en la comparación entre las fuerzas, cruzando estas calificaciones con diversas variables sociodemográficas y criminológicas.

Evaluación de la policía

Comparamos las opiniones ciudadanas respecto a la policía en cuatro dimensiones de evaluación del desempeño: el control del delito y la protección ofrecida; la frecuencia de patrullaje; el tiempo de respuesta a un llamado, y el trato y respeto ofrecidos. En ambas encuestas, las preguntas referidas a estas dimensiones se formulan igual: "¿Cómo evalúa/califica usted la forma en que la policía [...] en su colonia (México)/barrio (Ciudad de Buenos Aires)? Ambas encuestas utilizan la misma escala de evaluación, y las calificaciones varían de "muy mala" a "muy buena" con un puntaje de 1 a 5. Las siguientes tablas describen las diferencias en los promedios de estas calificaciones según diversas variables.

Aunque en ambas áreas metropolitanas la evaluación de la policía es pobre, la percepción de la policía de México es considerablemente inferior. Las dos tablas siguientes muestran que en todas las dimensiones, el porcentaje de mexicanos que califican negativamente a su policía es superior a los de Buenos Aires, incluso en la dimensión donde la policía está mejor evaluada: trato y respeto (35% vs. 10%).

Analizando la evaluación ciudadana de la policía según el nivel socioeconómico de los encuestados, los resultados resaltan las particularidades de los casos. En Buenos Aires, por ejemplo, los sectores de menores ingresos profesan una peor opinión de la policía en las dimensiones que involucran mayor contacto con la misma —tiempo de respuesta, y trato y respeto—, mientras que con respecto a la frecuencia de patrullaje, la tendencia es la opuesta. Por su parte, en el caso mexicano los sectores medios-altos (3 a 7 salarios mínimos-SM) constituyen la categoría que consistentemente tiene la peor evaluación de la policía. Se observa claramente que los sectores bajos y medios-bajos (hasta 3 SM) siempre evalúan más favorablemente a la policía que los sectores medios, medios-altos y altos (más de 3 SM). Por el contrario, no existen diferencias significativas según el género del encuestado en ninguna de las dos encuestas. Finalmente, en ambos casos se revela que las víctimas de delitos evalúan significativamente peor a la policía.

 

Abuso policial

En esta categoría hay diferencias metodológicas en las encuestas. Mientras que en Buenos Aires se preguntó a los ciudadanos si habían sufrido personalmente o visto a terceros padecer cinco tipos distintos de inadecuada conducta policial, en México sólo se preguntó por un tipo de abuso: la detención sin motivos de un individuo por parte de la policía.

 

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

El 27% de los encuestados denunció alguna forma de conducta inadecuada de la policía, es decir, maltratos, golpes, detención sin motivos, pedido o sugerencia de sobornos y discriminación por motivos de sexo, color de piel, vestimenta, etc. La modalidad de abuso más recurrente fue el pedido de sobornos, señalada por 16% de los encuestados, seguida por el maltrato policial (15%) y la discriminación (13%).

 

Distrito Federal y Estado de México

Para el caso mexicano, sólo se cuenta con información referida a la detención de personas. En el último año, 25% de los encuestados reportaron haber visto la detención de otra persona, de los cuales sólo 18% declaró que vio al policía informar sus derechos y/o explicar el motivo del arresto al individuo. Aunque estas respuestas no anulan la posibilidad de que la policía cumpliera con el reglamento y esto no fuera visto por el encuestado, es probable que en un alto porcentaje de casos se manifieste esa deficiente conducta policial.

Sólo en 18 casos, el encuestado dijo haber sido detenido por la policía. Aunque se trata de pocos casos, los resultados son ilustrativos. En la mitad de ellos, la policía les explicó los motivos de su detención y cuáles son sus derechos, y siete casos reportaron un uso excesivo de la fuerza.

 

Confianza en la policía

Las preguntas tomadas como indicadores de confianza no tienen una formulación idéntica en los dos países. Para Buenos Aires analizamos las respuestas a una pregunta indirecta o "proxy" de confianza; para México, una pregunta directa de percepción subjetiva.

 

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Para medir la confianza que tienen los vecinos respecto de la policía, se preguntó si le avisarían a ésta al salir de viaje.4 Menos de 15% de los encuestados respondieron positivamente. Esto revela que si bien muchos ciudadanos tienen una buena imagen de la policía, sólo un reducido número estaría dispuesto a efectuar un acto concreto de confianza en la misma.

La confianza en la policía es menor entre individuos de mayor nivel socioeconómico, así como entre aquellos que viven en las comunas más caras de la ciudad. Las mujeres expresan menos confianza que los hombres. Aquellos que han sido víctimas de al menos un delito, respondieron afirmativamente en mayor proporción que quienes no fueron victimizados. Este resultado, tal vez sorpresivo, indica que la confianza en la policía no es completamente dependiente de la victimización. Finalmente, no parece haber una relación lineal entre la percepción de frecuencia delictiva del barrio en el que vive el individuo y la disposición a confiar en la policía.5 Ésta es la única variable que no revela una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos comparados.6

 

Distrito Federal y Estado de México

Para México utilizamos una pregunta directa,7 ya que al responder en la prueba piloto a la pregunta formulada en Buenos Aires, casi la totalidad (97%) de los entrevistados lo hizo en forma negativa. Las respuestas señalan un elevado nivel de desconfianza respecto a la policía local. Más del 62% dijo tener poca o nula confianza en la policía, y sólo 7% manifestó sentir "mucha" confianza.

Como lo muestra la tabla 5, la confianza en la policía es levemente superior en el DF y entre los hombres. Sin embargo, estas diferencias no son estadísticamente significativas. Al igual que en Buenos Aires, la mayor desconfianza la expresan los sectores medios-altos. Tomando como punto de corte los tres salarios mínimos, la media de confianza en la policía entre los grupos de menores ingresos es significativamente mayor que la de los estratos sociales de mayores ingresos.

A diferencia de lo que ocurre en Buenos Aires, quienes fueron víctimas de un delito en el último año reportan menos confianza en la policía.8 Finalmente, es notoria la correlación positiva entre el índice de temor —un indicador agregado de la sensación de seguridad en la vía pública y en la casa del individuo— y la confianza en la policía; comparando a quienes se sienten poco o nada seguros contra los que se sienten muy o algo seguros, se corrobora que estos valores son significativamente distintos, con un p-valor menor a .001. Esto sugiere que, en principio, además del ingreso, todas las variables referidas a la seguridad parecen ser más relevantes para explicar el nivel de confianza en la policía que las sociodemográficas. Esto se analizará detenidamente en la sección "Determinantes de la confianza en la policía".

 

Algunas conclusiones preliminares

En primer lugar, aunque la evaluación de ambas policías es muy pobre, los ciudadanos de México tienen una percepción mucho menos favorable de su policía que los de Buenos Aires. En algunos casos, los primeros registran el doble en cuanto al porcentaje de opinión negativa. En ambas encuestas, el trato y respeto dispensado por la policía sobresale como su mejor dimensión.

En segundo lugar, en ambos países los individuos de estratos socioeconómicos menos favorecidos tienden a evaluar mejor a la policía y a confiar más en ella. Ésta es la variable sociodemográfica más relevante.

Finalmente, se aprecia una diferencia llamativa en ambos países en cuanto al efecto de la victimización: mientras que quienes fueron víctimas de un delito en México manifiestan menos confianza en la policía, lo opuesto ocurre en Buenos Aires. Analizaremos más a fondo este contraste en la sección "Determinantes de la confianza en la policía".

Aunque las preguntas utilizadas para medir la confianza no son idénticas, las respuestas sugieren que los ciudadanos de México manifiestan menos confianza en su policía que los encuestados de Buenos Aires, lo cual es consistente con sus respectivas evaluaciones de desempeño.

 

Determinantes de la confianza en la policía

En esta sección se estudian los factores más influyentes en la voluntad personal de confiar en la policía. Como se ha dicho, en ambos casos la variable dependiente es la confianza en la policía, aunque la hemos operacionalizado de distintas formas. Aun así, pueden extraerse inferencias sustantivas sobre los determinantes de la confianza. Como se verá, los resultados son bastante similares. Dado que los datos para Buenos Aires permiten una mayor precisión, desarrollamos primero el análisis para esta ciudad y luego el referido a México.

 

Buenos Aires

Analizamos los resultados de un modelo de regresión logística binaria. La variable dependiente expresa la voluntad de las personas de informarle a la policía que dejan su casa por un viaje. Nuestra hipótesis es que la evaluación de los individuos de su policía tiene un peso explicativo determinante en la disposición a confiar en ella. Probamos el modelo controlando por variables directamente referidas a la sensación de seguridad, la victimización efectiva de los ciudadanos y otras variables sociodemográficas.

 

Variable dependiente

Utilizamos como "proxy" una pregunta que constituye un fuerte indicador acerca de la confianza. Las respuestas fueron codificadas en una variable dummy (categórica binaria), donde "1" significa la disposición de una persona a informar a la policía que se irá de vacaciones, y "0", lo contrario.

Muchas encuestas en América Latina utilizan preguntas estandarizadas con categorías ordinales para estimar cuánta confianza siente el entrevistado en la policía.9 Creemos que el indicador para el caso de Buenos Aires es más confiable y preciso por dos razones. Primero, las respuestas codificadas en categorías nominales-ordinales (e.g., de "nada" a "mucha"), o discretas (e.g., puntaje de 1 a 10) diluyen la claridad de la opinión individual, ya que la diferencia entre categorías no es necesariamente homogénea. Segundo, el tipo de pregunta que empleamos mejora la validez de las respuestas. En otras palabras, para saber si alguien confía en otra persona o institución, es más revelador si está dispuesto a convalidar dicha confianza con un acto concreto, y no simplemente expresando una opinión. 14.4% de los encuestados reportaron estar dispuestos a avisar a la policía si dejaran su casa para salir de vacaciones.

 

Covariables

Victimización, opinión y percepción

Las siguientes variables miden la consideración que se tiene de la policía, la interacción que los vecinos han tenido con ella, y su percepción de la situación de seguridad, tanto personal como en su contexto geográfico particular.

Índice de evaluación de la policía (iep). Este indicador, referido a nuestra principal variable independiente, es un promedio de las calificaciones otorgadas por los encuestados a la policía en cuatro dimensiones de desempeño: control del delito; frecuencia de patrullaje; tiempo de respuesta a un llamado, y trato y respeto. Si bien, como es previsible, existe una correlación positiva entre los componentes del índice, su nivel no es tal que descalifica incorporarlos a partir de un promedio dentro del mismo indicador, por lo menos para el caso de Buenos Aires (véase tablas 6 y 7).

Hay una diferencia fundamental entre las dimensiones que configuran este índice. Mientras que el control del delito y la frecuencia de patrullaje son componentes que se basan en una observación indirecta o en una percepción general respecto de la acción policial, el tiempo que demora la policía en acudir a un llamado, o el trato y respeto dispensado, implican una interacción, personal o indirecta, con la policía, cosa que ocurre en un número más reducido de casos.10

La hipótesis central de nuestro trabajo es que cuanto mejor sea la evaluación que los individuos tengan de la policía, más probable es que estén dispuestos a confiar en ella. Por lo tanto, anticipamos un coeficiente de signo positivo para esta variable.

Índice de percepción de frecuencia delictiva (ipfd). El ipfd es un indicador de sensación de seguridad que da cuenta de la frecuencia con la que el encuestado observa distintos hechos delictivos en su entorno más inmediato (cerca de su hogar, o sea, en su colonia o barrio).11 Las respuestas varían entre muy frecuente, algo frecuente y nada frecuente.12 Anticipamos que esta variable tendrá un coeficiente de signo negativo; es decir: a mayor cantidad de delitos percibidos, menor probabilidad de confiar en la policía. Controlamos por esta variable para descartar problemas de colinealidad con el IEP, dado que es muy probable que quienes piensen que muchos delitos son muy frecuentes consideren que la policía no está haciendo bien su trabajo, con lo cual seguramente calificarán negativamente su desempeño.

Expectativa de victimización (EXP_VICT). Esta variable refleja un promedio de respuestas de los encuestados al interrogante acerca de qué tan probable estiman que serán víctimas de una serie de delitos en el próximo año.13 Un mayor puntaje indica una sensación de mayor probabilidad de ser victimizado/a. Esperamos un coeficiente de signo negativo.14

Expectativa de victimización en el hogar (EXV_CASA). Esta variable remite a la probabilidad de que alguien entre en la casa del encuestado cuando hay gente dentro. La analizamos separadamente, debido a que la variable dependiente se refiere precisamente a la posibilidad de informarle a la policía acerca de los movimientos del individuo fuera de su hogar. Esperamos que esté correlacionada negativamente con la variable dependiente.

Temor de victimización (TEMOR). Hace referencia a cuánto temor sienten las personas respecto de la posibilidad de ser víctimas de un delito. Se incluyen los mismos delitos considerados para la expectativa de victimización y la codificación es idéntica.15 Anticipamos que el temor a ser víctima de un delito es parte de una sensación de inseguridad general y conlleva la reticencia a confiar en la policía, o sea, que este coeficiente reporte un valor negativo.

Temor de victimización en el hogar (TEM_CASA). Se refiere al miedo de que alguien entre en la casa cuando haya gente. Las razones de su inclusión son análogas a las correspondientes a la dimensión específica de expectativa de victimización, ya que nos permite desentrañar los componentes del índice agregado de temor; por consiguiente, también esperamos que tenga un coeficiente de signo negativo.

Victimización efectiva (VICTIMA). Variable binaria que indica si algún miembro del hogar fue víctima de al menos un delito en el último año (1 sí ha sido víctima).16 Esperamos un coeficiente de signo negativo, es decir, que aquellos victimizados sean menos proclives a confiar en la policía. Esta § | predicción no coincide con la tendencia observada para el caso de Buenos Aires en la estadística descriptiva, pero es razonable pensar que la victimización genere mayor temor, retraimiento y desconfianza.

Victimización efectiva en el hogar (ROBOCASA). Esta variable asigna 1 a los hogares que han sufrido un robo de casa-habitación en el último año (3.1% de la muestra), ya que puede ocurrir que haber sufrido este delito genere mayor reticencia a avisarle a la policía si uno deja su casa, que haber sido víctima de cualquier otro delito. Esperamos que el coeficiente sea de signo negativo.

Abuso policial (ABUSOPOL). Se refiere a si el encuestado ha experimentado personalmente o ha visto a terceros sufrir al menos uno de cinco tipos de conducta policial deficiente17 (1 = Sí). Esperamos que reporte un coeficiente negativo.

La siguiente tabla presenta la estadística descriptiva de las variables:

 

Variables sociodemográficas18

Nivel socioeconómico (NSE). El análisis descriptivo muestra que los individuos de menor nivel socioeconómico califican mejor a la policía que aquellos pertenecientes a estratos medios y altos. Por tanto, dado que la codificación es mayor para grupos de estratos sociales más bajos, esperamos que esta variable tenga un coeficiente de signo positivo.

Comunas (COMUNAS). Hemos clasificado las quince comunas de la Ciudad de Buenos Aires en cinco grupos, de acuerdo con su estatus socioeconómico y los niveles de seguridad percibida,19 donde valores más altos denotan mejores condiciones urbanas. Incluimos esta variable para controlar por el efecto local, es decir, por el nivel en el que el barrio donde uno vive condiciona la confianza que uno deposita en la policía. Esperamos un coeficiente de signo negativo.

Grupos etarios (EDAD). Los encuestados fueron clasificados en cinco grupos etarios. Los individuos mayores suelen sentir más temor al delito, requieren más ayuda de la policía y son menos frecuentemente víctimas del abuso policial que los más jóvenes. Por ende, esperamos que esta variable exhiba un coeficiente positivo.

Sexo (SEXO). Sobre la base de los datos descriptivos, esperamos que las mujeres tengan una menor disposición a confiar en la policía. Dado que esta variable se codifica 0 (mujer) y 1 (hombre), esperamos un coeficiente positivo.

 

Ejecución del modelo

A continuación presentamos el modelo en su forma más extensa, incluyendo todas las variables (véase cuadro 9). Para propósitos de interpretación de los resultados, para cada modelo se presentan los coeficientes de cada variable, su grado de significación estadística (si lo tiene), y el exponencial de B, que indica una aproximación a la magnitud del efecto que cada variable independiente tiene sobre la dependiente; en términos generales, cuanto más lejos está el exponencial (B) de 1.00, mayor es el efecto de la variable; y un exponencial (B) de 1.00 refleja un efecto nulo.

Como se observa en ambos modelos, la variable que más incide en la confianza en la policía es el índice de evaluación policial (IEP). La magnitud del efecto es también muy importante. Aquellos que creen que la policía hace muy bien sus tareas, tienen el doble de probabilidad de confiar en la policía respecto a quienes creen que la policía tiene un mal desempeño. Estos resultados son altamente significativos y robustos.

También en consonancia con las predicciones, el haber sido víctima o testigo de un abuso policial disminuye significativamente la probabilidad de confiar en la policía; quienes padecieron este abuso le avisarían a la policía si dejan sus casas entre 13% y 18% menos veces que los que no atravesaron esta experiencia.

En términos de variables sociodemográficas, los sectores de menor ni vel socioeconómico expresan mayor probabilidad de confiar en la policía que los sectores altos (23%), quizás por necesidad, dado que no pueden depender de seguridad privada para vigilar sus casas y son los que están más expuestos al peligro. Sin embargo, ser de comunas más pobres disminuye la confianza, otro resultado consistente. Tomando en cuenta que en las comunas más pobres la tasa delictiva es mayor, se puede inferir lo siguiente: por un lado, tal vez la desconfianza en la policía en los distritos más pobres proviene de los sectores más afluentes dentro de los mismos; por otro lado, quizás los individuos de menores ingresos que viven en barrios más prósperos se benefician de la mayor (y más eficiente) vigilancia de la policía dentro de los mismos y, por ende, manifiestan más confianza en las mismas. Finalmente, la probabilidad de que los hombres decidan avisarle a la policía si dejan su casa, es alrededor de 30% mayor que la probabilidad de que las mujeres hagan lo propio.

Pasando al segundo modelo, el exponencial B de la variable IEP, así como la robustez general del modelo, es ligeramente mayor al incluir la variable de victimización.20 Asimismo, el modelo arroja resultados sorprendentes en cuanto a nuestras predicciones originales. Por ejemplo, tanto ser víctima de un delito como profesar más temor o percibir mayor incidencia de determinados delitos en el barrio, están correlacionadas positivamente con la confianza en la policía.

A su vez, cambia significativamente el coeficiente de robocasa. Mientras que en el primer modelo el coeficiente es positivo y significativo, esta probabilidad disminuye, cambia de signo y pierde significación estadística cuando se controla por victimización general. Es probable que la inestabilidad del dato robo-casa obedezca al escaso número de víctimas de este delito (sólo 3%) que explica el primer coeficiente positivo. Una vez que todos los casos de victimización son tomados en cuenta, los de "robo a casa" toman la dirección negativa anticipada. Es decir, ser víctima de un delito cualquiera no influye negativamente en la probabilidad de confiar en la policía; pero no ocurre lo mismo si a la persona la han robado en su casa.

Finalmente, quienes viven en barrios donde la percepción de actividad delictiva es alta (IPFD), tienen sólo una probabilidad ligera (menos de 10%) de confiar en la policía; es decir, una probabilidad bastante menor que la que tienen los habitantes de barrios donde la percepción de frecuencia delictiva es menor.

 

Discusión

El hallazgo más importante de estas estimaciones es que el factor que mejor explica la confianza en la policía es la percepción que los ciudadanos tienen acerca de su desempeño. Observamos que la magnitud de este coeficiente es la más elevada y que el efecto es altamente significativo en todos los modelos. Los resultados también señalan el devastador efecto que tienen el abuso y la deficiente conducta policial en la confianza ciudadana. Quienes fueron víctimas u observaron estas situaciones, son menos propensos a confiar en ella; este resultado es robusto. Es posible que algunos de los que fueron víctimas de abuso o maltrato policial hayan estado involucrados en actividades ilícitas — e.g. sobornos— y que, por lo tanto, tengan una natural desconfianza hacia la policía; pero la magnitud del efecto obtenido en los modelos sugiere que el abuso y la desconfianza trasciende a este subgrupo.

Por otra parte, el modelo de Buenos Aires presenta resultados divergentes respecto de nuestras predicciones, principalmente en que ser víctima de un delito, manifestar mayor temor y observar mayor incidencia de distintos delitos en el barrio, están asociados con una mayor probabilidad de confiar en la policía. A su vez, estos coeficientes resultan significativos y consistentes. Con respecto al efecto de la victimización, es posible que, si el individuo realizó la denuncia correspondiente, haya obtenido una respuesta favorable de parte de la policía, al menos en cuanto al trato y respeto otorgados, más allá de si el daño ocasionado por el delito haya sido reparado. En este sentido, si bien jamás propondríamos que para que aumente la confianza en la policía, más personas deben ser victimizadas, puede que tal experiencia sirva para, solamente en algunos casos, desplazar ciertos prejuicios negativos respecto de la policía.

Asimismo, que los individuos más temerosos exhiban mayor probabilidad de confiar en la policía quizás revela que los ciudadanos mayoritariamente separan la función de la policía de las condiciones que contribuyen a su sensación de inseguridad. Esto es sin duda llamativo, dado el conocido involucramiento de la policía de la Ciudad de Buenos Aires —y de América Latina, en general— en asuntos delictivos. Una posibilidad es que, siguiendo con el argumento respecto a la victimización, podemos estar en presencia de una discrepancia entre la concepción de la policía como institución y de los policías como aquellos agentes con quienes los ciudadanos tienen contacto de forma más regular. Este razonamiento también se aplica al coeficiente positivo encontrado para el impacto del IPFD: es posible que quienes observan más delitos, tengan más contacto con la policía, o bien porque la llaman cuando presencian ciertos delitos, o bien porque colaboran con ella como agentes civiles de monitoreo en el barrio. De cualquier manera, estos resultados, aunque no son robustos, nos comprometen a problematizar y profundizar la relación entre la comunidad y la policía.

Hay dos resultados que son opuestos a lo que se observa en otros países de Europa y Estados Unidos. Mientras que en estos últimos, las mujeres y especialmente los individuos más acomodados confían más en la policía, los resultados de Buenos Aires y, al menos en términos de género, México, demuestran lo contrario. Es posible que el desencanto con las policías obedezca a que estas percepciones dependen de las respectivas expectativas que cada grupo deposita en las fuerzas policiales; cuanto mayor es ésta, mayor es la probabilidad de que la policía no las satisfaga completamente y, por consiguiente, que sea evaluada como deficiente. De todos modos, es la percepción que se tiene del desempeño policial lo que mejor explica la predisposición a confiar. Sin embargo, se requiere de un estudio más profundo para entender este proceso.

 

Ciudad de México-Distrito Federal

Como se ha señalado, la variable dependiente ha sido operacionalizada de modo distinto en esta encuesta, ya que se midió con la siguiente pregunta: "¿Qué tanta confianza siente usted por la policía en su localidad?" El valor 1 significa mucha confianza, y 0, algo, poca, o nada de confianza.21 Dado que los datos para Buenos Aires no incluyen áreas suburbanas o colindantes, tomamos sólo la población del Distrito Federal para el modelo de México, excluyendo las zonas conurbadas del Estado de México.

 

Covariables

Las variables independientes que utilizamos en el modelo son similares a las incluidas para Buenos Aires, tanto a nivel conceptual como en su codificación. Dado que no hemos incluido nuevas variables y esperamos que el comportamiento de las mismas sea análogo al del modelo anteriormente desarrollado, no explicitamos nuevamente las predicciones para cada variable. Las únicas diferencias con el modelo de Buenos Aires consisten en la construcción del Índice de Percepción de Frecuencia Delictiva (IPFD), que incorpora seis delitos u ofensas además de los incluidos en la encuesta de Argentina,22 así como en la elaboración del índice de temor23 y que el ingreso no se construye con un índice de nivel socioeconómico, sino a partir del número de salarios mínimos percibidos en el hogar encuestado. La tabla 10 presenta la estadística descriptiva de las variables:

 

Ejecución del modelo

La tabla 11 presenta los resultados del modelo de regresión logística binaria.

Como se observa, la "pseudo" bondad del modelo es mayor al de Buenos Aires y sus coeficientes por lo general son más robustos: mientras que los modelos de Buenos Aires tienen una pseudobondad de alrededor de 0.1, en el caso de la encuesta del Distrito Federal, la pseudobondad está entre 0.23 y 0.5.24 Nuevamente, la variable que mejor explica la disposición a confiar en la policía es el índice de evaluación policial (iep): cuanto mejor es la percepción individual acerca del desempeño policial, mayor es la confianza. La magnitud también sobresale: quienes estiman que la policía hace bien su tarea, confían en ella cuatro veces más que el resto, o lo que es lo mismo, quienes creen que la policía es deficiente en su tarea, desconfían cuatro veces más en ella respecto a quienes la evalúan bien. Otro dato muy robusto, consistente con los hallazgos obtenidos para Buenos Aires, es que el abuso policial disminuye significativamente la confianza en la policía.

Otros resultados confirman los efectos estipulados inicialmente. A diferencia de lo que ocurre en Buenos Aires, quienes habitan colonias percibidas como más inseguras, tienden a confiar menos en la policía; este resultado es estadísticamente significativo. Asimismo, nuevamente en contraposición a los resultados obtenidos para Buenos Aires, cuanto más probable es que el entrevistado estime que será víctima de algún delito, o cuanto más temor exhibe, decrece su probabilidad de confiar en la policía, aunque estos resultados no son estadísticamente significativos.25

Finalmente, las variables sociodemográficas exhiben algunas tendencias similares. Por ejemplo, respecto al sexo, dado que los hombres confían mucho más en la policía que las mujeres. Por otra parte, contrariamente a los resultados para Buenos Aires, el incremento del nivel de ingreso, en términos de salarios mínimos, está negativamente asociado con la probabilidad de confiar en la policía, aunque el dato no es significativo. Esto es consistente con los resultados visualizados en la sección de estadística descriptiva de este trabajo, donde se observaba que las personas que peor evaluaban a la policía eran aquellas que percibían entre 3 y 7 salarios mínimos, i.e., sectores medios-altos. Finalmente, las personas mayores confían | más en la policía que los menores. Sin embargo, estos últimos resultados " no son estadísticamente significativos.

En resumen, los resultados para México replican parcialmente los obtenidos para Buenos Aires y son más consonantes con las predicciones establecidas, por ejemplo, en el caso de victimización y de temor. Más aún, en muchas variables las tendencias lucen más robustas. Aunque esto puede obedecer al tipo de medición, los resultados permiten sostener que estamos utilizando dimensiones de análisis similares. El factor que más explica la desconfianza sigue siendo la evaluación del desempeño policial.

 

Conclusiones

En este trabajo describimos la percepción que tiene la ciudadanía acerca de la policía, y analizamos los determinantes de la confianza policial. Hemos demostrado que tanto para Buenos Aires como para el área metropolitana de la ciudad de México, los ciudadanos tienen una percepción muy devaluada de la policía. Aunque existen diferencias en las opiniones de los habitantes de ambas ciudades, los patrones y tendencias son similares. La policía en México tiene una menor estima de sus ciudadanos, mientras que los vecinos de Buenos Aires le asignan mayor eficacia operativa y capacidad disuasoria; pero existen amplias semejanzas entre ambos casos.

Hemos estimado algunos modelos de regresión para concluir que lo que mejor explica la confianza en la policía es la percepción que se tiene de su desempeño. Quienes creen que la policía hace bien su tarea (un grupo minoritario), están más dispuestos a confiar en ella, mientras que quienes creen que la policía es deficiente en sus tareas, no están dispuestos a confiar. Los resultados de estas estimaciones son muy robustos. Asimismo, tanto la inconveniente conducta policial como habitar un barrio/colonia de alta frecuencia delictiva, inhiben una sólida relación con la confianza en los policías de la comunidad. Los modelos arrojan resultados que convocan a un análisis más profundo, por ejemplo, la relación positiva entre victimización, temor y confianza en la policía exhibida por los encuestados de Buenos Aires, contraria a lo manifestado por los ciudadanos de México. Tales diferencias resaltan las particularidades contextuales de las relaciones históricas entre la policía y las comunidades urbanas, convocándonos a explorar más sus matices. La peor situación de inseguridad del D.F. con respecto a Buenos Aires, y la relación negativa de variables como victimización y temor con la confianza en la policía en el modelo de México, más allá de las diferencias culturales, advierten que quizás, superado cierto nivel de criminalidad, puede ser casi imposible reconstituir la confianza en la policía por parte de los ciudadanos.

Estas conclusiones invitan una reflexión final. Hay ciertas variables que afectan la confianza en la policía, como el estrato social, la edad, el género y la victimización previa sobre las cuales la policía no puede "operar" demasiado. Sin embargo, el desempeño de sus agentes y la conducta con apego a derecho están bajo su control y son determinantes para fomentar la confianza de la comunidad. Una policía profesional es aquella que se nutre de la información que le brindan los ciudadanos para proveerles protección. Los resultados de este estudio sugieren que antes de reclamar la denuncia de delitos y la confianza ciudadana, la policía debe invertir muchos recursos y esfuerzos para mejorar su desempeño.

 

Bibliografía

Bergman, Marcelo y Gabriel Kessler, 2009, "Vulnerabilidad al delito y sentimiento de inseguridad en Buenos Aires", Desarrollo Económico, vol. 48, núm. 190-191, pp. 209-234.         [ Links ]

Bergman, Marcelo, Rodolfo Sarsfield y Alejandro Miller, Encuesta de Victimización y Eficacia Institucional(ENVEl)- 2008 (Primer semestre): 1 Base general, México, Programa de Estudios para la Seguridad Pública y Estado de Derecho, Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), http://biiacs-dspace.cide.edu/handle/10089/3714        [ Links ]

Candína, Azun y Hugo Frühling, 2004, Participación ciudadana y reformas a la policía en América del Sur, Santiago de Chile, Centro de Estudios para el Desarrollo.         [ Links ]

Cruz, José Miguel, 2010, "Police misconduct and democracy in Latin America", AmericasBarometer Insights, núm. 33, Vanderbilt University. http://www.van-derbilt.edu/lapop/insights/I0833en.pdf        [ Links ]

Dammert, Lucía, 2007, Perspectivas y dilemas de la seguridad ciudadana en América Latina, Quito, Ecuador, Flacso.         [ Links ]

Dammert, Lucía y Liza Zuñiga, 2007, Seguridad y violencia: desafíos para la ciudadanía, Santiago de Chile, Flacso.         [ Links ]

Frühling, Hugo, Joseph S. Tulchin y Heather Golding (eds.), 2003, Crime and Violence in Latin America. Citizen Security, Democracy and the State, Washington, D.C., Woodrow Wilson Center.         [ Links ]

Frühling, Hugo, 2004, Calles más seguras. Estudios de policía comunitaria en América Latina, Washington, Banco Interamericano de Desarrollo.         [ Links ]

Frühling, Hugo, 2011, "Una mirada realista a los Programas de Policía Comunitaria en América Latina", en Claudio Fuentes, Carlos Basombrío, Emilio Dellasoppa y Hugo Frühling, Seguridad ciudadana en América Latina: miradas críticas a procesos institucionales, Santiago de Chile, Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana, Instituto de Asuntos Públicos, Universidad de Chile, pp. 39-46.         [ Links ]

Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (GCBA) y Universidad de San Andrés (UdeSA), 2007, Encuesta de Victimización de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,http://estatico.buenosaires.gov.ar/areas/seguridad_justicia/seguridad_urbana/encuesta/informefinal_victimizacion.pdf        [ Links ]

Hawdon, James y John Ryan, 2003, "Police-Resident Interactions and Satisfaction With Police: An Empirical Test of Community Policing Assertions", Criminal Justice Policy Review, vol. 14, pp. 55-74.         [ Links ]

Ho, Taiping y Jerome McKean, 2004, "Confidence in the Police and Perceptions of Risk", Western Criminology Review, vol.5, núm. 2, Estados Unidos, pp. 108-118.         [ Links ]

Horowitz, Jake, 2007, Making every encounter count: Building Trust and Confidence in the Police, National Institute of Justice Journal, núm. 256, enero.         [ Links ]

Kahn, Tulio, 2003, Policía comunitaria: evaluando la experiencia, Santiago de Chile, Centro de Estudios para el Desarrollo.         [ Links ]

Kessler, Gabriel, 2009, El sentimiento de inseguridad: sociología del temor al delito, Buenos Aires, Siglo XXI.         [ Links ]

Mohor Bellalta, Alejandra, 2008, "Indicadores para medir la relación policía-comunidad. Estado del arte", Instituto de Asuntos Públicos, Universidad de Chile; Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana.         [ Links ]

Parks, Roger B. y Michael D. Reisig, 1998, "Community Policing and Perceived Safety: Psychological and Ecological Effects", en The 50th Annual Meeting of the American Society of Criminology, Washington.         [ Links ]

Ren, Ling, Liquin Cao, Nicholas Govrich y Michael Gaffney, 2005, "Linking Confidence in the Police with Performance of the Police: Community Policing Can Make a Difference", Journal of Criminal Justice, vol. 33, núm. 1, pp. 55-66.         [ Links ]

Sampson, Robert J y D. Bartusch, 1998, "Legal cynicism and (subcultural?) tolerance of deviance: the neighborhood context of racial differences", Law & Society Review, vol. 32, pp. 777-804.         [ Links ]

Skogan, Wesley, 2005, "Citizen Satisfaction with Police Encounters", en Pólice Quarterly, vol. 8, núm. 3, septiembre, pp. 298-321.         [ Links ]

Stoutland, Sara E., 2001, "The Multiple Dimensions of Trust in Resident/Police Relations in Boston", Journal of Research in Crime and Delinquency, vol. 38, agosto,  pp. 226-256.         [ Links ]

Tyler, Tom R., 2005, "Policing in Black and White: Ethnic Group Differences in Trust - and Confidence in the Police", Police Quarterly, vol.8, núm. 3, pp. 322-342.         [ Links ]

Tyler, Tom R. y Yuen J. Huo, 2002, Trust in the Law: Encouraging Public Cooperation with Police and Courts, Nueva York, Russell Sage Foundation.         [ Links ]

Tulchin, Joseph y Meg Ruthenburg (eds.), 2006, Toward a society under law: citizens and their police in Latin America, Washington, Woodrow Wilson Center Press.         [ Links ]

Universidad Nacional de Colombia (unc), 2007, Investigación sobre la relación Policía Comunidad en Bogotá D.C., en Informe final de investigación, Policía Nacional de Colombia y Alcaldía Mayor de Bogotá, noviembre 2007.         [ Links ]

U.S. Department of Justice (US DOj), 2001, Examining minority trust and confidence in the police, en Washington, ..National Institute of Justice, Office of Justice Pro-grams, U.S. Department of Justice.         [ Links ]

Weitzer, Ronald y Steven A. Tuch, 2005, "Determinants of Public Satisfaction with the Police", Police Quarterly, vol. 8, núm. 3, pp. 279-297.         [ Links ]

 

Notas

1 Véase, por ejemplo, las encuestas del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP), y a Cruz (2010).

2 Las entrevistas del Estado de México solo incluyen casos de los municipios aledaños al Distrito Federal. Es decir, todos los casos son del área metropolitana de la Ciudad de México. Siempre que se hace referencia a México se está hablando de estas áreas, a menos que se indique lo contrario.

3 Actualmente, la policía federal argentina comparte su responsabilidad de control y prevención del delito en Buenos Aires con la recientemente creada policía metropolitana y con otras fuerzas de seguridad nacional, como la gendarmería nacional y la Prefectura Naval.

4 La pregunta fue: "En algunos países hay sistemas donde la gente avisa a la policía al irse de vacaciones para que estén atentos si pasa algo en su domicilio. Si se implementara un sistema de este estilo, ¿Ud. avisaría a la policía al irse de viaje?"

5 Para este análisis se construyó un índice de percepción de frecuencia delictiva (iPFD) con base en siete delitos percibidos en el barrio. Para mayor desarrollo de la construcción del índice, véase la sección "Determinantes de la confianza en la policía".

6 Se ha utilizado una prueba T de diferencia de medias. Para Buenos Aires, se compararon los sectores de bajo NSE con los individuos de NSE medio y alto. Con respecto al IPFD, los dos grupos comparados son los de valores de 0 a 3 y de 4 a 7.

7 Pregunta: "Ahora dígame por favor, ¿qué tanta confianza siente usted por los policías en su localidad?"

8 52% de las víctimas reportaron no tener nada de confianza en la policía. Entre las no víctimas, 27% reportó nada de de confianza.

9 Este tipo de escala se ha utilizado en la encuesta de México.

10 Esto explica por qué es mayor el número de casos perdidos en las últimas dos dimensiones (7 700 y 2 500) que en los primeros dos componentes (1 021 y 790).

11 Pregunta : Aquí cerca de su casa/departamento, ¿cuán frecuente es que haya (a) asaltos a mano armada; (b) robos a casas; (c) robos de autos estacionados en la calle; (d) violación; (e) homicidio; (f) consumo de alcohol o droga en las calles; (g) peleas entre vecinos?

12 Para construir el índice, convertimos cada respuesta en una dummy, donde 1 significa "muy frecuente" y 0 "algo o nada frecuente". Luego se suman todos los componentes individuales y se obtiene el IPFD, en un rango de 0 a 7, donde 0 indica que el encuestado no percibe ningún delito como muy frecuente en su barrio/colonia, y 7, que todos los delitos son muy frecuentes. Dado el escaso número de casos de valores mayores o iguales a 5, generamos una nueva escala, con rango de 1 a 4. Los valores 0, 1, 2-3 y 4-7 en la vieja escala, corresponden a 1, 2, 3 y 4, respectivamente, en la nueva escala.

13 Los delitos incluidos son: que le arrebaten algo en la calle; que sea atacado por un extraño en la calle sin motivo aparente; que le roben el auto (si tiene); que alguien lo toque sexualmente sin su consentimiento; que sea maltratado o golpeado por la policía.

14 Para una exploración más profunda del temor y la sensación de inseguridad en Buenos Aires, véase Kessler (2009) y Bergman y Kessler (2009).

15 Pregunta: ¿Cuánto temor tiene usted de que le suceda alguno de estos delitos? Respuestas posibles: nada (1), poco, ni poco ni mucho, bastante o mucho (5).

16 Se ha excluido el robo de automóvil o de autopartes u objetos dejados en el auto del análisis, debido a la gran cantidad de casos perdidos, i.e., personas que no poseen auto.

17 Las formas de abuso policial están enumeradas en la sección "Comparación entre las policías del área metropolitana de México y Buenos Aires".

18 La construcción del índice de Nivel socioeconómico (NSE), los datos desagregados por comunas y los grupos etarios, se describen en el informe de la encuesta de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA-UdeSA, 2007).

19 Véase también Bergman y Kessler (2009) acerca del efecto que tiene el entorno urbano de Buenos Aires en la sensación de inseguridad.

20 La pseudobondad de un modelo con regresión logística no es equivalente a la proporción de la varianza explicada por el modelo, como ocurre con modelos de mínimos cuadrados ordinarios (ols), sino que generalmente se refiere al valor agregado del modelo elaborado en contraposición al modelo nulo (sin variables). Igualmente, la interpretación es análoga en el sentido de que un mayor valor de pseudo-R cuadrado sugiere una mayor capacidad predictiva del modelo.

21 Con esta recodificación, que reemplaza a las típicas categorías ordinales, hemos logrado homologar (parcialmente) este indicador con el empleado para el modelo de Buenos Aires.

22 Estos son: actos de vandalismo contra casas y establecimientos; venta de drogas en las calles; disparos de armas de fuego; secuestros; secuestros exprés y robo de niños.

23 Se promedia la sensación de seguridad del encuestado en la vía pública (trabajo, escuela, etc.) y en su casa. Las respuestas posibles son nada, poco, algo o muy seguro.

24 Estas cifras se refieren al R-cuadrado de Cox y Snell, y Nagelkerke, respectivamente.

25 Consideramos que algunos resultados no son significativos, ya que al excluir los casos perdidos del DF, sólo quedaron 312 casos válidos, lo cual reduce el poder estadístico.

 

Información sobre los autores:

Marcelo Sergio Bergman

Centro de Investigación y Docencia Económicas Carretera México-Toluca 3655 Col. Lomas de Santa Fe Álvaro Obregón CP 01210 México, D.F. Tel. 5727 9800 <marcelo.bergman@cide.edu>

Hernán Flom

Universidad de California 210 Barrows Hall 1950 Berkeley, CA CP 94720-1950 Estados Unidos Tel. 1 510 642 6323 <hernanflom@berkeley.edu>

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons