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Tópicos (México)

versión impresa ISSN 0188-6649

Tópicos (México)  no.50 México ene./jun. 2016

 

Artículos

 

¿Una posible polémica entre platónicos sobre Aristóteles? El fragmento 13 del Comentario a una canción de amor de Pico della Mirandola

 

An Alleged Controversy on Aristotle among Platonists? The 13th Passage of Pico della Mirandolla's Commento sopra una canzone d'amore

 

Teresa Rodríguez

 

Instituto de Investigaciones Filosóficas, UNAM materogo@gmail.com

 

Recibido: 08-06-2015.
Aceptado: 08-09-2015.

 

Resumen

En este artículo presento un fragmento del Comentario a una canción de amor de Pico della Mirandola que muestra una preocupación filosófica no evidenciada con anterioridad. Aunque Pico y Ficino son considerados como miembros del platonismo florentino, el fragmento en cuestión apunta una posible polémica sobre la interpretación del texto en el que Aristóteles establece el número de sustancias (motores) inmóviles en Met. Λ8. Mientras que Pico se adhiere a una lectura literal, Ficino intentará hacer compatible la posición de Aristóteles con el cristianismo que, tradicionalmente, ha identificado estas sustancias inmóviles con las inteligencias angélicas. Estas dos posiciones muestran que la posición de Aristóteles en el Renacimiento no es menor ni subordinada a cuestiones meramente físicas.

Palabras clave: Ficino, Pico, Aristóteles, ángeles, motores inmóviles.

 

Abstract

This paper presents a fragment of Pico della Mirandolla's Commento sopra una canzone d'amore. I claim that the consideration of this fragment entails a philosophical approach regarding the role of Aristotle's Metaphysics Λ8 in the so-called Renaissance Platonism that has been neglected in recent literature. Although, Pico and Ficino are supposed to be members of this philosophical movement, the fragment presents an alleged controversy between these philosophers regarding the number of the Aristotelian unmoved movers or substances. While Pico adheres to a literal reading, Ficino attemps to reconcile Aristotle with Christianity (traditionally Christian philosophy has identified these substances with the angelic intelligences). These views show that the Aristotle's texts in the Renaissance are significant and its influence is not subordinated to purely physical issues.

Keywords: Ficino, Pico, Aristotle, angels, unmoved movers.

 

Introducción

En este artículo presento un fragmento del Comentario a una canción de amor (en adelante Commento) de Pico della Mirandola que muestra una preocupación filosófica no evidenciada con anterioridad. Si bien pensamos que Pico della Mirandola y Marsilio Ficino pertenecen al platonismo florentino, el fragmento mostrará que más allá de la polémica platónica planteada en el Commento, es posible detectar otras tradiciones en disputa, en especial, la aristotélica. El fragmento hace referencia a un pasaje de la Metafísica de Aristóteles (1074a14-24) donde se plantea la problemática del número de las sustancias (o motores) inmóviles. Esta problemática se verá reflejada también en las posiciones ficinianas establecidas en el libro I de la Teología Platónica.

A través de tres secciones despliego (a) el fragmento 13 del Commento en el cual Pico hace referencia a este pasaje de la Metafísica y a las posiciones de otros intérpretes. Entre éstos, según la hipótesis del artículo, se encontraría Ficino quien (b) realiza una lectura compatible con el cristianismo del mismo pasaje (identificando previamente el número de motores inmóviles con las inteligencias separadas que en la tradición cristiana se han interpretado como ángeles). Así, el texto de Aristóteles serviría primordialmente para apoyar la posición cristiana respecto al número de criaturas angélicas y, finalmente, (c) concluyo que frente a esta interpretación "compatibilista" de Aristóteles, Pico presenta una lectura apegada al texto aunque dicha lectura implique reconocer que el número de ángeles no corresponda en verdad con el número de sustancias inmóviles propuesto en el texto de Aristóteles. Esta aproximación muestra un interés de interpretación meramente textual frente al interés compatibilista de Ficino.

 

(a) El fragmento 13, la Metafísica de Aristóteles y sus intérpretes

Dentro de los muchos problemas que la historiografía filosófica del Renacimiento enfrenta, uno de los más interesantes es la consideración de los fragmentos de obras que han dejado inconclusas los pensadores de este periodo.

En este sentido, el Comentario a una canción de amor (en adelante Commento) es un texto privilegiado para las consideraciones sobre el estudio de las obras fragmentarias de Pico della Mirandolla. Escrito en 1486 y concebido principalmente como una polémica contra la lectura de Ficino del Simposio, la obra quedó inconclusa y nunca fue publicada en vida de su autor.

Recientemente, Blum (2010) ha destacado la importancia del Commento. Según su interpretación, poco más de un siglo después de Petrarca (quien ya apuntaba los peligros que el amor por la Antigüedad Clásica implicaba en materia de teología pagana), el renacimiento de la sabiduría antigua no-cristiana produjo una crisis en los humanistas cuya cumbre se sintetiza en la controversia entre Marsilio Ficino y Pico della Mirandola. Esta crisis, según Blum, determina el impacto a largo plazo del platonismo renacentista en la filosofía moderna y se sintetiza en el Commento, que ha sido relativamente marginalizado en los estudios piquianos, pero que "puede ser una llave para interpretar las intenciones principales del autor" (p. 131). El sentido del Commento, en cuanto totalidad, consistiría (según Blum) en elaborar un contraste entre la aproximación platónica y la cristiana posiblemente para deslindar a ésta del platonismo y por lo tanto del paganismo.

Si bien cabe admitir con Blum, la marginalización del Commento, la necesidad de su estudio y la importancia de la polémica entre Pico y Ficino, el aspecto en que quisiera centrarme en este artículo consiste en lo siguiente: es posible observar, además de la polémica sobre la lectura de Platón que ciertamente permea el Commento, otras preocupaciones filosóficas presentes en la obra que llevan a Pico a polemizar con Ficino respecto a otras tradiciones, en especial, la aristotélica.

Para mostrar lo anterior, es necesario sumar al primer carácter fragmentario del Commento el hallazgo de un nuevo manuscrito que contiene fragmentos inéditos de esta obra, publicados en 2001.1 De los veinte fragmentos "nuevos",2 ocho se encuentran al final del manuscrito, en un apéndice. Según Bacchelli (2001), éstos "fueron probablemente escritos o al margen del autógrafo piquiano o más verosímilmente en pequeños folios sueltos, insertos entre las páginas de éste" (p. 130). Los fragmentos se distinguen de los otros doce3 porque no es posible asignarles un lugar de manera definitiva puesto que carecen de las referencias necesarias. La hipótesis de Bacchelli es que el orden de los fragmentos debe seguir el orden en que se suceden los capítulos del Commento, sin embargo, no es posible más que conjeturar su posición original.

Para evidenciar las preocupaciones alternas a las platónicas, el artículo se centra en el fragmento número 13 que permitirá mostrar una posible diferencia de opinión entre Ficino y Pico respecto a la lectura de un pasaje de la Metafísica de Aristóteles (1074a14-24) donde se plantea la problemática de las sustancias (o los motores) inmóviles.4 En el fragmento Pico hace referencia a este pasaje. El fragmento, hasta donde entiendo, no ha recibido atención por la literatura especializada. Su estudio permitirá arrojar nueva luz sobre las relaciones del Commento con la obra de Ficino y su discusión sobre textos de otros autores, además de Platón. Pico afirma en este fragmento (en adelante FRAG13):

Porque Aristóteles primero pone como indubitable esta conclusión: que son tantos los motores de los cuerpos cuantos son los cuerpos movidos. Sin embargo, sobre cuántos son los cuerpos movidos afirma que no hay una demostración exacta y así, modesto, se refiere a los sabios astrólogos como Eudoxo y Calipo entre quienes existía disputa en su tiempo en esta materia. Lo que no duda Aristóteles es que los motores superiores no son más que los movimientos celestes como le es manifiesto a cada uno incluso medianamente entendido en las cosas peripatéticas.5

Si suspendemos el juicio sobre el significado doctrinal global de la obra, sobre si es predominantemente platónica o predominantemente cristiana, y nos enfocamos sólo en este fragmento, en su relación con otros textos que permiten determinar de dónde procede y con qué otras obras o fragmentos puede relacionarse, obtendremos resultados que suponen una variación metodológica que, antes de proclamar la filiación de una obra a una escuela o corriente (sea esta platónica, aristotélica, cristiana o ecléctica) se detiene en el texto fragmentario para echar luz sobre regiones inexploradas en el "mapa" filosófico de Pico della Mirandola.

Según esta línea de investigación, lo más evidente en el FRAG13 es su referencia a Metafísica Λ, 8 donde Aristóteles discute la cuestión del número de motores inmóviles que mueven las esferas del cosmos y que podemos postular, de manera clara, como el texto fuente. Según Lloyd, el capítulo 8 comienza ligando ciertas inquietudes que han ocupado a Aristóteles desde el capítulo 6 y el final del 7 en relación con la naturaleza de la substancia eterna e inmóvil. Transita de la metafísica a la astronomía a partir de una polémica sobre el número de sustancias eternas, inmóviles y separadas de los platónicos (Lloyd, 2000, 252 y ss.). Aristóteles define su propia problemática y liga el número de estas sustancias inmóviles al de las esferas celestes llegando a una conclusión sobre su número (47 ó 55). El número de esferas es equivalente al número de movimientos celestes (esto es, cada esfera se encarga de un movimiento y cada planeta tendrá más de una esfera). Afirma Aristóteles:

Así, pues, sea este el número de las esferas. Por consiguiente, suponer también el mismo número para las substancias y principios inmóviles es razonable [...]. Y si no es posible que haya ninguna traslación que no esté ordenada a la traslación de un astro, y si, además, hay que pensar que toda naturaleza y toda substancia impasible y que ha alcanzado por sí misma lo mejor es un fin, no habrá ninguna otra naturaleza además de las que hemos dicho, sino que éste será necesariamente el número de las substancias [i.e. motores inmóviles]. Pues si hubiera otras, moverían, ya que serían fin de la traslación. Pero es imposible que haya otras traslaciones además de las mencionadas. (Met. 1074a14-24 [Trad. de V. García Yebra]).

Este texto ha sido interpretado, como insinúa Pico en su fragmento, por otros y él ofrece su propia interpretación en el fragmento citado. Si nos detenemos en la estructura de FRAG13, podríamos dividirla en dos partes. En la primera, Pico parece asociar el número de motores a los cuerpos movidos (de manera incorrecta). Esta primera parte no parece fructificar en una polémica y por ello podemos dejarla de lado (apuntando solamente la contradicción interna al fragmento6). En la segunda, cambia la asociación y afirma que el número de motores se corresponde al número de movimientos (que no es igual, según Aristóteles, al número de cuerpos movidos). Con este cambio asocia la interpretación de otros pensadores o estudiosos: se afirma que los entendidos en asuntos peripatéticos sostienen la siguiente conclusión correcta: no puede haber más motores que movimientos. Si seguimos ligando el fragmento a otros textos, tendremos que detenernos en el propio Commento: inserto en una obra particular que responde a otras obras (en este caso específico a la posición ficiniana respecto al Banquete, pero no sólo frente al Banquete), cabría preguntarnos: ¿quién o quiénes son aquellos que diferirían de esta conclusión que parece ser aceptada por los entendidos, incluidos nuestros contemporáneos7? Esta pregunta lleva a relacionar el fragmento, según mi hipótesis, a la empresa crítica de Pico contra Ficino y su interpretación de los textos filosóficos antiguos. La novedad del fragmento, si mi conjetura se sostiene, estriba en que da testimonio de que más allá de la crítica a la interpretación de la tradición platónica, Pico incluye en su Commento, una referencia implícita a la lectura de Aristóteles por parte de Ficino, que aparece específicamente en un pasaje de la Teología Platónica (I, V) donde presenta su teoría de lo real.

Esta interpretación del fragmento se justifica por medio de una serie de referencias explícitas e implícitas a la obra de Ficino que llevan a sostener que el interlocutor principal del Commento es la obra ficiniana, en especial su Comentario al Simposio o De amore y la Teología Platónica. Entre estas referencias es necesario destacar:

1. Seis menciones explícitas a Ficino que hacen referencia a pasajes del De amore.8

2. Al menos cuatro posibles referencias implícitas a Ficino y sus exégesis platónica o mitológica en tono crítico.9

3. Hasta 16 referencias implícitas a la Teología Platónica (en adelante TP),10 según Jayne.11

 

(b) La posición de Ficino respecto al número de sustancias inmóviles referido en Met. Λ8

Con este contexto, parece razonable proponer que dentro de los estudiosos a quienes se refiere el fragmento se encuentra el propio Ficino como interlocutor principal del Commento. Con esto en mente, la siguiente tarea será buscar un texto específico que concuerde con el FRAG13. Este texto debe, en primer lugar, tener algo en común con el fragmento en cuestión. Este denominador común será la interpretación del texto fuente. En la TP un texto tal existe. En el capítulo V del libro I de Ficino afirma que:

(Aristóteles) argumenta que el número de mentes no es menor que el número de los movimientos celestes; y admite que ha calculado un número usando un razonamiento probable, pero concluyó que habría que referirse a los más sabios. Sospechaba, al parecer, que debían enumerarse las mentes respecto a sus acciones propias y principales y no de acuerdo con su actividad común y posterior que es el movimiento. Además, aunque las mentes son los fines de los movimientos, tal vez vaticinaba que no deben ser enumeradas por el número de los movimientos y que pueden existir muchas mentes no destinadas a causar el movimiento de los cuerpos. Así, no es irracional concluir que los ángeles son casi innumerables [...](TP I, V. 11).12

¿Cómo llega Ficino a esta posición que parece contraria a la de Aristóteles y a la interpretación general (de los medianamente entendidos) donde Pico se inscribiría? Para responder esto, hay que remontar al inicio de la TP. El primer libro está dedicado al establecimiento de la jerarquía de lo real en cinco grados (Dios, mente angélica, alma, cualidad y cuerpo). Esta división de la ontología ficiniana estaría sustentada en los trabajos de los neoplatónicos de la Antigüedad Tardía, especialmente Plotino y Proclo.13 En el capítulo que nos ocupa, el V, Ficino busca demostrar la existencia de una hipóstasis superior al alma. Ella comprende o entiende pero su naturaleza es indiferente respecto a la intelección en el sentido de que puede inteligir o no. Esta alternancia demuestra que no es por sí misma que intelige sino en virtud de algo que es totalmente inteligencia en acto. La mente en el alma es parte del alma pero también parte de la mente que es total y solamente mens.

Aquí tenemos entonces la siguiente hipóstasis o grado: la mente (mens) o ángel (angelus). Esta hipóstasis abrigaría en una sola instancia la herencia que Ficino recibe de la ontología neoplatónica vía Pseudo-Dionisio, la Escritura y la interpretación filosófica de ambas en el escolasticismo.14 Aquí la mente (que corresponde al nous de la tradición neoplatónica) y el ángel (de la tradición judeocristiana) se identifican. El siguiente paso será mostrar que, a diferencia de Dios, esta hipótesis recoge la multiplicidad. Para ello, Ficino busca proponer que cosmológicamente la naturaleza superior se comporta de la siguiente manera: toca con su nivel inferior el nivel superior del grado inferior. Si la naturaleza intelectual es superior a la corporal, esto supone que el cuerpo más excelente podría ser tocado por la parte ínfima de lo intelectual. Y si se debe ascender de las cosas imperfectas a las perfectas, dice Ficino, el argumento nos lleva de las mentes que existen en conjunción (con los cuerpos más perfectos) a las que existen separadas, mentes que constituyen su propia especie, que no dependen de los cuerpos y naturalmente separan las formas y las tratan separadamente. Les es más natural vivir aparte del cuerpo y el movimiento que vivir en el cuerpo y en movimiento.15

La forma en que Ficino parece introducir o justificar la necesidad de que exista algo que mueva sin ser movido más allá de las almas que mueven y se mueven al mover refiere al argumento sobre la estabilidad que presenta al principio del capítulo. Si no existiera un motor que no se moviera no podría garantizarse el orden y tenor regular y estable del movimiento. De esta manera el orden perpetuo de las revoluciones celestes es evidencia de que más allá de las almas existen ciertos motores inmóviles. La referencia a los motores inmóviles es justamente nuestro texto fuente: el libro Λ de la Metafísica. Hay que recordar lo dicho anteriormente: la presentación de Ficino implica además la existencia múltiple de los ángeles identificados con éstos. La insistencia en la multiplicidad es importante, porque es justamente lo que distingue a esta hipóstasis de Dios (unidad absoluta):

Que los ángeles existen y son muchos, Aristóteles lo prueba así en el libro XI de la Metafísica. El movimiento de los cielos, que es continuo, ordenado y cuanto en sí lo permite, sin defecto debe ser producido por un motor que no sea movido ni en sí mismo ni por accidente. Como existen muchos de estos movimientos en el cielo, cada uno separado del otro, diversos en especie y virtud, deben ser producidos por múltiples motores. No pueden evidentemente ser cuerpos pues tendrían que ser movidos mientras mueven y así necesariamente ad infinitum. No pueden ser formas en los cuerpos porque se moverían con ellos. Debemos recurrir a un motor perfecto, a un motor inmóvil, para asegurar que ningún movimiento se desvía. Estos motores son mentes, ya que en las formas separadas de la materia totalmente lo que es entendido y lo que entiende son la misma cosa (TP I, V.10).16

La interpretación de Ficino está a su vez permeada por un texto cronológicamente anterior: retoma la referencia a la Metafísica desde la Summa contra Gentiles de Tomás de Aquino. Si bien, como asegura Collins (1974), podría parecer extraño encontrar entre "todo este platonismo" (p. 5) rasgos aristotélicos/tomistas, está bien documentada la deuda no sólo conceptual sino textual de la Teología Platónica respecto a la Summa contra gentiles de Santo Tomás.17 Así, el pasaje anterior depende directamente del siguiente:

En el XI de la Metafísica, Aristóteles argumenta de la siguiente manera: el movimiento que es continuo, regular y de por sí sin defecto, deriva de un motor que no es movido ni por sí ni por accidente, como se ha demostrado anteriormente. Además, una pluralidad de movimientos debe provenir de una pluralidad de motores. Pero, el movimiento de los cielos es continuo, regular y de suyo sin defecto y además del primer movimiento existen muchos movimientos tales en el cielo, como prueban los estudios de los astrónomos. Es necesario entonces que existan varios motores que no son movidos ni por sí no por accidente. Pero, ningún cuerpo se mueve si no es movido, como se ha demostrado anteriormente. Y un motor incorpóreo unido al cuerpo es movido por accidente con el movimiento del cuerpo, como en el caso del alma. Es necesario entonces que existan varios motores que no sean cuerpos ni estén unidos a los cuerpos. Pero los movimientos celestes vienen de un intelecto como se ha demostrado anteriormente. Entonces existen varias sustancias intelectuales no unidas a los cuerpos (Summa contra gentiles 2, cap. 91, 9).18

Con todos estos elementos desplegados, la polémica parece centrarse en la consideración del número de sustancias inmóviles que Aristóteles aceptaría según el pasaje de la Metafísica citado con anterioridad. Ficino buscará sostener que el número de ángeles (que anteriormente se han identificado con los motores inmóviles, considerados precisamente como mentes) es prácticamente innumerable de acuerdo con la posición cristiana (por ejemplo: Daniel 7, 10), aun bajo el peligro de hacer violencia a la posición aristotélica. Recordemos que, según el texto fuente, para Aristóteles no es posible que existan más motores que movimientos. Por el contrario, Ficino busca establecer que Aristóteles mismo "anuncia" la posibilidad de que exista un número indeterminable de mentes (ángeles) que no tendrían relación con un movimiento y por lo tanto con los cuerpos celestes. Esto no solamente es contrario a la posición que encontramos en el pasaje de Aristóteles citado anteriormente, sino también a la referencia directa de Ficino: Santo Tomás parece tener claro que Aristóteles no aceptaría una sustancia intelectiva que no moviera como causa final19).

 

(c) Conclusiones

¿Cuál es el resultado de las decisiones de interpretación de Ficino? Mencionamos (y ha demostrado Collins) que la Teología Platónica depende en gran medida de la Summa contra Gentiles de Tomás de Aquino. La cercanía se evidencia a través de la cita presentada anteriormente. Estos elementos teológicos muestran la vocación "compatibilista" de Ficino: si bien es cierto que Tomás utiliza el pasaje aristotélico anteriormente citado para subrayar la existencia de las substancias intelectuales separadas, Ficino va más allá al tratar de leer el texto fuente de Λ8 de una manera que compagine la posición de Aristóteles con la supuesta innumerabilidad de los ángeles propuesta por el cristianismo.

En este sentido, la investigación parece comprobar aquello que Celenza recientemente ha propuesto: "Uno podría ir tan lejos como para afirmar que, en la Teología Platónica, Aristóteles nunca se equivoca según el punto de vista de Ficino" (Celenza, 2013, 398). Si nunca se equivoca, es necesario descubrir una manera de hacer compatibles la posición sobre el número de ángeles en el cristianismo con aquello que Aristóteles establece en Λ, 8.

Si ahora seguimos un recorrido similar para Pico, tendremos que pese a su proyecto de concordia, la compatibilidad no parece especialmente relevante en el Commento. Claramente se despega de las posiciones sostenidas por los teólogos cristianos respecto a diversas cuestiones para discutir temas filosóficos. Por ejemplo, en Commento I, 3, Pico afirma:

Sobre la otra naturaleza, es decir, la angélica e intelectual, existe discordia entre los platónicos. Algunos como Proclo, Hermias, Siriano y muchos otros, ponen entre Dios y el alma del mundo, que es la primera alma racional, gran número de criaturas, las cuales a veces llaman inteligibles, a veces intelectuales; algunas veces incluso Platón confunde estos términos, como en el Fedón, donde habla del alma. Plotino, Porfirio y los platónicos más perfectos ponen entre Dios y el alma del mundo una criatura sola a la cual llaman hijo de Dios, porque por Dios es inmediatamente producida. La primera opinión va más de acuerdo con Dionisio Areopagita y con los teólogos cristianos, quienes proponen un número de ángeles casi infinito. La segunda es más filosófica y más de acuerdo con Aristóteles y con Platón; es seguida por todos los Peripatéticos y los mejores Platónicos. Por eso nosotros, habiéndonos propuesto hablar de aquello que creemos ser las opiniones comunes de Platón y de Aristóteles, dejada la primera –aunque por sí verdadera–, seguiremos la segunda vía.20

El interés polémico de Pico parece ser de carácter puramente textual. Por textual es necesario entender que el núcleo de la polémica se centra en la manera correcta de leer el texto aristotélico y no en la verdad o falsedad de la posición ficiniana en sí. Posición que por otra parte coincide con la cristiana que es dejada de lado intencionalmente. De lo anterior se desprende que, pese a la tensión que notábamos al inicio entre la primera parte del fragmento y la segunda, en esta última Pico parece seguir la interpretación apegada al texto de Aristóteles, sin necesidad de supuestos compatibilistas como los desplegados por Ficino. Si esto es así, es comprensible que al leer la posición ficiniana sobre Λ 8, Pico haya encontrado motivo de censura que posiblemente se expresa, como en ocasiones anteriores, de manera velada en el texto.

A partir de lo anteriormente descrito es posible afirmar que la metodología de la investigación permite mostrar que el platonismo florentino concibe una relación especial con Aristóteles. Si bien es cierto que no es posible sostener, como señalaba Collins, que los platónicos se opusieran a los aristotélicos de acuerdo con nuestras concepciones actuales, tampoco parece absolutamente cierta la supuesta convicción neoplatónica de que Aristóteles se ocupa del mundo físico y Platón del inteligible, como demuestra la incorporación de elementos aristotélicos claramente metafísicos en una explicación cosmo-ontológica. La necesidad ficiniana de compatibilidad entre la filosofía platónica y el cristianismo se ve ampliada de Platón a Aristóteles, proponiendo incluso soluciones más radicales que las de Tomás de Aquino en el caso del pasaje de la Teología Platónica analizado. Estas cuestiones no habrían sido observadas si no existiera un contraste con la posición piquiana que se adhiere en este caso a una lectura literal del texto de Metafísica Λ 8.

 

Bibliografía

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Notas

1 Ese año, Bacchelli publicó veinte nuevos fragmentos del Commento que se encuentran en el manuscrito CM328 de la Biblioteca Comunale di Padova y que data del siglo XVI.

2 Es decir, que no aparecen en el ms Riccardiano 2528 que Garin utilizó para establecer su edición.

3 Los primeros doce fragmentos constituyen versiones anteriores de ciertos pasajes que se encuentran en la edición canónica de Garin.

4 Como se mostrará en el cuerpo del artículo, la noción de motor inmóvil o sustancia inmóvil se transforma a lo largo de la tradición en un concepto sincrético que se relaciona con la noción de ángel en tanto inteligencia o mente separada durante el Renacimiento.

5 Perché Aristotele ivi prima pro indubitado pone questa conclusione, che tanto sieno e'motori de corpi quanto sono e´corpi mossi. Ma quanto sieno li corpi mossi dice se non haver exacta demonstratione e cossì, como modesto, se refferisce de questo a sapiente astrologi fra quiali Eudoxo e Callito infra quali al tempo suo era discordia in questa materia, sì che non dubita Aristotele che e´motori superiori non sieno più che e´moti celeste como da ciascuno etiam mediocriter erudito in le cosse peripatetice è manifiesto. (En Bacchelli, 2001, 130-131. Las traducciones son mías salvo donde se indique lo contrario.)

6 Una posible hipótesis, aunque no satisfactoria, es sostener un posible descuido por parte de Pico. Habla de cuerpos cuando en realidad parece que el contexto lo inclinaría a hablar de movimientos. En efecto, afirma: "[...] sobre cuántos son los cuerpos movidos afirma que no hay una demostración exacta y así, modesto, se refiere a los sabios astrólogos como Eudoxo y Calipo". Aristóteles nunca dudó en el pasaje en cuestión sobre el número de los cuerpos, en este caso los planetas, sino sobre el número de movimientos justamente, lo que parece sostenerse en la segunda parte del FRAG13.

7 En este sentido, la conclusión de Lloyd (2000, 263) y la de Beere (2003, 1) sobre el texto de Aristóteles en cuestión parece ser la misma que la de Pico en la segunda parte del FRAG13.

8 En éstas, Pico critica enfáticamente su posición respecto a la creación de las almas individuales en la tradición platónica (en I,4), la supuesta reciprocidad en el amor (II,2), la relación entre bien y belleza (II,3), la interpretación de las dos Venus (II, 11), la interpretación de las figuras de Orfeo y Eurídice y el tipo de amor con que Dios ama a sus criaturas (Comentario particular, cuarta estancia).

9 En I, 1; II, 1; II, 20. Además en el Comentario Particular, Primera Estancia.

10 Existe además evidencia externa al propio Commento: La Teología Platónica fue publicada en 1482. Pico le solicita a Ficino que le envíe un ejemplar en ese mismo año en la carta 30 (fechada tentativamente el 30 de junio de 1482 por Copenhaver (2011, 195). Además, entre los fragmentos recuperados por Bacchelli, el 11 se refiere explícitamente a esta obra, mostrando la pertinencia de la referencia a la misma (2001, 126).

11 Cfr. Las notas a la traducción del Commento de Jayne (1958, 179-192).

12 Aristoteles autem haudquaquam pauciores esse quam caelestes motus, eumque numerum probabili se ratione computavisse fatetur, quod autem necessarium sit sapientioribus se dimittere, quasi qui suspicabatur, ne forte mentes illae secundum actionem suam propriam praecipuamque, id est intelligentiam, potius quam secundum actionem communem atque posteriorem, id est motum, essent dinumerandae. Praeterea, cum illae sint motionum fines, forte vaticinabatur non esse ad motionum numerum numerandas, atque posse mentes esse quam plurimas, quae non sint movendis corporibus distributae. Quamobrem non iniuria angelos esse pene innumeros [...] Las referencias a los parágrafos de la Teología Platónica de Ficino corresponden a la división de la edición de Allen (2001).

13 Cfr. Allen (1982, 18-45).

14 Cfr. Allen (1975, 219-221).

15 "¿Quién negará que a las sustancias incorpóreas, según la naturaleza de su género, conviene más estar fuera del cuerpo que en el cuerpo y que debe haber más especies suyas separadas de los cuerpos que conjuntas? Tales son los ángeles que mueven los cuerpos mundanos pero no son movidos ellos por el movimiento de estos cuerpos de ningún modo. Las almas, sin embargo, cuando mueven los cuerpos, ellas mismas son movidas". TP I, V.8 Quis neget incorporeae substantiae secundum generis sui naturam convenire magis ut extra corpus sit quam ut in corpore, ideoque plures illius species a corpore seiunctas quam coniunctas esse debere? Quod enim generi cuilibet naturalius est, id in eo existit ut plurimum. Tales quidem sunt angeli, qui si corpora mundi movent, ipsi motis corporibus nullo modo moventur. Animae tamen, dum corpora transferunt, ipsae quoque feruntur.

16 Angelos esse atque esse multos Aristoteles in libro XI Divinorum ita probat: "Motum caeli continuum, ordinatum et quantum in se est indeficientem oportet a motore fieri, qui neque in se, neque per accidens moveatur. Cum vero motus huiusmodi in caelo sint multi, inter se discreti, specieque et virtute diversi, oportet eos a pluribus eiusmodi motoribus fieri, qui videlicet neque corpora sint, ne cogantur dum movent, ab alio interim ipsi moveri, atque ita in infinitum necessario procedatur. Neque rursus formae in corpore, ne eas una cum moto corpore moveri contingat. Oportet enim ad motorem perfectissimum, id est immobilem pervenire, ne in motibus ulla umquam transgressio fiat. Motores eiusmodi mentes sunt, siquidem in formis a materia omnino solutis intelligibile atque intellectus est idem".

17 Al respecto puede consultarse el trabajo del mismo Collins, donde demuestra puntualmente la dependencia de la Teología Platónica respecto a la Summa contra Gentiles de Tomás en su concepción de Dios. Como se muestra con el pasaje anterior, también la consideración de los motores inmóviles depende, en gran medida, de esta obra.

18 Aristoteles argumentatur sic in XI metaphysicae. Motum continuum, regularem et, quantum in se est, indeficientem, oportet esse a motore qui non movetur neque per se neque per accidens, ut supra probatum est. Plures etiam motus oportet a pluribus motoribus esse. Motus autem caelii est continuus, regularis, et quantum in se est, indeficiens est: et praeter primum motum, sunt multi tales motus in caelo, sicut per considerations astrologorum probatur. Oportet igitur esse plures motores qui non moveantur neque per se neque per accidens. Nullum autem corpus movet nisi motum, ut supra probatum est. Motor autem incorporus unitus corpori, movetur per accidens ad motum corporis: sicut patet de anima. Oportet, igitur esse plures motores qui neque sint corpora neque sint corporibus uniti. Motus autem caelestes sun tab aliquot intellectu, ut supra probatum est. Sunt igitur plures substantiae intelletuales corporibus non unitae.

19 Cfr. Summa contra gentiles. 2, cap. 92; In Duocecim Libros Metaphysicorum Aristotelis 2585-2588. Tomás distingue en estos textos entre lo que ha establecido Aristóteles en Met. Λ, 8 (es decir que no puede haber más motores que movimientos) y su propia posición que se esfuerza por sostener filosóficamente la posibilidad de que existan más sustancias separadas que las establecidas por Aristóteles. Cfr. In Duocecim Libros Metaphysicorum Aristotelis 2589.

20 Dell'altra natura, cioè angelica e intellettuale, è discordia fra' Platonici. Alcuni, come è Proclo, Hermya, Syriano e molti altri, pongono fra Dio e l'anima del mondo, ch'è la prima anima razionale, gran numero di creature, le quali parte chiamano intelligibile, parte intellettuale, e' quali termini qualche volta etiam confunde Platone, come nel Fedone ove dell'anima parla. Plotino, Porfirio, e comunemente e' più perfetti Platonici, pongono fra Dio e l'anima del mondo una creatura sola la quale chiamano figliuolo di Dio, perchè da Dio è immediatamente produtta. La prima opinione è più conforme a Dyonisio Areopagita ed a' teologi cristiani, e' quali pongono un numero d'Angeli quasi infinito. La seconda è più filosofica e più conforme ad Aristotele e Platone e da tutti e' Paripatetici e migliori Platonici seguitata. E però noi, avendo proposto di parlare quello che crediamo essere comune sentenzia di Platone e di Aristotele, lasciata la prima, benchè sola per sè vera, seguiremo questa seconda via.

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