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Tópicos (México)

versión impresa ISSN 0188-6649

Tópicos (México)  no.42 México jul. 2012

 

Obituarios

 

Alfonso Gómez-Lobo (1940-2011)

 

María A. Carrasco

 

Pontificia Universidad Católica de Chile.

 

En la mañana del 31 de diciembre de 2011, un día antes de cumplir 72 años, murió Alfonso Gómez-Lobo, uno de los filósofos latinoamericanos más prestigiosos de la segunda mitad del siglo XX. Gómez-Lobo nació en Viña del Mar, Chile, y desde 1977 enseñó en la Universidad de Georgetown, Washington D. C., Estados Unidos. Sus méritos académicos le llevaron a obtener también la nacionalidad estadounidense por gracia. Desde el año 2006 alternaba su docencia entre EE.UU. y la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Estudió Filosofía en la Universidad de Valparaíso, Chile, y a comienzos de los años 70 partió a Atenas, la cuna de una de sus principales líneas de investigación: la Filosofía Antigua. Tras un tiempo en la Universidad de Atenas terminó sus estudios en Alemania, en las Universidades de Tübingen, Heidelberg y de München, donde obtuvo su doctorado en Filosofía, Filología Clásica e Historia Antigua.

Su carrera profesional empezó en Puerto Rico y luego en la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos. Entonces su prestigio académico se iba expandiendo hasta que, siendo aún un filósofo joven, se incorporó a la planta de una de las más connotadas universidades norteamericanas, la Universidad de Georgetown. En 1997 obtuvo la Cátedra Ryan de Metafísica y Filosofía Moral de dicha universidad, uno de los mayores honores que brinda Georgetown.

Sus primeras publicaciones en revistas especializadas del mejor nivel ya le merecieron el reconocimiento de los principales estudiosos de Filosofía Antigua, y se convirtió en un nombre ineludible en el debate que se generó en torno a la interpretación del Sofista de Platón y los Segundos Analíticos de Aristóteles durante los años 70. Sus papers eran comentados por pensadores de la categoría de H. G. Gadamer y J. Barnes. Destacan, entre muchos, "Platón, Sofista 244b 6- d 13" (Diálogos 26, 1974); "Sobre 'lo que es en cuanto es' en Aristóteles" (Revista Latinoamericana de Filosofía 2,1976); "Plato's Description of Dialectic in the Sophist 253d" (Phronesis 22, 1977); "The So-Called Question of Existence in Aristotle, Posterior Analytics II. 1-2" (The Review of Metaphysics, 1980) y "La fundamentación de la ética aristotélica" (Diánoia 37, 1991).

Su fecunda labor académica se refleja también en sus libros y en particular en sus traducciones comentadas de textos griegos antiguos, los que ya son referencia obligada para los especialistas contemporáneos. Por ejemplo The Foundations of Socratic Ethics, traducido ya al español y francés; y la traducción y comentarios del Poema de Parménides (1985); Platón, Eufitrón (1996) y Platón, Critón (1998).

Además de brillante investigador, Alfonso Gómez-Lobo fue también un profesor ejemplar. Un verdadero 'pedagogo' que supo explicar los problemas más complejos con una argumentación contundentemente lógica, pero a la vez tan simple y clara que comprensible para todos. Sin embargo, más que argumentar invitaba a discutir. Para él la filosofía no era una profesión sino un modo de vida; y el estilo socrático, dialógico, paciente y riguroso fue su sello personal. Tanto le apasionaba la docencia que durante sus vacaciones o periodos sabáticos - en los que siempre volvía a Chile - organizaba grupos de lectura para seguir profundizando en los textos. Entre 1982 y 1997 dirigió el Georgetown's Greece Program, en el que viajaba a Grecia con sus estudiantes para enseñar en el mismo sitio donde se generaron esas ideas. En una última carta dirigida a sus amigos señaló "... he querido ser un instrumento. En una vida dedicada al estudio... uno se convierte en instrumento para que otros entiendan textos filosóficos, filológicos y teológicos difíciles..." No sólo lo consiguió, sino que además de instrumento, Gómez-Lobo formó y forma parte de la vida y pensamiento de sus muchos discípulos. Su cariño y entrega se reflejan en la dedicatoria de su último libro, Morality and the Human Goods (Georgetown University Press, 2002; traducido al español por editorial Mediterráneo, Chile, 2006): A todos mis estudiantes, los de antes, los de ahora y los que vendrán.

En los 90 comenzó a dedicar parte importante de su tiempo al estudio de la bioética. Fue miembro del U.S. President's Council on Bioethics y de la Pontificia Academia por la Vida del Vaticano. Como cristiano consecuente, Gómez-Lobo defendió públicamente el valor de la vida desde la concepción hasta la muerte. Siempre invitando al diálogo racional; exponía su posición y la sometía a crítica, ponderaba sin dogmatismos los contra-argumentos y los comparaba a sus convicciones. Fue un filósofo admirablemente valiente al que no le importó oponerse a la fuerza de la corriente cultural.

Con esa misma valentía admirable; con la serenidad y actitud reflexiva con la que enfrentaba los debates filosóficos; con el optimismo y la pasión que transmitía a sus estudiantes, Gómez-Lobo luchó por más de un año contra una enfermedad de diagnóstico implacable. Fue un año en el que continuó con sus grupos de discusión, atendiendo alumnos y sorprendiendo a sus colegas con sus reflexiones penetrantes. Un año en el que sabiendo que moría mantuvo su integridad, su porte y su lealtad con los dos grandes amores que lo acompañaron hasta su muerte: la filosofía y su esposa, Jimena Echeñique, por quien sentía una gran admiración. La conoció a los 13 años, se casó, tuvo cuatro hijos y, tanto como su profunda vocación filosófica, marcó en todo momento el camino de su vida.

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