Este pequeño libro, de acceso abierto o inmediato, resultado de la colaboración de geógrafas argentinas y geógrafos argentinos, evidencia un interés reciente y creciente por resaltar el papel que tuvieron las mujeres en el avance de ciertas disciplinas y artes. La interseccionalidad, que considera la superposición de varias identidades (raza, clase, sexo, sexualidad…) para entender la discriminación frente a derechos y oportunidades supuestamente al alcance de todos y todas, está cada vez más presente en las ciencias sociales y las artes. Ha permitido demostrar en múltiples ocasiones la invisibilización de las mujeres y el poco reconocimiento aportado a sus trabajos y contribuciones. En este contexto, se han generalizado las iniciativas para dar visibilidad a ciertas obras olvidadas, poco conocidas o menospreciadas, y reconocer las trayectorias de académicas y científicas de distintas disciplinas.

Los responsables de la programación de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, en el estado de Veracruz, una de las más reconocidas del país, resaltaron por ejemplo que, por primera vez en más de noventa años de existencia, se presentará un número importante de obras de mujeres compositoras (diez a lo largo de la temporada 2023), así como obras mexicanas, brasileñas, griegas, cubanas e italianas (^{Cortés Pérez, 2023}; ^{Gómez López, 2023}). Más allá de la voluntad, señalada por el director de la orquesta, de ofrecer un programa variado, se nota una clara voluntad de incluir a compositoras y compositores de todos los horizontes y de reequilibrar un orden que consideraba en su inmensa mayoría a obras europeas realizadas por hombres. Existen textos académicos, como los que fueron editados por la historiadora Yael ^{Bitrán Goren (2022)} en el libro titulado Mujeres en la música de México: de la gesta individual a las colectivas feministas, que acompañan y dan sustento a esta voluntad equitativa, al evidenciar el papel importante que han tenido las mujeres en la música popular y clásica de México, a lo largo de los siglos XX y XXI.

En otro registro, el artículo titulado “Geógrafas en resistencia. Casos de Uruguay, Chile, Argentina y México (1970-1980). Un acercamiento biográfico”, publicado en el dossier “Geografías, género y diversidades” de Punto Sur, la revista de geografía de la Universidad de Buenos Aires, busca rendir justicia a mujeres geógrafas que tuvieron que enfrentar condiciones políticas adversas durante las dictaduras de América del Sur y el autoritarismo en México. Después de explicar el contexto de los golpes militares y de los movimientos de represión, María Verónica Ibarra García, profesora-investigadora de la UNAM, analiza la trayectoria de las geógrafas y sus posicionamientos políticos y académicos, y explica cómo lograron, a pesar de las condiciones adversas, aportar a la disciplina, al conformar “una geografía critica en América latina” (^{Ibarra García, 2023}).

El libro Pioneras en geografía. Mujeres en la docencia e investigación en las carreras de Geografía de Universidades Argentinas tiene un objetivo semejante: corresponde a la iniciativa de tres geógrafas argentinas, Malena Mazzitelli Mastricchio, Perla Zusman y Cristina Hevilla, que colectaron y compilaron los testimonios de colegas de doce universidades de ese país, sobre la personalidad, la trayectoria y las aportaciones de mujeres que se desempeñaron como profesoras, investigadoras y planeadoras en el campo de la geografía, durante la transición democrática. Cada trayectoria es singular, corresponde a la época y a intereses particulares, y las brechas que abrieron las geógrafas fueron múltiples, como se aprecia en una síntesis de temas e innovaciones de cada una (Tabla 1).

Sin embargo, al revisar los relatos, se vislumbra un punto que tienen en común todas las profesionales: su capacidad para dedicarse a diversas actividades al mismo tiempo; docencia, gestión, planeación, investigación, entre otras. Nidia Ester Formiga, por ejemplo, se tituló de una maestría en Población y Desarrollo en 1988, y de un doctorado en Geografía e Historia en el año 2000, combinó su constante aprendizaje con la investigación y la publicación de libros y artículos, los trabajos de consultoría, la coordinación de censos y la formulación de planes estratégicos y de desarrollo. Cofundó además un nuevo centro de investigación, tuvo varios cargos importantes en la carrera de Geografía de la Universidad Nacional del Sur y fue directora de la Revista Universitaria de Geografía (pp. 31-33). Pero, pese a la intensidad de su agenda, a numerosas responsabilidades y funciones, la profesora Formiga es descrita por su exestudiante Graciela M. Benedetti como una persona accesible, disponible, muy dinámica, que supo transmitir a sucesivas generaciones de estudiantes su pasión por el trabajo de campo, los censos y los debates sobre el urbanismo.

Otro dato importante que recalcan los textos del libro, y que le dio su título, es la apertura y el trazado de nuevos caminos para la geografía, como un saber pedagógico y para la resolución de problemas. Selva Santillán de Andrés fue la primera mujer en obtener un título de posgrado y en dirigir becarios y estudiantes de posgrados en geografía. Elena Chiozza trabajó en gabinetes de planeamiento y aportó sus conocimientos a la planificación territorial, en un ámbito laboral muy patriarcal y en el cual la geografía no salía de las aulas. Myriam Susana González logró combinar los estudios de movilidad y migraciones con una perspectiva de género; María Celia García trabajó sobre el tratamiento integral de residuos sólidos en los años noventa, cuando no era un tema central como ahora; Alicia Andrada promovió la realización del trabajo de campo y de viajes para los estudios regionales y provinciales. Las trayectorias laborales demuestran, además de los intereses variados y la multifuncionalidad de cada una de las geógrafas, una voluntad de innovación y una curiosidad constante: por descubrir nuevas metodologías en la investigación y la docencia, por promover el trabajo de campo, por abrir nuevas carreras y líneas de investigación, por resolver problemas relacionados con el espacio.

Los retratos de cada una en esta edición aportan vida y dejan ver la personalidad, su mirada y su sonrisa; el anexo con la bibliografía completa de las geógrafas citadas cierra este trabajo. Combinada la calidad y la frescura de los textos, inspirarán, sin duda, nuevos autores y nuevas autoras para realizar obras sobre las pioneras en geografía de otros países; mujeres capaces de abrir los horizontes geográficos y de dar nuevos aires a la disciplina.