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Investigaciones geográficas

versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.110 Ciudad de México abr. 2023  Epub 26-Jun-2023

https://doi.org/10.14350/rig.60703 

Reseñas

Méndez Gómez, D. (2022). El Mapa de Atenco-Mixquiahuala: análisis toponímico y cartográfico

Mariana Favila Vázquez* 

*Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social

Méndez Gómez, D.. 2022. El Mapa de Atenco-Mixquiahuala: análisis toponímico y cartográfico. México: Instituto Nacional de Antropología e Historia, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, 430p. https://www.inehrm.gob.mx/recursos/Libros/El_mapa_de_Atenco_Mixquihuala.pdf,


La interdisciplina académica ha resultado sumamente prolífica, sobre todo para quienes logran evitar los vértigos que los recientes giros epistemológicos pueden provocar sin aviso alguno. Esta obra logra situarse exitosamente en medio de los enfoques espaciales y lingüísticos que predominan en las humanidades, particularmente en los estudios históricos (Murrieta-Flores y Martins, 2019). Dicha estrategia dialógica, que incluye la interlocución con la arqueología, la astronomía, la botánica y otras disciplinas, imprime a esta investigación un carácter innovador, de tal forma que resulta atractiva no solo para historiadores, sino también para especialistas en geografía histórica e historia ambiental.

El libro surge originalmente de la tesis de licenciatura sustentada por David Gómez Méndez, con la cual obtuvo el título de etnohistoriador por la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) en diciembre de 2020. Su impacto académico le hizo acreedor en 2021 del Premio Francisco Javier Clavijero en etnohistoria por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del segundo lugar del Premio Especial 500 Años: Conquista y Resistencia Indígena, el cual es otorgado por el INAH y el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM). Este último galardón permitió que la obra fuera publicada como libro. En el mismo año también obtuvo el Premio Nohemí Quezada a la mejor tesis de licenciatura sobre pueblos otopames por parte del comité académico del Coloquio Internacional sobre Otopames. Actualmente el autor es estudiante del programa de doctorado en Historia y Etnohistoria de la ENAH.

Probablemente uno de los aspectos más interesantes del libro se vislumbra en la relación entre lenguaje y espacio geográfico, y en este caso la pregunta esencial de investigación se puede resumir como sigue: ¿cuál es la relación entre un glifo toponímico y el entorno geográfico? Es importante resaltar que Gómez Méndez habla y lee la lengua otomí (hnähñu), habilidad que no puede ser minimizada dado que potenció sus capacidades interpretativas. Esto le llevó a concentrarse en el análisis de los signos toponímicos, los elementos escritos, no solo en dicha lengua sino también en náhuatl, y las glosas en castellano de un documento cartográfico hispano-indígena, el Mapa de Atenco-Mixquiahuala, que acompaña la Relación de Atenco-Mixquiahuala de 1579. Ambos documentos forman parte de un corpus mayor conocido como Relaciones Geográficas del Siglo XVI (Acuña, 1985).

El libro presenta una estructura que conduce al lector por las etapas de razonamiento y argumentación que el autor construyó a lo largo de varios años de investigación. Inicia con un panorama de las fuentes históricas otomíes divididas en cartográficas hispano-indígenas, documentos y códices coloniales, para posteriormente describir cómo y quiénes las han estudiado. A su vez, esto le permitió discutir la naturaleza del documento en cuestión y proponer su identificación como un mapa, basado en las características definidas por estudiosos como Donald Robertson y Miguel León Portilla. En medio de esta revisión de antecedentes y enfoques teóricos metodológicos el autor propone un método de ocho pasos para el análisis de sus fuentes. Este conjuga el análisis iconográfico e iconológico con estrategias que incluyen, entre otras, el trabajo etnográfico, el estudio de fuentes históricas y arqueológicas, el análisis de los topónimos y los signos gráficos, la creación de una base de datos y el estudio de la materialidad del documento histórico.

La contextualización geográfica e histórico-política de la jurisdicción de Atenco, Mixquiahuala y Tezontepec durante el virreinato se sitúa en el marco explicativo de los antecedentes mesoamericanos del Altiplano Central, así como de una revisión concreta pero muy útil sobre el mundo ibérico en los siglos XV y XVI y del surgimiento y organización de la Nueva España. De esta manera, el autor lleva a cabo el reconocimiento de las múltiples voces presentes en las poblaciones del Valle del Mezquital en el siglo XVI que intervinieron en la creación tanto del documento escrito como del mapa que le interesa.

Con la explicación de la naturaleza del proyecto español de las Relaciones geográficas del siglo XVI, y específicamente de la Relación geográfica de Atenco-Mixquiahuala, el autor plantea de manera general el propósito por el cual se creó el mapa en cuestión, así como la autoría de la relación a la que acompaña. Después de este arduo trabajo descriptivo, encontraremos que el esfuerzo denso de David Gómez se concentra en los capítulos cuarto, quinto y sexto del libro. Una vez que ha revisado todo aquello que consideraba necesario para familiarizar a sus lectores con el problema y objeto de investigación, realiza una clasificación de los elementos gráficos de tradición local y de origen europeo que se identifican en el mapa, estableciendo una codificación que le permite gestionar el universo de datos del que se ha hecho.

Mediante la aplicación de la metodología interdisciplinaria referida unas líneas arriba, el autor fue capaz de reconstruir un verdadero rompecabezas del siglo XVI de la autoría de tres grandes sistemas culturales: el otomí, el nahua y el castellano. Su capacidad para vincular distintas disciplinas fue la clave para resolver semejante problema, atendiendo elemento por elemento de manera profunda y concienzuda. La investigación etnohistórica concentrada en el conocimiento del espacio de los habitantes actuales de la región, así como las pesquisas lingüísticas, la consulta de diccionarios y vocabularios de las distintas lenguas y el manejo de investigaciones previas, así como de la información histórica y arqueológica disponible, todas en conjunto permitieron al joven investigador descifrar las formas de organización y representación espacial proyectadas en el Mapa de Atenco-Mixquiahuala. A su vez, realizó un ejercicio de traducción paisajística a la inversa, pues geolocalizó en varias imágenes satelitales recientes cada uno de los glifos toponímicos y signos gráficos tanto de tradición indígena como europea presentes en el documento.

Desde mi punto de vista, Méndez Gómez realizó un extraordinario estudio geohistórico y de paisaje, adelantando y resolviendo cómo deberíamos acercarnos a lo que finalmente se identifica como un códice cartográfico. Es casi un esbozo para crear lo que en otro contexto se ha sugerido como una teoría de la significación de la dimensión lingüística del espacio (Cifuentes, 1989), ya que en este ejercicio Gómez se concentró en las expresiones gráficas localizadoras de una región histórica de composición étnico-lingüística compleja.

Para finalizar quisiera mencionar cómo, además del titánico trabajo de investigación del autor en campo, su inmersión en diversos archivos documentales también fue fundamental. Este esfuerzo se vio reflejado tanto en el contacto establecido con la Benson Latin American Collection de la Universidad de Austin, Texas, quienes le proporcionaron una imagen en alta resolución del mapa, como en el apartado de anexos que incluye la versión paleográfica de nueve documentos recuperados del Archivo General de la Nación cuya consulta está ahora disponible gracias a su publicación en esta obra. También vale la pena mencionar que el libro fue prologado por Alfonso Arellano Hernández, reconocido especialista en la historia mesoamericana, quien destaca el valor de la obra y nos pone sobre aviso ante el contenido y los hallazgos que se desarrollan en las más de cuatrocientas páginas que la conforman. Se trata sin duda de una mirada geográfico-histórica fresca y novedosa del Valle del Mezquital apoyada en un documento espléndido del siglo XVI, así como en las propias andanzas del autor en los territorios estudiados.

REFERENCIAS

Acuña, R. (Ed.) (1985). Relaciones geográficas del siglo XVI: México (t. primero, vol. 6). Serie Antropológica 63. México: Instituto de Investigaciones Antropológicas, Universidad Nacional Autónoma de México. [ Links ]

Cifuentes Honrubia, J. L. (1989). Lengua y espacio. Introducción al problema de la deíxis en español. España: Universidad de Alicante. Versión electrónica disponible en https://core.ac.uk/download/pdf/17189138.pdfLinks ]

Murrieta-Flores, P. y Martins, B. (2019). The geospatial humanities: past, present and future. International Journal of Geographical information Science, 33(12), 2424-2429. https://doi.org/10.1080/13658816.2019.1645336 [ Links ]

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