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Investigaciones geográficas

On-line version ISSN 2448-7279Print version ISSN 0188-4611

Invest. Geog  n.108 Ciudad de México Aug. 2022  Epub Sep 12, 2022

https://doi.org/10.14350/rig.60614 

Editorial

Editorial

Héctor Mendoza Vargas


El camino de la reflexión de la geografía ha sido más o menos largo, en algunos conceptos clave de su gramática y de su existencia como naturaleza y paisaje, sensibilidad y pasión, el lenguaje de la imaginación o el papel del sujeto y con este los puntos de vista de lo subjetivo. El arte de “saber ver” en la tradición geográfica (Ortega, 1987, p. 29) y el “vasto terreno de la cultura” (1987, p. 42), integran el arco de inquietudes y atraviesan las páginas de la obra Geografía y cultura que, en su 35 aniversario (1987-2022), merece la atención en esta editorial de Investigaciones Geográficas, revista del Instituto de Geografía de la UNAM.

Su autor, Nicolás Ortega Cantero, es una figura de larga andadura en la geografía española, ahora jubilado de la cátedra de geografía humana en la Universidad Autónoma de Madrid. Presentó su tesis doctoral en la Universidad Complutense bajo la dirección de Manuel de Terán (1904-1984), el profesor de múltiples miradas que rebasaron el ámbito de la geografía y que conjugó en su figura varias facetas de trabajo docente, editorial, administrativo, directivo y académico con la edición de obras de larga influencia sobre los rasgos del paisaje y episodios de la geografía española (Rodríguez, 1995, p. 183).

Ortega Cantero se sitúa en una generación inquieta, de búsqueda y de nuevos rumbos en la década de los setenta, contaba con compañeros universitarios regidos por nuevas ideas y direcciones de trabajo como Josefina Gómez Mendoza, Aurora García Ballesteros, Ma. Dolors Garcia Ramón, Julio Muñoz Jiménez, Rosa Reixach, Ana Sabaté Martínez o Tomás Vidal Benito, por mencionar unos cuantos. Para cuando publicó el libro que comentamos, en Alianza Editorial (la misma donde Gómez Mendoza ya había colaborado, en 1968, con la traducción de La historia y las ciencias sociales de Fernand Braudel), ya se había publicado una novedosa aproximación al estudio del pensamiento geográfico, de los siglos XIX y XX europeos, con el modelo de rupturas y continuidades (Capel, 1981).

Las nuevas generaciones comenzaron a leer en las aulas y bibliotecas el libro de Capel con los rumbos y las ideas del pensamiento geográfico, ahí se ordenaron los modelos del positivismo, el historicismo, el neopositivismo, hasta el surgimiento de las geografías radicales (Capel, 1981), y en las últimas páginas del libro hallamos la entrada de la “geografía humanista” que, bajo la influencia de la dimensión subjetiva, centra los “significados, valores, objetivos y propósitos” en la construcción de una espacialidad en cada individuo, es decir, un perfil abierto a la “experiencia vital concreta” (Capel, 1981, p. 442).

Aquí se sitúa el libro de Ortega Cantero, como una llave que abre el diálogo de la geografía. Su libro ordena en poco más de una docena de apartados la influencia cultural y responde a la efervescencia vivida en esos años críticos y de actitudes. Ahí anota: “[…] ante la crítica posición de la Geografía, ante esa posición que numerosos geógrafos no dudan en calificar, cuando menos, de confusa y desconcertante, estimo más pertinente que nunca reflexionar críticamente sobre la tradición” (Ortega, 1987, p. 17). Al indagar, encuentra que en el camino cada autor, como Paul Claval, Yves Lacoste o Massimo Quaini, “crea a sus precursores” y modifica nuestra mirada al pasado y al futuro (Ortega, 1987, p. 19). Ese viaje al pasado es selectivo y, para él, hay un descrédito a unas vetas de larga y rica presencia en la tradición geográfica centrada en la figura del sujeto (Ortega, 1987, p. 28).

Por eso, dentro de la tradición moderna, sitúa el romanticismo y en su panorama cultural a figuras como Humboldt y Ritter, con “ideas, valores y visiones del mundo” que originan el “descubrimiento moderno de la naturaleza y del paisaje” (Ortega, 1987, p. 31). La actuación entre el individuo interior y el mundo exterior sitúa la subjetividad, que es algo más allá de la literalidad científica y que arraiga en el “feraz y más vasto terreno de la cultura” (Ortega, 1987, p. 42). Para Humboldt, el “carácter de un paisaje, y de toda escena imponente de la naturaleza, depende de la simultáneidad de ideas y de sentimientos que agitan al observador” (Ortega, 1987, p. 43). “Saber ver” para el geógrafo se convierte en un “modo de razonar y entender su punto de vista [en] el ámbito de la cultura” (Ortega, 1987, pp. 47-48). Las percepciones culturales de lo geográfico, de la naturaleza y del paisaje, las han propuesto, por ejemplo, “los poetas o los narradores, los pintores o los viajeros” (Ortega, 1987, p. 50).

De ahí que la “espacialidad” se vea geográficamente, es decir, la “simultánea presencia de lo universal y lo particular, del conjunto y de sus partes: lo geográfico es articulación unitaria de unidades articuladas” (Ortega, 1987, p. 51). El autor enlaza aquí con la región, para él, “una forma valiosa y coherente de concretar el ejercicio de aquel punto de vista integrador que puede reconocerse [en] Humboldt y [en] Ritter”, como un “marco particularmente propicio para ejercitar la voluntad de unidad, el saber ver integrador”, donde se movilizan todas las facultades del sujeto (Ortega, 1987, pp. 73, 75 y 79).

Este libro de Ortega Cantero sitúa a la geografía, vista como “una representación cultural del mundo”, abierta a vías de comunicación como el lenguaje de la metáfora, un signo cultural entre el conocimiento geográfico y la sociedad (Ortega, 1987. p. 111). Por eso, interesa a la geografía “entender cómo se representan los hombres lo geográfico -la naturaleza, el paisaje, el espacio, las relaciones que conectan analógicamente lo exterior y lo interior- y para ello es necesario aguzar la sensibilidad” (Ortega, 1987, p. 111).

Con el sustrato teórico del libro y situada una nueva mirada cultural y sensible de la geografía, el paso siguiente fue su institucionalización en la figura del Instituto del Paisaje de la Fundación Duques de Soria, fundado en 1999, en las tierras del paisaje castellano de los “escritores de la generación del noventa y ocho” (Ortega, 1987, p. 113). Dirigido por Eduardo Martínez de Pisón, participan nueve profesores universitarios y profesionales relacionados con los paisajes españoles, tanto en su conocimiento, como en su valoración y protección (Ortega, 2010, pp. 677-678). Ahí, en el Convento de la Merced, se convoca un seminario anual dedicado al estudio del paisaje y a una excursión relacionada con los “componentes naturales y culturales del paisaje, de sus conexiones con la memoria histórica y la identidad nacional, y de sus imágenes de variado signo, desde las literarias y pictóricas, hasta las cartográficas y geográficas” (Ortega, 2010, p. 680).

La construcción intelectual de Ortega Cantero, desde las páginas de su libro hasta la realización de esa amplia e integradora visión que ofrece del paisaje a través de las reuniones y excursiones por los paisajes de Castilla y León,1 refleja una parte del trabajo y de las ilusiones de una generación de geógrafos y geógrafas, antes mencionada, que han actuado en las últimas tres o cuatro décadas principalmente en el nicho académico de la Universidad Autónoma de Madrid y que han reforzado el diálogo entre la mirada geográfica y los puntos de vista de las humanidades (Ortega, 2017).

Referencias

Capel, H. (1981). Filosofía y ciencia en la geografía contemporánea. Barcelona: Barcanova. [ Links ]

Ortega Cantero, N. (2018). La visión moderna del paisaje en la geografía española. Boletín de la Real Sociedad Geográfica, CLIII, 13-30. [ Links ]

Ortega Canero, N. (2017). El diálogo entre la geografía y las humanidades en la visión del paisaje de Manuel de Terán. Treballs de la Societat Catalana de Geografia, 84, 179-187. DOI: 10.2436/20.3002.01.140 [ Links ]

Ortega Cantero, N. (2010). El Instituto de la Paisaje de la Fundación Duques de Soria. Estudios Geográifcos, LXXI(269), 677-685. DOI: 10.3989/estgeogr.201023 [ Links ]

Ortega Cantero, N. (1987). Geografía y cultura. Madrid: Alianza Editorial. [ Links ]

Rodríguez Esteban, J. A. (1995). La geografía española (1940-1969). Repertorio Bibliográfico. Madrid: Marcial Pons. [ Links ]

1Las diversas excursiones por Castilla se adentran en un paisaje “menospreciado y desdeñado por los viajeros románticos” (Ortega, 2018, p. 17), aunque elogiado por Elisée Reclus, actualmente sirven como modelo pedagógico a los participantes del seminario de Soria, con una visión que se asemeja a las excursiones de finales del siglo XIX e inicios del siguiente, que modernizan la geografía a través de las orientaciones escolares al aire libre abiertas desde el Instituto Libre de Enseñanza (Ortega, 2018, pp. 18-19).

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