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Investigaciones geográficas

versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.79 Ciudad de México dic. 2012

 

Editorial

 

El diálogo abierto por artistas, diseñadores y fotógrafos desde el arte hacia la geografía y particularmente con los mapas, ha llevado a un punto irreversible en el que se cuestiona al mapa como convención cultural de Occidente, lo que es motivo de atención en esta editorial de Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía de la UNAM. Una "forma interesante y nueva de descifrar" lo mexicano ha sido la propuesta de Moniek Driesse y Annelys de Vert, quienes, a través de una diversidad de imágenes, han integrado "un caleidoscopio de México, de lo que hace la gente, de cómo vive". En el Atlas subjetivo de México publicado por ambas se aprecian "visiones personales, negativas o positivas que van desde la comida, el baile, la arquitectura [hasta] las fiestas" (Driesse y Vert, 2011).

En esa invitación a la reflexión sobre los mapas se incardina la propuesta de Agnieszka Casas, interesada también por el diálogo con la cartografía. 1 Egresada de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México, tiene una propuesta escultórica que es una reinterpretación espacial de una parte específica de la Ciudad de México, donde traslada las "circunstancias humanas y urbanas" a mapas en los que se integra el volumen. A esta artista visual le interesa el espacio urbano, pero no para representarlo de una forma fidedigna, sino a través de una representación estética que le permita "expresar de un modo personal la realidad".

A través del "Programa: Jóvenes Creadores / Medios Alternativos" del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, obtuvo apoyos para su proyecto: "La 20, cartografía volumétrica". En esta propuesta, que representa su primera exposición individual,2 presenta una metodología en la que combina los itinerarios, la fotografía y la aplicación de un sondeo. Aplicó dicha metodología y un conjunto de técnicas para realizar un ejercicio de arte cartográfico en la colonia 20 de Noviembre, en la delegación Venustiano Carranza.3

En términos de montos poblacionales, la delegación Venustiano Carranza ocupa el séptimo lugar con 430 978 habitantes (2010), detrás de Iztapalapa, Gustavo A. Madero, álvaro Obregón, Tlalpan, Coyoacán y Cuauhtémoc. En el caso de la colonia 20 de Noviembre, se nota un cambio en el comportamiento demográfico, de 14 331 en 2000, pasó a 13 931 en 2005 y 13 001 habitantes en 2010, lo que evidencia un abandono de población de la colonia que acentúa un proceso de envejecimiento, asociado con un cambio de uso del suelo, de habitacional a comercial. En este escenario urbano, Agnieszka Casas precisó la escala de su trabajo en la manzana como unidad de identidad cultural y en la que se ha percatado de las "maneras en que se puede vivir y sentir un espacio", en otras palabras, el proceso de "apropiación del entorno urbano".

Ámbito de historia personal y escenario de su niñez, las calles de la 20 de Noviembre han sido testigos de su andar,4 sin transgredir las rutas habituales pero abierta en todo momento al magnetismo del barrio se ha adentrado a las costumbres de cada día, con lo que Casas no sólo amplió la mirada de su entorno, sino que también estableció una relación "afectiva y una experiencia corporal" (Breton, 2011). Para este ejercicio personal, durante ocho meses, recorrió alrededor de 80 manzanas de la 20 de Noviembre, de un total de 178 que integran la colonia. Una apuesta de esta naturaleza integra la experiencia del trabajo de campo adquirida por ella, entre 2009 y 2010, como parte de la estructura operativa encargada de la obtención de información censal en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).5 Este trabajo previo controlado a nivel de área Geo–Estadística Básica (AGEB),6 la ha orientado para la sistematización y aplicación de una guía de observación. Este estilo de trabajo seleccionado por Casas para acudir al encuentro con los habitantes y conocer el lugar coincide con una de las más antiguas tradiciones reconocidas dentro de la geografía.

Los itinerarios por las calles le dieron las claves de las características físicas y socio–culturales de esa área urbana.7 De las primeras, recabó información de 17 variables y de las segundas 13 más. Para cada una ha diseñado un nuevo lenguaje cartográfico codificado por medio de 30 formas y la combinación de 17 colores (Figura 1). Para traspasar los marcos del mapa tradicional, Casas optó por crear mapas volumétricos en los cuales pudo emplear "alturas, profundidades, tiros visuales, sombras, cuerpo...". A partir de este paso esencial ha construido su propuesta estética "en cuatro niveles distintos". Inicia desde abajo, en los dos primeros niveles acomoda los rasgos físicos del barrio como banquetas en mal estado, baches, alcantarillas sin coladeras, topes, vehículos abandonados, casas y locales abandonados, casetas telefónicas y semáforos. En los niveles siguientes, las variables consideradas son la acumulación de basura, invasión de calle por comercios, excremento de perro, árboles talados o aprisionados, plantas, niños jugando en la calle. La parte superior la ocupa lo más subjetivo, el ánimo o percepción de la artista que ha registrado al andar: feliz o infeliz, seguro o inseguro, silencioso o ruidoso, agradable o desagradable. Otros elementos diferenciados en este nivel son los altares a la Santa Muerte, San Judas Tadeo y a la Virgen de Guadalupe y cruces mortuorias, entre otros. Con esta técnica, Casas ha identificado la construcción de una territorialidad urbana, la apropiación del espacio urbano y la actuación de los vecinos de la colonia 20 de Noviembre (Figura 2).

El resultado son los mapas escultóricos construidos con piezas de acrílico cortadas y ensambladas que, de acuerdo con la combinación de la información de la calle, dan forma y volumen a una figura que representa a la manzana urbana, a los aspectos de la realidad espacial que ha encontrado al caminar por esa parte del centro oriente de la capital mexicana. Lo que tenemos a la vista es una pieza estética que se levanta con diferentes planos y uniones, y que, a partir de la lectura del código o variables de cada nivel, posibilita identificar la posición de cada rasgo del barrio trasladado a la escultura. Aquí, lo que importa es el detalle, para fijar la mirada con atención en cada ensamble. Con esto, lo que Agnieszka Casas integra es, por un lado, la diversidad urbana de la colonia 20 de Noviembre, con sus particularidades y, por el otro, la transformación de los elementos de un inventario o catálogo de rasgos urbanos que le dan sentido a ese barrio. Con eso, lo que presenta con la cartografía volumétrica es un lazo territorial entre su visión personal y artística y las peculiaridades del barrio. Así nos entrega otra mirada y forma de pensar los espacios de la Ciudad de México. Finalmente, ante las propuestas que relacionan el arte y el mapa urbano de la capital mexicana, sólo resta apuntar una pregunta y dejarla abierta a la reflexión: ¿qué significa esta práctica artística dentro del universo de la cartografía?

 

Referencias

Amara, L. (2010), A pie, Editorial Almadía, Oaxaca de Juárez, Oaxaca.

Breton, D. Le (2011), Elogio del caminar, Ediciones Siruela, Madrid.         [ Links ]

Driesse, M. y A. de Vert (2011), Atlas subjetivo de México/ Subjective Atlas of Mexico, LAST, México.         [ Links ]

García Vázquez, A. (2010), Carpeta de trabajo, México.         [ Links ]

Jacobs, J. (2011 [1961]), Muerte y vida de las grandes ciudades, presentado por Zaida Muxí, Capitán Swing Libros, Madrid.         [ Links ]

 

Notas

1 Como parte de la generación de artistas visuales que han puesto en diálogo a los mapas con los espacios de la ciudad, de una manera subjetiva, pueden verse las propuestas de Amauta García Vázquez. En Santocho querido, propone un atlas a través de metáforas y de historias orales de la colonia Pedregal de Santo Domingo, Coyoacán, que incorpora los itinerarios y encuentros de ella con los vecinos para indagar "sus recuerdos, miedos y deseos que han desarrollado al vivir en Santo Domingo" y, en Retrato familiar, propone "una fotografía de la familia materna" y, en una segunda parte, "un mapa que indica las rutas de migración" por las que viajaron los padres, tíos y abuelos para llegar a Santo Domingo. En cada mapa están dibujados los caminos de los estados de Michoacán, Veracruz, Oaxaca y Puebla hacia la Ciudad de México (García, 2010). Sobre los mapas de México, a escala nacional, de García Vázquez, véase Driesse y Vert (2011).

2 Esta propuesta de arte cartográfico se ha presentado, del 24 de mayo al 24 de agosto de este año, en la planta baja de la Mapoteca "Manuel Orozco y Berra" del barrio de Tacubaya, Ciudad de México.

3 Esta delegación, con la Cuauhtémoc, la Miguel Hidalgo y la Benito Juárez, integran la ciudad central o interior de la capital mexicana, con un total de 1 721 137 habitantes (2010).

4 Luigi Amara (2010) reivindica el retorno a la medida humana del paseo a pie. Para él, andar a pie es una forma de resistencia contra la urbanización del aislamiento promovida por el coche.

5 Entrevista con Agnieszka Casas, en la sala "Pangea", planta baja del Instituto de Geografía de la UNAM, miércoles 5 de septiembre de 2012.

6 Una AGEB son conjuntos de 25 a 50 manzanas con que INEGI coordina y sistematiza la obtención de la información censal en localidades de más de 2 500 habitantes. Dio paso a un nuevo nivel de desagregación estadística utilizando coordenadas geográficas y una clave única en el territorio nacional.

7 Jane Jacobs (2011 [1961]) resaltó el empleo del itinerario como forma de establecer contactos casuales y públicos en los barrios, lo que proporcionó "un sentimiento de identidad pública de la gente, una red de respeto público y de confianza" y enfrentó los ideales de las reformas indiferentes o impersonales del urbanismo clásico.

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