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Investigaciones geográficas

On-line version ISSN 2448-7279Print version ISSN 0188-4611

Invest. Geog  n.78 Ciudad de México Aug. 2012

 

Reseñas

 

Martínez Limón, E. (ed.: 2011) Gran Guía Turística. UNAM: Ciudad Universitaria y antiguo barrio del Centro Histórico

 

Valeria Sánchez Michel*

 

El País–Aguilar/UNAM, 223 pp., ISBN 978–607–11–0710–7

 

* El Colegio de México

 

Antes de salir de viaje, muchas personas suelen comprar una guía del lugar que visitarán; es imprescindible para quienes planean cuidadosamente sus vacaciones o para aquéllos que les gusta recorrer los sitios conociendo más sobre cada lugar. Ahora la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM) cuenta con una guía turística para quien quiera recorrerla, se trata de la Gran Guía Turística. UNAM: Ciudad Universitaria y antiguo barrio del Centro Histórico, una obra que, como se tratará de mostrar en esta reseña, es de mayor utilidad para quienes somos universitarios que para los turistas, a quienes está dirigida.

La Gran Guía Turística de la UNAM es el resultado de un trabajo conjunto entre Santillana Ediciones y la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, en el marco de los festejos del centenario de la Máxima Casa de Estudios. Dividida en cinco capítulos, sigue los lineamientos de la colección 'Guías Visuales' de la casa editorial mencionada, por ello cuenta con una introducción histórica, usa imágenes profusamente y, además, es una edición a color.1 Se trata de una obra que cuenta con múltiples planos, dibujos, fotografías y recuadros, por lo que necesariamente involucró a un numeroso equipo de trabajo; sin embargo, solamente son tres sus autores: José Luis Trueba Lara,2 Bertha Ruiz de la Concha y Teresa Martínez Arana.3

Todo el libro está cargado de información, incluyendo las solapas y las guardas. En las solapas se encuentran los colores que distinguen cada capítulo y los símbolos que se emplean para describir la función y los servicios de cada inmueble.4 En las guardas se encuentra un plano de Ciudad Universitaria, en las del principio la parte norte y en las del final la parte sur, se trata de un 'plano callejero', donde se aprecian los circuitos y las rutas del Pumabús y que, además, cuenta con los nombres de algunas dependencias. Desafortunadamente no muestran ni la ubicación de las estaciones del metro (Copilco y Universidad), ni las de las estaciones del metrobús (Dr. Gálvez y Ciudad Universitaria), lo que ayudaría a los lectores a tener más clara la accesibilidad del transporte público a las instalaciones universitarias.

La guía abre con un índice por capítulos y subtemas al que se le llama 'Contenido' para distinguirlo del 'índice general' que se encuentra al final del libro, donde además de los capítulos y subtemas se incluyen las dependencias universitarias, de manera tal que si el lector busca la información de un edificio en particular debe consultar este último índice. Después del 'Contenido' se encuentra la sección 'Cómo utilizar esta guía', que más que explicarle al lector cómo utilizarla, hace una descripción de cómo está formada y cuáles son sus características. Después de los cinco capítulos, cierra la obra el índice general y un directorio de las dependencias universitarias dispuesto en orden alfabético.

Los dos primeros capítulos de la guía sirven para que el lector conozca mejor la institución. En el primero, titulado 'Historia y cronología', se hace un recuento del pasado de la Universidad desde la fundación de la Real Universidad de México en 1551 hasta el 2010. En la introducción del capítulo José Luis Trueba justifica el pasado colonial de la institución, enfatizando que a pesar de que en 1910 Justo Sierra señaló que no existía una continuidad entre la Real y Pontificia Universidad de México y la Universidad Nacional, esta última aglutinó a las instituciones científicas y culturales surgidas en la Colonia y en el siglo XIX. El capítulo es una buena introducción a la historia de la Universidad; en los recuadros de este capítulo se pueden leer fragmentos de fuentes primarias, de manera que uno lee sobre la universidad en la época de Sor Juana, de Benito Juárez o de Julio Jiménez Rueda. Un gran acierto de este capítulo es la cronología que lo acompaña, la cual señala algunos acontecimientos y personajes que no aparecen en el texto, lo cual contribuye a tener una mejor idea del devenir de la Universidad. Es importante destacar que este capítulo fue revisado por Lourdes Chehaibar, directora del Instituto de Investigaciones de Estudios sobre la Universidad y la Educación [IISUE], y la cronología por Enrique González González y Leticia Pérez Puente, investigadores del IISUE que tienen varios trabajos sobre la historia de la Universidad.

En 'La UNAM a grandes rasgos', segundo capítulo de la guía, se hace el recuento de los cien años de la Universidad Nacional, de la labor que ha tenido en los rubros de docencia, investigación y difusión cultural (funciones que la caracterizan y que se encuentran señaladas en su Ley Orgánica), haciendo énfasis en los espacios que ha ocupado y que ocupa actualmente. Se trata de destacar el 'esfuerzo centenario' que ha tenido la Universidad para consolidarse. Los recuadros de este capítulo brindan más datos sobre la Universidad, por ejemplo sobre su escudo, su lema o algunas de sus publicaciones. Hay otros recuadros que aportan datos estadísticos de la Universidad, sin embargo, en ocasiones les hace falta título (lo cual ayudaría a una mejor comprensión de la información). Además, hay uno de ellos (el que aparece en la p. 38) que hubiera sido mejor poner los años de creación de las dependencias en lugar del año en que se convirtieron en facultades, pues quien no sabe nada sobre la Universidad pensará que es apenas desde 1981 que se enseña arquitectura, cuando en realidad se imparte desde la instauración de la Universidad Nacional, en 1910, o que la FES Acatlán comenzó sus labores en 2004, cuando fue fundada en 1975.

En los tres capítulos siguientes, 'Paseos por CU', 'Centro Histórico' y 'Otros Centros culturales', se describen los espacios de la UNAM que los autores han seleccionado para recorrer. La Gran Guía Turística no marca los recorridos ni guía los pasos del lector, sino plantea que 'cada visitante decidirá cómo recorrer este vasto escenario' (p. 60). La información de cada inmueble varía mucho; en algunos se describe su arquitectura y se menciona a los arquitectos, en otros solo se opta por describir las funciones de la dependencia y su estructura. Los recuadros de estos capítulos aportan datos sobre algunos recintos, sobre alumnos destacados o sobre algunas obras de arte.5

En 'Paseos por CU' se abordan los inmuebles que se encuentran en el Campus Central, el Estadio Olímpico, algunas dependencias del Circuito Exterior y del Circuito de la Investigación Científica, el Centro Cultural Universitario y el Jardín Botánico. Algunas veces parecería que lo que movió a las autoras en la selección de los inmuebles fue sobre todo dar a conocer a la UNAM y no tanto el hecho de visitarla y recorrerla, pues se incluyen lugares que no se pueden visitar, como es el caso de la Imprenta Universitaria (p. 90) o la Supercomputadora de la UNAM (p. 100). Además, los planos que se encuentran en este capítulo solo ayudan a tener una idea del espacio que se está describiendo, pero no ubica a quien está usando la guía para pasear. En estos planos se muestran dependencias de las que no se habla y no se resalta o se distinguen aquéllas que sí se describen.

Visualmente es una guía muy atractiva que ofrece múltiples fotos panorámicas que dejan ver la belleza de los espacios universitarios y que permiten apreciar desde otras perspectivas lugares que uno 'camina'. Un buen ejemplo es la foto de la página 64 con el pie de foto 'El estadio, al fondo, da cuenta de la anchura de la Plaza de Rectoría'. Se trata de fotografías tomadas recientemente por Michael Calderwood, en las que el lector podrá ver la Ciudad Universitaria y la urbanización de sus alrededores, como la de la página 71 que dice al pie 'Flanquea la explanada [central] por el norte la Plataforma de Humanidades, con las facultades de Filosofía y Letras, Derecho y Economía' donde se puede apreciar no sólo esa parte de la Ciudad Universitaria, sino también los edificios y multifamiliares cercanos a ella, o la imagen de la página 78 que muestra la 'Plataforma de Ciencias vista desde el noroeste', en la que uno puede ver como la mancha urbana se detiene en los límites de la Ciudad Universitaria.

Una de las características de Ciudad Universitaria, y de la Universidad en su conjunto, es el arte que posee. Las fotografías también le permiten al lector conocer algunas obras de arte que se encuentran al interior de facultades o dependencias universitarias como los murales de Benito Messenguer del auditorio de la Facultad de Economía (p. 74) o el de Lucille Wong en el auditorio de la Unidad de Posgrado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (p. 108).

En el cuarto capítulo se describen siete de los diez inmuebles que la UNAM tiene actualmente en el Centro Histórico. Titulado 'Barrio Universitario', aludiendo a los primeros años de la Universidad, cuando sus dependencias se encontraban dispersas en aquel lugar. En la introducción, se enfatiza que la UNAM cuenta con dos edificios del siglo XVI, cuatro del XVII, dos del XVIII, uno del XIX y uno del XX. Sin embargo, esto no es así: de los recintos que actualmente tiene la Universidad Nacional en el Centro Histórico, ninguno corresponde al siglo XVI, tiene dos del siglo XVII, tres del XVIII, tres del XIX y dos del XX.

En este capítulo, Trueba Lara escribe que 'de 1524, es el de la primera sede de la Real Universidad de México', pero el edificio que actualmente es sede del Programa de Estudios sobre la Ciudad (localizado en la esquina de las calles de Moneda y Seminario) no es el inmueble donde comenzó su actividad en 1553 la Real y Pontificia Universidad de México, si bien si se ha reconocido que es el 'solar' [predio] donde se encontraba.6 Luis Ortiz Macedo explica como 'el inmueble que hasta la fecha se conserva seguramente data de ese año [1743], puesto que sus cualidades arquitectónicas corresponden al siglo XVIII' (Ortiz, 2003).

El otro edificio que Trueba Lara señala como del XVI es 'de 1534, el Hospital Real del Amor de Dios, luego Real Academia de San Carlos'. Si bien la Real Academia utilizó la sección noreste del Hospital, el edificio fue adaptado desde un primer momento y en 1864 el arquitecto italiano Javier Cavallari lo reconstruyó 'para darle al edificio la imagen que conserva en nuestros días, sobre todo en su exterior' (Boils, 2010).

Como edificios del siglo XVII, Trueba Lara menciona al ex Convento de Santa Catalina de Siena, hoy sede de los ex alumnos de la Facultad de Derecho, pero este inmueble data del siglo XX, cuando el ingeniero militar Salvador Echegaray lo transformó, dando a la construcción 'una clara expresividad propia de la arquitectura de inspiración clasicista, sobre todo en su exterior' (Ibid.:85). Porfirio Díaz inauguró este edificio en marzo de 1908. El otro edificio que Trueba Lara menciona como del siglo XVII es el ex convento de Santa Teresa, hoy Palacio de la Autonomía. Es cierto que en el predio donde se encuentra ahora el Palacio estaba el convento, pero después de que fue seccionado por la Reforma Liberal, tuvo varios usos y fue deteriorándose hasta quedar destruido. El edificio que hoy conocemos fue construido por el arquitecto Manuel Francisco álvarez entre 1889 y 1890 para albergar a la Escuela Normal para Profesores; posteriormente el mismo arquitecto remodeló el edificio para que lo ocupara la rectoría de la Universidad Nacional de México y la Escuela de Altos Estudios en 1910 (Ibid.:79–80).

Este cuarto capítulo cuenta con un 'plano callejero' donde se localizan todas las instalaciones de la Universidad en el Centro Histórico, lo que permite al lector ubicarse al realizar su recorrido, aun cuando no indica ninguna estación del metro, lo le impide al lector conocer la accesibilidad a los recintos universitarios por medio del transporte público. Además, en este capítulo se utilizan dibujos axonométricos de algunos recintos que dejan ver la planta y distribución de los edificios, con imágenes que dan cuenta de detalles de los inmuebles o de lo que albergan, lo que ayuda a darle atractivo y a explicar mejor lo descrito en el texto. La descripción de cada edificio incluye la historia del edificio y, si se trata de un museo, de las colecciones que tiene.7 Sin embargo, llama la atención que no se diga nada sobre las funciones actuales del Templo de San Agustín y que no se incluya una descripción del edificio del antiguo templo de San Pedro y San Pablo. Se entiende que al momento en que escribió el texto Trueba Lara el recinto estaba cerrado, para funcionar como el Museo de las Constituciones que actualmente es; sin embargo, su historia y su arquitectura lo ameritaban (ahí se reunió el Congreso Constituyente que redactó la primera constitución del México independiente; además, alberga murales como 'El árbol de la ciencia' de Roberto Montenegro y vitrales como el del 'Escudo de la Universidad' de Montenegro y Jorge Enciso), (Gutiérrez, 2012).

El último capítulo de la guía está dedicado a 'Otros centros culturales' de la UNAM; aquí se describen el CCU Tlatelolco, el Museo del Instituto de Geología, la Casa de los Mascarones, el Museo Universitario del Chopo, el Museo Experimental El Eco, la Casa Universitaria del Libro, MUCA Roma y la Casa del Lago. Al igual que en el capítulo anterior, las descripciones de cada lugar incluyen la historia del edificio y las colecciones o actividades que ahí se realizan. Por la distancia geográfica que existe entre las dependencias universitarias que comprenden este capítulo, se optó por el uso de pequeños planos que ubican las calles aledañas de cada recinto y sólo se utilizan los planos axonométricos para el Museo de Geología y el Museo del Chopo.

Sin lugar a dudas la Gran Guía Turística de la Universidad es una guía que por su formato es sumamente atractiva y que, además, contiene muchísima información. Si bien está pensada para quienes quieran conocer mejor a la Universidad y visitar algunos de sus espacios, será más útil para que los universitarios conozcan mejor las diversas dependencias que integran su alma mater que para los turistas, pues, pese a su extensión (más de 200 páginas), no ofrece una manera práctica de recorrer la Universidad. A este respecto, la guía de Juan B. Artigas, UNAM México, guía de sitios y espacios, publicada en 2006 (con una segunda edición en 2009), aunque es de naturaleza distinta, mantiene su vigencia en diversos aspectos y, a pesar de su formato (demasiado grande para ser una guía turística), resulta mucho más funcional que la aquí reseñada. La guía de Artigas también incluye los edificios antiguos y también centra su atención en la Ciudad Universitaria, sin embargo, a diferencia de la Gran Guía Turística, contempla varios recorridos para quien quiera conocer mejor la Ciudad Universitaria.

Antes de concluir, cabe la pregunta del por qué hacer una reseña de esta guía e incluirla en una publicación académica. No sólo es que se trate de recintos universitarios sino del uso que podemos darle los académicos a una publicación como esta. Si bien la Gran Guía Turística se limita a describir, hay preguntas que suscita, como por ejemplo, qué podemos decir de la inserción en la trama urbana de la Ciudad Universitaria y de los distintos recintos universitarios dispersos en ella; qué nos sugiere el hecho de que sean las dependencias dedicadas a la difusión cultural las que en su gran mayoría se encuentran dispersas; cómo evaluar la localización geográfica de la universidad en la ciudad en términos de sus funciones y sus actividades; qué nos dice la ubicación de la Ciudad Universitaria sobre su función como universidad pública que es la UNAM; cómo se articula con la ciudad; qué implicaciones ha tenido para la Universidad la evidente concentración de actividades en un campus compacto y bien definido como lo es la Ciudad Universitaria. Preguntas sobre el espacio que ocupa la Universidad y sobre las decisiones que se han tomado a lo largo de su historia que aguardan su análisis e interpretación.

 

REFERENCIAS

Artigas, J. B. (2009), UNAM México, guía de sitios y espacios, UNAM, México.         [ Links ]

Boils, G. (2010), 'Los edificios de la Universidad Nacional en el momento de su apertura en 1910', en Martínez Assad, C. y A. Ziccardi (coords.), 1910: la Universidad Nacional y el Barrio Universitario, UNAM, México, p. 90.         [ Links ]

Gutiérrez Hernández, A. (2012), Recinto parlamentario del Congreso Constituyente de 1824. Sede del Museo de las Constituciones, UNAM, México.         [ Links ]

Martínez Arana, T. y A. Malvido Arriaga (1984), 'La historieta en México: un mundo ancho y ajeno', en Casa del Tiempo, núm. 42, México, pp. 19–21.         [ Links ]

Martínez Arana, T. y A. Malvido Arriaga (1992), La historieta en México: ciclo de producción, distribución y consumo en los ochenta (reportaje), tesis, Licenciatura en Comunicación, Universidad Iberoamericana, México.         [ Links ]

Ortiz Macedo, L. (2003), 'La fundación de la Real Universidad de México: su contexto urbano y primeros edificios', en Un destino compartido: 450 años de presencia de la Universidad en la Ciudad de México, UNAM, México, p. 43.         [ Links ]

Ratto Cerrichio, C. E. (2006), 'Las casas 'reales' de la Universidad de México', en Pérez Puente, L. y E. González González (coords.), Permanencia y cambio II. Universidades hispánicas 1551–2001, UNAM, México, pp. 35–68.         [ Links ]

 

NOTAS

1 La Gran Guía Turística. UNAM: Ciudad Universitaria y antiguo barrio del Centro Histórico ganó en 2011 el premio 'Al arte editorial' en la categoría de guías otorgado por la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana.

2 Es un periodista (trabajó en periódicos como Unomásuno y La Jornada), ensayista (101 preguntas sobre el amor y el erotismo, Mondadori, 2009) y escritor (La derrota de Dios, Suma, 2010), que tiene ya otras colaboraciones con el Grupo Editorial Santillana. Trueba se ha dedicado a temas históricos pero este es su primer trabajo sobre la Universidad. Es el autor de cuatro capítulos de la guía: 'Historia y cronología', 'La UNAM a grandes rasgos', 'Centro Histórico' y 'Otros centros culturales'.

3 A pesar de que José Luis Trueba escribió cuatro capítulos, el único escrito por Bertha Ruiz de la Concha y Teresa Martínez Arana representa la mitad de la obra: 'Paseos por CU'. Ruiz de la Concha es traductora y editora, egresada de Letras Modernas de la UNAM. Teresa Martínez es reportera y traductora, egresada de la carrera de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, coautora del libro Adopción: los hijos del anhelo (Norma, 2004) y reconocida por su tesis y sus trabajos sobre la historieta mexicana que ha realizado en coautoría con Adriana Malvido (Martínez y Malvido, 1984 y 1992). Ruiz de la Concha y Martínez Arana ya habían trabajado juntas, por ejemplo en la traducción del libro de Jeffrey Davidow, El Oso y el Puercoespín. Testimonios de un embajador de Estados Unidos en México (Grijalbo, 2003) o al preparar la edición del libro de Lourdes Arizpe, Culturas en movimiento. Interactividad cultural y procesos globales (Porrúa/ UNAM/Cámara de Diputados, 2006). Cabe señalar que, de los tres autores, la única con experiencia en la realización de guías turísticas era Teresa Martínez, quien en 2003 tuvo a su cargo la edición de Zacatecas: Camino Real de la Plata, publicada por Grupo Imperial.

4 Sólo hay un símbolo, que se utiliza en la p. 135, al hablar del Jardín Botánico Exterior, que no se define.

5 De estos recuadros, el que se encuentra en la página 68 intitulado 'Las colecciones del MUCA–CU' presenta información que no es correcta. El Museo Universitario de Ciencias y Artes no exhibe las colecciones que ahí se detallan.

6 Mucho se ha discutido sobre cuál fue la primera sede de la Real y Pontificia Universidad de México, la cual ha sido olvidada desde el siglo XVII. Un trabajo que reúne y estudia las distintas posturas al respecto desde el siglo XVII hasta el XX es de Cristina Elena Ratto Cerrichio (2006).

7 Al momento de describir las piezas escultóricas y el arte que alberga la Academia de San Carlos, se debió haber hecho más énfasis en que las piezas son réplicas de las originales. En la p. 152, la redacción de la guía induce a pensar que se trata de originales en el caso de la tumba de Lorenzo de Médici y la cabeza de David (obras de Miguel ángel Buonarroti).

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