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Investigaciones geográficas

versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.72 Ciudad de México ago. 2010

 

Editorial

 

Editorial

 

La imagen que ofrecen los mapas a la sociedad cada vez adquiere mayor relieve en la actualidad y por eso la reflexión de cómo se transmite la idea del mapa antiguo es motivo de atención en este editorial de Investigaciones Geográficas, Boletín del Instituto de Geografía de la UNAM. La información atrapada en los márgenes de cada mapa requiere de una filosofía que, en esta ocasión, vamos a examinar con mayor detalle a través de un ejemplo de la experiencia mexicana más reciente.

La exposición "Paseo en Mapa. Explorando las claves de América Latina" del Antiguo Colegio de San Ildefonso de la ciudad de México,1 ofrece una selección de mapas originales de los países latinoamericanos en la planta baja de ese recinto universitario.2 En este caso, el visitante es recibido por las primeras salas con una perspectiva universal de los mapas, la secuencia centra la atención en la expansión de Europa por el mundo, de la época de Ptolomeo pasa a la llegada de los europeos a África y a América. Cierra esta parte con los viajes de Cristóbal Colón y con el nombre de "América" en el mapamundi de Martín Waldseemüller de 1507, reconocido como pieza fundamental de la historia de la cartografía universal porque conjuntaba dos concepciones de la Tierra, las antiguas ptoloméicas y las recientes vespucianas en un momento clave para Europa.

Pasado este umbral, la exhibición se abre a los espacios americanos y al inicio de la cronología ocupan su lugar las primeras representaciones, esta vez, no de la época prehispánica, sino de la tradición indígena novohispana. Procedentes de las órdenes de Felipe II e integradas a las Relaciones Geográficas de Nueva España, se presentan dos ejemplos de pinturas: la de Cempoala y la de Cuzcatlán, ambas de 1580. El recorrido sigue con la sala donde se muestran los grandes ríos, como el Orinoco y el Magdalena. La modernización borbónica se presenta en la sala cinco, con mapas de las jurisdicciones españolas en tierras americanas y, en la seis, la vida cotidiana de las colonias, tanto de España como de Portugal, con piezas de cerámica y pintura. La penúltima sala dedicada a las independencias y al surgimiento de los Estados–nación se acompaña de mapas, por primera vez, técnicamente modernos y precisos en los límites internacionales y la posición de las capitales de las repúblicas de México, Venezuela, Colombia, Perú, Ecuador, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay y Brasil. Al final, la exposición regresa a la idea universal de representación de la Tierra, más allá de las territorialidades y fronteras latinoamericanas, por medio de las imágenes de los satélites artificiales y la plataforma digital de la empresa privada "Google Earth".

Conviene examinar el marco filosófico con que se presentan los mapas en los muros de esta exposición. A primera vista destacan tres elementos que merecen atención: la idea de progreso técnico y racional que envuelve la práctica cartográfica, el simplismo teórico de la propuesta y la idea universal, donde hay que buscar un lugar para los mapas de América Latina. Esta filosofía desconoce la especificidad y la práctica cartográfica de la región. A partir de los ejemplos trazados, se presentan algunos comentarios a continuación.

Uno de los rasgos de la exposición es la influencia de la historiografía europea para el análisis de los mapas. La narración histórica de los mapas de América Latina se ordena en una marcha ascendente que coloca, al final del conjunto, los mapas de mayor exactitud en la representación de los territorios. Sólo el progreso técnico llegado a América ha sacado a los mapas de su imprecisión y desorientación para que, de manera acumulativa, alcancen los niveles científicos habituales en Europa. Esta perspectiva eurocentrista ha abierto y dominado el discurso cartográfico, al menos, desde finales del siglo XIX, como sucedió igualmente con la consagración de la filosofía positivista en la interpretación de la ciencia de la región latinoamericana, historiografía positivista que busca constantemente la superación técnica, con nuevos instrumentos, de los rasgos que distorsionan la representación de la Tierra, como sucedió con los códices y pinturas del siglo XVI, para arribar a una época, la moderna, cuando los mapas cuentan con escalas y las distancias son precisas. En el caso de la exposición seleccionada, lo que prevalece con el enfoque histórico adoptado es la renuncia al contexto social de cada mapa y con ello, a toda una antropología que "hace hablar" a cada documento.

El simplismo teórico con que se exhiben los mapas en los muros de San Ildefonso promueve la idea del lugar de América Latina en un contexto universal de representación espacial que se ha perfeccionado poco a poco a través de los métodos de alta precisión y su incorporación cada vez más importante en la vida de los nuevos Estados–nación. De acuerdo con este enfoque, a los mapas de América Latina se les busca la génesis europea y un lugar en el contexto global, sin la consideración de los contextos particulares que dan sentido y razón a la naturaleza de los mapas de la región latinoamericana que, paradójicamente, sólo conduce a renunciar a una identidad común y a un perfil compartido.

Frente al panorama que ofrece la exposición, ha surgido una nueva historia que fija los elementos sociales y culturales que envuelven la práctica cartográfica. Ha comenzado una nueva manera de examinar los mapas. El camino ha sido abonado por un número cada vez más importante de libros, tesis, catálogos, artículos y la organización de un foro especializado bianual en la región (Oliveira, 2008; Troncoso, 2006) que han brindado orientación y nuevos aires a los practicantes que acuden con nuevos ojos a los archivos e inventan nuevos métodos de análisis sobre los mapas antiguos. Lo más importante ha sido la creación de una dinámica de trabajo que ofrece perspectivas y expectativas en torno al estudio de los mapas de la región y que contrasta con la imagen de los mapas que transmiten los círculos oficiales del poder que devuelven a la sociedad, como en el caso de la exposición "Paseo en Mapa", una imagen opaca y confusa de los mapas que poco tiene que ver con la realidad social y cultural de Latinoamérica.

 

REFERENCIAS

Oliveira, F. Roque de (2008), "II Simposio Iberoamericano de Historia de la Cartografía. La cartografía y el conocimiento del territorio en los países iberoamericanos, Ciudad de México, 21–25 de abril de 2008", en Investigaciones Geográficas, Boletín, núm. 66, Instituto de Geografía, UNAM, México, pp. 167–171.        [ Links ]

Troncoso, C. A. (2006), "I Simposio Iberoamericano de Historia de la Cartografía. Imágenes y lenguajes cartográficos en las representaciones del espacio y del tiempo, Buenos Aires, 20, 21 y 22 de abril de 2006", en Investigaciones Geográficas, Boletín, núm. 60, Instituto de Geografía, UNAM, México, pp. 171–174.        [ Links ]

 

NOTAS

1 La exposición, de ocho salas y 1 103 m2, se dividió en: "Introducción", "Expansión", "La Conquista", "América Latina, sus ríos, lagos y cordilleras", "La formación", "América el siglo de las Luces", "Independencia" y "Cartografía hoy. Arte, ciencia y tecnología".

2 Con la exposición, la Secretaría de Relaciones Exteriores participa de los festejos del bicentenario de la Independencia Mexicana (1810–2010) y del centenario de la Revolución Mexicana (1910–2010).

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