SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número71Perspectiva territorial de la pesca en la Costa Chica de GuerreroFricción de la distancia, autocorrelación espacial de la productividad e impacto de la longitud por carretera en la dinámica de convergencia de la región centro de México (1993-2003) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Investigaciones geográficas

versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.71 Ciudad de México abr. 2010

 

Geografía humana

 

Turismo rural y empleo rural no agrícola en la Sierra Nororiente del estado de Puebla: caso red de Turismo Alternativo Totaltikpak, A.C.

 

Rural tourism and rural non–farm job in the Sierra Northeast of the State of Puebla: case of alternative tourism network Totaltikpak, A.C.

 

Adriana Montserrat Pérez Serrano* José Pedro Juárez Sánchez* Benito Ramírez Valverde* y Fernanda Cesar Arnaiz***

 

* Colegio de Postgraduados, Campus Puebla, Km. 125.5 Carretera federal México–Puebla, Col. La Libertad, 72760 Cholula, Puebla, México. E–mail: Adrianabiol@hotmail.com, pjuarez@colpos.mx, bramirez@colpos.mx

** Universidad Anáhuac de Puebla, Orión s/n, Col. La Vista Country Club, 72810 San Andrés Cholula, Puebla, México. E–mail: fernandacesararnaiz@hotmail.com

 

Recibido: 14 de agosto de 2008.
Aceptado en versión final: 28 de octubre de 2008.

 

Resumen

El objetivo del estudio fue conocer el recurso turístico que es aprovechado por las siete empresas que integran la Red de Turismo Alternativo Totaltikpak, A.C., la cual opera en la Sierra Norte del estado de Puebla, e investigar si el turismo rural contribuye a mejorar el ingreso de las personas involucradas en esta actividad. Los recursos turísticos aprovechados por las empresas son: patrimonio histórico, atractivos naturales, folclore y manifestaciones de cultura tradicional. Se encontró que el turismo rural contribuye de manera significativa en los ingresos anuales de las personas que están vinculadas a esta actividad. Asimismo, aun cuando para la mayoría de los casos el principal beneficio es económico, también se reconocen beneficios personales, sociales y ambientales.

Palabras clave: Recursos turísticos, turismo rural, empleo no agrícola, ingreso, pobreza, indígena, México.

 

Abstract

The objective of study was to know the tourist resort that is used by the seven companies that make up the Alternative Tourism Network (RETA) "Totaltikpak, A.C.", which operates in the Sierra Norte of the State of Puebla, and investigate whether rural tourism contributes to improving the income of the people involved in this activity. The tourism resources exploited by companies are: historical heritage, natural attractions, folklore and expressions of traditional culture. It also found that rural tourism contributes significantly to the annual income of people are linked to this activity. Also, even though for most cases the main benefit is economic, they also recognize personal benefits, social and environmental issues.

Key words: Tourist resources, rural tourism, I not use agricultural, income, poverty, indigenous, Mexico.

 

INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO

En la Sierra Nororiente del estado de Puebla converge una serie de elementos que la han colocado como una región de atención prioritaria; socialmente enfrenta agudos problemas de pobreza extrema y marginación, producto de un desarrollo histórico, donde la política agrícola y los bajos precios del café en los últimos años han jugado un importante papel. Asimismo, la riqueza que posee esta región se refleja en un mosaico de paisajes, tradiciones y etnias; recursos capaces de ser aprovechados para desarrollar actividades de turismo rural.

El estado de Puebla, al localizarse en el centro de la República, ocupa un espacio privilegiado en el territorio mexicano y presenta espacios físicos y biológicos diversos en función de su topografía, clima, suelo e hidrología. Esta diversidad se refleja en un mosaico de paisajes de flora y fauna. También el estado es rico en tradiciones y costumbres, etnias, idiomas y productos arqueológicos, propios de cada uno de los territorios que existen. En la Sierra Nororiente se ubican los espacios turísticos rurales más importantes del estado, considerando los factores ambiental, social y cultural.

En términos biológicos, esta región posee gran riqueza de especies animales y vegetales dando como resultado una variedad de paisajes y nichos ecológicos; del mismo modo, su riqueza cultural permite identificar la interacción de dos etnias diferentes, la nahua y totonaca. Desde el punto de vista social, enfrenta severas dificultades de pobreza y marginación, resultado de la problemática agrícola y productiva de los últimos años.

En este sentido, los campesinos de estos espacios han implementado diversas estrategias para mantener su unidad de producción, entre las que resaltan la migración nacional e internacional −que aporta ingresos a las familias rurales, de modo que las remesas que envían los trabajadores sirven como paliativo de la pobreza extrema, permitiendo sostener el nivel de vida y de consumo de la población−; y el Empleo Rural No Agrícola (ERNA) donde destaca el turismo rural. Esta actividad es considerada como una de las actividades más viables para atenuar las condiciones de pobreza y marginación de la población rural, debido al conjunto de efectos positivos tangibles e intangibles que éste genera en los territorios (Barrera, 2006:49; López, 2001:127). Las estrategias de diversificación no agrícola son apoyadas por organismos multinacionales como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial de Comercio (OMC) y se sustentan en los conceptos de Desarrollo Sustentable, Enfoque Territorial Rural y Nueva Ruralidad, su objetivo es revalorizar el espacio rural. Razón por la cual se reconoce la aptitud del turismo rural para constituirse como factor de desarrollo local. El turismo rural debería promoverse como una estrategia de apoyo al campesinado mexicano, en el que las actividades agropecuarias no logran satisfacer sus necesidades y el cual, coincidentemente, se caracteriza por tener altos índices de biodiversidad y marginación (Barrera, 2006:50).

El objetivo del estudio es conocer si el turismo rural constituye una estrategia capaz de mejorar los ingresos de las personas que participan en actividades turísticas en la Sierra Nororiente del estado de Puebla, estudiando el caso de la Red de Turismo Alternativo (RETA) TOTALTIKPAK,1 A.C.

 

TURISMO RURAL Y DESARROLLO LOCAL

El turismo rural ha adquirido gran relevancia a escala internacional y es promovido en países subdesarrollados por organizaciones internacionales como BM, el Fondo Interamericano de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). En México, el fomento de actividades turísticas en los espacios rurales es apoyado mediante programas y proyectos operados por instituciones federales, estatales y no gubernamentales, como la Secretaría de Turismo (SECTUR), la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).

Recientemente, se habla del turismo alternativo el cual puede ser explicado desde tres perspectivas, la primera se refiere a esta modalidad como una "alternativa" al turismo convencional de sol y playa, y que por lo general es de carácter masificado, por lo que este tipo de turismo brinda la oportunidad de explorar nuevos destinos turísticos especializados. En segunda instancia, el turismo alternativo puede ser analizado en función de su operatividad, se considera como una "alternativa de uso sustentable", es decir, un medio de aprovechamiento sustentable de los recursos y, finalmente, puede ser diferenciado del turismo masificado por su acepción social ya que éste permite al turista "alternar" e interactuar con la población local (Domínguez, 2003:183). A su vez, el turismo alternativo está integrado por otras modalidades como el turismo rural, turismo cultural, turismo de convenciones, entre otros. La conceptualización de cada uno obedece a las características de las actividades y el espacio donde se realizan.

No cabe duda que la modalidad de turismo alternativo que mayor ambigüedad ha generado es el turismo rural, en parte debido a la compleja morfología y especialidad del turismo como actividad o conjunto de actividades. Por otro lado, se vuelve más complicada al integrar "lo rural" al concepto. Esto ha derivado en una gran discusión alrededor del mismo, tanto para la delimitación del término como por las actividades que lo constituyen. En este sentido, se reconoce que al turismo alternativo lo integran cuatro dimensiones: espacial, ambiental, económica y social; siendo esta última la columna central sobre la cual descansa el turismo rural. Por tal motivo, para fines de este estudio, el turismo rural se define como:

Actividad turística que se desarrolla en el territorio rural, de escala local, y cuya motivación principal es realizar actividades de convivencia e interacción con una comunidad rural, en todas aquellas expresiones sociales, culturales y productivas tradicionales de la misma; a la vez que se buscan atractivos asociados al descanso, paisaje y huida de la masificación" (Vera et al., 1997:129; SECTUR, 2004:29).

Esta definición, presenta un amplio alcance, lo integran gran diversidad de actividades, e incluso, incluye otros tipos de turismo, particularmente el ecoturismo −una de las modalidades turísticas de mayor mención y auge contemporáneo− al que diversos autores lo integran como una "submodalidad" del turismo rural (Barrera, 2006:73; Amaya, 2005:53; Ciani, 2003:31; Muñoz, 2003:82) y hay quienes lo consideran dentro de la modalidad del turismo alternativo, con características propias que lo diferencian y separan del turismo rural (SECTUR, 2004: 22; Cesar y Arnaiz, 2003:275). Esta discusión no ha finalizado, por el contrario, cada vez es más difícil delimitar ambos conceptos. Por un lado existen características que son compartidas por ambas modalidades: se desarrollan en espacios rurales y son de bajo impacto ambiental, integrando los principios de sustentabilidad.

La diferencia más puntual entre una y otra actividad es la motivación del viaje y su esencia. En el caso del ecoturismo lo define SECTUR (2004:23) como "los viajes que tienen como fin el realizar actividades recreativas de apreciación y conocimiento de la naturaleza a través del contacto con la misma" lo que significa que la búsqueda de conocimiento gira alrededor del espacio natural independientemente de la comunidad (flora, fauna, ecosistemas, geología, paleontología, etc.) donde el producto turístico es una expresión dada por la naturaleza y donde la población carece de participación substancial, aun cuando éstos puedan formar parte del sistema integrándose en actividades de valor aparente (Cesar y Arnaiz, 2003:274).

A diferencia del ecoturismo, el turismo rural integra a la comunidad local de forma envolvente y, en teoría, el proceso que lleva hacia la consolidación de esta actividad es acompañada de la participación activa de la población. La finalidad de esta modalidad turística es el conocimiento de la cultura campesina, de las actividades productivas del agro, de sus tradiciones y estilo de vida, razón por la cual los autores y actores del turismo rural son los mismos habitantes del lugar. El eje central que caracteriza a este turismo rural es la dimensión social y espacial, donde se busca una interacción entre el turista y la comunidad, donde el producto es construido y conservado, mediante actividades tales como etnoturismo, agroturismo, talleres gastronómicos, de medicina tradicional, de artesanía, etc., en un espacio donde priman las actividades rurales.

Partiendo de la importancia de la comunidad local en el desarrollo del turismo rural, Amaya (2005:54) señala como principios de esta actividad que los programas dedicados a la misma deben ser "gestionados, desarrollados y operados por los habitantes de la zona donde se desarrollan" y donde los programas de desarrollo turístico rural sean sustentables, es decir, "con un carácter humanista, democrático y de justicia social". Si estos principios se cumplen, el turismo podría ser un detonante de acciones, tales como generación de empleo, ingreso económico, mejoras en infraestructura, conservación del medio ambiente, entre otras; orientadas hacia el desarrollo local, dado que sus objetivos se fundamentan en la búsqueda de soluciones a la problemática local: migración, abandono de tierras, pérdida de cultura y recursos naturales, bajos rendimientos en la producción, etc., mediante la gestión local y donde los beneficios sean canalizados a la comunidad. Es importante destacar que el turismo es complementario a las actividades agropecuarias y no una alternativa. Al respecto Juárez y Ramírez (2007) indican que el turismo es solo una fuente más de ingresos que se tiene que promover en los territorios rurales, pero que no se tienen que descuidar las otras actividades productivas que se realizan, que en el caso de los municipios de estudio es la producción de café, maíz, cría de aves y de cerdos. Éstas se tienen que fortalecer y a su vez crear nuevas oportunidades de trabajo que permitan la generación de ingresos no agrícolas. Con ello se quiere decir que el turismo es una actividad generadora de empleos que puede absorber parte del tiempo de los agricultores en los territorios rurales.

 

ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA Y EMPLEO RURAL NO AGRÍCOLA (ERNA)

Los enfoques de Nueva Ruralidad y Desarrollo Territorial Rural, plantean nuevas estrategias de supervivencia entre los agricultores, estos conceptos a su vez integran y fortalecen el Empleo Rural no Agrícola2 (ERNA). Emergen a raíz de la crisis del medio rural, lo que hizo necesaria la integración o modificación de acciones que permitieran a las familias rurales atenuar los efectos negativos de la globalización económica como pobreza y pérdida de la rentabilidad de la agricultura de tipo minifundista. Asimismo, ambos enfoques han permitido ampliar el concepto de ruralidad, de manera que lo rural ya no solo es entendido únicamente en términos agrícolas o agropecuarios, sino que se ha revalorizado en función a las múltiples características, dimensiones y funciones que éste representa (Pérez, 2001:22; Schejtman y Berdegué, 2004:14).

Estos enfoques responden a la realidad donde el sector rural no sólo es agricultura y población dispersa. La Nueva Ruralidad debe ser integral, por lo que ésta no debe limitarse a la agricultura, sino que también debe contemplar muchas otras funciones vinculadas al desarrollo agrícola, agroindustrial, artesanal, de servicios, turístico, cultural, conservación de la biodiversidad y de los recursos naturales, en síntesis, de los sistemas locales y globales sustentadores de la vida y las actividades productivas (Donaldo, 2003:85). Al respecto, Segrelles (2000:85) menciona que "el desarrollo rural tiene que apoyarse necesariamente sobre los aprovechamientos que estos espacios ofrecen de forma más natural" de manera que las diferentes vías y mecanismos de desarrollo deben integrarse a las actividades propias del campo –es decir, la agricultura, la ganadería y la explotación forestal– con el carácter de complementarias, debido a que estas actividades son la estructura social, cultural y económica del medio rural.

Los caminos en busca de la subsistencia de los agricultores son diversos, por su representatividad destacan tres: a) articulaciones asociativas, que permiten aumentar la escala de producción o el acceso a la tecnología; b) control de la cadena productiva, mediante una integración vertical y c) diversificación productiva, ya sea de productos o actividades (Fernández y Guzmán 2000:178). Estos autores mencionan que estos mecanismos son de carácter adaptativo, los cuales son implementados en las unidades productivas –familiares, ejidales, comunales e incluso locales– con la finalidad de "evitar quedar al margen de un sistema regido por las lógicas de la competitividad" que en otras palabras significa la reducción de riesgos derivados de la dependencia a una actividad productiva.

Es claro que el riesgo que enfrentan aquellas familias especializadas (dedicadas a una sola actividad) es mucho mayor que quienes se emplean en más de una actividad, una forma de disminuir este efecto es que los miembros de la familia se ocupen en diferentes actividades, agropecuarias y no agropecuarias, lo que es conocido como multiactividad (CEPAL, 2003:10).

En cambio el empleo rural no agropecuario (ERNA) constituye una oportunidad para complementar el ingreso familiar, sobre todo en aquellas poblaciones rurales donde la tenencia de la tierra generalmente es minifundista o donde se presentan campesinos asalariados, por lo que el ERNA ha cobrado gran auge como estrategia de vida, tanto que recientemente se ha difundido la idea de la viabilidad de las actividades no agropecuarias como medios para atenuar la pobreza rural (CEPAL, 2001b:43; CEPAL, 2003:2).

Reconociendo las particularidades de los territorios rurales es posible mencionar que las estrategias de vida entre las poblaciones pobres son de subsistencia o supervivencia, entre ellas se incluye el ERNA y son heterogéneas en función a las familias rurales que las generan y constituyen, también lo son en la medida en que éstas poseen diferentes activos3 que las confrontan de manera distinta a las condicionantes en las que se desarrollan cada una de ellas. El supuesto de las estrategias de sobrevivencia es aprovechar al máximo las capacidades y activos con los que se cuenta; por su parte, el ERNA está constituido por todo un conjunto de ocupaciones que se desarrollan afín a las características de cada lugar, así las familias y comunidades que disfrutan de un capital natural de calidad pueden optar por emplearse en actividades del sector terciario o de manejo y conservación (CEPAL, 2001a:15; CEPAL, 2003:4).

En este sentido, el turismo rural cobra gran importancia como parte de las estrategias de vida y de generación de ingreso rural no agrícola (IRNA) desarrollado en las comunidades rurales y a través de éste es posible aprovechar sustentablemente los recursos naturales y el medio ambiente propio del territorio, a la vez que se fomenta la participación de las personas. Las actividades turísticas son consideradas de gran importancia debido al efecto multiplicador que éstas generan, de manera que permiten la dinamización e integración de diversos sectores socioeconómicos, lo que podría converger en el desarrollo local (Freiria, 2003:24). Existen diversos tipos de ERNA en donde el turismo rural no sólo tiene impactos económicos inmediatos que se ven reflejados en el aumento del ingreso familiar, sino también permite revalorizar la cultura campesina y el espacio rural en su conjunto, características que no pueden ser atribuidas a la migración a pesar de su gran aportación en el ingreso; a la par que redefine y fortalece el papel de la mujer y de los jóvenes, ya que les brinda una oportunidad de participación, de opinión y de ingreso; siendo estos actores quienes mayor desenvolvimiento tienen en esta actividad (Ibid.:28). No debe perderse de vista la esencia del turismo rural como parte de las actividades rurales, a lo que Cesar y Arnaiz (2004:24) mencionan que "el verdadero turismo rural es aquel en que esta actividad complementa a la actividad productiva de la región" en otras palabras, es necesario entender el papel complementario del turismo, ya que al considerarlo como estructural se redundaría en la vulnerabilidad de la especialización. A partir de lo anterior, se admite el hecho de que el turismo puede ser el trampolín para impulsar y activar el desarrollo local pero, esto será posible siempre y cuando éste no sea considerado como la "expectativa básica de su evolución futura" y se constituya parte del conjunto ocupacional.

 

METODOLOGÍA

El instrumento que se empleó para este estudio fue un cuestionario, el universo –que es la RETA– está constituido por siete empresas, con un total de 106 socios, se utilizó un muestreo con base en el número de socios que tiene cada una de las empresas, en la Tabla 1 se muestran el número de socios y encuestas realizadas.

Se realizaron 51 encuestas a los integrantes de las diferentes empresas turísticas4 que integran la Red de Turismo Alternativo (RETA) Totaltikpak, de las cuales 16 correspondieron a dirigentes o representantes y 35 a los integrantes y socios. Para analizar los datos se utilizó estadística descriptiva y análisis de correspondencia.

Las empresas que conforman la RETA se localizan espacialmente en cuatro municipios de la Sierra Nororiente del estado de Puebla: Cuetzalan del Progreso, Tenampulco, Xochitlán de Vicente Suárez y Zapotitlán de Méndez. Los municipios en estudio se localizan entre los 19° 58' y los 20° 10' de latitud Norte; y los 97° 23' y 97°42' de longitud Oeste; el municipio con mayor superficie territorial es Cuetzalan del Progreso con 135.22 km2, Tenampulco con 108.44 Km2, Xochitlán de Vicente Suárez con un total de 45.92 km2 y finalmente Zapotitlán de Méndez con 35.72 km2 (Figura 1).

El municipio de Zapotitlán tiene 5 178 habitantes, Tenampulco 6 721, Xochitlán 11 744 y Cuetzalan tiene una población de 45 781 pobladores. Con respecto a las educación se tiene que el 16.24% de la población de Xochitlán es analfabeta, el 14.22% en Zapotitlán, el 11.28% en Cuetzalan y el 10.44% en Tenampulco. El 13% de la población mayor de cinco años habla una lengua indígena en Tenampulco, el 72% en Zapotitlán y Cuetzalan; y el 88% en Xochitlán cuyo porcentaje corresponde al de mayor presencia de hablantes de lengua indígena a nivel estatal. La mayoría de municipios presenta un grado alto de marginación, excepto Xochitlán que tiene un grado de marginación muy alto (CONAPO, 2005; INEGI, 2005). La actividad principal de los cuatro municipios es la agricultura, donde destacan el maíz y el café; más del 50% del total de la superficie sembrada corresponde al maíz (SAGARPA, 2004).

La Red se fundó hace cuatro años y se constituyó legalmente en mayo de 2007. La asociación es creada con la finalidad de menguar la problemática existente en la región tales como dependencia de la agricultura y producción de café, alta marginación, falta de de capacitación, apoyo en promoción y comercialización de productos regionales; de manera que a través del turismo se potencialicen los recursos naturales y culturales de cada uno de los municipios que la conforman, generando ingresos y promoviendo el cuidado, respeto y conservación del medio ambiente y la cultura de la región. Actualmente la RETA está integrada por siete empresas sociales presentes en los municipios de Cuetzalan de Progreso, Tenampulco, Zapotitlán de Méndez y Xochitlán de Vicente Suárez que ofrecen servicios de Turismo alternativo (www.reta.com).

 

TURISMO RURAL: RECURSOS TURÍSTICOS Y SU CONTRIBUCIÓN AL INGRESO COMO EMPLEO RURAL NO AGRÍCOLA, EN LA SIERRA NORORIENTE DE PUEBLA

La Sierra Nororiente del estado de Puebla se caracteriza por su riqueza integrada por aspectos naturales, que son resultado de la diversidad de climas y morfología culturales y sociales, lo que representa un potencial de oportunidades en materia de turismo rural. Las empresas que conforman RETA son: Caminos de Herradura, Guías de UeyiXolal, Hotel Taselotzin y Chiuanime ubicadas en el municipio de Cuetzalan; Xluluc en Tenampulco; Teht – Tlan en Xochitlán y Xkit en Zapotitlán. Su distribución espacial representa una ventaja, ya que les permite tener acceso a una gran variedad de recursos turísticos que tiene la región (Figura 2).

Ente los recursos turísticos que se ofertan en los diversos municipios que conforman la RETA, según la clasificación presentada por Barrera (2006:81), destacan los atractivos naturales, tales como grutas y cascadas; Patrimonio histórico (las ruinas de Yohualichan), así como el folclore y manifestaciones de cultura tradicional (artesanía, medicina tradicional, gastronomía, entre otros). En Cuetzalan, no sólo se concentra la mayoría de las empresas que integran la RETA, sino que también posee una gran diversidad de recursos turísticos, los cuales han sido aprovechados para la implementación de diferentes modalidades que el turismo rural presenta.

Los recursos turísticos que tiene el municipio de Cuetzalan no son ofertados por las empresas a nivel grupal; es decir, cada una de éstas tiene un proyecto turístico en el municipio y no compiten por el recurso, ya que las cuatro empresas con que cuenta poseen un recurso definido y diferente. Por ejemplo, la empresa Caminos de Herradura, es un grupo de jóvenes que han incursionado en la modalidad de ecoturismo; los recursos turísticos que ellos emplean son atractivos naturales: dos cascadas (La Maravilla y Las Brisas) y una cueva (Cohuatichan, Cuetzalan); localizadas en las comunidades de San Andrés Tzicuilan y Pathpatapan. En su oferta turística la empresa ofrece cabalgatas hacia la cascada de nombre La Maravilla y Las Brisas, cuyo recorrido tiene una duración de de tres a tres horas y media, respectivamente; y caminatas, que también se realizan hacia la cascada Maravilla y hacia la cueva de Cohuatichan con una duración aproximada de dos a dos y media horas.

La empresa Guías de UeyiXolal (Pueblo Grande) la integra un grupo de jóvenes del municipio, principalmente realizan actividades de turismo de aventura, entre los recursos turísticos que aprovechan destacan las cascada de las Brisas, el Salto y las Golondrinas ubicadas en la comunidad de San Andrés Tzicuilan, Cuetzalan. El recorrido para conocer las cascadas es de 30 minutos de caminata y es posible apreciar parte de la flora local. En esa misma comunidad se encuentra el cañón del Tepalahuate, a 20 minutos del centro de Cuetzalan. Otro atractivo que ofertan son las grutas de Atepoluhui y Tnatco localizadas en las comunidades de San Miguel Tznicapan y Tnatco, respectivamente; el tiempo de traslado varía entre 20 y 40 minutos de caminata. Se ofrecen actividades de turismo de aventura como rappel y escalada en roca y turismo cultural e histórico, los cuales derivan en paseos guiados al pueblo y a la zona arqueológica de Yohualichan.

El Hotel Taselotzin significa "compartir los frutos que la tierra nos da", es uno de los proyectos de la organización Maseualsiuamej Mosenyolchicauanij que quiere decir "Mujeres Indígenas que Trabajan Juntas" ofrece servicio de hospedaje y alimentación, se localiza en el Barrio de Zacatipan, a 10 minutos del centro de Cuetzalan. Es el primer hotel en el municipio administrado por mujeres indígenas, se caracteriza por brindar toda una gama de manifestaciones culturales y tradicionales que van desde muestras artesanales y gastronómicas, hasta ejemplos de medicina tradicional.

La empresa Chiuanime lleva por nombre Masehual siuat Xochitajkitinij, que significa "Mujeres indígenas tejedoras en flor". Se localiza a 10 km del centro de Cuetzalan y aproximadamente a 100 m de la zona arqueológica de Yohualichan, es el recurso turístico más importante para esta empresa. Su localización y los servicios que brinda le han permitido mantenerse y consolidarse como empresa turística exitosa. Ofrece servicios de restaurante donde destaca la gastronomía rural de la región, en su preparación utiliza ingredientes y productos orgánicos (quelites, frijol, maíz, calabaza, maracuyá, ajonjolí, chile, cacahuate, jitomate, pollo criollo); también cuenta con una tienda de artesanías, un taller de costura y hospedaje. En Tenampulco se encuentra la empresa Xluluc que significa lagartija, tiene proyectado incursionar en actividades turísticas, basadas fundamentalmente en los atractivos naturales, como la flora y fauna, y el río Apulco; así como en las manifestaciones culturales propias del municipio, como artesanía, gastronomía y lengua materna.

En Xochitlán la empresa Teht – Tlan que quiere decir lugar de las piedras, trabajará en diferentes tipos de turismo rural, como son: ecoturismo, turismo de aventura y turismo cultural. El Rincón de Tequilita, la Cascada Alaxostamanis y Cuahutaxihuan, son los atractivos naturales que la empresa pretende aprovechar para incursionar en actividades de turismo de aventura. También se puede promocionar el turismo cultural y el ecoturismo, a través de las vivencias místicas, los talleres artesanales y la gastronomía típica de la región; y de los senderos interpretativos.

En Zapotitlán, las grutas Karmidas son el principal recurso turístico de la empresa Xkit (que significa murciélago), ésta fue emprendida a partir de la afluencia de turistas que las visitan. Diversificó sus actividades hacia el deporte de aventura, el rappel y la escalada en roca se realiza en la cascada llamada Cruz de Agua, ubicada a 15 minutos del centro municipal.

Si bien algunos de los recursos turísticos de los municipios no han podido ser aprovechados en su totalidad, son considerados y reconocidos para su futura inclusión como parte de los atractivos que ofertarán las empresas, es el caso de aquellas empresas que se localizan en Tenampulco y Xochitlán de Vicente Suárez. La Figura 3 resume las actividades principales que realizan las empresas en los diferentes municipios.

A partir de la valoración de las múltiples funciones que el territorio rural representa para sus pobladores y el discurso actual que apunta al impulso de actividades no agropecuarias, el turismo rural se considera una de las actividades más viables para atenuar la pobreza y marginación de las comunidades rurales. Por esta razón se reconoce la aptitud del turismo rural para constituirse como factor de desarrollo local y de bienestar social. Al respecto se investigó si el turismo rural constituye una estrategia capaz de mejorar el ingreso anual de las personas involucradas en las empresas que integran la Red de Turismo Alternativo (RETA) Totaltikpak, A.C. en la Sierra Nororiente del estado de Puebla.

Al hacer un análisis de la estructura laboral de los entrevistados, se encontró que el 37% de los mismos son agricultores, el 45% mencionó que no trabaja el campo y el 18% lo hace de manera ocasional. Respecto a las personas que sí se dedican a la agricultura, se observó que la mayoría diversificó sus siembras; de manera que sólo el 25% de los agricultores siembran un solo cultivo; destacan el café y maíz con un 14 y 11%, respectivamente y el 75% restante siembra más de un cultivo, además de café y maíz, cultivan pimienta, ajonjolí, vainilla, chile y plátano. Para el caso del maíz, el 70% de la producción tiene como finalidad el autoconsumo y el 30% se consume y se vende; y entre quienes además de café y maíz siembran algún otro cultivo, el 50% de estos productos son empleados para el consumo familiar y un porcentaje similar es vendido o intercambiado con los vecinos de la comunidad. Los cultivos registrados en este estudio coinciden con lo expuesto por Juárez y Ramírez (2007) quienes también reportan al café y maíz como los principales cultivos sembrados en cuatro municipios de la misma región.

De las 19 personas que trabajan en el campo, el 21% mencionó que sólo trabaja en la agricultura, mientras que el 53% desempeña otra actividad económica y el 26% además de trabajar en el campo tiene dos trabajos más. Respecto a las personas que trabajan de manera ocasional en la agricultura cifra que corresponde al 18% del total de los encuestados, el 44% tiene un trabajo extra y el 56% posee dos trabajos. Finalmente de los cuestionados, que no son agricultores, el 53% dijo tener un trabajo, el 43% tiene dos y el 4% no desempeña ninguna actividad económica. Estos datos indican una baja dependencia de los entrevistados respecto a la agricultura como actividad primaria, por lo que se deduce que la estructura laboral existente es compleja y diversificada.

Se analizó la información de acuerdo con las actividades económicas que realizan los encuestados, independientemente de la agricultura la cual no fue considerada en el análisis. Se encontró que el 53% de los entrevistados que realizan otra actividad económica además del turismo se emplean en el sector público o en un negocio propio (27%), elaborando artesanías (22%) o en la educación como maestros o instructores (4%). El 38% de las personas que no trabajan son estudiantes; el 33% sólo se dedica a las actividades turísticas, es decir, que ya no tienen más tiempo disponible y, por último, un 29% no tiene un trabajo extra por razones de edad o enfermedad.

A partir de lo anterior y con la finalidad de comprobar si el turismo rural contribuye a incrementar de manera significativa el ingreso anual de los encuestados, se consideraron tres variables: el ingreso anual percibido por la actividad turística; el ingreso anual recibido por las tres actividades diferentes al turismo (empleado, elaboración de artesanías y maestros) y el ingreso total anual, que corresponde a la suma de las dos variables anteriores. Comparando los datos sobre el ingreso medio anual que reciben las personas encuestadas por la actividad turística y el que obtienen por otra actividad diferente al turismo. Se observa que si bien el ingreso medio anual de la actividad turística es variable, oscila entre los $1 000 y $50 000, esta actividad representa una fuente de ingreso significativa para el mayor número de personas. El ingreso medio anual que obtienen los encuestados por otra actividad económica que no es el turismo es más constante, pero el número de personas beneficiadas es menor (Figura 4).

Los datos arriba mencionados muestran que, para poco más del 50% de los encuestados, el turismo constituye una fuente complementaria de ingresos; esto concuerda con lo expuesto por Veechiet (2003:150), quien propone que el turismo rural sea una actividad que complemente el ingreso económico de los interesados.

Al realizar un análisis de correspondencias comparando la situación económica por la participación en la empresa turística, entre las empresas que prestan este servicio, los resultados muestran que existe relación estadísticamente significativa entre las dos variables (X2 = 68.319; p < 0.001). La primera dimensión explica 54.7% de la relación entre las organizaciones y los beneficios obtenidos del turismo, mientras que la segunda explica el 45.3% de ella. Lo que indica que existe relación entre la situación económica y la empresa. Se observa que se presentan tres grupos: a) donde se muestra que la organización Xkit es la que ha obtenido mayores beneficios, b) con poca mejoría se tienen a las organizaciones Guías de UeyiXolal, Chiuanime, Caminos de Herradura, Taselotzin, y finalmente c) sin mejoría las organizaciones Xluluc, Teht–Tlan (Figura 5).

El análisis por temporada de trabajo muestra que el 76% de las personas que fueron encuestadas participan de manera constante en la empresa, el 12% solo eventualmente y otro 12% no participa por razones de edad, enfermedad o simplemente porque realizan otra actividad. De acuerdo con lo anterior, del 88% de los cuestionados que participan en las empresas, ya sea eventual o permanentemente, no todos reciben sueldo por la actividad turística. Las personas que laboran en temporada baja, el 28% no recibe remuneración alguna, mientras que el 72% sí. Respecto a las personas que sí reciben alguna remuneración económica de su participación en la empresa durante la temporada baja, el ingreso promedio mensual es de $450 para el caso del 29% de los encuestados; el 11% de los mismos obtienen $1 350; el 7% recibe un promedio de $150; un porcentaje similar gana $750; otro 7% no recordó su salario y, finalmente, un 39% no pudo definir un sueldo promedio mensual, ya que éste varía según la actividad que desempeñan y la demanda turística, cifra que puede oscilar entre los $500 y los $1 500 mensuales. En la temporada alta el 29% de las personas no percibe ingreso de la actividad que realiza en la empresa; de los que si reciben un salario, el 16% obtiene un ingreso mensual promedio de $450, otro porcentaje similar $750, el 9% recibe un promedio de $150, un porcentaje similar: $1 050 mensuales, otro 9% gana un promedio de $1, 350; el 3% recibe más de $1 500 mensuales, otro porcentaje igual no recordó su ingreso mensual y, al igual que en el caso de la temporada baja, un 35% no pudo precisar un ingreso fijo porque éste depende tanto de la actividad realizada como de la demanda; la mayoría se refieren al turismo de aventura.

La Figura 6 muestra el valor de los ingresos generados por temporada, dejando en claro que la temporada alta representa una oportunidad de empleo, donde no únicamente aumenta el número de personas que participan en los servicios turísticos, sino también el ingreso que reciben es mayor, comparado con la temporada baja. Se muestra que para el mayor número de personas que trabajan en el sector turístico en ambas temporadas, su ingreso depende de la demanda; sin embargo, todos coinciden en que la temporada alta genera los mayores ingresos que permiten una mejor remuneración económica a ellos.

Lo anterior demuestra que una de las razones que promueve el carácter complementario del turismo está vinculada a la estacionalidad del producto, lo cual muchas veces merma los intentos por consolidar la actividad turística como fuente de ingreso rural. Por esta razón se alude a la diversificación turística para disminuir la vulnerabilidad laboral y económica que representa la temporalidad del mismo, de manera que sea posible conformar productos turísticos capaces de incrementar, extender o aumentar la afluencia de turistas durante todo el año (Ciani, 2003:27). También debe ampliarse la población objetivo a la cual va dirigido el producto, en temporada baja con atractivos paquetes a población de la tercera edad o a grupos de escolares. Por estas razones, se considera que el turismo rural debe impulsarse como una actividad complementaria a la actividad agrícola.

El aporte económico del turismo rural es muy variable y lo es también el destino de los ingresos que reciben. Al respecto, el 50% de los encuestados emplea este recurso para cubrir necesidades básicas como alimentación, ropa y calzado, el 13% compró electrodomésticos, el 9% los invirtió en educación y otro 9% lo gastó en diversión y esparcimiento. El mejorar la vivienda, la compra de material para artesanías y equipo de deporte extremo, así como el ahorro, correspondió un 6% cada uno. De las personas que no reciben ingreso económico de la Red, el 18% comentó que la empresa les proporciona una despensa anual.

El 14% dijo que su situación económica mejoró considerablemente, el 55% mencionó que es poca la ayuda pero significativa, mientras que el 31% considera que su situación económica no ha cambiado. Partiendo de lo expuesto anteriormente, se debe tener cuidado de no limitarse a una visión economicista del turismo, donde si bien el carácter económico es el más perceptible a corto plazo, éste solo es un elemento del sistema turístico por lo que no deben perderse de vista el resto de los componentes (Jiménez, 2005:89).

Ahondando más respecto a la mejora que el turismo ha brindado a las personas, el 86% de los entrevistados afirma que ha obtenido algún tipo de beneficio derivado de su colaboración en la empresa. El beneficio más mencionado fue el económico (41%) que ha sido tanto directo como indirecto, donde este último se refiere al dinero que se presta sin intereses o a los productos que se venden en la empresa. El segundo beneficio en importancia corresponde al personal (18%), donde la mayoría de las veces se refiere al proceso de aprendizaje donde han adquirido conocimientos de primeros auxilios, mercadotecnia, deporte de aventura, entre otros; los cuales son producto de las diferentes capacitaciones que han adquirido a partir de su participación en la empresa; y en menor proporción se refieren al hecho de conocer más gente y aumentar su círculo de amistades. Dentro de la dimensión social y ecológica (ambos con el 5% del total de las respuestas) los encuestados consideran que el turismo ha generado una mayor integración en la comunidad, así como un mejor cuidado y conservación del ambiente. El resto de los participantes (31%) no define un beneficio específico y menciona una combinación de los anteriores, donde el económico–personal (20%) supera al económico–social (11%).

Al igual que se reconocen los aspectos favorables del turismo, también los perjuicios deben considerarse al momento de valorar la actividad turística, ya que solo de esta manera será posible hacer una planeación adecuada de los recursos y de la actividad (Cesar y Arnaiz, 2003:289). Al hablar de los impactos negativos ocasionados por la empresa turística y las actividades que la misma ofrece, el 75% de los encuestados coinciden en que no se ha generado daño alguno; mientras que el 25% respondió positivamente. El 62% mencionó que el daño ha sido ecológico por la generación de basura, el 23% concuerda que el mayor daño ha sido a nivel social, debido a que se han generado problemas o envidias entre los habitantes de la comunidad y el 15% señala al rubro económico, que ha derivado en el encarecimiento de los precios en la comunidad.

 

CONCLUSIONES

La localización de los municipios que integran la RETA les permite tener acceso a toda una gama de recursos naturales y culturales; de manera que el recurso turístico que aprovechan las empresas de la RETA son, fundamentalmente, atractivos naturales, patrimonio histórico, folclore y manifestaciones de cultura tradicional. Asimismo, la RETA no sólo integra una variedad de recursos turísticos sino también de actores, y esta heterogeneidad permite que las empresas no compitan por el recurso. Lo que favorece la diversificación del producto turístico, ofertando actividades tanto de turismo de aventura, ecoturismo y turismo cultural. La operación de actividades de turismo rural no sólo depende de los recursos turísticos presentes en un territorio, también de los actores que en él convergen.

En los municipios en estudio, el turismo rural representa una actividad económica importante, se observa cierta diversificación productiva. Dentro de las actividades económicas que, además del turismo, realizan los encuestados destaca el trabajo como empleado, ya sea en un sector público o en algún negocio propio; la elaboración de artesanías y la educación.

Respecto a la premisa de si el turismo rural contribuye a mejorar el ingreso anual de las personas involucradas en las siete empresas que integran la RETA, se puede concluir que si existe una diferencia significativa entre el ingreso total anual de las personas que no participan en la actividad turística y entre aquéllas que si lo hacen, de modo que la contribución del turismo rural como empleo rural no agrícola es muy importante para el caso de los encuestados. Asimismo, aun cuando no se puede hablar de que el turismo rural contribuye para mejorar la calidad de vida de los encuestados, si tiene cierto impacto en la misma, ya que el principal destino del ingreso que obtienen del turismo es para cubrir sus necesidades básicas tales como alimentación, ropa y calzado. Sin embargo, un aspecto que obstaculiza la constancia del ingreso es la estacionalidad del turismo; de manera que se recomienda la diversificación del producto turístico en las empresas, así como de la población objetivo, lo cual confluiría en la disminución de la estacionalidad del turismo, permitiendo a los integrantes de las empresas contar con un ingreso más constante.

Para los integrantes de la RETA, el turismo rural no sólo representa una mejora económica, sino también un beneficio social, ambiental e incluso personal.

 

REFERENCIAS

Amaya, C. (2005), "Desafíos y oportunidades del turismo rural en México", en Cesar, A., J. Orozco y S. Arnaiz (eds.), Desarrollo Rural y Turismo, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México, pp. 51–58.        [ Links ]

Barrera, E. (2006), Turismo rural, nueva ruralidad y empleo no agrícola, Montevideo [http://www.cinterfor.org.uy/public/spanish/region/ampro/cinterfor/publ/barrera/index.htm:17 enero de 2007].        [ Links ]

CEPAL (2001a), Instituciones y pobreza rurales en México y Centroamérica [http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/4/7884/l482.pdf: 22 de Marzo de 2006].        [ Links ]

CEPAL (2001b), Revalorar la agricultura y el desarrollo rural para la sustentabilidad, [http://www.grupochorlavi.org/php/doc/documentos/revalorarlaagricultura.pdf: 22 de marzo de 2006].        [ Links ]

CEPAL (2003), Empleo e ingreso en las actividades rurales no agropecuarias de Centroamérica y México [http://www.eclac.org/publicaciones/xml/3/13483/L577.pdf: 22 de marzo de 2006].        [ Links ]

Cesar, A. y S. Arnaiz (2003), "Turismo rural: problemática, experiencias y perspectivas", en Cesar, A., S. Arnaiz y J. Thomas (eds.), Turismo rural y economía local, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México, pp. 273–298.        [ Links ]

Cesar, A. y S. Arnaiz (2004), Desarrollo y turismo en la Costa de Jalisco, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México.        [ Links ]

Ciani, A. (2003), "Turismo rural y agroturismo: oportunidades y desafíos", en Cesar, A. y S. Arnaiz (eds.), Turismo rural y economía local, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México, pp. 11–56.        [ Links ]

CONAPO (2005), Índice de Marginación [http://www.conapo.gob.mx/publicaciones/indice2005.htm: 19 de octubre de 2006].        [ Links ]

Domínguez, L. (2003), "La regulación jurídica de las modalidades no tradicionales del turismo", en Cesar, A. y S. Arnaiz (eds.), Turismo rural y economía local, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México, pp. 175–200.        [ Links ]

Donaldo, J. (2003), "El gran pasivo del sector: la pobreza rural. Estrategias y medios productivos para su superación", en CEPAL, Desafíos y oportunidades del desarrollo agropecuario sustentable Centroamericano, pp. 71–100 [http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/6/14316/Capitulo2–a.pdf :22 de marzo de 2006].        [ Links ]

Fernández, G. y A. Guzmán (2000), "Cambios en el espacio rural. Alternativos del turismo rural y cinegético en la Región Pampeana Argentina", en Domínguez, L. (2003), La regulación jurídica de las modalidades no tradicionales del turismo, en Cesar, A. y S. Arnaiz (eds.), Turismo rural y economía local, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México, pp. 175–200.        [ Links ]

Freiria, G. (2003), "El turismo rural en la alternativa agraria Iberoamericana", en Cesar, A., J. Orozco y S. Arnaiz (eds.), Desarrollo rural y turismo, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México, pp. 23–30.        [ Links ]

INEGI (2005), II Conteo de Población y Vivienda [http://www.inegi.gob.mx/est/contenidos/espanol/proyectos/conteos/conteo2005/default.asp?c=6224: 19 de octubre de 2006].        [ Links ]

Jiménez, A. (2005), Desarrollo turístico y sustentabilidad: el caso de México, Miguel Ángel Porrúa, Universidad del Caribe, México.        [ Links ]

Juárez, J. y B. Ramírez (2007), "El turismo rural como complemento al desarrollo territorial rural en zonas indígenas de México", Scripta Nova, Universidad de Barcelona, 1 de abril de 2007, vol. XI, núm. 236 [http://www.ub.es/geocrit/sn/sn–236.htm: 8 de mayo de 2007].        [ Links ]

López Palomeque, F. (2001), "El turismo en el desarrollo local y regional", en Luzón, J. y N. Dantaslé (coords.), Desarrollo Regional, Ed. Xarxa Temática, MEDAMERICA, pp. 109–140.        [ Links ]

Muñoz, F. (2003), "El turismo como producto objetivamente diferenciado: aplicación de la microeconomía y la ingeniería a proyectos de turismo rural", en Cesar, A. y S. Arnaiz (eds.), Turismo rural y economía local, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México, pp. 57–104.        [ Links ]

Pérez, E. (2001), "Hacia una nueva visión de lo rural", en Giarracca, N. (comp.), ¿Una nueva ruralidad en América Latina?, Buenos Aires, pp. 17–29 [http://www.clacso.org/wwwclacso/espanol/html/libros/rural/rural.html: 12 de septiembre de 2006].        [ Links ]

Red de Turismo Alternativo Totaltikpak A.C. [http://www.reta.mx: 21 de julio de 2007].        [ Links ]

SAGARPA (2004), Año agrícola; Servicio de Información y Estadística Agroalimentaria y Pesquera [http://www.sagarpa.gob.mx: 23 de octubre de 2006].        [ Links ]

Schejtman, A. y J. Berdegué (2004), Desarrollo territorial rural. Debates y temas rurales, núm. 1, Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural, RIMISP [http://www.rimisp.org/getdoc.php?docid=870: 28 de septiembre de 2006].        [ Links ]

SECTUR (2004), Turismo alternativo, una nueva forma de hacer turismo, fascículo 1, Serie Turismo Alternativo, Méxzico [Cd–rom].        [ Links ]

Segrelles, J. (2000), "Desarrollo rural y agricultura: ¿incompatibilidad o complementariedad?", Agroalimentaria, núm. 11, México, pp. 85–95.        [ Links ]

Veechiet, H. (2003), "Recuperación de estancias argentinas como instrumentos de cambio", en Cesar, A. y S. Arnaiz (eds.), Turismo rural y economía local, Universidad de Guadalajara, Puerto Vallarta, Jalisco, México, pp. 135–152.        [ Links ]

Vera J., F. López., M. Marchena y S. Antón (1997), Análisis territorial del turismo, Ariel, Barcelona. España.        [ Links ]

 

NOTAS

1 Palabra de origen náhualt que significa "nuestra tierra".

2 El empleo rural no agrícola (ERNA) se define como el empleo en el conjunto de las actividades económicas de índole no primaria (agricultura, ganadería, silvicultura y pesca) desarrolladas por los hogares rurales, ya sea en el predio familiar o fuera de él. La definición también incluye a las actividades agroindustriales tales como el procesamiento de alimentos en fábricas ubicadas en el sector rural. Por su parte, el ingreso rural no agropecuario (IRNA) corresponde al ingreso generado en las actividades que comprenden al ERNA, siendo éstas de carácter asalariado o como autoempleo (CEPAL, 2003:2).

3 El concepto de activos descrito en este artículo es considerado sinónimo al de capital: capital humano, social, natural, etc. (CEPAL, 2001a).

4 Los siete grupos que pertenecen a la RETA son considerados empresas sociales, debido a que tienen como objetivo principal el de mejorar la calidad de vida de los involucrados de manera equitativa, es decir, buscando siempre el interés grupal sobre el personal.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons