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Investigaciones geográficas

versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.69 Ciudad de México ago. 2009

 

Reseñas

 

The naming of America: Martin Waldseemüller 's 1507 world map and The Cosmographiae introductio

 

Raquel Urroz*

 

Hessler, J.W. (2008), Featuring a new translation and commentary, D Giles Limited/Library of Congress, London, 121 p., ISBN 978–904832–49–2

 

* Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México.

 

Este libro publica por vez primera para el público angloparlante,1 el mapamundi de 1507 elaborado por Martín Waldseemüller junto con un grupo de científicos y humanistas reunidos en torno al establecimiento de una imprenta en un pequeño pueblo al noreste de Francia (Saint Diè). La elaboración de este mapamundi es fundamental para la historia de la cartografía universal y sobre todo para aquella del Renacimiento, de la era de las exploraciones y la cartografía del Nuevo Mundo. Su publicación resultó ser uno de los primeros testimonios cartográficos que representaron el rompimiento de la imagen del mundo medieval y el primero en anotar, sobre las tierras recién halladas, el nombre de América.

El mapa de Waldseemüller se conserva en la Biblioteca del Congreso dentro de la División de Geografía y Mapas, Washington, D. C.2 Consta de dos mapamundis: uno en "plano" (world map) el cual es uno de los pocos y raros ejemplares que se conservan para ser mostrados en la pared (wall map). Este consiste en 12 secciones grabadas, como "una obra maestra de la temprana impresión en madera" (Hessler, 2008:43), dispuestas horizontalmente en tres hileras, cada hilera con cuatro secciones y cada sección de 46 x 63 cm. En conjunto, el mapa mide 1.28 x 2.33 cm.3 El otro mapa, en "sólido", es la reproducción de un diseño más pequeño en gajos (globe gores) para una esfera terrestre o por lo menos para indicar como podría construirse. Además, tanto el mapa impreso como aquél en forma de esfera estuvieron acompañados originalmente por un texto llamado Cosmographiae Introductio escrito igualmente por Martín Waldseemüller y su colaborador Mathias Ringmann. El libro está dividido en dos. La primera parte, que traduce John W. Hessler del latín al inglés y que presenta en esta edición (Hessler, 2008:71–197) es una sección dividida en nueve capítulos que funge como una introducción sobre principios básicos de cosmografía y algunas definiciones técnicas para facilitar al lector y observador su entendimiento y comprensión de ambos mapas. En esta nueva edición, cada una de las 12 secciones, aparece en igual número de hojas brevemente comentadas por el autor destacando la característica visual más sobresaliente de cada sección. Por ejemplo, alguna alusión escrita a la toponimia, la delineación de las tierras ya conocidas y basadas en la Geografía de Ptolomeo, las novedades que hacen referencia a las nuevas informaciones geográficas, la trascripción y traducción de algunos grabados de texto que aparecen como parte del mapa y que hacen referencia a algún rasgo geográfico en particular, a ciertos personajes involucrados en los nuevos descubrimientos o sobre detalles relacionados con la impresión.4

Por lo demás, el autor explica que en realidad es complicado comentar y discutir ampliamente sobre las circunstancias históricas que rodean la creación del mapa y el texto, ya que se cuenta con poca evidencia de fuentes históricas y escasos estudios sobre cartográfica coetánea que pudo haber influido en el trabajo de Waldseemüller. El propio autor del mapamundi de 1507 y su compañero comentan poco sobre su acervo cartográfico y su relación con otros mapas para la confección del suyo propio.5 Al respecto, sólo declaran:

All that we have said here in our Introduction to Cosmography will provide sufficient understanding only if we tell you that in designing the layout of our world map we have not been faithful to Ptolomey represented it. Therefore when you see this do not think is our mistake, for we have represented in this way purposely, because at times we have followed Ptolomey and another times the nautical charts. Ptolomy himself [...] says that he did not have complete knowledge of all parts of the continent (Waldseemüller, 1507 [2008 ]: 106).6

En su estudio introductorio el autor ahonda en dos figuras que aparecen en torno a la existencia e historia del mapa de 1507 (Hessler, 2008:38–64). Una de ellas es Ptolomeo quien, en su obra intitulada Geographia, ofrece instrucciones para construir y leer un mapa con una metodología de proyección geométrica. A lo largo del trabajo Hessler indica constantemente y subraya la manera en que Waldseemüller utiliza la obra del alejandrino ya sea para fundamentar su trabajo cartográfico o para diferir en su sistema geográfico,7 sobre todo, en lo concerniente a los perfiles de las nuevas tierras americanas. El otro personaje en quien profundiza el estudio de Hessler es el cosmógrafo de Nuremberg Johannes Shöner de quien se conservó su portafolio de mapas (Shöner Sammelbund) y en cuyo contenido apareció la única copia que subsiste del mapa de 1507. Hessler, quien tuvo oportunidad de estudiar físicamente el documento y trabajar en su paleografía, da cuenta de sus propias anotaciones y correcciones que aparecen sobre el mapa tanto de Waldseemüller como de Ptolomeo, corrigiendo latitudes y longitudes por medio de líneas rojas.8

A partir de su análisis, Hessler indaga las diferencias entre ambos mapas. Se pregunta cómo es que el globo de Shöner de 1515 y que supuestamente se basó en el de 1507, sí muestra el pasaje alrededor de la costa sur de América hacia el Océano Pacífico en contraste con el de Waldseemüller que lo oculta explícitamente.9 Es decir, en el mapamundi de 1507 no aparece el extremo sur de América, sin embargo, Waldseemüller sugiere constantemente que aquella gran extensión de tierra de dimensiones continentales, está totalmente separada de Asia y, en efecto, es una nueva cuarta parte del mundo accesible y habitada. Así lo expresa:

The earth is now known to be divided into four parts. The first three of these are connected and are continents, but the fourth part is and island because it has been found to be completely surrounded on all of its sides by sea (Waldseemüller, 1507 [2008]:101).10

Previamente, el grupo de humanistas establecido en torno a la imprenta de San Diodato11 pensaba publicar una nueva edición de la Geographia de Ptolomeo que superara las anteriores (utilizando un manuscrito griego antiguo recién adquirido y otros mapas de su propia región con observaciones modernas, mismos que aparecieron hasta 1513). No obstante, el propio Ringmann expresó que, momento de recibir un ejemplar de la carta intitulada Mundus Novus de Américo Vespucio —donde se relataban los más recientes hallazgos geográficos en el hemisferio occidental—, el grupo se sintió tan atraído por estas noticias, que decidieron preparar los mapas ya no sólo representando aquello que consignó Ptolomeo en su trabajo cartográfico, sino que igualmente se tomaría en cuenta la información geográfica de las cartas vespucianas:

For us, therefore, it has been necessary, as Ptolomy himself suggests, to place more faith in the information gathered in our times. We have on our map therefore followed Ptolomy, added new lands and some other things, while on the globe, wich we have made to accompany the map, we have follow the description of Amerigo (Waldseemüller, 1507 [2008]:107).12

Así fue que se decidió, como segunda parte del trabajo y para la credibilidad del público, incluir en la misma publicación los textos de Vespucio sobre sus cuatro navegaciones en su traducción al latín (Quatour Americi Vespuci Navigationes).13

En realidad, los viajes a las Indias y la publicación y divulgación de las cartas de Vespucio denominadas Mundus Novus y Lettera14 están ligados forzosamente a las investigaciones del grupo de Saint Diè y al mapa de 1507. Ellos mismos declaran que: "Because of his discovery we shall add to this book an account of his four voyages translated from italian language into French and French into Latin" (Waldseemüller, 2008:88).15 De hecho, quien convencerá a Europa de que las tierras a las que había arribado Colón no eran sino una nueva cara de la ecumene, fue el Mundus Novus; epístola que difundirá la nueva naturaleza de las Indias: una cuarta parte del mundo separada de Asia, África y Europa.16 Waldseemüller también lo cree así: "The location of this part and the costums of its people can be clearly understood from the four voyages of Amerigo Vespucci that we have placed after this introduction" (Waldseemüller, 2008:101).17 De esta forma, Waldseemüller (aunque como obra colectiva) tomará la decisión de nombrar a las tierras recién exploradas con el apelativo del autor de las cartas donde se lee el descubrimiento intelectual y consciente de América:18

There is at this time a fourth part of this small world barely known to Ptolomy and inhabited by beings like ourselves. Previously, it was divided into three parts: Europe, Africa and Asia [...] Today these parts of the earth have been more extensively explored than a fourth part of the world, as will be explained in what follows, and that has been discovered by Amerigo Vespucci. Because it is well known that Europe and Asia were named after women, I can see no reason why anyone would have good reason to object to calling this fourth part Amerige, the land of Amerigo, or America, after the man of great ability who discovered it (Waldsemülleer, 1507 [2008]:101).19

La última consideración que se plantea Hessler es el problema de que, cronológica y cronométricamente, no corresponde la forma y lugar del Nuevo Mundo representado en el mapa de 1507. Es decir, para que América apareciera en el mapa como una gran isla rodeada de mar, debía conocerse el Océano Pacífico. Ni Vasco Núñez de Guzmán ni Fernando de Magallanes habían alcanzado y hecho oficial su descubrimiento del Océano Pacífico para 1507. Hessler se pregunta cómo, entonces, Waldseemüller y el Gimnasio pudo representar la nueva configuración del Nuevo Mundo y concretamente la costa oeste de Sudamérica. Frente a esta inquietud, Hessler resuelve únicamente sugiriendo y lanzando la invitación a conocer teorías nuevas sobre las expediciones portuguesas y españolas enigmáticas, secretas o desconocidas por la historiografía tradicional sobre la cartografía del siglo XV y XVI, misma que persiste en mirar las primeras representaciones cartográficas de América como resultado de pura especulación o intuición.20

El propio autor de The naming of America se muestra incrédulo cuando expresa que no cree posible encontrar evidencias documentales que sostengan dichas teorías (Hessler, 2008:46–47). En este sentido, se podría suponer que desconoce o ignora la bibliografía dedicada a la cartografía de América en el siglo XV y XVI sobre todo la desarrollada por autores sudamericanos que han propuesto teorías novedosas al respecto. Se puede identificar un grupo que arranca en los años cincuenta con Enrique de Gandía, Germán Arciniegas, Roberto Levillier, Carlos Sanz, Rolando A. Laguarda Trías hasta los años noventa con los trabajos de Dick Edgar Ibarra Grasso, Paul Gallez, Luigi Avonto y Gustavo Vargas Martínez. Esta misma argumentación es rescatada por Raquel Urroz en 2001 y que empata con la obra de Peter W. Dickson en el 2007. Al igual que Hessler, existe otro autor, quien ha sostenido que estas hipótesis no pueden ser comprobadas a través de la cartografía por fallas de precisión en la correlación topográfica antigua y actual (Richardson, 2003). Así, existe un debate entre aquellos autores reticentes a las nuevas ideas que se cuestionan los viajes oficiales de exploración y su representación en la cartografía del Renacimiento y cómo ésta repercutió directamente en la configuración y conformación de los perfiles y espacios americanos y en la visión moderna del mundo que conservamos hasta el día de hoy.

Este mapa, en lo que atañe a tierras americanas, es uno de los más importantes y famosos. A él se debe la enunciación y la final consagración de la palabra América para nombrar nuestro continente. El mapamundi de 1507 grabado en madera fue concebido y creado en un momento en que las potencias marítimas se disputaban la potestad de las tierras recién descubiertas y, en consecuencia, la información cartográfica que se producía constantemente estaba llena de manipulaciones y secretos. De cualquier modo, el mapa de Waldseemüller representa el Nuevo Mundo de una manera tan completa, que predice la configuración general del hemisferio, siendo el primero en conjuntar dos concepciones, las antiguas ptoloméicas y las recientes vespucianas. Así, pues, resulta saludable reivindicar la génesis de la palabra América para nombrar nuestro continente y su sentido original: señalar geográficamente las tierras recién descubiertas particularmente en el sur del hemisferio occidental y que designa espacio, hoy, sudamericano.21 La cartografía del siglo XVI y principalmente el mapa de Waldseemüller ofrecen un testimonio histórico para la reconstrucción del sentido ontológico de las tierras americanas desde su nacimiento.

 

REFERENCIAS

Arciniegas, G. (2002), Amerigo en el Nuevo Mundo: La vida y tiempo de Amerigo Vespucci, Ed. Villegas, Bogotá.        [ Links ]

Avonto, L. (1999), Operación Nuevo Mundo. Amerigo Vespucci y el enigma de América, Caracas.        [ Links ]

Del Carril, B. (1991), El Bautismo de América, Emecé Editores, Buenos Aires.        [ Links ]

Dickson, P. W. (2007), The Magellan Myth. Reflections on Columbus, Vespucci and the Waldseemüller Map of 1507, Printing Arts Press, Ohio.        [ Links ]

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Gallez, P. (1990), La cola del Dragón. América del Sur en los mapas antiguos, medievales y renacentistas, Bahía Blanca, Instituto Patagónico.        [ Links ]

Gandía, E. de (1974), "El estrecho de Magallanes en los mapas anteriores a su descubrimiento", Segundo Congreso de Historia argentina y regional, Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, t. 1, pp. 187–196.        [ Links ]

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Hessler, J. W. (2008), The naming of America. Martin Walseemüller's 1507 World Map and the Cosmographiae Introductio, Featuring a new translation and commentary, D Giles Limited/Library of Congress, London.        [ Links ]

Ibarra Grasso. D. E. (1997), Los mapas de América 2000 años antes de ser "descubierta", Buenos Aires.        [ Links ]

Laguarda Trías, R. A. (1982), El hallazgo del río de la plata por Américo Vespucio en 1502, Academia Nacional de las Letras, Montevideo.        [ Links ]

León–Portilla, M. (2007), "Estudio Introductorio", en Martin Waldseemüller: Introducción a la cosmografía y las cuatro navegaciones de Américo Vespucio, traducción del latín, estudio introductorio y notas, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México, pp. 9–43.        [ Links ]

Levillier, R. (1948), América la bien llamada, Guillermo Kraft Ltd, Buenos Aires.        [ Links ]

Levillier, R. (1951), Américo Vespucio. El Nuevo Mundo. Cartas relativas a sus viajes y descubrimientos, Buenos Aires.         [ Links ]

Richardson, W. A. R, (2003), "South America on Maps before Colombus? Martellu's Dragon's Tail Peninsula", en Imago Mundi. The International Journal for the History of Cartography, vol. 55, pp. 25–37.        [ Links ]

Sanz, C. (1962), Mapas antiguos del mundo. Siglos XV y XVI, Madrid.        [ Links ]

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Urroz, R. (2001), América antes de América, tesis de licenciatura, UNAM/Instituto Cultural Helénico, México.        [ Links ]

Varela, G. (1991), Amérigo Vespucci, Biblioteca Iberoamericana, México.        [ Links ]

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FUENTES

Waldseemüller, M. (1507 (2008)), (Martinus Ilacomilus) Introduction to Cosmography, en Hessler, J. W., The naming of America. Martin Waldseemüller 's 1507 World Map and the Cosmographiae Introductio, Featuring a new translation and commentary, D Giles Limited/ Library of Congress, London, pp. 70–110.        [ Links ]

Waldseemüller, M. (1507 (2007b), "Introducción a la cosmografía con algunos principios de Geometría y Astronomía necesarios a ella. Además las Cuatro Navegaciones de Américo Vespucio", en León–Portilla, M., Martin Waldseemüller: Introducción a la cosmografía y las cuatro navegaciones de Américo Vespucio, traducción del latín, estudio introductorio y notas, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México, pp. 56–151.        [ Links ]

 

CARTOGRAFÍA

Waldseemüller, M. (1507), Universalis secundum Ptho–lomaei et Americi Vespucii alioru (m) que lustrationes, St. Dié, Francia? (Library of Congress, Washington, D.C.).        [ Links ]

Waldseemüller, M. (1507 (2007a)), Universalis secundum Ptholomaei et Americi Vespucii alioru (m) que lustrationes, en León–Portilla, M., Martin Waldseemüller: Introducción a la cosmografía y las cuatro navegaciones de Américo Vespucio, traducción del latín, estudio introductorio y notas, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México.        [ Links ]

 

Notas

1 En la biblioteca del castillo Wolfegg (Baden–Württemberg, Alemania) un padre jesuita llamado Joseph Fisher encontró en 1901 el documento y lo tradujo al inglés. Cada reproducción del mapa hecha a partir de 1903 deriva de aquella que Fisher realizó hasta la nueva edición que presenta Hessler en 2008. El autor arguye que la antigua traducción elaborada por Fisher conserva un estilo "arcaico" y no refleja la prosa latina empleada por Waldseemüller. En cambio, la suya muestra el genuino trabajo de un humanista junto con su visión empírica y científica del mundo y subraya el texto como una fuente filológica y simbólica. También considera que esta nueva traducción incluye un aparato crítico y comentarios que explican notas, identifican fuentes de poetas, filósofos y geógrafos y aclaran otros conceptos que el autor da por hecho que el público conoce (Hessler, 2008:59–69).

2 Desde 1800, la Biblioteca del Congreso inició sus colecciones con tres mapas y un atlas de un proveedor londinense. Desde entonces, han crecido hasta completar 4 250 000 mapas, 53 000 atlas, 700 000 imágenes en microfilm, 300 globos, 2 000 modelos terrestres y 1 600 000 fotografías aéreas (Ehrenberg, 1996:5).

3 Estas son las medidas del documento encontrado, original y doblado, en 12 secciones dentro de la carpeta de Shöner (Waldseemüller, 1507). Por su parte, Hessler brinda las siguientes medidas para el mapa una vez ensamblado: 8 x 4 pies (Hessler, 2008:45). La trascripción y traducción al español por parte de Miguel León–Portilla incluye una copia del mapa de Waldseemüller de 1507 encartada a su obra tanto en plano (de 85 x 46.4 cm) como en formato digital (CD) con el permiso de la División de Geografía y Mapas de la Biblioteca del Congreso, Washington, D. C. (Waldseemüller, 1507 [2007a]).

4  Existe un análisis sobre la tipografía que lanza algunas pautas y claves para el estudio no sólo de los grabados, tipos del mapa y marcas trasluz en el mapa de 1507, sino también sobre el ambiente de algunos impresores involucrados en su publicación.

5 En el estudio para la traducción y trascripción en español de la obra de Waldseemüller, Miguel León–Portilla hace mención de otros trabajos cartográficos cercanos al gimnasio vosguense. Por ejemplo, el mapa de Juan de la Cosa, el globo de Behaim, el planisferio de Cantino y el mapa de Caveri, Contarini, Ruysch y Martellus. Estas son cartas donde, de alguna u otra manera, registran las costas de tierras más allá del Atlántico antes de 1507. Además, León–Portilla abre la posibilidad de que éstos pudieron ser conocidos por Waldseemüller (León–Portilla, 2007:16–24). Para un estudio cartográfico donde se representa el contorno de Sudamérica en mapas precolombinos como el de Martellus o anterior al de Waldseemüller como el de Behaim (véase Vargas Martínez, 1996).

6   Lo que se ha dicho a modo de introducción a la cosmografía, será suficiente si te recordamos que, al establecer las secciones del mapa general, no hemos seguido en todo a Ptolomeo, especialmente en lo que concierne a las tierras nuevas, donde en las cartas marinas notamos que el Ecuador se localiza de modo distinto del que lo hizo Ptolomeo y en otros lugares a las cartas marinas. El mismo Ptolomeo, en el capítulo quinto del primer libro, expresa que no tenía noticia de todas las partes del continente (Waldseemüller, 1507, [2007b]: 94–95).

Como se puede observar, las traducciones al inglés, por parte de Hessler y al español, hecha por León–Portilla, difieren notablemente.

7  Para las mediciones de los nuevos espacios americanos, Waldseemüller lo sustituye por un sistema de paralelos espaciados (Hessler, 2008:89).

8 En los "Reconocimientos" el autor agradece la ayuda que recibió no sólo en la Biblioteca del Congreso sino de todos al aquellos que apoyaron su investigación sobre el trabajo cartográfico de Johannes Schöner en la Österreichische Nationalbibliothek en Viena y en la Hill Monastic Library en Budapest (Hessler, 2008:6–7).

9 Cartógrafos posteriores se abstendrán de dibujar el contorno de la península sudamericana seguramente por razones políticas que tienen que ver con la prohibición de la corona portuguesa de divulgar información que incumbe a jurisdicción española. Sólo hasta Münster (1542), Ortelius (1587) y Mercator (1595) se mostraran los confines de Sudamérica (Vargas Martínez, 1995:70).

10 "De este modo consta que la Tierra se divide en cuatro partes. Las tres primeras son continentes; la cuarta es una isla, ya que se sabe que está rodeada completamente por mar" (Waldseemüller, 1507 [2007b]:88).

11 La imprenta estuvo comandada por el administrador de minas y capellán Gaultius Ludd y auspiciada y patrocinada por Renato II (Renè II), duque de la pequeña villa de San Diodato ubicada al pie de los montes "Vosgos" en Lorena.

12  Ha sido, por tanto, necesario (y él mismo dice que así hubiera tenido que proceder), atendiendo a las informaciones reunidas en nuestro tiempo. Y así nosotros hemos dispuesto las cosas de modo que en el mapa hemos seguido a Ptolomeo; pero respecto de las tierras nuevas en la esfera y en el mapa, seguimos la descripción de Américo que luego incluiremos (Waldseemüller, 1507 [2007b]: 95).

13  El trabajo de John Hessler no incluyó la trascripción y traducción al inglés de las cuatro navegaciones de Américo Vespucio. Miguel León–Portilla, en cambio, incluye esta segunda parte de la obra, tanto en su edición facsimilar en latín como en la traducción y trascripción al español (León–Portilla, 2007:101–147).

14  Para una biografía crítica sobre la vida y los supuestos cuatro viajes de Vespucio y la traducción de sus cartas, véanse Levillier (1951), Varela (1991), Avonto (1999) y Arciniegas (2002).

15 "Acerca de esto se añadirán luego sus cuatro navegaciones traducidas del italiano al francés y luego del francés al latín" (Waldseemüller, 1507 [2007b] :76).

16  La publicación de las cartas tuvo gran éxito. Mundus Novus y Lettera fueron ávidamente leídas en toda Europa; se imprimieron y difundieron en traducciones del italiano al latín, francés, alemán, flamenco y checo (véase Del Carril, 1991; Sanz, 1959 y Urroz, 2001).

17  "La ubicación [de América]. Las costumbres de sus habitantes se conocerán mejor por medio de [las relaciones] acerca de las cuatro navegaciones de Américo, que más abajo se incluyen" (Waldseemüller, 1507 [2007b]:88).

18  Aunque otra historia es la suerte que corrió la palabra América (paradójicamente se propagó en mapas posteriores al de 1507, principalmente con el de Pedro Apiano y J. Shoëder, mientras que el propio de Waldseemüller, del que se ha dicho siempre que se imprimieron mil copias las cuales inexplicablemente no hicieron eco y desaparecieron (véase Dickson, 2007). Llama la atención que Hessler no haga mención de las diferentes ediciones del mapa de 1507 y sobre el dato de que el nombre de América se suprimió en los mapas posteriores del mismo autor mientras que en otros ya aparecía (Shöner, Münster, Mercator, Ortelio, etc.). Sobre todo en aquel de 1513 que los miembros del Gimnasio venían preparando para ser dispuesto como mapa general para la nueva edición de la Geographia de Ptolomeo (León–Portilla, 2007:34). Para un análisis crítico sobre el mapa de Waldseemüller, desde su dimensión política y su relación con Vespucio y Colón, así como con la Corona española y lusitana, véase Dickson (2007).

19 Y de este exiguo ámbito del mundo sólo una cuarta parte fue conocida a Ptolomeo y ella está habitada por vivientes como nosotros. Hasta ahora se ha dividido en tres partes: Europa, África y Asia [...] Ahora estas partes han sido más ampliamente exploradas y otra cuarta parte ha sido descubierta por Américo Vespucio (como se dirá adelante). Y no veo que haya alguien que razonablemente se oponga a que por ello lo designe Amerige, tierra de Américo o América, derivando su nombre de Américo su descubridor, hombre de ingenio sagaz, ya que además Europa y Asia recibieron sus nombres de mujeres (Waldseemüller, 1507 [2007b]: 87–88).

20 La discusión tiene que ver con las distintas representaciones de América en los mapas del siglo XVI, ya fuera como parte de Asia, isla o continente y también con las políticas expansionistas de España y Portugal quienes se disputaban el descubrimiento y control de un paso o estrecho hacia el mar Índico (conocido como cabo Cattigara) desde el hemisferio occidental, ya fuera a la altura del Golfo de México (que nunca fue encontrado por Colón) o hasta doblar la costa de Sudamérica en la actual Argentina (que posiblemente alcanzó Vespucio; véase Arciniegas (2002), Gallez (1990), Urroz (2001) y Dickson (2007).

21 Esta noción difiere de la adjudicada en el "Common Sense adressedto the inhabitants of America...", un folleto publicado en Filadelfia en 1776 donde su autor, Thomas Paine, desarrolla los argumentos necesarios para fundamentar la independencia de las trece colonias respecto de Inglaterra. Su publicación tuvo un éxito inmediato y para el primer año ya habían salido a la luz 25 ediciones. Sus páginas recogen el sentido que desde principios del siglo XVIII identifica a los residentes ingleses como americanos y a su territorio como América.

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