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Investigaciones geográficas

versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.46 Ciudad de México dic. 2001

 

Reseñas

 

Homenaje a Milton Santos

 

María Teresa Gutiérrez de MacGregor*

 

* Instituto de Geografía-UNAM.

 

El fallecimiento del brillante geógrafo Milton Santos, acaecida el 25 de junio de 2001, trajo a mi memoria la figura del entrañable amigo al que siempre profesé gran admiración y respeto.

El principal motivo que me mueve a escribir estas líneas, es el deseo de mantener viva en los jóvenes estudiantes, la existencia de un insigne geógrafo latinoamericano, siempre congruente con su manera de pensar y preocupado por encontrar soluciones, a través del estudio del espacio geográfico, de las desigualdades y las injusticias que han limitado las iniciativas de los países en desarrollo.

Milton Santos nació en Brasil. Sus primeros estudios los realizó en universidades de su país natal, completó estudios en Francia en la Universidad de Estrasburgo, donde se doctoró en 1958. Ya con esa formación regresó a Brasil donde trabajó con gran éxito. Sin embargo, debido a un golpe de Estado en su país y a causa de sus inquietudes sociales, se vio obligado a abandonar su patria y a vivir un exilio prolongado.

Mi conocimiento personal de Milton se remonta al México de principios de los años sesenta, durante su primera visita a nuestro país, la que coincidió con el momento en que estaba preparando mi tesis doctoral. En esa época, Milton Santos era muy joven, lleno de entusiasmo y se mostraba muy preocupado por los problemas socioeconómicos de América Latina, lo que me dio pie para solicitarle una revisión de mi tesis. Sus comentarios, que fueron oportunos, me permitieron modificar algunos aspectos y lograron enriquecer mi trabajo. Algunos años después, en 1967, volví a encontrarme con él en París y sus consejos fueron de gran utilidad para el mejor desarrollo de mis estudios.

La vida fecunda de Milton Santos está llena de aportaciones a la ciencia geográfica, son numerosas sus obras publicadas y algunas han sido traducidas al castellano. Versan, principalmente, sobre las implicaciones sociales, económicas y políticas de los problemas del subdesarrollo: hambre, pobreza, falta de educación, etc. Incursiona en el estudio sobre la organización del espacio, al que se refiere con las siguientes palabras: "La sociedad se transforma en el espacio a través de su redistribución sobre las formas geográficas, y lo logra en beneficio de unos y en detrimento de la mayoría." Su pensamiento filosófico lo lleva a buscar, en sus últimas obras, un nuevo paradigma geográfico, por lo que dice lo siguiente: "La Geografía tantas veces al servicio de la dominación, tiene que sufrir urgentemente una reformulación para ser lo que siempre quiso ser: una ciencia del hombre" y completa su pensamiento con estas palabras: "Una ciencia del hombre debe cuidar el futuro no como un simple ejercicio académico sino para dominarlo. Debe intentar dominar el futuro para el Hombre, es decir, para todos los hombres y no sólo para un pequeño número de ellos". "Esta nueva Geografía debe estar presidida por el interés social."

Fueron muy brillantes las sugestivas conferencias que Milton Santos impartió en diferentes ciudades de nuestro país, en las que los asistentes quedaban verdaderamente entusiasmados, tanto por la expresividad de sus palabras, como por sus amplios conocimientos geográficos que transmitía generosamente a todo aquel que quería escucharlo. Milton Santos por su abundante obra científica, por su rigor y madurez intelectual, es considerado como el geógrafo más importante y distinguido de América Latina; a nivel internacional, fue uno de los más destacados del siglo XX.

Su ausencia nos priva de una carismática personalidad. Su muerte deja un vacío difícil de llenar, pero nos queda su abundante obra geográfica y humanística. Esperemos que alguno de sus múltiples discípulos continúen sus investigaciones que tanto fruto darían a todos los países pero, principalmente, a los países en desarrollo, que siempre fueron su constante preocupación.

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