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Investigaciones geográficas

versión On-line ISSN 2448-7279versión impresa ISSN 0188-4611

Invest. Geog  no.43 Ciudad de México dic. 2000

 

Los niveles de asimilación económica de la región costera de México

 

Levels of economic assimilation in the coastal region of Mexico

 

María del Carmen Juárez Gutiérrez*

 

*Instituto de Geografía, UNAM, Cd. Universitaria, 04510, Coyoacán, México, D. F. E-mail: carju@servidor.unam.mx

 

Recibido: 10 de febrero de 1999
Aceptado en versión final: 14 de abril de 2000

 

Resumen

La presente investigación analiza la ocupación que la sociedad hace del espacio a través de los niveles de asimilación económica de los municipios costeros de México. En una primera parte, se abordan las posturas teóricas y los criterios cuantitativos, a través de la distribución de la población y de las actividades económicas; en la segunda se presentan las diferencias regionales de los niveles de asimilación con una tipología de espacios geográficos que correlaciona fenómenos humanos esenciales.

Palabras Clave: Asimilación económica, regionalización, ocupación del espacio.

 

Abstract

This paper examines the levels of economic assimilation in the coastal areas of Mexico. Firstly, the theoretical assumptions and quantitative criteria to define specific features of both population and economic activities are presented. Afterwards, the regional differences resulting from the various types of economic assimilation found in this study are examined.

Key words: Economic assimilation, regionalization, space organization.

 

INTRODUCCIÓN

Las costas mexicanas han cobrado particular importancia en los últimos decenios, en virtud de que se han convertido en espacios atractivos para el desarrollo de actividades turísticas, industriales y portuarias, relevantes de cara al exterior, que han generado procesos de urbanización paralelos; todo ello ha sido independiente al hecho de que México cuenta con una zona económica exclusiva cuya amplitud lo coloca en noveno lugar a nivel mundial, situación que lo hace poseer recursos naturales aún no explotados que pudieran aumentar el caracter estratégico de la región cosiera. Sin embargo, el proceso de desarrollo regional se presenta con marcadas diferencias de crecimiento económico, dando lugar a la polarización y a un aprovechamiento desigual del espacio geográfico costero.

La asimilación económica, corriente investigativa poco conocida en México, se identifica con las nociones generales del pensamiento geográfico y con nuevas posiciones metodológicas concordantes con los procesos de la economía globalizada. Su importancia científica radica en que permite:

1. La obtención de una imagen cartográfica que sintetiza las similitudes y diferencias internas del espacio geográfico.

2. El establecimiento de una jerarquía socioeconómica que permite evaluar la situación geográfica de los territorios examinados.

3. La posibilidad de disponer de una representación intelectual que facilita la reflexión sobre los problemas regionales de un espacio geográfico determinado.

Este trabajo tiene como objetivo revelar las diferencias regionales de la costa de México, a través de la diferenciación de sus niveles de asimilación económica.

 

POSICIONES TEÓRICAS

La teoría de la asimilación económica nace dentro del pensamiento geográfico de la escuela soviética en el decenio de los años setenta (Zaiísev, 1972, citado en Kantsebovskaya y Runova, 1973) y se desarrolla de manera aplicada en el siguiente decenio (Privaioskaya, 1982). Los primeros autores definen a la asimilación económica en Geografía como "...el grado de dominio que se tiene de un territorio y que se determina a través de la intensidad de su utilización, el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y de otras propiedades del territorio". En trabajos posteriores se afirma que la asimilación económica es "... una interpretación regional de las correlaciones entre la economía y la naturaleza como enfoque que permite sincronizar los esquemas de regiones físico-geográficas y económicas" (Privalovskaya, 1982).

La actual etapa del conocimiento se caracteriza por la reactivación de teorías pasadas, condicionadas por los recientes cambios sucedidos a escala planetaria. Este reacomodo teórico significa cambios en los niveles conceptual y metodológico. Esta posición concentra su atención en la diferencia espacial interna y, dado el momento actual de globalización económica, ayuda a explicar la conformación de las regiones en territorios contiguos y no contiguos.

La asimilación económica identifica al proceso diferencial que acontece entre distintos territorios que conforman una entidad político-administrativa dada, como efecto de la interacción de factores diversos entre los que cabe distinguir los naturales, sociales, culturales, económicos y políticos; agentes causantes de a 'situación geográfica" de un lugar determinado (Propin, 1989; García, 1993; Propin y Sánchez, 1996; Propin, 1997) o de entidades subnacionales (Propin y Sánchez, 1995),

El nivel de asimilación económica es la expresión medible del proceso referido en donde interviene el tratamiento metodológico de criterios seleccionados que describen determinadas unidades espaciales (Privalovskaya, 1982). Es posible su aprehensión cognoscitiva a través de una tipología de espacios geográficos que se distinguirá, en consecuencia, por el contenido esencial del método de tipificación, repetitiva territorial y jerarquía, como rasgos básicos (Propin y Sánchez, 1998).

La teoría de la asimilación económica asume las posturas siguientes:

Las inversiones socioeconómicas tienden a concentrarse en los territorios de mayor nivel de asimilación económica debido a los bajos costos relacionados con la infraestructura ya creada, cultura productiva acumulada y el potencial cuantitativo y cualitativo de la población.

En forma opuesta, aquellas zonas identificadas con niveles inferiores requieren de fuertes inversiones iniciales para el desarrollo de una actividad económica. Es común que estos territorios dependan de otras regiones a las cuales proveen de materias primas y materiales de distinta naturaleza, se identifican con zonas agrícolas, ganaderas, mineras y forestales tradicionales, con áreas protegidas y con otras condiciones naturales extremas como las desérticas, pantanosas y montañosas (Propin, 1989).

Los territorios de mayores niveles de asimilación económica se asocian con problemas ambientales de diversa magnitud y génesis, son atractivos en lo social, económico y político y sus conflictos locales se vinculan con las escalas macrorregionales, nacional e internacional, en cuanto a tendencias globales relacionadas con la movilidad de la población, recursos materiales, financieros e informativos, ya que son territorios de especial acaparación de capitales (Propin y Sánchez, 1998).

Los de bajo nivel se identifican con las zonas de pobreza extrema y problemas sociales consecuentes. Por la razón expuesta, su población, en condiciones de carencias, tiende a emigrar, hecho que no propicia ni incentiva los virtuales intentos de proyectos vinculados al desarrollo local y despersonifica el papel regional de una entidad político-administrativa, cualquiera que fuese su escala geográfica.

Por su parte, los territorios de nueva economía suelen entrar en conflicto y competencia con otros antiguos y de mayores niveles. Esta situación Quede dar al traste con intereses de carácter nacional, debido a las posibles decisiones que tome el gran capital; situación contradictoria que puede derivar en conflictos sociales de diversas magnitudes.

Un determinado nivel de asimilación económica no debe ser identificado con supuestos patrones óptimos de desarrollo económico y social. Cada uno está determinado mediante una jerarquía que oscila entre el territorio de mayor concentración de recursos humanos, financieros e informativos (regiones capitalinas) y las zonas de débil a ausente asimilación. Los niveles representan una imagen cognoscitiva que facilita entender y explicar las similitudes y diferencias que acontecen entre los distintos territorios de una escala geográfica previamente seleccionada (Privalovskaya, 1982).

Los territorios subdesarrollados, con independencia de un nivel de asimilación económica, son vulnerables a situaciones coyunturales externas en tanto dependen de las decisiones del "gran capital"; es usual que se sucedan contradicciones entre la cultura local y los intereses y voluntades foráneas. En sentido general, éstos revelan una estructura regional desarticulada entre centros de mediana y alta asimilación económica (Kantesebovskaya y Runova. 1973; Privalovskaya, 1982; Propin, 1989).

 

PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO

El método de tipificación probabilística fue seleccionado debido a sus posibilidades de análisis comparativo territorial, en tanto que revela las similitudes y diferencias entre las unidades espaciales examinadas. Se define como "tipo" a un conjunto de objetos "necesarios" con similares "cualidades básicas". Por su parte, una cualidad básica se entiende como el conjunto de cualidades parciales similares de los objetos; los objetos necesarios son aquellos que actúan con mayor frecuencia que la esperada (Propin y Thurmer, 1986). Los pasos metodológicos son los siguientes:

 

La delimitación de las unidades espaciales

La experiencia anterior, vinculada a la utilización del método referido, reporta a los municipios como espacios político-administrativos de referencia (Thürmer, 1983; Propin, 1989). Este hecho ya se trabajó en el Atlas Nacional de México, editado por el Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en el que se presenta un mapa sobre los niveles de asimilador, económica del país (García y Fernández, 1991) donde se adoptó al municipio como unidad de referencia, con una escala geográfica de 1:4 000 000.

Otro trabajo es el de Propin y Sánchez (1998), que incluye la elaboración de un mapa, escala 1:400 000, en el cual se dividió al estado de Guerrero en doce niveles de asimilación y se presentaron las disparidades regionales de la entidad.

Otros estudios con esta línea de investigación son las tesis realizadas por Reyes (1997), quien elaboró un mapa de asimilación económica del estado de Puebla. En este estudio se empleó al municipio como unidad geográfica básica, además, se relacionaron los niveles de asimilación económica con los grados de marginación del estado y se revelaron las zonas de mayor potencial en cuanto a recursos naturales. Hermosillo (1998) realizó un mapa similar, de Guanajuato; utilizó la cuadrícula como unidad de estudio y manifiesta los niveles de asimilación económica así como las diferencias regionales del estado.

Para el caso de este estudio se decidió utilizar como unidad de análisis al propio municipio costero, debido a las particularidades de la región costera mexicana.

 

La selección de los indicadores socioeconómicos

El método presupone un mínimo de indicadores que representen contenidos espaciales básicos del acontecer social y económico; fueron escogidos los cinco indicadores siguientes:

a) La densidad de la población; relación entre la cantidad de habitantes y la superficie de un territorio. Esta medida de concentración espacial ofrece la primera imagen importante sobre la asimilación económica de un territorio, en tanto que la presencia humana lleva implícita alguna actividad económica relacionada, en mayor o menor distinción, con el medio natural donde se asienta; mientras mayor es la concentración regional de la población, mayor complejidad adquiere la relación entre la misma y el contexto físico-geográfico a través de la economía.

b) El grado de urbanización; relación entre la cantidad de población que reside en asentamientos urbanos y el total que habita en la unidad espacial de referencia. Este indicador cualifica y discrimina la imagen cognoscitiva del anterior, ya que precisa a las agrupaciones humanas como lugares donde se concentra una infraestructura social, típica del medio urbano; mientras mayor es el asentamiento humano o la concentración poblacional urbana en un espacio determinado, mayor será la posibilidad de ubicación de construcciones vinculadas con la infraestructura y los servicios sociales, y mayor es la atracción de la población procedente de otros territorios que carecen de la base social referida. Se adoptó el criterio de 15 000 habitantes (Unikel; 1979) para clasificar a los asentamientos urbanos; criterio aceptado en círculos académicos nacionales y utilizado en el Atlas Nacional de México:

c) La concentración regional de las tierras cultivadas; relación entre la cantidad de tierras de labor y la tierra cultivada. En este indicador sobresalen las tierras cultivadas bajo riego, ya que reportan las mayores inversiones técnico-organizativas vinculadas a los tipos de agricultura de mayor productividad de la tierra y el trabajo, orientados hacia el mercado.

d) La concentración espacial de la industria; valor de la producción de todas las ramas entre la superficie de la unidad espacial correspondiente. Permite diferenciar la imagen polarizada que ofrecen los indicadores relacionados con la concentración de fa población y la urbanización en tanto sector generador de medios de producción, uso y consumo. Con el propósito de acentuar la dimensión regional de los centros estatales de la asimilación económica se seleccionó el valor de la producción industrial (INEGI, 1993).

e) La densidad vial; relación entre la longitud de la red vial y la superficie de la misma; medida que expresa la accesibilidad de los territorios. Al igual que el primer indicador, éste posee una importancia básica en tanto la huella espacial que asienta la infraestructura del transporte es rasgo geográfico primario de la asimilación económica; los entes sociales y los medios de transformación de la naturaleza llegan a un territorio virgen por una vía de transportación previamente condicionada.

 

La diferenciación cualitativa de las unidades espaciales

La matriz generada por el comportamiento de los cinco indicadores en los 161 municipios costeros sirvió de base para diferenciar la variación de cada indicador (Cuadro 1); éstos se diferencian en cinco rangos.

Cada municipio fue caracterizado a través de combinaciones de cifras del uno al cinco, correspondientes al comportamiento de los indicadores, por ejemplo:

La conformación de las nubes tipológicas

Aquí se diferencian las combinaciones que se aprehenden como necesarias. Se considera una combinación de cifras como necesaria cuando se presenta con mayor frecuencia que la esperada en una distribución promedio. En tal sentido, se determinó la aparición de un mismo código del total representado en la región costera. Los códigos de mayor frecuencia, entendidos como necesarios, constituyen los centros de las nubes tipológicas, a partir de los cuales se asocian los similares mediante anillos concéntricos que se desvían, el primero, en un valor del centro, el segundo en dos y sucesivamente, como se muestra a continuación:

En este proceso se buscan todas las combinaciones similares que pueden ser subordinadas al grupo. Como núcleo del segundo grupo se toma la combinación con más alto valor de todas las restantes. Así se procede hasta no poder delimitar más grupos de combinaciones de cifras similares. Los grupos demasiado voluminosos se parcelan en tipos, entre los cuales los indicadores singulares no se dispersen en más de cuatro desviaciones.

 

La diferenciación de los tipos

El comportamiento cualitativo de los indicadores dentro de cada nube tipológica ofrece la posibilidad de nominar los rasgos básicos de los tipos. Por otra parte, para la organización jerárquica y explicación unificada entre los indicadores seleccionados (Cuadro 2) se acudió al empleo del coeficiente de correlación de Spearman, como se muestra a continuación:

Entre los indicadores I, III, IV y V se presentó una ausente correlación cercana a cero; la mayor correlación se tiene entre la densidad de la población y la concentración industrial (0.57), responsable del orden tipológico (Cuadro 3).

Las variaciones de los indicadores se presentan de la siguiente forma:

1: significa la aparición de valores muy bajos en todas las variables e indica la presencia de una predominancia de localidades rurales dispersas, con actividad económica casi nula y con vialidad escasa.

12: aunque predomina el valor muy bajo, la agricultura destaca de manera importante al oscilar entre 10 y 30%.

12: la oscilación entre valores bajos y muy bajos aparece de manera compartida, aunque el grado de urbanización comienza a ser más alto, asociado a una densidad vial de consideración.

Los tipos oscilan entre combinaciones 11111 y 55555; la primera identifica a los territorios de ausente o mínima asimilación económica, en tanto la segunda, a los de máximo nivel (Cuadro 3).

 

La elaboración cartográfica

El lenguaje cartográfico fue utilizado de manera secuencial; se elaboró un mapa sintético donde se seleccionan los niveles de asimilación económica.

Para ello, se utilizó la técnica del color, el mapa evidencia los rasgos esenciales de la síntesis a través de las soluciones de colores siguientes:

• Los colores fríos (verdes) están relacionados con las menores concentraciones de la población.

• Los amarillos reflejan la aparición de centros urbanos débilmente industrializados.

• El color naranja enfatiza un interés transicional donde se manifiesta un alto grado de urbanización con una alta concentración de la agricultura de riego.

• El naranja fuerte adiciona el hecho de la concentración industrial.

• El rojo resalta los comportamientos altos en los indicadores temáticos.

• El magenta representa el máximo valor en cada indicador, excepto el relacionado con la actividad agrícola.

Los niveles de asimilación económica

Aqui se explicarán las características básicas de cada une de los indicadores que le dieron forma y de los ocho niveles de asimilación económica.

Los indicadores son la parte fundamental de la tipificación probabilistica, ya que a través de ellos se refleja, de manera simple y directa, la situación económica de la región costera de México.

1. Principales características de los indicadores

a) Densidad de población

La densidad de la población en la región costera de México se caracteriza principalmente por ser muy baja (menor de 50 hab/km2) en un 60% de los municipios, porcentaje que abarca a 96 de ellos. Sobresalen, por la extensión de las franjas costeras, la península de Baja California, Sonora, Guerrero. Oaxaca, Chiapas, Tamaulipas. Campeche y Yucatán; el municipio con la densidad de población más baja es Pitiquito, en Sonora, con 0.75 hab/km2.

Los valores bajos (50-149 hab/km2) se presentan en 46 municipios, que representan a 28.5% del conjunto de la costa; destacan os litorales de los estados de Sinaloa, Oaxaca, Veracruz y Quintana Roo. Cabe mencionar que la mayoría de las capitales de estado que son costeras presentan este rango de densidad, como Mexicali, Culiacán y Campeche.

El comportamiento medio (150-499 hab/km2) sólo se encuentra en diez municipios, que equivalen al 6% de la región costera de México, el espacio con mayor número de ellos es Veracruz, con seis, que se distinguen por su actividad agrícola, sólo Agua Dulce está asociado a la industria del petróleo. A ellos se adiciona un municipio más en el litoral del Golfo de México, Progreso, en Yucatán, en donde se ubica el puerto de cabotaje del mismo nombre y que maneja los graneles agrícolas. En el Pacífico cabe distinguir Acapulco en Guerrero; Juchitán en Oaxaca Tapachula en Chiapas

La densidad de población alta (500-2 000 hab/ km2) caracteriza a cinco municipios, dos ubicados en el litoral del Pacífico: Tijuana en Baja California y Salina Cruz en Oaxaca. y cuatro en el Golfo de México y mar Caribe que son Lerdo de Tejada y Coatzacoalcos, en Veracruz, y Benito Juárez en Quintana Roo donde se asienta la ciudad de Cancún.

La densidad muy alta (mayor de 2 000 hab/km2) distingue a tres municipios del litoral del Golfo de México, Boca del Río, en Veracruz, conurbado a la ciudad del mismo nombre; Ciudad Madero y Tampico en Tamaulipas, este último registra la mayor densidad de población, 4 095 hab/km2; es, además, un puerto de altura dedicado al comercio que manejó en 1996 una carga de 5 581 966 toneladas (El Financiero, 1997).

La densidad de la región costera de México en 1995 fue de 36.6 hab/km2, lo que refleja el valor muy bajo en ella predominante.

 

b) Grado de Urbanización

La urbanización en la región costera de México presenta grandes contrastes, por un lado 87 municipios no cuentan con población urbana, es decir, 54% de un total de 161 lo que equivale al rango muy bajo de 0%. Sólo 73 municipios registran algún grado de urbanización.

El grado de urbanización bajo (10-40%) se distribuye en catorce municipios que equivalen a 9% del total de la región costera, seis se localizan en el litoral del Pacífico, donde destacan Huatarmpo, en Sonora; Guasave y Novolato, en Sinaloa; y Santiago Ixcnlntla Tecuala y Compostela, en Nayarit; y ocho en el del Golfo de México y mar Caribe, donde sobresalen Huimanguillo, Cárdenas, Paraíso y Centla, en Tabasco; Papantla y Lerdo de Tejada, en Veracruz (este último registra el valor más bajo, 13.96%); Champotón, en Campeche y Felipe Carrillo Puerto, en Quintana Roo

El nivel medio de urbanización (40-60%) se registra en 15 municipios que corresponden a 9.3% del total. Nueve se localizan en el Pacífico y seis en el Golfo de México y mar Caribe sobresalen Tuxpan, Martínez de la Torre, Alvarado y Catemaco en Veracruz; San Fernando en Tamaulipas y Othón P. Blanco en Quintana Roo que es donde se ubica la capital del estado. Otras franjas costeras importantes son Ahorre y Escuinapa en Sinaloa, y Tonalá y Huixtla en Chiapas, municipios en los que la agricultura y ganadería tienen importancia; Cihuatián en Jalisco y Petatlán en Guerrero: en donde destaca el turismo, y Santiago Pinotepa Nacional, en Oaxaca. cuyas actividades económicas primarias presentan una dinámica importante como núcleo de atracción en la región costera del estado.

El nivel alto de urbanización (60-80%) se registra en 23 municipios, que representan a 14% del total; diecisiete se ubican en el Pacífico y seis en el Golfo de México y mar Caribe. Cabe resaltar a los municipios de Caborca, Guaymas, Empalme y Cajeme, en Sonora; en todos ellos la actividad económica que destaca es la agroindustria; en Baja California, a tres de sus cuatro municipios les corresponde este rango de urbanización, Mexicali, Ensenada y Playas de Rosarito, espacios donde las actividades primarias son el motor del crecimiento económico junto con el turismo, como sucede en el último municipio.

El grado de urbanización muy alto conjunta a 22 municipios, diez en el litoral Pacífico y doce en el del Golfo de México y mar Caribe; destacan en el primero las siguientes franjas costeras: en Sonora, tres municipios, Hermosillo, San Luis Río Colorado y Puerto Peñasco: en Oaxaca, Juchitán y Salina Cruz; en Baja California, Tijuana, que es el municipio más poblado de todos los de la costa de México; ubicado en el extremo noroeste de la frontera norte, la ciudad alcanzó el millón de habitantes en 1996. También están los puertos de La Paz en Baja California Sur; Mazatlán en Sinaloa; Puerto Vallarta en Jalisco y Acapulco en Guerrero, este último con casi 600 000 personas; Puerto Vallada reporta la menor población en este grupo, 149 876 habitantes, pero en todos ellos se registra una ciudad con categoría media.

En el Golfo de México y mar Caribe sobresalen con un grado de urbanización muy alto las franjas costeras de Veracruz, donde los municipios de Veracruz, Boca del Río, Coatzacoalcos y Agua Dulce están conurbados, los dos primeros en la parte centro y los dos últimos en la sur. En Tamaulipas, los municipios finales de la franja formada Matamoros, Tampico y Ciudad Madero, muestran 100% de urbanización; en Yucatán, Hunucmá y Progreso; en Quintana Roo, Cozumel y Benito Juárez, en éste se localiza la ciudad de Cancún; y en Campeche, Campeche.

Cabe destacar que los centro turísticos de mayor importancia, junto con los centros industriales de actividad petrolera y un municipio de la frontera norte con industria maquiladora son los que están presentes en este último rango, que es el más alto.

El grado de urbanización de la región costera en 1995 es de 63.74% y con respecto al país, de 15.4%. En ella se localizan 85 ciudades, que comparadas con el total nacional de 481 equivalen a 17.6%; hubo un aumento de ocho ciudades en cinco años; el mayor número de ellas corresponde al rango de pequeñas ciudades, cuya población fluctúa entre 15 000 y 49 999 habitantes; las franjas costeras que aumentaron en núcleos urbanos son Sonora, Sinaloa, Veracruz y Quintana Roo (Cuadro 4).

 

c) Concentración territorial de la producción agrícola de la región costera de México

La concentración de la producción agrícola está en función de las tierras bajo riego y las tierras de labor. En la región costera a 132 municipios (82% del total) corresponde el nivel muy bajo (< 20%) en esta variable, por lo que este nivel es predominante; 67 se localizan en el Pacífico y 65 en el Golfo de México y mar Caribe, las franjas que destacan se localizan en Oaxaca, Veracruz, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

En el rango bajo (20-40%) se presentan seis municipios, cuatro en el Pacífico y dos en el Golfo de México. Destacan La Paz en Baja California Sur; Santiago Ixcuintla y Bahía de Banderas en Nayarit y Florencio Villareal en Guerrero. En el Golfo de México, Matamoros en Tamaulipas y Úrsuio Galván en Veracruz.

El nivel medio (40-65%) se registra en siete municipios, todos en el Pacífico; en Sonora, Pitiquito y Hermosillo; en Sinaloa, Culiacán; en Colima, Armería y Tecomán; en Oaxaca, Juchitán; en Chiapas. Suchiate.

El nivel alto (65-80%) se muestra en ocho municipios, que equivalen al 5% del total costero, resaítan en la franja costera del noroeste, Comondú, en Baja California Sur, aquí se ubica el distrito de riego Santo Domingo; Guaymas, Empalme, Cajeme, Bacum y Huatabampo en Sonora, que corresponden al distrito de riego del Yaqui; Ahorne, ubicado en el distrito de riego del Fuerte y Angostura, en Sinaloa; este estado es el que ha tenido el mayor impulso federal de apoyo a un programa para la actividad agropecuaria de mediana y gran irrigación, desde 1983 hasta 1990.

El rango muy alto (> 80%) se distribuye en ocho municipios, todos en el litoral del Pacífico, destacando Mexicali, en Baja California, en el cual se encuentra el distrito de riego del Colorado; Mulegé y Los Cabos, en Baja California Sur; San Luis Río Colorado, Caborca y Etchojoa, en Sonora; Guasave y Novolato, en Sinaloa. Las dos últimas franjas costeras son las que registran la mayor proporción de tierras de riego. En estas áreas se cultivan principalmente hortalizas, que son las que se comercializan al mercado internacional, así como algodón, trigo y maíz.

En esta región del noroeste del país se registra el porcentaje más alto en la concentración de la agricultura, dicha situación está ligada al tipo de clima que es árido y requiere absolutamente del riego para la producción agrícola, es hacia donde se canalizan los recursos financieros federales en este momento.

Del total de tierras de riego de México en 1990, en la región costera éstas representan 38.6% y 19.4% de las tierras de labor (Cuadro 5).

 

d) Concentración territorial de la producción industrial

La producción industrial en la región costera de México registra pocos municipios que participen en esta actividad, ya que 133 de ellos 83% del total de los municipios corresponde al nivel muy bajo y muestran un valor de la producción de menos de 50 mil pesos/ km2, 79 se localizan en el Pacífico y 54 en el Golfo de México.

El nivel bajo (50-500 miles de pesos/km ) caracteriza a diecisiete municipios, que representan al 11% del conjunto costero (161), la mayor parte, doce, se ubica en el litoral del Pacífico, y cinco en el Golfo de México y mar Caribe.

En el litoral del Pacífico se localizan Mexicali en Baja California; Hermosillo y Cajeme en Sonora; Ahorne, Culiacán y Mazatlán en Sinaloa; Tecomán en Colima; Acapulco en Guerrero; Juchítán de Zaragoza en Oaxaca; Arriaga, Huixtla y Tapachula en Chiapas. En la región del Golfo de México y mar Caribe destacan Matamoros en Tamaulipas; Úrsuio Galván y Lerdo de Tejada en Veracruz; Progreso en Yucatán. Todos estos municipios tienen en común la actividad agrícola con carácter comercial tanto nacional como internacional: también actividades terciarias en donde la jerarquía administrativa resalta, como las capitales de estado y los puertos que tienen comunicación internacional.

El nivel medio (500-1 000 miles de pesos/km2) se localiza en cuatro municipios, que representan el 2%, uno en el litoral del Pacífico, Lázaro Cárdenas en Michoacán, que se especializa en la siderúrgica, como resultado de la presencia de la planta Lázaro Cárdenas y tres en el Golfo de México y mar Caribe; Altamira en Tamaulipas, que es un puerto de altura, cuya especialización son los minerales; La Antigua en Veracruz; Benito Juárez en Quintana Roo. Aquí la característica principal es que los dos primeros municipios son puertos industriales de nivel internacional, y en el último se asienta el núcleo turístico Cancún, con el mismo nivel de importancia.

El nivel alto de (1 000-10 000 miles de pesos/km2) se registra en cinco municipios, que equivalen a 3%, uno se ubica en el Pacífico, Tijuana, en Baja California, donde se tiene el mayor número de industrias maquiladoras, en 1998 se registraron 671 (Prieto, 1998). En el Golfo de México destacan cuatro municipios, Tampico en Tamaulipas; Veracruz, Boca del Río y Coatzacoalcos en Veracruz. Las actividades económicas que sobresalen son la portuaria, con la exportación y extracción de petróleo y la turística. Hay que señalar también la conurbación de los primeros municipios de Veracruz y Boca del Río y de Tampico con Altamira.

El nivel muy alto (mayor de 10 000 miles de pesos/km2) se tiene en dos municipios, que representan 1% de la región: Salina Cruz en Oaxaca y Ciudad Madero en Tamaulipas en el Golfo. En el caso del primer municipio la industria está asociada a la refinación del petróleo, que después se exporta hacia Japón, y también se tiene un comercio de cabotaje; en el segundo destaca la conurbación que éste ha tenido con Tampico y Altamira.

El valor industrial de la región costera es de 25 831 979.62 millones de pesos y ocupa 5% del total nacional, el litoral del Pacífico registra, de la suma de la región costera, el 61% y el del Golfo de México 39% (Cuadro 6).

 

e) Densidad vial

La densidad vial en la región costera de México no se distribuye en forma homogénea, esto indica que presenta niveles bajos y una red de comunicación carretera precaria. En el nivel muy bajo (< 0.05 km/km2) se registra a 61 municipios, que equivalen a 36.6% del total de la costa, 37 se distribuyen en el litoral de Pacífico y 24 en el Golfo de México, sobresalen Baja California Sur, norte de Sonora, Jalisco, oeste de Guerrero, Tamaulipas. Campeche y Yucatán. Esta situación se presenta porque sólo existe una carretera pavimentada que bordea la costa.

En el nivel bajo (0.06-0.19 km/km2) se presentan 89 municipios que representan a 57% del total, 55 se encuentran en el Pacífico y 34 en Golfo de México y mar Caribe, destacan la península de Baja California en sus extremos norte y sur, en Mexicali y Los Cabos; centro y sur de Sonora, en los municipios de Hermosillo, Cajeme, Bacum y Huatampo; Ahorne, Guasave, Culiacán, Mazatlán, Escuinapa en Sinaloa; en las franjas costeras de Colima, Michoacán, Guerrero, este último en la porción centro y este; así como Oaxaca, con dieciseis municipios. En el Golfo de México y mar Caribe, Veracruz, Campeche y Yucatán. En estas áreas se encuentran, además de la carretera que circula cercana a la costa, caminos secundarios y de terracería que sirven para transportar los productos agrícolas que se cultivan en ellas, y los productos agroindustriales que se elaboran en los municipios costeros de Sonora y Sinaloa.

El nivel medio (0.20-0.49 km/km2) se muestra en nueve municipios, éstos son el 5% del total, se reparten uno en el Pacífico. Salina Cruz, en Oaxaca; y ocho en el Golfo de México y mar Caribe, en Tamaulipas, Tampico y Ciudad Madero; en Veracruz, Veracruz, Boca del Río y Agua Dulce; en Quintana Roo, Lázaro Cárdenas. Benito Juárez y Othón P. Blanco. Estos municipios están asociados a las actividades petrolera, administrativa, portuaria y turística.

Ei nivel alto (0.50-0.70km/km/) sólo se localiza en el Golfo de México, en Quintana Roo, Felipe Carrillo Puerto; aquí se realizan las actividades primarias (agrícolas y forestales) importantes del estado.

El nivel muy alto (> 2.0 km/km2) también está en un municipio, Tijuana, en Baja California, porque su situación es estratégica por su cercanía a la frontera con Estado Unidos, canaliza sus vías terrestres hacia esa dirección para sacar la producción de maquila, ya que una parte se lleva por via marítima hacia el puerto de San Diego y otra hacia el norte por carretera. Es un paso obligado hacia la parte sur de la península.

Del total de vías terrestres en el país en 1993, 243 509 km, la región costera cuenta con 21 305.32 km que equivalen a 9% del total nacional, al litoral del Pacífico le corresponden 14 358.95 km, el 67% y al Golfo de México 6 946.38 km, el 33% del total de la región costera.

 

Los niveles de asimilación económica de la región costera de México

En el resultado del trabajo de investigación se revelaron ocho niveles de asimilación económica en la región costera de México, los cuales muestran las características siguientes.

El nivel VIII presenta los mayores valores, agrupa a nueve municipios de la región costera, éstos representan 6% del total, tres están en el litoral del Pacífico: Tijuana en Baja California, Lázaro Cárdenas en Michoacán y Salina Cruz en Oaxaca, y seis en el Golfo de México, dos en Tamaulipas, Ciudad Madero y Tampico, y tres en Veracruz: Veracruz, Boca del Río y Coatzacoalcos; y Benito Juárez, con Cancún, en Quintana Roo. Estos territorios destacan porque su actividad económica esta ligada a la industria maquiladora, siderúrgica, petrolera, portuaria y turística (Figura 1).

El nivel VII se localiza en 20 municipios, que equivalen al 12%, trece se ubican en el litoral del Pacífico destacando la franja costera de Sonora con siete de ellos, como Hermosillo, Empalme, Guaymas, Caborca. San Luis Río Colorado y Puerto Peñasco, casi todos están relacionados con la agricultura de riego, excepto el último, que está unido al turismo, también en enlace con esta actividad están La Paz, Puerto Vallaría y Acapulco, que también realizan su actividad portuaria, a través del comercio internacional; en Oaxaca, Juchitán de Zaragoza y en Chiapas, Tapachula, destacando en ambos la actividad agrícola (Cuadro 7; Figura 1).

En el Golfo de México destacan siete municipios, dos en Tamaulipas, Matamoros y Altamira; dos en Veracruz, La Antigua y Agua Dulce, las otras unidades administrativas son en Campeche, Campeche; en Yucatán, Progreso; en Quintana Roo, Cozumel. Sobresalen las actividades industriales como la maquiladora, el petróleo, la portuaria, la agrícola y la turística.

El nivel VI sólo se localiza en el Pacífico, en Baja California, Mexicali y en Sinaloa, Ahorne y Culiacán, en estos municipios la agricultura de riego tiene un alto desarrollo con carácter internacional.

El nivel V solamente se encuentra en dos municipios en el litoral del Pacífico, en Baja California Sur, Comondú y Los Cabos. El primero realiza la actividad económica primaria con la agricultura de riego y el segundo se dedica al turismo.

El nivel IV se muestra en veinticinco municipios, éstos representan a 15% del total, trece se ubican en el litoral del Pacífico y doce en el Golfo de México y mar Caribe, sobresale Veracruz con cinco municipios. Casi todas las franjas costeras registran este nivel, excepto Baja California Sur, Sonora y Michoacán.

El nivel III se registra en dieciocho municipios, que equivalen al 11 % del total, once de ellos están en el Pacífico y siete en el Golfo de México y mar Caribe, destacan las franjas costeras de Sinaloa, Nayarit, Veracruz, Tabasco y Quintana Roo.

El nivel II lo conforman veintiún municipios, que representan a 13% del total de ellos; catorce en el litoral del Pacífico y siete en Golfo de México, se distinguen las franjas costeras de Sonora, Oaxaca, Chiapas y Veracruz, en este nivel la agricultura es importante.

El nivel I lo conjuntan 67 municipios que representan a 42% del total de la región costera, 35 se presentan en el Pacífico y 28 en el Golfo de México y mar Caribe, se distinguen once franjas costeras, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas. Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Yucatán. En todas la actividad agrícola es la que tiene algún dinamismo, ya que la urbanización es nula.

 

CONCLUSIONES

Los niveles de asimilación económica presentan grandes contrastes en la región costera de México. Por un lado, 40% de los municipios registra el nivel más bajo I, y se localizan más hacia el Pacífico, que hacia el Golfo de México y mar Caribe; son regiones que tienen como actividad principal la agrícola, de importancia local o familiar, como las franjas costeras de Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca. Tamaulipas. Veracruz y Yucatán. Esto se debe a la dispersión y ruralidad de la población en una gran proporción de los municipios.

Por el contrario, los niveles más altos (VIII, Vil y VI) de acuerdo con los valores seleccionados, están ligados a la agricultura altamente tecnificada, a la industria y al turismo, todos con perspectiva internacional, y se localizan principalmente en la parte noroeste de México

Otro nivel que sobresale es el IV, que agrupa a 25 municipios repartidos en igual proporción en ambos litorales, éstos se concentran en las franjas costeras de Veracruz, Tabasco y Quintana Roo; en ellos la actividad económica principal es la agricultura comercial con destino nacional.

Los niveles III y V se agrupan principalmente en las franjas costeras de Baja California Sur, Sonora, Veracruz y Quintana Roo, están relacionados por la urbanización con valores altos y medios, y en su economía por la agricultura.

Los niveles I y II poseen una continuidad territorial, en tanto que, a partir del III nivel en adelante están más dispersos; se observa en esta última característica que los municipios tienen una localidad como polo de desarrollo, con fuerte influencia local, nacional e internacional. Por otra parte, es un contraste el que la porción del noroeste que presenta el clima desértico tenga los niveles del V al VIII.

Las capitales de estado costeras que registran casi en su totalidad niveles VI y VII, como Mexicali, Hermosillo, La Paz y Campeche, reciben apoyo financiero federal para desarrollarse como centros industriales y de servicio regional.

Aquí se cumple el postulado en el que a mayores niveles de asimilación económica existe más atracción en lo social, en lo económico y lo político; esto sucede en los niveles VII y VIH, donde los municipios que os registran son puertos como La Paz Mazatlán, Puerto Vallaría, Acapulco. Saiina Cruz. Lázaro Cardenas Ccatzacoalcos, Agua Dulce, Tampico, Ciudad Madero, Cozumel y Cancún, o presentan una actividad industrial como en Tijuana y Matamoros. Estas unidades administrativas también muestran problemas ambientales, relacionados con la actividad industrial y turística.

Los lugares mencionados anteriormente son atractivos para las inversiones socioeconómicas, tanto nacionales como extranjeras, ya que esto ha permitido el desarrollo de la industria, como la maquiladora en Tijuana y Matamoros, y la petrolera en el Golfo de México; así como el crecimiento de proyectos turísticos, que en este momento tienen la característica de mega proyectos para el gobierno federal, en Los Cabos, en Puerto Peñasco, en Cancún, en Huatulco, en Loreto y Nopoló. De hecho, los territorios que se formaron en fechas recientes están ligados a esta actividad.

La economía de la región costera de México se perfila, por una parte, en los espacios que conservan la característica natural, poco humanizados y que se encaminan más hacia el turismo con carácter internacional, en otra dirección se presentan los municipios que tienen mejor infraestructura, en ellos se canaliza la industria maquiladora en el litoral del Pacífico y la del petróleo en el Golfo de México, por la presencia del propio recurso natural, así como también el crecimiento de puertos industriales para ambas vertientes.

 

AGRADECIMIENTOS

Se agradece la colaboración del becario Mateo Carlos Galindo Pérez, en el procesamiento y de la información y la elaboración cartográfica.

 

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