SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.14 número27Elementos para el diseño de una política de uso sustentable de las tierras ganaderas de SonoraMétodo cualitativo: epistemología, complementariedad y campos de aplicación índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Estudios sociales (Hermosillo, Son.)

versão impressa ISSN 0188-4557

Estud. soc vol.14 no.27 Hermosillo Jan./Jun. 2006

 

Reseñas

 

Interculturalidad: formación del profesorado y educación*

 

Compiladores: Antonio Medina Rivilla, Ana Rodríguez Marcos. Alicia Ibáñez de Aldecoa.Interculturalidad: formación del profesorado y educación*. Madrid, Pearson Educación, 2004, pp. 120.

 

José Ángel Vera Noriega **

 

** Profesor Investigador en el área de Desarrollo Regional Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C. E–mail: avera@cascabel.ciad.mx

 

El proceso de globalización ha traído cambios en la forma de entender el concepto de identidad social. Actualmente se supone que toda persona puede ser definida desde diferentes ángulos de identificación y singularidad y que este aspecto conforma una significativa parte de sus elecciones de conducta, actitudes y valores que facilita o inhibe su proceso de integración armoniosa a la sociedad local con la cual convive (Guiddens, 2000).

Existen, al menos, tres mecanismos tácitos que matizan este proceso, contradictorio y conflictivo, que promueve la incertidumbre y estimula que las personas se sientan agredidas en su territorialidad: a) los procesos migratorios se han acelerado, entre otras variables, por las ventajas comparativas de un país sobre otro, no sólo en sus salarios, sino en sus leyes, libertad de credo, palabra y movimiento (Bhugra 2004); b) las nuevas tecnologías de la enseñanza y la creación de sociedades de conocimiento en red vienen dando paso a una propuesta que se vuelve incluyente y requiere de mecanismos de relación y desarrollo; c) aún cuando se trata de un elemento particular a aquellos países en donde el indigenismo es importante y se cuenta con una propuesta de desarrollo y de país alternativo y hasta contratante con la del neoliberalismo. La diversidad de estas etnias y su movimiento como jornaleros agrícolas les da presencia en el norte de México provocando discriminación y exclusión.

El desarrollo sociológico de la identidad recoge en las nuevas aportaciones de Stuart Hall (2001) una visión pluralista de corte social demócrata pero no se centra en una discusión sobre el impacto de la diversidad y heterogeneidad en el aula y menos aún en una mirada sobre lo que estamos haciendo en la capacitación y formación de profesores.

Después de los acontecimientos con los cuales el Ejército Zapatista de Liberación Nacional lanzaba una ofensiva contra el modelo neoliberal de nación y proponía uno alternativo basado en la propuesta indígena, el gobierno federal comenzó a incluir en su agenda los procesos de equidad, igualdad y libertad vinculados a la relación entre los pueblos indígenas y la sociedad envolvente.

En este contexto, y bajo el gobierno foxista, la Secretaría de Educación Pública abre las puertas a una oficina sobre educación intercultural dirigida por Silvia Schmelkes, la cual ha venido desarrollando esencialmente un discurso para abordar los procesos educativos en escuelas de zonas indígenas y de niños y niñas migrantes.

Si bien es cierto que la educación básica es el término de mayor controversia y conflicto de interés en cuanto a los contenidos e historia que promueven el Estado Nacional también el fenómeno subsiste en educación para adultos y capacitación para el trabajo y más recientemente con la formación de Universidades indígenas.

El planteamiento del reciente libro Interculturalidad: formación del profesorado y educación nos invita a elaborar nuevas reflexiones sobre la manera en que padecemos, abordamos y reproducimos la problemática vinculada con la identidad social y nacional.

Después de leer el capítulo "Interculturalidad e Islam" trasladamos un discurso sobre posiciones religiosas a nuestro contexto y la propuesta de libro nos hace pensar en la falta de entendimiento que existe sobre la historia y desarrollo de las etnias y suponemos que nuestras representaciones sociales son idénticas por vivir en el mismo país. Los conceptos de espacio, tiempo y religión son muy diversos en las diferentes etnias. Martínez Montavez piensa que "las condiciones para establecer cualquier relación entre culturas son: el respeto, junto al conocimiento cada vez mayor. Sin conocimiento no puede haber relación de ningún tipo, y si se establece será una relación que perjudique a alguna de las partes. Y la parte perjudicada será la parte más débil indudablemente" (Medina, Rodríguez, Ibáñez, 2004:10).

Esto es, precisamente, lo que está aconteciendo, pues los profesores, gestores y burócratas de la educación, al no saber sobre las culturas indígenas de nuestro país actúan desde un marco referencial uniforme construido para un niño promedio de clase media de una zona urbana de nuestro país.

En el capítulo 2 se trata en principio de aclarar la diferencia entre los conceptos multiculturalidad e interculturalidad tratando al primero como descriptivo, sociológico, pragmático y al segundo como prescriptivo, pedagógico, poético. Después se señala para la interculturalidad el enfoque y su énfasis; la propuesta social demócrata enfatiza igualdad; en lo conservador, enfatiza la aceptación del diferente; en lo pluralista, la libertad; el enfoque fundamentalista enfatiza la identidad y el crítico la racionalidad.

De dichas políticas, las escuelas padecen tres aspectos concretos ya explorados y estudiados con algún desdén en las escuelas indígenas de México: el problema lingüístico, el de la cultura de origen y el de las concepciones sociopolíticas y hábitos de conducta de los inmigrantes.

Para el caso de México, la postura de García Garrido es importante, pues la escuela es "en definitiva un producto institucional de una cultura determinada y de una determinada concepción de vida y se traicionaría si pretende dar respuesta o encauzar otros enfoques culturales que desbordan, con mucho su ambiente de competencia" (op. cit., p. 22). En términos nacionales, la lucha entre los pueblos indígenas por ser considerados y entendidos a través de la educación básica nunca podrá llevarse a cabo, pues no forman parte del modelo de sociedad que se pretende desarrollar.

Es en el capítulo tercero en donde se acude a propuestas aún teóricas y poco técnicas para comenzar el planteamiento de una nueva formación y capacitación de profesores. Medina y Domínguez suponen que "el discurso de carácter intercultural es el conjunto de formas expresivas, vivencias, valores y modalidades de relación entre las culturas, que facilita una interacción empática y complementaria entre todas las personas de las mismas, sintiéndose activos protagonistas en la emergencia de una sociedad" (p. 34). En un modelo que creo puede ser muy útil para dirigir la conceptualización en la capacitación de docentes tenemos que la globalización requiere de la identidad local y plural que para sí necesita de un discurso empático–comunicativo que deviene de un dominio conceptual sobre las culturas y una actitud reflexiva y negociadora frente al mundo de cada cultura en continua interdependencia y complejidad.

Este discurso empático comunicativo está siendo obstaculizado hoy por hoy desde la visión política y académica de la educación básica que se niega a reconocer que tenemos escenarios interculturales y propone una subdirección de educación indígena y multiculturalidad para resolver un problema que tiene matices nacionales y requiere de cambios sustanciales en los programas actuales no sólo de contenidos y didácticas, sino de política, organización y gestión para incorporar a todos los niños dentro del proceso civilizatorio.

En las experiencias que se describen en el capítulo de Bartolomé Pina con primarias y secundarias españolas se destaca que la diversidad cultural sigue funcionando, fuera o no reconocida; continuaban los procesos de integración del alumnado migrante, los procesos comunicativos entre profesores y alumnos y la institución escolar. En muchos casos la diversidad cultural se articulaba con una situación socioeconómica de pobreza. Sucede que los conflictos entre familias o pares de diversos grupos culturales no tenían su origen en lo cultural, sino en la lucha por la sobrevivencia, del mismo modo como sucede con los pueblos indígenas entre sí y con los occidentales.

La elaboración del currículo con base en los problemas a partir de la comunidad, el conocimiento práctico del contexto y promoción de la relación alumno–profesor, escuela–familia–comunidad son estrategias efectivas para desarrollar competencias ciudadanas. Se enfatiza en esta aportación primero que la educación intercultural debiera ser considerada como un eje transversal que cruza y enriquece cursos, niveles, etapas y área curriculares y que el aprendizaje cooperativo entre compañeros representa actualmente una de las principales innovaciones dentro del aprendizaje intercultural.

En un último capítulo del libro en cuestión, Rodríguez González, Egea y Gutiérrez llevan a cabo un ejercicio de investigación para contar con algunos datos que indiquen si el magisterio se halla preparado para la interculturalidad. En una primera propuesta el 24% de los estudiantes de normal supone que las minorías deben adaptarse a las mayorías. El 20% cree que a los gitanos e hijos de inmigrantes se les debe educar en el aula normal con apoyo de aula especial. En general nueve de cada diez estudiantes del magisterio no creen estar preparados para trabajar con niños migrantes y de igual forma no conocen la cultura y costumbres de los inmigrantes. La situación de los alumnos de la normal no es muy distante de lo que sucede en España con gitanos y migrantes. Se requiere reconceptualizar el proceso educativo con base en la dinámica social que imponen nuevas formas de democracia y procesos políticos que están promoviendo mayor libertad en el hemisferio y a su vez hacen posible que las minorías excluidas exijan su derecho de incluirse en los procesos de desarrollo de su comunidad y nación.

Así pues, el libro Interculturalidad: formación del profesorado y educación de Medina, Rodríguez e Ibáñez es una lectura que invita a la reflexión y a la transferencia de estratagemas e ideas para un discurso que se halla en construcción, una teoría en movimiento que aún tiene un desarrollo analítico e investigativo incipiente pero que en pocos años será el foco de atención para el cambio educativo en los países del orbe.

 

Bibliografía

Bhugra, D. (2004) Migration and Mental Health. Acta Psychiatric Scandinavian vol. 109, pp. 243–258.         [ Links ]

Guiddens A. (2000) Un mundo desbocado: los efectos de la globalización en nuestras vidas. Madrid, España, Taurus. pp. 117.         [ Links ]

Medina, A., Rodríguez, A., Ibáñez, A. (2004) Interculturalidad: formación del profesorado y Educación. Madrid, España, Pearson Educación.         [ Links ]

Stuart Hall (2001) A identidade cultural na post–modernidade, Rio de Janeiro, Dp y A Editora. pp. 69.        [ Links ]

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons