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Tzintzun

Print version ISSN 0188-2872

Tzintzun  n.58 Morelia Jul./Dec. 2013

 

Artículos

 

Obras, festejos y besamanos en la integración de los chinos en Chiapas. Del proceder histórico a la definición étnica presente

 

Works and celebrations in the integration of the Chinese in Chiapas. From historical proceeding to current ethnic definition

 

Des œuvres, des fêtes, des baisemains dans l'intégration des chinois au Chiapas. Du procedé historique à la définition ethnique d'aujourd'hui

 

Miguel Lisbona Guillén

 

Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Correo electrónico: mlisbonag@hotmail.com.

 

Recepción: 28 de enero de 2013.
Aceptación: 5 de abril de 2013
.

 

Resumen

La presencia histórica de inmigrantes chinos en México se ha observado, desde la historiografía, ligada a la construcción del Estado nacional en el periodo de la posrevolución. Las campañas contra su presencia en suelo mexicano, así como el carácter xenófobo de las mismas han sobresalido por encima de otros procesos que permitieron, en algunos lugares de la República como es el caso de Chiapas, que los chinos se incorporaran de manera paulatina a la sociedad de acogida. Organizaciones propias y otras formas de hacerse visibles facilitaron esa integración. Sin embargo, los debates actuales sobre el carácter de grupo étnico de los chinos en México distorsionan, más que ayudan, a comprender lo ocurrido. Por tal motivo el artículo pretende sustentar en datos históricos ese proceso de integración al mismo tiempo que discute las definiciones étnicas cerradas que se les quieren aplicar desde el presente.

Palabras clave: Chiapas, chinos, cultura, grupo étnico, integración.

 

Abstract

The long history of Chinese immigrants in Mexico has been observed, from historiography, linked to the national state building in the postrevolution period. The campaigns against their presence on Mexican soil, and their xenophobic character contrast with other processes in some parts of the Republic as in the case of Chiapas, where the Chinese were gradually incorporated to the host society. Some organizations helped in this integration. However, the current debates on the nature of the Chinese ethnic group in Mexico distort, rather than help, to understand what happened. For this reason, the article seeks to present evidence about that historical process. At the same time it discusses the ethnic definitions people apply in the present.

Keywords: Chiapas, Chinese, culture, ethnicity, integration.

 

Résumé

La présence historique des émigrés chinois au Mexique a commencé depuis l'historiographie liée à la construction de l'État National dans la période postrévolutionnaire. Il y a eu des campagnes politiques contre l'établissement des Chinois au Mexique, et les Mexicains montraient un caractère xénophobe. Cette situation a causé des événements spéciaux entre les Chinois tel que le cas de Chiapas où les asiatiques sont entrés lentement à la société. Quelques organisations ont facilité leur intégration. Néanmoins, les débats, à l'heure actuelle n'aident pas à comprendre ce qui s'est passé. Donc, cet article cherche à soutenir historiquement ce processus de l'intégration des Chinois et aussi à discuter les définitions ethniques fermées et marquées par les différences.

Mots clés: Chiapas, Chinois, culture, groupe ethnique, intégration.

 

Visitar la costa chiapaneca en la actualidad o con más precisión su ciudad principal, Tapachula, permite observar que la impronta de la población china y de sus descendientes es constante, pero el camino para que tal aspecto sea posible ha sido, por supuesto, de largo aliento histórico para estos inmigrantes que arribaron, sobre todo, en las primeras décadas del siglo XX.

La discusión no define con claridad cuándo llegaron los primeros chinos a la región, ni tampoco cuál fue su giro laboral en ese momento.1 Lo cierto es que en el año 1930 los datos censales otorgan el número más elevado de estos inmigrantes en Chiapas, mil 95,2 y que su procedencia era básicamente de la región china de Cantón.3 Esto último, además de otros aspectos que a continuación se mencionan, ofrece similitudes respecto a los chinos que se asentaron en muchos países de América, aunque las singularidades propias de cada Estado no pueden abordarse en estas páginas. Se afirma, por lo tanto, que muchos de los migrantes procedentes de China tenían similar origen geográfico, al mismo tiempo que gran parte de ellos, después de dedicarse a distintos trabajos, construyeron negocios propios en giros básicamente comerciales. Otra de las similitudes es la creación de organizaciones propias, donde destacan sin lugar a dudas las Cámaras de Comercio y las representaciones del Partido Nacionalista Chino o Kuo Ming Tang. A lo hasta ahora expresado hay que agregar los diversos grados de persecución que sufrieron a través de leyes, instituciones gubernamentales, asociaciones civiles o mediante las expresiones de la opinión pública, básicamente a través de la prensa. Circunstancia que inició desde que los chinos llegaron como inmigrantes al continente americano en el siglo XIX pero que se agudizó, al menos en el caso mexicano, en el siguiente.

De nuevo es imposible matizar todos los aspectos de estos ataques, pero no cabe la menor duda de que ellos significan un denominador común que se extiende desde finales del siglo XIX hasta mediados los años cuarenta del siglo XX en algunos países americanos. Tan es así que para el caso chiapaneco el censo de 1940 registró sólo 311 chinos dentro de su territorio,4 disminución notable en diez años que sin embargo no mermó completamente su participación en la sociedad costeña chiapaneca de acogida, como se observará en las siguientes páginas.

Tales afirmaciones pueden conducir a las nociones de integración o asimilación de personas o grupos humanos en una sociedad, aunque parece tema trasnochado en estos tiempos donde las migraciones de los últimos decenios se han convertido en ejemplo y referente de conceptos de amplio debate, pero también de sumisa aceptación, como el multiculturalismo o la inconmensurabilidad, definidos casi siempre bajo la sombra herderiana de la cultura. Utilizar desde esa perspectiva estos últimos conceptos transforma en impermeables a los inmigrantes frente a las sociedades de recepción, convirtiendo a los seres humanos involucrados en mutuos extraños, prácticamente imposibilitados para tener algún tipo de relación. Sin rechazar esta posibilidad tampoco es cuestión de hacerla extensiva como una máxima; muchas migraciones dan al traste con esta separación y facilitan la comprensión de lo que se expondrá en las siguientes páginas, dedicadas a evidenciar cómo los chinos se posicionaron en la costa chiapaneca, así como los dispositivos que utilizaron para lo que se seguirá llamando integración. El establecimiento de alianzas matrimoniales, la activa participación en la sociedad civil y política del territorio de recepción, o el recurso a las reclamaciones legales son algunas de las posibilidades que utilizaron estos inmigrantes; ejemplos que permitirán discutir ciertas definiciones étnicas que han aparecido respecto a ellos en los últimos años, mismas que pueden distorsionar la complejidad de las relaciones sociales que establecieron en el territorio de acogida.

 

Del dicho al hecho... hay que organizarse

Este apartado inicia con un recordatorio de lo expuesto por Velázquez para Baja California y Rabadán para el caso de Sonora. Catalina Velázquez señaló que la participación de los chinos en la vida social de los municipios de acogida estuvo relacionada con su ascenso económico y financiero, junto con la creación de organizaciones propias, algunas por supuesto ligadas a los giros mercantiles a los que se dedicaron.5 Por su parte, Macrina Rabadán menciona la perceptible contradicción entre el discurso anti-chino establecido en el estado norteño durante las primeras décadas del siglo pasado y la experiencia vivida por los actores del momento. Por tal motivo ella considera que, a pesar de prohibiciones, ataques violentos o expulsiones, "hubo un nivel considerable de integración" de los chinos en la sociedad sonorense.6 Hecho que por lógica debió ser visible en otros lugares donde estos pobladores asiáticos fijaron su residencia o trabajaron temporalmente. El Soconusco y su capital Tapachula son un nítido espejo de ello.

Igualmente, la lectura sobre un caso reciente de migrantes chinos a España remite, como si no hubiera pasado el tiempo, a lo ocurrido en Chiapas prácticamente desde que los asiáticos se asentaron en sus tierras. Las nacientes formas de organización o, al menos, de mostrarse hacia la sociedad receptora tuvieron actitudes similares a las que describe Gladys Nieto, la investigadora que analiza el caso español en los últimos lustros. Ella señala cómo la lógica del don subyace a las actividades altruistas que las asociaciones chinas muestran hacia otras instituciones hispanas con la finalidad de que "ellas devuelvan al grupo un mayor respeto y deferencia. En estas formas de intercambio se pone en juego el reconocimiento esperable de los sectores autóctonos hacia las elites de las asociaciones chinas". En definitiva, que dichas asociaciones se convierten en parte fundamental de la idea de construcción "de un imaginario más benigno" del colectivo chino.7

Si lo anterior es perceptible en la actualidad, también los casos históricos y coetáneos al chiapaneco, ejemplifican cómo en América Latina los inmigrantes chinos, organizados o en proceso de organización, encontraron en el don un modo de "granjearse la simpatía de la comunidad donde residían".8 Los donativos a necesitados o a construcciones locales, la participación en instalación de escuelas o cementerios son destacados por Diego Lin Chou para el caso chileno,9 mismo país donde colaboraron para celebrar el Centenario de su Independencia. Situación similar se vivió en Chiapas y con ella se inicia un repaso a estas formas de actuar en tierras del sureste mexicano.

En 1910, fecha en la que las fuentes indican que el número de pobladores chinos en el estado de Chiapas era de 478,10 ya la llamada "Colonia China" en Tapachula celebró el Centenario de la Independencia de México con una fiesta que en palabras del orador en el acto, Frégoli Vargas, "cautivan el corazón de los buenos patriotas mexicanos y por su actividad son tenidos como grandes factores del progreso engrandecedor de los pueblos, por su aciduo [sic], laborioso y activo trabajo en el comercio de primera necesidad en la República".11 Acto corroborado por una de las memorias escritas por un tapachulteco.12

En definitiva, aunque no haya constancia cierta de la organización formal entre los chinos para el año 1910, ello no significa que no existiera algún tipo de representación de los mismos. Información documental fechada en 1911 asegura que había un "Presidente de la Colonia China" en Tapachula, con nacionalidad norteamericana,13 además de mostrar una referencia a la "Asociación Comercial e Industrial de Tapachula".14

Sin embargo, y como en otros países y estados de la República será el Kuo Ming Tang, o Partido Nacionalista Chino, quien aglutine, en gran número, a los chinos residentes en Chiapas. Antes del fallecimiento en 1925 de su fundador, Sun Yat-Sen, el Kuo Ming Tang del Soconusco ya contaba con estatutos, tal como aparece en una circular que enumera a los miembros que formaban parte del Comité Central Ejecutivo de esa institución.15 La actividad de este partido tuvo diversas vertientes condicionadas, en buena medida, por la situación internacional. Si como representación local de un partido político realizaba reuniones periódicas en forma de convención, como la que apoyó de manera contundente al General Chiang Kai-Shek, sucesor de Sun Yat-Sen.16 También se llevaron a cabo actividades que reflejaron la crisis provocada por la Segunda Guerra Mundial y que significó la invasión japonesa de territorios chinos. Es decir, la calidad de inmigrados no significó desentenderse de los asuntos propios de su país de origen.

El Kuo Ming Tang en el Soconusco no sólo fue la representación del partido político preponderante en China cuando se creó, sino que desempeñó, como en otros lugares de la República mexicana, muy diversas funciones. Seguramente la más conocida fue la de asesorar y apoyar económica y jurídicamente a los chinos residentes en la región. Por tal motivo dicho partido y la Cámara China de Comercio y Agricultura del Estado de Chiapas fueron, prácticamente, la misma organización. No es de extrañar, entonces, que el papel directivo y de representación del partido y de la Cámara China de Comercio y Agricultura lo ostentaron inmigrantes con una posición económica superior a la de sus compatriotas asentados en tierras chiapanecas; aquellos que podían cubrir cuotas y asumir gastos de representación hacia el exterior y en la sociedad de acogida.

Estos datos facilitan comprender que los representantes de los chinos en tierras chiapanecas tuvieran una participación visible en ciertas actividades llevadas a cabo en el Soconusco, o que ellos mismos las propiciaran para estimular que los reconocieran a través de acciones principalmente de carácter altruista. Los incipientes ataques que ya empezaban a recibir tras el estallido de la Revolución mexicana, y que con toda certeza limitaron sus contribuciones, no parece que mermaran algunas donaciones. Un ejemplo de ello son las que dieron para la construcción de planteles escolares,17 la creación de ferias comerciales,18 o la construcción de los famosos relojes, que en el caso de la capital chiapaneca fue entregado por alemanes, españoles, sirio-libaneses y chinos durante el gobierno de Tiburcio Fernández Ruíz (1920-1924),19 algo que el mismo gobernador recordó de manera elogiosa en su informe de gobierno.20 De estos datos son conscientes los descendientes consanguíneos de los chinos cuando hablan de las obras sociales que sus antepasados impulsaron en Chiapas: "La colonia china hizo una restauración de la Escuela de Huixtla, hizo una donación del reloj que está en el palacio municipal; es uno de los pocos relojes que existen en la República junto al reloj de Bucareli en México, cerca de Gobernación".21

Una de las donaciones de los chinos chiapanecos más recordadas por sus descendientes es la del Parque Chino, en la década de los cuarenta del siglo pasado. Los problemas burocráticos relacionados con la posesión de una parte de terreno por la Dirección General de Caminos dilataron la ejecución de la obra,22 aunque el Ayuntamiento de Tapachula insistió en que se acelerara el proceso de desocupación o expropiación de los terrenos propiedad de particulares y de instituciones públicas, trámite imprescindible para llevar a cabo el trabajo.23 La confirmación de la desocupación de los terrenos, por parte de la Dirección de Caminos en la región,24 fue el paso definitivo para que se iniciase la construcción del parque,25 aunque no tuvo larga vida por ser sustituido, años más tarde, por otra obra impulsada por las autoridades municipales en turno.26

Construir el parque u otras obras públicas, donde destacan las escuelas, empata con el hacerse visible de los chinos en la región, es decir, una forma de mostrarse pero dirigida en dos direcciones. Por una parte, los inmigrantes se exhibían integrados a los municipios en los que vivían como ciudadanos activos y, a la vez, esa participación tenía visos de efectiva y agradecida. Efectiva por construir infraestructura o espacios para la educación y el recreo frente a los intentos de considerarlos unos extractores de riqueza, como ocurrió en los momentos álgidos de las manifestaciones anti-chinos, que fue agradecida por establecer un don a la sociedad de acogida, aunque para ser más exactos debería ser considerado un intercambio, por responder a la posibilidad que tuvieron de quedarse en suelo chiapaneco.

Tal vez las palabras expresadas por José Chong Wong, como representante de los chinos en Tapachula, muestren con mayor claridad lo expresado:

Nuestro afán de colaborar por el engrandecimiento de esta ciudad, ha sido efectivo y hemos respondido con gran entusiasmo siempre que nos han honrado solicitando nuestra cooperación. Hemos deseado que este entusiasmo nuestro, sea bien visto a los ojos de sus habitantes, patentizando así nuestra gratitud. Por medio del presente estamos recordando su ofrecimiento de adicionar al parque COLOMBA una placa con la inscripción "Construido por la Colonia China", además el terreno para la construcción de una escuela.

Nuestra Asociación, desde luego está dispuesta a la construcción de la escuela que ofreció; sus miembros ya han venido cubriendo sus aportaciones correspondientes, a fin de llevar a cabo esta benéfica obra encomendada por ese H. Ayuntamiento.27

Si desde principios del siglo XX se observa esta forma de intercambio, no resulta extraño que en los años setenta de ese mismo siglo un personaje tan controvertido como Manuel Corlay, propietario de uno de los negocios más grandes y prósperos en la región durante esa época, donara una fracción del predio rústico "San José el Edén" al municipio de Tapachula para que se construyera una escuela.28 En definitiva, mientras una cierta organización existió entre los chinos, o durante el tiempo que siguieron vivos los inmigrantes originales, se mantuvo la actitud de hacer visible su presencia como grupo, pero sobre todo como colectivo bien intencionado y altruista. Pero estas formas de actuar no fueron las únicas utilizadas.

 

Pasar a la escena política: justicia y poder

Tampoco el caso chiapaneco es una excepción en los puntos que se tratan en este apartado, debido a que nos ocuparemos de aquellos asuntos que transitan de la asunción y cumplimiento de la legislación mexicana, pasando por la defensa de los intereses propios amparados en las leyes, hasta llegar a los besamanos a las autoridades políticas en turno.

Lo primero significó aceptar las leyes locales a través de un aprendizaje colectivo e individual.29 El cumplimiento de los impuestos o normativas era destacado muy temprano por los chinos en Tapachula;30 forma de actuar que les permitió ser reconocidos por las instancias legales y las autoridades políticas.31 Esa asunción de la legislación no impidió que mostraran la otra cara de la moneda, la utilización de las mismas leyes para defender sus intereses cuando se sentían perseguidos. No cabe duda que la queja por impuestos excesivos es la situación más reiterada en las primeras décadas del siglo XX. Ya ocurriera en Tapachula, por el aumento del impuesto anual a negocios comerciales chinos,32 o en Tuxtla Gutiérrez, por transportación de mercancías fuera del estado.33 Los comerciantes chinos rara vez dejaron de expresar sus quejas a los representantes de su país y a las autoridades que consideraban encargadas cuando eran ellas las involucradas. Algo similar se observa si las actuaciones que consideran perjudiciales para sus intereses involucran a civiles. El recurso se dirige, en ese momento, a los juzgados pertinentes y usan a los abogados o intermediarios que sean necesarios para lograr sus propósitos.34

Es decir, los inmigrantes chinos mediante los representantes de sus organizaciones o a través de iniciativas propias enfrentaron lo que entendían como atropellos o injusticias, en especial referidos a sus negocios, el hacerlo gracias a los mecanismos que la propia sociedad de acogida les ofrecía era un síntoma de aceptación de la misma y de innegable integración. Algo que, por supuesto, estuvo secundado por las obras y donaciones mencionadas en este mismo texto pero, sobre todo, por la relación cada vez más estrecha entre los representantes de los pobladores chinos, escogidos por su capacidad económica, y los políticos que ya habían trascendido los momentos difíciles de la persecución a pobladores asiáticos y el furor mostrado por las ligas anti-chinos que tuvieron su auge a finales de la década de los veinte y principios de los treinta del siglo pasado. Incluso durante estos complejos momentos, los representantes chinos mantuvieron contacto con los gobernantes chiapanecos, ya sea estatales o municipales, pero fue con posterioridad cuando se hicieron más visibles como miembros activos de la sociedad porque la misma opinión pública y los funcionarios en turno levantaron progresivamente las prevenciones referidas a su condición de inmigrantes y asiáticos.

Seguramente el caso de la visita del general Lázaro Cárdenas a Chiapas en 1940 ejemplifica a la perfección esta realidad. Momento que coincidió, también, con la disminución de las campañas anti-chinos en todo el país. El vice-cónsul de China en Chiapas, Check Kwong Wong, no dudó en anunciar que la "LA H. CÁMARA CHINA DE COMERCIO E INDUSTRIA DE HUIXTLA se honra en hacer presente sus respetos, admiración y gratitud, al Sr. Gral de Div. LÁZARO CÁRDENAS [...], con motivo de su Jira [sic] a esta ubérrima Entidad, la que recibirá grandes y efectivos beneficios con su visita".35 Aviso que se reprodujo asumiendo otra de sus representaciones:

LA H. COLONIA CHINA DE CHIAPAS hace presente al Sr. General de División LÁZARO CÁRDENAS, Presidente Constitucional de la República Mexicana, su más profunda simpatía y admiración, con motivo de su visita a esta hospitalaria y rica Entidad Federativa; formulando sus sinceros y fervientes votos por que su estancia le sea grata.36

Expresiones que, además de prolongarse en el tiempo como se verá a continuación, implicaron en ocasiones la recepción de políticos federales y estatales por los representantes de los inmigrantes chinos cuando visitaban sus municipios de residencia. Momentos recordados por descendientes de chinos entrevistados en la región,37 o expuestos en la prensa estatal gracias a sus corresponsales locales.38

Reconocimientos públicos a los políticos, ágapes en su honor, o reuniones para celebrar festividades o donaciones revelan la presencia china como una minoría visible social y económicamente, así como preocupada por el devenir del territorio de acogida, tal como ocurrió en otros países del continente americano.39 Y es posiblemente en una de estas celebraciones, cuando México y China como países se hermanaron en el triunfo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, donde se aprecia tanto el cambio de actitud hacia los pobladores asiáticos como su mayor presencia en la sociedad. El discurso de Alberto Chong muestra estas características:

China. No solamente es en la actualidad la china legendaria, sino que es parte de las Américas, que en momentos de prueba, supieron dar albergue a sus hijos. Por esta razón la Colonia China, por mi conducto, os recibe con los brazos, para compartir abiertos, para compartir la feliz consolidación de la paz, suprema aspiración de todos los pueblos libres, que a base de sacrificios y de una intensa lucha, lograron implantar en el universo los principios libertarios, fundamento del Ideal Democrático.40

Las resonancias de la celebración no deben centrarse únicamente en la propia Colonia China, sino que remiten a la percepción que los ajenos a la misma, como los periodistas, plasman de estos extranjeros. Su información exhibe el fasto de los festejos pero también el deseo de los inmigrantes chinos de ser vistos como altruistas. Sus muestras de generosidad, de una reciprocidad muy ligada a la que Marcel Mauss,41 el sobrino de Emile Durkheim, dibujó al referirse al don:

...antes que nada, se rindió homenaje y pleitesía a las insignias patrias de China y de México, las que eran izadas y arriadas diariamente a los acordes de los himnos patrios de ambas naciones. Pero lo que más admiramos y aplaudimos nosotros de los agasajos dados por los cc. Chinos, es que estos fueron en su mayoría dados a los trabajadores organizados, a los pobres, a los humildes, al pueblo en general; pues tanto en la ciudad, como en esta, se dieron bailes en la Federación y en el parque de los que la concurrencia enorme fue atendida gentil y espléndidamente. Ríos de cervezas, vimos correr plácidamente en los bailes de Tapachula, Arriaga, Acapetahua, Escuintla, Cacahotán [...]. En esta ciudad, y la mañana del 15 un grupo de señoras y señoritas de nuestra mejor sociedad, sirvieron un suculento desayuno a los reclusos, a quienes se les donó también dinero en efectivo y se les obsequiaron cigarros. A los Agentes de Policía Municipal, a más de 20 se les obsequiaron también cortes de kaki de dos metros y medio a cada uno y a los niños refrescos y dulces.42

No cabe duda que la participación en estos festejos de las autoridades municipales o de visibles miembros del comercio nacional e internacional significaba un espaldarazo para la presencia china en la región.43

La Colonia China en Chiapas, un calificativo no peyorativo para un grupo minoritario, se hacía visible a través de sus destacados hombres de negocios. También, y para todo el país, los propios chinos se regocijaban de su presencia y del papel de sus coterráneos en las sociedades locales, no sin antes, por supuesto, elogiar en nombre de "Las H. COLONIAS Y ASOCIACIONES CHINAS en la República Mexicana" a políticos y su labor: "se complacen en brindar un VOTO DE ADHESIÓN y un efusiva felicitación al Sr. Dn. Adolfo Ruiz Cortines, PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, por su excepcional y fecunda obra constructiva en beneficio de la Gran Nación Mexicana".44

Las formas de integración, o al menos de consideración de su presencia, hasta ahora mencionadas conducen a reflexionar sobre aspectos redundantes al hablar de los inmigrantes chinos en México; se trata de su conformación como grupo, además de las maneras en que las generaciones de descendientes iluminan los caminos de la investigación sobre esta migración histórica.

 

Pautas históricas se complejizan con definiciones presentes

Uno de los principales aspectos del debate en torno a inmigraciones históricas y que surge cuando grupos humanos abandonan sus países de origen, especialmente de otros continentes, para vivir en territorios con idiomas y expresiones culturales disímiles es la forma de relacionarse con los habitantes del nuevo o provisional hogar. La especialista Evelyn Hu-Dehart ejemplificó la múltiple composición de ideas que giran en torno al resultado de este trasiego humano, que entrelaza en muchas ocasiones componentes biológicos y culturales para su interpretación, mostrando las expresiones de tres distintos descendientes de chinos en el Caribe:

Según las palabras del destacado historiador trinitario de origen chino Walton Look Lai, durante el curso de los 150 años de experiencia en el Caribe, los chinos han pasado de ser una "comunidad de inmigrantes extranjeros" a convertirse en una "minoría étnica nacional". La colega y especialista chino-trinitaria Christine Ho sostiene la tesis de que los chinos en las Indias Occidentales británicas se han criollizado o asimilado, mientras que el artista jamaiquino de origen afrochino, Albert Chong, describe su mezcla racial y étnica como un aspecto inseparable de ser jamaiquino.45

Divergentes aseveraciones que utilizan los aspectos sanguíneos y culturales de muy distinta manera. De la misma forma, las denominaciones aplicadas al resultado de la inmigración van desde la preeminencia de la etnicidad hasta la asimilación en la sociedad de acogida. Es posible una visión desde la idea de las generaciones o de la "ley de la tercera generación" del sociólogo Hansen, si se desea mayor precisión,46 porque puede ayudar a entender que en muchos casos el paso de la primera generación de migrantes a la segunda, esta última tal vez autodefinida como china pero de vivir occidentalizado, implica que la tercera generación muestre claros síntomas de asimilación,47 aunque "el nieto desee recordar" si se sigue la ley arriba mencionada.48 Es decir, la asunción de las diferencias generacionales ayuda a comprender aspectos de los procesos vividos por los inmigrantes y sus descendientes, si bien no siempre expresan el proceder de todos los involucrados y tampoco condensan las definiciones utilizadas por ellos para presentarse, o las que otros miembros de la sociedad y los académicos señalan.

Es en el último punto, el de las definiciones, donde el debate sobre la etnicidad ha adquirido ímpetu y se refleja en los comentarios que involucran a los chinos asentados en Chiapas y en otros lugares de México. Para el caso chiapaneco, Rossana Reyes aseveró que su visión de la etnicidad de los inmigrantes se fue construyendo con parámetros diferentes a los pensados cuando inició su trabajo. Por supuesto no eran un grupo étnico al llegar a Chiapas, desde su perspectiva, porque no necesariamente representaban homogeneidad grupal en su origen, igualmente la definición de grupo era en un principio ajena a los chinos porque procedía de la sociedad de acogida. Además, esto diferenció a los asiáticos de otros inmigrantes que se asentaron en el Soconusco, quienes "nunca llegaron a formar un grupo".49 Para Reyes, y a pesar de las diferencias que puedan existir con un grupo indígena -referencia siempre para el caso mexicano-, la aseveración de que los chinos conformaron un grupo étnico deviene de la necesidad de auto-afirmación frente a la sociedad que los recibió,50 una especie de posicionamiento visible que utiliza la heteropercepción para mostrarse y convertirse en un grupo organizado e influyente, como en gran medida lo fue en el Soconusco.

Las reflexiones de Reyes van a la par de ciertos enfoques que dejan de lado los parámetros biologistas o culturales de las definiciones étnicas,51 algo que ya Barth había realizado hace varias décadas al hablar del grupo étnico como grupo organizacional marcador de diferencias,52 que fuera usado para hacer hincapié en que lo importante es establecer fronteras entre grupos y, por ende, el grupo étnico es entendible como "una construcción cognitiva de la identidad colectiva basada en símbolos culturales a través de los cuales se autodefinen grupos e individuos".53 Explicaciones que contrastan con aquellas visiones que otorgan el carácter de grupo étnico prácticamente desde el arribo de los inmigrantes chinos:

El estudio de los grupos étnicos extranjeros en México ha cobrado relevancia debido al surgimiento de diversas inquietudes por entender cómo se ha constituido nuestro país y qué grupos han intervenido en ese proceso, que parten del reconocimiento de que vivimos en una nación pluricultural, en donde coexisten tanto etnias de origen prehispánico como originarios de pueblos de distintas partes del mundo, que en conjunto han contribuido a la formación de la cultura mexicana.54

Tesis que enlaza con aquellas que consideran las relaciones entre los inmigrantes y la sociedad de acogida como una mezcla biológico-cultural al modo de un trenzado entre seres humanos: "La composición étnica de la nueva nación, así como su genética cultural, está constituida por lo indígena y lo español y aquello que los otros núcleos, que por minoritarios son negados o desconocidos, también depositaron en el crisol mexicano".55 Algo muy similar a las propuestas aculturativas.

Sin caer en el culturalismo actualmente redivivo que, según Appadurai, se ha instalado "como el principal escenario donde se representan fantasías de pureza, autenticidad, fronteras y seguridad" al haberse desmoronado las creencias en las ficciones de las economías nacionales,56 es manifiesto que ciertos símbolos culturales se han convertido en referencias innegables para el caso de los chinos y sus descendientes en Chiapas; seguramente la comida es la más llamativa por haber trascendido a un colectivo humano de inmigrantes para convertirse en bandera del territorio donde se asentaron. Símbolo de identidad que habla de la flexibilidad que pueden tener las construcciones culturales efectuadas por los seres humanos. Pero dicho esto es pertinente establecer tres puntos para la reflexión, que surgen de la discusión étnica y de las generaciones.

En el primer punto hay que ser claros y señalar que la definición de grupo étnico para los chinos, como es aplicada por Reyes, es comprensible por el hecho de adquirir contenido mediante la organización interna y la función de frontera entre inmigrantes y la sociedad de acogida. Entender su explicación no significa dar por supuesto que una definición geográfica sea suficiente para conformar un grupo étnico. Y menos dar continuidad a la idea de grupo étnico con los descendientes de chinos en Chiapas, en especial porque la asimilación individual y social fue un proceso constante e, incluso, propiciado por los primeros inmigrantes. Es posible observar, entonces, una asimilación pluralista, es decir una influencia mutua entre los inmigrantes y los residentes del lugar de destino, pero tal circunstancia no habla de un grupo humano chino absolutamente diferenciado en la actualidad sino que remite a una distinción inicial que funda, sin tener conciencia de ello, una singularidad de la sociedad de acogida en la actualidad. La diferenciación inicial establecida por un sinnúmero de diacríticos culturales y a través de las organizaciones chinas se diluyó paulatinamente por no ser una migración con flujo constante o porque los mismos mecanismos de visibilización que utilizaron los chinos son los que facilitaron la integración. Lo chino, en este contexto, es más la versión que en el Soconusco se ha producido a través de su cotidianidad.

Para las referencias a la integración social es indudable la necesidad de remitir a las generaciones de descendientes, conscientes de su origen muchos de ellos, pero incrustados en la sociedad de acogida como cualquiera de sus miembros. Algunas diferencias, sin embargo, se establecen y son las que conducen al segundo punto.

Aquí es clave entender que los no nacidos en China acuden a lo chino más como un sentimiento y una tradición familiar que como un contenido reconocible, como ocurre con descendientes de inmigrantes en otras latitudes del mundo.57 Pocos de ellos han tenido contacto con el país de origen de la familia y, por lo tanto, la relación se reduce a lo vivido en tierras chiapanecas. Lo chino, como ya se dijo, es el resultado de la versión chiapaneca de una realidad compleja por sí misma. Lo que existe de forma visible son algunas prácticas festivas o dancísticas y la ya mencionada comida.

De esta manera, y pasando al tercer punto, se visualizan como materiales, recuerdos o celebraciones que dotan, o al menos eso se pretende, de unas características identitarias que reflejen la existencia real del grupo, o que permitan la cohesión social que en algún momento histórico se mostró y que se busca reeditar entre ciertos descendientes.58 Benigna simulación que también es alentada por mediadores culturales o a veces por académicos con el anhelo de hallar en las trasnochadas supervivencias, y en las fáciles cárceles de las raíces culturales, explicaciones que sirvan para clasificar o segmentar la realidad en comportamientos estancos según los orígenes de los seres humanos.

Los referentes chinos en el Soconusco actual surgen como parte de una presencia originalmente exótica pero que es percibida como algo propio. Así, la comida china se hace bandera de identidad y las diversas danzas de dragones o leones aparecen como referentes municipales, a pesar de que su construcción haya sido muy posterior al arribo de los primeros inmigrantes. Ocultar las formas de integración, brevemente mostradas en estas páginas, a través de definiciones englobantes y creadoras de fronteras, como la de grupo étnico aplicado a los inmigrantes chinos, pero sobre todo a sus descendientes, lo único que logra es desvanecer la comprensión de los procesos históricos y, al mismo tiempo, dificulta concebir los caminos de las construcciones culturales.

 

Reflexiones finales

Todos tenemos identidad o identidades, pero centrar en lo obvio las explicaciones parece una pérdida de tiempo tanto como una tautología. Es decir, agregar un nuevo prisionero a la cárcel de imágenes nacionales que con ironía mencionó Mauricio Tenorio para señalar cómo se ve o se investiga la población mexicana o residente en México no parece un buen camino.59 Tal vez sea mejor referirse a situaciones concretas vividas por la población antes que a dilemas de identidades confrontadas, si los datos no ofrecen tal circunstancia. Especular sobre esencias en diálogo resulta tan vano, por inexistente, como creer en intereses comunes por el simple hecho de compartir un origen territorial, lingüístico o histórico. Esta forma de enfocar los estudios ha llevado a que los chinos en México, o en otros países, hayan sido investigados como una etnia desde su llegada hasta su descendencia. Hecho que pone sobre el tapete aspectos decimonónicos todavía en el siglo XXI, como es la confusión entre biología y cultura, tan cara a los detractores de la inmigración en los periodos álgidos de su persecución.60

La inmigración no se entiende sin unas coordenadas temporales y espaciales determinadas, ni tampoco está definida mediante grupos nítidamente clasificables insertados en realidades obviamente delimitadas también; por el contrario, se encuentra en una especie de oleaje que muestra cómo la integración se articula, en muchos casos, mediante la imaginación comunitaria de los propios involucrados. El caso de los chinos en Chiapas, y especialmente en el Soconusco, es significativo porque aunque tomados como grupo, o creado dicho grupo por los mismos inmigrantes, muestra que las pensadas diferencias se diluyen hasta el punto de engrosar la realidad local y convertirse en una referencia de identidad. Tal vez sea el momento de poner en cuarentena las llamadas raíces y dedicarse a describir los procesos que han dado pie a situaciones como la vivida en la costa chiapaneca.

Por lo tanto, lo que este artículo ofrece son algunos ejemplos de los mecanismos de integración individual y social que los chinos inmigrantes propiciaron en los años donde llegaron con mayor afluencia y que son, también, en los que construyen tanto sus organizaciones como sus formas de obtención de capital. El debate sociológico sobre estos procesos es extenso, pero una guía puede ser la discusión expuesta por Hartmut Esser. Dicho autor señala que la "asimilación individual" implica una integración singular de los inmigrantes en la sociedad de acogida a través de la adopción de rasgos culturales, la ubicación en el mercado laboral o el matrimonio, por citar algunos ejemplos.61 Por su parte, la "asimilación social" conlleva la eliminación progresiva de la diferenciación y desigualdad mediante la desaparición de variaciones grupales en educación, ocupaciones e ingresos, al mismo tiempo que se aprecia la desestructuración de instituciones identificadas por su origen extranjero. Situaciones que pueden llevar a una asimilación pluralista, es decir, a que se produzcan "cambios en ambos lados".62

En el caso de los chinos que inmigraron a Chiapas son perceptibles estos tres procesos hasta llegar a nuestros días. Tan es así que en la actualidad se observan las dificultades para reconstruir una organización propia que aglutine a los descendientes de chinos al mismo tiempo que la comida china, o la también mencionada danza del dragón, se han convertido en elementos inseparables de la identidad regional o municipal. Y lo anterior no es comprensible si no se recuerda que los primeros migrantes chinos supieron tocar las teclas políticas pertinentes, o que incluso su inquietud por recrearse como una comunidad desde un principio no tiene por qué ser entendida como un marcador o diferenciador entre ellos y la sociedad de acogida; esta imaginación de un grupo humano es todavía resaltada para el presente de emigrantes chinos a otros países, como recuerda Nieto en el caso hispano al señalar el deseo de "instaurar una unidad comunitaria, la conformación de una comunidad china en el país de destino en la que reine el orden y la moralidad sobre el conflicto".63 La misma definición moral, dedicada al servicio y con una vocación altruista más que establecer diferencias los acerca a la integración sin que sea necesariamente su objetivo inicial. Obviar los procesos históricos no cabe duda que empaña la comprensión del presente y en el caso de muchas migraciones dificulta entender su influencia cultural o las formas en que se manifiesta.

 

Notas

1 Miguel Lisbona Guillén, Allí donde lleguen las olas del mar... Pasado y presente de los chinos en Chiapas, México, PROIMSE-IIA-UNAM/CONACULTA, en prensa.         [ Links ]

2 Delia Salazar, La población extranjera en México (1895-1990). Un recuento con base en los censos generales de población, México, INAH, 1996, pp. 297-324.         [ Links ]

3 Archivo Histórico Municipal Tapachula (en adelante AHMT), extranjeros residentes en Tapachula, 99-AG-03.

4 Salazar, op. Cit., pp. 297-324.

5 Catalina Velázquez Morales, "Organización y ascenso de los chinos en Baja California (1920-1937)", en: China en las Californias, Tijuana, CONACULTA, 2002, pp. 105-119.         [ Links ]

6 Macrina Rabadán Figueroa, "Discurso vs. realidad en las campañas antichinas en Sonora (1899-1932)", Secuencia, Núm. 38, 1997, pp. 77-94.         [ Links ]

7 Gladys Nieto, La inmigración china en España. Una comunidad ligada a su nación, Madrid, Universidad Autónoma de Madrid, 2007, pp. 167, 173.         [ Links ]

8 Diego L. Chou, "De culíes a profesionales", en: Cuando oriente llegó a América. Contribuciones de inmigrantes chinos, japoneses y coreanos, New York, IDB Bookstore, 2004, pp. 35-51.         [ Links ]

9 Ibid, pp. 37-42.

10 Salazar, op. Cit., pp. 297-324.

11 Archivo Histórico del Estado-Centro Universitario de Información y Documentación de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (en adelante AHE-CUID), Hemeroteca, El Progreso, núm. 66, Tapachula, 21 de septiembre de 1910, p. 4.

12 Hipólito Rébora, Memorias de un chiapaneco (1895-1982), México, Katún, 1982, pp. 55-56.         [ Links ]

13 Archivo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (en adelante ASRE), el Embajador de Estados Unidos, Henry Lane Wilson, al Subsecretario de Relaciones Exteriores, Exp. 164-34, México, 2 de junio de 1911.

14 ASRE, Chang Yin Tang al Subsecretario de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Exp. 16-4-56, México, 23 de agosto de 1911.

15 AHE-CUID, Asuntos Religiosos, T. I, Circular del Kuo Ming Tang, Tapachula, 2 de febrero de 1925.

16 AHE-CUID, Hemeroteca, "El Partido Nacionalista Chino celebra su Cuarta Convención en esta Ciudad", en: Adelante, Núm. 7, Tapachula, 15 de febrero de 1941, p. 4.

17 AHE-CUID, Secretaría de Gobierno, Sección Gobernación, T. I, Ayuntamientos, Exps. 1-14, Arriaga, Sesión ordinaria del día 10 de agosto de 1917.

18 Hermelindo Jan Roblero, Aquel Motozintla. Generación 1930, sin editorial, lugar y fecha, señala que los chinos tuvieron una participación destacada para conformar la celebración de la feria comercial de Motozintla, a la que se pone fecha de inicio en 1935 y se nombra a los organizadores-creadores: Francisco Aranda, Juan Dardón, Héctor Castellanos, Jesús López, Manuel Liy y Refugio Fu Kuy.

19 AHE-CUID, Secretaría de Gobierno, Sección Gobernación, T. V, Exp. 19, Festividades Cívicas, 1921.

20 AHE-CUID, Informes de Gobierno, Tiburcio Fernández Ruíz, Tuxtla Gutiérrez, Imprenta del Gobierno, 1921, p. 6.

21 Entrevista a Manuel Juan, Huixtla, 7 de marzo de 2007.

22 AHMT, Sección Presidencia Municipal, terrenos nacionales 1944, caja 3, Exp. I-N, el presidente municipal de Tapachula al jefe de la Dirección Nacional de Caminos, Div. Tapachula-Comitán, Tapachula, 15 de noviembre de 1943.

23 Unos meses más tarde se insistirá en la solicitud especificando que "este H. Ayuntamiento ya entregó a la H. Colonia China el que ocupa el parque infantil y sólo se espera el terreno que ustedes ocupan para que aquella H. Colonia, proceda a la construcción de su Parque Chino que expontáneamente [sic] ha ofrecido construir en agradecimiento a la hospitalidad que han recibido de los habitantes de Tapachula". AHMT, Tapachula, Sección Presidencia Municipal, terrenos nacionales 1944, caja 3, Exp. I-N, el Presidente Municipal de Tapachula al jefe de la Dirección Nacional de Caminos, Div. Tapachula-Comitán, Tapachula, 5 de enero de 1944. Para la construcción del parque el Presidente Municipal de Tapachula se dirigió al gobernador, suplicándole que se expropiaran terrenos pertenecientes a Benigno Corrales y Carmen Vázquez de Reyes, todo ello con la finalidad de ampliar la superficie del parque infantil chino, AHMT, Ibid., telegrama del Presidente Municipal al Gobernador constitucional del estado de Chiapas, Tapachula, 3 de diciembre de 1943.

24 AHMT, Ibid., José Mariano Pontón, Jefe del Departamento de Proyectos y Construcción de la Dirección Nacional de Caminos a Fernando Balboa, Jefe de la División Tapachula, México, 6 de marzo de 1944.

25 AHMT, Ibid., Fernando Balboa, jefe de la División de Caminos a Belisario Vila Constantino, presidente municipal, Tapachula, 24 de marzo de 1944.

26 "Incluso en tiempo del Kuo Ming Tang donó una escuela, pero desgraciadamente después en el cambio de gobierno hasta el nombre le cambiaron; a un lado de la estación del ferrocarril había un parquecito chino, muy bonito, y de repente lo desaparecieron e hicieron un mercado [...], pero en particular los chinos nunca han dejado de aportar de alguna u otra forma a la sociedad". Entrevista a Francisco Chong, Tapachula, 6 de febrero de 2007.

27 AHMT, Archivo de Concentración, José Chong Wong y Gustavo M. Lau al Presidente Municipal, Tapachula, 29 de abril de 1958.

28 "Asimismo deseo dejar aclarado que todos los gastos, impuestos y en su caso honorarios que se causen con motivo de la Escritura de traspaso, serán exclusivamente por cuenta del Cesionario". AHMT, Manuel Corlay al H. Ayuntamiento Constitucional, Tapachula, 15 de octubre de 1971.

29 Humberto Rodríguez Pastor, Herederos del dragón: historia de la comunidad china en el Perú, Lima, Fondo Editorial del Congreso de Perú, 2000, p. 119.         [ Links ] El autor lo ejemplifica para el caso peruano: "Como desde el arribo a tierras peruanas habían pasado algunas décadas, los exculíes aprendieron y asumieron como propios aspectos culturales, legales y políticos de la sociedad a la que se integraban por decisión propia. Aprendieron así cuál era la mejor forma de desempeñarse en ambientes judiciales y de realizar gestiones administrativas en las oficinas públicas".

30 "Bajo el punto de vista económico tampoco lo son; porque pagan con religiosidad los gravaménes [sic] que el Supremo Gobierno impone a todo ciudadano; y bajo el punto de vista político, sabemos respetar al gobierno constituido, siendo los primeros en reconocer los relevantes méritos de una sabia administración, acatando las leyes vigentes". AHE-CUID, Hemeroteca, El Progreso, núm. 66, Tapachula, 21 de septiembre de 1910, p. 3.

31 Cumplimiento de la legalidad que también puede observarse en el cambio de domicilio de los inmigrantes residentes en el país. AHMT, Sección Presidencia Municipal Extranjeros, Exp. s.n., f. 56, Manuel Juan Chang a Dirección General de Población de la Secretaría de Gobernación, Cacahoatán, 27 de febrero de 1959.

32 AHE-CUID, Secretaría de Gobierno, Sección Gobernación, T. VIII, Exp. s.c, Kwong Sing Lee, Chang Kee e hijos y Hon Yick al Gobernador del estado, Tapachula, 2 de enero de 1926. Años más tarde los hermanos Chong, propietarios del establecimiento El Pacífico, se quejaron con las autoridades municipales por quererles gravar con un impuesto nuevo a su negocio, igualmente alegaron que cumplían con su cuota anual de impuestos, misma "que a principio del año en curso se nos aumentó más el 50% de lo que veníamos pagando anteriormente, por lo que no creemos justo otro nuevo impuesto máxime si se toma en cuenta la mala situación que el comercio en general viene atravesando". AHMT, Exp. s.c., Chong Hermanos al Presidente Municipal, Tapachula, 12 de julio de 1940.

33 Julio Juan, comerciante residente en Tuxtla Gutiérrez, no comprende por qué debe pagar por cada lata de manteca que traslada fuera del estado un impuesto de tránsito al municipio. La autoridad estatal no permitió el cobro de tal impuesto, como fue comunicado al Presidente Municipal. AHE-CUID, Secretaría de Gobierno, Sección Gobernación, T. I, Exp. s.n., el Secretario General de Gobierno al Presidente Municipal, Tuxtla Gutiérrez, 20 de febrero de 1929.

34 Como en el caso de un juicio por un inmueble rentado por un inmigrante chino, propiedad que había sido heredada por una persona que no era la arrendataria. Acción legal que transcurrió, al menos, entre 1908 y 1910 y en la que el avecindado asiático usó todos los medios legales a su alcance para dilatar la resolución en su contra, como así ocurrió. AHMT, Sección Juzgado de Ramo Civil, caja 7, Exp. s.c., juicio verbal ordinario que promueve el C. Maclovio de León, como apoderado de la Sra. María Lara de Jiménez, contra el chino Yuin Lee [Lee Yuin o Lee Yuing], 1908.

35 AHE-CUID, Hemeroteca, Piedra de Huixtla, No. 73, Huixtla, 24 de marzo de 1940, p. 4.

36 Ibidem.

37 "Yo era el ayudante del cocinero en la tienda, y cuando venía algún político grande de México ahí se hacían los banquetes". Entrevista a Agustín Chong, Mazatán, 20 de marzo de 2007.

38 "El 14 se ofreció aquí una comida campestre al diputado federal Gil Salgado Palacios, organizado por la liga de comunidades agrarias del Soconusco y grupo de amigos que vinieron de Tapachula. Fue notoria la presencia de la Colonia China en Cacaohatán: Manuel Kor-Lay, Juan Chang, Manuel Kiu y Pedro Tin-Tan", AHE-CUID, Hemeroteca, El Heraldo, Núm. 9, Tuxtla Gutiérrez, 18 de julio de 1947, pp. 1, 4.

39 "Desde que se había fundado la República de China en 1912, la colonia siempre aprovechaba las celebraciones del aniversario (el 10 de octubre, la Fiesta de Doble Diez) para realizar donaciones, participar en fiestas de caridad y para efectuar erogaciones a favor de los necesitados", Chou, op. Cit., p. 42.

40 AHE-CUID, Hemeroteca, Piedra de Huixtla, No. 175, Huixtla, 13 de septiembre de 1945, pp. 2, 7.

41 Marcel Mauss, Sociología y Antropología, Madrid, Tecnos, 1979.         [ Links ]

42 También se realizó una recepción por parte del Vice-Cónsul de China "Señor Tsung Woo Ding y su distinguida esposa señora de Ding, dieron en el gran hotel Internacional de la Ciudad de Tapachula, fue en verdad algo excepcional y a este Cocktail Party asistieron los CC. Cónsules de todas las naciones acreditadas en la perla del Soconusco, así como representantes de todas las naciones acreditadas en la perla del Soconusco, así como representantes de la Banca, el Comercio, la Industria y todo lo más granado de la élite tapachulteca", AHE-CUID, Hemeroteca, Piedra de Huixtla, Núm. 175, Huixtla, 13 de septiembre de 1945, pp. 1, 6.

43 Ejemplo de ello ocurrió en Escuintla, donde participó el Presidente Municipal, Ismael Palacios, y su esposa. AHE-CUID, Hemeroteca, "Escuintla pasó lista de presente en esta hora de la victoria", en: Piedra de Huixtla, No. 175, Huixtla, 13 de septiembre de 1945, p. 7.

44 La Honorable Colonia China en la República Mexicana, México, Ediciones Rocío, 1957.         [ Links ]

45 Evelin Hu-DeHart, "Los culíes, los tenderos y sus descendientes", en: Cuando oriente llegó a América. Contribuciones de inmigrantes chinos, japoneses y coreanos, New York, IDB Bookstore, 2004, pp. 15-34.         [ Links ]

46 Lee Hansen, Marcus, "The Third Generation", en: Oscar Handlin (ed.), The Children of the Uprooted, New York, Braziller, 1966, pp. 43-46.         [ Links ]

47 Marisela Connelly y Romer Cornejo Bustamante, China-América Latina. Génesis y desarrollo de sus relaciones, México, El Colegio de México, 1992, p. 29,         [ Links ] para el caso de Guyana.

48 J-P. Mathy, "Del regionalismo a la etnicidad. Identidad vasca y migración a Estados Unidos", en: F. Xavier Medina (comp.), Los otros vascos. Las migraciones vascas en el siglo XX, Madrid, Editorial Fundamentos, 1997, pp. 80-81.         [ Links ]

49 Rossana Reyes Vega, Los chinos del Soconusco. El surgimiento de una identidad étnica entre inmigrantes, Tesis de Licenciatura, México, ENAH, 1995, pp. 48-49.         [ Links ]

50 Ibid., pp. 47-48.

51 Nathan Glazer y Daniel Patrick Moynihan, Beyond the Melting Pot: the Negroes, Puerto Picons, lews, Italians and Irish of New York City, Cambridge, MIT Press and Harvard University Press, 1963.         [ Links ] Véase sus referencias sobre que lo biológico y cultural era trascendido por afectos, intereses y aspectos organizativos que mantenían al grupo unido.

52 Frederik Barth (comp.), 1976, Los grupos étnicos y sus fronteras. La organización social de las diferencias culturales, México, FCE, 1976.         [ Links ]

53 María Cristina Blanco, "El inmigrante como sujeto marginado. Claves interpretativas", en J. P. Alvite (coord.), Racismo, antirracismo e inmigración, San Sebastián, Tercera Prensa, 1995, pp. 31-60.         [ Links ]

54 Carlos Martínez Assad y Olga Montes García, "De extranjeros a inmigrantes", en: Carlos Martínez Assad (coord.), De extranjeros a inmigrantes en México, México, UNAM, 2008, pp. 15-35.         [ Links ]

55 Luz María Martínez Montiel y Araceli Reynoso Medina, "Inmigración europea y asiática siglos XIX y XX", en: Guillermo Bonfil Batalla (comp.), Simbiosis de Culturas. Los inmigrantes y su cultura en México, México, CONACULTA/FCE, 1993, pp. 245-424.         [ Links ]

56 Arjun Appadurai, El rechazo de las minorías. Ensayo sobre la geografía de la furia, Barcelona, Tusquets Editores, 2007, p. 38.         [ Links ]

57 William A. Douglass, "Factores que intervienen en la formación de la diáspora emigrante vasca al Nuevo Mundo", en: F. Xavier Medina (comp.), Los oíros vascos. Las migraciones vascas en el siglo XX, Madrid, Editorial Fundamentos, 1997, pp. 27-49.         [ Links ]

58 Manuel Delgado Ruiz, Diversitat i integrado. Lógica i dinámica de les identitats a Catalunya, Barcelona, Empúries, 1998, pp. 82-85.         [ Links ]

59 Mauricio Tenorio, Historia y celebración. América y sus centenarios, México, Tusquets, 2010, p. 159.         [ Links ]

60 Luz María Martínez Montiel, Inmigración y diversidad cultural en México, México, UNAM, 2005, p. 104.         [ Links ]

61 Hartmut Esser, "¿Requiere la 'nueva' inmigración de una 'nueva' teoría de la integración intergeneracional?", en: A. Portes y J. DeWind (coords.), Repensando las migraciones. Nuevas perspectivas teóricas y empíricas, México, SEGOB/AUZ/Miguel Ángel Porrúa, 2006, pp. 325-359.         [ Links ]

62 Ibid, p. 329.

63 Nieto, op. Cit., p. 15.

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