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Tzintzun

versión impresa ISSN 0188-2872

Tzintzun  no.52 Morelia jul./dic. 2010

 

Reseñas

 

Gabriela Contreras, Rodulfo Brito Foucher (1899-1970). Un político al margen del régimen revolucionario

 

Verónica Oikión Solano

 

México, coedición Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco y Plaza y Valdés editores, 2008, 382 p., ils.

 

El Colegio de Michoacán

 

 

I

En este año se cumple un centenario de la creación de la Universidad Nacional de México. Con este motivo resulta del todo oportuna la publicación de obras que nos ofrecen distintas miradas sobre ese conjunto abigarrado de procesos históricos que definen a la UNAM como la institución de mayor relevancia dentro del concierto educativo de la Nación.

Pero las instituciones educativas y de cualquier otra naturaleza toman impulso, se fortalecen y consolidan mediante el esfuerzo y la voluntad de los proyectos individuales y colectivos que avanzan y alcanzan distintos logros, pero que también disienten y se confrontan en el ámbito de las ideas y de la praxis política en determinadas coyunturas históricas, que reflejan necesariamente las permanencias y las continuidades así como los puntos de encuentro y desencuentro en la dinámica de la ruptura y del cambio social.

Por eso me congratula mucho que Gabriela Contreras haya incursionado con este libro en la vida de un personaje que con sus acciones e ideas no sólo le dio a la Universidad Nacional el perfil de una época, sino que también atestiguó difíciles trances en la institucionalización del Estado posrevolucionario, y se constituyó en actor principal de jornadas reveladoras de identidad política, social y cultural en su natal tierra tabasqueña. En este punto es importante destacar el matiz regional con su gama de tonalidades que rescata la autora para hacer emerger al personaje central de su historia.

La vida de Rodulfo Brito Foucher merecía ser contada como parte de la ronda de las generaciones en la urdimbre de un proyecto de Nación. Los puntos de inflexión clave en su biografía política, incluyendo su militancia conservadora y sus luchas políticas y educativas, resultan significativos para explicar no sólo la forma en que retomó la estafeta generacional, sino también cómo en esa ronda de las generaciones se estrechó la voluntad de unión de una comunidad política con la determinación de construir paradigmas para la acción del nuevo Estado.

El historiador francés FranÇois Dosse ha dicho que "Escribir la vida sigue siendo una esfera inaccesible y, sin embargo, sigue siempre impulsando el deseo de narrar y de comprender". Actualmente, el género biográfico se ha revalorado en el ámbito de la escritura de la historia. Y no nos queda más que reconocer que "La biografía puede ser una manera privilegiada de empezar a restituir una época con sus sueños y sus angustias".1 O, al menos, escudriñar por los resquicios de una vida los avatares de toda una generación, que en el caso que nos ocupa fue tremendamente influenciada por la marejada de la Revolución Mexicana, para situarse frente a ella, emplazarla y criticarla.

En esta obra, Gabriela Contreras ha reunido las piezas sueltas del rompecabezas que conforma la biografía política de este personaje tan singular como lo fue Rodulfo Brito Foucher, y con ello ha desentrañado las claves de su militancia política e ideológica como parte de una generación de actores políticos que construyeron una oposición que con las armas de la crítica e, incluso, con las armas en la mano, intentaron poner dique a los abusos del poder.

Este perfil biográfico cuenta cómo Brito Foucher, a partir de su trayectoria familiar y personal –con raíces regionalistas bien marcadas y con una mentalidad terrateniente y de clase- incursionó en el activismo político y se forjó en el ala moderada más conservadora del espectro revolucionario, de ahí que no siempre aceptó o coincidió con las limitaciones impuestas por los grupos de poder –sobre todo del garridismo en Tabasco- que frenaron sustancialmente sus demandas y aspiraciones de transición democrática, sobre todo en el orden del juego electoral y acceso al poder. El tesón en la defensa de sus ideas políticas teñidas de un sedimento hispanista y su dinamismo conservador a lo largo de su ardua trayectoria, lo llevaron a Brito muchas veces en el transcurso de su vida a la frustración y al desencanto político al constatar la cerrazón y la intolerancia de quienes ejercieron el poder en distintos niveles, amparados en su supuesto origen revolucionario, destacando en ello la figura de Tomás Garrido Canabal, a quien Brito Foucher le concitaba un odio profundo por sus excesos y desproporciones de toda índole.

La vida de Brito Foucher, en contrapunto, se agotó en la búsqueda y construcción de otro México democrático e incluyente que nunca vio. La obra de Gabriela Contreras recupera su recia voluntad y los momentos más significativos de su vocación como activista estudiantil, político de oposición, luchador enérgico, abogado litigante, intelectual trashumante, maestro inspirado, universitario comprometido, filántropo y masón. La Universidad Nacional le dio la oportunidad de formarse como abogado, pero también la posibilidad de servir al país como profesor y director de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, formador de generaciones, y, sobre todo, para alcanzar la posición universitaria más elevada al frente de su rectoría en la difícil coyuntura política de los primeros años de la década de los cuarenta bajo el slogan avilacamachista de la unidad nacional en el contexto de la guerra mundial.

Por todo ello, resulta un acierto que Gabriela Contreras haya puesto la mirada en la vida de Brito Foucher, pues esta biografía se convierte en una tribuna privilegiada para entender sus luchas políticas y su vocación universitaria. A través de las páginas de esta obra se descubre su ideario político y su determinación personal, coincidentes con la voluntad colectiva de toda una generación, sobre todo aquella marcada por el desaliento y la decepción, y que resultó clave en medio de la conmoción revolucionaria para canalizar energías e ímpetus en la construcción de las instituciones del Estado posrevolucionario.

II

El libro fue publicado en coedición por el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco y por Plaza y Valdés editores. El texto se compone de una introducción que contiene al final un listado de partidos y organizaciones políticas así como de una cronología que nos auxilia en la ubicación temporal y espacial del personaje. La obra cuenta también con epílogo, conclusiones, bibliografía, índice onomástico, índice toponímico y anexo fotográfico. A mí personalmente me hubiese gustado que la editorial Plaza y Valdés hubiese realizado una edición más pulida y cuidada de la obra porque en distintas páginas se encuentran "prietitos en el arroz".

El rescate del acervo documental personal de Brito Foucher, en sí constituye todo un aporte para la historia del siglo XX mexicano. En ello hay que reconocer que Gabriela Contreras tuvo el olfato y el oficio de historiadora para comprender que no debía dar la espalda a ese archivo privado, y que los documentos ahí preservados constituían los vasos comunicantes para diseñar esta biografía política y para desvelar parte de esa configuración prosopográfica de los grupos de derecha en México en distintos ámbitos de acción incluido el universitario.

Para completar la masa documental requerida para la hechura de su obra, la investigadora revisó bibliografía especializada, hemerografía nacional y tabasqueña y otros acervos documentales, principal-mente el Archivo General de la Nación, el Archivo Histórico del Consejo Universitario, el Archivo Histórico de la UNAM y el Archivo de la Acción Católica Mexicana. También resultó una decisión atinada haber realizado entrevistas de historia oral a miembros de la familia Brito Foucher y a otros destacados personajes ligados a su figura.

El capitulado de la obra se organizó con base en los cortes que la autora va realizando en la vida del biografiado. Son en total siete apartados con sus propias subdivisiones a través de los cuales nos cuenta una historia cuyo protagonista central es Rodulfo Brito Foucher, pero que a la vez está enriquecida con grandes pinceladas en donde se plasman colosales hitos en la tortuosa edificación de un país convulsionado por la Revolución Mexicana, con su estela de violencia y sus fases de reconstrucción a partir del pacto constitutivo de 1917.

Al seguir los pasos en la vida de Brito Foucher, ha quedado al descubierto en este libro la forma cómo se dirimió la pugna y la confrontación entre dos proyectos de nación, y cómo se ubicaron, cómo actuaron y cómo respondieron los diversos actores políticos en una tesitura muy amplia, expresada de manera partidista e ideológica como bandos opuestos e irreconciliables, es decir, los revolucionarios, por un lado, y los llamados reaccionarios, por el otro, en permanente desafío. Actualmente, y a la luz de investigaciones como la que nos presenta la autora en esta obra, queda de manifiesto que las purezas políticas e ideológicas no existían como tales, pues muchas veces sólo estaban en la retórica, así tenemos que tanto supuestos revolucionarios como muy visibles conservadores actuaron casi siempre impulsados por un auténtico pragmatismo, que a la hora de los amarres políticos suavizó las provocaciones y limó los enfrentamientos, y hasta casos hubo en que desembozadamente privó el oportunismo político.

En contraste, la praxis y el liderazgo del protagonista de este libro se definen, primero, en oposición al obregonismo y al callismo, y, en segundo término, al proyecto nacionalista más radical encabezado por el presidente Lázaro Cárdenas. Durante su presidencia se pusieron a prueba las enormes tensiones entre cambio, permanencia y modernidad en todos los órdenes y en los sustratos más profundos de México y de su gente. El cardenismo encarnó no sólo en la voluntad férrea del presidente Cárdenas en su afán por gobernar para las mayorías, sino también a través del complejo acomodo y conflictividad de diversos actores políticos de distinto signo ideológico. Por eso resulta reveladora la entrevista Brito Foucher-Lázaro Cárdenas a la que alude la autora (p. 218). Aquí lo paradójico resulta la conformación y actuación de la llamada "brigada cardenista" (p. 189) con Brito Foucher a la cabeza.

Después de todo, Brito Foucher ancló en distintos ámbitos de acción su energía y sus pasiones, y concibió su proyecto conservador a través del tejido de una red de alianzas, lealtades, coincidencias y concurrencias políticas entrelazadas desde sus años juveniles en tierra tabasqueña, desde su experiencia como opositor delahuertista, desde su lucha antigarridista y desde su atalaya intelectual, académica y universitaria. Además, toda esta trama de vida estuvo rodeada de un halo de exilios que vivió y sufrió nuestro personaje.

Con estos elementos, no sé hasta qué punto pudiéramos considerar a Brito Foucher como un caudillo cultural, por sus cualidades de liderazgo, y cuya figura e ideas concitaron tanto aplausos y vítores con leales seguidores, como reacciones de odio y antipatía por sus ideas conservadoras y su supuesta afinidad con el nacionalsocialismo hitleriano a partir del contacto académico y personal que llevó a cabo en Alemania en 1936.

En sus rasgos de caudillo cultural se entremezclan la política y la academia, a pesar de que el propio Brito había censurado esta asociación. Aunque él mismo se pinta de cuerpo entero con un cierto dejo presuntuoso cuando afirma: "que por muchos años millones de mexicanos abrigaron la esperanza de que yo podría ser el líder de un movimiento político o militar para operar un cambio total en el personal del gobierno mexicano" (p. 326). Es evidente que la academia y la política lograron transfigurarlo en un personaje contradictorio y emotivo, cuyas acciones han dejado una huella indeleble a su paso por la historia del siglo XX mexicano.

Por último, hubiese resultado enriquecedor que la autora pusiera a dialogar y debatir a Brito Foucher con distintos personajes que de pronto aparecen pero quedan en un segundo o tercer plano, o con algunos otros que nunca aparecen en los escenarios históricos en las cuales se desenvolvió. Me refiero, por ejemplo, a José Vasconcelos, con quien seguramente coincidió más de una vez en las lides universitarias y en planteamientos teóricos y filosóficos. Con Natalio Vázquez

Pallares, michoacano cardenista y líder estudiantil que llegó a la rectoría de la Universidad Michoacana impulsando el proyecto de la educación socialista.2 Con el michoacano anticardenista Victoriano Anguiano Equihua, rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en el mismo periodo del rectorado de Brito Foucher, a quien aquel recurrió y pidió apoyo durante el conflicto universitario de 1943,3 que dejó muy dividida a la política y a la sociedad michoacana. Con Luis Calderón Vega, líder michoacano de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos, quien a través de su testimonio4 da cuenta de los mutuos apoyos entre su organización y el entonces director de la Facultad de Derecho, y de su lucha más amplia por la libertad de cátedra y la autonomía. Y con Ignacio García Téllez, el intelectual educador5 del círculo íntimo del presidente Cárdenas.

Seguramente éstas y otras voces complementan la traza y la esencia biográfica de Rodulfo Brito Foucher, que desde ahora cuenta con la obra de Gabriela Contreras, y en donde el personaje emerge de cuerpo entero como un actor de primera línea en las disputas controversiales del siglo XX mexicano.

 

Notas

1 FranÇois Dosse, El arte de la biografía, México, Universidad Iberoamericana, Departamento de Historia, 2007, p. 15.         [ Links ]

2 Mario Alberto Nájera, Verónica Oikión y Gerardo Sánchez, editores, La Nación dueña de su destino. Vida y obra de Natalio Vázquez Pallares, México, coedición Universidad de Guadalajara, El Colegio de Michoacán y Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2007.         [ Links ]

3 Verónica Oikión Solano, Michoacán en la vía de la unidad nacional, 1940-1944, México, INEHRM, 1995.         [ Links ]

4 Luis Calderón Vega, Cuba 88: memorias de la UNEC, Morelia, Fímax Publicistas, 1962.         [ Links ]

5 Ignacio García Téllez, La problemática educativa en México, comentario y selección de Agustín Rodríguez Ochoa, México, Ediciones Nueva América TEA, 1969.         [ Links ]

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