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Literatura mexicana

versión On-line ISSN 2448-8216versión impresa ISSN 0188-2546

Lit. mex vol.32 no.1 Ciudad de México ene./jun. 2021  Epub 07-Mayo-2021

https://doi.org/10.19130/iifl.litmex.2021.1.26859 

Reseñas

José María Roa Bárcena. La quinta modelo, Noche al raso y otros cuentos. Edición de Pamela Vicenteño Bravo. México: Penguin Random House Grupo Editorial / Universidad Nacional Autónoma de México, 2019.

Fernando A. Morales Orozco1 

1El Colegio de San Luis, fernando.morales@colsan.edu.mx

Roa Bárcena, José María. La quinta modelo, Noche al raso y otros cuentos. ., Vicenteño Bravo, Pamela. México: Penguin Random House Grupo Editorial, Universidad Nacional Autónoma de México, 2019.


Cuatro son los nuevos volúmenes que se integran este año 2019 a la colección Penguin Clásicos mexicanos, coordinada por Belem Clark. Quizá la adición más extraña, que no por ello menos importante, sea la de este título. Resulta curioso, por decir lo menos, la inclusión de un autor como José María Roa Bárcena en una colección que ha estado dominada por autores cuyos nombres forman parte de las “glorias literarias del siglo XIX”. Contrario al liberalismo triunfante en 1867 con la República Restaurada, la figura literaria del veracruzano Roa Bárcena quedó eclipsada por su filiación política conservadora. Este oscurecimiento es en parte responsable de que su obra haya sido poco editada a lo largo del siglo XX —sobre todo si la comparamos con la de autores que también forman parte de esta colección: Altamirano, Cuéllar, Riva Palacio o Fernández de Lizardi—, pues su narrativa ha sido editada por Julio Jiménez Rueda en 1941, para la Biblioteca del Estudiante Universitario de la UNAM; o la encontramos en aquella edición prologada por Leticia Algaba y con epílogo de Jorge Ruffinelli para la colección La Serpiente Emplumada de Factoría Ediciones en el año 2000, sin olvidar por supuesto el volumen preparado para el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de 2013. De ahí en fuera, es posible encontrar alguno de sus cuentos presente en distintas antologías. De ahí la importancia por rescatar a este autor y colocarlo en la Colección de Penguin Random House.

El volumen que nos atañe está editado y prologado por Pamela Vicenteño, maestra en Letras, quien actualmente prepara su tesis doctoral con la edición crítica de las obras del veracruzano. Con una amplia experiencia en el trabajo de la ecdótica, Vicenteño nos presenta una edición valiosa por su breve (aunque sustancioso) estudio introductorio, por las notas léxicas que dan cuenta de los mexicanismos, así como de las notas nominales, con las cuales resulta mucho más fácil reconocer a los personajes históricos o autores citados a lo largo de la narrativa de Roa. El trabajo de emendatio realizado por la editora es cuidadoso al momento de completar los errores de imprenta, y su poca intervención sobre los modismos y las formas comunes de la época logran mantener fresca la intención de nuestro autor. Es importante también considerar que todos los textos compilados en esta antología están editados desde la última versión aprobada por Roa Bárcena, tal como lo deja ver Vicenteño en su advertencia editorial y como ha sido costumbre para las obras editadas en el Seminario de Edición Crítica de Textos del Instituto de Investigaciones Filológicas.

Resulta mucho más interesante leer la obra de este defensor del Imperio guiados por el estudio introductorio, porque la investigadora reconstruye la biografía del autor y marca en ésta el lugar en el que se sitúa cada una de las narraciones incluidas en este material. Así, podemos entender una novela como lo es La quinta modelo inscrita dentro del género novela de tesis, pues, según explica la editora, es una respuesta crítica y aguzada a la promulgación de la Constitución de 1857. Roa Bárcena arenga en contra del modelo liberal norteamericano inserto en dicha Carta Magna y ataca constantemente la ideología liberal impuesta en una sociedad eminentemente católica, tradicionalista y, sobre todo, analfabeta. En una fórmula crítica más sutil, pero igual de efectiva, Vicenteño sitúa los cuentos de Noche al raso, una encantadora colección de narraciones cómicas y fantásticas, cuyo motor es un accidente sufrido por una diligencia que recorre el camino de Veracruz a Puebla. Cuatro viajeros, entre los cuales se encuentra un antiguo general del ejército independentista, un comerciante de antigüedades, un agente de negocios y un hacendado, quedan a merced de la noche y deciden contar historias, ya sean propias o de personajes conocidos. En estas cinco narraciones (pues el militar relata dos de ellas) queda representado el conocimiento que tiene Roa Bárcena para encadenar historias, artificio que lo coloca en el mismo terreno del Bocaccio y sus nobles florentinos o de Chaucer y sus peregrinos a la tumba de Thomas Becket. Salta a la vista la gracia y la ironía en estos relatos, puesto que los protagonistas de cada escena son timados, ya sea por negocios falsos, por vecinos taimados o por mujeres “medianas”. Contrasta con este tono jocoso la existencia de “El hombre del caballo rucio”, la cuarta narración de la colección Noche al raso, la cual se encuentra a caballo entre la leyenda y la narración fantástica, que retoma elementos de la tradición oral y recupera las historias sobre jinetes fantasmas. Esta historia se engarza muy bien con “Lanchitas”, el cuento más conocido y reeditado de la producción del autor veracruzano por ser considerado como una de las primeras manifestaciones de la literatura fantástica en nuestro país. Finalmente, “Combates en el aire”, en palabras de Vicenteño, “es una ensoñación donde se evoca la infancia y el hogar provincial, ya lejanos”.

Existe, sin embargo, un cuento antologado en esta edición situado justo al inicio del apartado Otros cuentos, el cual conforma un solo cuerpo con los dos antes mencionados. Se trata de “Vellosilla”, la narración de Roa Bárcena que, cronológicamente, pertenece a sus primeras producciones. Publicado en 1849 en El Álbum Mexicano, este cuento tiene un dejo didáctico y triste, pues enseña a las mujeres a no desear más que el amor sencillo de un hombre simple. La campirana Vellosilla, que había sido cortejada por Silvestre en su primera juventud, se transforma en Flora, la poetisa, una mujer citadina extremadamente talentosa, la cual es cortejada por Alberto, a quien puede considerarse un hombre mediano. Ante la decepción que le causa, Flora puede retornar a su vida anterior, pero su regreso está marcado por la tragedia. El joven Roa Bárcena, de apenas 22 años, ya muestra en este texto sus ideas conservadoras y su educación tradicional.

En este sentido uno de los problemas —no graves— pero sí necesarios de señalar, es que la antología preparada por Vicenteño trastoca el orden cronológico de la aparición de los textos. Dicha presentación provoca una lectura extraña. “Vellosilla”, como La quinta modelo, forman parte de una primera producción de Roa Bárcena, aquella que está comprometida con lo didáctico, con la forma de educar a las señoritas mexicanas o con un propósito retórico de nuestro joven y aguerrido escritor: advertir a los lectores de México los posibles peligros de insertar ideas extranjeras en sus idearios político, social y cultural. Por otro lado, “Noche al raso”, “Lanchitas” y “Combates en el aire”, son producciones del veracruzano que pertenecen a un segundo momento en el cual Roa Bárcena, desencantado por el fracaso del proyecto conservador, “relega” sus obras al terreno de lo ficcional, de lo legendario. Curiosamente, esta segunda producción, ajena al adoctrinamiento conservador, resulta mucho más rica en términos estéticos y literarios, pues toma consejas populares, episodios cotidianos y hechos sencillos (el padre Lanzas, las narraciones a campo abierto, el vuelo de cometas respectivamente) y las convierte en narraciones que retoman el artificio de los cuentacuentos del Renacimiento, que complejizan la perspectiva narrativa utilizando el recurso de las cajas chinas o que son capaces de metaforizar una lucha de papalotes como un combate mítico. No es que demerite los primeros trabajos de Roa Bárcena, cuya producción también resulta hermosa en términos literarios, sino que por momentos deja de lado lo narrativo para darle entrada a la argumentación dura y la doctrina cristiana-católica. Al abandonar este fin educativo, Roa Bárcena es capaz de construir uno de los textos que —como ya se ha dicho previamente— ha sido considerado como el inicio de la literatura fantástica en nuestro país, “Lanchitas”. De regreso a la antología que nos ocupa, situar en el apartado “Otros cuentos” “Vellosilla” en conjunto con “Lanchitas” y “Combates en el aire”, diluye tal distancia entre las etapas de producción de nuestro autor. Repito, no es un error grave, en la medida en la que accedemos a tres textos igualmente bellos en su manufactura y que demuestran la maestría existente en la producción de un hombre que vivió a lo largo de casi todo el siglo XIX.

Leer a Roa Bárcena resulta especialmente vigente en estos tiempos. Es imprescindible, en primer lugar, hacerlo porque con la inclusión de este autor en una colección como la de Penguin, se abre la puerta para darle voz a toda una serie de escritores que quedaron eclipsados con el triunfo del liberalismo decimonónico y su mitificación tras la Revolución de 1910. En segundo lugar, porque Roa Bárcena en particular, al establecer una crítica mordaz contra la ideología liberal, pone el dedo sobre una serie de llagas que, podría ser, siguen estando abiertas en nuestro tiempo: al leer con cuidado y con ojo crítico La quinta modelo es posible observar —a modo de caricatura— cuál era el peligro existente de importar modelos económicos, políticos y sociales sin tamizarlos o adecuarlos a la realidad política, económica y social del país, o lo que Edmundo O’Gorman llamó la trágica incomprensión entre conservadores y liberales; al elaborar un breve análisis sobre Noche al raso, es posible someter a tela de juicio la bondad y la sabiduría natural del pueblo; al ser testigos del castigo de Vellosilla-Flora, también podemos atisbar que las mujeres son sometidas por desear algo más que ocupar el lugar de madres y esposas; al participar del hecho sobrenatural ocurrido al padre Lanzas, podemos comprender la pervivencia de estas historias hasta nuestros días en el imaginario colectivo. En ese sentido, la selección de Vicenteño resulta particularmente contemporánea para quienes se acerquen a esta edición de narraciones de un autor que sigue hablándonos a los lectores mexicanos de estos tiempos, incluso con una voz tan fuerte —y parafraseando nuevamente a O’Gorman, igual de contradictoria— como la de sus contemporáneos liberales.

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