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Literatura mexicana

versión On-line ISSN 2448-8216versión impresa ISSN 0188-2546

Lit. mex vol.23 no.2 Ciudad de México nov. 2012

 

Reseñas

 

Sara Poot Herrera (ed.). Realidades y fantasías. Realities and Fantasies. In memoriam Tim McGovern (1965-2006)

 

Realidades y fantasías. Realities and Fantasies. In memoriam Tim McGovern (1965-2006), by Sara Poot Herrera (ed.)

 

Angélica Arreola Medina

 

México: Universidad Autónoma Metropolitana / UC Mexicanistas / Universidad de California, Santa Barbara, 2009

 

Centro de Estudios Literarios, UNAM arreolamedina30@gmail.com

 

Al terminar la lectura de los 30 estudios que constituyen estas memorias del noveno coloquio sobre Literatura mexicana, celebrado en Santa Barbara, california, en noviembre de 2006, me invadieron tres sensaciones: la primera es la de estar frente a una serie de trabajos con varias coincidencias y paralelismos temáticos; la segunda, retomando los términos utilizados por Ignacio Ruiz-Pérez, en uno de estos artículos, es que en su conjunto ofrece la posibilidad de leerlos de manera diacrónica (cronológica) y sincrónica (paradigmática); la tercera es que cada análisis nos deja la impresión de las cajas chinas, o las matrioskas rusas, las cuales van desentrañando, una dentro de otra, las fantasías de los autores y obras abordadas en este libro.

La sincronía se hace presente en tanto que se abordan varios textos y autores de la literatura hispanoamericana, presentados en orden cronológico. Se inicia con algunos tratados de literatura medieval, luego textos del siglo XV, del Barroco (Sigüenza y Góngora y sobre todo Sor Juana Inés de la Cruz), de la colonia, del siglo XIX (en su género gauchesco y la obra de Pérez Galdós), hasta llegar a escudriñar en relevantes autores del XX, como Juan Rulfo (de manera recurrente), Octavio Paz y José Emilio Pacheco, además, Josefina Vicens, Margo Glantz, Cristina Rivera Garza y Luís Zapata; en todos, mediante un acabado ejercicio escritural, se muestra cómo se van entrelazando los elementos míticos con la realidad referida en los textos analizados.

Dentro de lo paradigmático advertimos que predominan estudios sobre la literatura que cuestiona la norma y los roles impuestos por la sociedad en que se producen, algunos podrían inscribirse en estudios de género, como la literatura feminista, incluyendo la de tópico homosexual; otro tema recurrente que indudablemente marca la fantasía hispanoamericana es la búsqueda de nuestras raíces, sobre todo las prehispánicas.

Ei libro está dedicado a la memoria de Tim McGovern, joven académico de la Universidad de Santa Barbara, recientemente fallecido. Ei libro inicia con cinco emotivos homenajes y dedicatorias, de Henry T. Yang, Sara Poot Herrera, Christian H. Ricci y Mario Martin, quienes dan cuenta de su entrega a la docencia, de sus investigaciones, así como de su entusiasmo en la formación del Programa intercampus de investigación UC-mexicanistas; Juan Bruce-Novoa, en su artículo, destaca los trabajos de McGovern, en particular sobre el realismo del español Benito Pérez Galdós, con influencia de charles Dickens. Con este carácter de homenaje, se inscribe también el artículo de Seymour Menton, quien rememora la amistad, encuentros y coincidencias, en México y Estados Unidos con el estudioso de la literatura mexicana, don Luis Leal.

El viaje a la fantasía empieza con el estudio de tres tratados de Boncompagno Da Signa, provenientes de la época medieval, que —según dice cortijo Ocaña— resultan importantes para entender el origen de la novela sentimental de esta época: el Tratado de las virtudes [retóricas], necesario para conocer las virtudes y lo que se debía evitar en el arte del dictamen; los Apuntes de oro, el decálogo para tener acceso a la filosofía; y La mirra, donde se encuentran las condiciones de la escritura testamentaria.

A continuación se analiza el género especular de Rodrigo Sánchez Arévalo, en el siglo XV, a través de El Espejo de la vida humana, obra a medio camino entre tratado político y moral-filosófico, que según Adelaida cortijo "avanza del estudio del orden sociopolítico basado en la existencia de clases sociales al estudio de la relevancia de la salvación del alma" (92).

Coinciden los trabajos bajo una perspectiva lingüística de Viola Miglio y Claudia Parodi, sobre el uso de la lengua, el primero, de la diferencia y evolución de los términos "tengo por cierto", hasta llegar al "disque", en la época de la colonia; el segundo, acerca de la aparición de mitos en el barroco mexicano.

En artículos posteriores se ubica la mirada maravillada ante un mundo fantástico de los conquistadores Hernán cortés, Bernal Díaz del castillo o cervantes de Salazar, la principal fantasía proveniente de que México Tenochtitlan era una ciudad construida sobre un lago; el análisis de Beatriz mariscal sobresale por las relaciones halladas en la utopía renacentista, la influencia de los Diálogos de Platón cuando se planteaba la búsqueda de la "Atlántida" y de los viajes de marco Polo al ver una ciudad fantástica rodeada por una laguna, como una constante en el imaginario de los descubrimientos.

En este tenor, se plantean las aventuras del inglés Thomas Gage, que escondido en una barraca de vino, llegó y vivió doce años en México y Guatemala y recopiló para la corona inglesa información en su libro The English-American his Travail by Sea and Land. Con el fin de que se apoderaran de las posesiones españolas, se empeñó en proporcionar información sociológica y "científica", lo curioso es el destino que tuvo el libro, pues su recepción fue como libro fantástico, de viajes; no logra su objetivo, con lo que se "termina por convertir la literatura en ciencia y la fantasía en realidad" (169).

Pertenecientes al siglo XIX se encuentra la novelística de Benito Pérez Galdós, estudiado bajo la perspectiva religiosa; según Víctor Fuentes, en sus primeras obras (Doña Perfecta y Gloria) se advierte una denuncia política y religiosa, mientras que en Misericordia trasciende un cristianismo social, como el que plantean los jesuitas y muchos años después la teología de la liberación.

Correspondiente a este siglo, pero en América, llaman la atención de Francisco Lomelí El gaucho Smith y El Fausto, copia de don Quijote, de Cervantes y de Goethe, respectivamente, pero que "han conservado cierta autonomía y renombre por sus propios logros artísticos, gracias a la técnica de disfrazar los mismos mitos con una fresca y diferente vestimenta humorística" (181).

Llama la atención que solo un texto trate de Jorge Luis Borges, quizá el autor más centrado en la relación realidad-fantasía e imaginación. Pablo Brescia le llama "futurólogo" y pone énfasis en su carácter de lector hedónico quien lee no por moda, no por obligación sino que se anticipa, "lee su vida posible", "imagina su vida", "fantasea la realidad". "Y allí, por un momento —dice Brescia—, habita el otro molde de escritor, el que cree que la literatura proviene de la vitalidad de la existencia" (208).

No podía faltar la reflexión sobre Octavio Paz que, en mi opinión, todavía tiene vetas por estudiar, como la que explora Jacobo Sefamí acerca del "yo de su intimidad", en el poema Pasado en claro; un poema —dice este autor— con gran carga emocional y en el cual pone al descubierto las relaciones con la madre, el padre y el abuelo de su dolorosa infancia.

En los textos existen frecuentes señalamientos de intertextualidad, al analizar las obras de autores distantes, como puede verse en el estudio de Linda Egan, quien busca, a tres siglos de distancia, paralelismos entre sor Juana Inés de la cruz y Juan Rulfo, pues, como señala, fue "ocasión de un congreso dedicado a los Juanes".

Así pues, de manera paradigmática pueden asociarse varios análisis desde una perspectiva de género: podemos ver que el tema de la transgresión existe desde el teatro renacentista y barroco, en Amar sólo por vencer, uno de Los desengaños, de maría de Zayas, quien aborda el travestismo masculino en la trama, con lo que pone en tela de juicio el sistema clasista y un acendrado patriarcado que produce el trágico final. Por otro lado, Oswaldo Estrada reconoce el intertexto sorjuaniano en la narrativa actual de las autoras Ana clavel (Cuerpo náufrago) y cristina Rivera Garza (Ningún reloj cuenta esto), a quienes denomina "emisarias" de la Décima musa.

En este mismo sentido Sara Poot plantea la disolución de los personajes femeninos y masculinos en Pedro Páramo, de Juan Rulfo, "donde los cuerpos y almas distancia ignoran y sexo" (304). La figura machista, cuestionada también por Sara Poot, a partir de Los años falsos, de Josefina Vicens, donde Poncho Fernández hereda a su hijo un ideal de hombría que obliga a este a adoptar una masculinidad forzada, que provoca la burla de los hombres y lo conduce al aislamiento y la alienación.

Asimismo, la literatura innovadora de margo Glantz, en particular la posterior a la de los años 90, destaca por la voz narrativa de la autora, dentro de la diégesis del texto; el análisis se particulariza en El rastro, donde Glantz se confunde con la protagonista; a la vez, Ricardo Vivancos destaca la influencia de Alejo carpentier, pues la obra está centrada en variaciones musicales: "ligado a un material que se reitera y va cambiando en múltiples combinaciones" (368), destaca la crítica de la manipulación del cuerpo femenino y la postura de la autora de un feminismo sui generis, transcultural, que reivindica a las mujeres pertenecientes a la alta cultura, ya no ligado solo a lo popular e indigenista.

Otra variante de la literatura trasgresora, es la literatura de tema homosexual, de la cual encontramos dos estudios de la obra de Luis Zapata: el primero trata de La hermana secreta de Angélica María, el tema central es la ambigüedad frente al nacimiento de un(a) hermafrodita, que deriva en una fuerte crítica social de Zapata hacia las instituciones médicas que (re)construyen, para conseguir lo "normal", según los rígidos estereotipos sociales. En el segundo, se analiza El vampiro de la colonia Roma, señalada como la primera novela gay latinoamericana traducida al inglés; michael Schuessler la considera una novela culta y con grandes posibilidades temáticas y narrativas, que nos deja pensando sobre nosotros como lectores y como seres humanos en la naturaleza misma de la ficción literaria.

De la misma forma, la obra de la narradora cristina Rivera Garza resultó también un tema frecuente en estas memorias, además de relacionarla con la Décima musa, dos críticos analizan su libro Nadie me verá llorar y una más hace una lectura de La cresta de Ilión.

La fantasía de la poesía modernista y su influencia en el bolero mexicano es tratado por Álvaro Ruiz Abreu; mientras que en otro artículo Sara Poot, escudriñando en los trabajos de Jacobo Sefamí, estudia también el abordaje de la novela noir, derivación de la novela policiaca, por parte de cheyla Samuelson.

No quisiera terminar sin tratar la profundidad con la que sustenta Ignacio Ruiz-Pérez la intertextualidad entre los cuentos "chacmol", de Carlos Fuentes, "La culpa es de los tlaxcaltecas", de Elena Garro y "La fiesta brava", de José Emilio Pacheco; en los tres se resalta la historia de México "como la dialéctica negación-afirmación de etapas para replantear la labor de sus antecesores en el ámbito del género fantástico" (329). En su planteamiento, la visión diacrónica se presenta cuando en los tres cuentos aparece el pasado cuestionando el presente; el corte vertical devela las capas ocultas, negadas y silenciadas, cuando la modernidad se sobrepone a la colonia y esta a su vez al pasado precolombino.

En conclusión, la lectura de Realidades y fantasías nos aporta un amplio panorama de diversos autores, obras, temas y perspectivas, desde las cuales puede abordarse la literatura. Si la creación no puede deslindarse de la fantasía, los críticos hacen que en este libro, donde aparentemente no la percibimos, brote, y nos haga ver e imaginarnos aún más.

 

INFORMACIÓN SOBRE LA AUTORA:  

Angélica Arreola Medina: Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y pasante de la Maestría en Literatura Iberoamericana, por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Es autora de La crónica, México: Edere, 2001 (Tras la huella de...), coautora de la nueva edición del Diccionario de Escritores Mexicanos, siglo XX, en sus tomos II-IX actualizada en versión multimedia. Ha publicado varios artículos en libros colectivos y en memorias de congresos internacionales. Está adscrita al Centro de Estudios Literarios, del Instituto de Investigaciones Filológicas e imparte varios cursos en las facultades de Ciencias Políticas y Sociales, y de Filosofía y Letras de la UNAM.

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