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Literatura mexicana

versión On-line ISSN 2448-8216versión impresa ISSN 0188-2546

Lit. mex vol.21 no.1 Ciudad de México  2010

 

Reseñas

 

Esther Martínez Luna (ed.). Bicentenario del Diario de México. Los albores de la cultura letrada 1805-2005

 

Bicentenario del Diario de México. Los albores de la cultura letrada 1805-2005, by Esther Martínez Luna

 

Norma Lorejo Vega


México: Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Filológicas, Centro de Estudios Literarios, 2009

 

Instituto de Investigaciones Filológicas UNAM.

 

Encontrarme ante el libro que edita Esther Martínez Luna, con motivo del bicentenario del Diario de México, llama dos veces mi atención. Primero porque los inicios de esa cultura letrada, que menciona la especialista en el subtítulo de su texto, nos remiten a la difusión de las letras mexicanas que en la época independentista se gesta de manera muy singular, y segundo porque el periodismo en sí se ha convertido en uno de los medios más importantes para la propagación de los acontecimientos (entre otros aspectos) en torno a nuestra sociedad, y por supuesto al ámbito mundial. Es evidente que existen diferencias contundentes entre los primeros periódicos del siglo XIX y los de nuestros días, no obstante bien vale la pena asomarse a los albores del cotidiano a la luz del periodismo actual.

Ahora bien, para emprender dicho asomo se requiere de elementos fundamentales que nos permitan adentrarnos no sólo en los orígenes del Diario de México, sino además en las implicaciones ideológicas, culturales, históricas, políticas, etc. que enmarcaron el periodo de su publicación. Ésta es una de las cualidades del texto en cuestión, en él podemos encontrar un vasto panorama de reflexiones que permite al lector una mayor comprensión vinculada con su actualidad; en consecuencia resulta un gran acierto la selección de ensayos que Martínez Luna nos presenta en este volumen.

Cabe mencionar que el origen del texto procede del Coloquio que en 2005 organizaron Rosalía Cruz Soto y Esther Martínez Luna,1 por lo que el material aquí reunido es resultado tanto de la mirada del especialista, como del estudioso que indaga en "los albores de la cultura letrada".

La editora ha dividido los ensayos en cuatro áreas temáticas: Mentalidad letrada, Actores políticos, Identidad y educación y, finalmente, Hábitos periodísticos. De esta última división, me gustaría destacar el ensayo de Rosalba Cruz Soto, dada la relevancia que encuentro en él, para los fines de adquirir una apreciación amplia y puntual acerca del Diario de México, sobre todo para quien no es especialista en el tema.

En "Panorama histórico del Diario de México: un periódico en busca de la modernidad", Cruz Soto nos permite recorrer el proceso histórico por el que transita el famoso cotidiano, recordemos que hoy en día (siglo XXI) contamos en nuestro país con un periódico que ostenta el mismo nombre y que en definitiva dista totalmente de lo que fue el diario en sus orígenes. Menciono esta obviedad para dar pie a uno de los elementos esenciales considerado no sólo en Panorama histórico..., sino a lo largo del libro que nos ocupa. El Diario de México no se hacía como los periódicos modernos, subraya Cruz Soto en su ensayo: "Los editores entresacaban lo que a su parecer era lo más importante de todo el material que recibían porque no salían a buscar la información, sino que dependían de la que recibían de los lectores en la imprenta, donde se elaboraba, o en los buzones puestos para el caso" (304).

Si bien Cruz Soto puntualiza los elementos que van acercando al cotidiano a un proceso con miras a la modernidad, resulta interesante considerar que el propio recorrido conlleva a la transformación que exige toda experiencia tanto en el aspecto externo como en su contenido a plenitud. Por esta razón considero de suma importancia sugerir al lector (no especializado en el tema) que inicie su acercamiento con este último ensayo, donde la autora nos aproxima a los inicios, a los protagonistas, a los editores, empresarios, colaboradores, polemistas y hasta a los lectores: quiénes eran aquellos que gustaban de leer la diaria publicación, quiénes y cuáles eran sus expectativas. Hoy en día sabemos que la redacción de una noticia depende de muchos factores, tan sólo el hecho de formar parte de un sistema capitalista, neoliberal, donde el valor del dinero se convierte en el eje motor de posturas ideológicas, políticas, etc., determina rotundamente el enfoque que se le da a la noticia; sin embargo, algo que no se cuestiona es la exclusividad de la misma, es decir, si ocurre un acontecimiento importante queda establecido que los diversos medios de comunicación atenderán el hecho bajo la óptica ideológica, política, económica, etcétera, a la que pertenezcan y según sus posibilidades concretamente materiales. De aquí podemos distinguir una importante diferencia entre las formas de producción periodística, de acuerdo con lo que nos presenta Rosalba Cruz, ya que en la época del Diario de México (1805-1817) se establecían polémicas en torno a la originalidad de la información presentada en el periódico: "por qué se ofende de que el Diario reproduzca lo que otro ha escrito. ¿Cuántos periódicos originales ha visto si los más celebrados en Europa son copias de copias? El chiste es copiar con oportunidad para que todos se aprovechen con oportunidad de la labor ajena" (300).

Es necesario señalar que la información contenida en el periódico no era precisamente del tipo noticioso como el que conocemos actualmente. La propia Esther Martínez Luna en su ensayo "No basta decir plagio. Es menester citar de dónde." nos habla de la facilidad con que se plagiaban los textos literarios y se incluían en la publicación cotidiana haciendo creer que eran de otro autor, el problema surgía, evidentemente, cuando descubrían la falsedad de los datos y salía a la luz pública. No obstante, hay que distinguir que son cuestiones en diferentes planos el hecho de plagiar, por ejemplo, un poema concretamente, y el hecho de "robar" información real de otro periódico, tal vez europeo, y publicarla como noticia original. De estos asuntos se ocupan las autoras en sus respectivos ensayos, ambos temas de suma relevancia si tomamos en cuenta la implicación ética que se vislumbra en los mismos.

Otro de los grandes atractivos del volumen dedicado a los doscientos años del Diario de México, es sin duda el ensayo de Leonardo Martínez Carrizales. Una vez entrados en materia a partir del recorrido histórico de Rosalba Cruz, resulta muy placentero detenerse en las líneas de "Comunidad retórica" y "República literaria" en el Diario de México. Este ensayo abre la primera de las cuatro divisiones temáticas que establece la editora: "Mentalidad letrada", y es precisamente acerca de la comunidad letrada, intelectual, selecta, exquisita. que nos habla el autor. La precisión del análisis expuesto me permite distinguir por lo menos dos factores esenciales en la conformación del proceso creativo: por un lado la identidad, muy bien señalada por el investigador, y por otro lado todo lo concerniente al "buen gusto", que tiene que ver precisamente con esa pérdida de identidad en busca de otra "mejor", acceder a otros niveles, ser en apariencia lo que en el fondo no se es, o no se acepta ser, debido a la falsa "necesidad" de pertenecer a la élite de los "intelectuales" Estos dos factores se desprenden del planteamiento principal que apunta hacia una exploración en la retórica del colaborador del cotidiano, y de cómo se genera el grupo a quien el autor considera parte de la "República literaria".

Respecto al problema de la identidad que nos presenta el autor, destaco las siguientes líneas: "Las coordenadas de la identidad civil vigentes hasta entonces se desdibujaban mientras que se construían otras con base en los atributos necesarios para la producción, la difusión y el debate periodístico de las ideas" (26). Es posible observar cómo el problema se centra en un aspecto de reconocimiento que aparentemente no distinguen los colaboradores del periódico, quizá porque no lo tienen, o lo desprecian ante la imagen idealizada de lo "otro", lo desconocido, lo europeo. y esto exigiría ampliar el horizonte de posturas y relaciones generadas en dicho ámbito. ¿Cuáles eran esos atributos necesarios que sí avalarían al escritor? Erigirse en una figura "impostada" ¿implicaría tal vez, o seguramente, la posibilidad de ser reconocido en una sociedad selectiva, discriminatoria? Leonardo Martínez nos invita a dialogar a partir de su reflexión, y fundamenta el cómo se va edificando la "república literaria" a partir de un despojo de identidad, de un cambio de "traje" en el "juego" propuesto por la sociedad y condiciones de la época. De igual manera se involucra en este proceso de formación, y a partir de la identidad "asumida", el factor del "buen gusto", o "sentido común" como señala el autor, pero a su vez este elemento complica todavía más la relación que se establece entre el "sujeto colaborador" del periódico y su entorno social. Además de asumir otra identidad acorde con los parámetros del círculo letrado, los colaboradores "tenían" que corresponder de manera equilibrada y "respetuosa" con los demás ciudadanos, hecho que más allá de implicar una postura de lineamientos concernientes al proceso creativo, representaba ya indudablemente una postura ética, con seguridad ignorada por algunos de ellos. En definitiva el ensayo de Martínez Carrizales permite vislumbrar diversas aristas de gran complejidad que se desprenden de la aparentemente sencilla tarea de colaboración en el Diario de México.

Uno de los personajes intelectuales más importantes del siglo XIX fue sin duda José Joaquín Fernández de Lizardi quien, además de tener sus propias publicaciones periodísticas, colaboró en el Diario de México. De tal manera que Esther Martínez incluye acertadamente, en el volumen a su cargo, tres ensayos en torno al también llamado Pensador Mexicano.

En la primera parte temática, "Mentalidad letrada" aparecen las propuestas de Norma Alfaro Aguilar, "José Joaquín Fernández de Lizardi entre la utilidad e inutilidad de la sátira." y de Mariana Ozuna Castañeda, "Fernández de Lizardi y las páginas del Diario de México...".

Es de sumo interés contar con distintas perspectivas acerca de un mismo autor, aunque el punto de partida en ambos casos se centra en las polémicas que Lizardi y sus "amigos" o "enemigos" emprendían. Cada una de las autoras se distingue por su aportación reflexiva.

Mariana Ozuna nos deja ver parte del proceso que involucra factores que aborda Leonardo Martínez: la identidad y el "buen gusto". Ozuna se centra concretamente en Lizardi y sus polemistas. El ensayo muestra, por ejemplo, la mirada radicalmente opuesta acerca de la ciudad de México, hecho que permite a la autora establecer todo tipo de consideraciones respecto al discurso, ideología, postura política, entre otros factores.

En el cuarto apartado, "Hábitos periodísticos", aparece el tercer ensayo que involucra a Fernández de Lizardi. Me refiero a "Papeles del día. El Pensador Mexicano" y el Diario de México de Columba Galván Gaytán. La autora nos permite ahondar en dos periódicos relevantes del siglo XIX: el Diario de México y El Pensador Mexicano. Recorre líneas, "entre líneas", y nos acerca a los diálogos establecidos entre Lizardi con otros autores a partir del Diario de México.

La edición que nos presenta Esther Martínez Luna contiene catorce ensayos, dignos todos ellos de ser revisados con detenimiento y curiosidad, con entrega y avidez de buscar preguntas y encontrar respuestas. El libro aborda temas que involucran el pasado, lo vinculan al presente e invitan a la reflexión de nuestro entorno, nuestra identidad, nuestra historicidad. Temas como la educación tan agredida en nuestros días, o como el de la "Imagen de la mujer mexicana en 1805..." de Roberto Castelán Huerta. Temas que abarcan dudas que surgen de la inquietud propia de los humanos: el conocer, el aprender...

Preguntas que plantea Columba Galván al inicio de su ensayo y que dejo a manera de invitación para escudriñar en el Bicentenario del Diario de México. Los albores de la cultura letrada 1805-2005.

A doscientos años de distancia, ¿qué nos dicen las páginas del Diario de México?, ¿de qué nos hablan?, ¿de qué hablaron a sus contemporáneos?, ¿qué mundo despliegan ante nosotros?, ¿cómo proyecto allí un mundo posible? (Galván Gaytán:240).

Preguntas como éstas seguramente encontrarán eco en las páginas de tan importante y amena selección.

 

Nota

1 En la Introducción Martínez Luna comenta acerca del Coloquio (mismo que tuvo lugar los días 5 y 6 de octubre de 2005 en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM): "Las comunicaciones de los participantes fueron tan variadas y sugerentes que el paso natural era publicar su testimonio escrito. Por tal motivo, parte de las colaboraciones de este libro tiene su origen en las mesas de trabajo del encuentro, pero además, para nuestra fortuna, algunos estudiosos del Diario que en su momento no pudieron participar en el coloquio más tarde han podido sumarse a la configuración de este libro colectivo" (5).

 

INFORMACIÓN SOBRE LA AUTORA

Norma Lojero Vega: Estudiante del doctorado en Letras en la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional Autónoma de México. Maestra en Letras Mexicanas y licenciada en Literatura Dramática y Teatro, por la misma institución. Medalla Gabino Barreda. Miembro del proyecto colectivo de edición crítica de Obras de José Joaquín Fernández de Lizardi coordinado por la doctora María Rosa Palazón del Instituto de Investigaciones Filológicas, y adjunta en el Seminario de Estética en el Posgrado. Estudia la obra literaria de Josefina Vicens desde una hermenéutica basada en Paul Ricoeur. Publicación de ensayos sobre la identidad y la culpa, principalmente, en varias revistas extranjeras y nacionales.

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