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Comunicación y sociedad

versão impressa ISSN 0188-252X

Comun. soc  no.13 Guadalajara Jan./Jun. 2010

 

Artículos

 

Construcción ideológica de la violencia delictiva en la prensa venezolana

 

Pedro David Aguillón Vale1

 

1 Universidad de Zulia, Venezuela. Correo electrónico: paguillon811@gmail.com

 

Fecha de recepción: 23/08/2009
Aceptación: 28/09/2009

 

Resumen

El propósito de este artículo es explicar, desde el análisis crítico, cómo la prensa escrita venezolana construye la ideología en los textos noticiosos que se refieren a la violencia delictiva. El estudio está fundamentado en las categorías básicas del análisis social del discurso que plantea Van Dijk (1999a, 1999b, 2003, 2005), las cuales se aplican a 129 textos publicados en las páginas de "sucesos" de cuatro periódicos venezolanos.

Palabras clave: análisis social del discurso, construcción ideológica, prensa escrita venezolana, violencia delictiva.

 

Abstract

The purpose of this article is to explain, from the point of view of critical discourse analysis, how venezuelan press constructs ideology in the news dealing with delictive violence. This study is based on categories for the analysis of discourse as proposed by Van Dijk (1999a, 1999b, 2003, 2005). 129 texts were analyzed taken from crime pages of four venezuelan newspapers.

Key words: critical discourse analysis, ideology construction, venezuelan written press, delictive violence.

 

INTRODUCCIÓN

La violencia delictiva representa un producto de consumo masivo que cada vez más se visibiliza como noticia de suceso en los medios de comunicación. La prensa escrita, como género periodístico, juega un papel fundamental en la percepción que se forma el colectivo sobre la inseguridad, por cuanto constituye la fuente de información más efectiva sobre lo público.

La difusión constante de informaciones sobre las formas emergentes de la violencia: robo a mano armada, violaciones, homicidios, secuestros y asesinatos, generan un estado de incertidumbre en el ciudadano que a diario se enfrenta con la lectura de este tipo de noticias, las cuales, en algunos casos, son magnificadas por los medios mediante los textos y la profusión de fotografías escabrosas. Cerbino (2007, p. 88) sostiene que el discurso de la inseguridad es representado por los medios de comunicación a través de estrategias discursivas y de enunciación, ligadas al modo en que hasta ahora se ha concebido la labor periodística y, por lo tanto, la producción noticiosa.

Prueba de ello es el aumento del centimetraje y la frecuencia cada vez mayor de las noticias referidas a hechos delictivos. Sobre este aspecto, Rivadeneira (1994, p. 251) señala que "visto el delito como un suceso de actualidad, de interés para un público numeroso, obviamente debemos considerarlo como tema auténticamente informativo noticioso".

En su estructura informativa, la prensa escrita venezolana dispone de un espacio destinado a la difusión de este tipo de noticias; se trata de la sección "sucesos", ubicada generalmente en las últimas páginas del último cuerpo, cuya contraportada (última página) es el espacio mediático reservado para reseñar los acontecimientos más relevantes de este género noticioso.

El tratamiento informativo de las noticias de sucesos dependerá del enfoque ideológico que rige la agenda de cada periódico, atendiendo a su intencionalidad y vinculada con sus propios intereses mediáticos, no sólo de informar, sino de generar opinión pública en temas ligados a la violencia delictiva suscitada en el país.

En este trabajo se pretende descubrir y poner de manifiesto, desde el análisis crítico del discurso (ACD), los complejos mecanismos del uso del lenguaje de los cuales se valen los periódicos venezolanos El Nacional, El Universal, Panorama y La Verdad para reproducir ideologías y relaciones de poder en la (re)construcción del discurso noticioso. Desde este enfoque, resulta importante analizar los textos que se refieren a la violencia delictiva como discurso social, pues como apunta van Dijk (2005, p. 26), el discurso debería estudiarse no sólo como forma, significado y proceso mental, sino como estructuras y jerarquías complejas de interacción y prácticas sociales.

El análisis de los textos seguirá el modelo del análisis social del discurso propuesto por van Dijk (1999a, 1999b, 2003, 2005), el cual comprende las nociones fundamentales de acción, contexto, poder e ideología. De esta manera se podrá develar el tratamiento ideológico que asumen los cuatro periódicos mencionados, al momento de cumplir la producción discursiva de los textos noticiosos que atañen a la violencia delictiva que, como tema de interés público, son publicados en las páginas de sucesos.

 

ENFOQUE TEÓRICO

Análisis social del discurso

Desde la perspectiva de van Dijk (2005), el esquema social del discurso comprende las concepciones de acción, contexto, poder e ideología, que deben considerarse al momento de realizar el análisis desde el enfoque crítico. Cada una de estas concepciones dispone, a su vez, de categorías más complejas, necesarias para establecer vínculos teóricos entre el discurso como forma de acción e interacción y la sociedad.

 

Acción. Si las acciones representan la clase de cosas que las personas hacen con una intención y con un propósito determinado, entonces el discurso, como práctica social, involucra a los usuarios del lenguaje que utilizan aquel para realizar actos sociales y participar en la interacción social.

En este análisis, la acción se encuentra representada por los actos de habla y los turnos de palabra que tienen los actores sociales en los textos noticiosos. Emitir palabras y oraciones en el texto, en una situación específica, comprende la realización de una cantidad de acciones sociales, además de participar en la interacción social. Van Dijk (1999a) señala que los actos de habla están específicamente definidos en términos de las condiciones sociales de los participantes, tales como sus creencias, deseos, intenciones, evaluaciones y objetivos que tienen implicaciones sociales. Las aseveraciones, amenazas, promesas, insultos, órdenes y hacer un juramento son ejemplos de actos de habla.

En el amplio campo de las acciones sociales, los turnos de palabra constituyen una de las estrategias que permiten determinar cómo se construyen ideológicamente en los textos las relaciones sociales entre los participantes del evento comunicativo. El turno es una categoría perteneciente al análisis de la conversación, pero en este trabajo se adapta este concepto para designar a cada uno de los fragmentos de párrafos que los productores del texto asignan a los participantes de la interacción discursiva, antes de que otro actor social tome la palabra.

Van Dijk (1999a) apunta que en este nivel de análisis es donde la posición social, el poder y el control de los miembros sociales pueden ser ejercidos, opuestos, atenuados o enfatizados. En este sentido, en los medios impresos de información, los periodistas son los encargados de regular y controlar los textos periodísticos mediante la asignación de la palabra a las fuentes informativas que participan en el discurso noticioso.

 

Contexto. El discurso se produce, comprende y analiza en relación con las características del contexto; por lo tanto, desde esta perspectiva, se describe el discurso como algo que ocurre o se realiza en una situación social. El contexto puede definirse como "el conjunto estructurado de todas las propiedades de una situación social que son posiblemente pertinentes para la producción, estructuras, interpretación y funciones del texto" (ibidem, p. 266).

Dentro del amplio conglomerado que abarca el entorno, el análisis se abordará a partir de los participantes y la construcción de los contextos. Los primeros aparecen representados por las fuentes informativas a las cuales acuden los periodistas para obtener la información necesaria que les permita reconstruir el discurso noticioso. Rivadeneira (1994) afirma que la fuente informativa se caracteriza porque de ella surgen datos con o sin una intención comunicativa claramente definida, y que sirven al periodista para reconstruir sucesos en los que no intervino, obtener elementos de juicio para la deducción e inducción o para la ilustración del acontecimiento.

El segundo hace referencia a que los discursos son una parte estructural de sus contextos, y sus respectivas estructuras se influyen mutua y continuamente. Tanto el discurso como el contexto son interpretados o construidos y continuamente producidos como hechos relevantes por y para los hablantes, de allí que las estructuras esquemáticas de la información precisan cómo se jerarquiza y organiza el discurso noticioso en la prensa escrita.

La noticia como género periodístico se encuentra organizada por esquemas convencionales que definen la posición ideológica asumida por los periódicos ante el discurso noticioso. Van Dijk (1999a) establece que no sólo tienen un significado global, sino también un esquema convencional, que consiste en categorías características que aparecen en un orden específico y funcionan como organizadores de información compleja.

Siguiendo a Rivadeneira (1994, p. 161), "la funcionalidad de la estructura encabezado–entrada–texto se revela por la triple finalidad: a) capturar el interés del perceptor; b) sintetizar la información, y c) jerarquizar y diferenciar las noticias entre sí". Este mismo autor señala que el encabezado es el campo donde se localizan los elementos de presentación del hecho que se va a referir, y se constituye por título, sobretítulo y subtítulo.

 

Poder. El poder es una noción clave que organiza las relaciones entre el discurso y la sociedad. En el análisis crítico del discurso resulta importante estudiar dos aspectos fundamentales que rigen el poder social: acceso y control. El primero se vincula directamente con los actores sociales que, como fuentes informativas, tienen un acceso preferencial al discurso público de los medios masivos de información. Van Dijk (1999b) sostiene que los miembros de grupos o instituciones socialmente más poderosos disponen de un acceso más o menos exclusivo a uno o más tipos de discursos público, y del control sobre ellos.

En el discurso de los medios informativos, los periodistas son los encargados de controlar el acceso de los participantes del discurso noticioso al seleccionar a las fuentes informativas que tendrán un acceso privilegiado sobre los demás. Sobre este aspecto, van Dijk (2005) apunta que los poderosos pueden manejar el contexto mediante el control de los participantes y sus roles: quiénes pueden estar presentes, quiénes pueden hablar o escuchar y quiénes pueden hablar y bajo qué rol.

El poder social también se define mediante el control, que más bien será de tipo mental, es decir, aquel tendiente a controlar la base mental de las acciones tales como las intenciones o propósitos de las personas a través del discurso. Van Dijk (idem) señala que el control mental puede extenderse de manera sutil a todos los niveles y dimensiones del discurso, entre ellos el diseño gráfico, la selección léxica, orden de palabras, detalles de los significados locales y actos de habla.

El léxico representa el nivel más controlado dentro del esquema del control lingüístico; esto significa que la manera de definir a las personas depende mucho de la posición de quien habla o escribe. "El simple hecho de explicar todas las implicaciones de las palabras utilizadas en un discurso y contexto específico, provee a menudo un amplio conjunto de significados ideológicos" (van Dijk, 1999a, p. 259).

 

Ideología. Aunque el término ideología es muy amplio e impreciso, en este estudio se hace referencia directa a la ideología como un concepto que establece vínculos entre el discurso y la sociedad. Desde el enfoque del discurso social que plantea van Dijk (2005), las ideologías supervisan cómo los usuarios del lenguaje emplean el discurso como miembros de grupos u organizaciones, y de este modo también tratan de realizar los intereses sociales y resolver los conflictos sociales. Así, el discurso se convierte en un medio por el cual las ideologías se comunican de una forma persuasiva en la sociedad, ayuda a reproducir el poder y la dominación de grupos o clases específicas.

Van Dijk (idem) establece que las ideologías tienen un carácter social, puesto que deben ser compartidas por los miembros de grupos, organizaciones u otras colectividades sociales de personas. En este sentido, la función social de las ideologías es servir de interfaz entre los intereses colectivos del grupo y las prácticas sociales individuales.

La ideología será abordada a partir del análisis ideológico del discurso, que comprende el cuadrado ideológico y las funciones del discurso que subyacen en los textos publicados en la prensa escrita. El cuadrado ideológico expresa las representaciones de la posición social, de los grupos internos y externos, y su asociación con lo que se define como bueno y malo, es decir, la autopresentación positiva y presentación negativa del otro. Van Dijk (2005) explica el principio del cuadrado ideológico en los siguientes términos:

A través de las estructuras discursivas en todos los niveles, podemos esperar encontrar el énfasis en nuestras buenas cosas y en sus malas cosas, y, recíprocamente, la negación o atenuación de nuestras malas cosas y de sus buenas cosas (p. 61).

En el ACD, el cuadrado ideológico se manifiesta mediante el proceso de lexicalización, es decir, las palabras seleccionadas por los productores del texto dan a entender una forma de expresión ideológica acerca de la opinión o la idea que se tiene acerca del otro. Van Dijk (2003: 57) establece que este tipo de autopresentación positiva y presentación negativa de los demás no es sólo una característica general del conflicto entre los grupos y de las formas de interacción entre grupos opuestos: también caracteriza cómo hablamos de nosotros y de los otros.

Dado el carácter social de las ideologías, siempre se les asocia con intereses, conflictos y luchas de grupo que se presentan en la estructura de la sociedad. Este sistema de ideas se expresan y reproducen en el discurso mediante diversas funciones, algunas de las cuales son la legitimación, la deslegitimación, la información, el encubrimiento, la negación y la atenuación.

 

METODOLOGÍA

Objetivos de la investigación

El objetivo general es explicar, desde el ACD, cómo la prensa escrita venezolana construye la ideología en los textos noticiosos que se refieren a la violencia delictiva.

Como objetivos específicos se tienen: a) identificar cuáles son las fuentes informativas citadas en los textos y cuáles las más privilegiadas en los turnos de palabras; b) precisar los tipos de actos de habla expresados por los actores participantes del discurso noticioso; c) describir el estilo lexical utilizado para destacar o atenuar las características de los actores de la violencia delictiva y sus acciones; y d) precisar la intención ideológica del discurso noticioso mediante el análisis de las funciones discursivas.

 

Corpus

En esta investigación se analizarán los textos noticiosos publicados en cuatro periódicos venezolanos: El Nacional, El Universal, Panorama y La Verdad, prensa de referencia nacional que domina la circulación y el mayor número de lectores. El corpus está conformado por 129 textos noticiosos distribuidos de la siguiente manera: Panorama, 41; La Verdad, 36; El Nacional, 14 y El Universal, 38, los cuales fueron seleccionados en forma aleatoria durante una semana tipo comprendida del 1 al 30 de abril de 2008. El criterio de selección comprende todos aquellos textos noticiosos publicados en las páginas de "sucesos", relacionados con el tópico de la violencia delictiva y sus diversas modalidades: secuestros, extorsión, violaciones, homicidios y asesinatos. La unidad de análisis seleccionada será el texto escrito y su estructura periodística básica: titulares, sumarios y párrafos, entre los cuales se incluye la entrada o lead de la noticia.

 

RESULTADOS DEL ANÁLISIS

Fuentes informativas citadas

Estas constituyen un elemento importante en la definición de la postura ideológica asumida por la prensa en la cobertura noticiosa. En los textos periodísticos relacionados con la violencia delictiva, se pudo constatar la diversidad de fuentes que como participantes inmediatos aportan datos descriptivos de los hechos o formulan opiniones como testigos presenciales, lo que permite a los periodistas recabar el mayor número de información para (re)construir el discurso informativo. En este estudio, las voces informativas citadas por los medios impresos fueron agrupadas en tres categorías: fuentes anónimas, fuentes institucionales (policiales) y otras.

Las primeras están conformadas por todas aquellas voces que hasta el momento de ocurrir el hecho delictivo permanecían anónimas y ajenas al discurso público de los medios. Es a partir de la escena del suceso cuando en sus roles de familiares cercanos a las víctimas, vecinos o testigos oculares, se convierten en fuentes primarias de información que ofrecen testimonios claves y detalles significativos sobre las causas de lo sucedido y de cómo aconteció. Recurrir a este tipo de fuentes otorga mayor credibilidad y veracidad a las noticias presentadas en las páginas de sucesos. Señala van Dijk (1990, p. 130) que el hecho de introducir participantes como hablantes beneficia tanto a la dimensión humana de los sucesos informativos como a la dramática.

En el análisis se constató que los periodistas adoptan la protección y asumen el compromiso de resguardar la identidad de este tipo de fuente, sobre todo la de vecinos y testigos, quienes aportan la información a cambio de no revelar sus nombres: "Un testigo del hecho, quien prefirió no identificarse"; "Relató una vecina quien prefirió no ser identificada"; "La mujer prefirió no identificarse por temor a represalias".

La segunda categoría, la fuente institucional (policial), reúne a los voceros de las instituciones públicas y gubernamentales, a quienes recurren permanentemente los periodistas que cubren la fuente de sucesos o policial para obtener la versión oficial sobre la investigación técnica y, al mismo tiempo, verificar los datos que ya posee del suceso criminal. Pertenecen a este grupo los jefes policiales, directores de organismos de seguridad y ministerios de Interior y Justicia, capaces de interpretar y dar respuesta al porqué de lo sucedido. A diferencia de las fuentes anónimas, la mayoría de estas voces aparecen identificadas directamente en los textos con sus nombres y el cargo que ejercen: "Rodríguez Chacín, ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia informó..."; "Jesús Cubillán, director de la Policía Regional, explicó..."; "El comisario Damián Puerta, jefe del CICPC, subdelegación San Carlos, dijo que...".

En los textos analizados se pudo detectar algunas voces pertenecientes a organismos policiales y de seguridad, a quienes los periodistas atribuyen información confidencial importante en torno a la investigación policial del suceso; sin embargo, su identificación es resguardada o sólo se citan de forma genérica. Estas fuentes, aunque tienen una participación activa en el discurso, son citadas de manera imprecisa, como por ejemplo: "Efectivos policiales informaron..."; "Funcionarios del CICPC indicaron..."; "Voceros de Polimaracaibo comentaron...".

La categoría "otras" involucra a las informativas poco citadas en los textos, entre ellas las extraoficiales, miembros de la Federación Campesina, médicos y las propias víctimas, cuyas opiniones son utilizadas por los periodistas para complementar el discurso noticioso. Con respecto al primer objetivo de este estudio, puede establecerse que Panorama y La Verdad son los que conceden mayor relevancia informativa a las fuentes anónimas con 58.4% y 66.5%, siendo los familiares de las víctimas (padres, hermanos y tíos) los que aparecen en ambos medios impresos como los más citados dentro de este grupo, con una frecuencia de 19 y 18.

El privilegio de las fuentes anónimas es desplazado con rango mínimo de diferencia en El Nacional y El Universal, los cuales otorgan mayor frecuencia de citas a la fuente policial con siete y 24 respectivamente. No obstante, se destaca entre ambos periódicos el hecho de que mientras en El Nacional prevalece la versión policial oficial, El Universal recurre con mayor frecuencia a la fuente policial imprecisa y anónima, y, como segunda opción, aparecen los familiares como fuentes anónimas, que por su cercanía a las víctimas, contribuyen a explanar sobre las circunstancias en las cuales ocurrieron los hechos.

Los resultados obtenidos se encuentran en concordancia con las fuentes citadas en los textos. En la Tabla 2 se destaca que de acuerdo con el número de párrafos donde aparecen citados, son los familiares de las víctimas las voces informativas a quienes los medios impresos de circulación regional, y especialmente los periodistas, conceden el mayor espacio en el discurso noticioso que se refiere a la violencia delictiva. Se precisa que los periódicos nacionales atribuyen mayor espacio a la fuente institucional (policial), y dentro de esta categoría las fuentes policiales imprecisas predominan en El Universal.

Un detalle importante de resaltar es el papel preponderante que ejerce el periodista como productor textual de la información publicada en la prensa, donde se evidencia que a través de su discurso trata de interiorizar y presentar como propios aquellos detalles y opiniones obtenidos de discursos ajenos, entre ellos de las fuentes informativas consultadas, las cuales, en algunos casos, sí presenciaron los hechos.

Tabla 1

El análisis pone en evidencia que, en los cuatro medios impresos, el periodista se convierte en la voz con mayor espacio informativo mediante el uso del discurso referido, en el que Panorama (58.1%) y El Universal (59.6%) tienen la más alta frecuencia en los turnos de palabras. Esta situación tiende a generar desconfianza en cuanto al origen y la veracidad de las descripciones del suceso que presentan los periódicos, pues como explica van Dijk (1990, p. 130), las citas no solamente convierten el informe periodístico en algo más vivo, sino que son indicaciones directas de lo que se dijo en realidad y, a partir de ahí, de lo que es verdad como acto verbal.

Tipos de actos de habla

La interacción de los diversos actores sociales genera una serie de acciones tendientes a expresar sus puntos de vista acerca de sus creencias, opiniones y evaluaciones como participantes del discurso noticioso de la prensa en su rol de fuentes informativas.

La Tabla 3 señala los tipos de actos de habla más recurrentes extraídos de los textos noticiosos de la violencia delictiva, en los cuales se destacan las aseveraciones, comentarios y explicaciones que emiten las voces informativas que tienen acceso al uso de la palabra. Siguiendo la clasificación usada anteriormente, se tiene que en el grupo de las fuentes anónimas predominan, en primera instancia, las aseveraciones y explicaciones con una frecuencia de 166 y 18 citas (mencionadas en los textos bajo la forma verbal de decir, expresar y afirmar); estas son realizadas por los familiares, vecinos y testigos al momento de relatar los hechos y circunstancia del suceso cuando son consultados por los periodistas.

En las voces de los familiares también se utilizan, pero con menor frecuencia, actos de denuncias y acusación contra los organismos oficiales y Estado venezolano para condenar el problema de la inseguridad ciudadana, que en la prensa escrita se revela a través de la publicación de cifras y cuadros estadísticos sobre el número de personas asesinadas en el país. Los textos analizados detallan con menor incidencia el acto de revelación que hacen los testigos claves mediante el aporte de datos y descripciones acerca de cómo sucedieron los acontecimientos. En algunas oportunidades, estos participantes del discurso aparecen encubiertos por los periodistas para preservar su integridad: "Un testigo del hecho, quien prefirió no identificarse...".

Este tipo de acciones convierten en piezas fundamentales a las fuentes anónimas que legitiman la información y, por encima de las demás fuentes oficiales consultadas por los periodistas, conceden un valor de verosimilitud y credibilidad a las noticias de sucesos, lo que se traduce en beneficios para el medio impreso.

Con respecto a las fuentes policiales, el estudio de los actos de habla revela que en las voces oficiales representadas en los jefes policiales y el ministro de Interior y Justicia, siguen prevaleciendo las aseveraciones y las explicaciones aportadas en las informaciones con una frecuencia de 72 y nueve veces citados. En el grupo de la fuente policial imprecisa, se destaca nuevamente la aseveración; sin embargo, se pudo observar un detalle muy importante relacionado con los actos de presunción y revelación que ejercen estas fuentes informativas en el momento de aportar sus declaraciones a la prensa. Estos tipos de acciones definen las conjeturas basadas en los primeros indicios de la investigación que revelan las fuentes policiales, datos que permiten al periodista complementar la noticia, de allí el resguardo que se hace de la identificación del informante.

En la categoría "otras" se pudo precisar que las aseveraciones y explicaciones fueron los actos predominantes emitidos por las fuentes consultadas. Al igual que los citados anteriormente, los detalles aportados por médicos, víctimas y fuentes extraoficiales sirven a los periodistas para explanar la información y ofrecer a los lectores una diversidad de opiniones en torno a los sucesos delictivos.

 

Estilo léxico usado en la prensa

El estilo léxico constituye un importante medio de expresión que devela la posición ideológica asumida por los periódicos (periodistas) para ocultar o enfatizar sus opiniones reales sobre las relaciones sociales que se establecen entre los actores y las acciones violentas publicadas en los textos noticiosos de la prensa.

A partir del corpus analizado se obtuvieron los campos léxicos, para luego reunir el repertorio lexical usado por los periodistas para designar las características específicas de las víctimas, victimarios y las acciones. De esta manera se logró construir el concepto de violencia delictiva desde la visión de cada uno de los periódicos seleccionados.

En la Tabla 4 se detallan los campos lexicales y la frecuencia de lexias que conceptualizan la violencia desde la perspectiva de las víctimas del delito. Se evidencia que es la "profesión u oficio" el campo de lexias neutrales donde se observa la mayor proliferación de palabras en los cuatro periódicos; entre ellas destaca que los productores agropecuarios, abogados, comerciantes, empresarios y ganaderos, son los géneros profesionales a los cuales pertenecen las personas que más han sido víctimas del secuestro, modalidad delictiva que ha marcado el predominio de la agenda informativa de los diarios Panorama y La Verdad durante el periodo estudiado del año 2008.

Un detalle relevante se refiere a las designaciones que los periodistas hacen de la "muerte", campo léxico que reúne los términos negativos más recurrentes de los periodistas para referirse a las actores sociales que han padecido la violencia en sus diversas modalidades; así se tiene que víctimas, fallecido, infortunado y occiso son las lexias que presentan la más alta frecuencia de uso en los textos de sucesos. En referencia a las víctimas, en el cuadro también se destaca un conjunto de lexias negativas agrupadas en el campo "condición delictiva". En este grupo se destacan, por su alta frecuencia, los términos recluso, reo y azote, los cuales tienden a criminalizar a los actores expuestos a la opinión pública como víctimas de sus propias acciones delictivas. Para referirse a este mismo grupo, se detalla que los periodistas de El Nacional y El Universal recurren al uso de apodos o sobrenombres como una estrategia de presentación negativa de las víctimas involucradas con la acción delictiva.

Con respecto a los victimarios, la Tabla 5 muestra que los periódicos focalizan su atención en los campos léxicos "condición delictiva" y "personas", basada en terminologías del lenguaje de sucesos, usadas por los periodistas y tomadas de las propias declaraciones de las fuentes, las cuales connotan una valoración negativa de los actores sociales involucrados con el delito. "Delincuentes", "homicidas" y "secuestradores" son las lexias con mayor frecuencia en Panorama y La Verdad; mientras que "antisociales", "delincuentes" y "homicidas" son las más usadas por El Nacional y El Universal. En cuanto a los términos negativos que usan los periodistas para mencionar a los victimarios como "personas", en los textos de Panorama y La Verdad se destacan las formas genéricas de "sujetos" con una frecuencia de 42 citas, y "hombre" con 17 veces. En El Nacional y El Universal tienen también predominio las designaciones genéricas de "sujeto", "sujeto no identificado" e "individuo". El uso tendencioso de este amplio repertorio de vocablos revela el juicio de valor que hace el periodista acerca de los actores sociales del delito. Según Veres (2003), este tipo de denominaciones plantea el enjuiciamiento que hace la prensa, ya que el léxico clasifica y sanciona en cierta medida la realidad.

Las acciones delictivas fueron categorizadas de acuerdo con los verbos que aparecen en el titular y desarrollo del texto, mediante los cuales la prensa promueve las cuatro modalidades de violencia más comunes que se cometen en Venezuela (véase Tabla 6). Se tiene que los campos lexicales "secuestro" y "muerte violenta" presentan el mayor repertorio de verbos que caracterizan las acciones violentas que dominan la agenda informativa de la prensa escrita durante el periodo estudiado.

En el primer campo, los términos "plagiaron", "secuestraron" y "liberan" constituyen los verbos con más frecuencia que ponen de manifiesto la privación de libertad y la posterior liberación de las personas que han sido víctimas del secuestro. Este se ha convertido en el delito con mayor incidencia estadística durante los últimos años en la sociedad venezolana, y Panorama y La Verdad los periódicos que ofrecen una mayor cobertura de este evento noticioso.

La mayor profusión de lexias se presenta en "muerte violenta", donde los cuatro periódicos enfatizan que el asesinato es el delito que genera la mayor cantidad de muertes violentas. Se pudo constatar que "asesinan", "matan", "acribillan" y "ultiman", son los verbos de más alta frecuencia usados por los periodistas en las páginas de sucesos, para visualizar las diversas formas violentas de morir como consecuencia de la inseguridad ciudadana. Panorama y El Universal son los que más explotan esta modalidad delictiva, al presentar un amplio repertorio lexical con referencia al asesinato, mientras que "violación" y "robo" son los campos léxicos más desenfatizados en la prensa.

 

Funciones ideológicas del discurso

En este apartado se reconocen las funciones estratégicas, subyacentes en los textos informativos, que revelan la postura ideológica puesta en práctica por los medios impresos. En consonancia con el análisis de las estructuras discursivas presentado en los puntos anteriores y su relación con el principio del cuadrado ideológico, las funciones ideológicas precisan cómo el discurso expresa y reproduce los puntos de vista de cada periódico en torno al tratamiento de la violencia delictiva.

El análisis de los textos evidencia la intención predominante de los cuatro periódicos de presentar, a partir de las declaraciones aportadas por las fuentes informativas, los aspectos negativos que más resaltan de la violencia delictiva mediante la deslegitimación, el énfasis, la negación aparente y la presunción. También se comprueba la tendencia de los medios a destacar rasgos positivos a través de la justificación, la legitimación y el énfasis. Por otra parte, la información puede considerarse una función ideológica neutral del proceso de producción noticiosa.

La Tabla 7 presenta algunos ejemplos extraídos de los textos informativos, donde la presentación negativa se focaliza en el propósito de deslegitimar las políticas de seguridad del Estado para atacar el problema de la inseguridad ciudadana: "La gente sale a la calle y no sabe si regresará con vida" (El Nacional, 29–04–2008). Con respecto a los actores sociales involucrados en la acción delictiva, los textos resaltan tanto las características negativas de los victimarios: "Según los vecinos, el victimario estaba drogado y escapó a toda prisa" (Panorama, 29–04–2008), como de las víctimas: "El occiso estuvo preso por varios meses en el retén El Marite. Fue acusado por robo y hurto" (La Verdad, 16–04–2008). Los medios emplean la negación aparente con la cual hacen una presentación positiva de la víctima, seguida de la descalificación: "Añadió que no tenía antecedentes, pero los vecinos del barrio San Pedro comentaron que era un delincuente" (Panorama, 12–04–2008), al igual que se tratan de atenuar las características negativas de las víctimas, basadas en las presentaciones de estereotipos sociales: "Martínez era colombiano y tenía tres años residenciado en Ciudad Lossada con su concubina" (La Verdad, 29–04–2008).

En las informaciones de sucesos, la mayor recurrencia que presentan los textos es la presunción, estrategia utilizada para acentuar la opinión expresada por los propios medios impresos o periodistas, y el de las fuentes informativas sobre las causas que ocasionaron el delito, o manifestar su posición sobre el grado de culpabilidad o de inocencia del victimario: "Presumen que el asesinato fue por una venganza o ajuste de cuentas" (Panorama, 24–04–2008). En este sentido, la presunción es un condicionante que vulnera la seriedad y confiabilidad de la información, lo que otorga un valor subjetivo a la noticia y se traduce en la deslegitimación de la investigación policial; al mismo tiempo, revela la postura ideológica del medio al imponer a la opinión pública su propia versión del suceso.

En cuanto a los rasgos positivos, en la Tabla 7 se observa que los periódicos tienden a legitimar el desempeño de los organismos de seguridad en el combate de las diversas manifestaciones delictivas: "Policaracas mató a líder de la banda Los Pichí en enfrentamiento" (El Universal, 25–04–2008). También se evidencia cómo desde el relato de los textos se impone la justificación para resaltar la inocencia de las víctimas y criminalizar a los agentes del delito: "Paz aseguró que su hermano no tenía problemas, era un hombre tranquilo y trabajador" (La Verdad, 29–04–2008). Las características positivas de las víctimas de la violencia delictiva son enfatizadas en los textos: "Carlos Alberto tenía nueve años en las filas de Policaracas, era un funcionario ejemplar según sus compañeros" (El Universal, 20–04–2008).

Dada la condición de medios impresos de información, en los periódicos seleccionados se pudo constatar que la información es la función ideológica más recurrente por encima de las otras funciones estratégicas presentadas anteriormente. Para esta función se consideró el primer párrafo o entrada de los textos, donde se pudo observar que todas las informaciones guardan estrecha relación con los aspectos contextuales del suceso y tratan de responder al esquema convencional de las noticias: qué, cómo, cuándo, dónde y por qué (Rivadeneira, 1994). En los ejemplos del cuadro se observa el estilo particular que impone cada periódico acerca de su percepción de presentar la noticia: "Cuatro impactos de bala fueron los que le cegaron la vida a Jesús Betancourt, de 21 años, la tarde de este miércoles, en la calle El Parque de Guarenas, en el estado Miranda" (El Universal, 24–04–2008).

 

CONCLUSIONES

Los resultados obtenidos permiten develar, desde el enfoque crítico, cuál es la posición ideológica asumida por la prensa escrita venezolana en torno a la conceptualización de la violencia delictiva como problema social y tema relevante de la agenda mediática.

Los periódicos reconstruyen los textos de sucesos que se refieren a la violencia delictiva a partir de los datos aportados por dos tipos de fuentes informativas básicas: las anónimas y la institucional (policial). A diferencia de otros tipos de noticias, las fuentes anónimas son las más citadas y las que los periódicos atribuyen mayor peso informativo en los textos de sucesos, hecho que corrobora lo planteado por van Dijk (1994) cuando afirma que este tipo de actores sociales sólo tiene acceso a los medios como víctimas, como criminales o como personas que atacan el sistema.

A pesar de su irrelevancia pública, los familiares de las víctimas y testigos se convierten en las voces informativas más privilegiadas en los turnos de palabras que los periodistas otorgan en los textos. En este tipo de discurso, los periódicos analizados legitiman los datos y descripciones aportados por estos voceros anónimos que se convierten en fuentes confiables y creíbles para los lectores. Sin embargo, se pudo observar la alta recurrencia que ejercen los periodistas sobre el manejo de la producción textual, atribuyéndose el mayor espacio informativo mediante el uso del discurso referido de sus fuentes para conferirle a la información un efecto de realidad y verosimilitud. Estos resultados coinciden con investigaciones anteriores (Aguillón, 2008a, 2008b) donde se ha demostrado que el periodista es el actor social responsable de regular y controlar el acceso de sus fuentes al discurso noticioso.

Las aseveraciones como acto de habla revelan la fuerza ilocutiva que expresan las fuentes consultadas al formular sus opiniones, comentarios y detalles significativos en torno a la violencia delictiva. Estas acciones también se ven reflejadas en los textos a través de los verbos asertivos que asignan los periodistas a las informaciones, siendo los más destacados "informó", "dijo", "manifestó" y "narró". Cabe señalar que los familiares, vecinos y testigos ejercen una voz disidente cuando desde el discurso deslegitiman las acciones y políticas del Estado venezolano en materia de seguridad ciudadana, las cuales se develan mediante actos de habla de súplica, denuncias y acusación.

El análisis del cuadrado ideológico permitió develar cómo los periódicos concretan la presentación de los actores y las acciones que conceptualizan la violencia delictiva a partir de algunas estrategias discursivas como el léxico, los mecanismos retóricos y las funciones estratégicas. El análisis del léxico puso de manifiesto la presencia de un proceso de sobrelexificación, debido a la multiplicidad de palabras seleccionadas por los periodistas para acentuar la visión negativa de las víctimas, tales como los campos lexicales "muerte" y "condición delictiva", mientras que las cualidades negativas de los victimarios se agrupan en los campos "condición delictiva" y "organización delictiva". Por su parte, el delito del asesinato es exaltado en las páginas de sucesos mediante el campo "muerte violenta". Llama la atención el uso de apodos o sobrenombres que permiten recurrir a formas estereotipadas del imaginario colectivo para designar la identificación de víctimas y victimarios del delito.

Las estrategias discursivas puestas en práctica en los textos revelan la postura ideológica asumida por los periódicos respecto a la violencia delictiva como temática de su agenda informativa. En este sentido, el énfasis de las características positivas y negativas de los actores de la violencia, así como la deslegitimación de las políticas de seguridad del Estado formuladas por las fuentes anónimas y la presunción que se hace sobre la inocencia o culpabilidad y las posibles causas del delito, constituyen sólo algunas de las funciones estratégicas que subyacen en el discurso noticioso publicado en las páginas de sucesos.

 

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