SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.81 número especialLos editores asistentesEl futuro de la Revista Mexicana de Sociología índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista mexicana de sociología

versión On-line ISSN 2594-0651versión impresa ISSN 0188-2503

Rev. Mex. Sociol vol.81 no.spe Ciudad de México abr. 2019

https://doi.org/10.22201/iis.01882503p.2019.0.57890 

Artículos

Los actores del proceso editorial

Revista Mexicana de Sociología


En 2001, con el surgimiento de la dirección autónoma de la Revista Mexicana de Sociología, las responsabilidades académicas y de edición, que desde sus orígenes habían estado depositadas en una sola persona, se escindieron para ser distribuidas en dos áreas distintas: la dirección de la Revista y el Departamento de Publicaciones. Ese cambio sucedió durante el periodo en el que Lili Buj Niles fue jefa de este departamento.

Yo fui la primera persona “no investigadora” que dirigió el Departamento de Publicaciones; hasta que yo entré, todos los directores del departamento y por consiguiente de la Revista habían sido investigadores.

Lo que ocurrió en ese momento fue que se separó la jefatura de departamento de la dirección de la Revista y empezó a haber directores de la RMS que no eran los jefes del departamento. En la época en que yo estuve se dividía el cuidado de la edición entre todos los correctores y cuidadores de la edición, lo que ahora hace uno solo. Entonces, las personas que cuidaban la Revista se dedicaban a ella o a un libro. Ahora ya se dedican nada más a los libros, y la RMS la hace una sola persona.

El contenido de la Revista, hasta que yo llegué, lo llevaban los jefes de departamento, que eran investigadores. Cuando yo llegué, se le dio la dirección y el contenido de la revista a alguien completamente ajeno al departamento. Nos llegaban las revistas completas para procesarlas en el departamento, cuando antes ahí se checaba, se hacían los dictámenes, no había un área como ahora hay, un lugar, una organización desde la que se mandan y donde se reciben los artículos, y se llevan al comité editorial. Todo eso se hacía en el Departamento de Publicaciones. A partir de la división, todo lo que tenía que ver con la Revista: los dictámenes, el comité editorial, todo eso salió del Departamento de Publicaciones, que se dedicó a la parte de producción, exclusivamente. La jefatura ya no decidía los contenidos, ya no decidía de qué se iban a tratar los números, ya no recibían los dictámenes, ya no los enviaba (Lili Buj Niles (LBN), 25 de septiembre de 2018).

La separación de tareas significó para el Departamento de Publicaciones una mayor exigencia en el proceso de edición de la RMS:

En el departamento, la calidad del cuidado de la edición es la parte más importante. Incluso fuera se reconoce el trabajo que se hace en el Departamento de Publicaciones para cuidar que la Revista salga lo más limpia posible, con la mejor redacción, sin errores, etcétera. Ésa es la parte que más se cuida (LBN, 2018).

El proceso de edición de la Revista Mexicana de Sociología es muy laborioso y en él intervienen técnicos académicos que trabajan en el Departamento de Publicaciones del IIS. Buj Niles lo describe de esta forma:

La jefatura del departamento recibe la Revista ya con todos los artículos y empieza un proceso de corrección de estilo que es largo; se hace una corrección muy cuidadosa, se hace el marcaje tipográfico y terminado eso, se lleva un control muy claro de cuándo se hace cada una de las etapas y se manda a formar. Ya con planas formadas, se lee otra vez con mucho cuidado, se hacen las últimas correcciones, se añaden, el encargado del cuidado de la edición ve que esas correcciones se hayan incorporado, y entonces se manda el archivo a la imprenta (LBN, 2018).

Sergio Reyes Coria llegó a la jefatura del Departamento de Publicaciones en 2002. Él describe así las tareas que le fueron asignadas para atender a las nuevas necesidades tecnológicas y de diseño que demandaba la RMS:

Durante mi gestión como jefe de Publicaciones, la Revista cambió la imprenta con la que se trabajaba por tradición, por lo que se implantó la salida directa a placa sin pasar por el proceso de negativos, lo cual redujo los costos de impresión. Además, se realizó el cambio de cubierta y forros (Sergio Reyes Coria, 1 de octubre de 2018).

Berenise Hernández Alanís sucedió a Reyes Coria en la jefatura del Departamento de Publicaciones, donde estaría por 10 años. Ella hace una reflexión del papel que tuvo el proceso de edición de la Revista Mexicana de Sociología como parte integral de su trabajo en el largo tiempo que ocupó el cargo.

La Revista Mexicana de Sociología era una más de las publicaciones que se editaban en el departamento; a pesar de que se trataba de una prestigiada y muy distinguida revista en el ámbito académico, de reconocida antigüedad y trayectoria, su proceso de edición no contaba con un equipo de trabajo exclusivo para su realización. Sin embargo, sí se le daba preferencia para que apareciera en tiempo y forma. Durante los 10 años de mi gestión se publicaron puntualmente 40 números ordinarios (cuatro al año) y dos números extraordinarios.

El contenido de la Revista llegaba a sus lectores en forma impresa y su distribución se realizaba mediante la suscripción, el intercambio y la donación (Berenise Hernández Alanís (BHA), 14 de octubre de 2018).

Hernández Alanís también se refiere a lo que implicó el desafío de consolidar la versión digital de la RMS y a los cambios que esto significó en los procesos editoriales del departamento.

Con la llegada de Internet y las nuevas tecnologías de la información, la Revista demandó mayor atención en su proceso para enfrentar nuevos retos y dificultades, principalmente el desafío de publicar su contenido en versión impresa y en versión electrónica.

Hablo de desafío porque, si bien se contaba con un equipo de trabajo especializado en corrección de estilo, diseño, tipografía y formación, no existía personal calificado para incursionar en las nuevas modalidades tecnológicas. Todo era distinto y nuevo, así que tuvimos que aprender nuevas herramientas, realizar nuevas acciones, interactuar con otras instancias académicas, que al igual que nosotros ya incursionaban en lo que se dio por llamar “revolución digital”.

Gracias al apoyo de los directivos en función y el interés y la disposición del personal de Publicaciones, fundamentalmente de Cynthia Trigos Suzán y María Antonieta Figueroa Gómez, fue posible transitar de la versión impresa a la versión electrónica. Se dice fácilmente, pero fueron muchos los cursos de capacitación y muchas y muy intensas las reuniones con el personal del Departamento de Cómputo […].

La Revista ya no era una publicación más, ahora contaba con su propio tiempo y su propio espacio; sus contenidos en formato electrónico se elaboraban a la par de su versión impresa, por lo que ya era posible difundirlos en bases de datos, índices y repositorios.

Ensayo y error fue también la constante para lograr el diseño y el funcionamiento de la página web de la Revista, página que ya no me tocó disfrutar pero con la que ahora me deleito viendo su resultado.

No puedo evitar emocionarme y decir que durante mi gestión me tocó trabajar con un equipo maravilloso de colaboradores que, como yo, seguramente podrán afirmar que participaron en el trabajo que hizo posible que la Revista Mexicana de Sociología enfrentara con éxito los retos de las nuevas tecnologías.

Toca a los editores en turno hablar de las ventajas alcanzadas actualmente por la Revista, de su mayor visibilidad, su colocación en importantes índices, repositorios y bases de datos, de su acceso a sus contenidos y de tantos más logros obtenidos a partir de su incursión en la “revolución digital” (BHA, 2018).

Virginia Careaga Covarrubias llegó a dirigir el Departamento de publicaciones del IIS en 2016. Ella se refiere, en principio, a los retos que implica la periodicidad con la que se publica la Revista en los procesos internos de trabajo.

La Revista sale cuatro veces al año. Tenemos que trabajar con tiempo para que aparezca justo al inicio del trimestre. Tenemos que trabajar con antelación para que, por ejemplo, el primer número del año siguiente esté hecho desde mucho antes, porque es una publicación periódica. Debemos tener mucho cuidado con el cumplimiento de los tiempos, y creo que eso lo hemos logrado (Virginia Careaga Covarrubias (vcc), 26 de septiembre de 2018).

En cuanto al trabajo editorial, describe los procesos y los tiempos que implica para el Departamento de Publicaciones todo el proceso, desde la recepción de originales hasta la publicación de la RMS:

El trabajo editorial: lo que yo he tratado desde el principio fue que nos entregaran todos los originales juntos, para poder de esa manera cuidar los tiempos, porque justo la Revista es como hacer un libro más. Desde que yo llegué, ya estaba a cargo de David Monroy Gómez, quien funge como corrector; es una persona que hace su trabajo con mucha celeridad y pienso que muy bien; entre los tiempos que le va dejando elaborar la Revista, también corrige otros libros; lo que tratamos de hacer es que el flujo de trabajo no se detenga.

Cuando nos entregan la Revista, el corrector revisa la información; revisamos primero que estén completos los artículos; revisamos el material gráfico, uno de nuestros problemas, y en cada número tratamos de ver de qué manera lo mejoramos. Lo que yo he tratado de hacer es que lo trabajemos con Cynthia Trigos Suzán, que es nuestra diseñadora; que ella revise las imágenes y que nos ayude a mejorarlas.

Además, me parece también muy importante mencionar que tenemos un impresor; el taller que trabaja la Revista es realmente muy profesional.

Siempre he pensado que el trabajo de edición es un trabajo de equipo, que es muy importante que todos los miembros del equipo hagamos nuestro trabajo, empezando por los autores, porque de ese modo entonces vamos a poder hacerlo mejor. En este caso creo que lo estamos haciendo muy bien.

El impresor a veces nos habla y nos dice: “Sus fotos vienen muy oscuras”, y entonces tenemos que ver cómo las trabajamos, pero todo eso lo hacemos como un trabajo en equipo. Yo siempre hago énfasis en eso: que es fundamental que estemos comunicados y que todos nos pongamos de acuerdo en cómo hacerlo (VCC, 2018).

Otra responsabilidad del Departamento de Publicaciones que debe tomarse en cuenta para el buen desarrollo de la RMS es la parte jurídica.

Cada año tenemos que mandar la solicitud a la Dirección General de Asuntos Jurídicos para el nombre de la Revista, para que su registro se mantenga año con año. Ahora también ya tenemos el issn de la revista electrónica y también lo tenemos que renovar cada año. Si a Publicaciones se nos pasa, perdemos el registro. Ese tipo de cosas también son parte del trabajo que hay que hacer. Porque en el caso de un libro tú haces el registro de isbn y es una vez; en el caso de la Revista es cada año, tenemos que estar renovando (VCC, 2018).

Careaga Covarrubias insiste en que la razón por la que la Revista puede tener la calidad y la puntualidad por la que se le reconoce es el trabajo en equipo.

Cada una de las partes del proceso es importante, es un trabajo de equipo: Erick trabaja con los autores y con el consejo editorial, ellos reciben los artículos, ven la dictaminación, entiendo que los devuelven si hay problema y el autor hace correcciones nos los pasan a nosotros. Cuando nos entregan el original, nosotros lo vamos a convertir, por un lado, en el impreso y, por otro lado, en la versión digital. Creo que aquí en Publicaciones el trabajo que hace David, la corrección del original, la preparación del original, y el trabajo con Angélica, que es quien forma la Revista, es la materia prima que se les va a dar a todos los demás.

En la medida en que David trabaja muy rápido, revisa, hace la corrección, manda el artículo a los autores, los autores lo regresan y nos dan el visto bueno, es como la sustancia del proceso. Una vez que los autores nos dan el visto bueno, que regresa el texto, hacemos las últimas correcciones, si es que las hay, y se envía a imprenta la Revista.

Todos tenemos que aprender y todos los días aprendemos. La Revista es muy importante, creo que tiene un prestigio que hay que cuidar, y una manera de hacerlo es pensar en cuáles deben ser las nuevas formas de llegar a los lectores para que se mantenga como un referente en la sociología de América Latina (VCC, 2018).

Cuando el proceso de corrección de estilo de la Revista Mexicana de Sociología se concentró en una sola persona, fue David Monroy Gómez quien se encargó de esto y lo sigue haciendo hasta la fecha. Él mismo dice que desde su ingreso al IIS en 2010 ha corregido decenas de números de la RMS.

Me toca realizar la corrección del contenido de la RMS, en Word, para luego entregarlo a diseño, que se encarga de generar, en InDesign, las planas (páginas) de la Revista. Una vez formado el material, vuelvo a leerlo (nunca es igual un documento de Word que algunas planas) y marco los detalles correspondientes (callejones, repeticiones, datos que se me hayan pasado, últimas correcciones). Una vez aprobado el documento, se le convierte en pdf y se envía al autor, quien hace una última lectura y manda correcciones, en su caso.

La realización de la RMS es idéntica a hacer un volumen de 250 páginas cada trimestre. Mi formación en la iniciativa privada, con sus tiempos apretados, me ha ayudado en esta labor, que se comparte con la revisión de libros (David Monroy Gómez (DMG), 8 de octubre de 2018).

Monroy Gómez también considera que el trabajo en equipo ha contribuido a que los procesos de edición de la RMS sean más rápidos y más eficientes.

Gracias a una labor de equipo que mejora edición con edición, hemos reducido tiempos y, poco a poco, vamos adelantando y afinando detalles.

Se han ido mejorando los procesos y la Revista se hace con más rapidez, lo que deja algo de tiempo para otros necesarios proyectos editoriales que debemos atender en el Departamento de Publicaciones. Todo es una labor de equipo, desde quienes revisan los textos hasta la propia imprenta donde se trabaja la Revista: cualquier problema que se presente puede afectar la cadena de edición, pero procuramos que no tengan lugar; si los hay, los resolvemos lo más rápidamente que podemos.

Desde mi perspectiva, hay que reiterar a colaboradores y miembros del equipo que la labor editorial no nace de la nada, sino que es un proceso largo y exigente que no sólo implica “saber leer y escribir”, sino toda una serie de pasos especializados, con el fin de ofrecer, por último, un producto acabado, legible y de alto nivel profesional, muy considerado en el mundo académico (DMG, 2018).

María Antonieta Figueroa Gómez ingresó al Departamento de Publicaciones en 1994 y ha permanecido ahí por 25 años.

Fui a hablar con el director del IIS de ese entonces, que era el doctor Ricardo Pozas Horcasitas, y le expliqué mi intención de incorporarme al Departamento de Publicaciones. Me dijo: “Deje que hable con la jefa del departamento y si ella cree que usted le es útil, vemos qué hacemos.” En ese tiempo la jefa era la doctora Sara Gordon y a ella le pareció una buena idea.

Al principio fui contratada básicamente para el diseño de las diferentes plantillas de libros y revistas del IIS, así como para la formación de los mismos. Con el paso del tiempo mis funciones se han ido adaptando y han cambiado por completo, debido principalmente, al crecimiento del departamento y al avance tecnológico. Mis conocimientos se han diversificado enormemente en estos casi 25 años de experiencia (María Antonieta Figueroa Gómez (MAFG), 11 de octubre de 2018).

A Figueroa Gómez le corresponde elaborar las versiones electrónicas de la Revista, lo que implica hacer un marcado que permite que pueda ser leída en los lenguajes requeridos por las plataformas académicas virtuales.

Le tengo un gran cariño a la Revista Mexicana de Sociología, pues desde hace muchos años he tenido contacto con ella de alguna u otra forma. Me ha tocado formar varios ejemplares para la versión impresa y he aprendido a ir adaptándome a los cambios que ha tenido a lo largo del tiempo, para ahora ser la responsable de su versión electrónica, entre otras tareas que realizo.

En una primera etapa, al incorporarme al departamento, me tocaba recibir los textos ya revisados por la persona encargada del cuidado de la edición e incorporar las correcciones de estilo marcadas, y después “transformar” esos textos de un programa tradicional como Word a uno profesional de edición. En esta evolución de la que hablo hemos pasado por varios programas de software: el primero y más complicado era pc TeX, que era un programa que manejaba una serie de órdenes construidas a partir de comandos, parecido a lo que hoy es código html; después utilizamos Word para Windows; más adelante, utilizamos PageMaker, más enfocado a la formación editorial profesional, y actualmente se utiliza InDesign. Ha sido un gran camino recorrido.

Posteriormente dejé de hacer ese trabajo para dedicarme a tareas que requerían otro tipo de conocimientos. En 1999 me llega “heredado” el sitio web del IIS. Era una época en la que los trabajos con sitios web eran muy diferentes a los de hoy en día, y tuve que actualizarme para poder cumplir con las tareas que esto representaba. Aprendí el lenguaje de marcado de hipertexto html y otras cosas como el tratamiento y el retoque de imágenes, así como la optimización de imágenes para web. Me encargué del sitio web del IIS en lo que se refiere al mantenimiento y a la actualización desde 1999 y hasta marzo de 2012. En ese tiempo ni cercanamente se compara la cantidad de eventos académicos que había en el Instituto a los de hoy en día. Siempre digo que el sitio web es un “monstruo” que ha ido creciendo y nunca terminará de hacerlo. Cada vez abarca más y más información.

Cuando el Departamento de Difusión empieza a encargarse de ese trabajo, en marzo de 2012, yo sentí un gran alivio de volver a las tareas de edición, que en verdad es lo que más me gusta y disfruto. Para ese entonces, ya era necesaria la versión electrónica de la RMS, y al decir electrónica no me refiero a una versión en pdf que es una copia fiel del original impreso, sino algo más versátil y con cuidado editorial. Desde 2012 me hago cargo del mantenimiento del sitio web de la RMS en OJS (<revistamexicanadesociologia.UNAM.mx>) en lo que a actualización se refiere y desde 2016 soy la responsable de la actualización del sitio de lectura amigable de la RMS con versiones electrónicas hechas en html en Joomla (<mexicanadesociologia.UNAM.mx>) (MAFG, 2018).

Ella es la persona más involucrada en todo lo que ha demandado la edición y la difusión de la Revista Mexicana de Sociología en su versión electrónica y en cuanto a las exigencias que se han derivado de la necesidad de privilegiar ésta sobre la versión en papel.

El desarrollo tecnológico ha tenido un papel significativo en la realización de mis funciones, puesto que me ha permitido seguir colaborando con la Revista. Por un lado, he tenido que capacitarme constantemente para no quedarme rezagada y he tenido que adecuar ese aprendizaje a las necesidades no sólo del Departamento de Publicaciones, sino de la RMS. Por otro lado, el desarrollo tecnológico me ha exigido más cada vez, al grado de que puedo decir que el trabajo que realizo día a día es de alta especialización, aunque muchas veces esa especialización no se vea a simple vista. Digamos que está plasmado y es visible en “las tripas” de los textos, para poder mostrarlos de tal o cual forma en pantalla.

La tecnología tiene sus pros y sus contras. En el caso particular de la RMS, por supuesto que la ha favorecido; ahora contamos con muchos más canales para poder hacer visible a la RMS a través del sitio web del IIS y de los sitios de la misma Revista. Sin dejar de lado las redes sociales, que ayudan de manera sustancial a promover cada nuevo número de la Revista que se difunde no sólo en México, sino a nivel mundial.

Con el paso del tiempo, el avance tecnológico trajo consigo el requerimiento de una versión electrónica de la Revista. Como la RMS no está pensada de inicio como una versión electrónica, hemos tenido que esperar a que los archivos que se van a la imprenta estén listos para iniciar hasta ese momento el trabajo de la versión electrónica. Aunque pudiera parecer un problema, he tratado de agilizar la elaboración de la versión electrónica; en los últimos tiempos, está disponible en línea antes de que salga la versión impresa (MAFG, 2018).

En estos 80 años, la RMS ha tenido varios cambios de imagen que se han reflejado en su diseño de portada y en su estructura gráfica.

Vicente Rojo en el diseño y el dibujante Waldo Gomezgil Lara fueron los responsables de portadas de la década de los años setenta; este último se mantendría en el encargo hasta principios de la década de los noventa, y Juan Berruecos sería el encargado de la portada por los siguientes cinco años. A él lo sucedió Cynthia Trigos Suzán, quien ha sido la diseñadora de la portada de la RMS durante los últimos 20 años. Ella describe así su trabajo durante este tiempo:

La Revista Mexicana de Sociología tiene un lugar muy especial en la historia de mi vida laboral. El primer contacto que tuve con ella fue en 1996, cuando comencé a trabajar como asistente de diseño en Arteletra Ediciones Limitadas, un despacho de arte y diseño que hacía libros y catálogos artísticos, ofrecía servicios de curaduría y, entre otras cosas, se encargaba de la portada de la Revista.

Durante ese año en Arteletra descubrí otra forma de hacer diseño y me entusiasmó hacerlo desde mi formación en arte. Después de cursar un año de Diseño Gráfico decidí cambiarme de carrera, porque no me gustó el enfoque comercial y cuadrado. Mi mayor interés era el arte, así que terminé la licenciatura en Artes Visuales con especialidad en escultura y mi tesis fue un libro objeto: una escultura de cemento y zapatos, con forma de libro, que narraba sin palabras la historia de una ciudad.

La portada de la RMS se hacía en serigrafía, y no cualquier serigrafía; el artista que se encargaba de hacerla se llamaba Gildardo y podía usar hasta siete tintas de una sola pasada de rasero, tenía un dominio de la técnica que yo nunca había visto. El arquitecto Juan Berruecos -mi jefe en Arteletra- se encargaba del concepto, realizaba los grabados o dibujos para la portada y Gil agregaba el color en serigrafía, sorprendiéndonos siempre. Cada ejemplar tuvo una portada única. Yo pude participar como ayudante durante el tiempo que estuve ahí.

Poco después, se abrió una plaza en el Departamento de Publicaciones ya que Waldo Gomezgil Lara, quien fue dibujante en dicho departamento por más de 25 años, se jubiló, y me propusieron integrarme para diseñar las portadas de los libros y las revistas.

Me incorporé al Instituto en 1997 y Arteletra siguió haciendo la portada de la Revista hasta el primer número de 1998; a partir del número 2 yo me hice cargo. Continué con el mismo diseño de esta empresa por los siguientes seis años, aunque yo no tenía la posibilidad de imprimir en serigrafía, por lo que desde el primer número utilicé cinco tintas, la selección a color y una tinta metálica.

Para las portadas de esos años conseguí para cada número la reproducción de la obra de algún artista mexicano o latinoamericano, de preferencia jóvenes y desconocidos, aunque también me di el lujo de incluir obra de Rivera y Toledo. El uso habitual de Internet me ofreció la posibilidad de ponerme en contacto con artistas en otros países; todos a quienes contacté accedieron a prestar su obra para aparecer en la portada de la Revista (Cynthia Trigos Suzán (CTS), 28 de noviembre de 2018).

Para celebrar el cambio de milenio, en 2002 la Revista Mexicana de Sociología estrenó nueva portada.

En 2002, Natividad Gutiérrez Chong, la directora de la Revista en esa época, me solicitó rediseñar la portada. Trabajé con dos objetivos. El primero, lograr un diseño que pudiera resolver yo sola, ya que conseguir una obra artística para cada número era tan atractivo como poco práctico; a veces, los permisos tardaban más de lo esperado y la portada se enviaba a la imprenta con muy poca anticipación. Y el segundo, lograr un diseño que fuera de acuerdo con el cambio de siglo. Decidí incorporar las iniciales de la Revista como elemento de diseño -RMS, así nos referíamos a ella quienes la trabajamos, ya que Revista Mexicana de Sociología es un nombre demasiado largo- y de paso, le daba una vista más ágil. Desde el principio hice énfasis en el cuidado del proceso de impresión para que el acabado (tintas directas, negro intenso, barniz a registro) complementara la sencillez del diseño; ésta fue mi manera de mantener el toque artesanal en la Revista. En enero de 2003 apareció el primer número con el diseño que prevalece hasta el día de hoy. Quince años después, sólo ha habido un ajuste en el diseño: a partir del número uno de 2008, incorporé fotografías en el interior de las iniciales RMS. Ahora que la Revista cumple 80 años, decidimos conservar nuestro diseño pues ha tenido muy buena aceptación y ha logrado establecer una imagen reconocida entre las revistas similares. Lo que he trabajado ha sido en el rediseño de la plantilla interior (CTS, 2018).

Trigos Suzán trabajó muy de cerca con José Miguel García Fernández y María Antonieta Figueroa Gómez en el diseño, la estructura y la programación de la página web de la RMS.

En 2015, junto con María Antonieta Figueroa, comencé a trabajar en el proyecto de sitio web de la Revista. Nuestro objetivo fue lograr un sitio de lectura amigable, con un cuidado visual y ortotipográfico que respetara, en la medida de lo posible, la experiencia de leer en papel y que ofreciera en línea el contenido completo de la RMS mejorado con las herramientas de la publicación electrónica. A partir de 2016 se encuentra en línea y goza de gran aceptación entre nuestros lectores (CTS, 2018).

La diagramación base o maquetación de una revista es donde se incorporan los contenidos. Después de todo el proceso de edición al que es sometido el texto, se organiza a partir de una plantilla que contiene los criterios de diseño estipulados. Para ello existen diferentes paquetes de software de edición.

Angélica Nava Ferruzca ha sido la formadora de la Revista desde 2008, pero es una de las pioneras en el Departamento de Publicaciones. Comenta cómo ha sido la evolución de la formación:

En 1982 se trabajaba con la imprenta Aldina y solamente había dos correctores, el dibujante, la jefa y yo, como secretaria. Ahí se hacía el proceso, enviaban las galeras al Instituto y el corrector las leía con atendedor (así se le llamaba en ese entonces).

El cambio en la manera de formar la Revista se dio con la doctora Camarena. En el Instituto de Jurídicas de la UNAM tenían una máquina Composer de IBM, que manejaba una memoria de dos páginas y media, y era una máquina gigante con 10 esferitas; programabas la máquina, escribías y ya cuando le ponías Enter, la máquina empezaba a hacer lo que se había tecleado. En ese momento el trabajo del corrector dependía del mío y viceversa. Los correctores tenían que leer lo que había hecho y en ese momento me lo regresaban, lo corregía, y si había algún error por mínimo que fuera, a veces intervenía el dibujante, ponía una comita pegada, cosas milimétricas. Así fue como se empezó a formar aquí el material, tanto libros como la Revista Mexicana de Sociología. Cabe mencionar que el apoyo de los correctores Rafael Olea Franco y Juan Jacobo Simón fue determinante para desarrollar mi trabajo de la mejor manera.

Un día la doctora Camarena me comentó la importancia que tuvo el haber empezado a formar aquí en el Instituto porque fue la pauta para el crecimiento del Departamento de Publicaciones. Para mí fue un honor haber colaborado en este reto.

Después pasó de moda la máquina Composer. Empezaron a llegar las computadoras y yo empecé a formar en PageMaker, que era un programa más viejo que el que ahora manejamos, el InDesign 6. La ventaja de este programa que manejamos ahora es que es como Word, que tiene el flujo automático. En cambio, PageMaker no, porque podías perder notas o texto, exigía mucho cuidado.

El ingeniero Sergio Reyes Coria fue el que nos introdujo a InDesign. A raíz de que entró a trabajar en el departamento el corrector David Monroy Gómez, el trabajo se ha agilizado. La Revista es algo como parte ya de mí. Entonces ya la hago tan mía, de forma muy fácil.

La Revista ha cambiado porque antes era de cinco artículos. Me parece que fue desde el doctor Perló Cohen que aumentaron a siete, añadieron semblanzas y temas de coyuntura, y esos han sido los cambios actuales, pero también cambió mucho de los años noventa a la del 2000.

En el proceso de edición a mí me entregan los originales ya con las correcciones incluidas. Antes teníamos que meter todas las correcciones y sobre todo la bibliografía; era terrible, pero ahora ya nos entregan los textos con las correcciones y nosotros nos dedicamos a formar la Revista de acuerdo con la plantilla; una vez teniendo afinada la plantilla, el proceso es rápido, descargas todo el documento y vas apuntalando detalles, hasta que ya queda lista para un pdf o para mandarse a la imprenta (Angélica Nava Ferruzca (ANF), 21 de noviembre de 2018).

En cuanto al contenido gráfico de la RMS:

Anteriormente las gráficas las trabajábamos, como cambiar el tipo de letra y el tamaño, eso es lo único que hacíamos porque no podíamos hacer más, incluso podíamos “hacer trampa” porque había ocasiones en que podíamos manualmente poner los pegotes o quitar el fondo oscuro. Hace como 15 años vino una chica a darnos un curso y nos dijo: “¿Y cómo es que trabajan? Están atrasados como 10 años”; pues así sacábamos el trabajo. El curso de InDesign tardaron mucho para dárnoslo. Hace como un año que Cynthia Trigos Suzán se propuso dar un poco más de terminado fino a las gráficas, imágenes, mapas, porque ella maneja otros programas (ANF, 2018).

El trabajo de formación es la fase final del proceso de edición de la Revista. Nava Ferruzca describe en qué consiste:

Me entregan todo el material en Word con todas las correcciones, me lo envían por correo o por usb, y yo empiezo a armar mi carpeta, veo que esté completo, veo el grado de complejidad porque obviamente vamos sobre tiempos. En la carpeta pongo “Revista Mexicana de Sociología 4 del 2018”; entonces ahí meto todo el material de Word, un apartado para gráficas, otro para cuadros. Incluso le digo al corrector: “Necesito que me entregues el material de Word y en la primera página me pongas cuántos cuadros y gráficas incluye”, porque con eso ya tengo una visión sobre qué voy a trabajar, y además tengo que considerarlo para calcular los tiempos que me llevará hacer el trabajo.

Cuando tengo todo el material, utilizo mi plantilla. Cuando ya tengo todo el proceso de los artículos en primeras, se lo regreso a David, él hace la lectura y mete correcciones, me lo regresa; nuevamente meto correcciones y se lo regreso. Con él regularmente llegamos a terceras.

Una vez que David me dice: “Déjame mandarlo a los autores”, él envía el material y ya regresa con las correcciones de los autores […]. Con las correcciones y el visto bueno de los autores se hacen los pdf definitivos, y se agregan fuentes y gráficas para los vínculos. En ese momento se quema el disco con la portada y se envía a la imprenta. Es un trabajo en equipo y sobre todo le informamos a la jefa para que esté enterada; así nos vamos sobre tiempos y ahí nos vamos compaginando y haciendo más leve el trabajo.

Me siento muy honrada de haber hecho la Revista todos estos años, de haber puesto mi granito de arena para la realización de la RMS, y sobre todo de trabajar para la Universidad. A la Universidad le debo todo (ANF, 2018).

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons