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Revista mexicana de cardiología

versão impressa ISSN 0188-2198

Rev. Mex. Cardiol vol.27 no.2 México Abr./Jun. 2016

 

In memoriam

A Carlos Gaos Schmidt

Carlos Gaos Schmidt

José Rafael Cuauhtémoc Acoltzin Vidal* 


El doctor Carlos Gaos Schmidt fue un médico mexicano nacido en España y emigrado a Veracruz, en donde creció. Se formó como Especialista en el Hospital Universitario de Birmingham, Alabama, al lado del famoso médico Tinsley Randolph Harrison, de quien fue discípulo favorito al grado de que en el índice bibliográfico de su libro "Enfermedades Isquémicas del Corazón" (p. 93) el doctor Harrison refiere información no publicada de Gaos C.

Realizó su práctica médica en el Centro Médico Nacional y en el pabellón Pablo Diez de la Sociedad de Beneficencia Española, en la Ciudad de México. Fue Jefe del Departamento de Enseñanza del Hospital General en el Centro Médico Nacional en los días en que el país se cimbró por un paro médico y su participación en apoyo de los más débiles le obligó a emigrar nuevamente.

Pasado el conflicto volvió a trabajar como Cardiólogo adscrito al Servicio de Cirugía de Corazón, al lado de Xavier Palacios Macedo Llaca -en el mismo Centro Médico Nacional- y posteriormente fue Jefe de la Unidad de Cuidado Intensivo Coronario más grande de América, en el Hospital de Enfermedades del Tórax.

De carácter vivaz y acertado en sus juicios, maestro explícito como pocos, el doctor Gaos tuvo que luchar contracorriente lo que lo mantenía constantemente tenso pues encontró en México una cardiología magistral e indiscutible, cuando él traía bajo la manga ideas de correlación anátomo-clínica; de la demostración objetiva de las afirmaciones y de la instrumentación moderna y agresiva en los tratamientos. Así, tuvo la iniciativa y el esfuerzo de establecer el empleo rutinario de marcapasos en enfermos con crisis de Stokes-Adams, de prótesis valvulares cardiacas en enfermos en el umbral del daño miocárdico, de la realización libremente indicada del cateterismo cardiaco, efectuado por el propio cardiólogo; creó la primera clínica de marcapasos y la primera Unidad de Cuidado Intensivo Coronario en México e introdujo el empleo de equipos como la banda sin fin para pruebas de esfuerzo, monitoreo cardiaco con grabación continua por 24 horas, la angioplastia coronaria percutánea y el tratamiento trombolítico del infarto del miocardio.

En una ocasión, el doctor Gaos provocó un cisma cuando llegó a una reunión de médicos especialistas, cardiólogos, a la que asistían eminencias mexicanas, y comentó en tono festivo haber soñado que asistía al funeral de su estetoscopio.

En otra ocasión puso en movimiento al sistema mexicano de salud y al gobierno mismo cuando llevó hasta el quirófano a los equipos quirúrgicos y pacientes candidatos a donar y recibir un corazón trasplantado en una época en que se consideraba utópico y que resultó así cuando la legislación nacional presentó tales trabas que ni el Departamento Jurídico, ni el director nacional, ni el consejo técnico, es más ni el mismo Presidente de la República, Lic. Gustavo Díaz Ordaz, pudieron resolver.

De manera artera, el doctor Gaos fue atacado por su enemigo permanente: la cardiopatía isquémica, que lo llevó al campo de batalla más difícil: la revascularización directa del corazón, procedimiento que él mismo había ayudado a desarrollar, del cual estuvo a punto de no regresar.

Quedó sintomático, lo que lo obligó a disminuir su ritmo de trabajo, dejando a un lado el Centro Médico Nacional en donde había tenido una vida de ardua labor e infinidad de discípulos, de los que se despidió con tristeza. Como homenaje se le ofreció una reunión de camaradas, con todos presentes, en donde, entre bromas y chascarrillos, le expresé, con dificultad, los siguientes versos mal hilvanados:

Al doctor Carlos Gaos Schmidt, en nombre de sus compañeros del Centro Médico Nacional: Guía, Maestro, Amigo.

Para expresar lo que dio, quisiera encontrar la forma.

De tanto que promovió y ahora tomamos por norma.

El trabajo, cada día, lo hacemos como indicó,

por la ruta que marcó, lo aceptamos como guía.

Con mucha dedicación nos mostró el saber, hoy nuestro,

actuando en cada ocasión como singular maestro.

Con todos como conmigo, y con consejo atinado,

siempre desinteresado, se ha mostrado gran amigo.

¿Cuánto podremos nosotros sin su inquietud emprender?

Sólo tesonera lucha para seguir... avanzando.

Lo que aprendimos de Usted, ¿Cómo hemos de agradecer?

Pues a aquéllos que nos siguen nuestra labor... enseñando.

También su amable amistad queremos corresponder:

A quien de nos requiera... comprendiendo.

Le prometemos hacerlo. Sinceramente lo digo,

aquí, al reconocerlo: Guía, maestro, amigo.

*Corresponding author: Dr. José Rafael Cuauhtémoc Acoltzin Vidal. Calzada del Campesino 99, C.P. 28060, Colima, Colima. E-mail: jose_rafael_c_acoltzin@yahoo.com

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