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Revista del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias

versão impressa ISSN 0187-7585

Rev. Inst. Nal. Enf. Resp. Mex. vol.19 no.4 México Out./Dez. 2006

 

Comunicación de interés

 

Cátedra de cirugía de tórax Donato G. Alarcón

 

Donato G. Alarcón Professorship in Thoracic Surgery

 

Carlos Ibarra Pérez*

 

 

* Editor Médico, Revista INER Ismael Cosío Villegas

 

Trabajo recibido: 12–X–2006;
aceptado: 01–XI–2006

 

Tuve la fortuna de conocer al Maestro Alarcón (Figura 1), uno de los Gigantes de la Neumología y Cirugía de Tórax, al final de la década de los setenta, cuando llamó personalmente para comentarme algunos resultados de un artículo sobre Cáncer Broncogénico que había publicado en la revista Neumol Cir Tórax Mex1 y compararlo con otros de la literatura internacional del día; debo confesar que, además de sentirme halagado, me impresionó sobremanera cómo ese Gran Maestro de la Neumología Mundial estaba al tanto de las publicaciones del país y del extranjero. El Dr. Alarcón no sólo fue médico al día en la neumología y ramas afines de la medicina. Su carrera, a lo largo de más de 60 años de ejercicio profesional se caracterizó por haber cultivado y cosechado frutos como constructor de instituciones como el Sanatorio de Huipulco (Figura 2), ahora Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas, del que fue primer Director durante 11 años, y del Sanatorio San Ángel; también como maestro de innumerables generaciones de pregrado y especialización en la clínica y cirugía neumológicas; como cirujano introductor e impulsor en México de varias técnicas quirúrgicas (Figura 3) de colapso extrapleural de lesiones tuberculosas, algunas de las cuales llegó a dominar con virtuosismo, empleando materiales protésicos que tuve oportunidad de recibir como preciado (Figura 4) regalo suyo junto con cuidadosas instrucciones sobre su uso; introductor de equipo quirúrgico y de imagen en los tiempos de oro en que nuestra especialidad no se había fraccionado y en la que un mismo médico diagnosticaba, hacía los estudios de imagen y la broncoscopía, operaba, cuidaba el posoperatorio y seguía al enfermo por el resto de sus días; autor de numerosos libros (Figura 5) y centenas de artículos que se publicaron en todas las revistas de excelencia de la especialidad en América Latina, EUA, Francia, España e Inglaterra; académico de altos vuelos que ocupó la presidencia de nuestra Academia Nacional de Medicina, de la ahora Sociedad Mexicana de Neumología y Cirugía de Tórax que él fundó y numerosas otras en México, así como puestos ejecutivos de resonancia internacional en las Sociedades y Academias del resto de América Latina, EUA y algunos países de Europa; por ejemplo, ¡¡fue Regente en México del American Collage of Chest Physicians durante 16 años!!, récord digno del Libro Guiness; galardonado con innumerables medallas, diplomas y todo tipo de honores por las sociedades médicas, institutos y gobiernos de muchas partes del orbe; pero no sólo eso, fue también un exitoso y muy querido médico en la medicina privada, igual de los pobres de solemnidad que de los ricos y famosos de la política, los negocios, el medio artístico, la tauromaquia, etcétera, seguido por sus enfermos aun en el lecho del que ya no se levantaría, en donde les dio consulta, consuelo y receta pocos días antes de desaparecer físicamente.

 

Como lo mencioné en su In Memoñam en la Academia de Medicina2, el Maestro Alarcón fue el primer neumólogo y cirujano de tórax que vio al norte por encima de nuestras cabezas, lo conquistó y obtuvo reconocimiento a sus enormes méritos por figuras que siempre han sido reacias a reconocer prendas ajenas, menos aún si provienen del sur de sus fronteras.

En nuestro Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas, la imagen y la historia del Maestro Alarcón perviven no sólo en las mentes de los más viejos de la comarca, en la de sus alumnos y en la de algunos de los alumnos de sus alumnos. Un tributo muy merecido a su memoria es el que la unidad de cirugía lleve su nombre, unidad que es la más laboriosa de las unidades de cirugía de tórax de México y de muchos países del mundo; ahora, el Cuerpo Directivo del INER Ismael Cosío Villegas, en una decisión que lo enaltece, ha decidido agregar otro sello de oro instaurando la Cátedra de Cirugía de Tórax que lleva su nombre, para la enseñanza, desarrollo y promoción de la cirugía de tórax, honor que se gana concursando por oposición (Figura 6). El nombramiento me llena de orgullo y me compromete aún más con ésta que ha resultado ser para mí una casa acogedora, llena de oportunidades y retos para seguir haciendo lo que considero hacer muy bien: Dar servicio, compartir, enseñar, y entregarme al cien por ciento. Para ello, ya marchan adelantadas varias de las acciones fundamentales que propuse como Plan de Trabajo para ocupar la cátedra, que se podrán llevar a cabo con el apoyo de todos ustedes:

 

1.  Invitación a un profesor de reconocido prestigio quirúrgico internacional en los tumores torácicos para visitar y trabajar en nuestro INER Ismael Cosío Villegas durante una semana de tres a cinco días en los primeros seis meses del próximo año, operando, discutiendo casos, brindando conferencias, y haciendo la visita de hospital. El profesor invitado ya aceptó estar con nosotros y su curso teórico–práctico estará abierto para todos los cirujanos de tórax del país, así como los de fuera de él.

2.  Visita del que habla y del Dr. José Morales Gómez, Jefe de Cirugía, o de uno de los cirujanos de tórax que él designe, a dos sitios en los estados en que se realiza cirugía de tórax, en una acción similar a la descrita, para trabajar codo con codo durante tres a cinco días con los especialistas del lugar, y enseñar, y aprender.

3.  Actualización del plan de estudios de la especialidad de cirugía cardiovascular y torácica para convertirla en lo que son hoy en día, dos especialidades diferentes, cirugía cardiovascular y cirugía torácica general propiamente dicha, porque ya resulta imposible para un solo hombre mantener los conocimientos y las destrezas suficientes en ambas especialidades para servir bien a sus enfermos, separándolas de la misma manera que la neumología y la cardiología fueron, son y seguirán siendo, disciplinas hermanas pero diferentes. Desde ahora acepto que ésta va a ser una batalla ardua, porque aún hay algunas resistencias a aceptar lo que ya se hace en varios programas de especialización del extranjero y que ocurre en la vida real de nuestro medio.

4. Se envió a la Cámara de Diputados una propuesta de reformas a la Ley General de Salud y del currículo de enseñanza durante los nueve años escolares de primaria y secundaria, adicionándole la obligatoriedad de impartir información sobre los daños que causa el tabaco en la salud, acción que debe rendir frutos a mediano y largo plazo y eventualmente ayudar a controlar la epidemia nacional de EPOC y cáncer broncogénico. Esta propuesta ha sido avalada por el Dr. Fernando Cano Valle, Director General del Instituto.

5.  Elaboración de un nuevo volumen del libro de Oncología del Tórax (Figura 7), ganador del Premio Nacional de Obras Médicas de la Academia Nacional de Medicina en 1998, dedicado exclusivamente al cáncer broncogénico.

 

6.  Excitativa a los cirujanos en formación que tienen la fortuna de estudiar y aprender la especialidad en esta institución que lleva el nombre de otro Gigante de la Neumología, para que dediquen más de sus esfuerzos a la investigación y publicación de nuestros resultados quirúrgicos en todas las patologías del tórax, pues la labor puramente manual, que no es sino una de las caras del cirujano, puede no trascender más allá de las paredes del quirófano si no va acompañada del estudio, la investigación, la publicación de resultados y de su enseñanza a otras generaciones, lo que bien entendieron Donato G. Alarcón, Ismael Cosío Villegas, Fernando Rébora Gutiérrez, Horacio Rubio Monteverde, Alejandro Célis, Octavio Rivero Serrano, Raúl Cicero Sabido, Carlos R. Pacheco, por mencionar sólo algunos de los que son reconocidos como Maestros de la Neumología y Cirugía de Tórax.

A mi familia, a mis Maestros, a mis amigos, gracias por distinguirme con su presencia y ser testigos de calidad de mi compromiso. ¡Salud!

1. Ibarra–Pérez C, González–García F, Hernando–Muñoz F, Artiles–Gil C. Tratamiento quirúrgico del carcinoma broncogénico. Neumol Cir Tórax Mex 1977;38:15–19.        [ Links ]

2. Ibarra–Pérez C. In Memoriam del Dr. Donato G. Alarcón. Gac Med Mex 1992:128:705–706.        [ Links ]

 

AGRADECIMIENTO

Las imágenes de las Figuras 13 fueron tomadas de Cárdenas de la Peña E. Del Sanatorio de Hupuilco, al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias. Cincuenta años. México: Secretaría de Salud; 1986.

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