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Frontera norte

versión On-line ISSN 2594-0260versión impresa ISSN 0187-7372

Frontera norte vol.34  México ene./dic. 2022  Epub 05-Dic-2022

https://doi.org/10.33679/rfn.v1i1.2265 

Artículos

Expresiones de la incorporación de personas guatemaltecas a la estructura productiva no formal de los municipios mexicanos transfronterizos con Guatemala

Jorge Enrique Horbath 1  
http://orcid.org/0000-0002-7849-2207

María Amalia Gracia 2  
http://orcid.org/0000-0002-1920-5618

Traducción:

Luis Cejudo-Espinosa

1El Colegio de la Frontera Sur, México, jhorbath@ecosur.mx

2El Colegio de la Frontera Sur, México, magracia@ecosur.mx


Resumen

Se abordan las tendencias de la incorporación de la fuerza de trabajo guatemalteca en la Región Transfronteriza México-Guatemala (RTMG). Mediante una metodología cuantitativa, se estudia a los 22 municipios mexicanos fronterizos y se procesan los microdatos del Censo de Población 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi. Se observa que las personas de origen guatemalteco se insertan inicialmente en actividades agropecuarias, aunque debido a la precarización del campo mexicano, en la última década se han insertado principalmente en actividades y empleos informales del sector servicios. El artículo aporta datos empíricos para entender el fenómeno analizado en el conjunto de los municipios fronterizos. Aun con las limitaciones de las fuentes censales, el estudio muestra la relación entre la precariedad laboral y las estructuras productivas no formales que imperan, así como las asimetrías económicas y político-administrativas entre los estados en cuestión.

Palabras clave: migración regional; estructura productiva no formal; empleo; región transfronteriza México-Guatemala (RTMG)

Abstract

We address the trends in the incorporation of the Guatemalan workforce in the Mexico-Guatemala Crossborder Region (MGCR). Through quantitative methodology, 22 Mexican border municipalities are studied, and the microdata of the 2010 Population Census and the 2015 Intercensal Survey of INEGI are processed. It is observed that people of Guatemalan origin are initially engaged in agricultural activities, although due to the precarity in the Mexican countryside in the last decade, they have been linked mainly to informal activities and jobs in the service sector. The article provides empirical data to understand the phenomenon analyzed in the border municipalities as a whole. Even with the limitations of census sources, the study shows the relationship between job insecurity and the non-formal productive structures that prevail, as well as the economic and political-administrative asymmetries between the states in question.

Keywords: regional migration; non-formal productive structure; employment; Mexico-Guatemala Cross-Border Region (MGCBR)

INTRODUCCIÓN

Uno de los efectos de las estructuras productivas formales y no formales de una localidad o región se manifiesta en las formas de vinculación laboral entre las personas y los grupos de población en el territorio. La capacidad de gestar formas de crecimiento y desarrollo territorial se asocia con la configuración de dicha estructura, en la cual intervienen, a su vez, agentes privados y gubernamentales de diferentes jurisdicciones que introducen capital financiero, económico y social con la capacidad de distintos actores sociales y diversos modelos económicos.

En las regiones fronterizas de México, estas interacciones se expresan a través de las diferencias de los modelos y las capacidades de inversión pública y privada entre la frontera norte y la frontera sur. Con un capital y modelo económico que promueve la actividad maquiladora y el reforzamiento de programas sociales para elevar la presencia del Estado y consolidar ciudades y asentamientos urbanos, la frontera norte contrasta con la poca inversión pública y el bajo estímulo a inversiones del sector privado en el territorio de la frontera sur.

Una noción útil que permite captar cómo las prácticas e interacciones que hay en estas zonas se relacionan con las estructuras productivas es la de región transfronteriza, la cual remite al territorio comprendido entre estados, tanto en términos de continuidades (redes, interacciones) como en las divisiones político administrativas entre países (Jessop, 2004). En nuestra zona de estudio, la Región Transfronteriza México-Guatemala (RTMG), estas continuidades son de tipo étnico-cultural, familiares, derivadas de alianzas empresariales, e incluso de instituciones distintas a los estados –como organismos civiles internacionales o religiosos–, las cuales se amalgaman con la disparidad económica y político administrativa existente entre estos dos estados nacionales (Limón Aguirre, 2010; Peña-Piña, Joaquín y Fábregas-Puig, 2015).

En la RTMG existe escasa posibilidad de crear actividades productivas de mayor valor agregado y eslabonamiento productivo; en esta zona las actividades industriales son muy pocas y tienen una alta dependencia del sector agropecuario y de las actividades comerciales y de servicios de subsistencia. Así mismo, las zonas urbanas son frágiles, no se consolidan ni establecen integraciones. Estas características estimulan cotidianamente a los flujos de población y de bienes de consumo a partir de prácticas sociales, económicas, políticas y ambientales que se articulan diversamente en estructuras formales y no formales, dando lugar a procesos transfronterizos entre los que destaca la construcción del mercado laboral que “relaciona a un amplio número de personas procedentes de Guatemala con la economía del sur mexicano” (Rivera Farfán, 2020, p. 22).

Aun con sus limitaciones, los estudios sobre mercados de trabajo permiten identificar las estructuras formales y no formales mediante la información poblacional reportada en censos y encuestas. Al retomar este tipo de fuentes, se contrastan analíticamente las estructuras sociales vinculadas con las actividades productivas de los 22 municipios mexicanos de la región transfronteriza colindante con Guatemala. Poniendo énfasis en la vocación productiva de los municipios y las subregiones, se muestran las diferencias de articulación de la población nacida en Guatemala en contraste con la población mexicana y otras poblaciones, con el fin de establecer si la estructura productiva no formal guarda relación con el flujo de población migrante guatemalteca en esta región.

La estructura productiva y su relación con los territorios fronterizos

El desarrollo económico y social de una región se vincula con la estructura de su economía, la cual comprende tanto la relevancia conexa de las diversas ramas productivas que se registran, como la composición institucional de agentes, sujetos y conglomerados sociales organizados (Acemoglu, Johnson, y Robinson, 2008; Rodrik, Subramanian, y Trebbi, 2004), aunado a las características del territorio (Engerman, Sokoloff, Urquiola y Acemoglu, 2002) y a los enfoques económicos de las políticas gubernamentales (Sachs y Warner, 1995).

Los procesos de desarrollo se asocian a la multiprobada ley Kaldor-Verdoorn, que señala que las actividades productivas industriales, especialmente las manufactureras, detonan el crecimiento económico en una región o país (Kaldor, 1966), principalmente aquellas de mayor composición tecnológica, debido a los eslabonamientos productivos de estas ramas económicas con el resto de la estructura productiva tanto industrial como del sector primario, el comercio y los servicios. Estas estructuras, junto al tejido institucional y social (Hakansson y Johanson, 1993; Johannisson, 1995) pueden dar lugar a un desarrollo de tipo endógeno (Nelson, 1997) que trasciende el mero crecimiento o desarrollo económico si se promueve el desarrollo de las capacidades (Sen, 2001) de los actores locales, se aprovechan los recursos humanos e institucionales y se incorporan aspectos culturales, identitarios y organizativos relacionados con la generación de ahorro e inversión propia que impulsen el desarrollo tecnológico local (Boisier, 2003).

La heterogeneidad y las diferencias en los territorios se plasman a partir de la intensidad de distintas prácticas por los flujos de capital que detonan el desarrollo y su capacidad de crear un tejido social consistente, lo cual es más probable que ocurra en grandes conglomerados urbanos y en zonas cercanas a los centros de poder que en zonas rurales o en las regiones a lo largo de sus fronteras.

En las zonas alejadas de los centros de poder económico y social existe una preponderancia de estructuras económicas no formales conformadas por pequeñas unidades económicas no articuladas entre sí en el territorio. Éstas se caracterizan por tener baja tecnología, mano de obra poco calificada y poca productividad, así como prácticas empresariales de tipo tradicional (McLaughlin, 1989) en las que la relación entre el patrón y los empleados es más de tipo familiar –involucran a parientes, conocidos o amigos– y no incorporan a sus trabajadores como derechohabientes de las prestaciones laborales ni les otorgan seguridad social. Estas prácticas se caracterizan por la flexibilidad de ingreso, la intensificación del trabajo, el bajo uso de la tecnología y una baja regulación local (Portes y Haller, 2004).

Las unidades productivas y de servicios que involucran empleo informal se suelen clasificar como empresas de personas que trabajan por cuenta propia y aquellas con empleadores informales que, a su vez, pueden ser contratados por empresas formales para reducir sus costos. Lo anterior da lugar a diferentes tipos de relaciones ya que en el primer caso está en juego la supervivencia y en el otro, se dan procesos de explotación dependiente.

Se trata de una realidad sumamente heterogénea y vasta, que puede incluir la participación del mercado ilegal del crimen (contrabando, drogas y trata de personas) que alimenta la “miserabilidad” de franjas sociales poco estables y de paso en los territorios (Bangasser, 2000). Sin embargo, varios autores diferencian lo informal de lo ilegal, dado que lo informal, a diferencia de lo ilegal –que involucra sistemas preestablecidos de resarcimiento y fiscalización– no suele contar con formas de protección propias de las economías del crimen organizado (Portes y Haller, 2004).

La definición de esta realidad como economía informal o sector informal de la economía ha sido sumamente desacreditada por perspectivas económicas críticas, como la economía popular (Roig, 2017) o social-solidaria (Coraggio, 2011), dado que invisibiliza lo estructural del desempleo en esta fase de financierización del capital (Quijano, 1998), y no permite entender las nuevas realidades del mundo del trabajo ni las especificidades y expresiones socioeconómicas, culturales y políticas que puede haber en las prácticas populares. Aun si acordamos con estos planteamientos (Gracia y Horbath Corredor, 2014), aquí retomamos la información procedente de los censos y las encuestas para situar las expresiones que adquiere la incorporación de la población guatemalteca en los municipios mexicanos de la región transfronteriza cuando predominan las estructuras no formales en la creación de infraestructura y servicios, actividades y empleos en el mercado de trabajo (Azuma y Grossman, 2002; Cervantes Niño, Gutiérrez Garza y Palacios, 2008; Loayza y Sugawara, 2009; Portes y Haller, 2004), así como los efectos que esto tiene en las economías regionales, muchos de ellos asociados a la movilidad de la fuerza de trabajo.

La absorción de mano de obra migrante desde Guatemala a los municipios de la frontera sur de México acompaña un proceso similar al de la migración rural-urbana dentro del país que, junto al lento crecimiento del sector industrial (Tokman, 1995), fue descrito por la teoría dualista de la economía. El flujo migratorio de llegada y el asentamiento de la población migrante en las localidades mexicanas de la RTMG, no se acompaña con capital que estimule masivamente la instalación de empresas formales. Al contrario, se multiplica la conformación de unidades productivas de pequeño tamaño, cuya especialidad se basa en las carencias de la frontera en lo que se conoce como “especialización flexible” (González, 2005; OIT, 2005): supresión de la normatividad proteccionista de la fuerza de trabajo para disminuir las prestaciones sociales y demás costos laborales, lo que aviva y reproduce los márgenes de pobreza y estimula la marginación (Horbath, 2004).

La incorporación a este tipo de establecimientos productivos no es homogénea en toda la RTMG debido a la segmentación laboral y espacial que existe en la línea fronteriza, así como por las disparidades entre las regiones del país que ubican a la franja sur como una zona polarizada en desarrollo respecto de otras zonas del país, como la región central, el bajío y la frontera norte. Esta disparidad es producto de una globalización que genera desigualdad regional (Huesca Reynoso, 2005; Ochoa León, 2004) y favorece a los canales de las franjas migratorias que apuntan y conectan los flujos de personas, bienes y recursos naturales hacia el paso del norte, del otro lado del río Bravo.

En la RTMG la estructura productiva no ofrece buenos nichos de vinculación para la fuerza de trabajo migrante. Así, la segmentación favorece la incorporación a mercados precarios, un poco mejor estructurados dentro de ámbitos urbanos de la región cercana a localidades del Pacífico mexicano como la ciudad de Tapachula, respecto de las localidades cercanas a la franja de la Península de Yucatán, como las de los municipios de Calakmul y Candelaria.

A partir de los datos suministrados por el Inegi en los censos, es posible acercarnos a la evolución que ha ido teniendo la estructura productiva no formal, considerando el comercio al por menor, la venta ambulante, el transporte de carga y de pasajeros por taxis y otros medios, los servicios de reparaciones, el trabajo doméstico, el sexual y otros, como servicios provistos por los hogares con baja o nula inversión de capital y beneficios inmediatos (Inegi, 2005). Estas mediciones, que han ido mejorando sus conceptos e instrumentos (Inegi, 2004; Negrete Prieto, 2011), retoman desde la perspectiva laboral, la inscripción de los trabajadores en los sistemas de seguridad social y, desde la perspectiva de las unidades productivas, identifican su registro en el sistema fiscal y hacendario. Cabe mencionar que, a partir de estas fuentes, no es posible captar un fenómeno muy documentado y sumamente extendido como la itinerancia laboral. Sin embargo, como nuestro interés no está enfocado en los flujos migratorios en sí, sino en la relación entre la población migrante y las estructuras productivas, remitimos a la reciente obra coordinada por Rivera Farfán (2020) donde se efectúa una exhaustiva y actualizada referencia a los estudios sobre el tema.

ZONA DE ESTUDIO Y METODOLOGÍA

Delimitación de la RTMG y los municipios mexicanos transfronterizos

La frontera sur se constituye a partir de una territorialidad amplia y difusa (Ángeles Cruz, 2010). De acuerdo con la Comisión de Asuntos Fronterizos Sur, esta frontera tiene una extensión territorial de 1 149 kilómetros, de los cuales 956 corresponden a la línea fronteriza compartida con Guatemala y 193 km con Belice. La zona que nos ocupa es la frontera con Guatemala, con los departamentos de San Marcos, Huehuetenango, Quiché y El Petén, colindantes con los estados mexicanos de Chiapas, Tabasco y Campeche. La demarcación de esta línea fronteriza data de los años 1823-1824, tras la separación de Centroamérica y la incorporación de Chiapas a la federación mexicana (Castillo, Toussaint y Vázquez, 2006). Esta incorporación se legitima con el Tratado sobre Límites entre México y Guatemala celebrado el 27 de septiembre de 1882 (SRE, 1930), en el que se convienen los límites para ambos territorios.

Históricamente, las fronteras buscan reforzar la soberanía de un país y constituirse como un espacio formal de reconocimiento a partir de la demarcación y delimitación fronteriza. En el contexto mexicano, la delimitación de la frontera sur coincide con un modelo de Estado-Nación de corte “moderno” que, entre otras cosas, incluye la ley de colonización (De Vos, 2005), gracias a la cual grandes extensiones de tierra pasaron a manos de compañías deslindadoras cuya misión era capitalizar regiones “atrasadas”. Ello dio lugar a migraciones masivas y a la intensificación de las interacciones y contactos transfronterizos que fueron adquiriendo distintas connotaciones de acuerdo con los acontecimientos políticos. El éxodo guatemalteco de 1980 que se dio a raíz de la gravísima situación política del país, fue llevando al Estado mexicano a concebir la idea de “seguridad nacional” y a “reforzar los mecanismos de vigilancia en la zona, pero sin lograr un control real de ésta” (Kauffer, 2005, p. 10), lo cual adquirió diferentes rasgos a partir de los acuerdos de cooperación derivados de la Alianza para la Frontera México-Estados Unidos en el año 2002 (Emmerich, 2003). Así, la lógica moderna/global que construye y dinamiza el espacio transfronterizo, se observa en dinámicas tales como la integración de proyectos neoliberales como el Plan Puebla Panamá (Torres Torres y Gazca Zamora, 2004), las redes de narcotráfico o la resistencia indígena (Barraza y Gracia, 2020).

En el mapa 1 se muestran los límites geográficos que se establecen en la línea divisoria internacional que por momentos es recta y en otros sigue la geografía de los ríos Suchiate y Usumacinta o de la Sierra Madre y la Septentrional de Chiapas, así como la división política de ambos territorios, con los estados del lado mexicano y los departamentos del lado guatemalteco; en conjunto éstos conforman la zona fronteriza compuesta por 45 municipios, 22 del lado mexicano y 23 del guatemalteco.

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia de la República (Segeplan, 2006) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 2015).

Mapa 1. Municipios fronterizos de México y Guatemala  

Del lado de México hay tres estados fronterizos: Chiapas, Tabasco y Campeche, con un total de 152 municipios, de los cuales 22 forman parte de la línea fronteriza limítrofe con Guatemala. El desarrollo histórico de los 18 municipios que corresponden al estado de Chiapas, se encuentra sumamente ligado con el de Guatemala por sus características culturales y por la dinámica de movilidad de larga data, muy rica en diversidad étnica y cultural (Castillo y Toussaint, 2015).

Los estados de Campeche y Tabasco albergan a dos municipios en cada entidad federativa, los cuales están enmarcados más por una frontera político-administrativa impuesta por los gobiernos que por una frontera natural. En el estado de Chiapas, con un terreno geográficamente accidentado, los municipios colindantes de Motozintla, Mazapa de Madero, Tuxtla Chico, Cacahoatán y Unión Juárez forman parte de la prolongación de la Sierra Madre de Chiapas. Los últimos tres municipios, aunados a los de Suchiate, Frontera Hidalgo y Metapa, están a su vez separados de Guatemala por el Río Suchiate. Por su parte, los municipios de Palenque, Ocosingo y Benemérito de las Américas están separados de Guatemala por los ríos Usumacinta y Negro. El resto de los municipios fronterizos está dividido con hitos que simulan una línea recta artificial. El estado de Campeche se encuentra separado de Guatemala por una línea artificial en la cual predomina la selva de El Petén. Los municipios de Candelaria y Calakmul son poblaciones de muy difícil acceso, escasa población y limitadas vías de comunicación. En Tabasco, de acuerdo con información recabada en la Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México (Emif Sur) (El Colegio de la Frontera Norte et al., 2010), existe un punto fronterizo oficial que pasa por el municipio de Tenosique, donde la densidad poblacional es baja y existen escasas vías de comunicación.

La dinámica poblacional de la Región Transfronteriza México-Guatemala es alta y diversa. La información de la Emif Sur 2019 reporta que el flujo migratorio de retorno (de legales y deportados) alcanzó 296 000 cruces desde Estados Unidos hasta Guatemala, pasando por México, de los cuales 83 000 eran guatemaltecos procedentes de Quetzaltenango (10.7 %) y, fundamentalmente, de Huehuetenango (52.8 %) y San Marcos (30.3 %) (El Colegio de la Frontera Norte et al., 2020). En estos dos últimos departamentos las oleadas migratorias están muy relacionadas con la producción del café debido a la grave situación que entre 2013 y 2016 orilló a los cortadores a buscar empleo en otras áreas y lugares (Dary y Gracia, 2020).

Metodología y fuentes de datos

Delimitamos el análisis exclusivamente para la zona mexicana correspondiente a los 22 municipios de la RTMG y utilizamos los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015, ambas bases de datos elaboradas por el Inegi (2010, 2015). Para ello, en ambas bases de datos se realizó la selección de la población que refirió haber nacido en Guatemala. Posteriormente se seleccionaron los municipios fronterizos (ver cuadro 1) en ambas bases de datos y, con ese filtro, se elaboraron procesamientos especiales para diseñar cuadros personalizados que mostraran a la población total distribuida por la variable sexo, diferenciando si era o no población guatemalteca.

Cuadro 1. Población guatemalteca por sexo en los municipios mexicanos de la región transfronteriza México-Guatemala 

Estados y municipios fronterizos Nacidos en Guatemala
Población total Hombre Mujer Total Resto
2010 2015 2010 2015 2010 2015 2010 2015 2010 2015
Suchiate 35 609 38 797 1 565 1 469 1 968 1 545 3 533 3 014 32 076 35 783
Frontera Hidalgo 12 272 14 416 153 237 167 239 320 476 11 952 13 940
Metapa 4 918 5 743 38 100 58 96 96 196 4 822 5 547
Tuxtla Chico 38 650 41 823 209 365 334 470 543 835 38 107 40 988
Unión Juárez 14 101 15 350 115 107 66 90 181 197 13 920 15 153
Cacahoatán 44 378 45 594 242 440 276 466 518 906 43 860 44 688
Chiapas Tapachula 319 567 348 156 3 011 3 618 4 348 4 871 7 359 8 489 312 208 339 667
Motozintla 69 728 72 967 107 170 159 209 266 379 69 462 72 588
Mazapa de Madero 7 967 7 769 38 31 34 57 72 88 7 895 7 681
Amatenango de la
Frontera
30 207 30 732 112 171 142 273 254 444 29 953 30 288
Frontera Comalapa 67 712 73 436 695 844 865 980 1 560 1 824 66 152 71 612
La Trinitaria 73 161 76 917 663 1 019 773 1 190 1 436 2 209 71 725 74 708
Las Margaritas 111 323 122 821 0 234 0 232 0 466 111 323 122 355
Maravilla Tenejapa 9 716 12 945 163 112 173 97 336 209 9 380 12 736
Marqués de Comillas 10 639 11 444 87 65 115 63 202 128 10 437 11 316
Benemérito de las
Américas
15 714 20 193 180 282 136 373 316 655 15 398 19 538
Ocosingo 197 073 218 893 74 56 112 60 186 116 196 887 218 777
Palenque 111 270 119 826 18 75 54 86 72 161 111 198 119 665
Tabasco Tenosique 59 259 59 814 38 35 72 44 110 79 59 149 59 735
Balancán 56 323 60 516 0 46 17 39 17 85 56 306 60 431
Campeche Calakmul 26 205 28 424 5 3 0 3 5 6 26 200 28 418
Candelaria 40 323 43 879 8 97 0 106 8 203 40 315 43 676
Total 1 356 115 1 470 455 7 521 9 576 9 869 11 589 17 390 21 165 1 338 725 1 449 290

Fuente: Cálculos propios con base en procesamientos especiales de los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015).

Nota: Datos presentados en orden desde el Pacífico hacia el Caribe mexicano.

Con la información para ambos años se calcularon las tasas de crecimiento poblacional entre el período 2010 y 2015, así como también las tasas de participación de la población guatemalteca en el total de la población en cada municipio para cada año. De esa selección se realizó un nuevo filtro a partir de la población en edad laboral, así como de la población económicamente activa (PEA), y más específicamente, de la población que reportó estar trabajando. Posteriormente, se efectuó el procesamiento especial de la posición ocupacional, siempre contrastando a la población guatemalteca con la del resto de la RTMG.

Para indagar sobre las prestaciones laborales con que contaba la población guatemalteca en los 22 municipios mexicanos se utilizaron distintas preguntas del censo y de la encuesta, homologando las prestaciones para aguinaldo, vacaciones con goce de sueldo, servicio médico, reparto de utilidades y SAR o Afore (ahorro para el retiro).

Por último, se revisaron las actividades productivas de los lugares y establecimientos a los que se integraban los guatemaltecos y se generaron nuevas variables para homologar las bases del Censo de Población y Vivienda 2010 (Inegi, 2010) y de la Encuesta Intercensal 2015. El procesamiento de los datos se realizó con el software estadístico SPSS versión 20 y los resultados de salida se editaron en hojas de cálculo de Excel.

LA ESTRUCTURA NO FORMAL EN LAS CARACTERÍSTICAS DE OCUPACIÓN EN LA RTMG

Para el año 2010 el censo de población arrojó un total de 1 356 115 personas localizadas en los 22 municipios mexicanos de la RTMG; cinco años después, la Encuesta Intercensal 2015 arrojaba una cifra de 1 470 455 personas, mostrando un incremento de 8.43 por ciento de la población con un ritmo de crecimiento de 1.62 por ciento anual. Existe una diversidad de tamaños poblacionales a lo largo del conglomerado de municipios mexicanos de la RTMG y también diversas dinámicas poblacionales. Del Pacífico hacia el Caribe, los municipios que sobresalen por su extensión territorial son Tapachula, con cerca de 350 000 habitantes, seguido de Las Margaritas, Ocosingo y Palenque, que cuentan con más de 100 000 y casi 200 000 habitantes, todos ellos pertenecientes al estado de Chiapas.

Sin embargo, en términos de dinámica demográfica, los municipios de Frontera Hidalgo y Metapa muestran crecimientos poblacionales de más de 17 por ciento entre 2010 y 2015, con ritmos de más de 3 por ciento anual; pero son los municipios de Maravilla Tenejapa y Benemérito de las Américas los que alcanzan los más altos crecimientos poblacionales –33 y 28 por ciento en cinco años, con un ritmo de más de 5 por ciento anual–. El municipio de Mazapa de Madero, uno de los municipios más pequeños de la RTMG, es el que registra decrecimientos demográficos de casi -2.5 por ciento en los cinco años, a un ritmo de -0.5 por ciento anual.

En los municipios de mayor dinámica poblacional (Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Tapachula, Maravilla Tenejapa y Benemérito de las Américas), se presenta más tránsito fronterizo y movilidad en ambos lados de la frontera, pero con mayor intensidad hacia México, tanto por el tránsito de guatemaltecos como de centroamericanos; aunque no así en Mazapa de Madero, cuya localización geográfica en la Sierra de Chiapas dificulta el acceso a la zona. En 2010 se contabilizó un total de 13 390 personas, mientras que en 2015, el número ascendió a 21 165, lo que representó un crecimiento de 21.7 por ciento a un ritmo de casi 4 por ciento anual.

Por su tamaño, Tapachula sigue siendo el municipio con mayor concentración de guatemaltecos en el lado mexicano de la RTMG, con una población de 8 489 personas en 2015, con un crecimiento de casi 15.3 por ciento en el período y un ritmo de 2.8 por ciento anual. Le siguen el municipio costero de Suchiate, con una población de 3 014 guatemaltecos en 2015 pero con un decrecimiento de -14.7 por ciento en los cinco años, a un ritmo de -3.2 por ciento anual (gráfica 1), mientras que en los municipios de Frontera Comalapa y La Trinitaria (1 824 y 2 209 guatemaltecos en 2015), se registraron en el período crecimientos de 17 y 54 por ciento, con ritmos de crecimiento anuales de 3.1 y 8.6 por ciento, respectivamente.

Fuente: Cálculos propios con base en procesamientos especiales de los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015)

Gráfica 1. Peso relativo de la población guatemalteca y tasa de crecimiento en los municipios mexicanos de la Región Transfronteriza México-GuatemalaNota: Datos presentados en orden desde el Pacífico hacia el Caribe mexicano.  

El aumento en la intensidad migratoria de guatemaltecos a La Trinitaria también se irradia al municipio de Las Margaritas, donde en 2010 no se habían reportado personas de origen guatemalteco, sin embargo, en 2015 se registraron 466 personas. Algo similar ocurre en Benemérito de las Américas y Palenque, Chiapas, en el municipio de Balancán, Tabasco y en el municipio de Candelaria, Campeche.

Desde el Pacífico hacia el Caribe mexicano se observa cómo la intensidad del peso relativo de la población nacida en Guatemala desciende en 2010 desde los municipios de Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Unión Juárez y Cacahoatán. Sin embargo, en 2015 en Suchiate las cifras se siguen reduciendo, mientras que en casi todos los municipios de ese conglomerado la proporción se eleva (ver gráfica 1). En Tapachula la proporción es mayor que en los anteriores municipios y sigue incrementándose por el fuerte flujo migratorio que

se registra en esa zona y en el siguiente municipio de Motozintla, con menor proporción de guatemaltecos, que se eleva en 2015, al igual que en los municipios de Mazapa de Madero, Amatenango de la Frontera, Frontera Comalapa, La Trinitaria y Las Margaritas. En estos últimos se dio la llegada de guatemaltecos desplazados por la violencia en su país y la proporción subió drásticamente, así como el ritmo de crecimiento en cinco años: en Cacahoatán y Amatenango de la Frontera cerca de 75 por ciento, en Motozintla 42 por ciento, en La Trinitaria cerca de 54 por ciento y en Las Margaritas aparece población guatemalteca que no había en 2010 (cuadro 2).

Cuadro 2. Proporción de la población guatemalteca y tasa de crecimiento 2010-2015 en los municipios mexicanos de la región transfronteriza México-Guatemala 

Estados y municipios fronterizos Población total nacida en Crecimiento 2010-2015 (%)
Guatemala (%) Nacidos en
2010 2015 Población total Guatemala
Suchiate 9.92 7.77 8.95 -14.69
Frontera Hidalgo 2.61 3.30 17.47 48.75
Metapa 1.95 3.41 16.78 104.17
Tuxtla Chico 1.40 2 8.21 53.78
Unión Juárez 1.28 1.28 8.86 8.84
Cacahoatán 1.17 1.99 2.74 74.9
Chiapas Tapachula 2.3 2.44 8.95 15.36
Motozintla 0.38 0.52 4.65 42.48
Mazapa de Madero 0.9 1.13 -2.49 22.22
Amatenango de la Frontera 0.84 1.44 1.74 74.8
Frontera Comalapa 2.3 2.48 8.45 16.92
La Trinitaria 1.96 2.87 5.13 53.83
Las Margaritas 0.38 10.33
Maravilla Tenejapa 3.46 1.61 33.23 -37.8
Marqués de Comillas 1.9 1.12 7.57 -36.63
Benemérito de las Américas 2.01 3.24 28.5 107.28
Ocosingo 0.09 0.05 11.07 -37.63
Palenque 0.06 0.13 7.69 123.61
Tabasco Tenosique 0.19 0.13 0.94 -28.18
Balancán 0.03 0.14 7.44 400
Campeche Calakmul 0.02 0.02 8.47 20
Candelaria 0.02 0.46 8.82 2 437.5
Total 1.28 1.44 8.43 21.71

Fuente: Cálculos propios con base en procesamientos especiales de los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015).

Nota: Datos presentados en orden desde el Pacífico hacia el Caribe mexicano.

En los municipios de Maravilla Tenejapa y Marqués de las Comillas, pese a que las proporciones fueron elevadas en 2010, cinco años después se presentó un decrecimiento en la población guatemalteca con tasas negativas de alrededor de 37 por ciento; algo similar ocurre en Ocosingo. En los dos últimos municipios chiapanecos de Benemérito de las Américas y Palenque las proporciones de población guatemalteca son altas, principalmente para el primero, y se elevan con crecimientos de más de 100 por ciento en el período.

Ya en territorio tabasqueño, se aprecia que el peso que tenía la migración de guatemaltecos que llegaba a Tenosique por el paso de El Ceibo de 2010 a 2015 ha venido perdiendo dinamismo, al punto que en ese municipio se registra un decrecimiento de -28.2 por ciento de población nacida en Guatemala, mientras que el municipio colindante de Balancán registra un aumento en la proporción debido a un incremento de 400 por ciento de la población guatemalteca durante el período, mostrando una relocalización de la dinámica migratoria que se va moviendo hacia el norte de la RTMG.

Este fenómeno se confirma también en los municipios campechanos de Calakmul y Candelaria; el primero, con registros muy bajos de población, muestra ser una zona de paso hacia la localización de guatemaltecos, mientras que en el segundo municipio las proporciones se elevan y se aprecia un crecimiento poblacional de nacidos en Guatemala de más de 2 000 por ciento, al pasar de 8 a 203 personas (cuadros 1 y 2).

La posición ocupacional de guatemaltecos en la RTMG

En un listado de 466 categorías de ocupación para el Censo de Población y Vivienda 2010 de México3 hay al menos cinco categorías de actividades informales que representan a 4.7 por ciento de la ocupación total y a dichas actividades se vincula 23.65 por ciento de la fuerza de trabajo guatemalteca. En 2010 sobresale la categoría “trabajadores domésticos”, ocupación que atrae a 13 por ciento de los trabajadores guatemaltecos, siendo una actividad realizada entre 97 y 99 por ciento por mujeres tanto guatemaltecas como mexicanas y centroamericanas. Le siguen las categorías de vendedores ambulantes de artículos diversos y de alimentos, que en suma representan a 6.14 por ciento de los guatemaltecos ocupados. Mientras que los conductores de vehículos de transporte en bicicleta, los taqueros y preparadores de comida rápida representan a 2.51 por ciento de la ocupación de los nacidos en Guatemala (cuadro 3).

Cuadro 3. Principales ocupaciones de guatemaltecos en municipios de la región transfronteriza México-Guatemala 

2010 Total Nacidos en
Guatemala
(%) 2015 Total Nacidos en Guatemala (%)
Total 466 categorías de ocupación 444 662 9 031 2.03 Total 163 categorías de ocupación 1 470 455 21 165 1.44
Trabajadores en el cultivo de maíz y/o frijol 132 791 1 283 0.97 Trabajadores en actividades agrícolas 147 698 3 088 2.09
Trabajadores domésticos 8 666 1 174 1.55 Trabajadores domésticos 10 832 1 197 11.05
Trabajadores en el cultivo de café, cacao y tabaco 10 857 502 4.62 Trabajadores en la preparación y servicio de
alimentos y bebidas en establecimientos
16 246 747 4.60
Trabajadores de apoyo en actividades agrícolas 19 259 457 2.37 Vendedores ambulantes de alimentos 8 592 685 7.97
Albañiles, mamposteros y afines 14 046 445 3.17 Albañiles y otros trabajadores en la edificación de
construcciones
15 115 477 3.16
Empleados de ventas, despachadores y dependientes
en comercios
14 764 341 2.31 Empleados de ventas y vendedores por teléfono 21 210 441 2.08
Trabajadores en el cultivo de frutales 4 066 322 7.92 Trabajadores de apoyo en actividades agropecuarias 13 722 392 2.86
Trabajadores en el cultivo de flores 7 945 305 3.84 Trabajadores de apoyo en la construcción y la
plomería
9 892 341 3.45
Vendedores ambulantes de artículos diversos
(excluyendo los de venta de alimentos)
4 689 283 6.04 Comerciantes en establecimientos 17 549 295 1.68
Otros trabajadores en actividades agrícolas no
clasificados anteriormente
11704 272 2.32 Vendedores ambulantes (excluyendo los de venta de
alimentos)
5 214 175 3.36
Preparadores y vendedores ambulantes de alimentos 4 093 272 6.65 Cargadores 2 459 161 6.55
Comerciantes en establecimientos 19 830 242 1.22 Trabajadores en la elaboración y procesamiento de
alimentos, bebidas y productos de tabaco
5 324 154 2.89
Meseros 1 949 230 11.80 Trabajadores en actividades ganaderas y en la cría de
animales
6 968 149 2.14
Trabajadores en actividades de beneficio de
productos agrícolas
2 480 212 8.55 Trabajadores de apoyo en la industria 3 833 149 3.89
Conductores de vehículos de transporte en bicicleta 1 755 212 12.08 Conductores de transporte terrestre con motor 18 933 142 0.75
Taqueros y preparadores de comida rápida 1 678 195 11.62 Conductores de transporte en bicicleta y animal 1 655 115 6.95
Cocineros 3 610 174 4.82 Lavadores y cuidadores de vehículos 887 114 12.85
Trabajadores de apoyo en la construcción 7 417 127 1.71 Lavanderos y planchadores 2 255 113 5.01

Fuente: Cálculos propios con base en el procesamiento especial de los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015).

La segunda parte del cuadro 3, que corresponde a la información de la Encuesta Intercensal 2015 de México (Inegi, 2015), igualmente presenta las 18 categorías más importantes de la ocupación de un listado de 163 categorías definidas por dicha encuesta, las cuales concentran 20.97 por ciento de la ocupación de la RTMG en los 22 municipios mexicanos fronterizos y representan 42.21 por ciento de la ocupación de guatemaltecos. Hay al menos ocho de ellas que se pueden identificar como ocupaciones informales, llegando a ser 2.11 por ciento de la ocupación total y 11.7 por ciento de la ocupación guatemalteca.

La principal categoría de ocupación informal en 2015 vuelve a ser la de trabajadores domésticos, con una representación de 11.05 por ciento de guatemaltecos respecto del total en esa categoría; predomina la participación femenina (más de 97 %) no solamente de guatemaltecas sino también de mexicanas y centroamericanas. Le siguen dos categorías: vendedores ambulantes de alimentos y otros con participación de la ocupación guatemalteca de 7.97 y 3.36 por ciento, respectivamente, así como también la de cargadores con una proporción de 6.55 por ciento. Las 18 categorías de 2015 (cuadro 3) cierran con tres categorías informales de ocupación: conductores de transporte en bicicleta y animal, lavadores y cuidadores de vehículos, y lavanderos y planchadores, con proporciones de empleo guatemalteco de 6.95, 12.85 y 5.01 por ciento, respectivamente.

Hay una persistencia de ocupaciones informales de la población guatemalteca en la RTMG; en cuestión de cinco años ya había más categorías informales entre las principales ocupaciones de la región, llevando a una diversificación de la informalidad en la que la fuerza de trabajo guatemalteca encontró espacios para vincularse.

El cuadro 4 muestra que en la RTMG 174 561 trabajadores lo eran por cuenta propia en 2010, el equivalente a 40.2 por ciento del total, y solamente 2 287 personas que representaban 1.3 por ciento eran guatemaltecos, mientras que de los 134 586 empleados u obreros (31 % del total), 3 633 personas, el equivalente a 2.7 por ciento, eran guatemaltecos. Cinco años después, esta relación se había invertido, pues la posición ocupacional predominante fue la de empleado u obrero, al registrar 176 216 personas que representaban 39.7 por ciento del total de trabajadores, de las cuales 3 905 personas, el equivalente a 2.2 por ciento, eran guatemaltecas, mientras que 116 007 trabajadores estaban como cuenta propia, representando 26.1 por ciento del total, de los cuales 2 456 personas, equivalentes a 2.1 por ciento, eran guatemaltecas. Este cambio de una estructura de mercado laboral sustentada en el trabajo por cuenta propia a otra basada en la posición de empleado u obrero no impactó de igual manera entre la fuerza de trabajo guatemalteca, pues desde 2010 la posición ocupacional imperante ya era la de empleado u obrero. Sin embargo, destaca que en cinco años su peso relativo se redujo en 3.2 puntos porcentuales al pasar de 41.4 a 38.2 por ciento.

Cuadro 4. Posición ocupacional de guatemaltecos y del resto de trabajadores en la Región Transfronteriza México-Guatemala, 2010 y 2015 

Posición ocupacional y año Guatemalteco Resto Total
Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total Hombre Mujer Total
Total 2010 5 807 2 958 8 765 317 646 107 018 424 664 323 453 109 976 433 429
2015 7 192 3 034 10 226 328 835 103 929 432 764 336 027 106 963 442 990
¿Empleado(a) u
obrero(a)?
2010 1 754 1 879 3 633 82 103 48 850 130 953 83 857 50 729 134 586
2015 2 163 1 742 3 905 110 462 61 849 172 311 112 625 63 591 176 216
¿Jornalero(a) o
peón(a)?
2010 2 014 243 2 257 46 141 2 562 48 703 48 155 2 805 50 960
2015 1 964 204 2 168 42 842 1 271 44 113 44 806 1 475 46 281
¿Ayudante con
pago?
2010 236 141 377 11 440 3 517 14 957 11 676 3 658 15 334
2015 552 336 888 13 217 4 892 18 109 13 769 5 228 18 997
¿Patrón(a) o
empleador(a)?
2010 16 10 26 5 413 1 558 6 971 5 429 1568 6 997
2015 112 80 192 7 118 3 129 10 247 7 230 3 209 10 439
¿Trabajador(a) por
cuenta propia?
2010 1 681 606 2 287 137 539 34 735 172 274 139 220 35 341 174 561
2015 1 862 594 2 456 85 756 27 795 113 551 87 618 28 389 116 007
¿Trabajador(a) sin
pago?
2010 106 79 185 35 010 15 796 50 806 35 116 15 875 50 991
2015 539 78 617 69 440 4 993 74 433 69 979 5 071 75 050

Fuente: Cálculos propios con base en el procesamiento especial de los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015).

Si bien el mismo cuadro 4 muestra que en 2010 había una concentración masculina en la posición ocupacional por cuenta propia, y femenina en la de empleados u obreros, para 2015 tanto el empleo masculino como el femenino se concentra en esta última posición en toda la población.

La gráfica 2 muestra la participación de la fuerza de trabajo guatemalteca según sexo y posición ocupacional en ambos años, confirmando que tanto hombres como mujeres se encuentran como empleados y obreros principalmente, aunque predomina la fuerza de trabajo masculina como jornaleros o peones, así como trabajadores por cuenta propia se mantiene por encima de la participación de las mujeres.

Fuente: Cálculos propios con base en el procesamiento especial de los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015).

Gráfica 2. Guatemaltecos ocupados en la RTMG, según posición ocupacional y sexo, 2010 y 2015 

Prestaciones sociales de los guatemaltecos en los municipios fronterizos con Guatemala

La alta participación en actividades de poca productividad se acompaña de una baja recepción de prestaciones sociales. En el cuadro 5 se refleja que son pocos los casos de guatemaltecos que registran tener todas las prestaciones de ley. Su diversidad es marcadamente importante entre los municipios mexicanos de la RTMG: para 2010 se observa que la proporción de guatemaltecos que contaban con vacaciones con goce de sueldo era de 25.42 por ciento, mientras que en el resto (compuesto por mexicanos y demás extranjeros) dicha proporción era de 38.06 por ciento.

Cuadro 5. Prestaciones sociales de trabajadores guatemaltecos y del resto en la región transfronteriza México-Guatemala, 2010 y 2015 

Prestaciones 2010 2015
Guatemalteco Resto Total Guatemalteco Resto Total
Aguinaldo 1 559 73 110 74 669 1 443 97 297 98 740
Vacaciones con goce de sueldo 681 57939 58 620 589 75 232 75 821
Servicio médico 567 64 480 65 047 567 79 005 79 572
Reparto de utilidades 102 40 266 40 368 137 35934 36 071
SAR o Afore (ahorro para el retiro) 100 41 207 41 307 175 55 022 55 197
Sin ninguna prestación social 6 022 152409 158 431 6 786 206975 213 761
Total 8765 424 664 433 429 10 226 432 764 442 990

Fuente: Cálculos propios con base en el procesamiento especial de los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015).

En otros rubros de prestaciones, como recibir aguinaldo y servicios médicos, las proporciones eran menores, llegando a 9.33 y 11.12 por ciento de los guatemaltecos, respectivamente, en tanto que el resto de la fuerza de trabajo de la RTMG que contaba con estas dos prestaciones era de 33.91 y 30.50 por ciento, respectivamente. Podría pensarse que tal fenómeno es exclusivo de la población guatemalteca, pero en el cuadro 5 podemos comparar los guarismos de población guatemalteca y del resto (mexicanos y otros extranjeros) que recibían y no recibían prestaciones sociales.

Para 2010 se registró que 6 022 guatemaltecos no recibían ningún tipo de prestaciones sociales, lo cual representaba 68.71 por ciento de la fuerza de trabajo guatemalteca en los municipios mexicanos de la RTMG. Esta proporción aumentaría cinco años después afectando a 6 786 guatemaltecos, al incrementar 12.68 por ciento respecto de 2010 y representando 66.36 por ciento de los guatemaltecos ocupados.

Pese a que el aumento se concentró en términos nominales más que en valores relativos, el fenómeno de reducción y pérdida de prestaciones sociales de la fuerza de trabajo en la RTMG parece haberse intensificado y generalizado mucho más entre la población no guatemalteca (mexicanos y demás extranjeros). En 2010 esta población ocupada que no contaba con ninguna prestación era de 152 409 personas, que representaba al 35.89 por ciento del total de ocupados no guatemaltecos. En 2015 dicha población sin prestaciones pasaría a ser 206 975 personas, es decir, hubo un incremento de 35.8 por ciento respecto de 2010, cuya proporción representaba 47.83 por ciento de la población ocupada no guatemalteca en los municipios mexicanos de la RTMG.

Actividades productivas de los establecimientos donde trabajan los guatemaltecos en la RTMG.

El Censo de Población y Vivienda 2010 y la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015) muestran que la principal actividad de las unidades productivas a las que se vinculó la fuerza de trabajo guatemalteca fue la agricultura. En este sector se estimó una participación de 3 594 personas nacidas en Guatemala del total de 197 906 personas en ese rubro, representando el 1.82 por ciento de esa fuerza de trabajo en dicha actividad y concentrando al 39.8 por ciento de la ocupación guatemalteca (cuadro 6). En 2015 la agricultura seguiría siendo la principal actividad en la que se concentraría la población guatemalteca y en general la fuerza de trabajo en la RTMG. Aunque el total de dicha ocupación disminuiría a 162 348 personas, la fuerza de trabajo guatemalteca aumentaría en este rubro a 3 706 personas, lo que elevaría su participación en un 2.28 por ciento, pero la reduciría respecto del total de guatemaltecos a 35.52 por ciento. Algunas actividades productivas que pueden ser catalogadas como informales ocupan los primeros lugares del listado, como el segundo registro que en ambos años fue el de hogares con empleados domésticos, donde los guatemaltecos tenían una participación de 11.2 por ciento en 2010, que se reduciría a 8.87 por ciento en 2015 (cuadro 6).

Cuadro 6. Principales actividades de guatemaltecos en municipios de la región transfronteriza México-Guatemala 

2010 Total Nacidos en
Guatemala
(%) 2015 Total Nacidos en
Guatemala
(%)
Total 444 662 9 031 2.03 Total 449 748 10 434 2.32
Agricultura 197 906 3 594 1.82 Agricultura 162 348 3 706 2.28
Hogares con empleados domésticos 11 837 1 326 11.20 Hogares con empleados domésticos 14 339 1 272 8.87
Servicios de preparación de alimentos y bebidas 15 174 761 5.02 Servicios de preparación de alimentos y bebidas 18 798 910 4.84
Comercio al por menor abarrotes, alimentos,
bebidas, hielo y tabaco
20386 354 1.74 Edificación residencial 13 777 456 3.31
Cría y explotación de animales 10 879 326 3.00 Comercio ambulante de abarrotes, bebidas, hielo y tabaco 4 143 408 9.85
Edificación residencial 13 307 304 2.28 Comercio al por menor abarrotes, alimentos, bebidas,
hielo y tabaco
20 803 362 1.74
Comercio al por menor de textiles, bisutería,
accesorios de vestir y calzado
6 917 267 3.86 Preparación de alimentos y bebidas en unidades
ambulantes
4 260 303 7.11
Transporte terrestre de pasajeros, excepto por
ferrocarril
12 702 232 1.83 Industria alimentaria 7 657 262 3.42
Comercio ambulante de abarrotes, bebidas, hielo y
tabaco
1 744 163 9.35 Servicios de reparación de automóviles y camiones 6 671 260 3.90
Servicios de preparación de alimentos y bebidas por
trabajadores en unidades ambulantes
2 215 159 7.18 Trabajos de albañilería de instalaciones hidrosanitarias y
eléctricas
8 703 238 2.73
Servicios de reparación de automóviles y camiones 6 121 150 2.45 Cría y explotación de animales 9 491 202 2.13
Trabajos de albañilería de instalaciones
hidrosanitarias y eléctricas
7 038 127 1.80 Transporte terrestre de pasajeros, excepto por ferrocarril 14 686 202 1.38
Industria alimentaria 7 914 75 0.95 Comercio al por mayor de artículos de abarrotes, alimentos,
bebidas, hielo y tabaco
4 897 195 3.98
Descripciones insuficientemente especificadas del
subsector de actividad del sector 23, construcción
2 142 73 3.41 Comercio al por menor de textiles, bisutería, accesorios
de vestir y calzado
5 786 193 3.34
Comercio al por mayor de abarrotes, alimentos,
bebidas, hielo y tabaco
2 725 64 2.35 Servicios personales 3 289 134 4.07
Construcción de obras de ingeniería civil 2 491 62 2.49 Fabricación de muebles, colchones y persianas 3 092 95 3.07
Servicios de limpieza, instalación y mantenimiento de
áreas verdes
2 167 61 2.81 Comercio al por mayor de materias primas agropecuarias,
forestales, para la industria y materiales de desecho
3 766 93 2.47

Fuente: Cálculos propios con base en el procesamiento especial de los microdatos del Censo de Población y Vivienda 2010 y de la Encuesta Intercensal 2015 (Inegi, 2010, 2015).

La actividad de servicio doméstico pasó de concentrar 14.68 por ciento de la fuerza de trabajo guatemalteca en 2010 a representar 12.19 por ciento en 2015. Otras actividades productivas también informales de las unidades de producción en las que hay una importante participación de guatemaltecos son los servicios de preparación de alimentos y bebidas y el comercio al por menor de abarrotes, alimentos, bebidas, hielo y tabaco, las cuales aumentaron su participación al pasar de 8.43 y 3.92 por ciento de la ocupación guatemalteca en 2010 a 8.72 y 3.47 por ciento en 2015, respectivamente. De la misma forma existe una alta participación en las actividades de comercio ambulante, tales como la venta de abarrotes, alimentos, bebidas, hielo y tabaco con participación de la fuerza de trabajo guatemalteca de más de 9 por ciento en ambos años, así como el ambulantaje de artículos de ferretería y tlapalería, además de productos textiles, bisutería, accesorios de vestir y calzado como nuevas expresiones y nuevos nichos de informalidad de los guatemaltecos con participaciones casi de 64 por ciento en 2015 para el primero rubro (ver cuadro 6).

También sobresalen las actividades de comercio al por menor, principalmente de productos textiles, bisutería, accesorios de vestir y calzado, artículos de papelería, para el esparcimiento y otros artículos de uso personal. De las actividades de ambulantaje surge una etapa de establecimiento con la venta de servicios de internet, catálogos impresos, televisión por cable y similares, donde ya el trabajador no recorre las calles sino que se ubica en una parte de la vía pública. Sin embargo, este tipo de ocupación es de carácter temporal, a diferencia de los establecimientos de comercio al por menor como las tiendas y los restaurantes de comida rápida.

A estas actividades también se suman los guatemaltecos que trabajan en talleres de servicios de reparación y mantenimiento de automóviles y camiones, en trabajos de albañilería de instalaciones hidrosanitarias y eléctricas, de trabajos en exteriores y en actividades de construcción y edificación residencial. De todas estas actividades, 25 concentran más de 98 por ciento de la fuerza de trabajo guatemalteca lo cual, descontando la agricultura, llega a representar 58.68 por ciento en 2010 y 62.65 por ciento en 2015, mostrando la relevancia de la actividad productiva informal como espacio de los guatemaltecos en la RTMG.

CONSIDERACIONES FINALES

Las estimaciones de población guatemalteca que se han incorporado a la RTMG entre 2010 y 2015 muestran la heterogeneidad de los asentamientos humanos en toda la franja fronteriza, con la diversidad de grados de desarrollo económico y social. Al ser una región muy diversa, se aprecia la alta proporción de localidades de gran tamaño que van desde ciudades intermedias de 100 000 a 300 000 habitantes, como Tapachula, Las Margaritas y Ocosingo en Chiapas, hasta localidades en municipios pequeños como Metapa, Mazapa de Madero, Maravilla de Tenejapa y Marqués de Comillas, también localizados en Chiapas, con menos de 10 000 habitantes. Dichas poblaciones tienen un gran dinamismo de movilidad poblacional, así como bienes y recursos naturales que dan cuenta de la vinculación del flujo migratorio guatemalteco en la RTMG.

La capacidad de atracción de tales asentamientos para la población guatemalteca que pasa y radica en esas localidades es alta y se vincula con los procesos sociales históricos de seguridad y violencia que viven en sus lugares de origen. Desde esos procesos se reconoce el incremento de la llegada de población guatemalteca a municipios como Frontera Hidalgo y Metapa, así como Las Margaritas, Maravilla Tenejapa y Benemérito de las Américas, cuyas proporciones rebasan los dos dígitos de crecimiento poblacional en cinco años.

La estructura de los asentamientos donde radica la población guatemalteca es altamente precaria, pues eligen, sobre todo, pequeñas ciudades y localidades con poca diversidad de actividades, primando siempre las del sector agropecuario, junto con actividades de la industria de la construcción. También se da una alta terciarización de la economía basada en el comercio y el sector servicios, cuya formalización es baja y nutre la estructura productiva no formal de tales lugares.

En ese escenario, la llegada de población guatemalteca a la RTMG habilita la ampliación de la informalidad que reproduce continuamente la alta explotación y la precariedad en los municipios que integran la zona en el lado mexicano. Esto se explica por las asimetrías estructurales que tienen los estados en cuestión, lo que genera que las condiciones en las que se insertan sean preferibles a las que pueden acceder en sus lugares de origen.

Trabajadoras y trabajadores domésticos, vendedoras y vendedores ambulantes, preparadores de comida rápida, conductores de transporte en bicicleta y animal, así como recolectores de basura y material reciclable son de las principales ocupaciones informales para esta fuerza de trabajo proveniente del vecino país. Pese a que en la zona existe una alta participación de trabajo por cuenta propia, los guatemaltecos llegan para ser empleados u obreros pero con bajísimas prestaciones de ley y malas remuneraciones, también trabajan como peones o jornaleros bajo condiciones laborales muy precarias, lo que los convierte en parte de la masa de población que puede ser explotada por parte de los empresarios locales, incluso por parte de los propios guatemaltecos con antigüedad de radicar en esos lugares.

Además de la baja remuneración, las condiciones laborales en cuanto a las prestaciones sociales de ley que recibe la fuerza de trabajo guatemalteca son muchísimo más bajas que para el resto de la población (mexicanos y demás extranjeros). Si entre mexicanos y otros extranjeros la ausencia de prestaciones involucra a una tercera parte de la fuerza de trabajo, entre los guatemaltecos esta proporción representa a más de dos terceras partes de trabajadores, sumado al hecho de que cuando existen prestaciones solo se les concede aguinaldo.

De acuerdo con estudios recientes, estas características no se cuestionan y no parecen generar conflictos visibles pues están muy naturalizadas tanto para los empleados como para los empleadores, así como para las instancias oficiales de ambos países (Rivera Farfán y Wilson González, 2020).

Esta precariedad laboral también se comprueba a partir de las actividades productivas de los establecimientos a los que se vinculan los guatemaltecos en la RTMG.4 Además de la actividad agropecuaria, se encontró que los hogares con empleados domésticos; los servicios de preparación de alimentos y bebidas; la edificación residencial; el comercio al por menor y el comercio ambulante de abarrotes, alimentos, bebidas y tabaco, son los establecimientos donde se emplea esta fuerza de trabajo.

La estructura informal en la RTMG que estimula el flujo de personas, bienes y recursos naturales se evidencia en el establecimiento de locales comerciales como restaurantes de comida rápida donde se venden bebidas alcohólicas. La vinculación de la población guatemalteca con tales lugares se corresponde con la precariedad a la que tienen que recurrir para la subsistencia, donde asumen trabajos de alta explotación y elevada exposición física que pone en riesgo su salud, frente a las bajas condiciones de oferta productiva en la franja que comparten ambos países.

Los resultados parecen evidenciar una extensión de la ley Kaldor-Verdoorn en cuanto al encadenamiento productivo precario y el tejido social de redes familiares y sociales en un contexto de alta pobreza y baja composición tecnológica. Se trata de una estructura productiva cuyas diferencias entre México y Guatemala recuerdan los asentamientos iniciales de la frontera norte antes de la llegada de la actividad maquiladora, con asimetrías y heterogeneidad productiva en el territorio, donde la precariedad mexicana se agolpaba en la frontera con Estados Unidos, vinculándose a la producción de uso intensivo de mano de obra poco calificada.

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3Las 18 principales categorías concentran a 61.08 por ciento de la ocupación municipal mexicana de la RTMG y reúnen a 78.04 por ciento de la ocupación de guatemaltecos (Inegi, 2010).

4El sector agropecuario es su nicho natural por excelencia y por vinculación histórica en sus lugares de origen.

Recibido: 24 de Agosto de 2021; Aprobado: 08 de Diciembre de 2021

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