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Frontera norte

On-line version ISSN 2594-0260Print version ISSN 0187-7372

Frontera norte vol.27 n.54 México Jul./Dec. 2015

 

Reseñas bibliográficas

 

La geografía y la economía en sus vínculos actuales: Una antología comentada del debate contemporáneo

 

Cuauhtémoc Calderón Villarreal

 

Marcos Valdivia López y Javier Delgadillo Macías, coords., México, D. F., Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias-Instituto de Investigaciones Económicas-Universidad Nacional Autónoma de México, 2013

 

El Colegio de la Frontera Norte calderon@colef.mx

 

I

Este libro constituye un excelente esfuerzo por resituar, a nivel nacional, el debate teórico sobre la relación entre la geografía y la ciencia económica y, sobre todo, para dimensionar los aportes y los límites de la llamada nueva geografía económica (NGE) desarrollada por Paul Krugman. De acuerdo con los coordinadores, el libro propone, en primer término, "discutir lo que podría considerarse como el estado del arte en las discusiones teóricas contemporáneas de la Geografía Económica" (p. 11) y, en segundo, reavivar el interés de la comunidad académica de geógrafos y economistas en "las discusiones teóricas" que traten de establecer los nexos y las fronteras del conocimiento científico entre "la geografía y la economía como campos de conocimiento de las ciencias sociales" (p. 11). El eje en torno al cual gira el debate del libro lo constituye la "llamada nueva geografía económica (NGE) que surgió a finales de los años ochenta y es abanderada por el economista Paul Krugman" (p. 11).

La obra está integrada en tres partes:

En la primera, llamada la nueva geografía económica, se presentan las bases teoréticas de esta nueva rama de la ciencia económica. En particular, cabe destacar el artículo que se retoma de Paul Krugman (1991), "Increasing Returns and Economic Geography", cuya importancia radica en reconocer a la geografía económica no como un campo de la geografía, sino como un área específica de la ciencia económica. Con ello, esta última rompe con la creencia que había prevalecido por muchas décadas, de que la geografía económica era una rama de la geografía cuyo interés residía en estudiar solamente la vida y las actividades económicas que se realizan en la superficie de la tierra. En dicho artículo, Paul Krugman (1991) define las bases teóricas para explicar la manera como la actividad económica se despliega en el ámbito geoeconómico. Por medio de un sencillo modelo económico, Krugman demuestra cómo –a consecuencia de los costos de transporte y la participación de las manufacturas en el ingreso nacional– se puede diferenciar, al interior de un país, al centro industrializado de la periferia agrícola.

En la segunda parte del libro se exponen las críticas hacia la NGE por parte de los geógrafos económicos, cuya objeción más importante es que ésta no es "geografía económica" sino "economía geográfica" que utiliza métodos formalizados, por lo que, para ellos, la geografía económica sigue siendo una rama de la geografía. Con ello, los geógrafos económicos también toman distancia de la pretensión formal deductiva de la llamada ciencia regional.

En la tercera parte se presentan un conjunto de textos que comprenden una serie de capítulos complementarios y comentarios de los estudios publicados, que fueron desarrollados por investigadores mexicanos.

 

II

¿Acaso la ciencia económica ha tendido a menospreciar el espacio? Muchos economistas contestan a esta pregunta de manera afirmativa y señalan que la ciencia económica ha hecho a un lado el concepto de espacio. Sin embargo, para responder a esta cuestión de manera más precisa, tendríamos que plantear otra pregunta más fundamental: ¿acaso la teoría ortodoxa moderna y su modelo de base no reconocen el espacio? En esta reseña se considera que sí lo hacen, ya que, en primer lugar, se habla de un espacio euclidiano como una representación abstracta del espacio real, cuestión que no es ajena a los geógrafos. Y, en segundo lugar, esta teoría concibe el espacio como lugar de localización de las actividades económicas. Toda mercancía, o todo bien, está definido espaciotemporalmente. De acuerdo con G. Debreu (1984:32), "una mercancía está caracterizada por sus propiedades físicas, fecha en que está disponible y el lugar en que estará disponible. El precio de una mercancía es el monto que se debe de pagar ahora para tener a su disposición una unidad de esta mercancía". Los precios de las mercancías también están definidos por el tiempo y el espacio. Todo precio (P) está determinado espacial y temporalmente, y varía simultáneamente en ambas dimensiones. Sin embargo, si mantenemos constante al espacio y tan sólo se hace variar el tiempo, tendríamos un tipo de precio llamado tasa de descuento o tasa de interés. Si por el contrario mantenemos constante el tiempo y hacemos variar el espacio, tendríamos un precio denominado tasa de cambio. De manera que en el modelo de equilibrio general, cuando se habla de un bien, se está refiriendo a un espacio económico que es inseparable de sus unidades de tiempo.

Así, el espacio económico está fundamentado microeconómicamente y conformado por las actividades que se realizan en los actos de la producción y el consumo de los bienes que se intercambian en el locus del mercado. De acuerdo con G. Debreu (1984), el intervalo de tiempo en el cual se desenvuelve la actividad económica tiene lugar en un número finito de intervalos elementales compactos de tamaños iguales, llamados fechas. Igualmente, el espacio en el que se desenvuelve la actividad económica está dividido en un número finito de regiones elementales compactas denominadas lugares. Así, cualquier mercancía está definida por sus características físicas, como son su fecha y lugar de disponibilidad. Si uno de estos tres factores cambia, tendríamos un tipo de mercancía diferente. Si modificamos la fecha, obtenemos un caso particular de la teoría general de las mercancías; es decir, tendríamos una teoría del ahorro, la inversión del capital y el interés. Si cambiamos el locus, encontramos una teoría de la localización, el trasporte y el comercio internacional. Así que, en la teoría del equilibrio general, el tiempo y el espacio están integrados, por lo que este último no le es ajeno.

Esta idea fundamental también la encontramos en la economía política clásica, y particularmente en la tradición marxista, según la cual, el espacio social y económico está constituido por relaciones sociales de producción y las mercancías y sus relaciones fetichistas, detrás de las cuales se encuentran, a su vez, las relaciones sociales entre los hombres (dinero, capital, trabajo, etcétera). Para Marx (1975), el espacio económico y social está mediado por el proceso de trabajo y su relación metabólica con la naturaleza, y tiene una dimensión histórico-natural, donde el espacio y el tiempo son inseparables.

 

III

En la teoría ortodoxa del comercio internacional –caso particular de la teoría general de las mercancías–, el espacio es una superficie neutra de localización de los agentes y las actividades económicas. En el siglo XIX, la escuela espacialista alemana (Von Thunen, Launhardt y Weber) redujo el espacio a una superficie homogénea de transporte. Y después de 20 años, a partir del trabajo seminal de Hotelling, el espacio devino en un parámetro estratégico del comportamiento de los agentes. En Kaldor se subraya el peso de los rendimientos crecientes y los procesos de causación acumulativa como la base de la explicación de la diversidad regional-sectorial. En la actualidad, con la mundialización de los sistemas productivos y de intercambio, con las externalidades espaciales y los procesos acumulativos de aglomeración, la variable espacial ha cobrado una importancia estratégica en la economía. Finalmente, la nueva geografía económica es el resultado de la síntesis de cuatro vertientes teóricas de origen diferente:

a) La economía industrial y el análisis de la competencia imperfecta, referida a la puesta en consideración del espacio como un factor que determina la imperfección del mercado y como una fuente de diferenciación (Starrett).

b) La teoría del comercio internacional asociada con la competencia imperfecta, desarrollada a partir de los trabajos de Krugman, Venables y Helpman.

c) Teoría del crecimiento endógeno, cuyas fuentes son las externalidades marshalianas, el capital humano, las infraestructuras públicas y el progreso técnico inducido (Englmann y Walz; Baldwin Martin y Octavio).

d) Una última corriente nace de un desarrollo de la nueva economía urbana de Hurriot y Thisse.

El nacimiento de la nueva geografía económica representó un avance importante para la economía ortodoxa, ya que le permitió integrar al espacio económico como una variable estratégica en la conducta de los agentes económicos. La NGE puede arrojar luz analítica sobre los comportamientos espaciales de los agentes económicos a escalas diferentes, tanto internacionales, nacionales, regionales, urbanas e interurbanas. Así, la nueva geografía económica se constituyó sólidamente en una rama de la economía ortodoxa.

 

REFERENCIAS

Debreu, Gérard, 1984, Théorie de la valeur, París, Dunod.         [ Links ]

Krugman, Paul, 1991, "Increasing Returns and Economic Geography", Journal of Political Economy, vol. 99, núm. 3, junio, pp. 483-499.         [ Links ]

Marx, Karl, 1975, El capital: Critica de la economía política, tomo I: "El proceso de producción de capital", trad.: Pedro Scaron (Das Kapital. Kritik der Politischen Ökonomie), México, D. F., Siglo XXI Editores.         [ Links ]

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