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Frontera norte

versión On-line ISSN 2594-0260versión impresa ISSN 0187-7372

Frontera norte vol.27 no.53 México ene./jun. 2015

 

Reseñas bibliográficas

 

"Lejos de tus pupilas". Familias transnacionales, cuidados y desigualdad social en Ecuador

 

Séverine Durin

 

Gioconda Herrera, Quito, Flacso Ecuador/ONU Mujeres, 2013

 

Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social Noreste durin@ciesas.edu.mx

 

Este libro analiza la organización transnacional de los cuidados en familias con miembros en España y Ecuador, y centra su interés en la atención de los hijos en este último país. Teniendo como tela de fondo profundas desigualdades globales y el desmantelamiento de los estados de bienestar, se analiza la acción de los Estados nacionales a través de sus políticas migratorias y sociales, las cuales legitiman ciertas formas de maternidad y modelos de familia, y dejan a sus ciudadanos la responsabilidad de resolver sus necesidades de cuidados y proveeduría. Migrar, en este contexto, no es una opción. Y contratar mujeres migrantes para en la atención de niños y ancianos en países como España se ha vuelto la respuesta por parte de un Estado que resuelve la cuestión de los cuidados por la vía migratoria. Así, mientras las mujeres ecuatorianas trabajan cuidando niños y ancianos en España –a veces acompañadas de algún miembro de su familia–, otros parientes, muchas veces mujeres, atienden a sus hijos en el lugar de origen.

Los Estados, como actores que definen políticas públicas, construyen un régimen de género y un régimen migratorio. En la segunda parte del libro se esboza un panorama completo acerca de los cuidados en Ecuador que engloba la actuación del Estado, el mercado y las familias. Se analiza el discurso del Estado sobre los cuidados, los responsables de prodigarlos, la familia y las migrantes cuyos hijos están en aquel país. Estas familias son presentadas como escindidas y son objeto de representaciones que las estigmatizan. La relación entre la madre y los hijos es presentada como central, dejando en la sombra a los demás miembros de la familia que también se hacen cargo de los cuidados.

A contracorriente de los discursos estigmatizadores sobre las familias migrantes que resaltan la separación de la familia, se evidencia el intenso trabajo realizado por los miembros de ésta para seguir funcionando como tal, con base en transferencias de dinero, una comunicación constante y las tareas de cuidados, de forma remunerada o no. La aportación principal de este libro es enseñarnos cómo funciona una familia transnacional y destacar los esfuerzos emprendidos por sus miembros para seguir siendo una familia pese a su dispersión geográfica. Mientras las investigaciones pioneras llevadas por Hondagneu-Sotelo (2007) y Parreñas (2001) dieron a conocer la vida de las madres migrantes que trabajan en Los Ángeles o Roma y sus estrategias para seguir ejerciendo su maternidad a distancia, Herrera va más allá al evidenciar el trabajo efectuado por familiares en Ecuador. Se entrevé la labor de las cuidadoras, muchas veces hijas mayores, pero también de las abuelas y los abuelos; alguna vez, de un marido o una tía, quienes se hacen cargo de los cuidados cotidianos de los niños. La situación de estas familias no es marginal, pues 36.8 por ciento de los ecuatorianos en España tienen hijos en su país de origen. A su vez, otras familias de Ecuador lograron reunificarse, mientras otras están conformadas por un solo miembro en España. De cualquier modo, en la escala transnacional se advierte una gran diversidad de configuraciones familiares.

En la última parte del libro se presentan cinco historias de familias transnacionales, todas oriundas de un mismo barrio periurbano de Quito, que evidencian que las mujeres siguen siendo las encargadas principales de los cuidados. En este sentido no se observa una ruptura en el orden de género. A manera de ejemplo, una madre y su hija mayor conforman una mancuerna muy solidaria y eficaz. Cuando la madre se fue, al ser alcanzada por su esposo tiempo después, la hija se hizo cargo de sus cinco hermanas, quienes siguieron estudiando gracias a sus cuidados y a las remesas enviadas por sus padres. La hija mayor apoya el proyecto de su madre y le concede un gran reconocimiento por su compromiso, el cual se materializa en llamadas regulares y el envío constante de remesas.

Estas historias también evidencian que los vínculos transnacionales son atravesados por desigualdades que invisibilizan el papel de las jóvenes cuidadoras en el lugar de origen, por la intersección entre edad y género. Éste es el caso de una familia transnacional cuyos padres se encuentran en España junto a dos de sus hijos, mientras los otros están a cargo de la hija mayor en el país de origen, quien tenía 15 años cuando migraron sus padres. Al residir al lado de la casa de sus abuelos, se asumió que éstos se harían responsables de cuidarlos; sin embargo, muy pronto la hija mayor tomó esta responsabilidad. Por su corta edad nunca se presenta como la cuidadora principal, incluso en la escuela adonde asiste a las reuniones de padres de familia. A su vez, vela por sus abuelos, envejecidos, quienes no son conscientes de ello y tienen una mayor consideración por las remesas de su hijo, debido a las jerarquías de género y generacionales.

Muchos de los arreglos combinan trabajo de cuidado remunerado y no pagado, como en el caso de una madre, quien migró a España y encargó la custodia de sus tres hijas a su pareja, a quien envió remesas hasta que se operó de la columna y colocó las niñas con una tía. Ésta las cuidó a cambio de una remuneración de parte de la madre. Las hermanas, al entrar en conflicto con la tía acerca de la puntualidad en el envío de las remesas, decidieron rentar un departamento. Entonces la mayor se hizo cargo de las menores, y las tres siguieron estudiando hasta que la mayor se embarazó y migró a España, dejando su bebé a cargo de una hermana menor. Para seguir estudiando, ésta contrató una empleada doméstica que atendió a la bebé en el día. De esta manera, observamos pagos a familiares y no familiares por los cuidados, así como la realización de éstos por parientes en forma no remunerada.

Las distintas historias evidencian la importancia de las remesas para financiar la educación y la salud, pues se busca que los hijos tengan movilidad social a través del estudio. El Estado queda al margen, pues los servicios públicos son vistos como ineficientes, y se busca que los hijos tengan acceso a educación y salud privadas. En un contexto en el que el Estado es ausente o ineficiente en muchos ámbitos de la vida social, y considerando el envejecimiento de la población, tener a quien cuide de los mayores es una preocupación. Por ejemplo, una mujer quecha de 45 años de edad y soltera, quien trabaja como empleada doméstica en Madrid, vela por la salud de sus padres a distancia y les envía remesas; sin embargo, éstos se preguntan: ¿quién cuidará de ella cuando sea mayor? Culturalmente, atender a los padres viejos es una responsabilidad de las hijas, pero con la migración femenina surgieron arreglos intergeneracionales. Así, ante la salida de su única hija, quien recién enviudó y dio a luz a una bebé, su abuela se quedó cuidándola. Con el tiempo, la niña se volvió la cuidadora de la abuela –en lugar de su madre–, con la anuencia de ésta y los tíos, todos migrantes en España, quienes cooperan para enviarles remesas.

En conclusión, la opción de analizar de manera diacrónica la organización de los cuidados en estas familias nos permite observar cómo evolucionan las situaciones, cuáles son los nuevos arreglos en términos de cuidados, las jerarquías en el seno de las familias, así como la reactualización de los objetivos de la migración. La propuesta de Gioconda Herrera va más allá de los análisis de las cadenas globales de cuidados (Hochschild, 2000), que se limitan a presentar una fotografía de la realidad en un momento dado y a develar las desigualdades globales.

Finalmente, quienes toman las decisiones en torno de la migración y los cuidados no son varones sino mujeres, en el lugar de destino como en el de origen. Convendría reflexionar acerca de la pertinencia de proponer la categoría de hogares transnacionales encabezados por mujeres para su análisis, también como una vía para invitar al diálogo a los estudiosos de la migración internacional y los teóricos del transnacionalismo.

 

REFERENCIAS

Hochschild, Arlie Rusell, 2000, "The Nanny Chain", en American Prospect, <http://www.stanford.edu/group/scspi/_media/pdf/key_issues/globalization_journalism.pdf>, consultado el 12 de julio de 2013.

Hondagneu-Sotelo, Pierrette, 2007, Doméstica: Immigrant Workers Cleaning and Caring in the Shadows of Affluence, Berkeley, University of California Press.         [ Links ]

Parreñas, Rhacel Salazar, 2001, Servants of Globalization: Women, Migration, and Domestic Work, Stanford, Stanford University Press.         [ Links ]

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