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Frontera norte

versión On-line ISSN 2594-0260versión impresa ISSN 0187-7372

Frontera norte vol.19 no.37 México ene./jun. 2007

 

Artículos

 

El boom de las empresas extranjeras en el valle de Mexicali. Efectos en las relaciones empresariales locales (1912-1930)

 

Araceli Almaraz Alvarado*

 

* Profesora-investigadora del Departamento de Estudios Sociales de El Colegio de la Frontera Norte. Dirección electrónica: almaraz@colef.mx.

 

Fecha de recepción: 12 de enero de 2006.
Fecha de aceptación: 28 de agosto de 2006.

 

Resumen

En la historia económica de Mexicali, un suceso fundamental lo constituyó la llegada de empresas extranjeras a principios del siglo XX, sobre todo en el período que comprende de 1916 a 1930. Aunque la participación de los capitales extranjeros en la zona del delta del río Colorado comenzó hacia finales del siglo XIX, fue con el inicio de las primeras etapas del sistema de irrigación, en 1901, como se creó una oportunidad real para el desarrollo agrícola en la región. A partir de 1915, las actividades productivas y la población de Mexicali comenzaron a tener un dinamismo considerable debido a la intensidad que cobró la producción de algodón y la compraventa de terrenos. Pero ¿qué características tuvo el arribo de las empresas extranjeras? ¿De dónde llegaron estos capitales y a qué tipo de actividades se destinaron? ¿Qué tipo de empresarios las encabezaron? Y, sobre todo, ¿qué impactos generó la presencia de inversiones extranjeras en las relaciones empresariales de Mexicali?

Palabras clave: empresas, empresarios, sociedad mercantil, relaciones sociales, valle de Mexicali.

 

Abstract

A major event in Mexicali's economic history was the arrival of foreign companies at the beginning of the 20th century, particularly between 1916 and 1930. Although the participation of foreign capital in the Colorado River Delta began towards the end of the 19th century, the initiation of the first stages of irrigation in 1901 created a true opportunity for agricultural development in the region. After 1915, the productive activities and the population of Mexicali experienced great dynamism, due to the high intensity of cotton production and land sales. But what were the characteristics of the arrival of these foreign companies? Where did this capital come from, and for what type of activities was it destined? What type of entrepreneurs led these companies? And above all, what impacts did the presence of foreign investment have on business relationships within Mexicali?

Keywords: businesses, entrepreneurs, commercial companies, social relations, Mexicali Valley.

 

INTRODUCCIÓN

Durante los primeros años del decenio de 1910, diversas empresas foráneas comenzaron a invertir fuertes cantidades de dinero en Mexicali; la gran mayoría procedía del sur de California. El fin fue aprovechar las ventajas de lo que más tarde se convertiría en un gran enclave algodonero. La siembra de algodón constituyó el motivo principal del auge agrícola y alentó el boom de las empresas extranjeras. A partir de 1916, los cambios en la organización económica en Mexicali fueron muy claros. La localidad logró posicionarse en poco tiempo como un emporio de producción primaria destinada a la exportación. Mientras tanto, las características que tomaron las relaciones empresariales perfilaron un panorama de cooperación con rasgos heterogéneos. El escenario quedó conformado por empresas de familias de California y grupos de norteamericanos sin alianzas locales, así como por inversionistas estadunidenses vinculados a empresarios de nacionalidad mexicana y comerciantes chinos.

El objetivo principal de este artículo es presentar un recuento de las primeras sociedades mercantiles en Mexicali y las articulaciones entre los grupos de empresarios de la época. El trabajo ha sido dividido en cuatro secciones. En la primera se presentan algunos antecedentes sobre la región objeto de estudio y la situación productiva que prevaleció en Mexicali entre finales del siglo XIX y 1909. En la segunda sección se hace referencia al panorama de sociedades mercantiles establecidas en Mexicali entre 1912 y 1930, y a los principales grupos de empresarios.1 En el tercer apartado se discute la participación de los empresarios mexicanos y las vías de acumulación que implementaron. Las conclusiones tienen que ver con las capacidades de agrupación de los empresarios mexicanos.2

 

LAS PRIMERAS INVERSIONES EN EL VALLE AGRÍCOLA DE MEXICALI

El municipio de Mexicali se ubica en el extremo noroeste de México; su extensión territorial formó parte de la región de las Californias, que fue explorada desde mediados del siglo XV.3 La principal actividad productivo-comercial que se desarrolló desde mediados del siglo XVIII en las costas de las Californias fue la pesca de perlas. El desarrollo de esta actividad produjo el asentamiento de los primeros ranchos (Cariño, 1996:29-30). En la región del delta del río Colorado, hacia finales del siglo XIX comenzó a desarrollarse la explotación agrícola bajo un modo de organización de rasgos capitalistas. Debido a que en este período la mayor parte del territorio de la Baja California seguía deshabitado, el otorgamiento de concesiones para el deslinde de terrenos baldíos fue determinante para alentar la colonización de la región y el despegue productivo a gran escala.4

Los proyectos de concesión de terrenos aprobados desde mediados del siglo XIX por el Estado mexicano tuvieron como única finalidad colonizar la zona (véase la figura 1). Los concesionarios de tierras recibieron pagos en especie con extensiones a su nombre, a cambio de las inversiones que hicieron para llevar a cabo el despeje de áreas y la apertura de caminos en la Baja California.5 Aunque el carácter de los concesionarios mexicanos residió en introducir algún tipo de maquinaria, construir caminos, buscar habitantes y asignar tierras e instrumentos para que los pobladores se arraigaran e iniciaran la explotación de los recursos naturales disponibles, muchos de estos personajes fungieron como simples intermediarios, pues a partir de 1875 los derechos de los extranjeros para adquirir terrenos en la franja fronteriza quedaron restringidos.6

En la región del delta del río Colorado, lugar donde florecieron los poblados de Mexicali y Los Algodones, fue contundente la participación de inversionistas californianos —en su mayoría, con experiencia en los negocios—, sobre todo por su asociación con empresarios y concesionarios de origen mexicano. Principalmente destaca el caso de Guillermo Andrade, quien fue un actor central en el desarrollo productivo de la zona.

La solicitud de la concesión de los terrenos del bajo delta del río Colorado, al cual pertenecía el rancho de Los Algodones, fue disputada legalmente por William Denton7 y Guillermo Andrade (véanse las figuras 1 y 2). En 1861, Andrade obtuvo los derechos del rancho Los Algodones (Hendricks, 1996).8 En 1876, el gobierno de México emitió una resolución sobre la zona: de las 36 secciones en las que se había dividido la región del bajo delta, sólo 14 serían para el norteamericano y el resto para el concesionario mexicano (Padilla, 1998:153-156).

Con la firma de la concesión se iniciaron las actividades agrícolas en la zona, fungiendo como intermediario Guillermo Andrade y como socios capitalistas un grupo de empresarios de California. Anticipada y sagazmente, en 1874, Andrade fundó la Compañía Mexicana, Agrícola, Industrial y Colonizadora del Río Colorado en la ciudad de San Francisco, California.9 Mediante esta sociedad, este empresario mexicano se dio a la tarea de conseguir los permisos para la apertura de caminos en la región, fundar un asentamiento (colonia Lerdo) e impulsar la explotación del cáñamo silvestre. El plan productivo fracasó tres años después debido a una inundación que cambió el curso del río Colorado. Las pérdidas fueron cuantiosas y provocaron el retiro de los más de 800 trabajadores que habían llegado al lugar, así como la salida de la mayoría de los inversionistas de la compañía colonizadora de Guillermo Andrade (Hendricks, 1996; Gómez, 1998).

Sin embargo, las tierras de Los Algodones resultaron ser estratégicas para los siguientes planes de Andrade y del ingeniero Thomas H. Blythe, quien había sido socio de la compañía de San Francisco. Blythe fue quien ayudó a costear las nuevas actividades de colonización en la zona y a promover, junto con Andrade, la introducción de un sistema de riego en el valle agrícola de Mexicali (Hendricks, 1996; Gómez, 2000).

Además de las dificultades para obtener concesiones en la región, los sucesos más importantes durante esta época fueron la apertura de la compuerta del canal Álamo el 14 de mayo de 1901; el inicio, en 1904, de los trabajos para la introducción de un tramo de ferrocarril que cruzaría del condado de Imperial al poblado de Mexicali y saldría por el rancho de Los Algodones; así como la venta, en ese mismo año, de casi la mitad de los terrenos que Guillermo Andrade poseía en la zona deltaica. La empresa compradora de los terrenos de Andrade fue la Colorado River Land Company (en adelante la Colorado).10 Andrade dispuso la transferencia de 225 408 hectáreas a la Colorado por un monto de 43 000 pesos —equivalentes a 21 500 dólares—, a través de la Sociedad de Irrigación y Terrenos de Baja California (véase la figura 3).11

En 1904 no había más de 10 cultivos en el valle agrícola, aunque predominaba la siembra de cebada y alfalfa. Por su parte, el primer registro de habitantes del poblado arrojó que apenas había 397 personas entre adultos y niños.12 Dos años más tarde, el panorama productivo de Mexicali no había podido progresar. En 1906, Mexicali enfrentó un embate climático causado por lluvias intensas. El fenómeno causó grandes destrozos en el poblado y destruyó los avances de la vía del ferrocarril, que no terminó de construirse sino hasta 1909. En ese año había poco menos de 500 personas establecidas en Mexicali, pero las actividades comenzaron a florecer gracias a la compra y traspaso de terrenos y la llegada de nuevos inversionistas extranjeros.

Después de 1910, las expectativas sobre el sistema de irrigación fueron buenas, sobre todo para la Colorado, que desde 1907 había obtenido el control legal sobre la mayor parte de tierras en la región (Kerig, 2001:78). La empresa se dedicó originalmente a las actividades de ganadería y más tarde impulsó la compraventa de bienes raíces traspasando terrenos a otras sociedades mercantiles que estaban estableciéndose en la localidad. En conjunto, las sociedades mercantiles más grandes promovieron el mayor número de ventas y traspasos a otros inversionistas de California (Kerig, 2001).

 

EMPRESAS EN MEXICALI Y PRINCIPALES GRUPOS EMPRESARIALES: 1912-1930

Entre 1912 y 1920, el mayor número de hectáreas de Mexicali ya no pertenecía a sus concesionarios originales sino a distintas empresas y particulares, en su mayoría, de origen extranjero.13 Esta situación se pudo constatar en las actas constitutivas de las sociedades mercantiles que se inscribieron en el Registro Público de la Propiedad de y del Comercio de Mexicali (en adelante RPPM).14 Tan sólo entre 1912 y 1915, ocho de las 21 sociedades registradas públicamente señalaron como objeto principal la compra y venta de terrenos en Mexicali, en cualquier parte del territorio de la Baja California e incluso de la República Mexicana.

En lo que corresponde a las actividades productivas hay que mencionar que en el ciclo agrícola 1912-1913 la siembra de algodón en el valle de Mexicali aún era mínima. Este panorama cambió drásticamente con el inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914 y con las variaciones en la demanda internacional de productos agrícolas, en especial la de algodón. Es de suponer que esta situación se debió a los requerimientos de productos militares, principalmente uniformes, y a la necesidad de bajar costos en la producción de fibra. Los socios de la Colorado incentivaron el fraccionamiento y la venta de bienes raíces a empresas de Los Ángeles así como la renta de tierras a particulares mediante el mecanismo de aparcería (Kerig, 2001). En consecuencia, la extensión de algodón sembrada en el valle de Mexicali aumentó en forma considerable en los siguientes ciclos. Como se observa en la figura 4, este comportamiento siguió en ascenso hasta alcanzar su primer nivel más alto durante el ciclo 1920-1921.

Al irse definiendo un patrón productivo en favor de las actividades algodoneras, los requerimientos de mano de obra fueron inminentes. El principal grupo de trabajadores agrícolas que llegó al valle de Mexicali se integró por pobladores asiáticos, en particular, de aquéllos provenientes de Cantón, China. Dadas las condiciones de ingreso en México, el traslado de chinos al valle de Mexicali provocó el florecimiento de un negocio de gran lucro,15 así como la formación de una de las comunidades más importantes en la región.16

En 1915 se hallaban inscritas 21 sociedades mercantiles. De ellas, dos operarían en Tijuana y 19 en el poblado de Mexicali. También vale la pena anotar que seis sociedades mercantiles ya habían iniciado operaciones en la localidad entre 1909 y 1911. Las características impuestas por estas empresas se manifestaron en un panorama de negocios basado en sociedades anónimas y de nombre colectivo. Salvo en el caso de las sociedades formadas por residentes de origen chino, todas las demás contaron con un consejo de administración. La duración de cada sociedad se fijó comúnmente en 20, 25 y 50 años. Las empresas más grandes especificaron el número y valor de sus acciones, así como la asignación por socio y las reglas internas de la sociedad.

Los montos de capital social inicial tuvieron registros muy variables. De los negocios en los que se invirtieron montos de capital de 100 000 pesos o más, sobresalieron los encabezados por Edward Easton, quien radicaba en Los Ángeles, California, y había invertido 600 000 pesos en Mexicali. Este norteamericano, originario de Ohio, contó con varios socios en la Imperial Valley Farms Co., S. A., y la Imperial Development Co., S. A., las cuales formaron parte de la Imperial Valley and Irrigation Company of Lower California, S. A.17 Aparte de los negocios de Edward Easton,18 también la Sociedad Agrícola Ganadera de Tierras Mexicanas fue de las que mayor capital social invirtieron en Mexicali (100 000 pesos). Esta empresa, a diferencia de los negocios de Easton y de la Colorado, se formó con miembros de una familia nuclear (Lyons) procedente de Brawley, California, y cuya actividad fue la explotación de negocios de agricultura, ganadería y anexas.19

Las sociedades mercantiles que invirtieron menos de 100 000 pesos y más de 50 000 fueron seis. Se trató también de negocios procedentes de Los Ángeles, dedicados a la agricultura, ganadería, minería (de exploración)20 y generación de energía eléctrica. De las seis empresas que invirtieron inicialmente entre 10 000 y menos de 50 000 pesos destacó un negocio organizado por chinos: la Luong Wing Company.21 El resto correspondió a inversionistas de Los Ángeles y Caléxico. A este grupo perteneció la Colorado Oil Company, cuyo capital social fue de 10 000 dólares (equivalentes a 20 000 pesos oro nacional).22 El objeto principal de la sociedad fue realizar toda clase de negocios manufactureros, transportación por mar y tierra, agricultura y construcción de casas. De las sociedades restantes, cuya inversión inicial fue menor a 10 000 pesos, dos estuvieron organizadas por residentes locales de origen chino y se dedicaron a explotar la compraventa de lotes y terrenos. La tercera estuvo organizada por un residente local de origen francés y dos agricultores de Imperial, California, y se dedicó a la exploración de minas en la región.

Como se puede observar, en un tiempo extraordinariamente corto se agilizó el fraccionamiento de terrenos y se sentaron las bases para el desarrollo de las actividades agrícolas en Mexicali, que fueron encabezadas por inversionistas provenientes de California e incentivaron la creación de sociedades anónimas. No obstante, el desarrollo de la agricultura en la región resulta inexplicable sin los proyectos de Guillermo Andrade, Thomas Blythe y los socios de la Colorado.

En cuanto a los distintos grupos empresariales, debe advertirse que las compañías de extranjeros incluyeron a algunos mexicanos, de los cuales la mayoría actuaron de intermediarios. El resto de las empresas fueron establecidas por residentes locales de origen chino, que además fueron los primeros en formar organizaciones mutualistas en defensa de los derechos laborales.23 Los chinos que llegaron a Mexicali lo hicieron para trabajar en los campos agrícolas e impulsar actividades de comercio. Hasta 1915, las inversiones registradas en sus empresas no fueron elevadas, por lo que inicialmente se trató de negocios pequeños.24 Así mismo se puede advertir que el promedio de socios por cada empresa de origen chino fue muy bajo (apenas de dos) y que en ningún caso se contó con la participación de inversionistas de otra nacionalidad.

El estrecho mercado de Mexicali estaba estructurado principalmente por negocios comerciales (ventas al por menor) y encabezado por chinos.25 La explotación agrícola, que sólo cubría la demanda externa, estaba en manos de sociedades mercantiles norteamericanas y usualmente no sufría alteración en la localidad, ya que los procesos de empaque y extracción de derivados no se llevaban a cabo en México. Las empresas extranjeras establecidas en forma de enclave lograron una posición ventajosa durante estos años porque tuvieron la posibilidad de invertir en Mexicali sin ser amenazadas por el movimiento armado, como sucedió en otras partes de México,26 y porque anticiparon legalmente el ejercicio de múltiples actividades productivas registradas como secundarias o refaccionarias y que explotarían en el futuro.27

El inicio de la diversificación productiva: 1916-1920

A partir de 1916 se manifestó el inicio de la diversificación productiva en Mexicali. Con base en la revisión de las actas constitutivas de sociedades mercantiles, resulta factible afirmar que el boom de las empresas extranjeras comenzó en ese año y obedeció al comportamiento de la producción agrícola. A partir de entonces surgieron las primeras despepitadoras de algodón, se acrecentó el número de agencias aduanales y se establecieron las primeras compañías bancarias.

De 1916 a 1920 se registraron 55 sociedades mercantiles en el RPPM, las cuales representaron poco más de 2.3 millones de pesos por concepto de capital inicial. Las ramas productivas de mayor presencia fueron las de comercio en todas sus manifestaciones, así como la compraventa de terrenos y de bienes muebles e inmuebles (en total 50% de las empresas registradas). En este período, el capital social promedio alcanzó los 50 000 pesos, aunque los comercios organizados por residentes de origen chino se ubicaron por debajo de los 10 000.

En la venta de terrenos sobresalieron las inversiones de Benigno Barreiro, un residente local de origen español, quien a través de la Barreiro y Compañía (registrada en 1913) y de la Compañía Mercantil Internacional, S. A. (registrada en 1920), se dedicó a adquirir y enajenar terrenos en la región. El capital social de la segunda sociedad de Barreiro fue de 600 000 pesos y correspondió al segundo más grande que hasta entonces había invertido en Mexicali una sola empresa.28 Por otro lado, las actividades de servicios se incrementaron a través del establecimiento de negocios como la Compañía Comercial de Mexicali, la Compañía Bancaria Internacional, la American Brokers Co. y la Compañía Bancaria Oriental.29 Esta última estuvo formada por chinos, y de las cuatro empresas fue la que mayor capital social invirtió (100 000 pesos). A diferencia de Tijuana, la industria minera en Mexicali siguió siendo poco atractiva para los inversionistas, ya que apenas representó 1% respecto del total de las inversiones.30

La industrialización de derivados de algodón, aunque fue desarrollada por pocas empresas de origen extranjero en estos años, fue uno de los ejes de la diversificación productiva local. El antecedente lo constituyeron una filial de la Globe Mills Company, que se constituyó con el nombre de Compañía Algodonera de la Baja California y procedía de Los Ángeles,31 y la Mexican Chinese Ginning Company, S. A.32 Las dos empresas fueron registradas en Mexicali en 1916 y 1919, respectivamente.33

En el caso de la industria de bebidas alcohólicas y producción de cerveza, los establecimientos eran escasos si se les compara con los puntos de venta de vinos y licores y las casas de juego que se habían establecido desde principios de siglo. Durante la segunda mitad del decenio de 1910, la industria de bebidas y licores más importante fue la Cervecería del Norte, S. A., que se registró como productora y vendedora. El capital social de este negocio fue de 200 000 pesos, y los socios fueron dos vecinos de Caléxico y un residente local de origen mexicano de nombre Rubén Barbachano.34 Como parte de los efectos de la política conservadora en el suroeste de Estados Unidos, podemos decir que el establecimiento de la industria cervecera avanzó lentamente, mientras que el establecimiento de cantinas y bares no era una actividad nueva en el poblado de Mexicali (Gómez, 2002).

Finalmente, vale la pena resaltar el registro de la Compañía Marítima Empacadora, S. A.35 Esta sociedad estuvo organizada por cuatro residentes de Mexicali de origen mexicano cuyo apellido era Dato, dos inversionistas norteamericanos (uno originario de Boston y otro residente de San Diego), así como dos residentes de Caléxico. Entre los ocho socios lograron juntar un capital social de 200 000 pesos. El objeto de esta compañía manufacturera fue dedicarse al empaque de toda clase de pescado y mariscos, así como a la transformación de artículos de comercio por medios industriales. Pero lo más significativo era que las relaciones de los Dato con el gobernador en turno de Baja California, Esteban Cantú, eran de tipo familiar.

Como se observa, el período de 1916 a 1920 representó el momento más importante para las compañías extranjeras en Mexicali. El número de registros y el monto de capital invertido por sociedad tuvieron un despegue sin precedentes, que se manifestó en el inicio de la diversificación productiva local. Espacialmente, la actividad agrícola se concentró en la zona del valle de Mexicali (al noreste de la demarcación municipal); mientras que las actividades del comercio, los servicios y la industria lo hicieron en la zona cercana a la garita internacional. Los inversionistas de Los Ángeles mantuvieron su participación en los negocios agrícolas de Mexicali, aunque los residentes de la región Caléxico-Mexicali empezaron a tener mayor presencia con inversiones conjuntas, mientras que los empresarios chinos se constituyeron como el principal grupo de comerciantes.

La consolidación productiva de Mexicali entre 1921 y 1925 y la participación de los empresarios mexicanos

Una nueva fase en Mexicali se presentó entre 1921 y 1925. De acuerdo con el RPPM, durante estos años se registraron 101 sociedades mercantiles. El capital invertido por estas empresas fue de poco más de cuatro millones de pesos.36 El comportamiento productivo durante el período puede referirse a una etapa de consolidación en la que destacaron los principales grupos empresariales de California y las alianzas mercantiles entre mexicanos y extranjeros. Los sucesos que acompañaron este comportamiento fueron la implementación de la Ley Volstead37 en Estados Unidos, las presiones que hizo el Estado mexicano a las empresas agrícolas de extranjeros y el ejercicio de gobierno de Abelardo L. Rodríguez entre 1923 y 1929.

Los efectos de la medida prohibicionista en Estados Unidos se observaron en el surgimiento acelerado de comercios de bebidas alcohólicas y en la llegada de importantes productoras de licores, que tuvieron como inversionistas a extranjeros asociados con empresarios mexicanos.38 En la producción de bebidas alcohólicas destacaron dos empresas. Una de ellas fue la Cervecería Mexicali, fundada en 1923 por Miguel González Quiroz,39 con una inversión inicial de 150 000 pesos. Esta compañía fue organizada con la participación de otros tres socios: Heraclio Ochoa, residente de Mexicali; Alberto Biner, radicado en Los Ángeles, y Luis H. Marín, residente de Tijuana.40 La otra fue la Vinícola Industrial de la Baja California, en la que se invirtieron 50 000 pesos y estuvo integrada por dos mexicanos: Juan B. Scolari, comerciante, y el licenciado Lorenzo Rosado, así como por dos norteamericanos: D. R. Houston, comerciante de Los Ángeles, y J. C. Pecker, dedicado a la misma actividad en Estervill, Iowa.41 La mayoría de los mexicanos que participaron en este tipo de negocios ya tenían otras empresas en la localidad, así que la Ley Volstead representó una posibilidad efectiva para reproducir los capitales locales, que para entonces se habían acumulado.

En lo que corresponde a la agroindustria de algodón, las presiones de Álvaro Obregón a las empresas agrícolas extranjeras que operaban en Mexicali tuvieron efectos positivos. El 25 de abril de 1922 se conformó la Lower Colorado River Ginning Company, S. A., que invirtió un capital de 50 000 pesos y tuvo como objeto principal establecer una industria despepitadora de algodón. Los socios fundadores fueron los norteamericanos de Los Ángeles Moses H. Sherman, Frank X. Pfaffinger y U. C. Davis (los dos primeros, capitalistas, y el tercero, contador), Henry H. Clark (hombre de negocios de Caléxico) y el licenciado Arturo Guajardo (mexicano, abogado y residente de Mexicali).42 En 1923 se registró la empacadora de algodón Baja California Compress & Store Company, cuyo capital inicial fue de 100 000 pesos. Esta sociedad estuvo integrada por cuatro hombres de negocios de nacionalidad norteamericana. De acuerdo con el RPPM, dos de ellos, que pertenecían a la familia West, llegaron a Caléxico con el fin de hacer negocios en la región. El objeto principal de esta empresa fue el establecimiento y explotación de una planta compresora de pacas de algodón.43

Así mismo, el 19 de septiembre de 1925 se creó la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico, cuyo capital inicial contó con aportaciones provenientes de la Colorado. Esta compañía, conocida como La Jabonera, fue de las primeras sociedades registradas como cooperativa de responsabilidad limitada y de capital variable. En total fueron 14 los socios fundadores. Su capital inicial fue de un millón de pesos, el más grande que hasta entonces una sociedad había invertido inicialmente en Mexicali. La duración de la compañía fue fijada a 40 años. Además de los socios mayoritarios de la Colorado, los dos grupos de familias más importantes de La Jabonera fueron los Chandler y los Brittingham, éstos de origen norteamericano pero procedentes de Gómez Palacio, Durango, donde se establecieron desde finales del siglo XIX.44

Además de la participación de mexicanos en la manufactura de cerveza y procesamiento de algodón, las alianzas se extendieron a la molienda del trigo. En 1924 se fundó la Compañía Harinera de Baja California, la cual tuvo como socios a los señores José María Hernández (empleado particular y residente de Caléxico), Alberto V. Aldrete (comerciante y avecindado en Tijuana), Yasaburg Kowakita (comerciante y residente de Caléxico), y Chester B. Moore (banquero de la misma ciudad).45 El 11 de junio de 1925 también se creó la Harinera de Mexicali, S. A. En ella participaron el señor Alejandro Cass y cuatro integrantes de la familia García: Manuel y Ernesto M. García, Alejandro García hijo y Héctor Alberto García, quienes lograron iniciar el negocio con un capital social de 40 000 pesos.46

Mientras tanto, las actividades de comercio comenzaron a ser encabezadas por empresarios de origen mexicano. Uno de los negocios comerciales más importantes fue la Compañía del Centro Mercantil de la Baja California, organizada en 1921 por Manuel Hernández y Luisa Maytorena (ambos de origen sonorense). La inversión inicial de esta empresa fue de 100 000 pesos.47 Otro negocio comercial importante fue la tienda García Hermanos, formada por Josefina Vázquez de García y Emilia Martínez de García, ambas originarias de Sonora.48 Estas empresarias fueron precursoras, al lado de sus familiares, de negocios comerciales e industriales que prevalecen en Mexicali hasta nuestros días.

Los mexicanos también incursionaron en las actividades de servicios bancarios y agencias aduanales. En 1923, Próspero y Aurelio Sandoval dieron de alta la Compañía Bancaria Peninsular, S. A.49 En 1925, Miguel González, Heraclio Ochoa y Victoriano V. Sánchez (industrial), principales socios de las cervecerías Mexicali, Tijuana y Tecate, se asociaron con el licenciado Arturo Guajardo y fundaron la Bancaria del Pacífico.50 Ambas empresas invirtieron un capital social de 100 000 pesos y se anexaron al selecto grupo de negocios que desarrolló la banca regional. En esta red empresarial, la participación del gobernador Abelardo L. Rodríguez y de Arturo Guajardo fue estratégica.

La estabilización productiva: 1926-1930

La etapa que comprende de 1926 a 1930 representa el cierre de un ciclo. El RPPM reportó sólo 42 empresas que acumularon poco más de dos millones de pesos por concepto de capital social. Por sector, las inversiones en producción agrícola tuvieron un retroceso relativo, ya que alcanzaron apenas 7% de los registros nuevos. En lo que a la industria cervecera se refiere, ésta permaneció como un giro rentable, al igual que la oferta de servicios bancarios, pero el número de sociedades no se elevó dinámicamente como en el período anterior. Mientras tanto, los negocios comerciales tuvieron una participación creciente, que alcanzó 38% de los negocios inscritos. Las actividades agroindustriales, por su parte, representaron 17% de los registros, concentrándose en la producción de derivados de algodón, hielo y alimentos.

En el último segmento destacó la Productora de Vinos y Hielo de Mexicali, S. A., ya que fue un negocio pionero de gran rentabilidad y representó una fusión de intereses entre empresarios mexicanos y estadunidenses. La organización de la compañía permitió la materialización de una red de relaciones que se había venido construyendo entre ambos grupos desde la primera mitad del decenio de 1920. La productora de hielo fue organizada en 1926 por Will E. Keller (norteamericano radicado en Los Ángeles), William C. Allen (norteamericano residente en Mexicali), Abelardo L. Rodríguez (militar sonorense y en ese momento gobernador del distrito norte de la Baja California) y el licenciado Arturo Guajardo (residente local). Esta compañía inició con un capital social de 100 000 dólares y su duración se acordó a 50 años.51 Los socios mexicanos de esta compañía constituyeron negocios conjuntamente y de manera separada en diversas empresas de Mexicali. En el caso de los norteamericanos, su participación incluyó diversos negocios en Baja California y Estados Unidos.

Casi al concluir el decenio de 1930, la llegada de nuevos grupos empresariales a la región se sustentó en proyectos orientados a la construcción inmobiliaria y de canales, y a partir de alianzas mercantiles se mantuvo la continuidad de los grupos más grandes establecidos en la localidad. La Urbanizadora, Constructora y Arrendadora de Mexicali, S. A., se formó en 1926 y contó con una inversión de cerca de 30 000 pesos. Su constitución destaca por la participación exclusiva de socios mexicanos, algunos de los cuales ya eran parte de la red empresarial local o habían ejercido algún cargo público.52

La Compañía de Pilotes de Concreto, creada en 1929, invirtió 200 000 pesos y estuvo organizada por los principales accionistas de la Colorado, que además contaron con la participación del dueño de patentes en mejoras de pilotaje, Edward Bignell.53 La Baja California Canal Company, S. A., que en 1929 invirtió un millón de pesos, tuvo como socios principales a Joseph C. Allison, John F. Andrews y Stuart M. Salisbury (estos dos últimos, procedentes de Los Ángeles), quienes mantenían relaciones mercantiles con accionistas de la Colorado.54

 

VÍAS DE ACUMULACIÓN DE LOS MEXICANOS Y SU PARTICIPACIÓN EN EL TEJIDO EMPRESARIAL

Como se puede percibir, el flujo de capitales y el establecimiento de relaciones entre mexicanos y extranjeros fue una constante desde 1916. El ambiente de prosperidad para nuevos negocios favoreció la llegada de diversos grupos de empresarios y permitió una mayor densificación de las relaciones empresariales en el ámbito local, en donde algunos mexicanos lograron posicionarse y establecer sus propias vías de vinculación.

Aunque entre 1912 y 1915, 25% de las empresas extranjeras registradas en Mexicali contaron con la participación de al menos un mexicano, sólo se trató de intermediarios por concesión y de servicios. A excepción de Guillermo Andrade, quien operó diversos proyectos en Mexicali y efectuó la venta de terrenos a la Colorado, ninguno de los demás llegó a contar con una cantidad importante de acciones de capital en sociedades extranjeras. El resto de los negocios mexicanos antes de 1910 estuvieron representados por pequeños comercios. Así que la primera oleada de empresarios mexicanos a la región de Mexicali no se manifestó en actividades a gran escala.55

A partir 1911 y derivado de los efectos que generó la Revolución Mexicana en otras partes del país, principalmente en Sonora y Coahuila, inició una segunda oleada de familias mexicanas a Baja California. Este segundo arribo fue mucho más importante para la incipiente red de relaciones empresariales en Mexicali, que hasta 1915 no presentaba una gran complejidad porque solamente había unas cuantas sociedades de inversionistas de California. Esta segunda oleada de empresarios mexicanos, prolongada de 1911 a 1920, se distinguió por el fuerte espíritu de sobrevivencia de sus integrantes, la gran capacidad para establecer negocios con los grupos de extranjeros en la localidad y la cooperación familiar.

Intermediarios de servicios y socios mercantiles

Los servicios especializados ofrecidos por mexicanos permitieron que intérpretes y/o comisionados llegaran a convertirse en albaceas y apoderados de empresarios norteamericanos. En el mejor de los casos, hicieron posible que algunos fueran socios de compañías extranjeras donde anteriormente habían prestado sus servicios personales. De esta manera se fue construyendo un canal de comunicación y confianza efectiva que terminó por convertirse en una de las vías de acumulación más importantes para los mexicanos.

Por ejemplo, la oferta de servicios personales a sociedades agrícolas de extranjeros no tardó en reflejarse en la apertura de negocios encabezados por mexicanos, así como en alianzas de tipo mercantil. Estas acciones permitieron que algunos grupos tuvieran mejores condiciones en el ámbito empresarial. De esta manera, los aportes de capital a las empresas dirigidas por norteamericanos acreditaron a los mexicanos como verdaderos socios y, en algunos casos, éstos pudieron participar como miembros de los consejos de administración. Una de las trayectorias más emblemáticas de este período fue la del licenciado Arturo Guajardo García, quien fungió primero como intérprete, luego como colaborador de empresas extranjeras y, en un tiempo muy corto, como hombre de importantes negocios extranjeros en Mexicali.56

Proveniente de Sonora, Arturo Guajardo llegó a este poblado en 1914 tras su salida de Cócorit, la cual fue provocada por la lucha armada. En esos momentos ya se encontraba avecindado aquí su hermano José F. Guajardo, quien también era abogado y prestaba sus servicios como juez de primera instancia de la sección judicial de Mexicali. Debido a este puesto es posible pensar que José Guajardo ya tenía cierta relación con inversionistas de empresas extranjeras.57 Aunque no hay datos sobre el primer encuentro de los hermanos Guajardo en Mexicali, se intuye que las funciones de José como notario fueron estratégicas para Arturo, quien rápidamente se desenvolvió en el medio de las asociaciones mercantiles, más aún tratándose de alguien que sabía hablar inglés.58

Arturo Guajardo inició sus actividades en Mexicali en un despacho jurídico propio. Posteriormente a su llegada se instaló en el histórico Edificio Guajardo, ubicado en el número 416 de la actual avenida Madero. Entre los primeros servicios que ofreció a los inversionistas extranjeros se encuentran los de intérprete ante las autoridades notariales. Desde esta posición, Guajardo apoyó a 10 de las empresas.

Como apoderado, el licenciado Guajardo trabajó para la Compañía de Terrenos de Mexicali —fundada en 1916— y la Compañía Regularizadora de Títulos de Mexicali —establecida en 1920—, entre otras más.59 Como socio y fundador, participó en la Mercantil Banking Company, S. A. (1916); la Compañía Algodonera de la Baja California, S. A. (1916);60 la Black Butter Development Company, S. A. (1917);61 la Compañía Molinera del Valle de Mexicali, S. A. (1918);62 la Lower California Mining and Company, S. A. (1919);63 la Compañía Industrial Jabonera del Pacífico (desde 1925) y la Productora de Vinos y Hielo de Mexicali, S. A. (1926). En 1928 se hizo socio de la Beyers y Compañía, cuando le cedieron parte de los derechos de la empresa. Finalmente, como socio de otros mexicanos, el licenciado Arturo Guajardo fundó la Bancaria del Pacífico, S. A., y la Compañía Minera Trinidad y Anexas.64

La experiencia de este personaje permite reflexionar en los vínculos sociales y de tipo mercantil entre mexicanos y extranjeros, así como en las vías de acumulación mediante el ofrecimiento de los servicios, la sociedad mercantil en empresas extranjeras, la participación en consejos de administración y el establecimiento de negocios con familiares y amigos de origen mexicano.

Los políticos y los negocios

En este período también resalta la participación de los políticos como inversionistas. La trayectoria más relevante fue sin duda la de Abelardo L. Rodríguez, quien, desde su puesto de gobernador de la Baja California y su participación como socio de importantes empresas locales, resultó ser una figura importante en la historia productiva de Mexicali y del distrito norte de la Baja California. Rodríguez inició distintas transacciones mercantiles desde su segundo arribo a Mexicali en 1920, mediante la adquisición de terrenos y casas. Su participación como inversionista en actividades productivas fue de menos a más. Las inversiones de Abelardo L. Rodríguez en Mexicali no se limitaron a negocios con empresarios mexicanos, pues, tal como se ha documentado, fueron igual de trascendentes las alianzas que estableció con inversionistas extranjeros (Gómez, 2000). En 1926, junto con el licenciado Arturo Guajardo, Will E. Keller y William C. Allen, el general Abelardo L. Rodríguez participó como accionista con 15 000 dólares para formar la Compañía Productora de Vinos y Hielo de Mexicali.65 En septiembre de 1927, Abelardo L. Rodríguez también fungió como socio fundador del Banco Agrícola Peninsular66 y además participó en la Bancaria del Pacífico, S. A.67

Negocios familiares

Durante el decenio de 1920 resalta la formación de más de 40 negocios, cuyos socios fueron únicamente mexicanos. De estas empresas, más de una docena estuvieron encabezadas por familiares, lo que permite sostener la idea de que este tipo de asociación fue otra de las vías de acumulación exitosas que experimentaron los mexicanos. Algunos de estos empresarios mantuvieron lazos mercantiles con familiares y amigos mexicanos y paralelamente con extranjeros. Las principales ramas desarrolladas fueron el comercio, los servicios, la industria y la agroindustria. Los núcleos familiares sobresalientes fueron los Hernández Maytorena, establecidos inicialmente en Caléxico y con negocios en ambos lados de la línea fronteriza; Arnulfo Liera y su esposa (Aurelia G. de Liera); los hermanos Aurelio y Próspero Sandoval; Facundo y Pedro Bernal, quienes se asociaron con José E. Araiza; la familia García; Manuel y José María Hernández, quienes formaron sociedad con Francisco M. y Francisco José Lamarque, y la familia Gallego (véase el cuadro 1).


Así mismo, testimonios como el de la señora Adelina Gallego Moreno (hija de don Jesús Gallego Lugo y originaria del distrito de Moctezuma, Sonora) nos permiten validar las formas de vinculación personal y empresarial que durante esta época se definieron entre grupos de mexicanos.

En 1916, mi papá, Jesús Gallego huyó de Moctezuma con sus dos hermanos —José y Miguel, que era el más chico—. Él tenía tierras, comercios. Salieron hacia Agua Prieta y de ahí a Douglas, Arizona, [en donde] permanecieron algunos años. Primero se fueron ellos y luego acarrearon a mujeres y niños. Yo llegué ahí de cuatro años con mi madre y mi hermano, que tendría dos años. Ahí, cada quién buscó trabajo para poder subsistir [...] estando en Douglas, mi papá supo de Baja California. Entonces emprendió el viaje en 1919, a ver qué podía hacer, a ver qué oportunidades había. Se vino con su amigo Manuel Hernández. Él también estaba en las mismas; él y otros estaban en las mismas [eran desplazados], perseguidos por la revolución. Él [Manuel Hernández] quizá haya salido de Hermosillo y juntos emprendieron negocios comerciales acá [en Baja California]. Mi papá abrió La Popular, y don Manuel, La Estrella [...]" (Gallego, 2005).

Los lazos de parentesco y amistad construidos desde las regiones de expulsión, así como las afinidades en cuanto al origen regional y al tipo de desplazamiento experimentado por las familias mexicanas, nos refieren la importancia de las relaciones sociales en la construcción de redes de tipo mercantil durante esta época.

 

CONCLUSIONES

Los sucesos que ayudaron a establecer las primeras sociedades mercantiles en la región del delta del río Colorado y a sentar las bases de lo que más tarde se convirtió en un emporio algodonero fueron la Ley de colonización y deslindes de terrenos, las negociaciones de Guillermo Andrade con empresarios de California, la apertura de canales de riego, la introducción de la vía de ferrocarril y el arribo de la Colorado, que fue la primera empresa agrícola de extranjeros que impulsó actividades primarias (ganadería y agricultura) con éxito desde 1914. Hasta entonces, la participación de los mexicanos se hizo presente mediante actividades de intermediación centradas en las concesiones de terrenos y el préstamo de servicios profesionales.

Los cambios en los mercados regional e internacional impulsados por la Primera Guerra Mundial —que inició en 1914— y la demanda de productos agrícolas, principalmente de algodón, produjeron importantes oleadas de mexicanos a la zona. En particular, destacan aquellos hombres y mujeres que enfrentaron el desplazamiento de sus lugares de origen a causa de la Revolución Mexicana y lograron asociarse con empresarios extranjeros en Mexicali. Las vías de acumulación que los mexicanos experimentaron en este período no dejaron de incluir los servicios de intermediación, pero se ampliaron a las alianzas mercantiles con extranjeros y al establecimiento de negocios propios, en particular los de tipo familiar.

Los grupos que impulsaron el desarrollo productivo y la transformación de las relaciones empresariales en Mexicali entre 1916 y 1930 fueron: a) empresarios-políticos, encabezados por Esteban Cantú, Antonio Murúa Martínez, Abelardo L. Rodríguez, Francisco Bórquez, Enrique Mérida A., Manuel Roncal y Alberto V. Aldrete; b) capitalistas, banqueros e inversionistas norteamericanos, entre ellos Harry Chandler, Henry H. Clark, Moses H. Sherman, Otto F. Brant, David O. Anderson, Frank X. Pfaffinger, U. C. Davis, Henry H. Clark, Juan F. Brittingham, Norman Chandler, William H. Allen Jr., Joseph C. Allison, Teophilus J. West, Will E. Keller, William C. Allen, Marvin L. Allen, Frank B. Beyer (o Beyers), Charlie Withington, H. Lamberth, D. C. Johnson, J. C. Dellinger, Albert V. Vierhus y Arnold D. Haskell; c) comerciantes chinos, principalmente Wong Fook Yee, Wong Jim Peters (o Petters), Pablo Chee y Yee King Chong; y d) empresarios mexicanos, entre ellos Arturo y Edmundo Guajardo, Heraclio Ochoa, Victoriano V. Sánchez, Miguel González, Manuel Hernández y Luisa Maytorena, Jesús, Miguel y José Gallego, Manuel y Ernesto M. García, Josefina Vázquez de García y Emilia Martínez de García, Arnulfo Liera y Aurelia G. de Liera, Aurelio y Próspero Sandoval, así como los hermanos Araiza, Bernal y Lamarque.

El tejido empresarial, que se logró configurar entre 1920 y 1930, tuvo como características la elevada capacidad económica de ciertos grupos locales (principalmente extranjeros), el gran sentido de supervivencia de los empresarios mexicanos ante un panorama hostil para el desarrollo productivo, y la participación de un personaje como Abelardo L. Rodríguez, cuya actuación debe ser retomada no sólo como militar revolucionario y político, sino como un hábil negociador e inversionista.

El tejido empresarial en Mexicali estuvo compuesto de relaciones entre inversionistas que eran socios, amigos y familiares. Así mismo, la capacidad de saber hablar inglés y tener una preparación profesional o un oficio ad hoc a las necesidades de la época (agricultor, comerciante, contador) fueron propiedades altamente redituables. La herramienta del idioma pudo resultar elemental para que muchos mexicanos pudieran permanecer en el poblado de Mexicali en mejores condiciones y un elemento decisivo para forjar la confianza requerida en inversiones con extranjeros. Por su parte, el papel que desarrollaron los abogados mexicanos en este contexto de expansión significó gran ayuda para las empresas extranjeras y una posibilidad de colocación real para los mexicanos. No obstante, hay que reconocer que, en este período, la población que podía acceder a una carrera universitaria en México o en el extranjero era reducida, en tanto que los oficios eran adquiridos de manera autodidacta.

Para finalizar, es importante resaltar que el esquema impulsado por los inversionistas extranjeros, basado en la organización de sociedades mercantiles de carácter anónimo y divididas en acciones, alentó la creación de más de 300 empresas que no eran sino microrredes de empresarios y que hacia el final del decenio de 1920 lograron configurar un panorama complejo de relaciones mercantiles, sociales y políticas. En el caso de los empresarios mexicanos, este esquema moderno de organización mercantil se combinó con una fuerte presencia de lazos familiares que hizo posible su perdurabilidad.

 

BIBLIOGRAFÍA

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Notas

1 La fuente primaria de información con la que contamos fue el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Mexicali. Si bien ésta nos resultó ser muy confiable, ya que se constituyó como una práctica común de la época hacer el registro respectivo de las sociedades mercantiles nuevas, también vale la pena anotar que los registros no corresponden a la totalidad de los negocios que operaban en la ciudad. Esto se debe a que nunca ha sido obligatorio para una empresa darse de alta en esta dependencia.

2 Al respecto, vale la pena anotar que tales factores se presentan como una serie de resultados de investigación, los cuales fueron analizados a la luz de documentos oficiales y de un análisis de trayectorias de familias que, a partir de herramientas cualitativas tales como entrevistas biográficas y temáticas, nos permitieron comprender más sistemáticamente la presencia y permanencia histórica de emprendedores mexicanos asentados en Mexicali a partir de las primeras décadas del siglo XX.

3 La zona de las Californias experimentó el paso de las misiones jesuitas aprobadas por la corona española desde finales de 1600 y con ello un incipiente desarrollo. Las encomiendas de colonización fueron otorgadas a religiosos y civiles para evitar que los ingleses y rusos se establecieran en esta parte del territorio virreinal (Zorrilla, 1965, 1:133-136; Gómez, 2000:15-16; De la O y Coutigno, 2000:23; Aguirre, 1966).

4 En 1883, durante la presidencia de Manuel González (1880-1884) y con aprobación de Porfirio Díaz, se promulgó la nueva Ley de colonización y deslindes de terrenos, que permitió otorgar contratos a particulares y empresas de origen extranjero (Zorrilla, 1965, 1:13).

5 El resto de las tierras podían ser adquiridas por los mismos concesionarios, pagando el precio de venta y con la condición de seguirlas poblando (Herrera, 2002).

6 De acuerdo con la ley de 1875, las concesiones a extranjeros en México quedaron reguladas limitando los derechos de extranjeros a poseer tierras en una franja de 20 leguas después de los límites nacionales.

7 La aparición de concesionarios en los baldíos del delta del río Colorado también tuvo como antecedente la participación del norteamericano William Denton, quien conocía la región desde 1857 (Padilla, 1998).

8 Nacido en Hermosillo, Sonora, y emigrado a San Francisco en 1863, este personaje fue uno de los más prominentes concesionarios e inversionistas mexicanos. La participación que tuvo en sociedades extranjeras dependió de los aportes que realizó en especie.

9 Junto con Andrade, los principales socios de esta compañía fueron Gregorio Almada, Wenceslao Iberry, William Matheus y Jacobo Blanco (Hendricks, 1996).

10 Los socios de esta compañía, filial de la California-Mexico Land Cattle Company, poseían una trayectoria importante en Los Angeles. Dos de los inversionistas originales de esta compañía eran propietarios del diario Los Ángeles Times. Harrison Gray Otis y Harry Chanciller (miembros de una red familiar extendida), que probablemente Guillermo Andrade contactó durante sus gestiones como cónsul de México en Los Angeles o a través de su amistad con el ingeniero Charles Robinsson Rockwood o con el ingeniero Blythe. Los otros inversionistas eran Moses H. Sherman, Otto Brant y William H. Allen (Grijalva, 1999; Kerig, 2001).

11 En el Registro Público de la Propiedad y del Comercio de Mexicali, sección primera, tomo i, inscripción 1, se asienta la venta de propiedades de Guillermo Andrade a la Colorado por medio de su albacea, don Jesús Melchor Ocampo. Esta transacción se retrasó algunos años, hasta 1906, debido al juicio testamentario que se siguió para que Guillermo Andrade tomara posesión de la herencia que le dejó su esposa, la señora Luisa Oceguera de Andrade, y por el cual se vio impedido para vender de forma inmediata los terrenos a la Colorado.

12 Este grupo de pioneros estuvo conformado por algunas familias y conjuntos de parientes mexicanos, que en su mayoría procedían de la región bajacaliforniana y de Sonora. Según el censo de la población de Mexicali, distrito norte de la Baja California, de los pobladores extranjeros, siete eran franceses, cuatro norteamericanos, un español, un italiano y un inglés (Mathes, 1988a:230-269).

13 La Ley de colonización y deslindes de terrenos, promulgada durante la presidencia de Manuel González (1880-1884) y con aprobación de Porfirio Díaz, permitió otorgar contratos a particulares y a empresas con el fin de explotar los recursos naturales existentes en Baja California, en el entendido de que debía alentarse el desarrollo productivo y la colonización de la zona (Zorrilla, 1965a:13; Heath, 2002:247-300).

14 El Registro Público de la Propiedad y del Comercio es una institución registral que tiene como función hacer constar, de acuerdo con la ley, la veracidad de los actos jurídicos celebrados por los interesados y tenerlos a disposición para conocimiento de terceros. En 1870, durante el mandato presidencial de Benito Juárez, el Código civil para el Distrito Federal y el territorio norte de la Baja California estableció las bases normativas para la fijación de un "[...] oficio denominado Registro Público en toda población donde hubiera un tribunal de primera instancia". Un año más tarde, en 1871, la institución abrió sus puertas al público en la localidad de Ensenada, que entonces fungía como la capital del territorio norte. Inicialmente, el Registro Público estaba integrado por cuatro secciones: hipotecas, sentencias, arrendamientos y la referente a títulos traslativos de dominio, derechos reales e impuestos. Actualmente, los títulos sujetos a registro son 11. Los relacionados con las sociedades mercantiles incluyen el registro de la escritura constitutiva, el tipo de sociedad, datos generales de los integrantes (hasta 1925 se especificó generalmente la residencia de los socios, la edad, la profesión o dedicación y, en algunos casos, el domicilio), el nombre y objeto de la sociedad, el monto de capital social invertido, así como la división de acciones y formas de operación del consejo de administración, en caso de que así procediera. En la localidad de Mexicali, esta dependencia comenzó a ofrecer sus servicios a principios del siglo XX.

15 Cabe resaltar que, en 1915, la comunidad china en Mexicali era tan grande que llegó a conformar 42% de la población. No obstante, existen contradicciones sobre la cantidad de chinos que había en ese momento en la región. Según Velázquez (2001), parece que la cifra más acertada es 10 000.

16 Este grupo de pobladores no sólo cubrió la demanda de trabajo agrícola sino que también logró el establecimiento de negocios comerciales propios (Velázquez, 2001).

17 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo I, inscripciones 2, 7 y 9.

18 Los tres negocios de Easton, dedicados principalmente a las actividades agrícolas, representaron un capital social inicial de 650 000 pesos. Si consideramos que, en este período (de 1912 a 1915), el total de inversiones registradas ante el RPPM fue de 1 267 000 pesos, tan sólo las empresas de Edward Easton representaron más de la mitad de las inversiones iniciales; es decir, 55.6% del total.

19 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo I, inscripción 11.

20 Las actividades mineras en la región del delta del río Colorado no fueron sobresalientes. La mayoría de las empresas mineras que se formaron a principios del siglo XX, lo hicieron con la expectativa de encontrar algún yacimiento de importancia y por la convocatoria federal (Heath, 2002:260-266).

21 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo i, inscripción 14.

22 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo I, inscripción 1.

23 La importancia que tuvo la comunidad china puede verse representada en las sociedades mutualistas que se registraron a partir de la década de 1920: la sociedad mutualista denominada Sociedad China, formada en octubre de 1918 por don José Wong Yuca, se registró en 1922 (RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo II, inscripción 118). El 22 de mayo de 1922 quedó inscrita la protocolización del acta constitutiva de la Sociedad Mutualista Fraternal Hoy Ying (RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo ii, inscripción 161).

24 El principal objeto de los negocios de la comunidad china fue el comercio y, como actividades secundarias, la compra y venta de terrenos.

25 Entre los negocios comunes sobresalían carnicerías, tenderías, un hotel, restaurantes, cantinas (Mathes, 1988b:262-269) y una plaza de toros.

26 La participación del coronel Esteban Cantú al frente de las fuerzas miliares en la zona permitió controlar los disturbios armados y facilitó el arribo de los chinos a los campos agrícolas de Mexicali. Así mismo vale la pena aclarar que la intervención del grupo liberal encabezado por Flores Magón en Mexicali apenas duró cinco meses, de enero a junio de 1911 (González, 2002). El movimiento se debilitó en la región tras la firma de los Tratados de Ciudad Juárez en mayo del mismo año y de las acciones de Cantú (Taylor, 2002:303-337).

27 Estas actividades se referían a innumerables tareas que en su momento podrían llegar a realizar las sociedades mercantiles, además de su objeto principal.

28 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 2, inscripción 92.

29 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripciones 59, 81 y 84; tomo 2, inscripción 97.

30 En términos absolutos, apenas se organizaron tres sociedades, cuyo capital social fue de 27 000 pesos en total. En Tijuana, de las 25 empresas que se registraron entre 1916 y 1920, siete de ellas tuvieron como objeto la exploración y explotación de actividades mineras.

31 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 4, inscripción 395.

32 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripción 74.

33 Debido en gran parte a las presiones ejercidas durante el gobierno de Álvaro Obregón, será a partir de la década de los veinte cuando empiecen a operar nuevas empresas agroindustriales en la región. Entre otras medidas, el gobierno federal amenazó a la Colorado con expropiarle terrenos que originalmente se titularon a nombre de Guillermo Andrade. A partir de 1920, y como efecto de estas presiones, se trasladaron a Mexicali las actividades de despepite de algodón, extracción de aceite y producción de jabón (Samaniego, 1998:198-202).

34 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripción 65.

35 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripción 82.

36 Estas cifras se obtuvieron de la suma del capital social que inicialmente aportó cada empresa registrada en el RPPM.

37 Esta reglamentación, que se promulgó en Estados Unidos en 1919 y entró en vigor un año más tarde, se mantuvo vigente durante 14 años hasta 1934.

38 Para algunos autores, los efectos de esta ley se vieron reflejados en la elevada afluencia de visitantes y en la creación de nuevos centros de diversión y cantinas en los poblados fronterizos de Baja California (Gómez, 2002; De la O y Coutigno, 2000:33-37).

39 Este empresario de origen mexicano nació en Sonora y se convirtió en residente pionero de las ciudades de Tijuana y Mexicali al desempeñarse como agente aduanal desde 1919. En el mismo período se organizó con otros socios de las ciudades de Tecate y Tijuana para fundar las cervecerías locales.

40 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 198. En este mismo período se fundan las cervecerías de Tecate y Tijuana.

41 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 324.

42 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 2, inscripción 162.

43 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 205.

44 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 308.

45 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 241.

46 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 7, inscripción 1214.

47 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 2, inscripción 106.

48 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 317.

49 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 231.

50 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 301.

51 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 334.

52 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 343.

53 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 4, inscripción 437.

54 El objeto principal de la empresa fue adquirir y explotar corrientes de agua a partir de la construcción de obras de captación y canalización. RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 4, inscripción 458.

55 De acuerdo con Felipe Güicho (1999:15), "[...] [el] trabajo original de los primeros pobladores [de Mexicali] [...] era de muleros en los canales, carpinteros en las compuertas, o comerciantes vendiendo en el valle mercancías en carritos de pedales (los famosos foringos modelo T), otros vendiendo comida, etcétera [...] [pero todo] se diversificó debido al desarrollo de la industria algodonera".

56 Además de este ejemplo, existieron más casos de colaboración entre residentes mexicanos y socios extranjeros, a los que por cuestiones de espacio no es posible citar.

57 En estas fechas, el juez de primera instancia en Mexicali tenía las mismas funciones que las de un notario público, de tal manera que cualquier sociedad mercantil que quisiera obtener su registro notarial tenía trato con el representante de esta instancia.

58 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripción 19.

59 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 2, inscripciones 136 y 144, respectivamente.

60 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripción 30 y tomo 4, inscripción 395.

61 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripción 36.

62 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripción 56.

63 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 1, inscripción 67.

64 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripciones 207 y 304.

65 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 334.

66 El capital social fue de 500 000 pesos y la duración de la sociedad se pactó a 25 años. El 18 junio de 1929, esta concesión para el establecimiento de un banco refaccionario fue otorgada a los señores Orozco, Tapia y Gaxiola por la Secretaría de Hacienda, en representación del ejecutivo federal (RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 378).

67 RPPM, sección Sociedades y Poderes, tomo 3, inscripción 301 y tomo 5, inscripción 555.

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