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Frontera norte

versión On-line ISSN 2594-0260versión impresa ISSN 0187-7372

Frontera norte vol.14 no.28 México jul./dic. 2002

 

Reseña bibliográfica

 

The Transnational Capitalist Class

 

Ismael Plascencia López*

 

Leslie Sklair, Oxford, U.K., Blackwell Publishers Ltd, 2001

 

* Egresado de la maestría en desarrollo regional de El Colegio de la Frontera Norte. Correo electrónico: ISMAELPLASCENCIA@hotmail.com.

 

Mientras que la mayoría de los debates académicos se centran en explorar nuevas ideas en torno a la globalización, el libro de Leslie Sklair,1 The Transnational Capitalist Class, retoma un interesante tema que se creía ya rebasado y tiene que ver con la lucha por la supervivencia del sistema capitalista global en sus distintas expresiones como lo fueron, en su momento, el colonialismo o el imperialismo.

El propósito de este libro es explicar cómo la clase capitalista transnacional (CCT) ha transformado el capitalismo en un proyecto globalizado. El autor establece la CCT empíricamente e identifica a sus miembros e instituciones a través de las cuales ejercen sus poderes, y también introduce el concepto de CCT localizado en una teoría que explica cómo trabaja el sistema capitalista global. El autor explica que éstos no son dos trabajos separados sino uno con dos aristas: no se puede tener una buena teoría si ésta no está respaldada por la evidencia empírica, de la misma forma en que no se puede generar evidencia empírica confiable sin una buena teoría. Teoría y evidencia convergen en concepto, y así es como se pretende tratar y analizar el concepto de la clase capitalista transnacional en este libro: como el lugar donde la teoría (teoría del sistema global) y la evidencia (demostración empírica de que la CCT existe a través de sus miembros y marco institucional) vienen juntas. El principal propósito de este libro es argumentar que la clase capitalista transnacional está en gestación. No está domiciliada ni identificada en ningún país en particular. Por el contrario, es identificada en el sistema capitalista global.

Sklair desarrolla el tema de la CCT dentro de un marco de acalorado debate acerca de la naturaleza y significado del capitalismo contemporáneo: el sistema de libre mercado. Existe un acuerdo creciente de que se están gestando varios procesos de globalización. El hecho de que existen distintas versiones -en ocasiones contradictorias—de qué comprende exactamente esta globalización, amerita una explicación que no oscurezca el hecho de que está ocurriendo y de que sus efectos son reales. El aspecto o tesis central de este libro es que "la globalización es conducida por actores identificables trabajando a través de instituciones que a ellos pertenecen y/o controlan" (Sklair, 2001:4).

Según el autor, el capitalismo es un sistema y la pregunta central que intenta responder es: ¿qué agentes conducen este sistema? Para tratar de contestar esto es necesario recurrir a la teoría del sistema global, la cual se enfoca específicamente en el sistema capitalista global. La teoría restringe su alcance a aquellas innovaciones tecnológicas, económicas, políticas, culturales e ideológicas que empiezan a cambiar el mundo en la segunda mitad del siglo XX. La teoría del sistema global propuesta por el autor está basada en el concepto de prácticas transnacionales que cruzan las fronteras de los países pero que no se originan por los actores o agencias estatales. Analíticamente operan tres esferas: la económica, la política y la cultural-ideológica. Los bloques constructores de la teoría son las corporaciones transnacionales (TNCs, de acuerdo con el término en inglés), las formas institucionales características de las prácticas económicas transnacionales, y la CCT en la esfera política y en la cultural-ideológica, reflejada esta última en la cultura del consumismo.

Una poderosa escuela de pensamiento es que la corporación transnacional es la fuerza institucional dominante en la economía global y una fuerza conductora de la globalización. Resaltando la teoría del sistema global, existen cuatro proposiciones que estructuran el argumento del libro:

La primera es que la clase capitalista transnacional basada en la emergencia de corporaciones transnacionales tiene más o menos el control del proceso de globalización. Evidencia de esta proposición la encontramos en una amplia variedad de formas al analizar cómo trabajan los sectores de negocios líderes.

La segunda proposición sostiene que la CCT está empezando a actuar como una clase dominante en algunas esferas. Ésta es una aseveración cautelosa. Sin embargo, algunos actores e instituciones en el sistema capitalista tienen más poder que otros, y en muchas esferas de la existencia social aquéllos que controlan las fuerzas del capitalismo global toman decisiones clave que afectan la vida de muchas personas en el mundo.

La tercera conecta el capitalismo y el consumismo: la globalización del sistema capitalista se reproduce a sí misma a través de la cultura-ideología del consumismo conducida por las ganancias. Esto implica mucho más que el altruismo de los capitalistas al pretender que las personas se beneficien comprando bienes y servicios que ellos producen y ofrecen en el mercado.

La inherente contradicción del capitalismo consumista, conducido por una constante necesidad de maximizar la ganancia privada, da lugar a la cuarta proposición: la clase capitalista transnacional está trabajando de manera consciente para resolver dos crisis centrales, que son: a) la creación simultánea de la creciente pobreza y creciente riqueza dentro de comunidades y sociedades y entre éstas (la crisis de polarización de clase), y b) la insustentabilidad del sistema (la crisis ecológica).

De acuerdo con Leslie Sklair, la CCT puede ser dividida analíticamente en cuatro fracciones principales:

1. Ejecutivos de las corporaciones transnacionales y filiales locales (la fracción corporativa).

2. Políticos y burócratas globales (la fracción de Estado).

3. Profesionales globales (la fracción técnica).

4. Medios masivos de comunicación (la fracción del consumismo).

La gestación de la CCT va intrínsecamente aparejada con la globalización de las corporaciones y el control sobre la nueva economía global, que ha ido emergiendo en las últimas décadas. Según Sklair, el análisis de las 500 corporaciones globales es una de muchas maneras de aproximarse a la economía global emergente, y tiene muchas ventajas decisivas sobre otros métodos. Se concentra en: a) corporaciones actuales en vez de flujos financieros, b) los negocios actuales de estas corporaciones en lugar de su valor en el mercado de valores, c) tamaño y relación con las corporaciones globales. Al hacer esto, el tema de reedificación es transformado de un problema epistemológico a una cuestión empírica.

Resulta fructífero investigar sobre corporaciones específicas para descubrir el uso y significado del término globalización en el vocabulario de las compañías corporativas y cómo estás se relacionan con prácticas globales. En este libro, los términos corporación internacional o multinacional son usados para significar empresas que tienen un fuerte vínculo nacional y sus subsidiarias foráneas son unidades extranjeras. Las corporaciones globales son aquéllas desnacionalizadas, de manera consciente, de sus orígenes domésticos, mediante el curso de desarrollo de estrategias de operación genuinamente global.

De lo anterior se desprende el tema de la inversión extranjera directa (IED) como práctica global de las corporaciones transnacionales y que atañe a las cuestiones fronterizas locales y (o) regionales de industrialización. La IED en el proceso de industrialización ha tenido un efecto paradójico. La paradoja, según el autor, es que mientras los gobiernos abren sus economías a las compañías extranjeras —particularmente en zonas procesadoras para la exportación y estrategias de industrialización orientadas a la exportación— han facilitado la creación de la clase capitalista transnacional y nacional. Una importante consecuencia de estos cambios es que las mayores corporaciones transnacionales que llevan a cabo negocios en los llamados países en desarrollo o países emergentes no se pueden dar el lujo de la cruda explotación imperialista. Todos sus aliados tienen que ser tratados con respeto y tener acceso a parte de sus ganancias para que sus costos no sean mayores a sus ingresos a largo plazo. Con la conexión general que las mayores corporaciones hacen entre globalización e IED muchos temas son identificados. Éstos son: a) la importancia de las marcas globales; b) el clima regulador; c) fases de la IED; d) el país de origen; e) la cuestión de la desinversión.

Todos los temas alrededor de la IED apuntan a la conclusión de que las corporaciones globales pelean por mantenerse globales por medio de "ser global, localmente". Esto encapsula las consecuencias de la mercadotecnia y la cultura promocional del capitalismo consumista facilitado por los políticos globalizantes, quienes crean las condiciones políticas para que el Estado proporcione varios tipos de apoyos (financieros, fiscales, recursos, infraestructura, ideología) con el eslogan de competitividad nacional.

Según el autor, por cada acción de IED en contacto con las cadenas globales de producción, existe un potencial de que los receptores se expongan a la explotación laboral, violación de los derechos humanos y degradación del medio ambiente. La diaria evidencia del capitalismo casino trae a colación expresiones de indignación y escándalo moral. La villa global de los medios masivos de comunicación está caracterizada por su violencia y falta de gustos y valor educativo, y la cultura-ideología del consumismo es frecuentemente citada como una evidencia depresiva de la falta de significado que clama ser una característica de nuestra época.

Estos temas fueron bien ilustrados en la campaña contra el Acuerdo Multilateral de Inversión de la Organización de cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) y las demostraciones contra la junta de la Organización Mundial de comercio (OMC) en Seattle, a finales de 1999, juntando redes de cientos de organizaciones de todo el mundo en contra de la globalización. A este respecto, las terribles lecciones del estalinismo y otras formas de comunismo y totalitarismos fascistas tienen mucho que enseñarnos en nuestra búsqueda de una transición pacífica de un capitalismo global a otras formas de organización locales y globales que reviertan las crisis estructurales del sistema capitalista: polarización de clases y crisis ecológica.

Lo que se puede desprender de la propuesta del autor con respecto a la frontera norte es que los afanes de industrialización basados en un modelo de desarrollo territorial a través de la propuesta de gobiernos estatales de atraer inversion extranjera en el supuesto de que ésta trajere consigo externalidades positivas y que la misma entidad transnacional aprovechara las ventajas, están bastante limitados si las necesidades territoriales no logran empatarse con los intereses de la CCT. Dicho en otros términos, entre menos desarrollada sea una región o entidad federativa de la frontera norte, menos capacidad de negociación tendrá para atraer IED, económica y socialmente aceptable. Lo anterior puede ser constatado en la realidad, ya que aun cuando se ha dado un cierto grado de industrialización en algunas ciudades importantes de la frontera como ciudad Juárez y Tijuana, la falta de dinamismo interno ha ocasionado que en vez de que la IED se oriente al mercado interno, ésta se dedique únicamente al mercado externo. Y resulta que la ubicación de estas empresas en la frontera norte se debe a decisiones estratégicas internas para facilitar su operación y no a los programas de industrialización de cualquier nivel de gobierno. Por supuesto que no todo puede ser blanco o negro, y por ello cada postura puede ser argumentada sin llegar a una conclusión.

Lo que el autor olvida es que todo actor global, por sus acciones, es también local; es decir, en algún momento está en un espacio específico y este espacio no siempre resulta ser las ciudades más cosmopolitas del mundo. En este sentido, lo más inteligente sería comprometer a los políticos, burócratas y profesionistas globales de los que habla el autor y que también son locales, con la región en la que habitan y sus actores locales para que las negociaciones con los ejecutivos de las corporaciones transnacionales sean una relación ganar-ganar y es ahí donde está el reto.

 

Nota

1 Profesor de sociología, responsable del programa de investigación en sociología de la London School of Economics and Political Science.

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