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Terra Latinoamericana

versión On-line ISSN 2395-8030versión impresa ISSN 0187-5779

Terra Latinoam vol.26 no.4 Chapingo oct./dic. 2008

 

División III

 

Programa sustentable de fertilización para el ingenio Pujiltic, Chiapas, México*

 

A Sustainable Fertilization Program for the Sugar Complex Pujiltic in Chiapas, Mexico

 

Sergio Salgado–García1‡, David J. Palma–López1, Joel Zavala–Cruz1, Luz del C. Lagunes–Espinoza1, Mepivoseth Castelán–Estrada1, Carlos F. Ortiz–García1, José F. Juárez–López1, Joaquín A. Rincón–Ramírez1 y Edith Hernández–Nataren1

 

1 Colegio de Postgraduados, Campus Tabasco. H. Cárdenas, Tabasco, México. Autor responsable (salgados@colpos.mx)

 

Recibido: mayo de 2007.
Aceptado: julio de 2008.

 

RESUMEN

Con el fin de establecer dosis de fertilización para caña de azúcar cultivada en diferentes tipos de suelo del ingenio Pujiltic de Chiapas, México, se llevó a cabo el presente trabajo utilizando el sistema integrado para recomendar dosis de fertilizantes. La identificación de unidades cartográficas de suelos se hizo mediante interpretación de fotografías aéreas, recorridos de campo y barrenaciones a 1.2 m de profundidad. En cada unidad se describieron perfiles agrológicos y se efectuaron análisis físicos y químicos para clasificar el suelo según el Referencial Mundial de Suelos. Se generaron cinco polígonos de Thiessen; la precipitación fluctuó de 920 a 1250 mm. La dosis de fertilización de N, P2O5 y K2O para cada subunidad de suelo se estimó mediante un modelo conceptual que se basa en el balance entre la demanda del nutrimento por el cultivo, el suministro que hace el suelo de éste y la eficiencia del fertilizante. Para estimar la demanda, se consideró la producción de materia seca y la concentración de N, P y K de la biomasa aérea de la caña de azúcar. El suministro de P y K se estimó a partir de los resultados del análisis químico de suelos y los aportes de N a partir de la cantidad de los residuos de cosecha y su manejo. Se definieron nueve grupos mayores de suelos, los cuales se clasificaron a nivel de subunidad. Las dosis de fertilización ajustadas fueron: 120–80–80 para Chernozem chérnico (Pachic Argiudoll), Cambisol mólico (Humic Eutrudept), Fluvisol calcárico (Oxyaquic Udifluvent) y Regosol calcárico (Oxyaquic Udorthent); 160–80–80 para Calcisol hipocálcico (Typic Calciudoll), Leptosol réndzico (Lithic Haprendoll) y Vertisol éutrico (Oxyaquic Hapludert); 120–60–60 para Calcisol vértico (Vertic Calciudoll) y Feozem paquiléptico (Pachic Hapludoll); 140–80–120 para Gleysol mólico (Typic Endoaquoll) y 100–60–60 para Vertisol poliéutrico (Aquic Hapludert).

Palabras clave: Saccharum officinarum, dosis de fertilización, subunidad de suelo, modelo conceptual.

 

ABSTRACT

This work was carried out to determine fertilization rates for the different types of soil in which sugarcane is cultivated in the sugar complex Pujiltic, Chiapas, Mexico. Cartographic soil subunits were identified through interpretation of aerial photographs, field observations, and soil drilling to a depth of 1.2 m. In each subunit, the agrologic profiles were described and physical and chemical analyses were done to classify the soil according to the World Soil Map. Five Thiessen's polygons were created; precipitation fluctuated between 920 and 1250 mm. Fertilization rates of N, P2O5, and K2O for each soil subunit were estimated using a conceptual model. This model is based on the balance of nutrient demand of the crop, nutrients supplied by the soil, and fertilizer efficiency. To estimate demand, dry matter production and N, P, and K accumulation of the sugarcane aerial biomass were determined. P and K supply was calculated from the results of soil chemical analysis, plus the N contributions from crop residues and their management. Nine major soil groups were found and classified as subunits. The fertilization rates adjusted for each soil subunit were (N, P2O5, K2O, kg ha–1): 1208080 for Chernic Chernozem (Pachic Argiudoll), Mollic Cambisols (Humic Eutrudept), Calcaric Fluvisols (Oxyaquic Udifluvent), and Calcaric Regosols (Oxyaquic Udorthent); 160–80–80 for Hypocalcic Calcisols (Typic Calciudoll), Rendzic Leptosols (Lithic Haprendoll) and Eutric Vertisols (Oxyaquic Hapludert); 120–60–60 for Vertic Calcisols (Vertic Calciudoll) and Pachileptic Phaeozens (Pachic Hapludoll); 140–80120 for Mollic Gleysols (Typic Endoaquoll) and 100–60–60 for Pellicalcic Vertisols (Aquic Hapludert).

Keywords: Saccharum officinarum, fertilizer recommendation, soil unit, conceptual model.

 

INTRODUCCIÓN

El Ingenio Pujiltic se localiza en la región Central de Chiapas. Su área de abastecimiento abarca 16 500 ha de caña de azúcar en condiciones de riego, en las cuales se ha aplicado por más de 55 años la dosis de fertilización 160–85–85, sin considerar el cultivo de caña y la unidad de suelo. El rendimiento promedio del campo y la fábrica en la zafra 2004/2005, utilizando la dosis de fertilización referida fue de 90 Mg ha–1 de tallos y 11.86% de azúcar (Cañeros, 2006). No obstante, dentro del ingenio existen áreas cuyos rendimientos son de 160 Mg ha–1, lo cual ha derivado en una revisión del programa de manejo agronómico del cultivo de caña de azúcar en el ingenio Pujiltic. En la última década, las metodologías para generar recomendaciones de dosis de fertilización han recibido atención preferente de especialistas en fertilidad de suelos (Salgado et al., 2000) y de economistas, debido a la creciente necesidad de utilizar con mayor eficiencia los fertilizantes (Volke y Etchevers, 1994; Martínez y Martínez, 1996), al incremento de sus precios y al imperativo de conservar el ambiente (Salgado et al., 2001; Oliveira et al., 2002). Uno de los enfoques que ha recibido un énfasis especial, por su sistema integrador, es el Sistema Integrado para Recomendar Dosis de Fertilizantes (SIRDF) que consta de ocho fases (Salgado et al., 2005).

1. Diagnóstico del campo cañero para determinar la presencia de plagas, enfermedades, malezas, excesos de humedad, y áreas con o sin población de tallos homogénea.

2. Caracterización climática para definir áreas con la misma precipitación de acuerdo con los polígonos de Thiessen (Tabios y Salas, 1985).

3. Estudio agrológico para definir los principales grupos mayores o subunidades de suelo en el área de influencia del ingenio (FAO–ISRIC–SICS, 1999; Soil Survey Staff, 2006).

4. Muestreo de suelos para caracterizar la fertilidad de cada una de las unidades de suelos y calcular el suministro de N, P y K del suelo (Salgado et al., 2006b; NOM–021–RECNAT, 2000).

5. Estimación del rendimiento potencial a partir de un muestreo de biomasa área en cada una de las subunidades de suelo para determinar la producción de materia seca de tallos y paja, así como la concentración nutrimental de N, P, K en la biomasa. Información necesaria para estimar la demanda de nutrimentos por subunidad.

6. Determinación de las dosis de fertilización con ayuda del modelo conceptual. Sus bases indican que para alcanzar un máximo rendimiento por condición agroecológica se debe satisfacer el balance entre la demanda del nutrimento por el cultivo (DEM) y el suministro que hace de éste el suelo (SUM). Si la demanda de un nutrimento es mayor que el suministro, se producirá un déficit que es necesario suplir con fertilización. Cuando la demanda es menor que el suministro, se aplicará una dosis para mantener la fertilidad del suelo y el rendimiento de caña, con base en criterios agronómicos y experiencia regional. La dosis de fertilización (DF) en situaciones de déficit nutrimental estará definida por la demanda, el suministro y la eficiencia de aprovechamiento del fertilizante por el cultivo (EF), ya que sólo parte del nutrimento aplicado es aprovechado. El modelo operativo para calcular la dosis de fertilización es: DF = (DEM–SUM)/EF (Rodríguez, 1993), donde DEM es la cantidad del nutrimento que un cultivo requerirá para alcanzar el máximo rendimiento; se calcula con base en el requerimiento interno crítico del cultivo y la producción de biomasa asociada a dicho rendimiento. SUM comprende, por un lado, la capacidad del suelo para aportar el elemento y, por otro, la eficiencia de la planta para absorber el nutrimento disponible. Para el N, el suministro depende de factores de suelo y clima que afectan la mineralización de la materia orgánica (MO) del suelo y de los residuos de cosecha; para el P, el aporte depende de la capacidad del suelo para fijarlo, de su manejo, en relación con fertilizaciones previas y de su acumulación en los reservorios lábiles y no lábiles. La eficiencia de absorción de cada nutrimento por la planta depende del tipo de sistema radicular [densidad de raíces para el caso de P y K (Rodríguez, 1993)]. SUM para el P y K lo proporciona el análisis de suelo; sin embargo, para el N, Rodríguez (1993) considera que el suministro está en función de los residuos de cosecha, las raíces incorporadas y el nitrógeno inmovilizado de la fertilización del ciclo anterior, cuando el sistema se encuentra en equilibrio. Para el caso del P, el suministro es cuantificado a través del método de Olsen, juntamente con la eficiencia de absorción del cultivo, según el tipo de sistema radical; para el caso del K, se mide la forma intercambiable, la capacidad tampón del suelo y la eficiencia de absorción del cultivo según el tipo de sistema radical. La eficiencia es la cantidad de nutrimento del fertilizante aplicado al suelo que es aprovechado por la planta y depende de factores como el tipo de cultivo, la unidad de suelo, la fuente, la época y la forma de aplicar el fertilizante.

7. Generación de las recomendaciones de manejo de fertilizantes tomando en consideración la unidad de suelo, el pH y las fuentes de fertilizantes (Salgado et al., 2006a).

8. Establecimiento de parcelas de validación de las recomendaciones de fertilización; para ello, se selecciona una parcela por unidad de suelo, se fertiliza con la recomendación y se verifica el estado nutricional a los tres meses y los rendimientos de caña en el momento de la cosecha. Por ello, el objetivo del presente trabajo fue generar un programa sustentable de fertilización por subunidad de suelos a través del SIRDF en caña de azúcar en el ingenio Pujiltic, ubicado en Venustiano Carranza, Chiapas, México.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

La metodología basada en el SIRDF se aplica por segunda vez en su versión mejorada en caña de azúcar (Salgado et al., 2005). En el presente trabajo, únicamente se exponen las fases de caracterización climática, estudio agrológico, muestreo de suelos, estimación del rendimiento potencial de caña de azúcar, aplicación del modelo conceptual y generación de dosis de fertilización por subunidad de suelo (Palma et al., 2002). El trabajo se llevó a cabo de marzo de 2005 a mayo de 2006.

Caracterización Climática

La caracterización climática se realizó en dos fases; en la primera, se analizaron los registros de temperaturas máximas y mínimas (ºC), precipitación (mm) y evaporación (mm), obteniéndose datos promedio mensuales de cada variable de la estación climatológica del ingenio Pujiltic, con esta información se generó un climograma (Thornthwaite, 1948). Para la segunda fase, se utilizaron los datos de precipitación (mm) de seis estaciones climáticas cercanas a la zona de abastecimiento del ingenio, datos promedio de 30 años [de 1960 a 1990 (CONAGUA, 2006)]. Cada estación se georreferenció sobre el mapa de suelos obtenido del ingenio. En seguida se realizó la definición de áreas con precipitación similar de acuerdo con los polígonos de Thiessen (Tabios y Salas, 1985), utilizando para ello el programa Arc Gis 9 (ESRI, 2007).

Levantamiento de Suelos

Recolección de información. En esta etapa, se revisó y colectó la información sobre la superficie cañera del ingenio Pujiltic, el padrón de productores del ingenio, las necesidades y requerimientos de N, P y K del cultivo de la caña de azúcar, la información sobre el manejo agronómico, los datos meteorológicos, la cartografía, las fotografías aéreas, los ortofotos y los modelos de elevación digital del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) realizadas en la región de estudio.

Fotointerpretación. La cartografía de suelos se realizó con base en la fotointerpretación de fotografías aéreas, escala 1:75 000 (INEGI, 1995). Posteriormente, se transfirió la información de las fotografías aéreas al mapa topográfico, escala 1:50 000 (INEGI, 1986).

Definición y caracterización de las unidades de suelo. Una vez realizada la fotointerpretación del área, se procedió a la definición de sitios de muestreo por cada unidad cartográfica. La rectificación de la cartografía del suelo se realizó por medio de pozos agrológicos (calicatas) a 1.50 m de profundidad en promedio, describiéndose 44 perfiles de suelo (Cuanalo, 1981). En cada horizonte del perfil, se tomaron muestras compuestas de suelo, las cuales se secaron al aire y a la sombra, se molieron con un mazo de madera y se pasaron a través de un tamiz con malla 2 mm. El análisis correspondiente se realizó de acuerdo con los métodos descritos en la norma oficial mexicana–021RECNAT–2000. A partir de la descripción de perfiles in situ y del análisis físico y químico se procedió a la clasificación de los suelos, para lo cual se consideraron el Referencial Mundial de Suelos y la Taxonomía (FAOISRIC–SICS, 1999; Soil Survey Staff, 2006).

Diagnóstico de la Fertilidad de las Subunidades de Suelos

Después de ubicar geográficamente los nueve grupos principales de suelos identificados: Chernozem, Calcisol, Cambisol, Fluvisol, Gleysol, Leptozol, Feozem, Regosol y Vertisol, se seleccionaron las parcelas a muestrear, al considerar la pendiente y localización de las mismas. En cada sitio se colectaron seis submuestras, siguiendo un recorrido en zigzag; tres sobre el surco de caña y tres en el entresurco (Salgado et al., 2006b) a una profundidad de 0 a 30 cm. En total se tomaron 154 muestras compuestas. Se determinó la concentración de MO, Nt, P, K, Ca, Mg, Na, Fe, Cu, Mn, Zn, la capacidad de intercambio catiónico (CIC) y la textura, con los procedimientos descritos en NOM–021RECNAT–2000.

Muestreo de Biomasa de Caña de Azúcar

Para cuantificar el rendimiento potencial y estimar la demanda de nutrimentos por el cultivo de la caña de azúcar, se realizó el muestreo de biomasa aérea a los 11 meses de edad del cultivo (etapa de madurez). Para ello, se cosechó un metro lineal de biomasa (kg), y la cantidad obtenida se transformó a Mg ha–1, considerando que una hectárea tiene 7692 m lineales. Estos rendimientos fueron ajustados con un factor de 0.3 para corregir el rendimiento de tallos zafrables (Mg ha–1) y expresar la demanda de los nutrimentos en kg ha–1. El sitio de muestreo se ubicó a 4 m de la orilla de la parcela. Después de pesar la muestra, se seleccionaron al azar cuatro tallos de caña, se separaron en tallo y paja, y se molieron en una picadora tipo Chetumal. Cada muestra se homogeneizó. De cada una se tomó una submuestra de 400 g, la cual se secó en estufa a 70 °C hasta alcanzar peso constante. El porcentaje de humedad por submuestra sirvió para determinar la producción de materia seca (MS). Enseguida las submuestras se pasaron a través de una malla de 2 mm en el molino Wiley para el análisis de N, P, K, Ca, Mg, Na, Fe, Cu, Mn y Zn, según los métodos señalados por Jones et al. (1991).

Cálculo de las Dosis de Fertilizantes

Para generar las dosis de fertilización de N, P y K por subunidad de suelo, se calcularon los parámetros del modelo conceptual DF = (DEM–SUM)/EF, de la siguiente manera (Rodríguez, 1993):

Demanda. Para determinar la demanda de N, P y K, se utilizó la materia seca del cultivo de caña correspondiente a paja (MSP) y tallos (MST) según la ecuación siguiente: DEM (kg ha–1) = MSP (kg ha–1) * (% nutrimento paja/ 100) + MST (kg ha–1) * (% nutrimento tallo/100)

Suministro. En el caso del nitrógeno, se consideró que únicamente 10% de la demanda total de este elemento se incorpora al suelo a través de la desintegración de las hojas durante el período de crecimiento del cultivo y las raíces (Hernández et al., 1995). El resto se pierde en el campo con la quema de residuos y el transporte de los tallos al molino (Salgado et al., 2005). La ecuación utilizada es:

SUM–N = (DEM–N * 0.10) + NDS

donde: NDS = nitrógeno derivado del suelo, estimado en 50 kg ha–1, de acuerdo con el rendimiento de caña de azúcar obtenido sin fertilización (Salgado et al., 2003b).

Para los otros elementos, las ecuaciones fueron:

donde: el índice de eficiencia del cultivo (Ec) para gramíneas indica que por 1 mg kg–1 de P Olsen, el cultivo absorbe 1.7 kg de P del suelo (Rodríguez, 1993). La eficiencia de absorción de K (CK) indica que por 1 mg kg–1 de K intercambiable, el cultivo absorbe 1.4 kg de K en suelos francos y 1.3 kg de K en suelos arcillosos (Rodríguez, 1993). Para el cálculo del suministro del P y K, se considera que únicamente el 60% de la materia seca de paja es mineralizada en el primer año.

Eficiencia (EF). Para el N, la eficiencia utilizada fue de 50% (FAO, 1984; Basanta et al., 2003); sin embargo, el N del fertilizante aplicado estimula la actividad microbiana mineralizándose mayor cantidad de N, el cual es tomado por el cultivo. Para el caso del P, la eficiencia es de 30% según la textura arcillosa, que caracterizó a estos grandes grupos. Para el K, la eficiencia es de 60% para suelos arcillosos (García, 1984; Rodríguez, 1993).

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Caracterización Climática

Durante el período de crecimiento y desarrollo del cultivo (mayo a octubre), la precipitación acumulada fue de 932 mm y la temperatura superior a 21 °C (Figura 1). En contraste, durante los meses de noviembre a abril, la precipitación fue mínima (72 mm de lluvia), lo que permitió la maduración y cosecha del cultivo. De acuerdo con este análisis, el clima en el área de abastecimiento es adecuado para el cultivo de la caña de azúcar a excepción de la distribución de la precipitación y debido al déficit de humedad, es necesaria la aplicación de dos a tres riegos de auxilio. En la época de lluvias en suelos con textura arcillosa, es frecuente observar excesos de humedad, lo cual retrasa el desarrollo del cultivo, por lo que la adopción de un programa de drenaje superficial controlado es fundamental.

Lo anterior requiere de estudios específicos por zonas, ya que éstas van de 620 m en el valle a los 1200 m en Villa las Rosas. En la Figura 2, en la cual se presentan los cinco polígonos de Thiessen (Tabios y Salas, 1985), se observa que en la zona de abastecimiento del ingenio Pujiltic existe un intervalo de precipitación de 920 a 1250 mm; las mayores precipitaciones ocurren en la parte oeste y se reducen a medida que aumenta la altitud. Una ventaja de contar con estos polígonos es la programación de la zafra y la aplicación de los riegos, ya que la parte más seca y la zona de suelos delgados (Leptosol réndzico y Feozem paquiléptico) requerirán de mayor número de riegos.

Descripción de las Subunidades de Suelos del Área Cañera del Ingenio Pujiltic

Los suelos del área cañera de Pujiltic son diversos en cuanto a tipo y origen, el grupo dominante de suelos es el Vertisol (25.2%), seguidos del Fluvisol (12.6%), el Regosol (11.2%), y el de menor extensión, el Cambisol (0.9%). Es importante señalar que el origen calcáreo de la zona define la mayor parte de las características de los suelos y su fisiografía cárstica hace que un 20.5% sea ocupado por cerros con afloración de la roca, donde la pendiente ha limitado la formación de suelo. Se identificaron 11 subunidades de suelos (FAO–ISRICSSICS, 1999), presentadas en el Cuadro 1 con su equivalente en la taxonomía de suelos americana, y la distribución de las subunidades en el área cañera en la Figura 2.

Demanda Nutrimental del Cultivo de la Caña de Azúcar

En el Cuadro 2 se presentan los rendimientos y la materia seca para el tallo y paja de la caña de azúcar en las diferentes subunidades de suelos, datos promedio seguidos de su desviación estándar. La relación paja/ tallo de 0.32 indica que la caña tiene buen desarrollo salvo en las regiones donde los suelos son delgados y hace falta agua para el riego (Inman–Barber et al., 2002; Salgado et al., 2001). Este buen balance entre la producción de tallos y paja explica los altos rendimientos de campo y fábrica (90 Mg ha–1) de caña y 11.86% de azúcar. Los grupos de suelos con mayor potencial de producción fueron: Calcisol > Cambisol > Leptosol > Gleysol > Chernozem > Regosol > Fluvisol > Feozem > Vertisol; no obstante, el Calcisol vértico presentó mayor variabilidad en el rendimiento. Se encontró que el tallo tiene menor concentración de nutrimentos que la paja (Cuadro 3), lo cual favorece el rendimiento de azúcar en fábrica (Chen, 1991). En la paja, las concentraciones de P, Cu, Zn y Mn fueron bajas en todos los suelos, según Jones et al. (1991), lo cual corrobora la necesidad de aplicar estos nutrimentos al suelo (Viets y Lindsay, 1973; Naranjo et al., 2006). El tallo extrajo más N, P y K que la paja, lo cual se atribuye a la mejor relación paja/tallo (Cuadro 4).

Cálculo del Suministro

Se consideran los datos promedios de P y K de las subunidades de suelos (Cuadro 5) y la demanda de N, P y K de la paja (Cuadro 4). De los nutrimentos contenidos en la paja, únicamente se aprovecha el 60% para el primer año (Gava et al., 2005). Para el caso del N, se consideró un aporte del 10% de la demanda total de este nutrimento, el cual es aportado durante la mineralización de las hojas secas cuando la caña está en crecimiento (Inman–Barber et al., 2002). En el Cuadro 6 se presenta el suministro de N, P y K. En general, se observa que los suelos de Pujiltic suministran los macronutrimentos primarios en el siguiente orden K > N > P, lo que coincide con Salgado et al. (2001). El K presentó mayor variabilidad en el suelo seguido de P y N, lo cual se relaciona con su génesis y el manejo agronómico. En este caso, los suelos de Pujiltic aportaron menor cantidad de P, el cual puede formar compuestos de baja solubilidad con el Ca y Mg debido al pH alcalino (Naranjo et al., 2006).

Dosis de Fertilización por Tipo de Suelo

A partir de la demanda y el suministro se realizó el balance; los criterios que se aplicaron fueron:

En aquellos suelos donde el suministro fue mayor que la demanda, esto fue indicativo de que el suelo aporta más nutrimentos de los que requiere el cultivo; en estos casos, Rodríguez (1993) señala que se debe aplicar una dosis de manutención para asegurar la fertilidad del suelo con base en criterios agronómicos (García, 1984; Gava et al., 2005).

Los suelos donde el suministro fue mayor que la demanda indican que éste aporta más nutrimentos de los que requiere el cultivo. Rodríguez (1993) señala que, en estos casos, se debe aplicar una dosis de manutención para asegurar la fertilidad del suelo con base en criterios agronómicos (García, 1984; Gava et al., 2005).

Cuando la demanda fue menor que el suministro, se produce un déficit, los resultados se dividen entre la eficiencia de la utilización del N, es este caso, 50% para todos los suelos (FAO, 1984; Rodríguez, 1993); para P se asumió 30%, y para K, 60% debido a la textura arcillosa de estos suelos (García, 1984; Rodríguez, 1993; Salgado et al., 2001; Palma et al., 2002).

Las dosis de fertilización de Pujiltic generadas con el modelo conceptual (Cuadro 7) fueron más bajas en N, P y K que la dosis usada por el ingenio, la 160–85–85 y la recomendada por el IMPA, la 120–60–60 (Rojas et al., 1984); además de que los suelos tienen alta fertilidad (Cuadro 5). Las dosis del modelo conceptual se ajustaron a los rendimientos de caña observados en la zafra 2004/05 que se compararon con los obtenidos en campo, pues dependiendo del rendimiento, el productor utilizará la dosis indicada en el Cuadro 7 (Salgado et al., 2000; 2003b; Palma et al., 2002), la cual considera los siguientes criterios agronómicos: la variabilidad observada en la fertilidad del suelo dentro de cada subunidad, el rendimiento de caña de azúcar y los requerimientos de N, P y K por tonelada de caña producida. Estas dosis requieren ser validadas, ya que de corroborarse que las dosis funcionan permitirán ahorros económicos considerables y se evitará contaminar los mantos acuíferos con los excedentes de N y P de los fertilizantes (Weier et al., 1996).

Recomendaciones de Fertilización

Fuentes de fertilizantes. Para el cultivo de la caña de azúcar se ha utilizado por muchos años el complejo 20–10–10, cuya ventaja es su facilidad de aplicación, ya que no requiere mezclarse. Además, en el mercado es posible conseguir complejo 20–10–10 y Triple 17 enriquecidos con micronutrimentos (EM). Otra fuente de fertilizante es la combinación del Triple 17 más urea, el cual resulta adecuado para los suelos moderadamente alcalinos del área de abasto del ingenio Pujiltic.

Sin embargo, se debe tomar en cuenta el costo del fertilizante (Salgado et al., 2006a).

Costo. Considerando los precios vigentes de las fuentes (al 19 de junio de 2006, FYPA S.A. de C.V): complejo 20–10–10 –EM de $ 3300.00, de la urea $ 3800.00 y del Triple 17 –EM $ 3700.00, Mg–1; el costo de la dosis de fertilización 160–80–80 para el Leptosol réndzico es:

–Complejo –EM = 3300 * 0.800 = $ 2640.00 por hectárea.

–Urea + Triple 17 –EM = (3800 * 0.174) = $ 661.20 y (3700 * 0.470) = $1739.00, total $ 2400.20.

La opción de fertilizar con urea más Triple 17 –EM resulta más económica y se genera un ahorro de $ 239.80 por hectárea.

Época. La fertilización debe realizarse de uno a tres meses de edad después del rebrote, la mejor es a los tres meses por que inicia el amacollamiento (Salgado et al., 2003a). No se recomienda aplicar el fertilizante en el momento de la siembra, ya que la caña tarda aproximadamente 30 días en emitir las raíces verdaderas, el agua de riego puede contribuir a lixiviar el N del fertilizante o el lavado por escurrimiento si éste se aplica en forma superficial (Oliveira et al., 2002).

Forma de aplicación. De preferencia debe realizarse en forma mecanizada, ya que se deposita el fertilizante en el suelo y se evita la volatilización de la urea. Este último proceso favorece los suelos con pH alcalino. La fertilizadora con disco mejora la eficiencia de la aplicación del fertilizante en el ciclo de socas, ya que aplica el fertilizante en la cepa de la caña.

 

CONCLUSIONES

– En general, el manejo agronómico del cultivo de la caña de azúcar es bueno, lo que explica los altos rendimientos de caña y sacarosa.

– De noviembre a abril se presenta la época de sequía que coincide con la zafra; sin embargo, algunas cañas que son cosechadas al inicio requieren de riegos de auxilio para hacer eficientes las labores de cultivo como el control de malezas y la fertilización. La temporada de lluvias es de mayo a octubre, en ellos, hay exceso de humedad en los suelos de textura arcillosa, por esto se establecieron cinco polígonos de Thiessen en la zona de abastecimiento del ingenio Pujiltic. La precipitación fluctúa de 920 a 1250 mm anuales.

– Las subunidades de suelos del área de abastecimiento del ingenio Pujiltic son Chernozem chérnico (Pachic Argiudoll), Calcisol hipocálcico (Typic Calciudoll), Calcisol vértico (Vertic Calciudoll), Cambisol mólico (Humic Eutrudept), Fluvisol calcárico (Oxyaquic Udifluvent), Gleysol mólico (Typic Endoaquoll), Leptosol réndzico (Lithic Haprendoll), Feozem paquiléptico (Pachic Hapludoll), Regosol calcárico (Oxyaquic Udorthent), Vertisol éutrico (Oxyaquic Hapludert), Vertisol peliéutrico (Aquic Hapludert).

– El diagnóstico de la fertilidad de las subunidades establece que los suelos del área de abastecimiento del ingenio Pujiltic son fértiles. Los factores limitantes son: arcilla, humedad, y deficiencias de Zn y Cu.

– El muestreo de biomasa efectuado en el ingenio Pujiltic indica que la relación paja/tallo fue de 0.32, que se considera adecuada, lo que explica los altos rendimientos de caña.

– A través del modelo conceptual se establecieron 11 dosis de fertilización, las cuales consideran la subunidad de suelos. Estas dosis de fertilizantes son más bajas que las utilizadas en el ingenio.

– Especial atención requiere el manejo de N y P, dada la naturaleza alcalina de los suelos que favorece las condiciones para que el N pueda perderse por volatilización y desnitrificación. El P puede formar complejos de baja solubilidad con el Ca y el Mg presentes en el suelo.

–El fertilizante debe aplicarse en forma mecanizada cuando la planta tenga de uno a tres meses de edad. La aplicación superficial del fertilizante debe hacerse sobre la cepa después de regar. Se recomienda validar las dosis de fertilizantes estableciendo una parcela por subunidad de suelo.

 

AGRADECIMIENTOS

A la Fundación Produce Chiapas A.C. y a la Asociación Local de Productores de Caña de Azúcar de la CNPR del ingenio Pujiltic, por su apoyo económico y logístico en la realización de este trabajo.

 

LITERATURA CITADA

Basanta, M. V., D. Dourado N., K. Reichardt, O. O. Bachi S., C. M. Oliveira J., P. C. Trivelin O., C. Timm L., T. T. Tomi–Naga, V. Correchel, A. M. Cassaro F., F. Pires L., and R. Macedo J. 2003. Management effects on nitrogen recovery in a sugarcane crop grow in Brazil. Geoderma 116(8): 235–248.         [ Links ]

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NOTA

* Publicado en Terra Latinoamericana 26: 361-373.

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