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Investigación bibliotecológica

On-line version ISSN 2448-8321Print version ISSN 0187-358X

Investig. bibl vol.19 n.38 Ciudad de México Jan./Jun. 2005

 

Artículos

 

Mercado y ejercicio profesional del bibliotecólogo en México

 

Professional market and librarian practice in Mexico

 

Lina Escalona Ríos*

 

Centro de Investigaciones Bibliotecológicas de la UNAM, 04510, México D.F. Tel.: 56230353 E–mail: escalona@cuib.unam.mx

 

Artículo recibido: 25 de agosto de 2004.
Artículo aceptado: 15 de diciembre de 2004.

 

Resumen

En el presente trabajo se identifican el mercado de trabajo potencial en el que se puede desarrollar el bibliotecólogo en México así como las actividades que los profesionales están realizando en las bibliotecas del país. Dicha identificación se realizó mediante una investigación documental y de campo que destaca el número de bibliotecas públicas, escolares, universitarias y especializadas que requieren de bibliotecólogos para realizar actividades profesionales, además de las escuelas y mercados emergentes. Se detallan las actividades que desarrollan los profesionales, el mayor porcentaje de los cuales se dedica a la administración bibliotecaria (52.3%) mientras que en el área de servicios se encuentra el 33.9%, y en procesos técnicos el 33.5%. Datos interesantes que se contextualizan con el nivel de ingreso, el nivel académico, los requisitos para obtener el empleo, el sector en el que ha laborado el profesional y en el que está laborando actualmente, y se vinculan esos datos con la satisfacción del profesional con sus actividades y la opinión de los empleadores en cuanto al nivel de desempeño de los bibliotecólogos.

Palabras clave: Mercado de trabajo bibliotecológico; bibliotecología; México.

 

Abstract

The potential market for the practice of librarians and for the activities that these professionals are performing in Mexican libraries is identified. This was done through field and documentary research which emphasizes the number of public, school, university and specialized libraries that need librarians to carry out their activities. The highest percentage of these professionals is assigned to library administration (52.3 %), while the area of services absorbs 33.9%, and technical processes 33.5%. These data are then contextualized with academic income levels plus the requirements to obtain the posts and the sector where the professional is working. All of these are linked with the professional’s satisfaction with their activities and the opinion of their employers as to the level of performance.

Keywords: Library science; Labor market; Library science; Mexico.

 

Introducción

El mercado de trabajo en que se desarrolla el bibliotecólogo ha sido un tema abordado por la literatura bibliotecológica tomando como base la experiencia profesional de los autores y el conocimiento académico adquirido, sin embargo poco se conoce de la realidad en que se desenvuelven los profesionales de la bibliotecología, las actividades que realizan, los sueldos que perciben o los requisitos que tuvieron que cubrir para ocupar los puestos que tienen actualmente; además los datos obtenidos pertenecen a documentos que fueron realizados con propósitos distintos, tal es el caso de Tecuatl, Murillo, Ruíz Figueroa y Ortega Cuevas, quienes a través de sus investigaciones dan a conocer algunos datos relevantes de la actividad profesional de los bibliotecólogos pero sin profundizar en ellos.

El conocimiento del mercado laboral de bibliotecólogo y de las actividades que han venido desarrollando es fundamental porque permite saber, de manera objetiva, el ámbito de acción del bibliotecólogo, las posibilidades reales en la que se encuentra trabajando y las potenciales que se tienen y no se han considerado.

Así, el objetivo del presente trabajo es identificar el mercado potencial del bibliotecólogo y conocer las actividades que está realizando el profesional y su nivel de desempeño en el mercado real, mediante una investigación documental y de campo que lleva a detallar sus actividades, nivel de ingreso, nivel académico, requisitos para obtener el empleo, sector en el que ha laborado y en el que está laborando actualmente, nivel de satisfacción respecto de sus actividades y la vinculación de estos elementos con la opinión de los empleadores.

Para determinar las características del mercado de trabajo potencial se realizó una investigación documental que permitió conocer el mercado en el que pueden desenvolverse los bibliotecólogos, y en el que están incursionando algunos egresados del área.

Para conocer el mercado real y las actividades que desarrolla el profesional del área bibliotecológica se realizó una investigación de campo que consideró a los profesionales del área bibliotecológica y a sus empleadores, quienes proporcionan su punto de vista sobre la calidad del desempeño de dichos profesionales.

Al llevar a cabo esta investigación se aplicó el cuestionario a los profesionales titulados de bibliotecología, considerando un listado proporcionado por la Dirección General de Profesiones en 1999, el cual fue completado con una lista de los trabajos de titulación que aparecen en los catálogos de las bibliotecas de las instituciones que imparte la licenciatura en el área bibliotecológica. Se obtuvieron así 712 nombres, de los cuales se descartó a las personas jubiladas, las fallecidas y a las que no son del área y que por equivocación habían sido incluidos en la lista de la DGP. Quedaron 674 nombres y se logró la ubicación de 450 de ellas, a quienes se les envió el cuestionario correspondiente (véase anexo 1). Respondieron sólo 334 y sobre ellos se presentan los siguientes resultados.

El punto de vista de los empleadores fue recuperado a través de la aplicación de otro cuestionario a 10 instituciones, pero contamos con 11 cuestionarios dado que una institución tiene definidas dos actividades profesionales distintas.

Respecto a la aplicación del cuestionario, cabe señalar que una de las principales limitaciones fue la falta de un directorio de los titulados a nivel nacional, pues la Dirección General de Profesiones no cuenta con una lista actualizada, ni las escuelas ni asociaciones se han ocupado de forjar un directorio de esta naturaleza, el cual sería de suma utilidad para hacer estudios de toda índole.

 

a) Mercado potencial de trabajo del bibliotecólogo

Teóricamente, las fuentes de mercado que tiene el profesional del área bibliotecológica1 son todo tipo de bibliotecas y centros de información y documentación. Sin embargo desde hace más de tres décadas, la sociedad en general y la mexicana, en particular, han sido testigo y parte de un acelerado desarrollo de las tecnologías de la información que han venido a agilizar, el uso y generación de información, y modificado las actividades y los espacios en que se genera, se organiza y se difunde tal información.

Así, la información documental y electrónica se ha convertido en parte fundamental para el desarrollo de los países y con ello se ha multiplicado y diversificado el campo de trabajo de los profesionales relacionados con la información: comunicólogos, periodistas, computólogos, informáticos y, desde luego, bibliotecólogos. ¿Pero cuáles son las fuentes de trabajo que ofrece el mercado que ha propiciado y desarrollado todos esos cambios?

 

Bibliotecas y otras unidades de información2

Tradicionalmente los bibliotecólogos se han acostumbrado a verse como canales a través de los cuales fluye la información, y se han definido a sí mismos como procesadores de información e intermediarios entre ésta y los usuarios. Por ello han centrado su campo de acción en bibliotecas de todo tipo y en centros de documentación y de información; instituciones que han ido evolucionando y que en la actualidad son definidas

"como productoras de bienes y servicios que buscan satisfacer las necesidades de un mercado de consumo operando en un entorno incierto y competitivo, redefiniendo sus objetivos y exigiendo nuevas destrezas y conocimientos para su desarrollo".3

En las bibliotecas y demás unidades de información, el campo de acción profesional se localiza en tres grandes áreas: procesos técnicos, administración y servicios.

En México los centros de concentración laboral potencial para los bibliotecólogos se encuentran principalmente en las bibliotecas universitarias, públicas y las especializadas, incluyendo en este último rubro algunos centros de documentación e información.

Las bibliotecas públicas dependientes de la Dirección General de Bibliotecas de CONACULTA, suman más de 6,000 que deben atender las necesidades de poco menos de 100 millones de habitantes, por lo que a todas luces siguen siendo insuficientes.

Por otra parte, la Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto tiene registradas 4,514 bibliotecas escolares, aunque la mayoría de éstas se refieren a una aula que tiene una colección de libros sin organización bibliográfica y en la que no se han establecido servicios bibliotecarios; por lo que en este espacio el profesional de la bibliotecología debe tratar de organizar y diseñar una biblioteca escolar. Existe también un mayor número de bibliotecas escolares que cuentan con los servicios y las colecciones adecuadas para atender las necesidades académicas de esta población.

El nivel de educación superior cuenta con 3,815 instituciones educativas, lo que representa el 29% del total de las instituciones educativas. La educación superior tiene registrados a dos millones de estudiantes para cuyos requerimientos de información cuenta con 1,100 unidades de información.

Así, el total de bibliotecas para el sector educativo es de 5,614 unidades que atienden a una población de 28 millones de estudiantes, lo que representa el 28% de la población total de mexicanos.

En cuanto a las bibliotecas especializadas que se encuentran en centros e institutos de investigación, así como en instituciones privadas; el INEGI reporta la existencia de 180 unidades de información.4

Finalmente se encuentra la Biblioteca Nacional como una fuente primordial de información y la cual requiere de profesionales de la bibliotecología para valorar y preservar el patrimonio nacional.

Todas estas instituciones dependen tanto del sector público como del privado (según quién otorgue el presupuesto), y cada una tiene fines y objetivos propios, en tanto que sus actividades profesionales se remiten en algunos casos, como ya se mencionó, a procesos técnicos, administración y servicios.

Respecto a las actividades relacionadas con los procesos técnicos, Felipe F. Martínez afirma que:

La posibilidad de empleo para los bibliotecarios profesionales en el área de procesos técnicos seguirá existiendo, ya que la organización bibliográfica es la actividad permanente que una biblioteca requiere para su desarrollo interno.5

Pero actualmente, no sólo los documentos impresos de la biblioteca requieren de la organización bibliográfica, pues ahora están también los recursos digitales, los cuales requieren de profesionales de la bibliotecología que sepan organizarlos.

Por lo que corresponde al área administrativa, ésta existe en todas las secciones o departamentos de la biblioteca; desde la coordinación o dirección de la unidad hasta la supervisión o jefatura de un departamento o sección, relacionada siempre con la estructura de los servicios y el manejo adecuado de los recursos humanos.

En el área de servicios, las actividades profesionales van desde la prestación de servicios como los de consulta, orientación, diseminación selectiva de información y alerta, hasta el diseño de servicios adecuados a los requerimientos de la comunidad en que esté inserta la biblioteca.

Cabe observar que tanto en la administración como en el área de servicios trabaja una gran cantidad de personas que no son profesionales de la bibliotecología sino de otras profesiones, y que trabajan en este ámbito debido a la falsa imagen que se tiene de que el trabajo bibliotecario puede ser desempeñado por "cualquier persona".

 

Docencia

Mucho se ha cuestionado sobre la actividad docente del bibliotecólogo y si las instituciones educativas del nivel profesional son las que deben formar al futuro docente en bibliotecología; ciertamente a nivel nacional, las leyes orgánicas y estatutos de las universidades exigen el título de licenciatura a todo aquel que sea contratado como profesor independientemente de la formación docente que tenga o deba tener.

En México existen ocho instituciones educativas de nivel superior que forman a los profesionales de la bibliotecología. Estas instituciones cuentan con alrededor de doscientos profesores, incluyendo a docentes de carrera y profesores de asignatura, y estos profesores de asignatura cambian constantemente porque su fuente de trabajo principal los obliga a permanecer en su institución y a dejar las clases, por lo que el mercado de trabajo en este sector siempre está requiriendo de personal.

Por otra parte, más allá de las instituciones de educación superior, los bibliotecólogos también tienen oportunidades laborales como docentes en el nivel de bachillerato, especialmente en el área bibliotecológica y en el área de investigación documental.

En los estudios de posgrado es diferente, ya que como Elsa Barberena plantea respecto a la maestría en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM):

Las posibilidades de empleo para el bibliotecario profesional en docencia, vista desde los estudios de maestría de la UNAM, son reducidas. Esto se debe a que la planta de profesores está cubierta, no existe demasiado interés por ser docente además de que no se dispone de cursos que particularmente apoyen esta área. Por otra parte se observa que los estudiantes de maestría están integrados a la actividad docente en el nivel de licenciatura. En el ámbito nacional se requiere de mayor cantidad de profesores para conformar la estructura de las escuelas de bibliotecología, aunque esto es más bien una demanda potencial, puesto que sólo existe una demanda real para los bibliotecarios, en servicio. 6

Las posibilidades de empleo en el posgrado se limitan a los maestros y doctores y su campo de acción se encuentra en cuatro instituciones de educación superior y en seis programas del área, que son los siguientes.

En la UNAM:

• Maestría en bibliotecología y estudios de la información

• Doctorado en bibliotecología y estudios de la información

En la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco

• Maestría en gestión y uso de la información

• Doctorado en técnicas y métodos en información y documentación

En el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

• Maestría en ciencias de la información y administración del conocimiento

En la Biblioteca "Daniel Cosío Villegas" de El Colegio de México

• Maestría en bibliotecología

Cabe señalar que recientemente se han instaurado la maestría en bibliotecología y estudios de la información en la Universidad Autónoma de Yucatán (2002) y en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (2004), como programas conjuntos de la UNAM con el mismo plan de estudios de ésta y con los mismos profesores, quienes trabajan con seminarios semi presenciales, apoyándose en el correo electrónico y en una aula virtual hecha ex profeso para el posgrado.

Regresando al mercado de trabajo, todos los programas de posgrado incluyen en la docencia a académicos de la bibliotecología y otras disciplinas. Estos académicos se caracterizan porque tienen una estabilidad laboral definida y la actividad docente forma parte del trabajo principal dentro de la institución a la que están adscritos o bien, porque la docencia en el nivel mencionado les brinda un mayor reconocimiento académico.

 

Investigación.

En el área de la investigación, el campo de trabajo se encuentra fundamentalmente en dos instituciones: El Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas y el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, aunque cabe señalar que en este último no hay bibliotecarios profesionales en el área de investigación, pero la posibilidad está abierta.

También existe campo laboral en diversas instituciones públicas que pertenecen a universidades y a sistemas bibliotecarios que cuentan entre su estructura organizativa con algún departamento de investigación, especialmente para la planeación y el diseño de sus servicios.

Por tanto la bibliotecología no sólo requiere de investigación teórica, de la que se ocupa el Centro en cuestión, también las bibliotecas y demás unidades de información requieren que el bibliotecólogo sepa realizar investigación práctica que le permita resolver sistemáticamente los problemas que se le presentan en la institución, o bien realizar investigación para diseñar nuevos proyectos de trabajo o de servicios.

La formación de investigadores propiamente dicha se proporciona en el nivel de posgrado, en el que se brindan los elementos necesarios para fundamentar y realizar una investigación teórica o práctica que aporte conocimientos o la resolución de problemas para la bibliotecología; aunque cabe señalar que cada vez más las instituciones de educación superior manifiestan la necesidad de vincular a la investigación con la docencia, por lo que se exige que el docente de carrera haga investigación, y que el investigador de carrera imparta alguna asignatura, ya que anteriormente existía una división tajante entre esas dos actividades.

 

Consultoría

Una de las actividades que se han abierto paso con el desarrollo bibliotecario es la consultoría o asesoría profesional. Cada vez un mayor número de profesionales crea su propio mercado de trabajo con su propia empresa, y genera así empleos para sus colegas bibliotecólogos.

Esta actividad profesional,

"...ha cubierto una amplia gama de las actividades en distintas instituciones, organizaciones y centros educativos, los bibliotecarios, se benefician con la aplicación de la metodología, destreza y las técnicas que ofrece la asesoría ... "7

El trabajo de consultoría va más allá del plano práctico, ya que el consultor es quien ofrece asesoría profesional o servicios. La asesoría es el proceso de ayuda que surge de una relación de persona a persona para desarrollar un plan, resolver un problema o mejorar una situación determinada.8 El consultor ofrece sus servicios a instituciones públicas y privadas.

Para el bibliotecólogo, el mercado en la consultoría es tan amplio como instituciones y empresas existen a nivel nacional o internacional, y también en los centros de desarrollo tecnológico, industrial, empresarial y comercializado. En México, sólo en el sector de manufactura se reportan 270, 319 unidades productivas, además de las existentes en los sectores de minería, electricidad, comercio, comunicaciones y servicios. Sin embargo, existe un problema para que el bibliotecólogo se incorpore a estos sectores como lo tiene Guadalupe Carrión al mencionar que:

"...tal parece que en los sectores productivos y de servicios se manifiesta ampliamente la realidad que, en general caracteriza el amplio panorama de los servicios de información en México; esto es una débil cultura de información, escaso conocimiento y un menor convencimiento de la necesidad de contar con información en apoyo de sus planes y programas de acción, lo que es más crítico en la medida que estos sectores juegan o deben jugar un importante papel en apoyo del desarrollo económico e industrial del país. Sin el insumo de información, independientemente de los mecanismos a través de los cuales se obtenga, difícilmente se puede asegurar que nuestras empresas –de todo tipo– logren la competitividad que requieren, a la luz de la globalización". 9

Aquí el bibliotecólogo tiene dos retos por superar: primero prepararse con los conocimientos y habilidades necesarias para ser gestor o asesor de la información y ofrecer así servicios de calidad, y segundo, convencer a los empresarios de la utilidad y ganancias que puede obtener al contar con los servicios de un profesional de la información.

 

Venta de productos y servicios

En la venta de productos y servicios se ha hecho necesario contar con la mercadotecnia como técnica que promueva los servicios de información que se pueden aplicar a todas las instituciones, tanto públicas como privadas, como lo menciona Guadalupe Carrión:

... el conocimiento de las técnicas empleadas en mercadotecnia, las podemos aplicar en forma amplia en nuestras diversas actividades de información, para responder a nuestra clientela de la manera más conveniente. En este sentido mercadotecnia implica una completa orientación al consumidor, más que al producto o servicio, asociando así esta actividad económica a un elevado propósito social.10

Este aspecto del mercado laboral del bibliotecólogo está muy relacionado con el anterior (consultoría) ya que también los consultores venden un servicio personal y en ambos casos la mercadotecnia es una técnica que debería ser empleada por los proveedores de servicios en la venta de éstos, partiendo de que en la venta de servicios lo importante es la satisfacción del cliente y que se ofrezcan los servicios como algo atractivo que le reditúe beneficio al usuario.

Así la venta de productos y servicios se convierte en un amplio mercado que va dirigido hacia las empresas, industrias y comercios, con la finalidad de ofrecer servicios de información que le van a redituar una serie de ganancias a la empresa.

Esta idea de venta de servicios a partir de una unidad de información tiene pocos seguidores en México y en América Latina, ya que en primera instancia la vocación de servicio que se inculca en las escuelas incluye la gratuidad de los servicios, y por otra parte:

Nuestra sociedad ha sido tradicionalmente pobre en el uso de información y por ello, quienes estamos vinculados a esta profesión, nos hemos preocupado, a mi parecer, más por promover los servicios para crear una demanda, para responder efectivamente a las necesidades manifiestas o patentes –con menos atención a las latentes–, que por introducir elementos y técnicas de negocios que, posiblemente sentimos, no son relevantes ni necesarios para nuestra profesión.

Sin embargo, conviene aclarar desde este momento que mercadotecnia de los servicios de información no quiere decir necesaria y únicamente cobro por los servicios que se ofrecen, aunque sí es, desde luego, un aspecto a considerar.11

De acuerdo con Guadalupe Carrión las actividades que pueden desarrollar los bibliotecólogos en el ámbito de la venta de servicios, son:

1) Desarrollo de productos y usuarios.

2) Fijación de precios.

3) Relaciones públicas.

4) Estudios de mercado. 12

Además de:

5) Evaluación de proyectos.

Todo ello permitirá conocer mejor al usuario final para satisfacer sus requerimientos de información.

Para lograr lo anterior, se requiere de nuevas habilidades y conocimientos, y de inculcar en los estudiantes una mente empresarial, de evaluación, más una amplia visión de la calidad de los servicios, entre otros aspectos.

 

Mercados emergentes

Uno de los principales problemas que enfrenta el profesional de la bibliotecología es identificar y satisfacer la demanda del mercado emergente, entendiendo por éste a las actividades o prácticas dominantes que se dan en la sociedad de la información a partir de los cambios que conlleva el desarrollo social. En este mercado influyen todos los factores que afectan a la comunidad, pero en esta sociedad globalizada los principales factores son las tecnologías de la información, las cuales han causado cambios sustanciales en el mercado de trabajo. Martínez Rider menciona que:

...las prácticas emergentes se ubican en archivos, estaciones de televisión y en los centros de información o documentación en las industrias, comercios y otros lugares, cabe aclarar que el campo potencial de trabajo es muy amplio, pues lo que se manejan son espacios de información independientemente del tipo de institución. 13

Este mercado emergente está siendo ocupado por otro tipo de profesionales no sólo en México sino en el ámbito internacional, entre otros factores porque no se tiene una idea clara del ámbito de competencia del bibliotecólogo y la falta de una imagen social clara y porque otras profesiones se han incorporado a las actividades relacionadas con la información.

Lo anterior se explica dado que, por un lado, la sociedad –y por ende los empleadores de este mercado emergente– nunca han tenido una imagen clara del bibliotecólogo, su función y las actividades que puede desempeñar, y por el otro, los mismos profesionales no se enteran de la demanda de trabajo ni se sienten preparados para poder realizarlo.

 

b) El bibliotecólogo en su ámbito laboral.

Veamos cómo se ha desenvuelto el bibliotecólogo en su entorno laboral de acuerdo con los resultados de las encuestas realizadas en 2001 y 2004; he aquí los siguientes datos de contexto:

Tradicionalmente se ha considerado a la bibliotecología como una profesión adecuada para las mujeres dada su imagen social y su vinculación con el sector educativo. A nivel general y de acuerdo con los datos obtenidos por la Dirección General de Profesiones en el año de 1999, se tiene que el 62.8% de los bibliotecarios eran mujeres y el 37.1% hombres.

Se puede decir que aunque en los últimos años se ha observado la inserción de varones en esta profesión aún siguen predominando las mujeres, lo cual se puede deber a las razones antes señaladas.

 

Aspectos académicos

Un aspecto relevante es el periodo en el que se formaron profesionalmente los encuestados: 77.3% de los encuestados estudiaron durante las décadas del 80 y el 90, lo que indica que pertenecen a generaciones recientes y, por lo tanto, que su formación profesional debe concordar con el desarrollo socioeconómico del país.

Por otra parte, el hecho de pertenecer a una generación no implica que los estudios curriculares se hayan terminado durante ese periodo, por lo que resulta interesante saber el año en que se concluyeron dichos estudios.

La mayoría de los profesionales encuestados terminó sus estudios durante las décadas de 1980 y 1990 (85.4%), lo que indica que no hay mucha diferencia entre la etapa de formación y la conclusión de los estudios, aunque cabe señalar la diferencia de 8.1% que viene siendo el rezago de las décadas anteriores.

Por lo general los profesionales que no concluyen sus estudios en el periodo establecido, lo hacen en uno o dos años más (70%).

Respecto al nivel de estudios con el que cuentan los profesionales, se tiene que el 97.3% de ellos cuenta con la licenciatura, mientras que sólo el 2.0% cuenta con el grado de maestría y el 0.7% con el de doctor. Cabe señalar que un buen porcentaje de licenciados poseen los estudios de licenciatura, sin embargo sólo se consideraron los estudios concluidos con el grado correspondiente.

Aunque la gran mayoría de los profesionistas de nivel licenciatura se desempeñan en cargos directivos; quienes tienen nivel maestría y doctorado tienen mejores puestos y sueldos, como se puede apreciar en la tabla 1 (anexo 3).

Por supuesto que esta relación no es lineal porque al nivel de estudios se le agregan otros factores importantes como son la actualización y la experiencia profesional.

Aunada a la formación profesional existe una clara conciencia de la necesidad de actualizar los conocimientos adquiridos en la institución educativa. En este sentido los resultados son que el 83.8% de los profesionales han tomado cursos de actualización, los cuales se refieren fundamentalmente a temas como procesos técnicos (16.2%), servicios (17.6%), tecnología (36.1%) y administración (7.0%).

Se puede observar que existe un alto porcentaje en el área de tecnología, lo que se debe a que son las necesidades del mercado laboral, y la principal deficiencia que se hace notoria en el currículo de las escuelas de bibliotecología del país. Le siguen en porcentaje los cursos que se toman en relación con los servicios y los procesos técnicos que son parte fundamental del ejercicio profesional.

Cabe señalar el bajo porcentaje de cursos que se toman en el área de administración y mercadotecnia y aunque no se manifiestan las razones, un sondeo rápido entre los profesionales nos hace advertir que algunos de ellos opinan que "no es tan necesaria la administración porque la manejamos bien" y que "a las bibliotecas, aún no se les puede visualizar como centros de venta de información". Estas ideas equivocadas nos llevan a una concepción de un ejercicio bibliotecológico muy tradicional que se tiene que sobrepasar para realmente atender los requerimientos sociales del momento actual.

El porcentaje de "otros" en la temática de los cursos muestra la diversidad que tienen los profesionales para actualizarse y van desde cursos de lectura veloz, habilidades docentes, telecomunicaciones, inglés y swetscan, hasta cursos para encuestador o de superación personal y de relaciones humanas.

 

Ámbito laboral

El primer empleo es fundamental para el desarrollo profesional de los bibliotecólogos quienes se incorporan rápidamente al mercado de trabajo, ya que el 71.0% obtiene su primer trabajo desde su época de estudiante. Esto que indica la urgencia que tienen los empleadores por personas que posean las capacidades que las escuelas estaban o están ofreciendo (se analizará esto en el capítulo correspondiente), aunque haya personas que para emplearse esperaron a ser pasante o a titularse, lo cual no necesariamente indica que no tuvieran ofertas de empleo sino también su preocupación por su formación académica.

Respecto a los cargos que desempeñaron los encuestados en su primer empleo, se obtuvo que el 21.6% se desempeñaron como bibliotecarios y en otros puestos como técnicos, técnicos académicos, auxiliares de biblioteca y demás, como se puede observar en la tabla 2 (anexo 3).

Cabe destacar que para la mayoría de estos puestos no se requiere ser pasante de licenciatura en bibliotecología o título, ya que sus actividades se encuentran inmersas en la lista de actividades no profesionales, por lo que es relativamente sencillo que los jóvenes se incorporen a estos puestos.

Los puestos señalados con asterisco pertenecen a la lista de actividades profesionales14 y en cuyo caso el empleador tuvo que hacer una valoración de las características, conocimientos y habilidades que poseían los solicitantes para poder incorporarlos a este mercado, incluyendo la pasantía o el título profesional, como se puede apreciar en la tabla 3 (anexo 3).

De acuerdo con la tabla anterior, la mayoría de los solicitantes realizaron examen de colocación, aunque también el porcentaje de encuestados que respondió que no le exigieron ningún requisito es elevado. En estos casos generalmente se debe al nivel de contratación o a que una recomendación hace que el joven se incorpore al trabajo sin requisito alguno.

En este rubro cabe hacer notar la aparente contradicción que existe entre el porcentaje de profesionales que respondieron que sí fue requisito laboral contar con el título profesional (12.9%) y el porcentaje de quienes mencionaron que obtuvieron un primer empleo al titularse (3%). Claro que esto puede deberse a que una cosa era lo que la institución requería y otra los requisitos que cumplían los solicitantes; de otra forma se tendría que decir que las respuestas a esta pregunta no son confiables.

Respecto al número de empleos que los encuestados han tenido en el ámbito bibliotecológico se encontró que la mayoría de los profesionales (55%) sólo han tenido de dos a tres trabajos, lo que muestra la estabilidad que prefieren tener; es de considerar el otro 43% que ha obtenido hasta doce empleos, lo que indica no sólo la movilidad de la gente sino también la inestabilidad que existe en las fuentes de empleo.

En el medio bibliotecológico la movilidad laboral es normal dada la cantidad de ofertas de trabajo que se hacen, especialmente a quienes ya tienen una trayectoria y experiencia que ofrecer a las instituciones contratantes.

En cuanto a los sectores en los que se han desenvuelto los profesionales, se tiene que el 82.4% de los profesionales encuestados ha trabajado en el sector público a través de todo su desempeño laboral; aun cuando la mitad de dicho porcentaje ha trabajado en alguna ocasión con la iniciativa privada. Existen diversos factores para que el profesional decida insertarse en el sector publico y dentro de éste en las instituciones de educación superior, pues son éstas las instituciones que cuentan con sistemas bibliotecarios que requieren de una administración y organización; es decir, las principales actividades en las que se forma al profesional del área bibliotecológica. Por otra parte son estas instituciones las que reconocen el profesionalismo del bibliotecólogo y las que le brindan cierta estabilidad laboral, lo que no ocurre en la iniciativa privada.

Por otra parte la experiencia profesional es un aspecto básico que quieren muchos empleadores y con frecuencia un requisito que se solicita a quienes solicitan un empleo de mayor responsabilidad. Al respecto se tiene que el 25.1% de los profesionales cuentan con experiencia laboral entre los 11 y los 15 años y el 21.0% entre los 16 y los 20 años, lo que representa una amplia trayectoria laboral que garantiza el trabajo profesional.

Ahora bien, otro aspecto importante relacionado con la experiencia profesional es el sector en el que se están desenvolviendo actualmente los bibliotecólogos, en este sentido se tiene que el 82.9% de los profesionales trabaja en instituciones públicas y de ellos; el 99% en instituciones de educación superior, (IES) lo que indica que el principal ámbito de trabajo son las bibliotecas universitarias y especiales que pertenecen a las instituciones educativas. Este hecho se repite en la iniciativa privada ya que del 10.7% observado, todos se encuentran en IES, lo que indica que el profesional no se enfrenta aún con la iniciativa privada.

Lo anterior se puede deber a dos razones fundamentales:

a) La creación de sistemas bibliotecarios con una estructura y perfil definido en el que se reconoce la figura profesional del bibliotecólogo para administrar y organizar las bibliotecas universitarias y especializadas dependientes de las IES.

b) El sector público le brinda al empleado la estabilidad y prestaciones que el sector privado hasta el momento no le puede ofrecer.

Los cargos que desempeñan los profesionales se muestran en la tabla 4 (anexo 3).

Es importante destacar que el 59% de los profesionales ocupan puestos que implican responsabilidad de dirección, ya sea de unidades de información, de áreas específicas o de proyectos.15 Esta situación es de suma importancia porque representa la identificación de los empleadores con respecto a los puestos clave, las actividades y las funciones que pueden desempeñar los bibliotecólogos.

Los demás puestos están relacionados con las actividades que los profesionales realizan y para los que fueron contratados, aunque hubo alguna confusión en el cargo de técnico académico ya que éste no existe como tal; es decir no hay un profesional que sea "técnico académico"; esta figura es el puesto nominal o nombre de la categoría con la que es contratado el profesional.

En lo que se refiere al puesto nominal, es decir al puesto y categoría con la que es contratado el profesional, se encontró que el porcentaje más alto corresponde al puesto de técnico académico (31.1%) como se muestra en la tabla 5 (anexo 3 ); lo que es lógico si se parte de que la mayoría de los bibliotecólogos se encuentra laborando en bibliotecas universitarias en las que existe dicho puesto para realizar trabajo profesional en la biblioteca.

En México la categoría de bibliotecario (7.5%) no representa una categoría profesional debido a la forma en que se originó el trabajo bibliotecario: la necesidad de contratar personal que organizara físicamente las colecciones de las bibliotecas y proporcionara los materiales en préstamo, permitió la contratación de bibliotecarios empíricos con esa categoría y después, para separar en sueldos y categorías a los profesionales se tuvo que hacer la contratación con otros nombres.

Este es un serio problema que tendrían que analizar los profesionales del área a través de su Colegio Nacional de Bibliotecarios, ya que la disparidad de puestos nominales, permite también la diversidad de sueldos y el no poder tener una homologación de éstos, lo cual repercute no sólo en el aspecto económico sino en el reconocimiento de las capacidades profesionales de los bibliotecólogos.

Con los datos anteriores, se muestra que los profesionales del área bibliotecológica están inmersos en actividades fundamentales relacionadas con las bibliotecas y demás unidades de información, y que para realizarlas el personal cuenta con una serie de recursos como equipo de cómputo, personal, presupuesto, entre otros. Estos recursos se muestran en la tabla 6 (anexo 3).

Sumando el número de profesionales que usan el equipo de cómputo, se tiene que de 334 de ellos, 295 (88.3%) lo usan, por ello son importantes los cursos de actualización en esta importante herramienta. Por otra parte, también se muestra que los recursos humanos son manejados por 201 profesionales (60%), por lo que también es decisiva la actualización en administración que incluye este sobresaliente aspecto (recursos humanos).

El presupuesto es un aspecto manejado sólo por los profesionales que ocupan puestos directivos, de ahí que la suma de porcentajes alcance solamente el 37%.

Ahora bien, los puestos y categorías que ocupan los profesionales se pueden dividir de acuerdo con su forma de contratación y/o su antigüedad en el puesto. Los resultados son que el 57.1% de los profesionales tienen un puesto definitivo, el 22.1% de confianza, el 4.8% está trabajando por honorarios y el 8.2% es interino; el resto manifiesta otro tipo de puesto o no lo menciona.

Respecto a la temática en que se desenvuelven los profesionales de la bibliotecología, el mayor porcentaje se dedica a actividades relacionadas con la administración bibliotecaria en un 52.3%; a los procesos técnicos en un 33.5% y a los servicios bibliotecarios en un 33.9%. Las actividades relacionadas con la docencia y la investigación están representadas en porcentajes muy bajos.

Con relación al mercado de trabajo y la satisfacción que los profesionales tienen con sus actividades, se encontró que el 86.9% están satisfechos con sus actividades, aunque les representan cierto nivel de dificultad. Este nivel de dificultad se relaciona con la formación profesional que recibieron, y con el nivel de coincidencia que tiene dicha formación con la temática de las actividades que se realizan, se encontró que solo el 44.3% de los encuestados opina que la coincidencia es de 100% mientras que el 65.7% piensa que la coincidencia es menor a 75% y que esto se debe a diversas razones como la desactualización del plan de estudios, y a la falta de equipo, de recursos económicos y de infraestructura, entre otros aspectos. Aunque se puede afirmar que en ninguna carrera la formación profesional va a brindar todos los conocimientos, habilidades y capacidades que el profesional va a requerir en el mercado laboral, ya que la sociedad está evolucionando constantemente, los planes de estudio deben ser lo suficientemente flexibles como para permitir la actualización constante de los estudiantes.

Dados los resultados anteriores, los profesionales proponen que se refuercen las áreas de tecnología, en primera instancia (24.6%), y de administración (9.6%) como se muestra en la tabla 7 (anexo 3).

Con base en estos datos se puede observar que es el área de tecnología la que presenta una mayor deficiencia en los planes de estudio, lo que tendría su explicación en la falta de recursos económicos que no permite tener la infraestructura necesaria para atender a todos los estudiantes de nivel licenciatura; además de que no sólo se tendría que reforzar el plan de estudios sino también sería necesario el reforzamiento de la infraestructura técnica y física de las instituciones y de la plantilla docente que atienda estas necesidades.

La otra área que debe reforzarse es la administrativa porque algunas instituciones educativas carecen de un área administrativa definida, y sólo se proporcionan cursos aislados que no se ubican en el quehacer bibliotecológico.

Cabe destacar que un buen porcentaje de encuestados no respondió a esta pregunta y que ello indica un cierto nivel de apatía por su formación profesional pues hubo quienes dijeron que no cambiarían nada al plan, y también quienes afirmaron que lo reforzarían todo, especialmente los planes que tienen mucho tiempo sin modificación alguna.

 

Punto de vista de los empleadores

Para saber el nivel de calidad con que se están desenvolviendo los profesionales, durante los meses de agosto, septiembre y octubre de 2003 se llevó a cabo una encuesta (Anexo 2 ) en 16 instituciones que tienen bajo su administración a profesionales de la bibliotecología.

Respondieron 10 instituciones pero contamos con 11 cuestionaros porque una de ellas tiene contratados a bibliotecólogos para dos actividades profesionales definidas: la investigación y la administración de la biblioteca. Los resultados fueron los siguientes.

Las actividades para las que fueron contratados los profesionales son los procesos técnicos en un 18.2%, para el área de servicios y de administración en el mismo porcentaje 18.2%, y el resto para todas las demás actividades incluyendo la docencia y la investigación.

Como se puede observar, en dos instituciones se contrata al personal para realizar todas las actividades, desde las administrativas hasta las de investigación y docencia, por lo que cabe subrayar que los profesionales tendrían que estar preparados para desempeñar todas las actividades profesionales.

En algunas bibliotecas se da un fenómeno particular y por ello la dispersión en las actividades: el personal es contratado como profesional, bibliotecario o técnico académico y realiza actividades administrativas, procesos técnicos o prestación de servicios, según lo requieran las autoridades institucionales, pues existe la convicción de que el personal conoce todas las áreas de la unidad y puede orientar adecuadamente a los usuarios.

En contraparte con esa tendencia, existen otras instituciones en las que se contrata al personal para un área específica de la institución, y otro más que lo contrata para efectuar procesos técnicos, a lo que se dedicará durante el periodo de duración del contrato.

El nivel de calidad con que se desarrollan los bibliotecarios, de acuerdo con la opinión de los empleadores, es alto, ya que el 90.1% opina que los profesionales se desenvuelven con una calidad que va del 75% al 100%, considerando que el nivel óptimo se da porque:

"La excelencia en los servicios se ve reflejada en la constancia de los usuarios".

"No se han concretado a realizar sus actividades, sino que han innovado y creado nuevos servicios de información".

"Por su actitud y desempeño en las actividades encomendadas".

"Porque han demostrado su experiencia tanto laboral como docente y [han sabido] transmitirla, conjugándola con sus conocimientos de las asignaturas que imparten, en beneficio de sus alumnos".

"Porque somos un equipo que se dedica a mejorar los servicios bibliotecarios día a día y no a hacer política".

Las autoridades que consideran el nivel de calidad en un 75%, lo hacen porque consideran que el personal:

"Tiene algunas debilidades en lo relativo a la expresión escrita y un cierto grado de resistencia ante la innovación de procedimientos y nuevas vertientes en sus labores".

"Hay unos muy profesionales y otros que no realizan su trabajo".

"La gente dedica el resto [de tiempo] a otras actividades".

"Se pierden muchos días por cuidados maternos".

"Es necesaria una mayor formación en temas y métodos de investigación".

En estos comentarios se pueden observar dos vertientes, una académica y otra laboral y de actitud.

En lo académico, es incuestionable que la formación profesional debe cuidar las áreas de formación que permitan el desarrollo del ejercicio profesional, aunque el trabajo de investigación no necesariamente implique esto, ya que para realizarlo la institución responsable contrata a doctores, quienes ya deberían manejar los métodos de investigación adecuados. Sin embargo, durante la formación profesional (licenciatura) se debe inculcar en el estudiante el gusto por la investigación y la necesidad de sistematizar sus actividades académicas cotidianas y también por su ejercicio profesional, con lo cual se le facilitará el estudio de posgrado y las tareas que le permitan generar conocimiento.

Por otra parte es indudable que la deficiencia en la comunicación escrita no es responsabilidad de la formación universitaria ya que dicha deficiencia proviene de un sistema educativo básico deficiente en el que no se enseña a los chicos a leer y escribir correctamente; sin embargo, tanto autoridades educativas como docentes tienen que poner mayor atención en este problema y canalizar a los estudiantes a cursos de redacción que los lleven a escribir bien y a expresarse mejor. Estos conocimientos les permitirán una mayor seguridad al comunicar sus ideas y conocimientos.

En cuanto al nivel de calidad basado en la vertiente laboral y la actitud, las autoridades educativas, y también las laborales, tendrán que investigar sobre la forma de motivar a los estudiantes y profesionales a cumplir con calidad sus actividades. Es cierto que a veces las condiciones salariales no son las mejores pero el profesional tendrá que cambiar de actitud hacia su labor para beneficio de la comunidad a la que sirve o cambiarse de empleo a otro donde le resulte satisfactorio su quehacer bibliotecológico.

En esta insatisfacción laboral debida a que el personal se dedica a otras labores influyen muchos factores: que el interesado no eligió la carrera; que sus profesores no le proporcionaron las herramientas necesarias para comprometerse con esta profesión, o que el ambiente de trabajo no es agradable por el tipo de autoridad que se ejerce o por las concesiones que se le hacen a un grupo determinado de personas, etcétera. En abatir estos aspectos y motivar a la gente comprometiéndola con el trabajo de calidad está el reto a vencer.

Sin embargo uno de los aspectos que no deben descuidar tanto las autoridades laborales como las profesionales, que se encuentran en una institución normada por la Ley Federal del Trabajo y por la legislación laboral institucional, es el conjunto de derechos que se adquieren al ingresar al trabajo. En México desde hace 50 años se estableció la igualdad de oportunidades de trabajo para los hombres y para las mujeres, y para éstas son parte de sus derechos la licencia o el permiso por maternidad y las licencias para hacer el cuidado materno, de tal forma que no se debe permitir la evaluación de la calidad laboral a partir de que las mujeres ejercen estos derechos o que la misma contratación de profesionales se someta a la valoración de ser hombre o mujer.

 

Conclusiones

El mercado potencial que tienen los bibliotecólogos es amplio pues solamente en el ámbito bibliotecario (bibliotecas y centros de documentación e información) existen más de 6100 bibliotecas públicas, 4 514 bibliotecas escolares y 1 100 bibliotecas universitarias, además de 180 bibliotecas y centros de documentación especializadas que requieren de profesionales que administren y organicen los recursos, y diseñen servicios apropiados para las comunidades de las instituciones correspondientes. Es cierto que en las bibliotecas públicas y escolares los sueldos son muy bajos pero el trabajo profesional está ahí, el espacio está abierto y se requiere de los profesionales y de las asociaciones para que dichos espacios sean ocupados por bibliotecólogos que puedan realizar de forma efectiva su actividad profesional para lograr una presencia importante en la sociedad y poder luchar por mejores salarios.

Otro mercado al cual habrá que poner atención es el que se encuentra fuera de las bibliotecas y que tiene que ver con la consultoría, con la asesoría y con la venta de productos y servicios. Es en este ámbito en donde empiezan a incursionar algunos egresados de la bibliotecología que se han dado cuenta de que pueden desarrollar sus actividades profesionales con buenos resultados.

Respecto a los profesionales encuestados se tiene como contexto que de acuerdo con el tipo de casa y servicios que poseen los bibliotecólogos, y el nivel salarial que perciben los profesionales, éstos pertenecen a la clase social media alta. La gran mayoría de ellos tiene estudios de licenciatura y entre sus perspectivas está el hacer la tesis de maestría o estudios de posgrado. Cabe recordar que relacionados con el nivel educativo se encuentran los cargos y las percepciones, pues los maestros y doctores ocupan mejores cargos y perciben mayores ingresos.

En el ámbito laboral los profesionales ingresaron al mercado laboral en su época de estudiantes (véase la tabla 2) desempeñando actividades no profesionales y cubriendo requisitos mínimos y, en muchos casos, sin requisito alguno.

Actualmente la mayoría se desarrolla en el sector público y dentro de éste en el sector educativo, y quedan sin cubrir todos los demás sectores tanto del sector público como de la iniciativa privada. Se comprende lo anterior si se considera que las bibliotecas universitarias han instaurado sus sistemas bibliotecarios para apoyar sus planes de estudio, y que son las universidades las que han visto la necesidad de contratar bibliotecólogos que administren los sistemas bibliotecarios y organicen, de acuerdo con normas y sistemas internacionales, las diversas colecciones que albergan.

De acuerdo con lo anterior, el 59% de los profesionales ocupan puestos que implican responsabilidad directiva, por lo que requieren conocimientos administrativos que le den solidez a su ejercicio profesional y en relación con los puestos, la temática en la que la mayoría de los profesionales considera que se encuentran sus actividades es en la administración bibliotecaria (52.3%), seguida por la de servicios (33.9%) y en similar porcentaje la de procesos técnicos (33.5%) Cabe señalar que algunos de los encuestados respondieron dos temáticas, por lo que la suma de los porcentajes no equivale al 100%. Los resultados confirman que el bibliotecólogo se encuentra laborando en actividades de administración bibliotecaria que requieren de conocimientos sobre planeación, organización, ejecución y dirección de bibliotecas, además de administrar recursos humanos, habilidad de interacción, la motivación de personal, el trabajo en equipo, calidad de productos y servicios, etcétera. Conocimientos todos ellos, que le permitirán optimizar su desempeño en la institución que labora.

Resulta importante mencionar lo que dicen los profesionales sobre los recursos que manejan para desarrollar sus actividades, pues la mayoría utiliza equipo de cómputo (88.3%), y maneja recursos humanos (60%) y presupuesto (37%). Si vinculamos estos resultados con el nivel de coincidencia que estas actividades tienen con la formación profesional que recibieron los bibliotecólogos, se tiene que sólo para el 44.3% la coincidencia es de 100%, lo que indica que para la mayoría, el 65.7% el nivel de coincidencia es de menos del 75%, lo cual justifica que quieran reforzar los planes de estudio de las áreas que consideran que hace falta mejorar para realizar mejor sus actividades profesionales; es decir, el área de la tecnología en un 24.6% y la administración en un 9.6%

Respecto a la satisfacción con sus actividades, el 86% de los profesionales se encuentran satisfechos con sus actividades, mientras que desde el punto de vista de los empleadores se tiene que los profesionales se desarrollan con un nivel de calidad que va del 75% al 100%, lo que es positivo para el gremio bibliotecológico que busca constantemente el reconocimiento de su actividad profesional.

Por otra parte considerando el fenómeno de la movilidad laboral manifestado a través de la gran cantidad de puestos que han ocupado los profesionales (hasta doce empleos), se advierte que aún hay una buena cantidad de ofertas de trabajo y que faltan profesionales que cubran esa demanda.

Respecto a los nombramientos que tienen los profesionales es lamentable que haya tanta dispersión y que la figura de bibliotecario esté vinculada al trabajo no profesional. Dicha dispersión provoca la falta de reconocimiento social y una gran desigualdad en la percepción salarial, y ocasiona que no se tenga un nombramiento profesional para el bibliotecólogo y un sueldo adecuado a sus capacidades, conocimientos y habilidades. Sin embargo cabe destacarse el esfuerzo que han realizado algunas autoridades por contratar a profesionales de la bibliotecología con nombramientos académicos para valorar su calidad y trabajo profesional.

Finalmente, es necesario señalar que en México existe un amplio mercado de trabajo para el bibliotecólogo y que tal oferta debe ser cubierta por estos profesionales, en tanto que las instituciones educativas que los forman deben hacerlo con la calidad que está requiriendo la sociedad.

 

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NOTAS

1 Se entiende por mercado potencial del bibliotecólogo a todas las fuentes o espacios en los que se podría desarrollar el profesional, independientemente de que estén o no trabajando actualmente en dichos espacios; de hecho no existe un directorio nacional de bibliotecarios a través del cual se pueda definir el número de bibliotecólogos por sector o tipo de institución.

2 Se consideran como otras unidades de información a los centros de información, de documentación, archivos, sistemas de información, etcétera. Es decir, a toda institución que tenga como finalidad la administración y difusión de recursos informativos, impresos o digitales.

3 Orlando Corzo C. "Mercado de trabajo emergente en bibliotecologia y curriculum", en Claustro Pleno. No. 6 (Ago.) 1992. p. 54.

4 Los datos fueron proporcionados de la Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto, con base en sus registros hasta 1997.

5 "El Mercado de trabajo del bibliotecario profesional : mesa redonda ", en Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía (20ª : Guadalajara, Jal. 1989. Memoria). México : Ambac, 1989. p. 394.

6 Ibid. p. 395.

7 James Ekendahl. "El papel del bibliotecario en cuestión de asesoría", en Semana de Bibliotecología ( 7 : Guadalajara, Jal : 1984) Hacia un Servicio Bibliotecario Nacional : memorias. Guadalajara, Jal.: UAG, Dirección de Bibliotecas C.U. y E.M., 1984. p. 79

8 Cfr. Ibid. p. 81.

9 Guadalupe Carrión Rodríguez. Diagnóstico de los servicios de información en y para el sector empresarial ; Distrito Federal y Estado de México. Reporte de investigación, 2000. p. 11

10 Guadalupe Carrión Rodríguez, Guadalupe. "Mercadotecnia de los servicios de información, en Semana de Bibliotecología e Información (9ª : 1987 : Guadalajara, Jal.) Industria, profesión y servicio : memorias. México : UAG, Departamento de Biblioteca, 1987. p. 3.

11 Ibidem.

12 Cfr. Ibid. p. 17.

13 Rosa María Martínez Rider y Beatriz Rodríguez Sierra. La bibliotecología en el Estado de San Luis Potosí: mercado de trabajo, estructura ocupacional y práctica profesional. Encuentro Nacional de Profesores y Estudiantes de Bibliotecología (4 : 1998 : San Luis Potosí) Memorias. México : UASLP, 1998 p. 55.

14 véase la lista de actividades profesionales del Colegio Nacional de Bibliotecarios: www.cnb.org.mx

15 Este resultado es la suma de los cargos de coordinación y subdirector.

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