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Estudios demográficos y urbanos

versión On-line ISSN 2448-6515versión impresa ISSN 0186-7210

Estud. demogr. urbanos vol.38 no.3 Ciudad de México sep./dic. 2023  Epub 10-Nov-2023

https://doi.org/10.24201/edu.v38i3.2198 

Reseñas y comentarios bibliográficos

Nájera, Jéssica (2021). Vivir de ambos lados del Suchiate. Trabajo transfronterizo y vida familiar de guatemaltecos en Chiapas. Ciudad de México: El Colegio de México, A.C., pp. 510

América Alejandra Navarro López1 
http://orcid.org/0000-0003-4955-5894

1Universidad Nacional Autónoma de México, Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur. Dirección: Ma. Adelina Flores 34-A, Barrio de Guadalupe, 29230, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. Correo: anavarro@comunidad.unam.mx

Nájera, Jéssica. 2021. Vivir de ambos lados del Suchiate. Trabajo transfronterizo y vida familiar de guatemaltecos en Chiapas. ., Ciudad de México: El Colegio de México, A.C., 510p.


La obra

Desde una perspectiva sociodemográfica con intereses sociológicos y antropológicos, Jéssica Nájera arguye sobre una histórica y persistente presencia de trabajadores guatemaltecos en la región del Soconusco chiapaneco, mostrando tanto las formas en que mujeres y hombres se insertan en ese mercado laboral desde una posición sociofamiliar, como las razones, las posibilidades, la importancia y el significado de trabajar en el otro lado de la frontera.

Asimismo, indaga sobre las estrategias emprendidas por los trabajadores y sus familiares para continuar con su vida mediante ciertas dinámicas de movilidad en un espacio que la autora ha conceptualizado como cofronterizo. Para lograrlo, establece un particular marco de referencia a través de dos ejes teórico-analíticos distintos: los referentes a la migración o movilidad laboral entre países vecinos, y los aportes respecto a la dinámica intrafamiliar del trabajo y las formas de reproducción social entre los integrantes de las familias.

Todo ello en una región enmarcada por el borde del río Suchiate y una zona montañosa, por donde, a decir de Nájera, las y los trabajadores guatemaltecos cruzan diariamente ya sea caminando, en triciclo o en bicicleta a través de dos puentes internacionales: el primero, Dr. Rodolfo Robles, ubicado entre la Tijuanita del Sur (Tecún Umán) del departamento de San Marcos, Guatemala, y Ciudad Hidalgo, en Suchiate, Chiapas; y, el segundo puente, Talismán, situado entre El Carmen, en San Marcos, Guatemala, y Talismán, en Tuxtla Chico, Chiapas. Adicionalmente, cuando la profundidad del río lo permite, el cruce se hace a pie, en lanchas improvisadas, o caminando por una diversidad de cruces informales en medio de una exuberante vegetación (Nájera, 2021).

La movilidad laboral se dirige a los municipios contiguos a la línea fronteriza Guatemala-México, en donde la autora estudió la vida social transfronteriza que habita y transita en el espacio cofronterizo; en donde la región y la frontera, como lo ha señalado Andrés Fábregas, son elementos inseparables (Fábregas, 2005).

Sobre el método

En Vivir de ambos lados del Suchiate, Jessica Nájera pone los puntos sobre las íes al recordarnos que en ciencias sociales y humanidades no existe algo así como el fin del método; y que mientras los métodos cuantitativos no giren hacia los métodos cualitativos, las explicaciones son, si acaso, parciales. Por tanto, es un error, al menos metodológico, pensar que una realidad tan compleja como los flujos migratorios laborales transfronterizos de Guatemala hacia México se pueden explicar únicamente desde una aproximación que excluye el lado humano y social del problema.

En términos de escala geográfica, la autora transita de una escala amplia entre dos naciones, en las que revela la importancia del medio físico, es decir, de la geografía, en las aguas de ese gran río, el Suchiate; pasando por una escala más local, la del lugar, hasta llegar a la escala más íntima, la de la vida cotidiana de las familias que estudia. Para Nájera, “la experiencia del trabajo de campo fue un pasaje del mundo estadístico a uno donde las aristas de la vida cotidiana confluyen, donde la objetividad se complementó con la subjetividad” (Nájera, 2021, p. 22).

La autora se sale de la ordinaria encuesta estadística, aquella tan criticada por Michel de Certeau (2010) en La invención de lo cotidiano, en busca de datos cualitativos. Para ello, otorgó voz a los actores silenciados en la mayor parte de las investigaciones generadas sobre el tema, que versan mayoritariamente sobre sus características y dinámica laboral, rescatando la información que le permitió evidenciar las particularidades de la vida familiar cotidiana de los trabajadores transfronterizos guatemaltecos, aquellos estigmatizados históricamente por la sociedad local chiapaneca como “los otros”.

Fueron ellos, los otros, quienes, a partir de sus relatos de experiencia laboral, permitieron visibilizar que el trabajo transfronterizo no sólo emerge desde una búsqueda intencional de trabajo remunerado, sino que intervienen otros factores como la movilidad por problemas intrafamiliares, de violencia en las comunidades de origen, o el interés por conocer nuevos territorios. Eso será fundamental en la obra de Nájera, quien, con toda una trayectoria académica en estos temas y con un trabajo de campo minucioso, pone sobre la mesa de la discusión que no existe una homogeneidad en las decisiones y estrategias que están inmersas en la determinación del sujeto por una movilidad laboral, como lo refleja la Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México (Emif Sur) (2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011), sino más bien se trata de una notable heterogeneidad.

Vivir de ambos lados del Suchiate es una apuesta para ir al lugar no común de los datos, con una metodología construida de acuerdo al caso porque en ciencias sociales y humanidades las recetas generales no funcionan; hay que aterrizar de acuerdo a la escala de análisis, a las particularidades de la región o frontera de estudio; de acuerdo también a la historia del lugar y a su geografía. La pertinencia del planteamiento metodológico se enmarca en el entendimiento de que no es lo mismo la frontera norte que la frontera sur de México, porque todas las fronteras, igual que todas las regiones, son históricas, o dicho de otra manera, tienen su propia historia (Fábregas, 2005; Navarro, 2023).

La Emif, sus limitaciones

Esta importante encuesta le permitió a la autora analizar de manera cuantitativa la movilidad laboral transfronteriza de guatemaltecos a Chiapas mediante el cálculo de los cruces con propósitos laborales que, en promedio entre 2004 y 2012, fueron de 240 000 trabajadores. No obstante, la Emif Sur no capta información respecto a los otros tipos de trabajos que forman parte de la vida familiar.

Por lo anterior, Nájera recurrió al análisis del trabajo extradoméstico remunerado transfronterizo desde una perspectiva construida a partir de la posición familiar del trabajador que se moviliza al Soconusco, definida por la combinación de tres elementos: sexo-género, posición de la estructura de parentesco en el hogar, y estado civil. Entre otras limitaciones de la Emif detectadas por la autora, destacan:

a) Respecto al tiempo de estancia, la investigación reveló que “las temporalidades laborales registradas a partir de la Emif Sur son un reflejo parcial de la estrategia de reproducción social de los guatemaltecos que realizan trabajo remunerado del otro lado del río Suchiate” (Nájera, 2021, p. 436), porque sólo considera como movilidad laboral transfronteriza aquella que se enmarca en el tiempo de entrada y salida del país destino.

b) Respecto al lugar de residencia, los datos cualitativos aportan que un trabajador puede referir a Guatemala como su lugar de residencia en sentido real o metafórico, ya que entra en escena el sentido de pertenencia, algo que la estadística ordinaria pasa por alto.1 En todos los casos de movilidades, fueran commuting o de estancias casi permanentes,

[...] fue usual que los trabajadores entrevistados identificaran a Chiapas como su lugar de trabajo, pero también como lugar de residencia temporal, aunque dicha estancia temporal se refiriera a dos, cinco, diez o quince años; en todos los casos se considera a Guatemala como el lugar donde viven porque ahí está la casa, la familia y el terreno [Nájera, 2021, p. 436].

c) Respecto al registro de las movilidades laborales, desde la Emif Sur se invisibiliza “la participación laboral transfronteriza conjunta de varios miembros de la familia en el mismo desplazamiento, al sólo referirse al movimiento del trabajador o la trabajadora guatemalteca” (Nájera, 2021, p. 437).

Los aportes

La investigación es importante porque contribuye a los estudios de la movilidad poblacional entre países vecinos en América Latina, un tema menos abordado respecto al de otras migraciones internacionales, por ejemplo, aquellas con destino a Estados Unidos. Adicionalmente, contribuye a los estudios afines, identificando e incorporando una diversidad de formas y motivaciones para la movilidad:

  1. Migraciones estacionales, caracterizadas por un cambio de residencia cada dos o tres meses.

  2. Migraciones casi permanentes, aquellas en las que los trabajadores pasan casi todo el año trabajando y viviendo en México, pero con vínculos en Guatemala.

  3. Movilidades de commutting o diarias, cuando sólo se cruza a Chiapas durante unas horas y se regresa el mismo día a Guatemala.

  4. Movilidades temporales diversas, realizadas por un periodo de tiempo concreto con estancias semanales, quincenales, mensuales.

Tales formas de movilidad que usualmente suelen agruparse en la categoría trabajadores migratorios, o bien trabajadores fronterizos, o simplemente migrantes. Esta contribución de Jéssica Nájera a la tipología de las movilidades es una especie de reconocimiento y justicia hacia sus sujetos de estudio, debido al recurrente señalamiento que suele leerse desde el relato de los entrevistados cuando le dicen: “no somos migrantes” (Nájera, 2021, p. 437).

En cuanto a la vida familiar, la autora identifica seis modelos de organización de la vida laboral y familiar transfronteriza de las y los guatemaltecos que trabajan en Chiapas, de lo que resalta su agudeza en el rescate de la participación de las abuelas en la crianza de los nietos, como principales encargadas del trabajo en el hogar, en esa cadena interminable de cuidados de la abuela que cuida al hijo de la hija para que ésta vaya a trabajar.

Particularmente interesante resulta leer los tradicionales roles de género insertos en la narrativa de los entrevistados. De la misma manera, ya que se está en el terreno de lo subjetivo, aparece en escena lo emocional, ya sean los celos que Martha (una de las trabajadoras entrevistadas) menciona para referirse a “la enfermedad que a él le pegó” (Nájera, 2021, p. 386); o bien, el cansancio por lavar la ropa en la noche; el gusto por poder comprar una Coca-Cola o no hacerlo, en ese calor intenso dentro las fincas bananeras; la percepción de que los hijos pueden cuidarse solos a partir de los nueve años; la tristeza y el enojo por el retorno del jefe de hogar a las fincas; la desesperación, el hartazgo, de las mujeres jóvenes debido al exceso de trabajo doméstico en sus hogares en Guatemala.

En la reorganización de la vida familiar para mantener la reproducción social y cotidiana del hogar, la repartición de las actividades se lleva a cabo a partir de la combinación de la posición familiar y el sexo; en donde, a decir de Flori (mujer trabajadora guatemalteca entrevistada), “el trabajo de la mujer nunca termina” (Nájera, 2021, p. 367). Es decir, mientras el varón llega a casa y descansa después de la jornada laboral, la mujer continúa con el trabajo doméstico de la casa: lavar trastes, barrer, hacer la comida y un largo etcétera. En el mismo tenor, Audelina, mujer trabajadora guatemalteca entrevistada, refiere: “nunca un varón viene y te dice, ¿te ayudo a barrer o a lavar trastes?; sino que se encargan de las cosas de ellos” (Nájera, 2021, p. 367), las cosas de ellos son las reparaciones de la casa, por ejemplo.

Respecto al vínculo conyugal, éste se basa en la confianza en ambas direcciones, siendo la fidelidad muy valorada no sólo entre cónyuges sino a nivel familiar. Existen casos en los que los jefes de hogar refieren experiencias amorosas temporales vividas con mujeres en Chiapas, así surge la autoetiqueta del “soltero geográfico”, para referirse al casado en Guatemala pero soltero en Chiapas, como algo que raya en lo gracioso pero no da cuenta de ser algo permitido para alguna soltera geográfica.

La autora desarrolla un relato detallado de lo que podríamos llamar la espacialidad de la vida cotidiana en las fincas, de lo que resalta:

  1. La importancia del futbol como parte de las actividades recreativas cotidianas y culturales en las fincas cafetaleras, exclusivo para varones, con un espacio asignado.

  2. La extensión del trabajo femenino doméstico no remunerado fuera del horario laboral, expresado en el cuidado de los hijos, pero a final de cuentas manteniendo a la familia reunida.

  3. La finca como espacio de chismes, de amoríos, de infidelidades, de embarazos no esperados.

Una lectura superficial del apartado de las fincas puede generar la impresión de que la autora apunta a que en las cafetaleras hay mayor benevolencia que en las bananeras. No obstante, en la descripción que hace de la operación de la finca cafetalera es claro, desde una lectura histórica, que se arrastran inercias de larga data, por ejemplo, en el tema educativo. Casi en automático se podrá recordar la indignación de los finqueros chiapanecos por dar educación a los indígenas en los tiempos del cardenismo, algo que Rosario Castellanos (2011) describe de manera extraordinaria en Balún Canán.

Exhorto a la lectura

Por el arsenal metodológico que incluye y por el tema abordado, esta obra no pasará inadvertida para el especialista en estudios de movilidades transfronterizas del sur, por lo que su uso en la docencia y en la investigación es tan recomendable como indispensable debido a la importante contribución que Jéssica Nájera hace a los estudios sociodemográficos.

Este texto trastoca sentimientos guatemaltecos y chiapanecos, al recordar que, lo que ahora conocemos como Chiapas, en un pasado no tan lejano fue parte de Guatemala. Situación que parece no estar presente en el relato de las y los trabajadores. Tal parece que se trata de una historia no contada, con cierta naturaleza del olvido que se aplica de manera tan eficiente en la historia, la política y la vida en general (Casaús y García, 2005). O quizás se trate, parafraseando a Borges (2000), del olvido como única venganza y único perdón.

En este libro se tocan sentimientos profundos, y conforme se avanza en los capítulos, el lector se encuentra con la abuela, la madre, la hija, la tía, el padre, el abuelo, el tío, el hermano, la hermana, el hijo. Es un texto en el que directa o indirectamente se habla de nuestra historia más privada, aquella que se construye de recuerdos, de retazos, de nostalgias, de pérdidas, de alegrías. Aun cuando en los relatos afloran los sentimientos, y en ese sentido la escala subjetiva, en las y los trabajadores no hay un lamento por vivir su cotidianidad de manera transfronteriza, ya que es la única forma de sostener la reproducción económica familiar o individual, y con el paso del tiempo todos se acostumbran a vivir de esta manera. No obstante, en casa, con los que se quedan, existe el llanto de la madre de Julia (joven de 15 años, trabajadora transfronteriza que reside en Tapachula) porque al partir su única hija mujer “ya nadie le iba a alegrar ni el día, ni la tarde, ni el amanecer, ni nada” (Nájera, 2021, p. 417).

Bibliografía

Borges, J. (2000). Fragmentos de un evangelio apócrifo. Chasqui: Revista Latinoamericana de Comunicación, 70, 3-3. https://revistachasqui.org/index.php/chasqui/article/view/1348Links ]

Castellanos, R. (2011). Balún Canán. Fondo de Cultura Económica. [ Links ]

Casaús Arzú, M. y García Giráldez, T. (2005). Las redes intelectuales centroamericanas: un siglo de imaginarios nacionales (18201920). F & G. [ Links ]

Cereijido, M. (2000). Ciencia sin sesos. Locura doble. Siglo XXI. [ Links ]

de Certeau, M. (2010). La invención de lo cotidiano: I. Artes de hacer. Universidad Iberoamericana / Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente. [ Links ]

El Colegio de la Frontera Norte, Secretaría de Gobernación, Instituto Nacional de Migración, Consejo Nacional de Población, Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Secretaría de Relaciones Exteriores. (2006, 2007, 2008, 2009, 2010, 2011). Encuesta sobre Migración en la Frontera Sur de México. http://www.colef.mx/Emif/Links ]

Fábregas Puig, A. (2005). El concepto de frontera: una formulación. En A. Basail (coord.), Fronteras desbordadas. Ensayos sobre la frontera sur de México (pp. 21-51). Juan Pablos. [ Links ]

Nájera Aguirre, J. (2021). Vivir de ambos lados del Suchiate. Trabajo transfronterizo y vida familiar de guatemaltecos en Chiapas. El Colegio de México, A.C. [ Links ]

Navarro-López, A. (2023). Construcción de una frontera en el oeste del obispado de Chiapa y Soconusco, 1650-1810. Una aproximación desde los SIG-H. Revista Geográfica de América Central, 1(70), 57-90. https://doi.org/10.15359/rgac.70-1.2 [ Links ]

1Sobre la importancia de considerar el sentido metafórico en la investigación, véase Cerijido, 2000.

Recibido: 14 de Febrero de 2023; Aprobado: 17 de Marzo de 2023

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