Es para mí un honor, como miembro del comité organizador, dirigir unas palabras en esta ceremonia de entrega del Premio Gustavo Cabrera Acevedo a la mejor tesis del Programa de Maestría en Demografía de la promoción 2002-2004 del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano de El Colegio de México. El propósito principal de dicho programa es formar científicos en el análisis de los fenómenos demográficos y sus interrelaciones con el proceso de desarrollo y cambio social.

El premio que hoy nos reúne se creó con la finalidad de fomentar la elaboración de trabajos de tesis de alta calidad que contribuyan al conocimiento y a la solución de los problemas demográficos. Es la primera vez que El Colegio de México -por medio del Centro- otorga un premio de este tipo, que lo hace pionero en el reconocimiento al trabajo de los demógrafos jóvenes. Este premio promueve la elevación de las aspiraciones de los estudiantes y los enfrenta al esfuerzo que significa la realización de un trabajo de tesis.

En este proceso es importante destacar el trabajo de Olga Rojas y Silvia Giorguli, quienes guiaron el desarrollo de las tesis a lo largo de varios meses, fomentando la crítica constructiva y en consecuencia elevando su calidad. Valga la pena mencionar que ellas continuaron el seminario de tesis que José Morelos e Ivonne Szasz ya habían desarrollado en generaciones pasadas. Esta estrategia ha producido trabajos de excelente calidad en plazos breves. Desde hace varias generaciones la maestría en Demografía tiene 100% de eficiencia terminal, por lo que se encuentra en el llamado nivel de competitividad internacional.

También hay que resaltar el gran espíritu de compañerismo que priva entre sus estudiantes. En el proceso para depurar sus trabajos siempre se apoyaron, por encima de competencias o celos profesionales. Esto se relaciona con el alto grado de madurez, autoestima y respeto que prevalece en el grupo. Por ello, el premio que hoy se entrega puede considerarse de todos, porque mediante la crítica constructiva buscaron mejorar la tesis del compañero. Esta actitud los enaltece.

En esta ocasión se premia a la mejor tesis de maestría en Demografía del Centro de Estudios Demográficos y de Desarrollo Urbano, pero en los próximos años se llevará a cabo una convocatoria nacional que impulsará la realización de tesis en estudios de la población de todas las instituciones con programas de posgrado en este campo en México.

Gustavo Cabrera fue, junto con Víctor Urquidi, uno de los más importantes impulsores de los estudios demográficos en nuestro país. Ambos pueden considerarse como los grandes pilares en este campo. Gracias a ellos El Colegio inició su importante camino a la formación de demógrafos hace cuatro decenios. De esta institución han salido la gran mayoría de los demógrafos mexicanos. Algunos de ellos forman ahora a estudiosos en población en otras instituciones, por lo que el Centro tiene un elemento multiplicador. También de aquí han surgido los trabajos que habrían de establecer las bases para la definición e implantación de una nueva política integral de población y para la generación de información estadística.

Gustavo Cabrera está indisolublemente ligado a la demografía: pionero en el campo; orientado a vincular la reflexión teórica con la práctica; promotor de nuevos temas. Su autoridad siempre estuvo basada en la creatividad y en la prudencia. Su obra constituye una de las vertientes más fructíferas de explicación de la dinámica poblacional de nuestro país.

Me puedo considerar privilegiado al haber estado cerca de Gustavo Cabrera durante varios años en el campo de los estudios de la población. Sus trabajos combinaron tanto el rigor de la demografía formal y la estadística, como el poder explicativo que nos proporcionan las ciencias sociales. Su especial sensibilidad en las cifras y su gran sentido común siempre lo hicieron destacar en sus investigaciones.

El papel del centro con Gustavo Cabrera a la cabeza fue fundamental en el desarrollo de los estudios demográficos y urbanos no sólo en México sino en toda América Latina. Promovió el contacto permanente de los profesores e investigadores con científicos de otros centros similares en la región latinoamericana, en Estados Unidos y en Europa, lo que permitió que se hicieran contribuciones importantes en el ámbito de los estudios de población nacionales e internacionales.

El licenciado Cabrera como cariñosamente le decíamos, el pionero de la demografía, no se limitaba a transmitir instrucciones para que las acatáramos. Nos enseñó a pensar para no recurrir al uso mecánico de los métodos. Recuerdo que me decía, “hay muchas cuestiones técnicas que se pueden resolver con una regla de tres, sólo hay que aplicarla bien. La regla de tres inversa, decía, ya es una complicación técnica”.

Este premio busca promover el rigor científico y el alto nivel de excelencia que caracterizó a Gustavo Cabrera a lo largo de su vida como académico y en el sector público, al tiempo que posibilita la inclusión de nuevas áreas en la demografía. En síntesis, intenta transmitir a las generaciones de demógrafos jóvenes la pasión que lo identificó en su paso por la vida como estudioso de la población, y el estímulo y la ayuda que otorgó a los estudiantes que caminan por el fascinante mundo de la demografía.