ANTECEDENTES
Las dermatofitosis o tiñas son micosis superficiales causadas por un grupo de hongos parásitos de la queratina, denominados dermatofitos.1 Comprenden tres géneros: Trichophyton, Microsporum y Epidermophyton. Son cosmopolitas y se manifiestan en climas cálidos y húmedos, constituyen 70 a 80% de todas las micosis y conforman 5% de la consulta dermatológica en nuestro país, aunque en áreas tropicales llega a ocupar uno de los tres primeros lugares.2.3
Afecta a todas las edades y sexos por igual, aunque se ha observado mayor frecuencia en personas con factores de riesgo de padecerla, por ejemplo militares, deportistas o choferes.
Se dividen según la región anatómica que afecten, algunas de ellas tienen causa exclusiva, de ahí la importancia de conocer los sitios anatómicos que se afectan más comúnmente de acuerdo con el agente patógeno.
Cada variedad clínica tiene manifestación, epidemiología, síntomas y causas específicos.
Se ha observado mayor frecuencia de formas diseminadas e inflamatorias, quizá debido al mal diagnóstico que lleva a tratamientos con corticoesteroides o a la automedicación.
El diagnóstico de las tiñas es clínico y se confirma con estudios de laboratorio, con examen directo que revela la parasitación del hongo y con cultivos confirmatorios del agente causal.
Este estudio tuvo el objetivo de identificar la frecuencia de consulta por tiña del cuerpo en una zona urbana tropical.
MATERIAL Y MÉTODO
Estudio descriptivo, abierto y transversal que incluyó a todos los pacientes que durante un periodo de tres meses en 2015 acudieron a la consulta de Dermatología de un hospital de segundo nivel de Playa del Carmen, Quintana Roo, con el diagnóstico clínico de tiña del cuerpo confirmado por examen directo con KOH.
Se registraron edad, sexo, localización de la tiña, tiempo de evolución, tratamientos previos, comorbilidades, convivencia con mascotas u otros familiares afectados.
Se realizó historia clínica completa de los pacientes y se tomaron fotografías de las lesiones clínicas con autorización previa del mismo paciente. Se tomó escama de las lesiones para la realización del examen directo con KOH y para cultivo micológico en agar Sabouraud, que se conservó durante cuatro semanas. Se excluyeron los casos que tuvieron examen directo negativo. Los cultivos se revisaron periódicamente y en los que mostraron crecimiento se hizo un examen microscópico con azul de lactofenol para la identificación de la especie fúngica.
RESULTADOS
En un periodo de tres meses se detectaron 17 pacientes con diagnóstico clínico de tiña del cuerpo de un total de 546 consultas de dermatología general, lo que corresponde a 3%. De estos pacientes se corroboró el diagnóstico con hidróxido de potasio en 14 (82%) y sólo hubo crecimiento en el cultivo en 9 pacientes (64%).
Los mircroorganismos aislados fueron Microsporum canis en 4 pacientes (44%), Trichophyton rubrum en 4 pacientes (44%) y Trichophyton mentagrophytes en un paciente (11%).
De los pacientes con diagnóstico confirmado por examen directo con KOH 9 eran mujeres (64%). El promedio de edad fue de 32 años, aunque los límites de edad fueron 3 y 57 años (4 niños, 28.5%). El tiempo de evolución promedio fue de 15 semanas. La localización más frecuente fueron las extremidades (11 pacientes, 78.5%), seguidas por el tronco (8 pacientes, 57%) y sólo dos pacientes tuvieron afectación en la cara (14%). Entre los factores predisponentes encontramos la administración de corticoesteroides tópicos o sistémicos en cinco pacientes (36%) y entre estos pacientes una había estado recibiendo tratamiento con corticoesteroides sistémicos por un cuadro de eritema multiforme, que estuvo asociado con la tiña. Cinco pacientes habían tenido contacto con mascotas infectadas (36%), uno era médico veterinario y 4 pacientes no tenían ningún factor de riesgo asociado (Cuadro 1 y Figuras 1 a 5).
DISCUSIÓN
Conocer la frecuencia de la tiña del cuerpo en nuestro medio cobra importancia debido a que es motivo de consulta relativamente común que continúa siendo mal diagnosticada y, por tanto, mal tratada por el médico de primer contacto.
Por ejemplo, la tiña de los pies es más común en adultos, dedicados al deporte o que usan calzado cerrado. La tiña de la cabeza es prácticamente exclusiva de los niños y es provocada en 80% por M. canis en nuestro país, mientras que la tiña del cuerpo es causada en su mayor parte por Trichophyton rubrum y se asume que es mucho más común en climas cálidos y húmedos, como el que predomina en el estado de Quintana Roo.
En la actualidad se consideran 40 las especies causantes de enfermedad, de las que cinco son las más frecuentes: T. rubrum, T. mentagrophytes, T. tonsurans, M. canis y E. floccosum. El dermatofito que causa 80 a 90% de las dermatofitosis es T. rubrum.1 Por su origen y tropismo son: antropofílicos, zoofílicos y geofílicos,2 por lo que la fuente de infección dependerá del hábitat del dermatofito: puede ser la tierra, contacto directo con animales tiñosos o el mismo humano. Afectan la capa córnea de la piel, pelos y uñas. Según la localización se manifiesta por afección pilar, engrosamiento ungueal o placas con eritema y descamación con bordes activos.3
El periodo de incubación es variable, de 7 a 15 días.3Los factores predisponentes más importantes son el clima tropical, los malos hábitos de higiene, hacinamiento y el uso de ciertas prendas de ropa (sintéticas) o calzado cerrado. La diabetes, la administración de esteroides y la predisposición inmunológica y genética contribuyen a la gravedad y extensión de estas infecciones.
De acuerdo con estadísticas presentadas en el Primer Consenso de Micosis Superficiales, la frecuencia de las variantes clínicas de las dermatofitosis en nuestro país se distribuye de la siguiente manera: tiña de los pies, 53%; onicomicosis, 25%; tiña del cuerpo, 14.5%; tiña inguinal, 6% y tiña de la cabeza, 2%.2 4,5,6,7,8,9,10
En este estudio se pretendió determinar la frecuencia de tiña del cuerpo en un hospital de segundo nivel del estado de Quintana Roo, pensando en la posibilidad de que fuera superior a otras áreas del país, debido al clima tropical, al mayor grado de humedad que prevalece en el estado y porque se han observado formas diseminadas e inflamatorias en la consulta externa.
En los resultados obtenidos con este estudio encontramos que la tiña del cuerpo tiene frecuencia de 3% de la consulta dermatológica en el hospital de segundo nivel estudiado, que coincide con la frecuencia en otros centros de atención. El diagnóstico se corroboró con KOH en más de 80% de los pacientes, en comparación con otros centros, como en la Ciudad de México, donde Vázquez del Mercado encontró 96%.7 La positividad en el cultivo fue de 64%, porcentaje superior al de otros estudios (46%), posiblemente debido a la temperatura y la humedad del área geográfica. 7 Hubo predominio en mujeres, a diferencia de otros centros en donde no hay diferencia en cuanto al género y casi 30% de los afectados eran niños.
La topografía afectada más comúnmente fueron las extremidades (64%), seguidas por el tronco y la cara. Esto también muestra algunas diferencias en comparación con el estudio de Vázquez del Mercado en el que el sitio más común de afección fue el tronco. 7
La frecuencia con la que se aisló T. rubrum y M. canis en los cultivos fue igual, 44%. Esto difiere respecto a lo reportado en otros centros del país, ya que se ha visto mayor frecuencia de T. rubrum7 8 o T. mentagrophyte.9
Llama la atención que uno de los factores predisponentes más asociados fue la administración de corticoesteroides, que en la mayoría de los pacientes habían sido prescritos por médicos de primer nivel, lo que resalta la importancia del conocimiento de estas micosis para su diagnóstico y tratamiento acertados, así como realizar examen micológico en todos los casos en que exista duda clínica antes de iniciar tratamiento empírico.
CONCLUSIONES
La tiña del cuerpo representa 3% del total de la consulta de Dermatología en un hospital de segundo nivel en Playa del Carmen, Quintana Roo, frecuencia similar a la de la Ciudad de México. Es más frecuente en mujeres e incluso 30% de los pacientes afectados era población pediátrica. Los agentes causales más frecuentes son T. rubrum y M. canis. Es más frecuente que afecte las extremidades y los factores predisponentes más comunes encontrados en nuestra muestra de pacientes fueron la administración de corticoesteroides y el contacto con mascotas infectadas.