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Trace (México, DF)

versión On-line ISSN 2007-2392versión impresa ISSN 0185-6286

Trace (Méx. DF)  no.84 Ciudad de México jul. 2023  Epub 11-Dic-2023

https://doi.org/10.22134/trace.84.2024.908 

Presentación

Presentación

Grégory Pereira* 

*Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) / Université Paris 1, UMR 8096 « Archéologie des Amériques » / Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA)


En este nuevo número de la revista TRACE se publican tres artículos que ilustran algunos de los nuevos ejes de la investigación francesa en México y América Central. Si bien estos trabajos se insertan en una larga tradición de arqueología mesoamericanista, impulsada desde 1960 por la antigua Mission Archéologique et Ethnologique Française au Mexique (MAEFM), y consolidada desde el inicio de la década de 1980 por el Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericano (CEMCA), ilustran, sobre todo, la capacidad de generaciones recientes de arqueólogos por abrir nuevos frentes de investigación.

Antes de presentar los proyectos emergentes, quisiera reubicarlos en el contexto en que nacieron, y que manifiesta una voluntad por parte del Ministère de l’Europe et des Affaires Etrangères (MEAE) del gobierno francés por promover la creación de nuevos programas dirigidos por jóvenes investigadores, iniciativa que se ha concretado a través de la Commission Consultative des Recherches Archéologiques à l’Etranger.1 En este contexto, hay que congratular las iniciativas impulsadas por Adelino Braz, quien desde su puesto de director del Institut-Français d’Amérique Centrale (IFAC) en Costa Rica, y posteriormente como consejero de Cooperación y Acción cultural de la Embajada de Francia en México, ha propiciado la apertura de dos convocatorias: una primera en 2017 enfocada a los países centroamericanos y la segunda en 2019 orientada hacia México. Desde entonces, estas convocatorias han permitido la creación de cuatro nuevos proyectos que reciben apoyo del MEAE.

Dos de los artículos presentados en este número provienen de investigaciones iniciadas en 2018, a raíz de la primera convocatoria. Tales proyectos restablecen las investigaciones francesas en el istmo centroamericano, donde pioneros como Claude F. Baudez -en Papagayo, Costa Rica (1957-1960) y en Los Naranjos, Honduras (1967-1969)- en mancuerna con Pierre Becquelin, así como Alain Ichon -en Panamá (1967-1969)-, desarrollaron estudios que hasta la fecha son considerados como contribuciones significativas para el conocimiento de las sociedades prehispánicas de esta área.2

El artículo de Julien Sion ofrece una síntesis de los resultados logrados recientemente por el PARYNA (Proyecto Arqueológico Regional Yojoa-Los Naranjos: 2018-2025), gracias a los trabajos de un equipo franco-hondureño de arqueólogos, respaldado por el Instituto Hondureño de Antropología e Historia y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Dichos estudios se desenvuelven en la cuenca del lago Yojoa en el noroeste de Honduras, en torno al sitio de Los Naranjos. Dicha zona constituye, por su riqueza arqueológica y su larga secuencia de ocupación, un lugar de referencia para la arqueología hondureña y el entendimiento de las interacciones culturales en el margen sureste de Mesoamérica. Tomando como base las investigaciones previas, el equipo del PARYNA se ha enfocado en entender un periodo de transición que marca, en toda Mesoamérica, la báscula entre dos mundos: el periodo Clásico, cuyo final está estrechamente ligado con el «colapso» del Clásico maya, y el Posclásico temprano, que marca el auge de nuevas formas de organización sociopolíticas y económicas. Al cabo de cinco temporadas de campo, los resultados obtenidos constituyen un aporte esencial para escudriñar la forma en que se dio esta transición en la zona (cambio en el patrón de asentamiento y la arquitectura, en las prácticas sociales y religiosas, en las rutas de comercio, etc.).

El artículo de Philippe Costa y colaboradores nos trasladan al occidente de Costa Rica, en el extremo oriental de esta frontera cultural entre Mesoamérica y las culturas istmeñas. Entre 2018 y 2022, las labores del Proyecto Arqueológico Guanacaste (PRAG) se han orientado en el estudio de los sitios de arte rupestre de la cordillera de Guanacuaste, a través de una colaboración con el Museo de Oro Precolombino en Costa Rica y la Universidad de Bonn en Alemania. Sin duda, entre los sitios estudiados destaca un conjunto excepcional de petrograbados ubicados en la vertiente del volcán Orosí, entre los cuales sobresale El Pedregal, con alrededor de ciento cincuenta rocas grabadas. En esta zona, han sido registradas sistemáticamente las manifestaciones rupestres utilizando diversas tecnologías hoy disponibles para la arqueología, ejemplo de ello son el registro tridimensional por fotogrametría, la adquisición de imágenes por dron y una cartografía dinámica por sistema de información geográfica (SIG). En el presente artículo se exponen los resultados de los estudios del sitio Las Yegüitas, un abrigo rocoso aislado localizado a dos kilómetros de El Pedregal. Su estudio a detalle revela la rica iconografía de sus paneles, que conservan diseños que se observan en la decoración de vasijas y figuras antropomorfas de barro conocidas en otros sitios de la zona. Pero el valor del estudio se ve magnificado por los datos inéditos de excavación, que permiten ubicar en el tiempo la ocupación del sitio. Los resultados obtenidos permiten discutir la función de estos sitios aislados, alejados de los grandes centros de poblamiento; no obstante que tuvieron, seguramente, un papel relevante dentro de la geografía sagrada de los antiguos moradores de la región.

El tercer artículo, escrito por Marion Forest y Andrew Somerville, muestra los primeros avances del proyecto Hacienda Metepec, financiado a partir de 2021 a raíz de la convocatoria destinada a apoyar nuevos estudios en México.3 Se trata de una investigación, además, desarrollada en colaboración con universidades norteamericanas (Iowa State University y Arizona State University) y en colaboración con la UNAM. Un proyecto que abre una brecha, pues se desenvuelve en la antigua metrópoli de Teotihuacan. Se centra en el estudio de lo que fue considerado como un barrio periférico de la ciudad y permite, justamente, cuestionar la naturaleza de este asentamiento, es decir, si fue el resultado de un crecimiento orgánico de la cuidad hacia el exterior o, si por el contrario, se fundó en el marco de un proyecto urbanístico vinculado con el centro. Para ello, el equipo del Proyecto Hacienda Metepec ha integrado armoniosamente los resultados obtenidos en las décadas de 1960 y 1970 por los proyectos de René Millon y Evelyn Rattray, que han podido incrementarse gracias al uso de nuevas fuentes de datos generadas por tecnologías como los datos de lidar, los levantamientos por dron y estación total, los SIG, entre otros. Los resultados preliminares indican que los edificios de este centro de barrio estaban alineados con la traza general de la urbe, un aspecto que sugiere un fuerte vínculo con el Estado teotihuacano. Sin embargo, la larga duración de la ocupación en la zona abre una serie de preguntas que solo podrán ser contestadas gracias a la realización de excavaciones extensivas.

Esperemos que este breve texto introductorio anime al lector a descubrir los valiosos trabajos publicados en este dossier de la revista TRACE. Ilustran una investigación dinámica guiada por jóvenes investigadores que abren nuevas sendas integrando plenamente los métodos que ofrece la arqueología de hoy, que permiten inquirir preguntas muy variadas. Si bien estos tres trabajos exponen esta diversidad temática y geográfica, también manifiestan un interés creciente por la arqueología de los espacios de margen, de transición. A menudo considerados como periféricos, secundarios y, por lo mismo, subestudiados, estos espacios cobran brío e interés a la luz de los sucesos que marcan nuestro mundo contemporáneo. A la vez, son zonas de contacto entre el adentro y el afuera, zonas de fricción e hibridación entre entidades (humanas y no humanas) e identidades diversas, además de incubadoras de nuevas ideas y formas de organización. Las investigaciones sobre estos espacios de margen y transición no solo constituyen un reto importante para la arqueología y su estudio, sino también una necesidad si queremos entender plenamente los cambios sociales que se dieron tanto en el pasado como en tiempos más cercanos a nosotros.

Grégory Pereira Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) / Université Paris 1, UMR 8096 « Archéologie des Amériques » / Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos (CEMCA)

1Últimamente, esta institución apoya un total de diez proyectos arqueológicos franceses presentes en México (5), Guatemala (3), Honduras (1) y Costa Rica (1).

2Invitamos al lector interesado en saber más acerca de las investigaciones francesas en Centro-américa a consultar el mapa interactivo en el sitio web del CEMCA: https://www.cemca.org.mx/proyectos_arqueologia/

3Además del Proyecto Hacienda Metepec, dicha convocatoria seleccionó el proyecto Michoacán Colonial, dirigido por Karine Lefebvre.

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