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Trace (México, DF)

versión On-line ISSN 2007-2392versión impresa ISSN 0185-6286

Trace (Méx. DF)  no.66 Ciudad de México dic. 2014

 

Artículos

 

Arena, FMLN y los sucesos del 5 de julio del 2006 en El Salvador: violencia e imaginarios políticos

 

Ralph Sprenkels

 

Universidad de Utrecht.

 

Fecha de recepción: 24 de mayo del 2014
Fecha de aprobación: 4 de noviembre del 2014

 

Resumen

Graves disturbios ocurrieron el día 5 de julio del 2006 en El Salvador. La violencia política más grave de la posguerra salvadoreña hasta esa fecha se pagó con dos policías muertos, varios heridos y decenas de detenidos. Después de estos hechos, se produjo otra batalla: explicar lo sucedido y encontrar a los culpables. Ese 5 de julio marcó la culminación en la polarización política entre el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena), partido de gobierno en ese momento; y el de izquierda, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), entonces principal partido de oposición. A través de una reconstrucción longitudinal, el presente artículo analiza lo que los hechos –así como las interpretaciones y manipulaciones– pueden enseñarnos sobre la dinámica política de la posguerra salvadoreña. Llama la atención la vigencia de imaginarios políticos asociados a la utilización de los métodos conspirativos y con claros antecedentes en el conflicto armado salvadoreño y la Guerra Fría.

Palabras clave: Belloso, conspiración, FMLN, Arena, activistas.

 

Abstract

Serious riots occurred in El Salvador on July 5, 2006. The country's worst postwar political violence until then resulted in two dead policemen, several wounded people and dozens of arrests. After these events, a different battle should be fought: to explain what happened and to find the culprits. July 5th marked a climax in the political polarization between right-wing Arena party (at the time in government) and the leftist FMLN, the main opposition party then. Through a longitudinal reconstruction, this article analyzes the facts –as well as interpretations and manipulations to which they were subjected– that can teach us about the political dynamics of postwar in El Salvador. Particularly striking is the validity of political imaginaries associated with the use of conspiratorial methods and with clear lineage to the Salvadoran armed conflict and the Cold War.

Keywords: Belloso, conspiracy, FMLN, Arena, activists.

 

Résumé

Des troubles graves se sont produits le 5 juillet 2006 à El Salvador. Cette violence politique, la plus grave depuis l'après-guerre salvadorienne, s'est soldée par la mort de deux policiers, de nombreux blessés et des dizaines de détenus. Suite à ces évènements, une autre bataille s'est produite : celle qui consiste à expliquer ce qui s'est passé et à rechercher des coupables. Le 5 juillet a marqué l'aboutissement de la polarisation politique entre le parti de droite, Alianza Republicana Nacionalista (Arena), à l'époque au pouvoir, et le parti de gauche, Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), alors premier parti d'opposition. Au travers d'une reconstruction longitudinale, le présent article analyse ce que les faits – tout comme les interprétations et manipulations – peuvent nous enseigner sur la dynamique politique d'après-guerre salvadorienne. Nous sommes frappés par la pertinence des imaginaires politiques associée à l'utilisation de méthodes conspiratives, qui font clairement écho au conflit armé salvadorien et à la Guerre Froide.

Mots-clés : Belloso, conspiration, FMLN, Arena, militant.

 

El 5 de Julio del 2006 un hombre armado identificado después como Mario Belloso apareció en una protesta estudiantil en contra del incremento de la tarifa del transporte público, y disparó con un rifle M-16 en contra de la policía antidisturbios. Diversos analistas de la política salvadoreña fueron sorprendidos por el evento de ese día, el cual interpretaron como un incidente en esencia anacrónico (Moodie 2010: 212). Sin negar el carácter singular de tal acto, el presente artículo intentará reinsertar este evento en el marco de la transición política iniciada con la firma de los Acuerdos de Paz de 1992. Luego de una descripción de los hechos ocurridos el 5 de julio, analizaremos la controversia política que generó ese acto de violencia. A partir de las reacciones de líderes y militantes de izquierda y de derecha, mostraremos como el imaginario de la conspiración y las demostraciones de fuerza clandestina permanecieron centrales en el actuar de los actores políticos aún después del fin de la guerra civil salvadoreña.

 

La izquierda en la transición salvadoreña

Con los Acuerdos de Paz, la antigua guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional se convirtió en un partido político legal y en la fuerza dominante a la izquierda del espectro político salvadoreño. El partido político FMLN se ha enfocado en las elecciones y el ejercicio del poder público, actividades ocasionalmente complementadas con algunas manifestaciones callejeras, por lo general bastante pacíficas. Al igual que en otras partes de América Latina, el fin de la Guerra Fría coincidió con la confusión ideológica dentro de la izquierda, y con el declive de los sindicatos y otras expresiones históricas de la organización de izquierda. Por otro lado, la conversión del FMLN en partido político condujo a los líderes insurgentes a (re)adoptar un estilo de vida urbano de clase media, que distanció a la cúpula del FMLN de sus bases campesinas históricas, dando "paso a un sentimiento de abandono" en estos sectores (Zamora, 2003: 121). Mientras tanto, en la primera década de la transición, el partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena) consolidó su control sobre el gobierno a través de sendos triunfos electorales. Las políticas neoliberales de Arena contribuyeron a generar cierto crecimiento macroeconómico, pero a la vez acarrearon mayor desigualdad socioeconómica en el país (Huber y Solt, 2004).

La unidad del FMLN, vital para la conducción de la insurgencia durante la guerra, se fragmentó en tiempos de paz. La lucha interna por el control político del FMLN resultó en una primera escisión después de las elecciones de 1994. Cerca de la mitad de los recién elegidos diputados del FMLN abandonaron el partido en esa ocasión. A finales de los años noventa las disputas se cristalizaron en una división entre elementos social demócratas reformistas, bautizados como renovadores, y elementos socialistas, parte denominada Corriente Revolucionaria Socialista (CRS) y etiquetados por la prensa como ortodoxos. La confrontación interna se agudizó, y por un tiempo las dos corrientes llegaron a funcionar como dos organizaciones separadas, aunque bajo la misma bandera. La CRS logró imponerse dentro del FMLN en los primeros años del nuevo milenio, obteniendo el control de la cúpula del partido y purgando de manera periódica a disidentes renovadores.

Tanto la paz neoliberal como las luchas intestinas de la izquierda impactaron sustancialmente en la forma en que los antiguos revolucionarios experimentaron la transición. Desilusión (Silber, 2004, 2010) y desempoderamiento (Sprenkels, 2005) son algunos de los conceptos usados para capturar los desencantos posrevolucionarios dentro de los círculos de izquierda, que dio lugar a que: "la percepción de que la lucha revolucionaria haya perdido su significado parece haberse extendido en el transcurso de los años desde los acuerdos de paz" (Peterson y Peterson, 2008: 530). María Santacruz apuntala aún más la idea de la posguerra como decepción política al referirse al abandono de las luchas reivindicativas y el crecimiento del desencanto político entre los salvadoreños comunes y corrientes (2003: 107).

Lo anterior no significa que los acuerdos de paz y la subsiguiente transición democrática no generaran beneficios significativos, como por ejemplo, elecciones periódicas libres y relativamente pacíficas, una nueva policía civil y la reducción del poder político de la fuerza armada (Montobbio, 1999). Para 2006, estos logros habían probado ser bastante resistentes, pese a que el entusiasmo sobre ellos se había reducido. En 1992, El Salvador experimentó lo que el negociador del FMLN y politólogo Salvador Samayoa denominó "la explosión del consenso" (2002: 585), pero al final de la década de los noventa, "el ambiente político se enrareció" y "la contienda positiva cedió su espacio a la confrontación estéril" (659). La transición salvadoreña modernizó el sistema político, pero no tuvo éxito en romper la bipolaridad política organizada, al menos en discurso, alrededor de la brecha divisiva de la Guerra Fría (Artiga-González, 2004).

Con la paz vino una reducción drástica de la persecución política y las violaciones a los derechos humanos. Sin embargo, la violencia política no logró extinguirse por completo. Por ejemplo, cuando la tinta de los acuerdos de paz estaba aún fresca, varios cuadros importantes del FMLN fueron asesinados (Samayoa, 2002: 620). En los años posteriores, organismos de derechos humanos registraron incidentes ocasionales en los que antiguos militantes políticos, activistas de movimientos sociales o funcionarios públicos fueron amenazados, hostigados o asesinados. Con periodicidad volvía a aparecer algún fantasma fugaz de los escuadrones de la muerte. Algunas veces, marchas y otras protestas públicas escalaban en confrontaciones con la policía o en destrucción de propiedades. Incidentes de este tipo degeneran el ambiente político hasta hoy en día. Pero con la diferencia de que la mayor parte de hechos de violencia política se ha dado en los enfrentamientos entre los militantes del FMLN y Arena durante las campañas electorales.

Las elecciones presidenciales del 2004 entre el empresario de Arena, Tony Saca, y el líder histórico del FMLN, Schafik Handal, fueron tensas y cargadas de retórica acusatoria. Al final, Tony Saca ganó con una diferencia bastante amplia. El FMLN acusó a Arena de fraude y promovió una oposición enérgica en contra de la presidencia de Saca, anunciando un incremento de las protestas callejeras. Las elecciones municipales y legislativas del 2006 fueron nuevamente muy tensas, con Arena y el FMLN en una lucha estrecha por la capital de San Salvador. Arena se proclamó ganador antes de que el conteo hubiera finalizado y los resultados fueran oficiales. El FMLN movilizó un contingente de activistas cerca del hotel que albergaba el Tribunal Electoral para defender su victoria. Varios incidentes confusos ocurrieron en las siguientes horas, en los cuales, hubo varios disparos y un activista herido con arma de fuego. Finalmente, el FMLN se adjudicó el gane de la capital por un pequeño margen de votos. La democracia electoral prevaleció, mientras la polarización política entre el FMLN y Arena se agudizaba.

 

Los eventos del 5 de Julio del 2006

El 29 de junio del 2006 el gobierno de Saca anunció un incremento en la tarifa de pasaje del transporte público. La medida causó indignación en la izquierda no solamente por el efecto negativo de la medida en el bolsillo de los sectores populares y medios, sino también porque este anuncio impopular se dio recién pasadas las elecciones. En respuesta, el viernes 30 de junio, manifestantes enmascarados pararon dos autobuses enfrente de la entrada de la Universidad de El Salvador (UES), los evacuaron y les prendieron fuego.1 En diversos medios de comunicación, se anunciaron nuevas protestas para la semana siguiente, promovidas por un colectivo de organizaciones sociales denominado el Bloque Popular Social (bps), vinculado estrechamente al FMLN.

En la mañana del 5 de julio, un grupo de manifestantes ocupó las calles cerca de la UES. La policía antidisturbios fue llamada al lugar para evacuar a los manifestantes y desbloquear el tráfico. Por una hora, los manifestantes y la policía se desafiaron y provocaron mutuamente. Luego comenzó la balacera. Imágenes de video así como docenas de fotografías mostraron de manera clara a un hombre armado, con una gorra y una pañoleta roja que le cubría la mitad de su cara, arrodillado detrás de una reja en plena calle, enfrente de la Universidad de El Salvador. En sus manos tenía un rifle de asalto M-16. Detrás de él, se encontraba otro hombre, con el rostro descubierto, que se inclinaba contra la espalda del tirador, y que se alborozaba mientras sonaban los disparos. Después de unos cuantos disparos, la pareja se retiró corriendo hacia la puerta principal del campus universitario y desapareció. Las cámaras se enfocaron en los miembros de la policía antidisturbios derribados al otro lado del bulevar.

La cobertura periodística de estos eventos y sus secuelas inmediatas careció de precisión y objetividad. Queda la versión más neutra de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), una de las instancias de auditoría legal surgida de los Acuerdos de Paz. Su informe preliminar2 relata la siguiente secuencia de hechos:

El 5 de julio del 2006, un grupo de jóvenes, en principio liderados por estudiantes de secundaria y universitarios, se concentraron en las calles aledañas al [...] INFRAMEN [...], para protestar contra el alza de las tarifas al transporte público [...]. Dicha concentración se movilizó por la 29 Calle Pte. Donde ya se encontraba otro grupo [...]. Aún con la quema de llantas que inició frente al INFRAMEN y la pinta de mensajes en las paredes por donde se condujo la movilización, la actividad se mantuvo en condiciones relativamente pacíficas o que, por lo menos, no ameritaron la intervención policial [...], aún cuando algunos de los participantes en la misma procedieron a dañar un carro patrulla de la PNC,3 vallas publicitarias, cajas telefónicas y semáforos [...] A eso de las 9:00 a.m., con la intervención de personal de [la PDDH] [...] se logró la consecución de un pacto de no agresión entre dirigentes de la concentración y autoridades de la PNC [...] la premisa de dicho pacto fue que la actividad se realizaría utilizando megáfonos, música, pancartas e, incluso, llevando a cabo el cierre de las calles ya ocupadas [por los manifestantes], siempre y cuando no ocurrieran más daños a la propiedad pública y privada; de lo contrario, se haría la respectiva intervención policial. Por su parte, representantes de la protesta solicitaron que el cordón policial instalado no avanzara más hacia la concentración [...] Pese a ello y, poco tiempo después de logrado dicho acuerdo, ocurre la pretensión de agentes policiales de registrar y capturar a dos jóvenes manifestantes [...] lo que desencadenó conatos de violencia, al momento en que dirigentes de la actividad se disponían a brindar una conferencia de prensa [en relación al pacto] [...] Ocurrieron entonces, forcejeos e insultos entre participantes en la protesta y policías; y estos últimos, además, fueron agredidos con piedras y palos y recurrieron a sus armas de fuego para evitar el avance hacia ellos del grupo de manifestantes –que se mostró permanentemente desafiante y profiriendo aún insultos a los elementos policiales−, pero sin llegar a dispararlas. [...] Manifestantes atacaron a algunos reporteros y dañaron vehículos de medios de prensa, [...] al momento en que los agentes de Seguridad Pública realizaban la retirada. [...] la intervención de personal de (la PDDH) [...] en este momento, ocurrió con la intención de proteger la integridad del Inspector (de la policía) [...] a quien pretendían agredir los dirigentes de la actividad [...] acusándolo de violentar el pacto de no agresión [...] En ese contexto, ante la intención de algunos manifestantes de arremeter contra un vehículo particular frente al Hospital [...], así como posterior a la destrucción de la que fueron objeto las instalaciones y el cajero automático de la referida agencia del Banco [...], intervino un contingente de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) (la policía antidisturbios) [...], apoyado por un helicóptero de la PNC [...]. El contingente de la UMO [...] desalojo de la vía pública, [...] utilizando gas pimienta y disparando balas de goma, mientras las personas manifestantes retrocedían en dirección de la entrada de la UES, lanzándole al grupo de agentes, piedras, morteros y otros artefactos explosivos mientras se acercaban cada vez más a las instalaciones universitarias, por el lado de los portones de acceso principal. [...] Como a las 10:30 a.m., [...] la detonación de morteros y explosivos de fabricación casera (contra la policía) [...] provocando frente a éste una densa cortina de humo, fue acompañada de un descarga de disparos de arma de grueso calibre –al parecer, según las primeras versiones, un fusil M-16– provocando la muerte inmediata de dos efectivos de la unidad especializada y heridas en más de diez. Al momento en que se les prestaba inmediato auxilio, tanto de parte de otros agentes policiales como de unidades de Comandos de Salvamento, fueron nuevamente atacados con ráfagas –al menos, en dos ocasiones más–, algunas de ellas, presumiblemente de AK-47, según versiones preliminares expresadas [...] por el Ministro de Gobernación, licenciado René Figueroa [...] ante los medios de prensa. (2006, 3 4 5.).

El informe deja constancia de que la PDDH fue informada sobre la posibilidad de que algunos estudiantes habían sido heridos, pero en el proceso de verificación no encontraron resultados al respecto (2006, 6). Según la PDDH, los dos policías muertos fueron alcanzados por disparos certeros –uno, en el cráneo y el otro, en el tórax, a la altura del corazón. Las otras víctimas presentaron "principalmente lesiones en las piernas y en brazos ocasionadas por balas o por esquirlas" (2006, 6). Asimismo, la PDDH fue informada que un oficial de alto rango de la policía y el piloto de uno de los helicópteros que sobrevolaron la zona resultaron con heridas leves. Uno de los helicópteros que sobrevoló la zona presentaba nueve impactos de balas. La PDDH no pudo determinar el origen de los disparos, pero afirma que "según notas de prensa, se adjudica a personas de la protesta armadas con fusil y arma corta." (2006, 7). La PDDH también recabó las "denuncias de parte de estudiantes sobre supuestos disparos realizados también desde uno de estos helicópteros policiales durante los incidentes, lo cual sin embargo, no pudo ser constatado en la verificación realizada por nuestra Institución" (2006, 7). La PDDH obtuvo material de video que indicaba que "miembros del contingente de la UMO que avanzó hacia los estudiantes frente a la UES, efectivamente estarían portando armas de fuego" (2006, 18).

Por otra parte, la PDDH confirmó la lesión de un miembro del personal docente de la UES, alcanzado por una bala mientras participaba en una reunión en la oficina de rectoría dentro de la universidad junto con otras autoridades universitarias (2006, 28). Según autoridades de la universidad, el disparo fue realizado "desde fuera del campus universitario, presumiblemente desde uno de los dos helicópteros que lo sobrevolaron antes y durante los incidentes, aparentemente junto a dos avionetas militares" (2006, 7). María Isabel Rodríguez, rectora de la UES, reveló en una conferencia de prensa que "las investigaciones policiales relacionadas con el orificio de bala en uno de los edificios de ese centro de estudios, concluyeron que fue provocado por disparos realizados desde el aire, presumiblemente de una aeronave o, incluso, desde la parte alta del Hospital de Niños "Benjamín Bloom" (un edificio cercano a la UES) (2006, 25).

En la tarde del día 5 de julio, los disturbios alrededor de la universidad continuaron. Durante y después de los incidentes violentos la PDDH pudo verificar el desarrollo de un operativo policial que incluyó la ubicación de los francotiradores de la PNC en la azotea del hospital Benjamín Bloom, y presumiblemente también en los techos de otros edificios colindantes (2006, 8-9). La mayoría de los manifestantes habían entrado al campus universitario, y, de acuerdo con las autoridades universitarias, la policía pretendió "ingresar al campus universitario para capturar a las personas sospechosas de participar en los incidentes" (2006, 8). "Posterior a la intermediación de esta Procuraduría y a solicitud expresa de las autoridades universitarias, pudo ser evacuado, [...] el personal docente y administrativo así como estudiantes [...]. (Organizaciones Humanitarias) apoyaron estas evacuaciones, que se realizaron por las diferentes puertas de acceso de la UES, aplicándose al momento de las mismas, un minucioso registro policial tanto de personas como de vehículos."

El reporte presta particular atención a la tensa atmósfera en el momento de la evacuación de la UES: "las imágenes captadas por la prensa televisiva y escrita mostraron a varios francotiradores y elementos de la PNC [...] apuntando, directamente y en actitud de ataque, al grupo de personas de la comunidad universitaria [...] cuando salía de las instalaciones." El canal 2 de televisión capturó una imagen "cuando uno de los francotiradores avanza frente a la entrada principal de la UES, con uno de los jóvenes detenidos [...] utilizándolo claramente como escudo humano, ante la presunta posibilidad de ser atacado por algunos estudiantes que se encontraban dentro de las instalaciones universitarias" (2006, 8). El informe indica que 31 estudiantes y manifestantes fueron capturados durante y después de los incidentes. Según la policía, uno de los detenidos estaba en posesión de una granada de mano y otro llevaba explosivos de fabricación casera (2006, 10). Varios de los detenidos presentaban pruebas físicas de haber sido golpeados.

Durante la noche "elementos policiales ingresaron al recinto universitario rompiendo las cadenas de los portones [...] –destruyendo, incluso, las puertas de algunos edificios de Facultades– y muros de acceso, para proceder al registro y búsqueda de evidencias en sus diferentes instalaciones" (2006, 14). La policía y la fiscalía posteriormente cerraron la universidad por cuatro días para efectuar la investigación de los hechos (2006, 15). La Policía y la Fiscalía declararon a la prensa el descubrimiento de catapultas, granadas de fabricación casera, escopetas y otras armas caseras, así como pasamontañas, chalecos a prueba de balas, uniformes militares, municiones para AK-47 y fusiles M-16 y otro material dentro de la universidad (2006, 15). Sin embargo, personal de la universidad que acompañó a los investigadores policiales y fiscales contradice los resultados obtenidos en las investigaciones, (específicamente) referente a la presencia de armas de fabricación casera (2006, 16). La Fiscalía señaló que "se recogieron más de cien casquillos dispersos en la zona frente a la Universidad de El Salvador donde ocurrieron las muertes y las lesiones, mismos que corresponden a fusiles M-16 y rifles AK-47 y pistolas de 9 y 45 milímetros [...]" (2006, 18). Según la PDDH, "la escena del crimen fue seriamente contaminada, incluso por los mismos agentes policiales [...], (y) [...] por miembros de la prensa" (2006, 18), algo que complicaba seriamente la realización de investigaciones posteriores.

 

La postrera: buscando interpretar los hechos

Los disturbios en la UES no habían terminado aún cuando las disputas sobre el significado de lo ocurrido comenzaron. Se dio una intensa actividad política, revelada en forma parcial al público a través de la mirada de los periodistas. La edición del mediodía de las noticias televisadas emitió las declaraciones del presidente Tony Saca brindadas sólo momentos después del tiroteo. "Yo siempre lo he dicho, el FMLN tiene gente disfrazada de protestantes, pero que son unos verdaderos asesinos y gente peligrosa." [...] El FMLN está detrás de estas acciones y lo acuso formalmente de lo que ha sucedido." Horas más tarde el Ministro del Interior, René Figueroa, ofreció una conferencia de prensa televisada en la que declaró que "no habíamos tenido una violación flagrante como la que este día se ha visto. Al FMLN lo responsabilizamos de haber roto los Acuerdos de Paz."4 Esa misma noche, en un discurso oficial de televisión transmitido en todas las estaciones, el Presidente Saca hizo hincapié en la gravedad de los hechos, aunque esta vez no acusó al FMLN directamente, sino que se refirió entonces a "los sucesos de esta mañana protagonizados por grupos violentos afines a la izquierda radical."5 (2006: 20). En declaraciones posteriores, el presidente Saca reiteró las acusaciones directas a la dirección del FMLN (PDDH, 2006: 21).

El editorial de El Diario de Hoy del 6 de julio conectó los eventos del día anterior con el discurso anticomunista histórico de la derecha salvadoreña.6 Bajo el título Agresión terrorista contra los salvadoreños, afirmó que: "La agresión a agentes de la policía por terroristas parapetados en las afueras de la Universidad Nacional, pone al desnudo lo que viene maquinando desde hace mucho tiempo el comunismo, sin que importaran los llamados ‘acuerdos de paz' [...] La firma de los acuerdos sólo ha valido para oxigenar el movimiento, adoctrinar a la población, debilitar la institucionalidad y alentar la violencia. [...] Los agresores mostraron tener un nivel de movilidad militar, que sólo se logra tras meses y meses de entrenamiento, el que se imparte dentro de las municipalidades que controlan los rojos [...]. El centro del problema [...] reside en la Universidad de El Salvador, refugio y madriguera de un número de bandas que se alista para montar una nueva agresión contra el país. Los comunistas controlan la casi totalidad de departamentos y dependencias de la UES [...] En términos simples, el montaje del terrorismo se sostiene con fondos del Estado (la UES recibe financiamiento público)."7

Por su parte, Salvador Sánchez Cerén, jefe de la fracción legislativa del FMLN, ofreció la posición oficial del FMLN ante los hechos. El 5 de julio por la tarde en una conferencia de prensa aseveró "Condenamos la emboscada que la PNC hizo contra un grupo de protestantes pacíficos. [...] [E]l [hospital] Bloom lo tomó la policía y colocaron francotiradores. [...] En la cabeza y en el corazón, recibieron los impactos los agentes... son impactos de francotiradores. La policía conocía de la actividad [de protesta]. Hay estudiantes muertos, 30 heridos y más de 30 capturados."8 Sánchez Cerén también calificó las declaraciones iniciales de Saca como irresponsables y le instó a no seguir utilizando medidas represivas en contra de legítimas protestas populares.9

Entre el 5 y el 6 de julio, varios grupos de la sociedad civil vinculados a la izquierda presentaron denuncias públicas para expresar interpretaciones similares a las del representante del FMLN. La Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador (ARPAS) por ejemplo, una organización coordinadora de una red de radios comunitarias salvadoreñas, emitió un comunicado afirmando que el 5 de julio será recordado como el miércoles sangriento, un día en que una "protesta pacífica fue reprimida violentamente por parte de los agentes de la Unidad del Mantenimiento del Orden (UMO). En la trifulca, fueron asesinados dos agentes de la UMO y un estudiante." La ARPAS afirma que rechaza la violencia, pero expresa que "políticamente, debemos decir que la primera piedra la tiró el gobierno de Arena al tomar en plena crisis económica medidas antipopulares, cuando la población no ha recibido ni aumentos salariales ni mejoras en sus condiciones sociales para una vida digna."10 La Asociación para la Salud y el Servicio Intercomunal de El Salvador (APSIES), dedicada a la salud popular, hizo hincapié en la violencia económica a la que ha expuesto los ciudadanos el gobierno, esto en referencia al incremento del costo de la vida: "El actual gobierno está incumpliendo los acuerdos de paz y miente [...]. [Usando] el control absoluto de los medios de comunicación [...] Acusa de terroristas [...] a todo aquel que opine y piense contrario a él. [...] La PNC debe recordar que no surgió para ser un ente represivo del pueblo. La PNC está engendrando violencia [...] está llevando al país a la confrontación."11

El 6 de julio fue un día particularmente tenso en el parlamento. Haciendo referencia a los acontecimientos del día anterior, Arena propuso acelerar la aprobación de la nueva Ley Antiterrorista, un proyecto que este partido había venido trabajando durante algunos meses sin mayores resultados. La propuesta, propulsada en parte por la campaña War on Terror de George Bush, otorgaría a las autoridades salvadoreñas mayor margen de maniobra para acabar con (supuestos) terroristas. La reactivación de la propuesta llevó a una acalorada discusión.12 Según La Prensa Gráfica, "Los sucesos ocurridos el pasado miércoles [...] fueron motivo suficiente para que los diputados de Arena y del FMLN sacaran a relucir su repertorio de insultos. [...] [Ellos] aprovecharon el momento para remontarse al pasado y recordar la historia que vivió El Salvador durante el conflicto armado [...]. Quijano [un prominente diputado de Arena] no escatimó palabras para acusar al FMLN de ‘terroristas, secuestradores y asesinos'. [...] [D]e inmediato el diputado Mejía [FMLN] [los] tildó de escuadroneros.13 Fueron cuatro largas horas en que los diputados de ambos partidos se lanzaron insultos."14

Estas declaraciones y las respectivas peleas dejaron claro cómo los diferentes actores políticos buscaron explicar los acontecimientos del 5 de julio en el marco de la larga historia de enfrentamientos entre la derecha y la izquierda. Los derechistas explicaron los disturbios como un hecho de terrorismo de izquierda inscrito en un complot más grande para desestabilizar un gobierno legítimo, mientras que los de izquierda interpretaron los hechos como una conspiración de la derecha para desacreditar al FMLN y de esa manera justificar la represión en contra del creciente descontento popular. Construyendo estas interpretaciones, tanto una como otra se remitió a la participación del contrincante en hechos de violencia política antes y durante la guerra. Ambos bandos echaron mano de la representación del enemigo forjada en el conflicto armado.

El 6 de julio la policía reveló que el tirador había sido identificado como Mario Belloso, y su cómplice como Luis Herrador. Ambos eran activistas del FMLN y habían sido detenidos en otras ocasiones durante disturbios en marchas de protesta. Según El Diario de Hoy, Belloso recibió instrucción militar en Cuba.15 En un principio el FMLN negó tener vínculos con estas dos personas.16 Sin embargo, la prensa presentó pruebas de que Belloso había servido como concejal del FMLN en la ciudad de Mejicanos entre 2000 y 2003. Además, se conoció que Belloso había fungido como coordinador de la sección de juventud del FMLN en el departamento de San Salvador. Luis Herrador también resultó ser un miembro activo del partido.17

Luis Herrador fue capturado por la policía el día 6 de julio en la noche. El día 8 de julio aparecieron en la prensa declaraciones en las que Herrador acusaba a Belloso de disparar en contra de los dos policías y afirmó que no tenía conocimiento de los planes de Belloso para hacerlo.18 También declaró que Belloso y él eran miembros activos del FMLN y que se sentía "abandonado por el FMLN,"19 y también las fuentes gubernamentales informaron que Herrador también apoyó varios grupos de jóvenes radicales. Al día siguiente, un miembro de alto rango del FMLN dijo que Belloso había sido miembro del partido, pero que, sin especificar una fecha, dejó el partido ya hacía un tiempo.20 Otros representantes del FMLN respaldaron luego esta información, pero aclararon que los dos hombres habían sido expulsados del partido.21

Mientras tanto, el 7 de julio, el Bloque Popular Social (bps) anunció que las protestas en contra del aumento de las tarifas de los buses y el aumento del costo de la vida proseguirían y se intensificarían. En sus declaraciones a la prensa, Guadalupe Erazo, coordinadora del bps y miembro de la dirigencia del FMLN, presentó dos elementos nuevos e importantes en la representación de los hechos del 5 de julio. En primer lugar, señaló "no representamos a los infiltrados; no representamos a esa gente que se mete en nuestras actividades sólo para generar violencia o para que después se justifique la represión en contra nuestra."22 También señaló que estudiantes que habrían resultado heridos en las protestas del 5 de julio, podrían estar desaparecidos. "No podemos asegurar que están muertos, sólo que iban heridos de bala y que los policías se los llevaron y no han querido dar información al respecto."23 Ese mismo día, el bps organizó una protesta bloqueando nueve de las principales vías de acceso a la ciudad capital. Muchas organizaciones sociales, particulares y varios legisladores del FMLN tomaron parte en el bloqueo.24

 

Las posiciones oficiales y la desescalada

El 10 de julio, cinco días después del tiroteo, el FMLN publicó una declaración oficial de una página entera en los periódicos de mayor circulación. Los términos exactos del documento indicaron cómo la interpretación que hace el FMLN de los hechos del 5 de julio se modificó a la luz de las revelaciones de los días previos: Desde la firma de los Acuerdos de Paz el uso de las armas y la violencia no es un recurso legítimo para alcanzar objetivos políticos y sociales. [...] Condenamos [...] el asesinato de dos agentes [...] y repudiamos los ataques armados sufridos por la UMO, la Universidad de El Salvador y estudiantes, acciones que han dejado un saldo de varias personas gravemente lesionadas. [...] Rechazamos y repudiamos de la misma manera las burdas pretensiones de políticos de extrema derecha, dentro y fuera del gobierno, así como de ciertos medios de comunicación afines al partido oficial, de responsabilizar a nuestro partido de los lamentables hechos del 5 de julio. Solo mentes perversas pueden atreverse a hacer tan temerarios señalamientos. El FMLN es y ha sido coherente y absolutamente responsable de su compromiso de luchar política y pacíficamente por alcanzar los objetivos de su programa histórico, muy a pesar de las violaciones e incumplimiento de sucesivos gobiernos a los Acuerdos de Paz, los selectivos asesinatos de nuestros militantes y los frecuentes e impunes atentados que la derecha gobernante comete contra los principios esenciales de un sistema democrático. Por lo mismo, esas absurdas y maquiavélicas pretensiones de ligar al FMLN a un hecho criminal tiene sólo el propósito de justificar medidas represivas contra el pueblo y el FMLN, acentuando el esquema represivo y autoritario que desde hace algunos años se ha establecido en el país. Busca así mismo, frenar el avance político del FMLN hacia la conquista del Ejecutivo por la vía electoral en el año 2009.25

La declaración señaló además que "[E]l FMLN [...] NO TIENE LA MÁS MÍNIMA RESPONSABILIDAD26 por la conducta personal de individuos como Luis Herrador y Mario Belloso, quienes, aunque formalmente aparecen en los listados de militantes de nuestro instituto político, están separados de cualquier labor de conducción partidaria. Ninguno de ellos ha recibido, en momento o circunstancia alguna, orientaciones o instrucciones de nadie dentro del FMLN para proceder en la forma que han procedido." Asimismo, el comunicado instó a investigaciones objetivas sobre los hechos llamando a expertos internacionales, y exigiendo "el cese inmediato de la persecución desatada desde el 5 de julio contra activistas estudiantiles y otros líderes de los movimientos sociales organizados."

Al día siguiente, Arena publicó un campo pagado titulado Nada justifica los asesinatos en tiempos de paz en el cual calificó los acontecimientos del 5 de julio como "repudiable incidente de terrorismo urbano."27 La declaración arremetió en contra de los grupos terroristas que asesinaron a los agentes policiales e hirieron a otra docena de servidores públicos, así como a todos los grupos de fachada, los políticos y funcionarios públicos que los defienden, encubren o justifican. Arena también condenó "la doble moral y la actitud encubridora del FMLN." Arena solicitó a este partido "que digan algo sobre los asesinatos, y que dejen de mentir. Por favor paren la violencia y los desórdenes callejeros, dejen de bloquear las calles por cortesía a las familias de luto y por respeto a los miles de salvadoreños que queremos trabajar en paz. [...]. Todos tenemos derecho a manifestarnos y expresarnos, pero nadie debe de gozar de impunidad por asesinato, y ningún partido político debe intentar traicionarnos justificando y encubriendo actos de terrorismo y asesinato."28

Aunque no exentas de provocación retórica, las declaraciones oficiales del FMLN y Arena pretendieron moderar las acusaciones mutuas iniciales y constituyeron un paso importante hacia la desescalada del altercado. Tanto el FMLN como Arena pidieron a las Naciones Unidas verificar y monitorear la situación generada en el país.29 De esta manera, cuando el informe preliminar de la PDDH se presentó públicamente, la tensión política ya iba en bajada. Beatrice de Carrillo, titular de la PDDH, manifestó en la conferencia de prensa que se habían enturbiado los hechos y que no se había realizado ninguna investigación científica.30 La Procuraduría anunció que publicaría por ella misma un informe final, cuando las investigaciones estuvieran avanzadas. Sin embargo, dicho informe nunca se hizo público (y probablemente nunca fue producido). Tanto el gobierno como el FMLN supuestamente presentaron un informe ante las Naciones Unidas, pero dicha información no fue puesta a disposición de la prensa.31 La comisión especial parlamentaria creada para investigar los hechos se cerró para "evitar interferencias en las investigaciones que la Policía y la Fiscalía realizan."32 Las acusaciones mutuas de los políticos bajaron de tono y frecuencia. Se dieron algunas iniciativas civiles destinadas a promover la distensión, como por ejemplo una reunión organizada por diversos grupos de la sociedad civil que efectuaron una oración por la paz en una plaza en San Salvador.33

También cesaron las protestas callejeras en contra del aumento de la tarifa del transporte público. Según algunas versiones, el último incidente relacionado directamente con el descontento político del 5 de julio fue el incendio de un bus en San Martín, un municipio cercano a la capital. Este hecho se llevó a cabo el 27 de julio y fue ejecutado por cuatro jóvenes enmascarados. En conferencia de prensa, el ministro Figueroa trató de atribuir éste y otros incidentes similares –decenas de autobuses fueron incendiados en incidentes similares durante el primer semestre del 2006– a los grupos radicales de izquierda, vinculados y mezclados con las pandillas.

 

La conspiración política y su genealogía en El Salvador

Después del 5 de julio, las discusiones se centraron cada vez más en la figura de Belloso, su historia personal y sus vínculos políticos con el FMLN. Éste último representaba a Belloso como un peón o como la víctima de una conspiración de la derecha, mientras Arena afirmaba que Belloso actuó como parte de un complot ingeniado por el FMLN.

Pocos son los observadores de la política salvadoreña que se negarían a aceptar que la actividad conspirativa fue una capacidad de poder legítima tanto por la izquierda revolucionaria como por la derecha anticomunista. Al contrario, durante la Guerra Fría, la conspiración clandestina se convirtió en una práctica política difundida dentro de las redes político-militares, las cuales dedicaban recursos considerables a la planificación de acciones de inteligencia y contrainteligencia. Formados en medio de la Guerra Fría, los políticos salvadoreños ganaron experiencia en actividades diplomáticas y propagandísticas. El Mayor D'Aubuisson, fundador de Arena, comenzó a conspirar en contra de supuestos insurgentes y otros opositores políticos en los años setenta, mientras trabajaba en la oficina de Inteligencia Nacional, entonces llamada Agencia Nacional de Seguridad Salvadoreña (Ansesal). Cuando se vio obligado a abandonar su puesto a finales de los setenta, se llevó parte de los archivos de la institución con él. D'Aubuisson y sus seguidores estaban convencidos de que sólo una guerra clandestina para eliminar físicamente a los subversivos podría salvar a El Salvador del comunismo (Dunkerley, 1982). Prominentes funcionarios y militares, incluyendo a D'Aubuisson, recibieron un amplio entrenamiento de contrainsurgencia, que incluía técnicas secretas, ilegales y clandestinas, incluida la tortura (Gill, 2005). También se formaron en técnicas de propaganda y manipulación de la información: lo que D'Aubuisson llamaba la guerra política.

De la misma manera, cuando las primeras organizaciones político-militares se establecieron clandestinamente en El Salvador en los años setenta, uno de sus retos claves consistía en encontrar y reclutar a personas para participar en la lucha armada. Estas personas tenían que estar dispuestas a renunciar a su vida previa para sumergirse en la clandestinidad, a exponerse a la persecución y a usar la violencia contra otros. En el pequeño y sobrepoblado El Salvador, la clandestinidad y la conspiración se convirtió en un modo de vida de centenares de militantes activos en un efervescente, pero fragmentado movimiento revolucionario. Seudónimos, compartimentación y estrictas medidas de seguridad eran parte integral de la guerra de guerrilla. Con el tiempo, las organizaciones político-militares desarrollaron sus propias estructuras de inteligencia, conducidas por cuadros capacitados en Nicaragua o durante cursos especializados en Cuba, Vietnam y en la República Democrática Alemana (RDA).

La desmovilización del FMLN y los programas de reforma del gobierno implementados durante los años noventa desactivaron las estructuras clandestinas, así como el personal de inteligencia y contrainteligencia del FMLN. Sin embargo no está claro si los esfuerzos en esta dirección acabaron con su existencia. Por ejemplo, la estructura de inteligencia nacional que se creó después de los acuerdos de paz, denominado Organismo de Inteligencia del Estado (OIE), se convirtió rápidamente en una oficina de misterio, dependiendo directamente del Presidente. La escasa información disponible indica que la OIE de forma ilegal interfirió con la policía y las actividades de los fiscales en los años noventa y participó además en un escándalo de escuchas telefónicas contra los opositores políticos (Dammert, 2006: 69).34 En los círculos de izquierda se comentó que algunos ex guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) se habrían convertido en empleados de esta oficina. Después de 1999, los rumores entre los activistas de izquierda acerca de que el OIE trabajaba con informantes e infiltrados dentro de los círculos de activistas de izquierda se multiplicaron. De hecho, aún después de la firma de los Acuerdos de Paz, el FMLN participó en actividades clandestinas, tales como un caso de secuestro por dinero planificado a mediados de 1990 por el Partido Comunista Salvadoreño. Justificado o no, a los ojos de los contendientes por el poder, la capacidad conspirativa del enemigo sigue siendo una fuerza a tomar en cuenta; fuerza invisible que llama, en retorno, prácticas similares de parte de los adversarios (Zilberg, 2007).35

 

Una operación de "bandera falsa"

Después del polémico mes de julio del 2006, una calma relativa volvió a la arena política de El Salvador. El 22 de septiembre, la mayoría de derecha en la Asamblea Legislativa aprobó una Ley Contra el Terrorismo.36 Mientras tanto, Mario Belloso seguía fugitivo. Entre los militantes y simpatizantes de izquierda se consideró la posibilidad de que él fuera patrocinado encubiertamente por elementos de derecha. Sin embargo, muchos pensaron que estaba trabajando junto a algunos de los dirigentes más radicales del FMLN. Sobre los muros cercanos a la UES aparecieron varias pintas de consignas en apoyo a Belloso. En la marcha del 1 de mayo del 2007 en San Salvador habría aparecido una pancarta con el texto "Belloso, Guerrillero Heróico". La versión es creíble, de hecho, Belloso era efectivamente un miembro fundador de la Brigada Limón, un órgano de la juventud del FMLN constituido en las vísperas de las elecciones presidenciales de 1999 para encargarse de la propaganda callejera del partido. Algunos años después, este grupo se convirtió en tropa de choque del FMLN para las campañas electorales y las protestas callejeras, al mismo tiempo que operó por cuenta de la CRS en las disputas de poder internas entre los renovadores y ortodoxos del FMLN.

Sin embargo, en los círculos de izquierda, se siguió afirmando que Mario Belloso era un infiltrado de derecha. En las reuniones partidarias del FMLN, su caso sirvió de advertencia respecto a proporcionar acceso a cargos políticos a personas extrañas al círculo de los connotados fmlnistas. En una entrevista, una activista del FMLN llamó a Mario Belloso un súper infiltrado: "La verdad es que en todo esto [...] hay unas grandes jugadas de la derecha. La derecha se ha jugado con infiltrar aquí, darles pisto a las ONG, [para que] griten lo que quiere la derecha, o que hagan lo que quiere la derecha. [...] [Así] es como han estado las cosas [...].Y así fue como manipularon a los cipotes de la Brigada Limón. Como un agente enemigo, Belloso mismo era capaz de manipular para conseguir el apoyo "de la [dirección] departamental [del Partido], [conseguía] lo que él quisiera, [...] y él hacía lo que quería."37

Una operación de bandera falsa es una "operación encubierta [...] diseñada para ocultar la identidad de los verdaderos patrocinadores y perpetradores, y de esta manera asegurar la ‘negación plausible' [de involucramiento], y que a la vez incrimina a [...] grupos potencialmente sospechosos de haberla llevado a cabo, y de esta manera suscitar la hostilidad pública" en contra de estos grupos (Bale, 1996: 134-135). Existen diferentes tipos de operaciones de bandera falsa. La más simple consiste en: "Lanzar un ataque terrorista y luego asumir públicamente la responsabilidad en nombre de un grupo de oposición política que los culpables reales esperan desacreditar, o implicando este grupo de otra manera. Otro [tipo de operación] era la formación de una falsa ‘organización de izquierda', induciendo a algunos izquierdistas ingenuos a unirse, y después usarlo como una ‘cobertura' para llevar a cabo acciones violentas y contraproducentes. Aún más eficaz era infiltrarse en un genuino grupo de izquierda y animar a sus miembros más fanáticos a iniciar enfrentamientos directos contra las autoridades y otros actos de violencia. La variante más sofisticada involucra una infiltración exitosa en una bona fide organización de izquierda, pasando a través de sus filas y lograr una posición de influencia dentro del grupo de liderazgo, y luego dirigirla –desde el interior– para llevar a cabo acciones barbáricas que generarían rechazo público generalizado y alienarían a su base de seguidores menos comprometidos" (Bale, 1996: 135).

La atribución de una bandera falsa en casos de violencia, especialmente en masacres y asesinatos, ocurrió en numerosas ocasiones durante la guerra civil salvadoreña.38 La visión dominante en los círculos del FMLN es que el 5 de julio fue efectivamente una operación de bandera falsa, mediante el uso de uno o varios infiltrados y la coordinación con elementos en el gobierno. El veterano combatiente "Bernardo" me presentó una interpretación similar:

[Yo] me daba cuenta que este [Mario Belloso] había tenido vínculos con el partido, [pero] no había tenido una sólida formación político-ideológica [...], sino que se veía como cuando llega un joven empilado más revolucionario que la revolución. Entonces al hacer lo que él hizo, pudo haber sido utilizado por el enemigo [...] para en ese momento afectarnos al partido [...] y a lo mejor no fue él [...] [porque] viendo el ángulo de tiro, la distancia y la forma de cómo estaba tirando, parece como que no fuera él el que pegó. Porque de acuerdo a la misma noticia [...] en el [hospital] Bloom arriba están dos francotiradores con mira telescópica. [...]. Es probable que a la hora del tiroteo ellos a lo mejor hayan blanqueado, porque a ellos no les importa matar a uno con tal de joder al otro. Todo dice que el disparo le entró por la parte de atrás hacia delante, no fue de adelante hacia atrás. Los francotiradores que tenían también fusil M-16 con mira telescópica. Lo vi así como un montaje. Al chamaco [...] lo quieren poner a él como un tirador experto, yo conozco el M-16. [Belloso] tiene a alguien que le está teniendo la espalda, como que no sabe disparar, o sea si es alguien que conoce el arma, cómo dispara y cómo golpea, [él] sabe que no es así que te pueda botar. Esas son cuestiones de lógica. Dicen que el hombre no era experto en tiros, ¿cómo va a tener la puntería para tirar [a los agentes de la policía]? [...] [Tiene que] haber salido de su voluntad [Belloso] hacer el desvergue con el M-16, [y] los francotiradores se aprovecharon de esa oportunidad de disparar y pegar el vergazo bien fregado.39

La interpretación de "Bernardo" es una variación de las operaciones de bandera falsa antes mencionadas. En este caso, la acción consiste en conspirar para aumentar el impacto político de un incidente de violencia, manipulando secretamente la cantidad y el tipo de daños causados por la acción violenta original. Así, a pesar de que la idea de que Belloso era un infiltrado, era sin duda dominante en los círculos afines al partido, no todos los veteranos del FMLN respaldaron esta opinión. Es el caso de "Jerónimo", un veterano y ex cuadro medio del FMLN. Para él, el 5 de julio:

[...] era una acción planificada [...]. [Correspondía a una] estrategia que había elegido el FMLN en esos días, [porque ellos pensaban] que el momento había cambiado, que las masas estaban efervescentes; y que había que entrar en un proceso de lucha distinta de formas de violencia [...]. Por lo tanto, [algunos] de los dirigentes del FMLN tenían un discurso más violento. [Estos líderes] estaban en sintonía de ese plan de desestabilización del gobierno [...] para ponerlo en una situación lamentable de cara a las elecciones que se avecinaban. [...] Esta acción de Mario Belloso paró todo. ¿Te acordás que se estaban dando un montón de quemas de buses? Y no eran las maras. Tengo hasta los seudónimos que tenían algunas gentes del FMLN que andaban [participando] en [...] este tipo de acciones, quema de buses, acciones violentas [El episodio] de Mario Belloso estaba entre todo ese pacto, claro eso no lo manejaba [todo] el FMLN; lo manejaba el FMLN, la parte más [...] Ellos hablaban mucho del uso de una nueva forma de lucha, [...] la lucha de calle, [una lucha] más violenta. Desestabilizar al gobierno, de cara a las elecciones [presidenciales del 2009] [...] Yo estuve hablando con esa cipota (chica) [que participó en el plan]. [...] [Le pregunté]: ‘¿Y todo el mundo usa seudónimos?' ‘Sí', [dijo]. Ella me dijo que iban a seguir quemando buses en [varias ciudades] [...]. Iban a crear una situación de efervescencia de violencia, [...] ellos pretendían que hubieran mártires vea. [...] Imagínate, una marcha de jóvenes estudiantes universitarios, la policía mata por desgracia a uno de ellos, [...] se arma un despelote, y va a haber más muertos, más golpeados, más buses quemados, más... Para generar una situación de este tipo, [...] entonces van a venir más denuncias de violaciones a los derechos humanos para el gobierno de Arena. [Pero] tomó otro rumbo. Lo pararon porque no hubo víspera. [...] En el entorno se supo que Tony Saca y los ‘gringos' no siguieron topando [...] porque había negociaciones [con el FMLN]: ¡No seguimos [la investigación] pero paren [con las acciones violentas]!40

 

Suchitoto y la detención de Mario Belloso

El 2 de julio del 2007, el Presidente Saca asistió a una reunión oficial en Suchitoto. El propósito de la reunión era que el Presidente presentara a la Corporación de Municipalidades de la República de El Salvador (Comures) la nueva política de descentralización de la gestión del agua. La mayoría de los alcaldes del FMLN apoyaban la propuesta, ya que contemplaba un papel más importante para los gobiernos municipales en la gestión del agua y preveía nuevas fuentes de financiamiento relacionadas con los proyectos del agua. Sin embargo, varios movimientos sociales y grupos de ONG afines también al FMLN interpretaron la nueva política como un paso inicial de los planes gubernamentales para gradualmente privatizar la administración del agua en el país. Cripdes, una organización de base fundada durante la guerra para ayudar a los refugiados vinculados con el FMLN, ayudó a coordinar esfuerzos con los residentes de las comunidades rurales de los alrededores de Suchitoto para organizar una manifestación en contra del gobierno. El Gobierno respondió a la protesta enviando a la policía antidisturbios y a la Fuerza armada. Los manifestantes bloquearon (parcialmente) los caminos con piedras y barricadas improvisadas. La policía utilizó gases lacrimógenos y disparó balas de goma impactando en decenas de manifestantes. Por otro lado, la policía afirmó que los manifestantes dispararon en contra de uno de sus helicópteros con un rifle.41 El acto oficial fue suspendido, y el presidente Saca tomó el helicóptero de regreso a la capital. Mientras tanto, la policía había comenzado a detener manifestantes, entre ellos varios miembros del personal de Cripdes que acababa de llegar al lugar en coche desde San Salvador.42

Esa misma mañana la policía detuvo a Mario Belloso en una zona residencial cercana a la UES. Según la policía, él había estado en una residencia en Mejicanos43 un día antes, pero al comenzar el operativo policial había logrado escapar a través de un túnel que conectaba la casa con el sistema de alcantarillado. En seguida, la policía condujo un operativo de búsqueda dentro de la red de alcantarillado de Mejicanos y San Salvador, que reportó la participación de cuatrocientos agentes de policía y soldados. A la mañana siguiente, Belloso fue capturado mientras se hacía pasar por un indigente en la calle de un barrio de San Salvador.44

En la residencia allanada la policía descubrió tres armas y material de propaganda de la Brigada Limón. Las fotografías, correos electrónicos y documentos en la computadora de Belloso supuestamente demostrarían que todavía participaba de manera activa en algunos grupos de izquierda.45 De acuerdo con el Presidente Saca, la policía encontró "cosas bien delicadas en la computadora que fue incautada", como "planes desestabilizadores, entre los cuales ya estaba el plan de Suchitoto."46

Durante el interrogatorio Belloso se dispuso a hablar acerca de sus actividades y su conexión con el FMLN. El gobierno presentó declaraciones videograbadas en las que Belloso explicaba cómo había sido orientado y proveído de los medios para organizar una estructura militar a instancias de la dirigencia del FMLN. Un artículo publicado por La Prensa Gráfica implica a ‘Milton' (Medardo González, coordinador general del FMLN), ‘Ramiro Vásquez' (José Luis Merino, miembro de la comisión política) y algunos otros líderes del FMLN. Según el periódico éstos fueron los autores intelectuales que dieron las órdenes y suministraron el arma.47 Sin embargo, en las declaraciones que se conocieron públicamente, Belloso no especificó quién le ordenó disparar el 5 de julio.48

Después de la audiencia preliminar, el 13 de julio del 2007, la prensa afirmó que Belloso negó haber sido un infiltrado.49 El testigo principal del juicio era un agente de policía anónimo que declaró que le fue ordenado infiltrarse en la protesta. Éste afirmó haber observado a Belloso mientras sostenía y disparaba el arma, y que después lo vio entregando el fusil a otros individuos.50 El 15 de agosto del 2007, Mario Belloso fue condenado a 35 años de prisión por los cargos de asesinato en primer y segundo grado.51

En paralelo, un juez especial decidió aplicar la nueva ley antiterrorista a los detenidos de Suchitoto, que establecía penas severas de hasta 30 años de prisión.52 Cripdes manifestó su indignación en un comunicado, emitido junto con otras 70 organizaciones, que declaraba que los detenidos habían sido sometidos a tortura psicológica cuando eran transportados en helicóptero desde Suchitoto para Cojutepeque y amenazados con ser arrojados en pleno vuelo.53 El FMLN y varias organizaciones sociales proporcionaron abogados para los detenidos, organizaron mítines y protestas permanentes en las plazas principales de San Salvador.54 Se movilizaron organizaciones de solidaridad internacional y varias personalidades diplomáticas. Los familiares de los detenidos crearon un comité a modo de los grupos de familiares que funcionaban en los años ochenta para los presos políticos.

El 19 de febrero del 2008 tuvo lugar la audiencia final sobre el caso Suchitoto en la cual el juez liberó a los acusados.55 Afuera, una multitud recibió la noticia con fuertes aplausos y coreando una de las consignas revolucionarias favoritas de El Salvador: El pueblo unido jamás será vencido. Entre los recién liberados, recibidos con abrazos y alegría, se encontraba la presidenta de Cripdes, Marta Araujo. Cada frase de su breve discurso fue ovacionado con entusiasmo. Los mensajes clave fueron los siguientes: "Con la represión que sufrimos, la derecha ha mostrado su verdadero rostro y por más que el gobierno de Arena reprima al pueblo, nada puede detener nuestro triunfo en las elecciones del 2009". Unos meses después Marta Araujo fue nombrada candidata del FMLN en la nómina de diputados por primera vez en su carrera política.

 

Radicalización durante la presidencia de Saca

Luego de las elecciones presidenciales del 2004, el descontento entre los militantes de izquierda se incrementó y los discursos radicales que legitimaban la violencia se volvieron más comunes dentro de algunos círculos. Incluso antes del 5 de julio del 2005, esto dio lugar a incidentes violentos, como la protesta efectuada en julio fuera de la UES, en la que se quemó un bus de transporte público y los estudiantes se enfrentaron con la policía, dejando 25 heridos.56 Durante esta protesta, uno de los manifestantes mostró su arma (una Uzi).57 Un activista estudiantil que entrevisté para el presente trabajo asegura que durante ese periodo los integrantes de las organizaciones estudiantiles más radicales tenían pistolas en sus locales universitarios.58

Visto dentro del contexto más amplio de la violencia política de la posguerra, los acontecimientos del 5 de julio del 2006 no son una anomalía, sino que constituyen un eslabón dentro de una disputa política creciente. Para muchos militantes del FMLN, Mario Belloso y el caso Suchitoto fueron sólo dos de varios episodios de juegos sucios que Arena había estado jugando para detener el avance político del FMLN. En noviembre del 2007 asistí a una reunión con líderes de diferentes organizaciones sociales que lamentaban que los acuerdos de paz sólo fueron acuerdos de tregua, ya que decenas de incidentes de fraude electoral, manipulación y acoso habrían demostrado que Arena no tenía compromiso real con la democracia. Uno de los veteranos del FMLN presentes en la reunión lamentó que él era demasiado viejo para ir a la guerra nuevamente. El hombre, director de una ONG, afirmó que El Salvador estaba "en el momento de iniciar el círculo para apuntar a un nuevo conflicto armado. Una vez que comienza el círculo, ya no hay quien lo pare. [...] En las comunidades hay ciertos lugares donde ya hay gente armada. [...] Hay gente que está planteando que nos demos verga otra vez. [...] Yo les he dicho, ‘compren buenas botas, porque las van a necesitar' ". Visitando a una comunidad de ex combatientes en Chalatenango, unas semanas más tarde, un viejo amigo militante me aseguró que "si no había cambio de gobierno [en 2009], la gente no lo iba a aceptar. [Y ellos] ya estaban decididos que haya guerra otra vez."

Durante la presidencia de Saca, la amenaza de la violencia política se convirtió en un elemento mucho más explícito en la política salvadoreña de lo que había sido en los años de la posguerra. Los casos de Belloso y Suchitoto fueron la puesta en escena más memorable de este fenómeno. El horizonte de esta confrontación eran las elecciones presidenciales del 2009.

A lo largo del 2008, el candidato presidencial del FMLN aventajaba al de Arena en las encuestas, una primicia histórica. En parte se debía al candidato mismo: Mauricio Funes, un joven periodista, conocido y respetado. Durante 2008, Arena lanzó dos nuevas campañas en contra del FMLN en los medios de comunicación que alimentaba, éste no había renunciado al comportamiento conspirativo y violento del pasado. Las acusaciones se basaban en supuestos informes de la Inteligencia militar. La primera campaña giró alrededor de la computadora del comandante Raúl Reyes de las FARC, que había caído en manos de militares colombianos luego de la operación en el norte de Ecuador que resultó en la muerte de Reyes. Desde el 10 de mayo del 2008 hasta el día de las elecciones (15 de marzo del 2009), La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy dedicaron docenas de artículos al supuesto contenido de la máquina recuperado entre los escombros de un bombardeo aéreo. Los informes implicaban a ‘Ramiro Vásquez' y otros líderes del FMLN en vínculos con las FARC, que incluían planes de financiamiento ilegal, de tráfico de armas y de secuestros por rescate.59

La segunda campaña, basada en informes de inteligencia suministrados por la Fuerza armada salvadoreña, se inició en diciembre del 2008. En pleno apogeo de la campaña electoral, altos funcionarios del gobierno acusaron al FMLN de patrocinar y entrenar por lo menos unos 40 grupos armados en las zonas rurales del país. El general González "detalló que desde que se firmaron los acuerdos de paz en 1992 se tuvo conocimiento de la existencia de grupos armados, pero que hasta hoy se dispone de pruebas contundentes [...] son grupos pequeños y se mueven de manera clandestina."60

Arena también intentó conseguir el apoyo de la fuerza armada en el marco de la contienda electoral. El evento central de esta estrategia fue ampliamente comentado en los círculos de izquierda: el 6 de septiembre del 2008, oficiales militares retirados y ex paramilitares celebraron una marcha por la defensa de la Patria. La idea central de la marcha y posterior concentración era manifestarse en contra del FMLN, cuya intención secreta, al ganar la Presidencia, consistiría supuestamente en suprimir la Fuerza Armada.61 El candidato presidencial de Arena, Rodrigo Ávila, fungió como orador principal del evento. Saludó a los generales retirados que durante los años ochenta llevaron a cabo la guerra contra el FMLN y afirmó ser uno de ellos, ya que tomó las armas en contra de los comunistas enlistándose en la Defensa Civil durante la guerra. En su discurso, Ávila vociferó sobre el peligro que significaría una victoria electoral del FMLN.62 Audiencias de izquierda interpretaban el evento como una actividad para intimidar a los electores. En ellas, el mensaje público era un recordatorio de la alianza histórica entre algunos sectores de la Fuerza Armada y Arena, y la capacidad probada de esta alianza de usar la violencia en contra de sus adversarios políticos (Sprenkels, 2012).

Alex Segovia, asesor principal de Mauricio Funes, hablando en una reunión con académicos de América Latina, afirmó que "la estrategia de la derecha es subir el miedo hasta donde sea necesario, [...] y eso es jugar con fuego."63 De hecho, las tensiones llegaron de nuevo a los extremos en los meses previos a las elecciones de marzo del 2009. El FMLN acusó repetidamente a Arena de preparar un fraude a gran escala y de utilizar otros medios ilícitos para evitar la pérdida de la Presidencia.64 Cerca de un centenar de incidentes violentos relacionados con la campaña electoral fueron denunciados en la oficina del Procurador.65 Los casos documentados involucran tanto a Arena así como a militantes del FMLN en riñas, peleas a puñetazos, intercambio de disparos y destrucción de la propiedad.66

 

El imaginario de la conspiración

La comprensión de la dinámica de intimidación política entre Arena y FMLN durante la presidencia de Saca no hace más fácil determinar lo que realmente ocurrió el 5 de julio del 2006, pero sí ayuda a visualizar cómo las diferentes versiones que circulan conectan con la lógica de la violencia política contemporánea en El Salvador. Para explicar la violencia y su impacto es necesario tener en cuenta los imaginarios políticos construidos por las militancias y sus allegados. Las secuelas del 5 de julio muestran claramente que la creencia en las conspiraciones del enemigo forma una parte importante de estos imaginarios, tanto en la izquierda como en la derecha del espectro político salvadoreño. Esto tiene importantes consecuencias prácticas.

En primer lugar, el imaginario de la conspiración proporciona a los políticos un chivo expiatorio que pueden utilizar para encubrir o revertir errores políticos. Inconveniencias políticas y personales de distintos tipos pueden ser representadas como productos de manipulación enemiga. De esta manera, (el imaginario de) la conspiración facilita el abuso de poder y alimenta la impunidad en la arena política. El segundo efecto de la creencia en la actividad conspirativa del enemigo es que, a los ojos de los líderes y militantes, legitima la necesidad de hacer labores conspirativas propias. La experiencia de la guerra ha convencido a muchos militantes salvadoreños que la forma más efectiva para contrarrestar la conspiración enemiga es por medio de la contra-inteligencia y de competir con astucia conspirativa.

En este contexto, la idea de la infiltración cobra una fuerza importante. Por un lado, el infiltrado puede ser el informante secreto que intenta penetrar y descubrir las conspiraciones del enemigo. Por otra parte, el infiltrado puede ser utilizado como un agente provocador o para manipular las actividades políticas enemigas con tal de producir resultados favorables en el otro campo (Marx, 1974). Una vez que los militantes creen que el enemigo político se ha infiltrado en su organización, la supuesta infiltración se convierte en un argumento de peso a favor de un control estricto de la militancia, la censura de la disidencia y la marginación de (grupos de) militantes no confiables como las amenazas potenciales para la organización. La sospecha fácilmente se confunde con la paranoia. Llamados a la lealtad anulan el debate político. Rumores y chambres se convierten en asuntos muy serios de exclusión partidaria (Aretxaga, 2000: 53).

Paradójicamente, la versión más probable de los hechos del 5 de julio del 2006 podría ser también la más díficil de imaginarse. "[Esta cosa] de Belloso, –relata un veterano del FMLN–, era un esfuerzo conjunto, entre una parte del FMLN [...] y la Inteligencia del Estado, combinadas... vos ¿veá? Pero así es como fue. [...] Paralelamente con el FMLN fue montada [la acción de Belloso], la Inteligencia de Estado ya lo sabía. Ya sea porque a nivel de dirigentes [...] del FMLN hubiera alguien que estuviera diciendo... o ya sea por producto de esos policías [...] infiltrados. [...] La Inteligencia de Estado tenía infiltrados con el fin de participar en los disturbios. ¿Entendés? Y la dirigencia del [FMLN] sabía acerca del enfrentamiento que iba a suceder. Los estudiantes habían estado causando desvergue [en el camino] [...], pero nada ha pasado allí. Hasta que llegó al punto donde iba a suceder lo que iba a suceder [...]. Los francotiradores en el [hospital] Bloom y en el otro edificio nuevo ya estaban desde un día antes [...]. Hacia el punto en que iba a ser el desvergue [...]. Llegan helicópteros a tirar balas dentro de la Universidad. [...] Pero la bala que [le] cayó a la rectoría fue del [Hospital] Bloom, en medio de una reunión del Consejo de la Universidad [...] El objetivo era pegarle alguien a alguna autoridad [universitaria] para armar el desvergue. ¿Para qué? Había una pretensión política con esto. [...] Para justificar una acción represiva grande [...]. Hacer ver que el FMLN tenía gente armada [...], que el FMLN estaba para ser descalificado como partido político.67

Según esto, conspiradores de la derecha y de la izquierda se convirtieron en cómplices temporales en el montaje de los eventos del 5 de julio. Fue un pulso entonces, un experimento a escala real, una manera de probar la capacidad conspirativa y coercitiva del adversario político, así como de explorar los posibles impactos de este tipo de hechos en la trama política contemporánea de El Salvador. Debe interpretarse como una forma de acción tentativa con lo que distintos actores nebulosos intentan probar los escenarios políticos posibles en la coyuntura particular de ese momento.

 

Conclusiones

El 15 de marzo del 2009, Mauricio Funes venció a Rodrigo Ávila por un margen de dos por ciento obteniendo la Presidencia para el FMLN. La violencia electoral se detuvo ese mismo día. La transición de un gobierno de Arena a un gobierno del FMLN se dio de manera pacífica, mientras las diferentes piezas se acomodaban a la nueva configuración política. Como lo afirmó un conocido mío, miembro de Arena, con una mezcla de rabia y resignación, si hubiera ganado Arena, ahora habría caos. El comentario es elocuente en cuanto a la capacidad de disuasión puesta en escena por los contendientes electorales. Las provocaciones de Arena y del FMLN y las demostraciones de violencia funcionan para los contendientes políticos y los militantes como una advertencia en caso de no respeto del resultado de las elecciones o en caso de manipulación aseverada del proceso electoral. La capacidad de violencia del FMLN es interpretado más como un factor de garantía del respeto de las reglas del juego político que como una acción desestabilizadora propiamente dicho. Si Arena gana las elecciones debido a un fraude tendría que pagar un elevado precio en términos de la posible aparición de diferentes formas de violencia que perjudicarían la estabilidad del país y la gobernabilidad. Incluso si no pasa nada, la supuesta capacidad de ejercer la violencia puede producir efectos políticos reales, dado que, como le recuerda Javier Auyero, "Lo que los actores políticos locales serían (secretamente) capaces de hacer (y de no hacer) está presente en la mente de todos" (2010: 130).

 

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Notas

1 "Protesta por alza al pasaje", El Diario de Hoy, 30 de junio del 2006.

2 El informe preliminar de la PDDH sobre los hechos del 5 de julio del 2006 se trata de un documento oficial del PDDH que tiene el siguiente título: "Informe preliminar de la Señora Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, Doctora Beatrice Alamanni de Carrillo, sobre los hechos de violencia acaecidos en los alrededores de la Universidad de El Salvador (UES) durante actividades de protesta estudiantil ante el incremento de las tarifas al transporte público de pasajeros, ocurridos el día 5 de julio de 2006". Este informe incluye las transcripciones de las declaraciones oficiales.

3 Policía Nacional Civil

4 Informe preliminar de la PDDH sobre los hechos del 5 de julio del 2006.

5 Idem.

6 Acerca del discurso anticomunista en El Salvador, véase López Bernal (2007).

7 "La Nota del Día", El Diario de Hoy, 6 de julio del 2006.

8 "El FMLN acusa al gobierno de reprimir protesta estudiantil", Diario Co Latino, 5 de julio del 2006.

9 Idem.

10 "La violencia generalizada del Gobierno", ARPAS (Asociación de Radios y Programas Participativos de El Salvador), 5 de julio del 2007.

11 "Violencia, Violencia, Maldita Violencia", APSIES, 6 de julio del 2007.

12 "Sin aprobarse ley contra terrorismo", La Prensa Gráfica, 7 de julio del 2009.

13 El término hace referencia al famoso escuadrón de la muerte de sectores de la derecha que mataron y desaparecieron a oponentes de izquierda durante la guerra civil en El Salvador (Naciones Unidas, 1993)

14 "Batalla campal entre Arena y FMLN en el pleno legislativo", La Prensa Gráfica, 7 de julio del 2006.

15 "Ataque a la Democracia", El Diario de Hoy, 7 de julio del 2006.

16 "El FMLN insiste en rechazar vínculos con atacantes", La Prensa Gráfica, 7 de diciembre del 2009.

17 Idem.

18 "Herrador incrimina a tirador", La Prensa Gráfica, 8 de julio del 2009.

19 "Herrador pide a tirador que se entregue", La Prensa Gráfica, 9 de julio del 2006.

20 "Alcaldesa de ss acepta militancia del tirador", La Prensa Gráfica, 9 de julio del 2009.

21 "FMLN admite militancia de Belloso", La Prensa Gráfica, 10 de julio del 2009.

22 "Bloque Popular Social anuncia marchas", La Prensa Gráfica, 7 de julio del 2009.

23 Idem.

24 "Dirigentes del FMLN lideraron protestas", La Prensa Gráfica, 7 de julio del 2009.

25 "Pronunciamiento sobre los sucesos del 5 de julio", Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN, 10 de julio del 2006.

26 Mayúsculas del documento original.

27 "Nada justifica los asesinatos en tiempos de paz", Alianza Republicana Nacionalista Arena, 11 de julio del 2006. Fue publicado en los periódicos nacionales.

28 Idem.

29 Véase las declaraciones oficiales con fecha de 10 de julio (FMLN) y 11 de julio (Arena). Véase también: "El tema se discutirá en Naciones Unidas", La Prensa Gráfica, 15 de julio del 2006.

30 "Los agentes fueron ejecutados y nunca sabremos la verdad: PDDH", Diario Co Latino, 11 de julio del 2006.

31 "Gobierno entregó informe de 5 de julio a ONU y OEA", La Prensa Gráfica, 29 de julio del 2009.

32 "Arena y FMLN enfrentados por cierre de Comisión del 5 de julio", Diario Co Latino, 29 de julio del 2006.

33 "San Salvador: Sectores se unen para pedir por la paz", La Prensa Gráfica, 17 de julio del 2009.

34 También véase "Los despidos invisibles", La Prensa Gráfica, 28 de diciembre del 2009.

35 Las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL), el brazo militar del Partido Comunista Salvadoreño (PCS). Las FAL fueron desarmadas y desmovilizadas en 1992 como resultado de los acuerdos de paz, al igual que las estructuras militares de las otras organizaciones integrantes del FMLN.

36 "Ley aprobada y criticada", La Prensa Gráfica, 23 de septiembre del 2006.

37 Entrevista del autor a "Virginia", San Salvador, 12 de agosto del 2009.

38 Un ejemplo conocido es el asesinato en 1989 de los jesuitas y su empleada con su hija, que la Fuerza Armada de El Salvador y el gobierno intentaron atribuir al FMLN. Más tarde se comprobó que el mismo ejército gubernamental estaba detrás de los asesinatos (Whitfield, 1998).

39 Entrevista del autor a "Bernardo", San Salvador, 18 de julio del 2009. La idea de que los policías fueron asesinados por los francotiradores de la misma policía y no por los disparos efectuados por Mario Belloso fue expuesta en otras entrevistas y conversaciones informales sostenidas por el autor de este texto.

40 Entrevista del autor a "Jerónimo", San Salvador, 27 de diciembre del 2009.

41 "Protestas terminan en disturbios en Suchitoto", "Trece detenidos por desórdenes", La Prensa Gráfica, 3 de julio del 2007.

42 "Concentración pacífica se torna violenta en Suchitoto", Diario Co Latino, 3 de julio del 2007.

43 Algunos reportes periodísticos afirmaban que se trataba de la casa de la madre de Belloso, otros de la hermana de Belloso.

44 "Belloso pasará la noche en la dan", "La cacería dio sus frutos", El Diario de Hoy, 2 de julio del 2007. "La PNC confirma captura de Mario Belloso", Diario Co-Latino, 2 de julio del 2007. "Mario Belloso será resguardado en cárcel de máxima seguridad", La Prensa Gráfica, 2 de julio del 2007.

45 "Mario Belloso será resguardado en cárcel de máxima seguridad", La Prensa Gráfica, 2 de julio del 2007.

46 "Saca asevera que Belloso planeó el disturbio", El Diario de Hoy, 2 de julio del 2007,

47 "Belloso relaciona a dirigentes FMLN con estructuras armadas", La Prensa Gráfica, 5 de julio del 2007.

48 "Seguridad presenta declaración extrajudicial de Belloso", Diario Co Latino, 6 de julio del 2007. "Belloso relaciona a dirigentes FMLN con estructuras armadas", La Prensa Gráfica, 5 de julio del 2007. "Mario Belloso –las declaraciones incriminativas del FMLN", 6 de junio del 2007, en http://www.youtube.com/watch?v=s-O2FUDjBZc&feature=related consulta el 2 de diciembre del 2014.

49 "Resolución de la audiencia preliminar contra Belloso hasta el 20 de julio", La Prensa Gráfica, 13 de julio del 2007. "Estoy esperando los diez mil años que me van a dar", El Diario de Hoy, 13 de julio del 2007.

50 "Testigo clave narra participación de Belloso en desórdenes del 5 de julio", Diario Co Latino, 14 de julio del 2007.

51 "Condenan a 35 años de cárcel a Belloso", Diario Co Latino, 15 de agosto del 2007.

52 "El Salvador: Manifestantes víctimas de legislación antiterrorista", Amnistía Internacional, 13 de julio del 2007 –declaraciones públicas. "El salvador: ¡libertad para los 13 de Suchitoto!", Bloque popular social, 19 de julio del 2007. "La Caongd muestra su preocupación por la situación de los derechos humanos en el salvador", Caongd, 13 de julio del 2007.

53 "Comunicado: Cripdes y las organizaciones abajo firmantes, a la comunidad nacional e internacional, con mucha preocupación e indignación denunciamos", 7 de julio del 2007.

54 Véase por ejemplo: "Manifestantes de Suchitoto a prisión por actos de terrorismo, El Faro, 9 de julio del 2007.

55 Notas de trabajo de campo, 19 de febrero del 2008. Véase también "Comunicado de Cripdes", 17 de abril del 2008. "Proceso caso Suchitoto: 13 personas quedan libres definitivamente y una persona queda procesada todavía".

56 "Más de 25 heridos en disturbios UES", El Diario de Hoy, 6 de julio del 2005.

57 Entrevista del autor al estudiante activista "Leoncio", 23 de julio del 2010.

58 Entrevista del autor al estudiante activista "Arturo", 20 de julio del 2010.

59 "Líder del FMLN negoció armas para las FARC", El Diario de Hoy, 10 de mayo del 2008.

60 "Consejo de Seguridad afirma que hay 40 grupos armados ilegales", El Diario de Hoy, 13 de diciembre del 2008.

61 "Militares marchan en la capital", El Diario de Hoy, 6 de septiembre del 2008.

62 "Militares retirados fustigan al FMLN", La Prensa Gráfica, 8 de septiembre del 2008. "Marcha de veteranos crea debate entre ex militares", La Prensa Gráfica, 10 de septiembre del 2009.

63 Foro Crisis Financiera Internacional, Democracia y Ciudadanía en Centroamérica, organizado por Clacso y Flacso El Salvador y Friedrich Ebert Stiftung, San Salvador, 2 de diciembre del 2008.

64 Véase por ejemplo: "Araujo pide a FMLN dar pruebas de fraude", La Prensa Gráfica, 11 de marzo del 2009. "Funes acusa a Arena de fraguar un fraude", El Diario de Hoy, 7 de marzo del 2009.

65 "FGR con 80 denuncias por violencia electoral", La Prensa Gráfica, 4 de marzo del 2009. Según los registros de los periódicos, 10 días antes de las elecciones se suscitaron una docena más de incidentes violentos.

66 Para dos de los muchos ejemplos disponibles en la prensa, véase "Cinco lesionados deja nuevo pleito entre Arena y el FMLN", El Diario de Hoy, 11 de marzo del 2009, y "Hieren de bala a activista en San Salvador", La Prensa Gráfica, 26 de febrero del 2009.

67 Entrevista del autor a "Félix", 6 de marzo del 2010.

 

Información sobre el autor

Ralph Sprenkels es investigador afiliado del Centre of Conflicts Studies en la Universidad de Utrecht (Países Bajos). Estudió en la Universidad de Amsterdam, de Utrecht y de Guadalajara (México). Cuenta con una maestría (cum laude) en Estudios Latinoamericanos y un doctorado en Ciencias Sociales con especialización en etnografía política. Ralph ha combinado su trabajo académico con una amplia experiencia laboral en los campos de activismo político, los derechos humanos y la cooperación internacional. Entre sus publicaciones se incluyen libros y artículos sobre la guerra civil salvadoreña, los grupos revolucionarios, el movimiento salvadoreño de derechos humanos y políticas de la memoria. Sus principales intereses de investigación son las prácticas posrevolucionarias de la contestación social, las políticas de memoria y derechos humanos, la antropología de los partidos políticos y la historia social de la insurgencia.

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