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Relaciones. Estudios de historia y sociedad

On-line version ISSN 2448-7554Print version ISSN 0185-3929

Relac. Estud. hist. soc. vol.35 n.139 Zamora Jun./Aug. 2014

 

Documento

 

Sobre nuevo método de Gobierno espiritual de misiones de Californias, por fray Rafael Verger, 1772

 

Mario Alberto Magaña Mancillas*

 

* Universidad Autónoma de Baja California. Correo-e: alberto.magaa@uabc.edu.mx

 

Como parte de las discusiones académicas acerca de la forma de realizar la historia social, cultural y demográfica de las comunidades misionales del septentrión novohispano, especialmente en el que se puede denominar el periodo colonial tardío, entre la expulsión de los jesuitas y el inicio de los movimientos armados de Independencia, se ha realizado un llamado a los estudiosos a incorporar a los grupos indígenas en dicha historia y alejarse de las visiones apologéticas de las labores evangelizadoras de los misioneros,1 especialmente de los franciscanos (observantes, misioneros y dieguinos), como si esa historia misional sólo fuera una historia del proceso evangelizador católico en esa amplia región y en ese periodo. Sin embargo, considero que esa tendencia también tiene un riesgo, o varios, uno es caer en otra posición apologética o "centrada" sobre los indígenas,2 especialmente señalando que todas sus acciones son formas de resistencia,3 y la otra es descuidar o desatender la comprensión de las condicionantes religiosas (administrativas, reglamentarias y teológicas) a las cuales estaban supeditados los misioneros franciscanos y dominicos principalmente en el noroeste novohispano.

Por ello, es importante seguir realizando exploraciones documentales y bibliográficas para una comprensión holística de los grupos humanos en estudio, tomando en cuenta su contexto histórico social, cultural, demográfico, institucional e incluso ecológico.4 Los misioneros como miembros de comunidades administrativo-religiosas debían observar una serie de reglamentaciones específicas que regían su actuar diario, es por ello que como una forma de comprender las interacciones entre los sujetos indígenas, misioneros y soldados, considero importante avanzar en la comprensión de las normas, reglamentos y disposiciones eclesiásticas a las que estaban sujetos los religiosos, especialmente los franciscanos del Colegio Apostólico de Propaganda Fide de San Fernando de México que realizaron trabajo misional en la Antigua California entre 1768 y 1773, y en la Alta California entre 1769 y 1853.

Es así que con este trabajo se presenta un primer acercamiento al estudio de una de las diferentes respuestas enviadas al gobierno virreinal, a partir de 1772, con base en la solicitud expresa del virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa. Dicho documento es el elaborado por fray Rafael Verger, padre guardián del citado colegio, pero como se verá adelante, la riqueza de este documento no sólo está en él y en los posibles análisis del discurso, sino también en la posible articulación con otras respuestas,5 que muestran dos formas de enfrentar el reto de agilizar y consolidar la colonización del basto septentrión novohispano a fines del siglo XVIII, después de la expulsión de los jesuítas.

 

Una solicitud, varias respuestas

Según David Weber, el gobierno colonial había impulsado la implementación de un "nuevo método de gobierno espiritual", como parte de las reformas llevadas a cabo durante la segunda mitad del siglo XVIII.6 Para el caso de la Nueva España, fue el virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa quien emitió un edicto en 1772, que para Catherine R. Ettinger estaba orientado a "la necesidad de contar con un nuevo método de gobierno espiritual y temporal, haciendo hincapié en la necesidad de civilizar a los nativos".7 Sin embargo, considero que como le ordena el virrey al provincial franciscano en turno, el objetivo era mucho más práctico:

se regle u ordene un nuevo método de gobierno espiritual y temporal, propio y conveniente para el mejor y más sólido establecimiento de las misiones en las Provincias Internas, fronteras de indios gentiles; y siendo los puntos que contiene tan útiles como importantes al servicio del dios y del rey, ruego y encargo a vuestra reverencia que teniéndolos presentes y consultándolos con los misioneros más antiguos, prácticos y experimentados, forme en el modo que mejor le parezca y le dicte su celo el citado nuevo método de gobierno espiritual y temporal, pasándolo a mis manos con la posible brevedad, a fin de que su vista pueda resolverse lo conducente para extirpar las malas raíces que impiden el acrecentamiento y fruto de la santa semilla del evangelio en aquellos territorios, logrando secularicen las naciones convertidas, y que su felicidad atraiga a las que aún viven en las tinieblas del gentilismo.8

La citada exhortación fue motivada por un dictamen elaborado por el fiscal José de Areche.9 El cual expuso que

para adelantarse, o interrumpir la decadencia [de las misiones] a que han venido, es necesario formar un nuevo método de gobierno espiritual y temporal con que caminen más dichosas, y no se atrasen tanto que desciendan a inutilizarse del todo en el más santo y justo objeto de las conversión de los gentiles y en el de la buena asistencia de los neófitos.10

El dictamen de Areche fue elaborado sobre un informe realizado por fray Antonio de los Reyes sobre las misiones de la Pimería Alta y Baja,11 administradas por los religiosos adscritos al Colegio apostólico de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro y que fue enviado en julio de 1772. Según Radding, el documento es "Noticia del actual estado de las misiones que en la gobernación de Sonora administran los padres del colegio de propaganda fide de la Santa Cruz" y fechado el 6 de julio de 1772.12 Otra fuente lo identifica como "Memorial y estado actual de las misiones de la Pimería Alta y Baja, presentado al excelentísimo señor virrey don frey Antonio María Bucareli y Ursúa, en 6 de julio de 1772".13 Este documento es importante para la comprensión completa del suceso alrededor de las diversas respuestas o "métodos", ya que en una nota al margen, en la citada exhortación, se lee: "Oficio del excelentísimo señor virrey con copia del parecer en que hace presente el nuevo método que expone, y pide el reverendo padre fray Antonio de Reyes".14 Dando a entender que el origen de la idea de la solicitud del nuevo método es de este último y no propiamente del fiscal Areche.

Aunque la orden del virrey estaba encaminada a establecer un nuevo método para ambas secciones de la Pimería, pero especialmente para la parte alta (norte de Sonora y sur de Arizona), el fiscal Areche señaló: "Y porque el nuevo método que se regle debe ser general para todas las misiones se pondrán iguales oficios a los superiores de los demás colegios de propaganda fide, y a los de las provincias que actualmente las tienen en esta Nueva España".15 Fray Juan Domingo Arricivita señaló al respecto que

Con esta petición [del] fiscal ordenó el señor virrey al reverendo padre guardián [del colegio apostólico de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro] que teniendo presentes todos sus puntos, y consultándolos con los misioneros más antiguos, prácticos y experimentados, formara el nuevo método del gobierno espiritual y temporal de las misiones. Iguales órdenes se pasaron a los guardianes de los otros dos colegios [colegios apostólicos de Propaganda Fide de San Fernando de México y de Nuestra señora de Guadalupe de Zacatecas], y también a los superiores de las provincias, y así fue necesario que resultaran muchos y varios métodos que presentarían los prelados.16

Además de poder dilucidar el origen o autor intelectual de la idea del nuevo método, otra parte muy interesante es describir el efecto del decreto y del dictamen en relación con las diversas y diferentes respuestas a ambos. Es de señalar que hasta donde se ha avanzado en la investigación, el oficio de Bucareli hasta ahora consultado no está dirigido a todos los padres provinciales, guardianes o presidentes de misiones, sino al "Reverentísimo padre provincial de la provincia del Santo Evangelio", y al parecer no existen otros oficios similares. Esto contribuye a la sorprendente respuesta que tuvo la disposición del citado virrey y queda aún por resolver cómo se fueron enterando de esta solicitud los padres guardianes, pero sobre todo algunos funcionarios o personas principales.

Hasta este momento, se ha colectado información diversa de varios documentos que se pueden considerar como respuestas directas a la solicitud de Bucareli-Areche para un nuevo método de gobierno espiritual y temporal para las misiones de las Provincias Internas, y que son los siguientes:

a) "Informe sobre el nuevo método de gobierno para las misiones de infieles, para su aumento en lo espiritual y temporal, y para facilitar las nuevas conversiones, dado por el Reverendo Padre Guardián del Colegio de la Santa Cruz de Querétaro, por orden del Exmo. Señor Virrey Gobernador y Capitán general de esta Nueva España Don Frei Antonio María Bucareli y Ursua", elaborado por fray Romulado Cartagena, en dicho colegio el 30 de septiembre de 1772.17

b) Fray Rafael Verger, padre guardián del Colegio apostólico de Propaganda Fide de San Fernando de México, quien remitió a las autoridades virreinales un informe denominado "Sobre nuevo método de gobierno espiritual de misiones de Californias", escrito desde el Colegio de Propaganda Fide de San Fernando de México y fechado el 15 de noviembre de 1772.18

c) Es de destacar que al inicio del expediente anterior, se reprodujo una carta de fray Antonio Fernández, es de suponer a nombre de la provincia franciscana de Michoacán, del 2 de octubre de 1772, en que señala en síntesis que "suspendí el molestar la superior atención de vuestra excelencia con mis inútiles reflexiones, esperando el que instruida la superioridad de vuestra por conductos, y órganos más proporcionados, asiente el nuevo método". Es decir, prefirió que otras provincias o colegios respondieran a la solicitud y que fuera la autoridad virreinal quien luego le definiera lo que se debía proceder, y mientras se seguirían gobernando "en cuanto la fragilidad humana permite según el método primitivo".19

d) Según Ettinger, existe un plan o manual escrito por José de Escandón, conde de Sierra Gorda, encaminado a la colonización del Nuevo Santander,20 y que para José Luis Mirafuentes Galván el citado documento es "Exposición del conde de la Sierra Gorda, José de Escandón, acerca del nuevo método de gobierno espiritual y temporal que proyecta para la colonia del Nuevo Santander", escrito en la Villa del Nuevo Santander y con fecha del 15 de noviembre de 1772.21 No obstante, este documento lo realizó el segundo conde de Sierra Gorda, Manuel Ignacio de Escandón, y no su padre como los autores antes señalados se lo atribuyeron.22 Carlos González Salas aclara la situación al escribir que "Habiendo enviado el virrey Antonio María de Bucareli y Ursúa un decreto el 2 de septiembre de 1772 en orden a formular un nuevo método del gobierno espiritual y temporal para el mejor funcionamiento de las misiones de las Provincias Internas, el segundo conde de Sierra Gorda Manuel Ignacio de Escandón, no sabemos en calidad de qué, se apresura a responderlo en un extenso documento en 68 puntos firmado en la Villa del Nuevo Santander, el 15 de noviembre de 1772".23 Este autor, en su obra La evangelización en Tamaulipas, realiza un resumen bastante informativo sobre el contenido de la propuesta del segundo conde,24 quien en ese momento no ocupaba ninguna posición político-administrativa. Así que es posible que viera esa oportunidad para hacer notar su experiencia, conocimiento y disponibilidad para volver a gobernar sobre el Nuevo Santander, como lo haría tiempo después.25

e) El "método de gobierno propuesto por fray Diego Ximénez en 1772 para mejorar la administración de las misiones de la Pimería Alta", según refiere José Refugio de la Torre Curiel.26 Que se centra en "La dotación de escoltas para custodiar las misiones y acompañar a los padres en sus recorridos entre las cabeceras y sus visitas, la garantía de que en los padres se depositaría alguna autoridad judicial para castigar a los indios, la asignación de dos misioneros en cada cabecera y, finalmente, la prohibición de que los españoles habitaran en los pueblos de misión".27

f) El denominado "nuevo método de gobierno espiritual y temporal para la Tarahumara", que fue diseñado y comentado por José de Faini, según la información proporcionada por Sara Ortelli.28 En ese entonces, Faini era gobernador de la Nueva Vizcaya y al parecer los comentarios fueron realizados en 1773.29 Un aspecto por investigar con mayor profundidad es que al parecer, la jurisdicción que recibió este gobernador ya no incluía la región de la Tarahumara, y aunque se opuso a esta reducción desde su traslado hacia la Nueva Vizcaya, "haciéndose cargo del mando el 22 de julio de 1769, a pesar de sus quejas de estar usurpado el gobierno por [Lope de] Cuéllar con el consentimiento del virrey".30 ¿Es posible que el enviar una respuesta a la solicitud del virrey fue una manera de recuperar esa región para la jurisdicción de la Nueva Vizcaya?,31 ya el hecho de la extensa colección de documentos que se resguardan en el Archivo General de la Nación da idea de las actividades emprendida por Faini.

g) Por último, un "Plan de buen gobierno de las misiones" como lo denomina Jorge E. Traslosheros,32 y que es parte de los Estatutos y ordenaciones del Colegio apostólico de Propaganda Fide de Pachuca de 1791, especialmente el capítulo XII denominado "De las misiones entre infieles".33 Aunque los Estatutos y ordenaciones se publicaron hasta 1791, Traslosheros en su texto lo vincula al decreto de Bucareli y después de señalar las respuestas del "conde de Sierra Gorda" y de fray Antonio de los Reyes del 16 de septiembre de 1776, sintetiza lo reglamentado para dicho colegio apostólico en 1791 e indica que: "La propuesta para el buen gobierno de las misiones consta de tres elementos: la relación con los indios, el objetivo de su acción y los lineamientos generales del gobierno espiritual y material de las misiones".34

 

Varias respuestas, dos modelos

Regresando, más que "ofrecer un nuevo tipo de misión" como señaló David Weber,35 lo que las autoridades coloniales buscaban era poder hacer realidad que los pueblos de misión se convirtieran en pueblos que generaran riqueza y que de este modo la Corona pudiera salir beneficiada, en un plazo razonable de diez años,36 con los recursos provenientes de los súbditos tributarios en los nuevos territorios conquistados. Por ello, la propuesta de Escandón para el Nuevo Santander, según Ettinger, iba en el sentido de ir "promoviendo el pueblo como unidad básica fronteriza, en el cual debería de cohabitar colonos españoles e indios".37 A lo que González Salas añade que "Las disposiciones no versan en general sobre el modo de evangelizar o catequizar los naturales, sino más bien sobre el modo de organizar a los indios congregados".38

Es dentro de este esquema que José de Gálvez decidió traspasar o regresar las temporalidades de los soldados comisionados a los franciscanos, y no sólo de las Californias, sino también a los de la Pimería Alta,39 ya que sin expresarlo directamente se apostó a que los misioneros podrían acortar el tiempo de transformación de misiones a pueblos. Para Weber, Gálvez siguió considerando que las misiones eran instrumentos adecuados de control de los indígenas.40 Pero era importante que las mismas tuvieran niveles de producción que les permitieran sobrevivir, como lo apuntaba el propio virrey Bucareli en 1776: "es preciso que esas reducciones puedan subsistir por sí en lo correspondiente a víveres, y a eso espero que se dedique el celo de los padres misioneros fomentando las siembras y la cría de ganados".41 Es por ello que ante el aparente lento avance de la colonización en la Alta California y en la Pimería Alta, desde la perspectiva del gobierno territorial y de los oficiales Felipe de Neve con el apoyo del nuevo comandante de Provincias Internas, Teodoro de Croix,42

decidieron aplicar el nuevo método a las nuevas misiones. En 1782, Neve trató de limitar los esfuerzos franciscanos por convertir a los indios chumash en la zona del canal de Santa Bárbara [...]. En 1780, Croix autorizó la construcción de dos asentamientos entre los indios yumas, en el estratégico paso del baj o río Colorado, en el camino desde Sonora a la Alta California.43

No obstante, estos esfuerzos fracasaron estrepitosamente con la matanza de los pueblos de San Pedro y San Pablo de Bicuñer, y el de La Purísima Concepción en 1781, rompiendo uno de los más ambiciosos proyectos de expansión colonial en el noroeste, la conexión terrestre entre la Alta California y la Pimería Alta.

En general, por lo menos, en el extremo noroeste novohispano existía una fuerte discusión sobre quién sería el líder de la colonización regional, si los militares o los misioneros, y fue en este contexto que se presentó la idea del nuevo método misional para las Provincias Internas, no por ello es extraño que fuera fray Antonio de los Reyes, desde la Pimería Alta, el que pidiera al virrey motivara la definición de una "nueva" forma de organización para las misiones entre infieles. Así, lo que se puede percibir en un primer acercamiento a las diversas propuestas es que los religiosos franciscanos (Cartagena, VergerXiménez) se centraron en mantener una visión más cercana al denominado "método primitivo" o "método antiguo",44 y, por su parte, los funcionarios con experiencias militares (Escandón y Faini) hicieron énfasis en el control militar de las misiones, además de preferir la colonización por medio de establecimiento de pueblos con colonos y soldados, aunque con el apoyo espiritual de misioneros, pero más en la lógica de la secularización, por ello en su función de curas párrocos.

 

La respuesta fernandina

En el caso específico del documento elaborado por fray Rafael Verger se señala que fue elaborado por instrucciones del "señor fiscal", que ahora se sabe que se refería a José de Areche. Por ello realizó y presentó "el nuevo método de gobierno espiritual, y temporal, que con parecer de los misioneros más prácticos de este Colegio, [...] más a propósito para el servicio de ambas majestades, adelantamiento de las nuevas conquistas, y estabilidad y aumento de las antiguas". Para el gobierno espiritual, Verger decidió exponer "puntualmente el método de gobierno que practicaron los misioneros de este apostólico colegio en las misiones de Sierra Gorda".45 Es de señalar que para las autoridades franciscanas de ese momento, consideraban que el citado método se basaba en las experiencias primeras en Texas, las cuales luego aplicaron en la Sierra Gorda, y de ahí en las Californias.46

En cuanto al gobierno temporal, Verger inicia con una larga exposición, por lo menos desde el punto cinco hasta el diez, en que es enfático al señalar que:

Mas como vuestra excelencia me manda declare lo que siento en el particular formando el nuevo método de gobierno arriba referido en el modo, que mejor me parezca, y dicte mi celo, digo resolutoriamente: que de ninguna manera conviene al bien del Estado y de los pobres neófitos, y gentiles, que las temporalidades de las misiones, corran al cargo de comisionados reales, caudillos, tenientes, tropa. Y por consiguiente deberán correr con lo dicho los padres misioneros, pues no hay otros que lo puedan ejecutar; ejerciendo en nombre de su majestad (que Dios guarde) el oficio de tutores, y curadores, de sus nuevos y desvalidos vasallos.47

Pero también se esboza el continuo conflicto de poderes entre militares y misioneros frente a los indios congregados, llegando a manejar una figura retórica muy interesante sobre los primeros tiempos de la conquista de la Nueva España:

A los principios de la conquista, considerando, el nominado e invicto Hernán Cortes, lo que importaba [era] que los naturales respetasen a los apostólicos predicadores, y formasen en su mente el concepto, que convenía de sus personas, para que recibiesen con gusto, y amor la ley de Cristo nuestro bien, que les habían de predicar. Salió a recibirlos la primera vez a la calzada de Tepeyac (que ahora llamamos de Guadalupe) e hincado de rodillas, besó la mano a todos, y dijo a los indios por su intérprete: "aunque, yo estoy en nombre del emperador, gobierno los cuerpos, pero estos padres vienen en nombre de la cabeza de la Iglesia, que gobierna las almas, con autoridad del mismo Dios, que adoramos, para encaminarlas a su gloria. Todo lo que los padres mandaren, obedeceréis, y yo he de ser el primero que los obedezca".48

Lo que obviamente no se presentaba en las Californias con las autoridades militares y los soldados, ya que como señala Verger, por información de los misioneros, los soldados de las escoltas misionales se dedicaban a decirles a los indios "Que no pidan licencia a los padres para nada. Que no los pueden castigar, ni hacer perjuicio alguno. Que su autoridad sólo se extiende a confesar, a decir misa, y nada más".49 En cuanto a la discusión ya expuesta de que si los soldados sólo servían para el resguardo de los misioneros, de los neófitos o indios congregados, así como de sus bienes, el propio fray Rafael Verger consideraba que en realidad la conquista de la Alta California la podían hacer sin su apoyo como en el caso de la fundación misional de San Gabriel que se realizó con la ayuda de un lienzo de la Santísima Virgen de los Dolores, indicando que se logró "con la dicha demostración sin el uso de las otras armas, de que los gentiles hacían, poco o ningún aprecio".50 No obstante, en la práctica diaria eran muy necesarios los soldados frente a los múltiples indígenas del área central de las Californias y de la Alta California.

Por último, para cerrar estas iniciales reflexiones y pasar al documento elaborado por fray Rafael Verger, pero mostrando una posible línea de investigación sobre este tema y no sólo una sola respuesta a la solicitud de Bucareli, se coincide con Traslosheros, cuando señala que:

Los planes de buen gobierno de misiones y la reforma al colegio apostólico de Pachuca parecen marcar el final de una vieja tradición fundada en ideales y horizontes utópicos universales, renacentistas y medievales, y ser el principio de una historia cuyo desenlace se daría casi un siglo después con la consolidación del Estado nacional de corte liberal, cuyo impulso secularizador acalló la voz y acción de los misioneros y la de los indios del norte de México y hoy suroeste de Estados Unidos.51

 

Documento

 

Notas

1 Por ejemplo, David Sweet, "The Ibero-American Frontier Mission in Native American History", en The New Latin American Mission History, Erick Langer y Robert H. Jack-son, eds., Lincoln, University of Nebraska Press, 1995, 1-48;         [ Links ] Robert H. Jackson y Edward Castillo, Indians, Franciscans and Spanish Colonization. The Impact of the Mission System on California Indians, Albuquerque, University of New Mexico Press, 1995.         [ Links ] Sobre una reflexión acerca de la denominada "nueva historia misional" consúltese Mario Alberto Magaña Mancillas, Indios, soldados y rancheros. Poblamiento, memoria e identidades en el área central de las Californias (1769-1870), ciudad de México, Gobierno del Estado de Baja California Sur, Instituto Sudcaliforniano de Cultura, El Colegio de Michoacán, Conaculta, 2010, 25-34.         [ Links ]

2 Por ejemplo, Cynthia Radding, Wandering Peoples. Colonialism, Ethnic Spaces and Ecological Frontiers in Northwestern Mexico, 1700-1850, Durham, Duke University Press, 1997, XV.         [ Links ]

3 Por ejemplo, Romana Falcón, México descalzo. Estrategias de sobrevivencia frente a la modernidad liberal, ciudad de México, Plaza & Janés, 2002, 19, 79.         [ Links ]

4 "Interpretaciones nuevas, fundadas en los giros hermenéuticos y antropológicos, ofrecen mayor capacidad de explicación al incorporar al otro, al dar visibilidad a los indios y reconocerlos como actores protagónicos": Ignacio Almada Bay, José Marcos Medina Bustos y María del Valle Borrero Silva, "Hacia una interpretación del régimen colonial en Sonora. Descubriendo a los indios y redimensionando a los misioneros, 1681-1821", Región y Sociedad, vol. XIX, núm. especial, 2007, 259.         [ Links ]

5 Agradezco a Gabriel Alberto Loaiza Carrillo su apoyo para la consulta y verificación documental en el Archivo General de la Nación, en la ciudad de México.

6 David J. Weber, Bárbaros. Spaniards and Their Savages in the Age of Enlightenment, New Haven, Yale University Press, 2005, 102-126.         [ Links ] Traducción propia.

7 Catherine R. Ettinger McEnulty, "Pueblo, presidio y misión en la estructuración del territorio de la Alta California en el siglo XVIII", en Laura Eugenia Solís Chávez, compilación y presentación, Cátedras de Caminería Hispanoamericana Manuel Criado de Val. Memorias I (1997-2007), Morelia, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Jitanjáfora, Morelia Editorial, 2007, 88.         [ Links ]

8 "Oficio de Antonio María de Bucareli y Ursúa al provincial de la orden de San Francisco, al que se adjunta copia del dictamen fiscal sobre el nuevo método de gobierno espiritual",ciudad de México, 1° de septiembre de 1772, en Biblioteca Nacional de México (en adelante BNM), Archivo Franciscano, ficha 209, f. 1. Consultado en línea. Cursivas añadidas.

9 Weber, Bárbaros..., p. 309, nota 95. Sobre la trayectoria pública de Areche consúltese Eunice Joiner Gates, "Don José de Areche: His Own Defense", The Hispanic American Historical Review, vol. 8, núm. 1, febrero de 1928, 14-42.         [ Links ] Este fiscal también tuvo una actuación muy importante en las negociaciones entre franciscanos y dominicos en 1772: véase José Alejandro Aguayo Monay, "El concordato franciscano-dominico de 1772: negociaciones sobre la división misionera de las Californias", 2012,         [ Links ] manuscrito inédito proporcionado por el autor.

10 Oficio del fiscal José de Areche, ciudad de México, 13 de julio de 1772, en BNM, Archivo Franciscano, ficha 209, f. 2-5v. Consultado en línea. Cursivas añadidas. Existen dos copias manuscritas de este dictamen que Melchor de Paramás realizó el 2 de septiembre de 1772: Archivo Histórico de la Provincia Franciscana de Michoacán (en adelante AHPFM), Archivo del Colegio de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro (en adelante Santa Cruz de Querétaro), letra K, leg. 14, núm. 13. También hay una copia en la Biblioteca Bancroft, Universidad de California en Berkeley, M-A 5:1, folder 49, según José Refugio de la Torre Curiel, "Características de la empresa misional franciscana en Sonora al finalizar el siglo XVIII", en Fernando Armas Asin, ed., Angeli Novi. Prácticas evangelizadoras, representaciones artísticas y construcciones del catolicismo en América (siglos XVIL-XX), Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2004, 50, nota 1.         [ Links ]

11 Existe otro informe previo de fray Antonio de los Reyes que no se ha podido analizar para definir su relación con el posterior: "Copia del Estado de las Provincias de Sonora hecho por el M.R.P. Fr. Antonio Reyes, en 20 de abril de 1772", AHPFM, Santa Cruz de Querétaro, letra K, leg. 14, núm. 18.

12 Al parecer en el Archivo General de la Nación (en adelante AGN), Historia, vol. 16, exp. 8, ff. 229-262v, según Radding, Wandering Peopks..., p. 336. En Celaya se establece que hay una copia según el catálogo, sin embargo, no está de manera física: AHPFM, Santa Cruz de Querétaro, letra j, fray Antonio de los Reyes, núm. 86 (1772).

13 Documento ubicado en AGN, Misiones, vol. 14, exp. 3, según se señala en José Rómulo Félix Gastélum y Raquel Padilla Ramos, comps., Misiones del noroeste de México. Origen y destino. 2006, Hermosillo, Conaculta, Fondo Regional para la Cultura y las Artes, 2011,         [ Links ] solapa interior. También hay una copia en AHPFM, Santa Cruz de Querétaro, letra K, leg. 14, núm. 19, ff. 138-160.

14 Oficio del fiscal José de Areche, ciudad de México, 13 de julio de 1772, en BNM, Archivo Franciscano, ficha 209, ff. 2-5v.

15 Oficio del fiscal José de Areche, ciudad de México, 13 de julio de 1772, en BNM, Archivo Franciscano, ficha 209, ff. 2-5v. Se entiende que entonces se expedirían solicitudes a todos los franciscanos, ya fuera adscritos a los colegios apostólicos o a las provincias, pero sólo a los religiosos de esta orden.

16 Fray Juan Domingo Arricivita, OFM Crónica seráfica y apostólica del Colegio de Propaganda Fide de la Santa Cruz de Querétaro en la Nueva España. Segunda parte, ciudad de México, don Felipe de Zúñiga y Ontiveros, 1792, 447.         [ Links ] En Google Books se puede obtener una copia completa digitalizada.

17 AHPFM, Santa Cruz de Querétaro, letra K, leg. 14, núm. 14, ff. 1-21v. El mismo Cartagena remitió el informe el 2 de octubre de 1772, f. 22. Al final de este expediente está una copia del documento de Verger, identificado como "Informe del M.R.P. Guardián de San Fernando para el nuevo método", que presenta anotaciones al margen, que es probable que las realizara el propio Cartagena (ff. 23-28v).

18 "Sobre nuevo método de Gobierno espiritual de misiones de Californias", fray Rafael Verger, Colegio de San Fernando de México, 15 de noviembre de 1772, en AGN, Provincias Internas, vol. 152, exp. 5, ff. 527-553. Véase documento anexo.

19 Carta de fray Antonio Fernández, Querétaro, 2 de octubre de 1772, en AGN, Provincias Internas, vol. 152, exp. 5, ff. 527-528. Véase documento anexo.

20 Catherine Ettinger, "Pueblo, presidio y misión...", pp. 88-89.

21 José Luis Mirafuentes Galván, Movimientos de resistencia y rebeliones indígenas en el norte de México (1680-1821) Guía documental I, 2a edición, ciudad de México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1989, 147.         [ Links ] Este autor indica que el documento está en AGN, Provincias internas, 174, 7, 357-383. También Traslosheros indica que el "conde de Sierra Gorda" dio respuesta en la Villa de Santander, el 17 de noviembre de 1772, según documento resguardado en BNM, Archivo Franciscano, 40/106: Jorge E. Traslosheros, "Entre religiosos, indios, militares e ilustrados. La reforma del Colegio de Propaganda Fide de Pachuca y los planes de buen gobierno, 1771-1791", en José Francisco Román Gutiérrez, Leticia I. del Río Hernández y Alberto Carrillo Cázares, coords., Los colegios apostólicos de propaganda fide. Su historia y su legado, Morelia, Gobierno del Estado de Zacatecas, Universidad Autónoma de Zacatecas, El Colegio de Michoacán, H. Ayuntamiento de Guadalupe, 2008, 271.

22 Además de que José de Escandón falleció en 1770: Octavio Herrera, Breve historia de Tamaulipas, México, El Colegio de México, Fideicomiso Historia de las Américas, Fondo de Cultura Económica, 1999, 71.         [ Links ]

23 Carlos González Salas, La evangelización en Tamaulipas. Las misiones novohispanas en la Costa del Seno Mexicano (1757-1833), tomo II, México, Universidad Autónoma de Tamaulipas, Instituto de Investigaciones Históricas, 2003, 92.         [ Links ] Cursivas añadidas. Este autor señala que "Este documento fue incluido en el tomo IV del Archivo de la Historia de Tamaulipas, compilado y editado por Gabriel Saldívar con el nombre de Estado de las Misiones entre 1753 y 1790' (p. 92). En el AGN se ha localizado el siguiente documento: "Exposición que hace el conde de Sierra Gorda acerca del nuevo método del gobierno espiritual y temporal que se proyecta para la colonia del Nuevo Santander", Villa de Nuevo Santander, 15 de noviembre de 1772, AGN, Provincias Internas, contenedor 85, vol. 174, exp. 7, ff. 357-383.

24 "Dictamen del segundo conde de Sierra Gorda sobre nuevo método de gobierno de las misiones, 1772": González Salas, La evangelización en Tamaulipas..., pp. 92-101.

25 "Desde la edad de 16 años colaboró en la organización de las milicias de Nuevo Santander, gobernando la colonia primeramente en forma interina, en vida de su padre, de mayo a octubre de 1764, por segunda ocasión en el periodo de 1780 a 1781 [...] y por última vez de julio de 1790 hasta su muerte en 1800": Juan Fidel Zorrilla, El poder colonial en Nuevo Santander, México, Manuel Porrúa Librería, 1976, 218.         [ Links ]

26 De la Torre Curiel, "Características de la empresa misional.", p. 61. El autor señala que el documento es: "Expediente sobre el nuevo método que para el mejor establecimiento de las misiones de Sonora propuso el Colegio apostólico de la Santa Cruz de Querétaro, 1773", en AGN, Californias, vol. 39, exp. 2. En el catálogo respectivo se clasifica que va del folio 20 al 149 y fechado como 1774.

27 De la Torre Curiel, "Características de la empresa misional.", p. 61.

28 Sara Ortelli, Trama de una guerra conveniente. Nueva Vizcaya y la sombra de los apaches (1748-1790), México, El Colegio de México, 2007, 136.         [ Links ] Esta autora remite a la referencia: AGN, Provincias Internas, vol. 43, exp. 1, ff. 119-167. En el catálogo respectivo se encuentra "Correspondencia del gobernador de la Nueva Vizcaya don José Fayni, durante el tiempo que sirvió a aquel reino. Datos de inapreciable valor para conocer la historia económica, política y militar de esa parte de la Nueva España. A fojas 150-190 Fayni envía a Bucareli un informe muy interesante acerca de la situación de la Nueva Vizcaya en 1773. Nueva Vizcaya", AGN, Provincias Internas, contenedor 25, vol. 43, exp. 1, ff. 1-439 (1770-1776).

29 Sara Ortelli, "Del discurso oficial a las fuentes judiciales. El enemigo y el proceso de mestizaje en el norte novohispano tardocolonial", Memoria Americana, núm. 13,2005, 58.         [ Links ] En este texto, la autora remite a la referencia: AGN, Provincias Internas, vol. 43, exp. 2, f. 175v. Sin embargo, en este acervo, el volumen 43 sólo se integra por un expediente que tiene 439 folios (véase nota anterior).

30 Guillermo Porras Muñoz, Iglesia y Estado en Nueva Vizcaya (1562-1821), Pamplona, Universidad de Navarra, 1966, 68.         [ Links ]

31 "Se desconoce hasta qué año continuó en esta situación la provincia de la Nueva Vizcaya, pero en el título de gobernador expedido a Felipe Díaz de Ortega en Aranjuez a 21 de mayo de 1785, se hace referencia a la jurisdicción diciendo "a excepción de la Tarahumara que he erigido en gobierno militar separado": Porras Muñoz, Iglesia y Estado..., p. 68-69.

32 Traslosheros, "Entre religiosos, indios, militares e ilustrados.", p. 272.

33 Estatutos y ordenaciones según las bulas que nuestro santísimo padre Inocencio XI expidió para los colegios de misioneros, acomodadas a la más estrecha observancia que se practica en la Seráfica Descalcez, para el Colegio de Propaganda Fide de nuestro Seráfico Padre San Francisco de Pachuca en la Nueva España, Madrid, imprenta de don Benito Cano, 1791, 150-189.         [ Links ] En Google Books se puede obtener una copia completa digitalizada. También se puede consultar en Jorge René González M., Estatutos y ordenaciones según las bulas que nuestro santísimo padre Inocencio XI expidió para el Colegio de Propaganda Fide, colección Fuentes, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2010, 108-124.         [ Links ]

34 Traslosheros, "Entre religiosos, indios, militares e ilustrados.", p. 272.

35 Weber, Bárbaros..., p. 110. Traducción propia.

36 Weber, Bárbaros..., p. 108.

37 Ettinger, "Pueblo, presidio y misión...", p. 88.

38 González Salas, La evangelización en Tamaulipas..., p. 92.

39 Decreto de José de Gálvez, Real de Álamos, 3 de junio de 1769, en AHPFM, Santa Cruz de Querétaro, letra K, leg. 14, núm. 10.

40 Weber, Bárbaros..., pp. 122-123.

41 Citado por Weber, Bárbaros. , p. 316, nota 204.

42 "Y lo cierto es que el entendimiento entre ambos fue tan notable, que el militar y andaluz llegó a sustituir al Caballero de Croix, primer comandante general, cuando el rey le concedió a este último el trono virreinal del Perú en 1781": Salvador Bernabéu Albert, "Estudio introductorio", en Felipe de Neve, Reglamento para el gobierno de la provincia de Californias, 1781, edición de Salvador Bernabéu Albert, Madrid, Ediciones Doce Calles,1994, 22.         [ Links ]

43 Weber, Bárbaros..., p. 123. Traducción libre. Sobre la instalación de dos pueblos con misioneros en las confluencias del río Colorado y el Gila, consúltese Magaña, Indios, soldados y rancheros..., pp. 182-198.

44 "En la época posterior a su expulsión [de los jesuitas] significaba que los frailes franciscanos tenían bajo su administración los bienes misionales y una gran injerencia en la vida de los indios, aunque la corrección se dejó en manos de sus propios justicias o de los justicias españoles": José Marcos Medina Bustos, "El gobierno indígena en los pueblos de misión de la provincia de Sonora en la etapa posterior a la expulsión de los jesuitas", en José Rómulo Félix Gastélum y Raquel Padilla Ramos, comps., Misiones del noroeste de México. Origen y destino 2006, Hermosillo, Conaculta, Fondo Regional para la Cultura y las Artes, 2011, 70.         [ Links ]

45 AGN, Provincias Internas, vol. 152, exp. 5, ff. 527-553.

46 Fray Francisco Palou, Junípero Serra y las misiones de California, edición de José Luis Anta Félez, Madrid, Promo Libros, 2003, 60.         [ Links ]

47 AGN, Provincias Internas, vol. 152, exp. 5, ff. 527-553.

48 AGN, Provincias Internas, vol. 152, exp. 5, ff. 527-553.

49 AGN, Provincias Internas, vol. 152, exp. 5, ff. 527-553.

50 AGN, Provincias Internas, vol. 152, exp. 5, ff. 527-553.

51 Traslosheros, "Entre religiosos, indios, militares e ilustrados.", p. 276.

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