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Relaciones. Estudios de historia y sociedad

versión On-line ISSN 2448-7554versión impresa ISSN 0185-3929

Relac. Estud. hist. soc. vol.33 no.130 Zamora ene. 2012

 

Reseñas

 

Diana Soto Arango, Jesús Paniagua, José Rubens Lima Jardilino, María Cristina Vera de Flash, Educadores latinoamericanos y del Caribe del siglo XX al XXI, tomo IV

 

Doris Lilia Torres Cruz*

 

Tunja, León, São Paulo, Córdoba, COLCIENCIAS, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, DIN, RUDECOLOMBIA, Universidad de León, Universidad Nove de Julho, Universidad Federal de Ouro Preto, Universidad Nacional de Córdoba, Universidad de Cuenca, Universidad de los Andes, Universidad de San Carlos de Guatemala, SHELA-HISULA, 2011, 389 p.

 

* Grupo de Investigación Lenguajes en Educación-LEEN, dorislilia6@yahoo.com

 

La Facultad de Ciencias de la Educación, en su Escuela de Postgrados se complace en presentar a la comunidad académica, el tomo rv del libro Educadores latinoamericanos y del Caribe del siglo XX al XXI, el cual es un producto de investigación del proyecto titulado Educadores de América Latina y el Caribe, inscrito en colciencias y realizado al interior del grupo HISULA-UPTC.

En este libro, se dan a conocer las acciones sociopolíticas y educativas de los maestros como actores sociales en un contexto local, nacional e internacional. Se fundamenta sobre un constructo teórico interdisciplinario y se orienta principalmente por la historia de las ideas en el campo de formación de formadores. Es decir, este libro dibuja de una manera clara cómo los educadores contribuyeron en el proceso de construcción de nación, sus prácticas pedagógicas, el aporte histórico y las concepciones educativas que aportaron en el ámbito de la historia de la educación.

En este libro, se destacan 14 educadores procedentes de 8 países de América Latina y el Caribe. El trabajo de investigación y selección apuntó a resaltar el papel de las educadoras invisibilizadas en la historia. Este tomo analiza a cinco e incluye una reseña biográfica de 16 más procedentes de 12 países latinoamericanos y del Caribe.

El primer trabajo corresponde a la educadora argentina Rosario Vera Peñaloza, quien se destacó por su preocupación en la reforma educativa, la creación de Jardines de Infantes como instituciones integrales, útiles, necesarias, imprescindibles e insustituibles. Se propuso la tarea de difundirlos e instalarlos en cada rincón de Argentina. Su inspiración teórica fue Federico Froebel y Montessori, Decroli, Montessori y Agazzi.

De igual manera, cuenta con un capítulo dedicado a Gabriela Mistral, la maestra de escuela, premio nobel de literatura. Gran poetiza y prosista de esta nuestra América mestiza. En palabras del doctor Javier Ocampo López: "Se le conoce en el mundo de la educación al enfatizar en la trilogía educativa de maestros, alumnos y padres de familia en una escuela abierta y comprometida con su contexto social". Para Gabriela Mistral, el niño era el centro del proceso educativo y el método que mejor se adecuaba para la enseñanza era la pedagogía activa. Su defensa por los derechos de la mujer y del niño se transmitió al mundo en un momento de crisis e hizo reflexionar sobre estos temas, que se convirtieron en política internacional a mediados del siglo XX. Ello señala la trascendencia de Gabriela Mistral en la Historia de la Educación Latinoamericana, como una maestra de escuela de grandes méritos, que por el manejo del idioma en su bella prosa y poesía castellana, alcanzó el Premio Nobel que la llevó a la cúspide de las letras en la cultura universal. Otra maestra, que se destacó en el siglo XX fue Paulina Gómez Vega. Una de las muchas mujeres que, desde diferentes roles, ayudó a construir el contexto adecuado para la consecución, defensa y ejercicio de los derechos ciudadanos de la mujer en Colombia. En palabras de los autores del artículo Patricia Triana Rodríguez y Esneider Agudelo Arango, el trabajo de Paulina Gómez Vega se centró en la sensibilización y toma de conciencia para que las mujeres pudieran ejercer el derecho a votar y a educarse. Tomó como consigna el "formar la mentalidad de paz en vez de la mentalidad de la guerra".

Del mismo modo, y con el fin de visibilizar y analizar un sector de la población colombiana, como es la maestra rural en contextos vulnerables y de exclusión social, la Dra. Diana Elvira Soto Arango presenta un estudio sobre dos maestras de escuela en su desempeño docente, que impactaron en unos espacios de poder local, atravesado por el conflicto de la violencia de la década de los años cincuenta del siglo XX en Colombia. En este sentido, el artículo concluye que la labor educativa traspasó las relaciones de enseñanza aprendizaje para presentar un impacto social, con su ejemplo de vida, de valores humanos de solidaridad y tolerancia. Como complemento, el libro, presenta un amplio resumen de biografías de educadoras en América Latina y el Caribe en el siglo XX, como son: Raquel Camaña (1883-1915) y Herminia Brumana (1897-1954), Argentina; DeolindaDaltro (... 1935), Brasil; Elffy Albrecht Ibañez (1914-1987), Bolivia; María Isabel Carvajal (18871949), Costa Rica; Guadalupe Larriva (1956-2007), Ecuador; María Lavalle Urbina (1908-1996), México; Benita Adelivia Castillo Lanuza (1896-1988), Guatemala; Tomasina Ester Casís (1878-1962), Panama; Serafina Dávalos (1883-1957), Paraguay; Concha Meléndez (1895-1983), y Julia de Burgos (1914-1953), Puerto Rico; Camila Henriquez Ureña (1894-1973), República Dominicana; Leonor Horticou (1872-1941), María Vittori (1874-1959) y Alicia Goyena (18971977), Uruguay.

De igual manera, este tomo rv no podía dejar de lado a estos grandes educadores de América Latina como: José Vasconcelos (18821958), quien sentó las bases institucionales para el futuro del desarrollo de la educación en México. Renate Marsiske, la autora del artículo dice: Vasconcelos estaba seguro que el único camino para México de lograr el estatus de una nación capitalista moderna, era incorporar al pueblo de México, y muy especialmente a los indígenas, a la civilización moderna y esto sólo se lograba por medio de la educación. Para él, el México del futuro, sería un México de mestizos, en su mayoría de clase media, con una cultura propiamente mexicana para todos. Esta cultura mexicana había que desentenderla de las ideas partidistas y de las ideas americano-europeizantes así como de la idea hispanista y conjurar lo mejor de ambas en la búsqueda de una identidad propia, que sirva de orientación a la educación mexicana. Uno de sus libros más conocidos La raza cósmica, misión de la raza iberoamericana. Notas de viaje a la América del Sur.

En otro ámbito latinoamericano, el educador Francisco García Calderón Rey (1883-1953) un peruano de la generación del "novecientos", pensaba en la realidad social, la identidad, el destino hispanoamericano, el análisis de la cultura europea junto con la política internacional de su tiempo. Con la iniciación del novecientos, el pensamiento hispanoamericano pasaba de una etapa de imitación a un periodo de búsqueda de la propia identidad y desarrollo creador. Ariel, el encendido manifiesto de Rodó (1900), ofrecía una eventual alternativa a la pauta de progreso material del mundo anglosajón, destacando el papel de la ideas y las posibilidades de la raza hispánica en la perspectiva de un engrandecimiento continental. En las propuestas de muchos intelectuales, más allá de la dirección que tomarán, en la idea de la elite pensante estaba el sentido rodoniano, compartido por Rubén Dario (nicaraguense), José Vasconcelos (mexicano), Pedro Manuel Arcaya (venezolano), Carlos Arturo Torres y Guillermo Valencia (colombianos), la mayoría de ellos reconocían el liderazgo intelectual de José Enrique Rodó. Quien al fallecer, dejó a Francisco Garcia Calderon Rey como el indiscutido capitán general, de los pensadores del Nuevo Mundo hispánico, como lo afima Teodoro Hampe Martínez en este su artículo.

Desde Argentina, la pedagogía biopolítica de Saúl Taborda constituye un intento particularmente original y lúcido de articular pedagogía y política en tiempos de profunda transformación histórica y, también, de situar problemáticas que plantean ambas disciplinas sobre el horizonte de sentido desde lo particular. Taborda piensa la nación como un ámbito dotado de una politicidad originaria (respecto de la cual el Estado realiza una politicidad derivada e impropia) y piensa la vida en común por fuera del cauce racionalista y racionalizador que provee la sociedad civil (y civilizada, en el sentido negativo sometida a un modulo cultural heterónomo y abstracto, desvitalizado, como lo plantea Carlos A. Casali en su artículo.

Así mismo, desde Colombia, Agustín Nieto Caballero, pensador de la educación y la cultura colombiana, se consagró como líder de la pedagogía activa y su mayor aporte está relacionado con la escuela nueva, como modelo pedagógico y didáctico con aspectos de su propia creación, útil en la formación de los nuevos ciudadanos colombianos que formó los líderes, especialmente para la segunda mitad del siglo XX. Como lo explica muy bien la autora del artículo Dra. Myriam Báez Osorio, el pensador colombiano Agustín Nieto Caballero propuso un modelo de escuela nueva con un plan de estudios racional animado de enseñanzas vivas que movieran el interés de los alumnos y los disciplinara. Aspectos que puso a prueba en el Gimnasio Moderno y luego en el Gimnasio Femenino, instituciones que él creo y desde las cuales irradió su pensamiento para América. Para él, la Universidad debía ser la principal gestora de la nación, llegar al pueblo y acercarse con ideales de progreso, pues la misión de la Universidad era formar hombres reflexivos, dinámicos, trabajadores, capaces de emprender con voluntad y espíritu generoso acciones que fueran de empeño nacional y que el Estado requería.

Por su parte el doctor Álvaro Acevedo Tarazona presenta al educador boyacense Jorge Roa Martínez, un político y visionario que logró trascender los límites de su pueblo natal Guateque. En su vida como hombre público, Roa Martínez, se mostró fiel a unos principios de servicio y entrega a los que él consideró que debía ser el Estado moderno. Sus tempranas preocupaciones y querellas por lo que implicaba tomar conciencia de las riquezas naturales del país —el petróleo, el carbón—; su participación en agrupaciones como la Sociedad de Ciencias Naturales del Instituto de La Salle; sus críticas sin ambages al clientelismo y la corrupción que observaba como parte de las prácticas políticas de un gobierno centralista; sus llamados a modernizar las instituciones públicas y a fortalecer el Estado a través del cobro de impuestos que permitieran apropiar recursos que luego pudieran ser revertidos a las comunidades —que, una vez organizadas, empezaran a reclamar una mejor calidad de vida—, descubren en él la vocación de un Centenarita el talante de un cosmopolita, tocado por los vientos de renovación de un mundo vanguardista, que intenta sobreponerse a los estragos de la guerra. La vida y obra de Jorge Roa Martínez se enlazó con la historia de Pereira, del civismo y de la educación, su figura se convirtió en un ícono. Roa Martínez dejó una huella imborrable en la historia de la ciudad de Pereira no sólo por el proyecto universitario del cual había sido su principal artífice sino por las múltiples obras urbanas y culturales como alcalde y miembro del Tribunal Superior, de la Sociedad de Mejoras y del Club Rotario de Pereira. Fue Roa Martínez un intelectual, un humanista, un hombre de acción, pragmático y de convicciones sociales y políticas fieles a un ideario cívico y cultural. La muerte de Roa Martínez acaeció en una etapa de profundas trasformaciones urbanas en Pereira, muchas de ellas fruto de su esfuerzo y espíritu visionario.

Era tal el inventario de realizaciones en el decenio de los sesenta en la ciudad, que entre los años de 1966 y 1968 se contaban con orgullo las siguientes: la Universidad Tecnológica de Pereira; la construcción de la Villa Olímpica; la puesta en marcha del Zoológico Matecaña; la creación del Bolívar desnudo y la celebración del Centenario (1963); la sede del Suramericano de Pesas (1963); la construcción del Coliseo Mayor y del Terminal de Transportes; la creación del departamento de Risaralda (1966); y la fundación de la Universidad Libre (1968). En el campo educativo no eran menores las realizaciones con la creación de centros tanto públicos como privados: Escuela Carlota Sánchez (1960), Escuela Juan XXIII (1961), Colegio Rafael Uribe Uribe (1963), Escuela Hans Drews Arango (1965), Escuela Atanasio Girardot (1965), Colegio Jesús María Ormaza(1966) y Colegio Alfonso Jaramillo Gutiérrez (1966), entre otros. También se propuso la creación de una universidad exclusiva para mujeres. Éstas y otras obras habían surgido de iniciativas propias y sin ayudas oficiales.

"Juan Mantovani. La educación como consolidación de humanidad", es un artículo escrito por la argentina Clara Inés Stramiello. La propuesta filosófica de Mantovani reposa sobre los conceptos de formación y de espíritu. Formar para una vida plena implica integrar el mundo individual con el mundo espiritual y objetivo de la cultura, para que el sujeto se apropie de la cultura y a la vez sea capaz de actuar creativamente para producir cultura o para modificar la existente. El humanismo de Mantovani se presenta como una vía de solución a la cuestión educativa e incide como modelo normativo en la pedagogía, la didáctica y la política educativa. Es indudable que Mantovani pone el acento de la actividad educativa en la formación de una personalidad integrada con la comunidad. Su humanismo pedagógico es una respuesta a un mundo tecnificado que ha desvirtuado los valores y pondera lo técnico sobre lo ético, lo físico sobre lo metafísico, lo externo sobre lo íntimo. Para él, la educación es un fenómeno profundamente humano y un dinámico juego de influencias en el que se conjugan las aspiraciones personales con las circunstancias sociales y culturales.

Desde la Universidad Pedagógica y Tecnológica, el Dr. Carlos Arturo Londoño Ramos, analiza la vida y obra de "Luis Beltrán Prieto Figueroa: líder de la pedagogía activa". En América Latina Prieto Figueroa, ha sido uno de los pensadores, uno de los líderes y uno de los maestro que más se ha preocupado por apropiar la pedagogía activa en sus diferentes aspectos: filosóficos, psicológicos, políticos, sociales, jurídicos y propiamente pedagógicos, sin embargo, no profundizó, propiamente en la epistemología del constructivismo pragmático que se encuentra como fundamento de esta escuela pedagógica. La pedagogía activa, como muestra Prieto Figueroa, ha sido una de las más grandes escuelas intelectuales en América Latina con repercusiones tanto en la teoría como en la práctica y la política educativa. Esta escuela pedagógica está también ligada a una visión filosófica, psicológica y sociológica que nos ha marcado culturalmente tanto por sus logros como también por sus dificultades y fracasos.

"Juan José Arévalo: la pedagogía filosófica como guía de la transformación política", es un artículo del autor Jorge Mario Rodríguez Martínez, de la Universidad de San Carlos de Guatemala. Las ideas del pensador y expresidente guatemalteco Juan José Arévalo gravitan alrededor de las nociones de valores y conciencia y su interés por la axiología, en el seno de una tradición ética hispanoamericana que encuentra en el krausismo una de sus motivaciones principales. Los ideales pedagógicos y filosóficos de Arévalo luchan por lograr la dignificación de la sociedad guatemalteca, erradicar la injusticia y la violencia estructural que ha afectado a este país durante su historia. En Arévalo se opera la transposición del pensamiento noble del educador hispanoamericano al terreno de la política en su sentido más profundo: como creador de una colectividad. La recuperación del pensamiento de Arévalo se constituye en una tarea importante ahora que las naciones hispanoamericanas pueden cumplir la tarea de educar a los poderosos para un orden global más justo y humano.

De igual manera, desde la UPTC, el doctorando William Pacheco Vargas hace un trabajo de análisis y síntesis donde da a conocer la vida y obra del maestro "Eliécer Silva Celis: ideas educativas y directrices universitarias en la creación y funcionamiento de la universidad pedagógica de Colombia". Dice el profesor Pacheco que al realizar un balance de los resultados de las ideas educativas y directrices universitarias del Dr. Eliécer Silva al frente, primero en la Universidad Pedagógica y luego en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, en momentos decisivos para su creación y consolidación como la segunda institución de educación superior de orden nacional, a lo largo de diez y siete años, encontramos entre otros que: siendo fiel con su formación recibida en la Escuela Normal Superior en Bogotá, el docente lo es en la medida que investiga en el campo del conocimiento que se desempeña. De ahí, que la estructura de Ciudad Universitaria que proyectó inicialmente, poseía la infraestructura que aseguraba una fecunda labor pedagógica, donde enfatizaba la presencia de los institutos de investigación. No obstante, la primera Universidad Pedagógica, difería del planteamiento inicial, donde los institutos de formación académica e investigativa, no quedaban en los mismos predios de la universidad, sino en diferentes municipios y provincias del departamento de Boyacá, lo que implicaba dificultades para su funcionamiento. En cuanto a los recursos humanos, había dificultades de encontrar: directivos, docentes e investigadores; eran el resultado de estar ubicados en una provincia, carente de una elite intelectual suficientemente preparada que la sustentara y del adecuado presupuesto para ofrecer unos salarios suficientemente atractivos. Sin embargo, con su gestión demostró que el educador además de ser investigador en su campo de acción debía superar las dificultades de todo orden cuando tenía que asumir responsabilidades administrativas y de política académica en un centro de educación superior. Su idea de crear un centro esencialmente pedagógico, para la formación profesional e investigativa del profesorado, en todos los niveles y para todas las ramas del conocimiento y la técnica, fue mal entendida por sus contemporáneos; pues no obstante ser el fundador, organizador y el que puso marcha la Facultad de Agronomía, situación que encaminó a la institución hacia la multiprofesionalización y el proceso tecnológico unido al pedagógico en la formación docente, para dar respuesta a la pérdida del protagonismo pedagógico en el nivel nacional, buscaba dar solución a los problemas del medio regional y departamental; igualmente, fueron contradictorias las acusaciones al Dr. Eliécer Silva de ser enemigo de las carreras técnicas, cuando precisamente fue él quien inició y terminó la infraestructura del edificio para 26 laboratorios y su correspondiente dotación para las ingenierías existentes, lo que garantizaba que fueran programas sustentados en la investigación y autónomos frente a otros centros educativos del país.

Finalmente, el Dr. Eliécer Silva Celis, se identificó con la filosofía de la Escuela Normal Superior, como proyecto liberal. Al igual que otros intelectuales encontraron en la creación de una institución de educación superior de carácter pedagógico en Tunja, la oportunidad para crear el "Modelo educativo para el país". Él quiso ser consecuente con ello, fueron sus esfuerzos de asignarle la dirección de la pedagogía nacional y la misión de ser el órgano asesor del Estado para dar respuesta a los desafíos educativos de la nación de ese momento, a través de la creación de Institutos Anexos, como centros pilotos de la investigación pedagógica, contando con el apoyo, tanto de instituciones nacionales, como extranjeras. Finalmente, el profesor Pacheco plantea que, no obstante, los resultados no coinciden con los fines y misión trazada para una institución especializada en la pedagogía, al duplicar los esfuerzos, tanto en lo pedagógico, como en lo tecnológico, explicable que en sus inicios buscara un reconocimiento nacional, pero al perder la tutela del presidente boyacense, dejó de ser un órgano orientador de la educación y pasó a ser una institución que espera ser orientada; posiblemente porque ya no representaba los intereses nacionales, sino regionales de la sociedad colombiana; a pesar de la gestión desplegada por Eliécer Silva Celis. Muestra de ello es que transcurridos 58 años desde la creación de la universidad, hasta el momento la institución no ha logrado establecer los mencionados institutos de investigación y superar la etapa de profesionalización, para así dar respuesta a las necesidades de la región y del país a partir de la generación de conocimiento socialmente pertinentes, menos de su aplicación, posiblemente porque sólo se piensa en reformas en la estructura universitaria donde la academia esté al servicio de las necesidades particulares de la administración del momento.

Podemos decir con certeza que el tomo IV, Educadores latinoamericanos y del Caribe del siglo XX al XXI, es un libro que recoge con arte e investigación el pensamiento educativo latinoamericano y sintetiza una postura para el siglo XX y XXI.

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