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Relaciones. Estudios de historia y sociedad

versión On-line ISSN 2448-7554versión impresa ISSN 0185-3929

Relac. Estud. hist. soc. vol.32 no.127 Zamora ene. 2011

 

Sección general

 

Avatares del poder. Análisis etnohistórico y lingüístico del cargo zapoteco de golaba

 

The vicissitudes of power: an ethnohistoric and linguistic analysis of the zapotec cargo golaba

 

Avatars du pouvoir. Analyse ethno historique et linguistique de la charge zapotèque de golaba

 

Damián González Pérez* y Vladimir Jiménez Cabrera

 

FFYL / IIA-UNAM *(detl313@hotmail.com) (vladimirjc@hotmail.com)

 

Fecha de recepción del artículo: 25 de junio de 2010.
Fecha de aceptación y recepción de la versión final: 31 de enero de 2011.

 

Resumen

Hasta principios de la segunda mitad del siglo XX existió en comunidades zapotecas de las regiones de Sierra Sur, Istmo y Valles Centrales de Oaxaca el cargo de golaba, con fuertes raíces prehispánicas, el cual concentró, sobre todo, funciones de recolección y administración al interior de los pueblos sujetos y estancias, a semejanza del tequitlato mexica. Para dar cuenta de la continuidad de dichas funciones desde antes de la invasión española y sus posibles adaptaciones a partir del periodo colonial, presentamos una breve revisión histórica e información recopilada de la tradición oral, así como un análisis lingüístico sobre términos del Vocabvlario en lengva çapoteca de Juan de Córdova (VC) asociados con los agentivos colàba y collàba.

Palabras Clave: Golaba, etnohistoria zapoteca, cargos prehispánicos, recolección de tributos.

 

Abstract

Up to the second half of the 20th century some Zapotec communities in the Sierra Sur, Istmo and Central Valley regions of Oaxaca conserved a traditional cargo known as golaba, one with strong prehispanic roots that entailed, primarily, the functions of gathering and administrating subjects and events inside the towns; in this sense, similar to the Mexica tequitlato. In order to explain the continuity of those functions since pre-Conquest times and their possible adaptations from the colonial period onwards, this essay presents a brief historical review of the cargo and information gathered from oral tradition, together with a linguistic analysis of terms found in the Vocabvlario en lengva çapoteca by Juan de Córdova (VC), associated with the agentives colàba and collàba.

Keywords: Golaba, Zapotec ethnohistory, prehispanic cargos, tribute collection.

 

Résumé

Jusqu'au début de la seconde moitié du XXe siècle il exista dans les communautés zapotèques des régions de la Sierra du Sud, de l'Isthme et des bassins centraux de Oaxaca la charge de golaba, avec de fortes racines préhispaniques. Celleci concentra, surtout des fonctions de collecte et d'administration à l'intérieur des villages subordonnés et des hameaux, comme pour le tequitlato mexica. Afin de rendre compte de la continuité de ces fonctions antérieures à l'arrivée espagnole et de leurs possibles adaptations à partir de l'époque coloniale, nous présentons une brève révision historique et une information recueillie à partir de la tradition orale, tout comme une analyse linguistique sur les termes du Vocabvlario en lengua çapoteca de Juan de Córdoba (VC), l'ensemble associé aux termes colàba et collàba.

Mots clés: Golaba, ethnohistoire zapotèque, charges préhispaniques, collecte des impôts.

 

Datos etnohistóricos sobre el golaba

La identificación concreta de las acepciones y caracterizaciones del golaba antes y después de la invasión española es tarea complicada debido a la escasez de referencias. Sin embargo, en algunas de ellas encontramos una relación estrecha entre este personaje y el tequitlato de la sociedad mexica. Esto ha llevado a algunos autores a sugerir una equivalencia entre ambos cargos. Whitecotton,1 por ejemplo, señala que entre los zapotecos del Valle la "comunidad local", integrada por la cabecera y sus pueblos sujetos, era la entidad política predominante. El personaje en quien recaía el control local era denominado coquihualao, llamado "cacique" o "señor natural"2 dentro del sistema colonial. Entre los funcionarios colaboradores del coqui se encontraba el tequitlato o colaabachiña,3 quien fungía como gobernador en los pueblos sujetos.

Para iniciar el rastreo histórico, una de las principales fuentes empleadas son las Relaciones geográficas del siglo XVI.4 En la relación de Nexapa se dice que los pueblos estaban constituidos por "parentelas" aglutinadas en torno de una "cabeça de bando" o gobernador (coqui), quien designaba de entre sus parientes de primer grado a la "cabeza de parentela" o "Tequitato, y en la lengua Çapoteca, Golaba, y en lengua Mixe, Nimoero, y en lengua Chontal, Lapucna, que quiere dezir en nuestra lengua todos estos nombres, los que hablan en razon o en favor de la republica o de los Consejos y mas propiamente quiere dezir soliçitadores del señor mayor que ellos tenian [...]"5

Es importante destacar que el vocablo náhuatl tequitlato está compuesto del sustantivo tequitl, que entre sus múltiples acepciones tiene: "tributo, impuesto, trabajo, empleo, funciones, cargo, deber"; y del verbo tlatoa, que puede ser traducido al español como "hablar" o "cantar",6 lo que concuerda con la Relación de Nexapa, donde se le define como "los que hablan en razon o en favor de la republica o los Consejos". Otro aspecto significativo es la equivalencia del tequitlato con personajes o cargos de tres grupos distintos: zapoteca, mixe y chontal.7 Además, en el caso de los zapotecos existía relación directa entre el coqui o "señor" y el golaba.

En la relación de Guaxolotitlan,8 o Huitzo, se dice que el gobernador o "señor natural": "nombraua en cada barrio y estançia vn yndio, que le llamauan "tequitato" ques a manera de jurado en las collaçiones de Spaña, el qual tenia cargo de los yndios de aquel barrio o estançia, y este recogia los tributos y daua notiçia de los delitos que entre ellos avia y de los pleytos que armauan, asi de tierras como de otras cosas [...]"

Las funciones incluyen aquí la notificación de delitos y litigios, sin embargo, no hay información clara sobre el proceder de los tequitlatos. La relación de Atlatlaucay Malinaltepec (Ibidem, 168) es un tanto más específica en este sentido, ya que menciona que los tequitlatos, a quienes se les define como "indios mandones" que tenían a su cargo a los habitantes de cada barrio, estaban encargados de asignar y supervisar la ejecución de los trabajos y servicios requeridos llamados "tequios". Para hacerlo, debían ir de casa en casa ordenando a cada tributario su carga de trabajo. Cualquier falta o negativa era castigada con la muerte. De esta manera se garantizaba el servicio en favor de los caciques. En las relaciones de Miaguatlan,9 Ocelotepeque,10 Coatlan11 y Amatlan12 se habla exclusivamente del golave. En los dos primeros casos se le define, al igual que en la relación de Atlatlauca y Malinaltepec, como "mandón" de barrio o estancia. Éste se encargaba de cobrar los tributos, asignar servicios y asegurarse que las familias fueran a misa. En el tercer caso se le equiparaba con un "capitán" y en el último con un "cuadrillero", señalándose las mismas funciones que en los casos anteriores. La información contenida en las Relaciones Geográficas deja ver finalmente una asociación entre el tequitlato mexica y el golaba zapoteca. Las funciones se centran básicamente en la recolección de tributos, vigilancia del orden público, designación y vigilancia del trabajo, supervisión de la asistencia a los servicios religiosos e intermediación entre el coqui y la estancia o barrio.

Sobre la conservación de algunos cargos mexicas como tequitlato y topil en el periodo colonial, Gibson comenta que éstos prevalecieron en barrios y estancias de diversas partes del territorio de la Nueva España, pero fueron considerados como equivalentes de los títulos españoles de "mandón", "capitán", "alguacil", "merino" o "mayoral". En un principio, estos cargos continuaron siendo hereditarios y sus poseedores lograron conservar sus posesiones y privilegios. Las variaciones en las funciones, según el autor, no fueron una innovación, sino la continuidad desde antes de la invasión española de algunas de ellas, dependiendo de las necesidades y características de las regiones, y del funcionamiento de las instituciones políticas y religiosas de la Colonia. Las funciones que con mayor frecuencia aparecen registradas corresponden a la recaudación de tributo y a servicios religiosos en las iglesias católicas.13 En este último ámbito, Ricard señala que para mediados del siglo XVI, los franciscanos tuvieron que valerse de funcionarios locales para llevar a cabo la administración eclesiástica y la evangelización. Tal fue el caso de los tequitlatos, los cuales:

[...] tenían el cargo de reunir a los de su barrio para llevarlos a la enseñanza del catecismo y a la misa [...] presentar al obispo en la visita a la parroquia a los jóvenes y a los adultos no confirmados, vigilar porque todo el mundo se bautizara y cumpliera con la confesión de Cuaresma, procurar la celebración en regla de los matrimonios, el bien avenirse de los casados, reprimir y denunciar a las autoridades los adulterios y concubinatos, denunciar a los ebrios impenitentes y a los vendedores de licores embriagantes que favorecían este vicio para su propio lucro, lo mismo que a los brujos y envenenadores y, en general, a cuantos fomentaban las creencias o prácticas paganas. En los pueblos de visita [...] en que no residía sacerdote alguno [...] cuidaban de la conservación y limpieza del templo, llevaban un registro de los bautismos, bautizaban ellos mismos en caso de necesidad urgente, ayudaban a los agonizantes a bien morir, presidian los entierros, recordaban al pueblos los días de guardar y los de abstinencia o ayuno [.. .]14

Partiendo de la analogía que desde la Colonia se hizo entre tequitlato y golaba, es arriesgado afirmar que hubo una misma trayectoria histórica y conceptual entre ambos personajes al interior de las comunidades. Sin embargo, la consideración de la información existente sobre el tequitlato nos permite tener una idea, al menos general, de los cambios y continuidades del golaba durante la Colonia. Para la década de los sesenta del siglo XVIII, Chance destaca la presencia del cargo de gobaz15 dentro del cabildo del pueblo zapoteco de Yaviche, en la Sierra Norte. Como parte de su estructura se registraban en orden jerárquico los cargos de gobernador, alcalde, dos regidores (consejeros), mayor (jefe de policía), topil de común (policía y mensajero), topil de iglesia (guardián de la iglesia) y gobaz (sirviente general).16 Este último cargo era ocupado generalmente por jóvenes de entre doce y dieciocho años, quienes apenas iniciaban su carrera dentro del sistema de cargos. Sin embargo, en ocasiones las personas mayores llegaban a ser designadas como gobaces. Sus funciones principales eran las de sirvientes de las autoridades locales, sobre todo realizando mandados y acarreando leña. Tanto gobaces como topiles eran empleados comúnmente por regidores, alcaldes, gobernadores y sacerdotes españoles para hacer servicios personales. En el caso de Yaviche, al igual que en otros pueblos de la Sierra Norte, los hijos de la nobleza se exentaban de servir como gobaz, topil o mayor, y sólo los macehuales17 eran elegidos para ellos.18 Los primeros se desempeñaban como regidores, alcaldes y finalmente gobernadores.19

 

Breve etnografía sobre el golaba

Un caso distinto y más reciente era el de Teotitlán del Valle, donde el golaba, o gulaba20 en la variante local, concentraba hasta principios del siglo XX funciones del orden público y religioso. En su carácter de autoridad civil, era el encargado de vigilar que los hombres casados o comprometidos no molestaran o cortejaran a muchachas del pueblo.21 Cuando esto ocurría, los gulaba lo detenían y lo multaban con una media de mezcal (5 litros), la cual era repartida en la fiesta del 20 de febrero. Si alguien se negaba a pagar era montado en un bastón de madera o "caballo de palo", le amarraban pencas de maguey con espinas en la cintura y le calzaban "cacles" o huaraches hechos con pencas de nopal. De esta manera era llevado al lugar donde estuviera la muchacha y se le dejaba ahí hasta que aceptara saldar la multa. Finalmente, se le trasladaba con música de banda a la casa del común de vara, donde se le daba de comer "higadito" de pollo. Entre sus atribuciones estaba también la de castigar a personas extranjeras que cometieran delitos dentro del pueblo, e incluso al mismo presidente municipal.

Por otro lado, era el responsable de elaborar los arcos de flores para la iglesia durante las fiestas importantes, así como los de las estaciones que se visitaban a lo largo de las procesiones religiosas, las cuales se encuentran al parecer en lugares de antiguo culto prehispánico.22 El 2 de enero, un día después de que tomaban posesión de su cargo, debían limpiar el atrio de la iglesia y juntar hierba de "poleo" para repartirla en la misa de Gracia entre los asistentes. Al año se elegían seis gulaba de entre los jóvenes recién casados: uno para cada una de las secciones del pueblo y el sexto que fungía como común de vara.23

En el pueblo de Tehuantepec, en la región del Istmo, el golaba formó parte de la estructura religiosa hasta 1955-1956, año en el que se eligió al señor Flaviano Arroyo para el desempeño del cargo. En aquel entonces, el golaba se encargaba de ayudar al principal o xuaana en los cuidados y el aseo del templo. Además, era responsable de convocar a los demás xuaanas a las reuniones.24 Al respecto, el señor Antonio Santos Cisneros, originario de Tehuantepec, recuerda que anteriormente el golaba debía recorrer el pueblo recolectando velas y flores para la iglesia. Su elección se realizaba anualmente junto con la del xuaana.25

Para Antonio Santos golaba puede interpretarse como "el que traga impuestos" o "el tragón de los impuestos", haciendo alusión a su antigua función. Esta idea la deriva de go (ro), "comer", y ba, "gañote" o "tumba". La función originaria de recaudador la identifica en el nombre del barrio donde residía el golaba, el cual es llamado ahora tulaba, pero éste pudo derivar de ta golaba o ra golaba, "donde está el golaba" o "en el lugar del golaba". Como parte de la cultura popular, existe una canción que, según Antonio Santos, parodiaba una de las facetas del golaba como funcionario de la iglesia dentro de la sociedad tehuana:

En la Sierra Sur la presencia del golaba estuvo asociada al servicio religioso, pero en algunos casos también a la organización ceremonial. En Santiago Xanica, por ejemplo, tenía la encomienda de llevar todas las mañanas tortilla tlayuda o dura, comida (la cual recolectaba de casa en casa dentro del pueblo) y atole de maíz al sacerdote, conseguir cocinera y proporcionarle trastes, además de coordinar a quienes desempeñaban el cargo de xiaga, los cuales entregaban tortillas blandas, agua y leña en la iglesia. Un golaba, con las formas olaba y nwlaab, coordinaba cada dos semanas una cuadrilla de tres xiaga. Anualmente se elegían dos golaba y doce xiaga en promedio. Su participación dentro de la vida ceremonial tenía lugar durante la renovación del cabildo, que se realizaba el primero de enero, a manera de recibimiento de los nuevos cargueros cuando éstos regresaban de Miahuatlán, después de haber recibido el reconocimiento por parte del jefe político de ese distrito. El golaba debía preparar un platillo ritual denominado xob zaa, "mole de frijol". Además, ofrecía tepache y atole de panela a todos los asistentes a la ceremonia. El cargo desapareció alrededor del año de 1969, debido a diferencias entre el presidente municipal y el sacerdote.26

Un caso muy parecido era el de San Francisco Ozolotepec, donde el golaba, wnlab, tenía como función principal la de atender al padre cuando éste acudía al pueblo. Sin embargo, también participaba en la ceremonia de cambio de autoridad preparando el xob zaa. El recibimiento se hacía en un antiguo lugar de asentamiento del pueblo llamado "el Rancho".27 En Santa Cruz Ozolotepec, la comida preparada con motivo de la ceremonia del cambio de autoridad eran tacos de huevo cocido con sal y salsa, los cuales se acompañaban de tepache, cigarros y mezcal, insumos proporcionados por el golaba, olaba. En esa ocasión el golaba debía ofrecer un "testimonio" o "responso", mediante el que aconsejaba al pueblo que obedeciera a la autoridad en los trabajos que se realizaran durante el año, y orientando a ésta sobre la manera en que debía gobernar al pueblo. Por tal motivo, el cargo era asignado a personas mayores de cincuenta años. Los únicos que quedaban exentos del cargo eran aquellos que hubieran fungido previamente como presidentes municipales. Otra de sus responsabilidades era la de atender al sacerdote durante la misa de "rogación", en la que se pedía sabiduría para que la autoridad pudiera desempeñar adecuadamente su cargo.28

En algunos pueblos de la misma región, las funciones del golaba, el xiaga y el tequitlato eran muy parecidas. En el pueblo de Santa María Ozolotepec el golaba, golabe, tenía como responsabilidades principales preparar la comida del sacerdote, hacer sus mandados y acompañarlo en sus visitas a otros pueblos. Para su elección, se escogía a una persona mayor que hubiera desempeñado otros cargos con anterioridad. El xiaga, ixiag, por su parte, convocaba a las personas a los tequios.29 En San Juan Ozolotepec, el xiaga servía en el templo, componiendo el jardín, haciendo los mandados del cura, consiguiéndole cocinera, cuidando sus bestias y acompañándolo a otros pueblos. El tequitlato también servía en la iglesia, sólo que éste era de mayor edad. Sin embargo, ambos eran jóvenes de no más de veinte años. Siempre trabajaban juntos, turnándose por semana dos jóvenes de cada cargo. Unos días antes de las fiestas importantes recolectaban lo que iba a utilizarse, recorriendo el pueblo de casa en casa.30 Finalmente, en Santa Catarina Xanaguía tanto el golaba, wnlab, como el xiaga recolectaban leña, maíz, huevos, gallinas y tortillas para el cura.31

Respecto al término xiaga, en el zapoteco del Istmo significa "nieto".32 En el VC aparece en las entradas de nieto y bisnieto. Una posible etimología resulta si consideramos el siguiente análisis: xi+[y]aga / POS33+vara / "su vara" ó "su bastón".34 También en el VC existe la forma quixiaga que se refiere a la vara de mando ("cetro o vara real")35 y se usa en combinación con otros términos para referirse a varias autoridades: alcalde ordinario, alcalde mayor, justicia mayor, alguacil, corregidor y justicia de indios.36 En esos contextos parece ser el término que hace referencia al cargo oficial.

Este sentido que forma parte de la etimología del término xiaga está aún presente en la organización política de algunas comunidades. Tal es el caso de Teotitlán del Valle, donde el xiaga o topil, cargo inferior dentro del sistema de cargos, es el primer eslabón o peldaño de la jerarquía civil. A diferencia de los cargueros con mayor rango, quienes portan un bastón de madera tallado y barnizado, al xiaga se le asigna una vara de madera natural. A la entrada del palacio municipal se encuentra una mampara donde todos los xiaga cuelgan su vara y de donde la recogen cuando se retiran a sus casas. Por ser el cargo inferior, se le tiene como quien sirve de apoyo o bastón del cabildo y del pueblo en general.

Existe un caso cercano a la región de Ozolotepec donde el tequitlato participa en una ceremonia de renovación de cabildo. Nos referimos al del pueblo chatino de Panixtlahuaca, donde dicha ceremonia se realiza el 31 de diciembre en un lugar llamado "Llano del Tequitlato". La familia del tequitlato entrante es responsable de preparar y ofrecer una comida compuesta de memelas, camarón de río y frijoles (Bartolomé 1996, 314-315). Es interesante la semejanza entre el papel desempeñado por el tequitlato dentro de la ceremonia y el del golaba en los casos señalados arriba, ya que al ser la persona encargada de recolectar comida para el sacerdote, sus funciones se extienden también a la vida ceremonial, al ser responsables de la comida que se consume durante el cambio de autoridad.

 

El golaba en el Vocabulario de Fray Juan de Cordova

Una obra muy útil para indagar en los contenidos semánticos de términos en zapoteco es el ya referido Vocabvlario en lengva çapoteca de Juan de Córdova, de 1578 (1987). Thomas C. Smith destacó que en su contenido hay información acerca de la vida de la gente que hablaba la lengua zapoteca y su visión del mundo. Este mismo autor nos legó, en diversos trabajos, varias herramientas para abordar la obra de Córdova.37 La propuesta metodológica de Smith para hacer traducciones con base en un análisis lingüístico consiste en divisiones morfológicas para determinar las funciones gramaticales y el contenido semántico de cada elemento; a partir de tales traducciones literales se pueden dar propuestas de traducción libre.38 En adición a esa metodología, también contamos con una versión digital de dicho vocabulario que fue elaborada por Thomas C. Smith, Ausencia López Cruz y Sergio Bogard (1993).39 Los análisis de las entradas se exponen en cuatro renglones: el primero es la transcripción del texto en Córdova; el segundo, la separación en palabras y en morfemas; el tercero, la traducción literal; el cuarto renglón y último es una traducción libre con base en los renglones anteriores.

Los términos analizados están, en su mayoría, relacionados con conceptos que, a partir del tratamiento histórico y etnográfico, hemos encontrado como parte de las atribuciones y acepciones del golaba contemporáneo. El primer caso es el concepto "contar", para el cual tenemos las siguientes entradas:

1) Contar generalmente. Tolábaya

to + lában ÷ ya40

CAU41 + contar ÷ 1s42

Cuento [algo]

2) Contador. Huelába

hue + lába

AGE43 + contar

Contador

3) A cada barrio [tóbitobi] colàba

tobi tóbi co + làba

uno uno (DIST44) AGE + contar

A cada contador

Vemos en 1) el verbo tolábaya, 'Contar generalmente', a partir del cual podemos traducir los agentivos huelába y colàba, como 'contador' . En 3) tenemos que para referirse al barrio se usa la autoridad que la representa, es decir el colàba. Así, de manera inicial podríamos decir que colàba (en la forma del VC) o golaba (en la variante del Istmo de Tehuantepec y parecida a las formas empleadas en la Sierra Sur) significa "contador" y que, basados en 3), cada 'barrio' tenía su propio golaba o contador. El golaba, inferimos, era quien llevaba las cuentas de los tributos de cada barrio. Pero la cuestión no termina aquí, pues hay algo más en el VC al respecto.

Si consideramos los cambios consonánticos en las lenguas zapotecas generamos otras posibilidades de búsqueda. El fonema /c/ en el VC cambia en algunos contextos al fonema /g/ en el zapoteco del Istmo. Además, la grafía <c> puede representar los fonemas /g/ o /c/ en el VC mismo. Por otro lado, la grafía <l> representa el fonema /l/ (lenis) y eventualmente al fonema /ll/ (fortis).45 Lo anterior hace posible pasar de golaba a collaba. Esta última forma aparece varias veces en el VC y se relaciona con el verbo tillàbaya. A continuación analizamos un grupo de entradas donde aparece este verbo:

4) Proueer assi a cada vno de lo que a de hazer. [de obras o destajos, o repartidor] Tillàbachijnaya

Ti + llàba chijna ÷ ya

HAB46 + proveer trabajo ÷ 1s

proveo trabajo

Proueer assi como prouisor, vide regir gouernar. tillábapéaya

ti + llába péa ÷ ya

HAB + proveer medida - ley ÷ 1s

proveo ley

5) Solicitar. vide dar priesa. tillàbaya.

ti + llàba ÷ ya.

HAB + solicitar ÷ 1s

solicito

Solicitar paraque se haga algo iterum. Tillàba tichaya, tillàba chinaya

6) Dar obra quehazer a otro, o destajo, o a vn oficial que me haga algo. tillàbayachijna

ti + llàba ÷ ya chijna

HAB + dar ÷ 1s trabajo

doy trabajo

Obra dar a hazer. tillàbaya chijna.

ti + llàba ÷ ya chijna

HAB + dar ÷ 1s trabajo

doy trabajo

7) Distribuyr obras o destajos. Vide repartir o distribuyr hazie[n]da disponiendo de ella. tillàbayachina.

ti + llàba ÷ ya chìna

HAB + distribuir ÷ 1s trabajo

distribuyo trabajo

8) Mandar hazer obra a vn oficial. vide dar obra. Tillàbaya china

Ti + llàba ÷ ya china

HAB + mandar ÷ 1s trabajo

mando a un oficial a hacer trabajo

9) Occupar à vno darle que haga. Vide dar. tillabayachijna

ti + llaba ÷ ya chijna

HAB + ocupar ÷ 1s trabajo

ocupo a alguien [en un] trabajo

10) Persuadir aque haga alguno algo. Tillaba tichaya

Ti + llaba ticha ÷ ya

HAB + persuadir palabra ÷1s

persuado [por medio de la] palabra

11) Repartir obras o destajos como los tequitlatos haze[n]a los Indios. tillàba chiñaya

ti + llàba chiña ÷ ya

HAB + repartir trabajo ÷ 1s

reparto trabajo

En 4) a 11) tenemos que para traducir el verbo zapoteco tillàbaya Córdova utilizó varios verbos castellanos: proveer, gobernar, regir, solicitar [dar prisa], dar [a hacer obra], distribuir [obras a destajo], mandar [a hacer obra], ocupar [en trabajo], persuadir [para que haga alguien trabajo], repartir trabajo [como los tequitlatos]. En estas entradas el verbo tillàbaya se combina con chijna, ticha y pèa, es decir, con los términos zapotecos para trabajo, palabra y medida o ley. Vemos también que collàba es equiparado en 12) con el término nahua tequitlato, tequi+tlato, que está compuesto, como ya vimos, de las raíces de "trabajo" y "hablar". En todos los casos parece estar presente la idea de asignar trabajo a un grupo de personas por medio de la palabra. Ahora bien, todos estos verbos castellanos pueden ser incluidos en uno solo: "gobernar", que implica "Mandar con autoridad o regir algo", "Dirigir un país o una colectividad política", "Guiar y dirigir", "Manejar a alguien, ejercer una fuerte influencia sobre él", "Regirse según una norma, regla o idea". Otro verbo que puede incluir a todos los mencionados es "administrar": "Gobernar, ejercer la autoridad o el mando sobre un territorio y sobre las personas que lo habitan", "Dirigir una institución", "Ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes", "Desempeñar o ejercer un cargo, oficio o dignidad", "Suministrar, proporcionar o distribuir algo", "Conferir o dar un sacramento", "Aplicar, dar o hacer tomar un medicamento", "Graduar o dosificar el uso de algo, para obtener mayor rendimiento de ello o para que produzca mejor efecto".47 En consecuencia para traducir tillàbaya optamos por el verbo "administrar".

Ahora analicemos un grupo de entradas donde collàba está relacionada con cargos, funcionarios de gobierno o algún tipo de autoridad:

12) Cabo de esquadra en la guerra. collábachijnaquelayé

co + llába chijna quela yè.

AGE + administrar trabajo NOM48 guerra

administrador del trabajo de guerra

13) Dios regidor gouernador con todos los atributos que a esto se

ayuntan. collàbapèarào.

co + llàba pèa rào

AGE+administrar medida grande-sagrada

Administrador de la ley sagrada

14) Esquadra de gente ju[n]ta o como para guerra. tôbicollàba.

tóbi co + llàba

uno AGE + administrar

[gente regida por] un administrador (= unidad administrativa)

15) Estancia o barrio de pueblo. collàba [queche]

co + llàba queche

AGE + gobernar pueblo

[parcialidad de] pueblo [de un] administrador,

(parcialidad administrativa de pueblo)

16) Linaje masbaxo como de hidalgos Tijajoanahuini, tijacollaba.

Tija joána huíni, tija co + llába

Linaje señor pequeño, linaje AGE + administrar

Linaje de señor pequeño, linaje de administrador

17) Mayordomo mayor de vn señor. Collàbachijna quihui

Co + llàba chijna quihui

AGE+administrar trabajo palacio

administrador del trabajo de palacio

18) Parcialidad de gente en vn pueblo para los trabajos del pueblo, o como esquadra. Tobicollaba

Tôbi co+llaba

uno AGE + administrar

[Parcialidad de gente bajo] un administrador

19) Proueedor de obras o destajos, o repartidor. Collábachijña.

Co+llába chijña.

AGE + administrar trabajo

administrador del trabajo

20) Prouisor o proueedor que tiene cargo de proueer o regir como el de obispo o assi. collàbapéa

co + llàba péa

AGE+administrar ley

administrador de la ley

21) Prouidencia assi actiua, o la de Dios. [Quela] collàbapéa Dios

[Quela] co + llàba pea Dios

NOM AGE + administrar ley préstamo

Administración de la ley de Dios

22) Repartidor que los reparte. [repartir obras o destajos como los tequitlatos hazen a los Indios] collàba chijna

co + llàba chijna

AGE + administrar trabajo

23) Solicitador desta manera. [[Para que se haga algo]] Collàbachina.

Co + llàba chìna

AGE + administrar trabajo

administrador de trabajo

En 12) a 23) vemos que colàba, que hemos decidido traducir como "administrador" por las razones ya expuestas, se une a chijna o chiña, trabajo; a pea rao, "medida grande" o "ley sagrada", para formar las nociones de cabo de guerra, regidor, gobernador, mayordomo, mayor, proveedor, provisor, regidor, repartidor de trabajo, solicitador (en el sentido de volver solícito, diligente a alguien, es decir, solicitar como apurar), Dios, obispo y tequitlato. También vemos que para hacer referencia a una unidad administrativa que puede implicar a un grupo de gente, a un territorio, a ambas o a una parcialidad de una unidad mayor en el sentido territorial y de población, se usa el término que denomina a la autoridad que representa a esa unidad administrativa.

En 16) podemos deducir que collàba era una autoridad de segundo orden, pues se equipara con un joana huíni —señor pequeño— y con un hidalgo. El primero se refiere a uno de los rangos más bajos dentro de la clase dominante o "señores" entre los zapoteco prehispánico y el segundo hace referencia a alguien perteneciente a la clase noble baja en el Reino de España.

En resumen, golaba tiene dos posibles etimologías: colába y colàba. La primera nos remite al verbo tolábaya, que puede ser traducida al español con el verbo "contar". De aquí resultan huelába y colába, dos formas de agentivos que, por tanto, pueden traducirse como "contador". El segundo origen se encuentra en el verbo tillàbaya, que Córdova tradujo con una serie de verbos que están relacionados con gobernar, administrar u organizar el trabajo por medio de la palabra. El agentivo collàba, resultado de este verbo, tiene implicaciones más fuertes en el sentido político que colába. Colàba, aunque de segundo orden, es un gobernante, una autoridad, a diferencia de colába, que sólo se refiere al hecho de contar, y estaría haciendo referencia a un recaudador de tributo. Su autoridad se limita a esa actividad.

 

Conclusiones

El trabajo de análisis del golaba contemporáneo a partir de la información referente a lo sucedido hasta mediados del siglo pasado, nos ha llevado a conjuntar la historia, la etnografía y la lingüística, con la finalidad de sustentar teórica y metodológicamente lo que puede ser el antecedente para una investigación sobre cargos zapotecos con fuertes antecedentes prehispánicos. Una peculiaridad en este caso es la consideración del cargo como un rango de segundo orden, debido a su asociación con el servicio religioso dentro de las comunidades. Sin embargo, al poner atención en las diversas formas en las que sus atribuciones se proyectan, podemos identificar atributos del colàba y el collàba. En el primer caso, la función de recaudación de tributos se convirtió, en su mayoría, en la colecta de alimentos, tortillas, leña y otros productos para el abastecimiento de la iglesia. En esta faceta, el golaba heredó la función de recolectar, pero adquirió otras atribuciones como las de servir al sacerdote y acompañarlo en sus salidas. En este caso, la información proporcionada por Ricard es útil, en el sentido de que aporta elementos que nos permiten comprender la asimilación del golaba dentro de la jerarquía religiosa, sobre todo si tomamos en cuenta su posible continuidad con el tequitlato mexica. Al respecto, diríamos que las atribuciones dentro del contexto del servicio religioso no implicaron una ruptura del orden establecido, es decir, fueron fácilmente aceptadas, e incluso propiciadas, dado su carácter de subordinación.

Hasta aquí es clara la predominancia de la función de recolección en el golaba, la cual deriva directamente del colaba. Incluso, podemos añadir a esta atribución predominante la de vigilancia, tal como ocurría en Teotitlán del Valle. La información contenida en las Relaciones geográficas nos permite esta segunda idea, debido a que el golaba o golabo estaba encargado de supervisar las estancias o pueblos sujetos a una cabecera. La comparación con el tequitlato es igualmente favorable para este propósito. Sin embargo, es difícil saber si esta atribución fue una herencia directa del periodo colonial, o más bien es resultado de la asimilación o sobreposición de este cargo con el de collaba. Un elemento que nos obliga a considerar esta segunda posibilidad, es la función que hasta principios del siglo XX tenía el golaba en contextos como el de Santa Cruz Ozolotepec. Nos referimos a su papel como asesor u orientador durante la ceremonia de renovación de cabildo. Los "testimonios" o "responsos" que éste daba a los nuevos cargueros y al pueblo en general, le otorgaban un estatus similar al de los ancianos. De hecho, las personas que eran elegidas para el cargo debían ser mayores de cincuenta años, es decir, muy cercano al siglo mesoamericano de cincuenta y dos años. Los únicos que estaban exentos del cargo eran los que se habían desempeñado anteriormente como presidentes municipales.

Finalmente, consideramos viable, como ya se dijo, la asimilación de atribuciones de los antiguos colaba y collaba en el golaba, tomando a éste como un cargo con antecedentes prehispánicos, pero que comienza a definirse y delimitarse como tal en el periodo colonial, dentro de un sistema en el que la jerarquía del collaba, por secundaria que fuera, difícilmente pudo trascender, debido a la pretensión española de ejercer pleno dominio político sobre los pueblos y sus autoridades.

 

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Notas

1 Joseph W.Whitecotton, Los zapotecos: príncipes, sacerdotes y campesinos, México, FCE, 1985, 158-159.

2 En el último párrafo de la nota 38 del capítulo IV de Los zapotecos: príncipes, sacerdotes y campesinos, Whitecotton hace la siguiente aclaración: "Señor natural en los documentos coloniales españoles se refiere a un gobernante indígena que ocupa esa posición por herencia, por descender directamente de un gobernante indígena anterior a la conquista...": Ibidem, p. 381. Por otra parte, el vocablo "cacique" es de origen antillano. Al parecer deriva de un término taíno que se usaba para ciertas autoridades. Los españoles lo tradujeron como "señor" y lo generalizaron en sus dominios americanos para referirse a autoridades indígenas de diversa índole: Nicolás del Castillo Mathieu, "Relaciones del taino con el Caribe insular", en Thesaurus, t. XXXVII, núm, 2, Colombia, Instituto Caro y Cuervo, 1986, 236; véase también Gudrun Lenkersdorf, "Caciques o consejos: dos concepciones de gobierno", en Chiapas, núm. 11, vol. 11, México, IIE-UNAM, Era, 2001, 77-88.

3 En el VC encontramos para la entrada "Proueedor de obras o destajos, o repartidor" el término Collábachijña, el cual es un cognado de colaabachiña. Para el análisis lingüístico y genérico del término, véase inciso 19) de la sección "El golaba en el Vocabulario de Fray Juan de Córdova": Iuan de Cordoua, Vocabvlario en lengua çapoteca, México, Toledo, INAH, 1987, f. 331f.

4 Relaciones geográficas, Madrid, Est. Tipográfico Sucesores de Rivadeneira, 1905.

5 Ibidem, pp. 33-34.

6 Rémi Siméon, Diccionario de la lengua náhuatl o mexicana, México, Siglo XXI, 2002, 512.

7 Bartolomé y Barabas presentan como un equivalente chatino del tequitlato al cuaa, el cual estaba encargado del gobierno y el cobro de tributos en los barrios y estancias: Miguel Alberto Bartolomé y Alicia Barabas, Tierra de la palabra: historia y etnografía de los chatinos de Oaxaca, México, INAH, Instituto Oaxaqueño de las Culturas, 1996, 243-244.

8 Relaciones geográficas, op. cit., p. 199.

9 Ibidem, p. 296.

10 Ibidem, p. 305.

11 Ibidem, p. 311.

12 Ibidem, p. 317.

13 Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio español, 1519-1810, México, FCE, 2003, 185.

14 Robert Ricard, La conquista espiritual de México. Ensayo sobre el apostolado y los métodos misioneros de las órdenes mendicantes en la Nueva España de 1523-1524a 1572, México, FCE, 182-183.

15 Actualmente existe en la variante zapoteca de la Sierra Norte dilla xhon el término gobaze para designar una carga o forma de trabajo. Otra entrada importe que alude más bien a las funciones de recaudación es la de golhabo, que significa, según Javier Castellanos, "Vas a leer o a contar": Javier Castellanos, Diccionario zapoteco-español, español-zapoteco, variante xhon, Oaxaca, Conocimiento Indígena, 2008, 77, 80.

16 John Chance, La conquista de la Sierra. Españoles e indígenas de Oaxaca en la época colonial, México, Instituto Oaxaqueño de las Culturas, CIESAS, 1998, 222.

17 En el VC aparece el término pèniquèche como equivalente de "Macehuatl, ó vezino del pueblo ó popular". Dicho término está compuesto por peni, "gente", y queche, "pueblo", por lo que puede traducirse como "gente del pueblo": Cordoua, op. cit., f. 252r.

18 Chance, op. cit., p. 224.

19 Es probable que el término gobaz esté también relacionado con el de napace, el cual aparece en Córdova con las entradas "Conservar estar assi [la gracia de Dios en el alma]" y "Conservar virginidad": Cordoua, op. cit., f. 88v. Algunos términos posibles para su traducción al español son los de 'mozo' o 'mancebo'. Finalmente, lo que se destaca en el término es la cualidad de conservar virtud o virginidad, juventud, etcétera.

20 A pesar de que para principios del siglo XX sus funciones en el pueblo de Teotitlán del Valle no estaban relacionadas con la recolección de tributos o de alimento, actualmente persiste en el concepto "contar" este sentido asociado con el golaba, ya que el término correspondiente al verbo es gulaba'a. Información proporcionada por el profesor del bachillerato local Zeferino Mendoza Bautista: Teotitlán del Valle, diciembre de 2009.

21 Wilfrido Cruz asocia al gulabe de los Valles Centrales con el ahuehuete, quien en la misma región funge como concertador en los matrimonios, y con el penicolanij: Wilfrido C. Cruz, Vocabulario zapoteco, Oaxaca, Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, 2004, 14. En Córdova penicolanij aparece asociado con la entrada "Agorero que declara los agueros": Cordoua, op. cit., f. 13v.

22 Información proporcionada por Zeferino Mendoza Bautista: Teotitlán del Valle, noviembre de 2009. Cabe señalar que la práctica de colocar cruces en los sitios considerados como sagrados fue una práctica común adoptada por los religiosos españoles, con la finalidad de ocultar su sentido original. Sin embargo, la asimilación de la cruz cristiana pudo haber sido un proceso no tan complicado, debido a que dentro de la cosmovisión de los grupos mesoamericanos, ésta ha estado relacionada desde antes de la invasión española con la estructura del universo.

23 Museo de Teotitlán del Valle. Información confirmada y detallada por Zeferino Mendoza Bautista: Teotitlán del Valle, noviembre de 2009.

24 Información del señor Flaviano Arroyo, último golaba de Tehuantepec: Santa María Tehuantepec, Oaxaca, diciembre de 2009.

25 Información del señor Antonio Santos Cisneros: Santa María Tehuantepec, Oaxaca, diciembre de 2009.

26 Información proporcionada por el señor Jaime Vicente López Ambrosio: Santiago Xanica, Oaxaca, julio de 2009.

27 Información de los señores Octavio Rojas y Loreto Romero Rojas: San Francisco Ozolotepec, Oaxaca, octubre de 2009.

28 Información del señor Juventino Martínez: Santa Cruz Ozolotepec, Oaxaca, noviembre de 2009.

29 Información del señor Cutberto Zurita: Santa María Ozolotepec, Oaxaca, noviembre de 2009.

30 Información del señor Francisco Aragón: San Juan Ozolotepec, Oaxaca, octubre de 2009.

31 Información del señor Ezequiel López López: Santa Catarina Xanaguía, Oaxaca, octubre de 2009.

32 Velma Pickett, Vocabulario zapoteco del Istmo [;] castellano-zapoteco y zapoteco-castellano, México, Instituto Lingüístico de Verano, 1988, 45.

33 Posesivo.

34 Cordoua, op. cit., f. 55r, 282r.

35 Ibidem, f. 107v.

36 Ibidem, f. 20r, 21v, 94v, 108v, 138r, 383r.

37 Thomas C. Smith Stark, "Mujeres, música y mostagán: la vida alegre de los zapotecos decimoséxticos", México, Instituto de Investigaciones Filológicas y Coordinación de Humanidades-UNAM, 1994; "El uso del Vocabvlario de fray Juan de Córdova en la investigación sobre los zapotecos", presentación para el Seminario Permanente sobre la Lengua, la Escritura, la Historia y el Pensamiento de los binni gula'sa, Oaxaca, CIESAS-Istmo, 6 de marzo de 1998; "La cultura zapoteca a través del Vocabvlario de fray Juan de Córdova", México, Conferencia en la Biblioteca Francisco de Burgoa, Oaxaca, ex Convento de Santo Domingo, 15 de enero de 1999; "Dioses, sacerdotes y sacrificio: una mirada a la religión zapoteca a través del Vocabvlario en lengva çapoteca (1578) de Juan de Córdova", en Víctor de la Cruz y Marcus Winter, coords., La religión de los binnigula'sa, Oaxaca, Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca, Instituto Oaxaqueño de las Culturas, 2002, 98-195.

38 En lo sucesivo se empleará esta metodología para las traducciones correspondientes del zapoteco al español tomadas del VC.

39 Smith Stark, versión electrónica del Vocabvlario en lengva çapoteca [1578] de fray Juan de Córdova, Archivo en Word Perfect de 7.752 megabayts, México, Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios, El Colegio de México, 1993.

40 Divisiones morfológicas: + El signo de más se coloca después de prefijos de flexión. ÷ El signo de división se coloca antes de sufijos de flexión.

41 Causativo.

42 1ª persona singular.

43 Agentivo.

44 Distributivo.

45 Para ver detenidamente las correspondencias entre la ortografía de Córdova y algunas variantes modernas de zapoteco puede consultarse Thomas C. Smith, "El sistema T/A/M en el zapoteco colonial del Valle", Trabajo para ser publicado en las actas del "Coloquio Belmar: las lenguas otomangues oaxaqueñas ante el siglo XXI", Oaxaca, 2007, 4.

46 Habitual.

47 Real Academia de la Lengua Española, versión electrónica en línea del Diccionario de la lengua Española, Real Academia Española, http://buscon.rae.es/draeI/

48 Nominalizador abstracto.

 

Información sobre los autores:

Damián González Pérez. Licenciado en Sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con una tesis sobre educación intercultural y autogestión comunitaria en la comunidad zapoteca de Santiago Xanica, Oaxaca. Maestro en Antropología por la UNAM con la tesis: Las huellas de la culebra. Historia, mito y ritualidad en el proceso fundacional de Santiago Xanica, Oaxaca. Estudiante del Doctorado en Antropología en la Universidad Nacional Autónoma de México, con el proyecto: Llover en la sierra. Ritualidad y cosmovisión en torno al rayo y la lluvia entre los zapotecos del sur de Oaxaca: Coatlán, Loxicha y Ozolotepec. Áreas de investigación: ritualidad y cosmovisión zapoteca, etnohistoria zapoteca, religiosidad popular.

Vladimir Jiménez Cabrera. Licenciado en etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropología e Historia, con una tesis sobre sones rituales en la Saa Guidxi, 'fiesta del pueblo' de Tehuantepec, Oax. Pasante de maestría en Estudios Mesoamericanos por la UNAM, con la tesis "Xuaana y organización político territorial zapoteca del siglo XVI, un acercamiento a través del Vocabvlario de Córdova". Ha colaborado en diversos proyectos de investigación relacionados con pueblos zapotecos y mixtecos, en temas como migración y cambio cultural, la Conquista y la permanencia de prácticas de origen prehispánico. Las áreas de su interés son la etnohistoria, la lengua y la etnografía zapotecas, buscando integrar estas diferentes perspectivas para elaborar propuestas descriptivas y explicativas de procesos históricos y culturales de los zapotecos.

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