SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.38 número3Ascetismo y espiritualidad en la anorexia nerviosa: Un análisis psicosocial históricoNoticias e información índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Salud mental

versión impresa ISSN 0185-3325

Salud Ment vol.38 no.3 México may./jun. 2015

 

Revisión de la bibliografía

Salud Mental y Medicina Psicológica

Luis Arturo González Lozano

Fuente, Juan Ramón de la; Heinze, Gerhard. Salud Mental y Medicina Psicológica. Mc Graw Hill, UNAM, 2da, México: 2014.


La obra de arte es una producción o creación cultural en la cual queda plasmada y en evidencia la intencionalidad de su autor y que cumple con una finalidad estética. Una obra como la que hoy nos participan De la Fuente y Heinze, que al igual a la artística, es una producción en la cual queda plasmada y en evidencia la intencionalidad de sus autores, sólo que a diferencia de la primera, este libro cumple con una finalidad epistémica. Pues además de ser un libro de consulta útil, didáctico e informativo, tomo las palabras de Don Ramón de la Fuente (2003), abona "como reflexión ordenadora de la experiencia" sobre la salud mental.

Y abona precisamente, a esa finalidad que seguramente motivó hace 55 años al propio Don Ramón de la Fuente con la publicación de su libro "Psicología médica" (1959) a ser "un instrumento humanizador del trabajo del médico", dicho en otros términos, formar a los médicos más desde lo psicológico: es decir, sensibles a los problemas humanos para percibir lo que siente, quiere o teme y aplicarlo en el trato con los pacientes. Humanizar el campo y sobre todo la práctica médica con un saber y una aproximación que tome en cuenta su psicología.

La obra académica "Salud mental y medicina psicológica" está conformada de 415 páginas, 30 capítulos, 40 colaboradores sin incluir a sus compiladores. Cuenta con una introducción en memoria de Don Ramón de la Fuente Muñiz. Es una obra multitemática e interdisciplinaria sobre la salud mental, articulada y articuladora de un enorme talento y significativo esfuerzo humano.

Significativo esfuerzo porque nos acerca a una constelación temática convergente y compleja, como es la salud mental; constelación que integra: desde la violencia y el género como constructo cultural, la imbricación entre sexualidad y salud mental, o la salud mental de la mujer y también a lo largo del ciclo vital, la genética y epigenética o la neurobiología vinculada a entender las emociones y la conducta humana, los trastornos mentales recurrentes y la importancia de la personalidad en el diagnóstico integral, las adicciones, la psicofarmacología, la relevancia de los tratamientos psicoterapéuticos y de la comunicación humana, el manejo del médico ante la muerte, hasta el suicidio como fenómeno multidimensional, los aspectos éticos y legales y la iatrogenia, estos últimos capítulos se suman en la segunda edición. Temáticas concebidas sobre los principios, que como señalan atinadamente en el prólogo Juan Ramón y Gerhard, "la salud mental forma parte de la salud integral".

De enorme talento porque su lectura amena, fácil y comprensiva, producto de una cuidada, ordenada, clara y didáctica estructura expositiva contrasta con la profundidad de sus temas, la variedad de los conceptos, lo abarcativo de sus cifras, lo extenso y actual de su información, lo ambicioso de sus propósitos, grosso modo, que contrasta con la compleja y subjetiva realidad que es la salud mental.

Personalmente me parece que entre muchos de los aspectos interesantes de "Salud mental y medicina psicológica" está el hecho de presentarnos una obra que expresa armonía y equilibrio, pues a diferencia de otras que prometen abordar la salud mental, terminan hablándonos de todo lo contrario: sobre la enfermedad.

En el campo de la salud mental, y pido disculpas por el tamaño de mi comparación, pero el campo de la salud mental es un poco como el de la industria de los noticieros y las noticias: estamos tan habituados a que nos informen e informarnos de los conflictos, los escándalos, la corrupción, las disputas, las crisis, las quiebras, los accidentes, las muertes, los robos, entre otras "malas" noticias; que cuando escuchamos lo contrario deja de ser noticioso y hasta de interesarnos. En la salud mental pasa lo mismo, se sigue formando, capacitando y actualizando para tratar y sanar las enfermedades mentales, pero poco para evitarlas; se sigue formando para identificar, diagnosticar y explicar enfermedades, pero poco para escuchar y comprender a las personas y sus personalidades.

De ahí que nada más pertinente que la reflexiva pregunta que hace De la Fuente para provocar al lector, en el capítulo 2, ¿hasta qué grado nos hemos excedido en "medicalizar" a la sociedad? Nuestros sistemas de diagnóstico, cada vez más confiables y válidos en muchas categorías nosológicas, incurren en excesos poco afortunados cuando intentan "psiquiatrizar" asuntos de la vida. Lo que hace más pertinente la pregunta es que venga de un excelente y reconocido psiquiatra, como el doctor De la Fuente.

Así mismo, me parece que este libro favorece una visión global integrando lo cultural sobre la salud mental, como es el análisis que a partir de la perspectiva de género como una construcción sociocultural de la diferencia sexual, se pone en interacción con los fenómenos de violencia o de la salud mental de la mujer por su condición no sólo biológica de serlo. Además, que pueda entenderse la salud mental a lo largo del ciclo de la vida, no sólo de acuerdo con la edad y su desarrollo consecuente, sino además, con situaciones de vida como la pareja, el duelo, entre otras situaciones. Nos comparten conceptos emergentes con una potencia de articulación simbólica como el de resiliencia, bienestar mental o de "capital mental" que se usan para definir capacidades y/o condiciones de salud y no de enfermedad mental.

Por otra parte, ésta es una obra que se conforma de temáticas obligadas e indispensables pero sobre todo de actualidades y fenómenos de salud pública convergentes con la salud mental, como las adicciones, la violencia, el suicidio o las erróneamente nombradas "nuevas" patologías como los comportamientos vinculados al uso y abuso de las tecnologías, las redes y el ciberespacio, o al desmedido culto en torno al cuerpo, sea con la finalidad de transformarlo o de conservarlo desproporcionadamente estético y/o saludable, a lo que coincido con De la Fuente quien mejor les llama por su nombre "los viejos problemas en nuevos contextos".

No quisiera dejar pasar el comentario de lo novedoso que me resulta en su estructura general esta obra de consulta, novedoso para mí, es que se incluyan aspectos sobre comunicación humana que contribuyen a favorecer el vínculo y alianza terapéutica entre paciente y médico; o destacar a su vez los procedimientos psicoterapéuticos que se deben sustentar en la comunicación más que la información; así también hacer uso de la reflexión, manejo actitudinal, emocional e interaccional ante la muerte como parte de una profesión médica que se asocia ineludiblemente a ella a través de la enfermedad y la curación; o lo tocante a la iatrogenia que confronta al médico con el irrevocable derecho del paciente para evitar en su persona consecuencias en su salud debido a errores en los procedimientos e intervenciones; también sin dejar de lado los aspectos éticos y legales que atienden la conveniencia o no del comportamiento del profesional de la salud mental en su práctica y en su relación con el paciente.

Es decir, todos los aspectos que se abordan con atino y profundidad en los capítulos tienen una finalidad: que además de ser útiles y de fácil acceso a la formación de una visión de conjunto e integradora sobre la salud mental, ayuden para quienes se inician o para quienes están a la mitad o por concluir en una ruta profesional, a entender el complejo entramado biopsicosocial que representa la salud mental. Cumple además con una labor de pedagogía humanizante y humanizadora de la que fuera promotor incansable Don Ramón de la Fuente, una práctica médica humanista que sitúa y coloca al otro, entendido como el paciente, en una condición de equidad relacional; especialmente estos últimos apartados son los que se orientan con el cometido de formar, no de manera científica y técnicamente, sino psicológica y culturalmente, no para el hacer de la medicina, sino más bien para el ser que es el médico. "Porque en último término -como pronunciara Don Ramón de la Fuente en el 2003- la imagen que se tiene del hombre determina la clase de medicina que se practica".

La lección expresa que me deja la lectura de esta obra, es que la medicina psicológica en el ámbito de la salud mental coloca al hombre como totalidad integrada que precede a la visión centrada en las enfermedades; por lo que se debería proceder con una sensibilidad claramente humanista sin dejar de lado la ciencia y la aplicabilidad de la técnica médica rigurosa.

Lo que representa no sólo un deseable, sino indispensable cambio en la concepción médica sobre la salud mental, que así también enriquece nuestra visión inter y transdiciplinaria que requieren las aproximaciones y abordajes sobre nuestra compleja salud mental: la medicina en sociedad con lo psicológico son una inversión sustentable y redituable, nos permite descentrarnos de la enfermedad, para pasar a enfocarnos en la salud mental de las personas. Pero quien mejor lo expresa, es el doctor, Juan Ramón de la Fuente cuando refiere "es necesario aceptar que no todos los periodos difíciles de la vida son enfermedades. No todo sufrimiento es enfermedad. Los sistemas diagnósticos inflacionarios no contribuyen al avance científico ni al bienestar de los pacientes".

Creative Commons License This is an open-access article distributed under the terms of the Creative Commons Attribution License