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Salud mental

versão impressa ISSN 0185-3325

Salud Ment vol.35 no.6 México Nov./Dez. 2012

 

Información y acontecimientos

 

XX aniversario del Instituto de Neuroetología

 

Carlos M. Contreras1

 

1 Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM. Instituto de Neuroetología, Universidad Veracruzana.

 

Correspondencia:
Dr. Carlos M. Contreras,
Universidad Veracruzana. Av. Dr. Luis Castelazo s/n, Industrial Las Animas, 91190, Xalapa, Veracruz, México.
E–mail: ccontreras@uv.mx; contreras@biomedicas.unam.mx

 

Cuando los intereses de las personas encuentran un punto de confluencia, las cosas funcionan. La Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas tiene entre sus estatutos una cláusula en la que se compromete a celebrar su Congreso Anual fuera de la Ciudad de México, con la finalidad de apoyar el desarrollo de las Ciencias Fisiológicas en las Universidades estatales. Cumpliendo con esa norma estatutaria, se celebraron dos congresos de esta Sociedad en la Universidad Veracruzana (UV), en la sede de Xalapa, Veracruz.

El estado de Veracruz, siempre famoso en muchos sentidos, brindó su hospitalidad y todo su apoyo a la celebración de esos dos congresos. El primero de ellos se celebró en 1981, cuando Flavio Mena era presidente de esa Sociedad. Cuando se celebró el segundo, seis años después, la Secretaría de esa Sociedad estaba a cargo de quien esto escribe. Le pregunté a Flavio sobre su experiencia y palabras más palabras menos, me dijo: "...contacta a Ernesto, él comanda un grupo increíblemente eficaz de muchachos estudiantes..."

Se trataba de Ernesto Rodríguez Luna, en aquel tiempo recién egresado de la carrera de Biología en la UV, pero quien con sus inquietudes y empeño característicos ya había formado un grupo de jóvenes que quizá con más entusiasmo que conocimientos comenzaba a hacer investigación dirigida hacia la protección de la fauna de la región de los Tuxtlas, en especial de los monos. Para ese entonces ya había mucho trabajo hecho. Ahí se inició un contacto académico productivo, con una peculiar confluencia de intereses.

Vale la pena recordar que en los estatutos del Decreto de creación del Distrito Federal (DF), quedó establecido que se trata de una entidad diseñada –aunque los políticos y no pocos habitantes del DF pretenden desconocerlo– para dar apoyo y organización a los Estados de la República Mexicana (nombre modificado por decreto a otro espantoso término). Con mucho, mediante esa ignorancia (o quizá desdén) todas las actividades se centraron en el DF, incluidas, por supuesto, las académicas, a pesar de que el Sistema Nacional de Investigadores apoya de manera especial a los investigadores que laboramos fuera del DF.

Ha habido muchos intentos exitosos de descentralización de la actividad científica, principalmente por parte de las entidades académicas más fuertes del país en este terreno. Me refiero al CINVESTAV y a la UNAM. Ambas entidades académicas han fundado numerosas sedes en los Estados del país que funcionan de manera relevante, en dos formas: o bien mediante la creación de nuevas instancias o bien bajo la inserción de grupos de investigación. Por parte del CINVESTAV destaca la figura de Carlos Beyer, quién en 1983 logró acuerdos con la Universidad de Tlaxcala y fundó ahí el Centro de Investigaciones en Reproducción Animal. Por ese tiempo yo era el Secretario Académico del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBiom). Algún día Pablo Pacheco, quien por cierto ya había sido Secretario, Tesorero y Presidente de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas, me comentó con su picardía característica que había sido invitado al integrarse al grupo de Tlaxcala. No hubo inconveniente por parte de la Directora, la Doctora Kaethe Willms, y Pablo se incorporó decididamente a la corriente descentralizadora. Se fue sin homenajes, casi sin despedirse. Ahí en Tlaxcala se formaron posgrados y grupos sólidos de investigación que continúan cosechando éxitos académicos. Además se amplió el contacto con la UV principalmente mediante la inserción de estudiantes de la UV a los posgrados de Tlaxcala.

Aquí conviene destacar la existencia de un convenio de colaboración académica entre la UNAM y la UV, que fue firmado en 1989 por sus Rectores, José Sarukhan y Salvador Valencia, respectivamente. Unos años antes, cuando fui Secretario Académico del IIBiom surgió el concepto de Unidad Periférica adscrita a Universidades estatales. Actualmente, además de las Unidades insertadas en los Institutos Nacionales de Salud, son dos las Unidades Foráneas, la de la Universidad de Tlaxcala y la de la UV.

La Unidad Periférica Xalapa se formó en 1989 y el Programa de Colaboración Específico fue firmado en agosto de 1990 por Juan Ramón de la Fuente como Coordinador de la Investigación Científica, Librado Ortiz Ortiz como Director del IIBiom y por parte de la UV, Raúl Cortés García, Secretario Académico, José Velasco Toro, Director General de Investigaciones, Félix Báez Jorge como Coordinador General de Estudios de Posgrado e Intercambio Académico y Mario Vázquez Torres, Jefe del Centro de Investigaciones Biológicas.

La conjunción entre investigadores de la UV y de la UNAM llevó a la creación del Instituto de Neuroetología. No éramos muchos: Ernesto Rodríguez Luna, con su empuje y conocimiento de la UV, y Pablo Pacheco, con su audacia y picardía, presentaron junto con algunos estudiantes de posgrado [Jorge Manzo, actual Director del Centro de Investigaciones Cerebrales (UV), Domingo Canales Espinosa, actual Director General del área Biológico Agropecuaria (UV) y Porfirio Carrillo Castilla, Secretario Académico (UV)] el proyecto para la creación del Instituto de Neuroetología. El Rector era Rafael Hernández Villalpando, quien recibió un legajo de hojas conteniendo currícula, informes y sobretiros, incluido el logotipo y, al final, una página en la que se había garabateado una interrogación que abarcaba toda la hoja. El Rector autorizó el proyecto y quiso conocer a los demás integrantes del futuro Instituto, así que al día siguiente fui invitado a asistir. Luego de la aprobación por el Consejo Universitario, el Instituto de Neuroetología formalizó sus actividades en 1992.

Aunque el programa de colaboración entre la UNAM y la UV se actualizó en 1995, se reconoció la fecha de 10 de junio de 1989 como la de la creación de la Unidad Periférica Xalapa del IIBiom de la UNAM en la UV, tres años antes de la creación del Instituto de Neuroetología. Esta actualización fue firmada por Gerardo Suárez Reynoso como Coordinador de la Investigación Científica, Carlos Larralde Rangel como Director del IIBiom y Dorotea Barnés como Directora General de Intercambio Académico por parte de la UNAM. Por parte de la UV fue firmado por Jorge Ramírez Juárez, Secretario Académico, Bernardo Domínguez Zárate como Coordinador General de Estudios de Posgrado, Carmen Blázquez Domínguez, Directora General de Investigaciones y Ernesto Rodríguez Luna ya como el primer Director del Instituto de Neuroetología.

Siempre se tuvo el apoyo de nuestros compañeros de la Sociedad Mexicana de Ciencias Fisiológicas. Ellos nos ayudaron impartiendo seminarios y talleres, y así, en 1993, se formó el posgrado en Neuroetología, primero la Maestría y poco tiempo después el Doctorado. Pronto se obtuvo el aval del CONACyT, llegaron las becas y con ello se han podido formar, a la fecha, 10 generaciones de nuevos investigadores. En 1999, cuando me tocó en suerte ser el Director General de Investigaciones, con Víctor Arredondo como Rector de la UV, se nos proporcionaron las instalaciones actuales. Unos espacios magníficos.

Actualmente en el Instituto de Neuroetología colaboramos tres grupos de trabajo.

El grupo del Biología de la Conducta trabaja en aspectos relacionados con el impacto de la deforestación y fragmentación del hábitat, con el objetivo de preservar especies nativas en proceso de extinción en la región veracruzana de los Tuxtlas, principalmente el mono aullador y el mono araña, entre otras. Francisco García Orduña, egresado de nuestro posgrado en Maestría, y director actual del Instituto, realiza estudios sobre el comportamiento alimentario, endocrinología y salud, y bienestar y genética. Egresada de nuestro Doctorado, Laura Teresa Hernández Salazar dedica su esfuerzo a la detección de las pautas conductuales de esta especie que le permiten la selección adecuada de alimentos; sus estudios se extienden a la ardilla silvestre. María de Jesús Rovirosa Hernández, Doctora por la Universidad Autónoma de Tlaxcala, trabaja sobre los aspectos endocrinológicos de las pautas reproductivas de estos primates. Sus estudios se extienden a otros mamíferos como los roedores, quirópteros y carnívoros. Adriana Rangel Negrín, graduada por la Universidad de Barcelona, España, en cátedra de retención por el CONACyT, está interesada por el estudio del hábitat, la endocrinología y la conducta social. Pedro Américo Días, Doctor por la Universidad Autónoma de Madrid, España, estudia la ecología del comportamiento de estos monos en un contexto socio–ambiental. Paulo Cesar Quintana Morales, egresado de Neuroetología, estudia diversos aspectos del comportamiento, pautas reproductivas tanto en cautiverio como en espacios abiertos. Recientemente se incorporaron Filippo Aureli, Doctor por la Universidad de Utrecht, Holanda, quien es un experto en la regulación de las relaciones sociales, manejo de los conflictos, mecanismos para la reducción del estrés, y las dinámicas de fisión y fusión. Por su parte, Colleen M. Schaffner, quien recibió su Doctorado en la University of Nebraska, EUA, dedica su tiempo al estudio de la regulación de las relaciones sociales y la dinámica de poblaciones en relación al medio ambiente. Otros investigadores de este grupo laboran con otras especies. Jorge E. Morales Mávil, Doctor por la UNAM, estudia en los anfibios y reptiles, las interacciones presa–predador, así como las estrategias alimentarias de estas especies. Víctor Rico Gray, Doctor por la Universidad de Tulane, NO, EUA, ha dedicado todo su esfuerzo al estudio de las interacciones entre las especies, particularmente entre los insectos y la flora. Armando J. Martínez Chacón, Doctor por el Instituto de Ecología, A.C., desarrolla su trabajo de investigación en insectos, particularmente en la ecología del comportamiento de las abejas, tanto las nativas como las invasoras, en tanto que Adolfo López Galindo se ocupa del rescate de la flora y realiza estudios fenológicos de la vegetación.

El grupo de Neurociencias es encabezado por Pablo Pacheco Cabrera, Doctor por la UNAM, con su larga tradición científica por sus estudios sobre la anatomía y la fisiología de la médula espinal y su relación con las respuestas autónomas y la conducta reproductiva. Dos alumnos de Pablo completan este grupo de trabajo: Miguel ángel Camacho Pernas, Doctor por la Universidad Miguel Hernández, Elche, España, estudia las características neurales de la respuesta a la nocicepción y Maivy Alvarado Olivares, Doctora egresada de nuestros posgrados, analiza el control neural de la conducta reproductiva.

El grupo de Neurofarmacología, en el que todos sus participantes son Doctores en Ciencias graduados por la UNAM, está encabezado por quien esto escribe, ahí continúo con mis estudios sobre los trastornos afectivos, con el añadido reciente del estudio de la formación de los afectos, con Ana Gloria Gutiérrez García y sus trabajos sobre el estrés emocional y la comunicación química; Blandina Bernal y la ontogenia de la ansiedad y de la depresión, y Juan Francisco Rodríguez Landa que estudia la participación de los neuroesteroides en los procesos afectivos.

Se trata pues, de un grupo en el que confluyen múltiples voluntades y talentos, para quien auguro el más grande de los éxitos en su XX Aniversario.

 

PREMIO MANUEL CAMELO 2012

El día 5 de octubre, en la ceremonia de clausura de la XXVII Reunión Anual de Investigación, se otorgó el Premio Manuel Camelo a la doctora Luciana Ramos Lira por su sobresaliente trayectoria enfocada en la investigación de temas relacionados con la victimización del ser humano, en especial de la mujer.

La doctora Ramos obtuvo su título en 1984 en la Universidad Autónoma Metropolitana–Xochimilco en Psicología y desde ese año es investigadora de tiempo completo en el Instituto Nacional de Psiquiatría. Obtuvo el grado de Maestría y Doctorado por la Universidad Autónoma de México en la Facultad de Psicología. En 1997 participó en una estancia posdoctoral en el Departamento de Psicología de la Universidad del Estado de Arizona, en Estados Unidos. Fungió como Jefa del Departamento de Investigaciones Especiales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente desde 1999 a 2002, obteniendo en el 2001 la más alta categoría de Investigadora en Ciencias Médicas. En 2010 realizó otra estancia de investigación en San José, Costa Rica, por el Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente (ILANUD).

Es docente en la Facultad de Medicina y tutora en la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de México, y ha impartido clases en Licenciaturas y Posgrados en la Universidad Iberoamericana, la Universidad Intercontinental, la Asociación Mexicana de Terapia de Pareja, la Universidad Autónoma de Nuevo León, el Instituto Nacional de Ciencias Penales y la Universidad Autónoma de Sinaloa.

Es Investigadora Nacional Nivel II en el Sistema Nacional de Investigadores. Su productividad científica abarca más de 80 artículos publicados en revistas nacionales e internacionales, 33 capítulos de libro y un libro publicado en coaautoría, 13 membresías en consejos o comisiones; y ha sido presentadora y comentarista de libros y películas. Ha dirigido tres tesis de licenciatura, seis de maestría y dos de doctorado.

Actualmente la doctora Ramos y un equipo de investigadores e investigadoras del Instituto Nacional de Psiquiatría colaboran con la UNAM y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, en el "Estudio nacional sobre fuentes, orígenes y factores que producen y reproducen la violencia contra las mujeres".

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