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Revista mexicana de fitopatología

versão On-line ISSN 2007-8080versão impressa ISSN 0185-3309

Rev. mex. fitopatol vol.27 no.2 Texcoco Jan. 2009

 

Artículos científicos

 

Tipo de Riego, la Aplicación de Acolchado Orgánico y Fungicidas Sobre las Pérdidas de Cosecha Ocasionadas por el Corazón Mohoso [Alternaria alternata (Fries) Keissler] en Manzanos [Malus sylvestrys (L.) Mill. var. domestica (Borkh) Mansf.] cv. Red Delicious

 

Irrigation Type, Organic Mulch and Fungicide Sprays over Yield Losses Caused by Moldy Core [Alternaria alternata (Fries) Keissler] in Apple Trees [Malus sylvestris (L.) Mill. var. domestica (Borkh) Mansf.] cv. Red Delicious

 

Manuel Rafael Ramírez–Legarreta, Juan Luis Jacobo–Cuéllar, Mario René Ávila–Marioni, Rafael Ángel Parra–Quezada y María Guadalupe Zacatenco–González

 

INIFAP, Campo Experimental Sierra de Chihuahua (CESICH), Hidalgo 1213, Zona Centro, Cuauhtemoc, Chihuahua, México CP 31500. Correspondencia: legarreta.manuel@inifap.gob.mx.

 

Recibido: Julio 3, 2009
Aceptado: Octubre 8, 2009

 

Resumen

En los ciclos 2006 y 2007 se evaluó el efecto del tipo de riego, presencia de acolchado orgánico y aspersiones de fungicidas sobre el daño del corazón mohos del cultivar Red Delicious en un huerto de la localidad de Cuauhtémoc, Chihuahua, México. La parcela experimental consistió en cinco hileras de 21 árboles cada una. En los primeros 11 árboles de cada hilera se modificó el tipo de riego hacia goteo enterrado, el cual originalmente fue de micropasersión, dejando los 10 restantes con el riego original. Sobre éstas últimas parcelas se ubicaron tratamientos con acolchado orgánico y en ambos tipos de riego se realizaron aspersiones de Bacillus subtilis, saponinas esteroidales y kresoxim methyl. Los resultados indicaron que el tipo de riego marcó la mayor diferencia entre los tratamientos en cuanto al daño presentado, la presencia o ausencia de acolchado, no modificó la intensidad de daño y las aspersiones de fungicidas mostraron efectos inconsistentes en ambos ciclos. Se considera que el efecto del tipo de riego es debido al impacto del agua sobre la superficie del suelo donde se encuentra el inoculo del hongo.

Palabras clave: Manejo, floración, pérdidas de cosecha.

 

Abstract

The effect derived from irrigation type, organic mulch and fungicide sprays during the 2006 and 2007 cycles over the moldy core damage on the Red Delicious apple cultivar was evaluated in an orchard located in Cuauhtémoc, Chihuahua, Mexico. The experimental plot consisted in five lines of 21 trees each. The irrigation type for the first 11 trees of each line was modified to subsurface drip irrigation, which was originally performed by microsprinklers, leaving the 10 trees left with the original irrigation type. Organic mulch treatments were located over these last plots, performing Bacillus subtilis, steroidal saponine and kresoxim methyl aspersions to both irrigation types. The results indicated that the irrigation type set the highest differences among treatments with regards to the damage revealed. Neither the presence nor absence of organic mulch reached to modify the damage intensity, and the fungicide aspersions revealed inconsistent effects in both cycles. It is considered that the effect derived from the irrigation type is due to water impact on the soil surface where the fungi inoculum is located.

Key words: Management, bloom period, yield losses.

 

INTRODUCCIÓN

Alternaria alternata (Fries) Keissler es el hongo predominantemente asociado al corazón mohoso del fruto del manzano [Malus sylvestrys (L.) Mill. Var. domestica (Borkh) Mansf.] cv Red Delicious (Reuveni et al., 2006), en SudAfrica se ha encontrado que el daño puede ser ocasionado por Alternaria arborescens Simmons, Alternaria infectoria Simmons y Alternaria tenuissima (Kunze) Wiltshire (Serdani et al., 2002). La enfermedad es considerada la más importante de este cultivar en el norte de México. En los Estados Unidos se encuentra catalogada como de menor importancia en pérdidas durante postcosecha (English, 1944; Lockhart and Forsyth, 1974) y se define como problema de calidad (Ellis y Barrat, 1983a) más que de producción. El corazón mohoso se caracteriza por el crecimiento del micelio dentro de los lóculos, con o sin penetración en el mesodermo del fruto (Reuveni y Sheglov, 2003; Michailides et al., 1994), los síntomas externos de frutos enfermos son difíciles de percibir aunque algunos pueden adquirir color y caer en forma prematura (Ellis y Barrat, 1983a; Spotts, 1990). Las condiciones climáticas adecuadas para el desarrollo de la infección es la presencia de lluvia durante la floración del manzano (Ramírez–Legarreta y Jacobo–Cuéllar, 1999a) o bien alta humedad relativa y temperaturas medias (Reuveni y Sheglov, 2002). Se considera a los cultivares con cáliz abierto como las de mayor susceptibilidad (Millar, 1959) aunque también se ha reportado en cultivares Fuji (Michailides et al., 1994). En la región productora de manzana del estado de Chihuahua, las pérdidas ocasionadas por la enfermedad en 1997 fueron de 5.8 ton.ha–1, equivalente a 17 400 $.ha–1 (Ramírez–Legarreta y Jacobo–Cuéllar, 1999b). En un estudio posterior, ubicando las pérdidas ocasionadas dentro de estratos se tecnificación de huertos se determinó que las pérdidas de producción por efecto del corazón mohoso fueron más fuertes en huertos de media y alta tecnificación (Ramírez–Legarreta et al., 2000). En este mismo estudio se definió que la intensidad de daño se encuentra directamente relacionada con el número de frutos presentes en el árbol (Ramírez–Legarreta et al., 2000). En los años 2001 y 2002 se reportaron pérdidas de producción por daño de corazón mohoso del 6.4 y 13.2% del total de la cosecha respectivamente (Ramírez–Legarreta et al., 2006). El daño aunque variable entre ciclos es permanente en la región manzanera de Chihuahua, donde se ha desarrollado un modelo de comportamiento de la enfermedad (Ramírez–Legarreta y Jacobo–Cuéllar, 1999a) que permite la reducción del daño en relación al manejo el productor en 60% (Ramírez–Legarreta et al., 2004), sin embargo la utilización de éste es aún moderada y a pesar de que se utilizan 2.4 Kg.ha–1 de ingrediente activo de fungicidas para el manejo de la enfermedad (Ramírez–Legarreta et al., 2004), la continuidad del daño persiste. La escasa presencia de la lluvia durante la floración del manzano en Chihuahua (Medina–García et al., 2006), la necesidad de cambiar a sistemas de riego más efectivos, así como el aumento en el uso de acolchados para el ahorro de humedad en los huertos de manzano permiten anticipar cambios en la presencia e intensidad del corazón mohoso de la manzana Red Delicious, dado el carácter saprófito del patógeno (Rotem, 1994). El objetivo del presente trabajo consistió en evaluar el efecto del tipo de riego, la presencia de acolchados orgánicos y la aplicación de fungicidas sobre el daño del corazón mohoso de la manzana Red Delicious.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Sitio de estudio. El trabajo se desarrolló durante los ciclos 2006 y 2007 en el municipio de Cuauhtémoc, Chihuahua ubicado a 28º 25' LN y 106º 51' LO, altitud de 2010 msnm, con clima semiseco templado, precipitación pluvial promedio de 478 mm y temperatura media anual de 14.2 ºC (Medina–García et al., 2006).

Parcela experimental. El experimento se estableció en un huerto de 20 años de edad del cultivar Red Delicious sobre portainjerto MM 106, plantados a 5 X 4 m y una densidad de 500 árboles por hectárea. En un bloque de 105 árboles de manzano se utilizaron dos hileras de 21 árboles cada una, que a la vez presentaban hileras adyacentes de protección, para distribuir los siguientes tratamientos: Goteo enterrado; Goteo enterrado+aspersiones de Bacillus subtilis (Ehrenberg) Cohn; Microaspersión + acolchado orgánico; Microaspersión+acolchado orgánico+ aspersiones de Bacillus subtilis; Goteo enterrado+aspersiones de saponinas esteroidales; Goteo enterrado+ aspersiones de kresoxim metil; Microaspersión+acolchado orgánico+aspersiones de saponinas esteroidales; Microaspersión+acolchado orgánico+aspersiones de Kresoxim metil; testigo del productor (Microsapersión sin acochado y sin aspersiones de fungicidas). La primer hilera experimental estuvo ocupada por los primeros cuatro tratamientos, y la segunda por los últimos cuatro. Cada tratamiento correspondió a cuatro árboles, dejando una hilera y un árbol intermedio entre tratamientos como protección. En los primeros 10 árboles de cada una de las cinco hileras utilizadas se modificó el sistema de riego original del productor (microaspersión), con goteo enterrado o subsuperficial. El sistema se enterró a una profundidad de 35 ± 5 cm, utilizando mangueras RAM de 20 mm con goteros autocompensados incrustados cada 60 cms y un gasto aproximado de 1.62 lph en ambos lados de la hilera. El sistema y sus componentes de filtrado, Venturi ,válvulas de control y presión, fue el mismo para ambos tipos de riego. El tipo de microaspersión estuvo constituido por mangueras superficiales y goteros de 18 lph y se dispuso en medio de la hilera ubicando cada aspersor entre cada dos árboles. Ambos sistemas fueron operados por el productor propietario el huerto. Se utilizaron todos los días durante el período de floración en los dos ciclos, por un lapso de cuatro horas y su uso fue dependiente del manejo normal por parte del productor propietario del huerto. En el centro del bloque de árboles se instaló un higrotermógrafo marca Dikson THDXMR en una caseta meteorológica para el registro diario de la humedad relativa y la temperatura, ésta se localizó en el árbol de protección central que separó los tratamientos de goteo enterrado y microaspersión. La velocidad de viento promedio diaria, y la ocurrencia de precipitación pluvial fueron capturadas por medio de una estación meteorológica computarizada propiedad de la Unión de Fruticultores del Estado de Chihuahua, ubicada en un huerto adyacente al experimental.

Acolchado y fungicidas. El acolchado utilizado fue una mezcla de paja de avena, cáscara de pino y encino más aserrín. Se ubicó sobre las hileras de los tratamientos que lo contenían, depositando aproximadamente 15 cms de espesor. El espesor del acolchado fue medido cada mes, reponiendo el espesor faltante las veces que fue necesario. Los fungicidas y dosis utilizados fueron: Bacillus subtilis, 600 gr de i.a. ha1; Saponinas esteroidales, 180 gr de i.a. ha–1; Kresoxim methyl, 100 gr de i.a. ha–1. Todas las dosis estuvieron calculadas en 1000 litros de agua. Las aspersiones se realizaron al 30 y 60% de floración del manzano, los días 20 de marzo y 4 de abril en 2006, y el 23 y 31 de marzo en 2007, ya que se considera a la etapa de floración como la más susceptible (Reuveni et al., 2002). Se contabilizó el número de frutos presentes en cada árbol de los tratamientos a evaluar inmediatamente después de la práctica de aclareo de fruto. Así mismo, a partir de la última semana del mes de mayo (Ramírez–Legarreta et al., 2004 a y b) se realizaron muestreos semanales del total de frutos caídos por árbol en cada tratamiento (Ramírez–Legarreta y Jacobo–Cuéllar, 1999a). Los frutos recolectados fueron partidos ecuatorialmente para observar la presencia del daño originado por Alternaria alternata, llevándose un registro de daño semanal.

Impacto ambiental, costos, análisis estadístico y de residuos. Se evaluó el coeficiente de impacto ambiental generado por la aplicación del Kresoxim methyl en cada tratamiento de los ciclos 2006–2007 (Ramírez–Legarreta y Jacobo–Cuéllar, 2002; Ramírez–Legarreta et al., 2004), el cual se determina en campo de la siguiente forma: Impacto ambiental = EIQ*i.a.*dosis*frecuencia, donde; EIQ = coeficiente de impacto ambiental obtenido de tablas (Kovach et al., 1992); i.a.= ingrediente activo del producto formulado; dosis = cantidad de producto comercial aplicado en campo; frecuencia = número de aplicaciones. Se realizó un análisis de rentabilidad mediante presupuestos parciales de cada uno de los tratamientos de los ciclos 2006 y 2007 (Perrin et al., 1979).

Las comparaciones estadísticas del número de frutos caídos entre tratamientos se realizó mediante la prueba no parmétrica de Mann–Whitney para evaluación de dos muestras independientes (Sprent y Smeeton, 2001). En el tratamiento con Kresoxim methyl durante ambos ciclos se realizó un análisis de residuos en fruta fresca cosechada en el laboratorio de análisis de residuos de CIAD–Culiacán, Sinaloa, México.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Daño entre ciclos y tipos de riego. El número de fruto caído enfermos por corazón mohoso indicó que 2006 presentó diferencia estadística significativa (Cuadro 1) con un mayor número de frutos que 2007 (Figura 1). La causa probable de este resultado fue la mayor presencia de fruto en el árbol durante 2006 en relación al 2007 ya que la intensidad de la enfermedad se encuentra directa y positivamente relacionada al número de frutos (Ramírez–Legarreta et al., 2000). En 2006 el promedio de frutos por árbol fue de 202 manzanas, en tanto que en 2007 este promedio descendió a 65 manzanas por árbol.

El efecto del tipo de riego sobre la intensidad de daño de Alternaria alternata, se anota en la Figura 2. La figura permite definir que el riego por goteo enterrado presenta un menor número de fruto caído enfermo, en relación a donde se utilizó Microaspersión, las diferencias fueron estadísticamente significativas en ambos años (Cuadro 1). La relación positiva entre el riego por microapasersión y la mayor cantidad de frutos caídos enfermos puede ser ocasionada por el efecto que los microaspersores producen sobre el inoóculo del hongo depositado en el suelo, donde los frutos caídos enfermos permiten su propagación y liberación al provocar un efecto parecido a la lluvia, factor importante en el proceso infectivo del hongo (Ramírez–Legarreta y Jacobo–Cuéllar, 1999a). La relevancia del resultado estriba en que la mayoría de la literatura revisada considera a la alta humedad relativa como factor esencial para el desarrollo de la infección (Ellis y Barrat, 1983a y b; Lee et al., 2006; Li et al., 2007; Reuveni et al., 2003; Spotts, 1990, Wilson y Ogawa, 1979). Al parecer este factor no fue relevante en el desarrollo del presente estudio ya que la humedad relativa presente en el bloque experimental no excedió al 63% en ambos años a pesar de que el riego por microaspersión fue ultilizado diariamente, posiblemente por las constantes rachas de viento registradas durante la floración del manzano (Figura 3). Es más probable que el factor relevante para la infección, según los resultados obtenidos, sea el impacto del agua sobre la superficie del suelo y/o acolchado, donde se deposita el inoculo proveniente del fruto caído, para que éste alcance a la flor del manzano.

Resultados anteriores indican que la mayor concentración de daño se ubica en el primer metro y medio sobre la superficie del suelo, disminuyendo el porcentaje de infección conforme el muestreo se realiza a mayor altura (Ramírez–Legarreta y Jacobo–Cuéllar, 1999b). Otro punto relevante en que los resultados del presente estudio no coincidieron con la literatura es en la probabilidad de que se infecten frutos en desarrollo a través de cáliz por efecto de la humedad. La Figura 2, permite observar que la curva de daño acumulada del tratamiento con goteo enterrado no muestra incrementos o variaciones en la época de presencia de lluvias (Figura 3), definiendo la posibilidad de un solo período de inoculación durante la floración del manzano, pero con un lapso de latencia e infección variable dentro del fruto (Li et al., 2007).

El efecto del riego por goteo enterrado puede ser fácilmente simulado por el riego con micropasersión, solamente evitando su uso durante la floración del manzano. Indicar que es recomendable la instalación del riego por goteo enterrado para resolver el problema de Alternaria alternata en el fruto no es viable, ya que el costo de instalación, zanjeo y tuberías varía entre 1000 y 3000 dólares americanos por hectárea, dependiendo del número de hectáreas. El uso del riego durante la floración del manzano es una práctica común en la región manzanera de Chihuahua, con efectos colaterales de producción de epidemias de tizón de fuego [Erwinia amylovora (Burill), Winslow, Broadhurst, Buchanan, Krunwiede, Roger y Smith] y corazón mohoso. La ausencia de riego durante floración no afecta la producción ni la calidad de fruto, en cambio permite el manejo de enfermedades que se presentan durante esta etapa (Ramírez–Legarreta et al., 2003), así como un 15% más de fruto amarrado (datos no publicados).

Daño en tratamientos con acolchado y fungicidas. La comparación del fruto caído enfermo bajo la presencia o ausencia del acolchado orgánico se muestra en la Figura 4.

Tanto en 2006 y 2007, no se encontraron diferencias estadísticas en ambos tratamientos (Cuadro 1), la presencia del acolhado orgánico no incrementó la presencia de daño, dadas las características saprofiticas del hongo (Rotem, 1994); sin embargo se considera que Alternaria alternata tiene mayor supervivencia sobre residuos que pueden ser diferentes a los de su huésped natural (Norse y Wheeler, 1971). Aquellos tratamientos que estuvieron sujetos a la aplicación de fungicidas mostraron un comportamiento irregular (Figura 5). En 2006 se detectaron diferencias estadísticas significativas para los tratamientos con aspersiones de fungicidas (Cuadro 1), registrando 60% menos de fruto caído en el tratamiento con fungicidas. En 2007 no se encontraron diferencias entre tratamientos asperjados y no asperjados (Figura 5), los resultados aunque parecen ambiguos son un común denominador con Alternaria alternata en manzano, resultados anteriores repiten el comportamiento del presente estudio detectando que lo normal es la irregularidad en los resultados con benomyl, mancozeb y diodine (Ellis y Barrat, 1983a; Biggs et al., 1993), con fitoreguladores (Kretzschmar et al., 2007), Diphenylamina (Spotts, 1990), mediante azoxystrobin, difenoconazoles, polyxin B, y trfloxystrobin (Reuveni y Sheglov, 2002), Maneb, Captan, Dodine o benzimidasoles (Wilson y Ogawa, 1979). Los resultados de las comparaciones entre tratamientos sujetos a fungicidas de origen orgánico y sintético, permitieron observar diferencias estadísticas solamente en 2007, en tanto que al comparar entre fungicidas orgánicos, ambos productos fueron estadísticamente iguales en los dos años (Cuadro 1).

Cuadro 2

Impacto ambiental, costos, residuos y pérdidas de cosecha. El coeficiente e impacto ambiental detectado por las aspersiones de Kresoxim methyl en ambos ciclos fue de 4.20 unidades. El costo estimado de las aspersiones fue de 2440.00 $ ha–1 para Bacillus subtilis, 2040.00 $ ha1 con Kresoxim methyl y 1753.00 $ ha–1 con saponinas esteroidales. Los análisis de residuos realizados para Kresoxim methyl, indicaron ND (no detectable), presuponiendo que la época de aplicación impide la llegada de residuos en el fruto para consumo en fresco. Las pérdidas de cosecha ocasionadas por corazón mohoso en los años del estudio presentaron un promedio de 2.3% para los tratamientos con goteo enterrado, 28.8% con microaspersión y 22.1% en el testigo del productor (Cuadro 1).

 

CONCLUSIONES

Ambos años registraron diferente intensidad de daño, provocado principalmente por la densidad de fruto en el árbol. El riego por goteo subsuperficial presentó pérdidas durante 2006 y 2007 por fruto caído enfermo del 2 y 3%, en tanto que bajo el riego por microaspersión las pérdidas fueron del orden del 21 y 22% respectivamente. La presencia o ausencia del acolchado orgánico no modificó la intensidad de daño y las aspersiones de fungicidas no mostraron resultados consistentes.

 

LITERATURA CITADA

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