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Revista mexicana de fitopatología

versión On-line ISSN 2007-8080versión impresa ISSN 0185-3309

Rev. mex. fitopatol vol.26 no.2 Texcoco ene. 2008

 

Artículos de revisión

 

Los Marcadores Moleculares en el Mejoramiento Genético de la Resistencia a Enfermedades del Frijol (Phaseolus vulgaris L.): Aplicaciones y Perspectivas

 

Molecular markers for breeding for genetic resistance against diseases in bean (Phaseolus vulgaris L.): Applications and perspectives

 

Homar René Gill–Langarica1, y Netzahualcoyotl Mayek–Pérez2

 

1 Centro de Ciencia Aplicada y Tecnología Avanzada del Instituto Politécnico Nacional Unidad Altamira (CICATA–IPN), km 14.5 Carr. Tampico–Puerto Industrial Altamira, Altamira, Tamaulipas, México CP 89600.

2 Centro de Biotecnología Genómica del IPN., Blvd. del Maestro s/n esq. Elías Piña, Col. Narciso Mendoza, Reynosa, Tamaulipas, México CP 88710. Correspondencia: nmayek@ipn.mx

  

Recibido: Enero 15, 2008
Aceptado: Septiembre 11, 2008

 

Resumen

Se enfatiza la aplicación de estrategias de selección asistida por marcadores moleculares (SAMM) en el mejoramiento genético de la resistencia al estrés biótico y abiótico en frijol común. La incorporación de genes de resistencia dentro de un área geográfica particular es un método tradicional de mejoramiento, generalmente poco durable debido a que se manejan uno o algunos genes con efectividad total hacia algunas razas o genes de avirulencia pero restringida en el espectro de resistencia efectiva. Ello obliga a la incorporación continua de nuevos genes en los programas. La combinación de diferentes genes de resistencia a estrés con base en pocos cruzamientos y pocas generaciones filiales de evaluación proporcionará una resistencia durable y estable. En frijol común esto se logrará con el uso de estrategias tales como la piramidación de genes, la cual será más efectiva en la medida que se utilice la SAMM combinada con la selección tradicional y permitirá al mejoramiento rápido y efectivo de loci de caracteres cuantitativos. Los marcadores genéticos moleculares ofrecen el apoyo en el desarrollo de nuevas variedades de frijol en México con resistencia durable a las enfermedades y otros factores adversos en tiempos cortos, con menor trabajo y menores costos.

Palabras claves: Selección asistida por marcadores moleculares, mejoramiento genético, caracteres de loci cuantitativos.

 

Abstract

In this work we emphasize the application of marker assisted–selection (MAS) strategies in bean breeding for resistance to biotic and abiotic stresses. The inclusion of resistance genes within a particular geographical area is a traditional breeding method, but generally of short durability since few genes with total effectiveness to one or few races or avirulence genes are managed. Thus, new genes must be continuously included in breeding programs. The combination of different resistance genes to stress based on few crosses and filial generations under evaluation will provide a stable and durable resistance. In common bean, this resistance will be achieved by using strategies such as gene pyramiding which could be more effective as long as MAS is used in combination with traditional breeding. This will allow a fast and effective breeding of major quantitative trait loci in common bean. Molecular markers offer in the short term, support for development of new common bean cultivars in Mexico with durable resistance to diseases and other adverse stresses; they are also less laborious and cheaper.

Keywords: Molecular marker assisted selection, plant breeding, quantitative trait loci.

 

INTRODUCCIÓN

Una gran cantidad de enfermedades bacterianas, fungosas y virales ocurre anualmente en regiones productoras de frijol (Phaseolus vulgaris L.) en todo el mundo, representando pérdidas económicas anuales para los productores. La obtención de genotipos mejorados con resistencia a estrés biótico y abiótico es un objetivo primario en programas de mejoramiento del frijol en cada región donde se cultiva. La obtención de resistencia al estrés biótico y abiótico en frijol se logra mediante mejoramiento genético clásico y selección asistida por marcadores moleculares (SAMM), esto último a raíz de la identificación, etiquetado, mapeo y SAMM de genes de resistencia y loci de caracteres cuantitativos (QTL) (Miklas et al., 2006). El uso potencial de los marcadores genéticos en frijol para la selección indirecta se visualizó con el descubrimiento de la herencia simple de isoenzimas estructurales y de las proteínas de reserva (faseolinas) en la semilla. La relativa facilidad para la obtención de dichos marcadores los convirtió atractivos para la selección indirecta. A diferencia de otros cultivos, la variabilidad isoenzimática y de proteínas en frijol común es limitada y se expresa a nivel de acervos genéticos (Andino, Mesoamericano) y no a nivel del genotipo (Singh et al., 1991). Con el advenimiento de la tecnología del ADN recombinante, los diferentes tipos de marcadores moleculares están disponibles a los mejoradores, genetistas y especialistas del manejo del germoplasma de frijol (Mohan et al., 1997). Los fitomejoradores desarrollan variedades con resistencia genética a patógenos problema en regiones particulares. La selección indirecta es una estrategia durante el mejoramiento simultáneo para caracteres complejos cuando la selección directa no es deseable por carecer de una metodología de selección e información de las razas del patógeno lo que redunda en escapes o la incorrecta identificación de combinaciones de genes o genes específicos al ocurrir diversas razas endémicas mezcladas (Kelly, 1997). La combinación de las dos estrategias, selección tradicional y SAMM puede ser útil en el desarrollo de genotipos con resistencia durable. En este trabajo se presenta un panorama del desarrollo y aplicaciones de la tecnología los marcadores moleculares del ADN en frijol, sus avances e impacto en el mejoramiento genético asistido del frijol, así como algunas perspectivas en México.

 

MARCADORES GENÉTICOS

La información genética que posee cada individuo es determinada por su genotipo y se refiere a la totalidad de su información genética o parte de ella. Cada locus involucrado en la expresión del fenotipo representa el conjunto de genes presente en el locus tanto para regiones de ADN codificantes y no codificantes (Bergmann et al., 1989; Gillet, 1996). Los marcadores genéticos representan diferencias genéticas entre individuos o especies, generalmente no representan genes blanco pero actúan como señales o marcas ya que se encuentran cerca de los genes de interés, la mayoría no afecta el fenotipo de la característica de interés ya que se encuentran cerca o ligados a los genes que controlan la característica (Collard et al., 2005). Los marcadores genéticos inicialmente se utilizaron en el mapeo genético para determinar el orden de los genes a lo largo de los cromosomas. Sturtevant (1913) desarrolló el primer mapa genético al utilizar caracteres morfológicos ligados al sexo en Drosophila melanogaster Meigen. Posteriormente, Sax (1923) determinó el ligamiento genético entre caracteres cualitativos (color y tamaño de la semilla) en frijol. Los beneficios potenciales de la utilización de marcadores vinculada a los genes en programas de mejoramiento han sido evidentes durante muchos decenios. Sin embargo, la realización de este potencial ha sido limitada por la falta de marcadores. Con el advenimiento de los marcadores genéticos basados en ADN en la década de los setentas la situación cambio para investigadores y mejoradores, ya que por primera vez se identifico un gran número de marcadores dispersos en el genoma de especies como el tomate (Paterson et al., 1988). Actualmente, los marcadores genéticos se utilizan investigación vegetal básica, en mejoramiento, caracterización y conservación; etiquetado de genes; introgresión asistida de alelos favorables y protección de variedades comerciales (Henry, 2001). Los marcadores genéticos se localizan en un locus o varios loci y son referentes en el estudio de genomas (Lefebvre y Chevre, 1995). Existen tres tipos principales de marcadores genéticos: morfológicos (visibles), bioquímicos (isoenzimas) y de ADN (moleculares). Los primeros son caracteres fenotípicos controlados generalmente por un locus, se expresan en diferentes ambientes, dicho carácter puede ser enmascarado por efectos epistáticos o pleiotrópicos, los alelos interactúan de manera dominante o recesiva lo que dificulta diferenciar un individuo homocigoto de un heterocigoto y, por tanto, su número y utilización es limitado. Los marcadores bioquímicos tales como las proteínas resultan de la expresión génica de las llamadas isoenzimas, formas alternativas de una enzima (Vodenicharova, 1989), estos marcadores revelan el polimorfismo a nivel de la secuencia génica, diferencian entre homocigotos y heterocigotos aunque su utilización es limitada por las modificaciones transcripcionales de la proteína (Staub et al., 1982). Los marcadores moleculares revelan sitios de variación en el ADN (Jones et al., 1997), son los más utilizados en el análisis del germoplasma vegetal, debido a su abundancia son generados por diferentes tipos de mutaciones en el ADN así como mutaciones por substitución (puntuales), reordenamientos (inserciones o deleciones) o errores en la replicación del ADN en tándem (Paterson, 1996); son selectivamente neutros debido a que usualmente se localizan en regiones no codificantes del ADN (Collard et al., 2005). Los marcadores moleculares se clasifican como marcadores directos, loci que codifican para una mutación funcional, marcadores en desequilibrio de ligamiento (DL), marcadores en equilibrio de ligamiento (EL) o loci en equilibrio de ligamiento con la mutación funcional en poblaciones de recombinación abierta (Dekkers, 2004). Los marcadores moleculares difieren en la segregación y aplicación en programas de selección, los marcadores directos y DL se aplican en la cruza de genotipos dentro de una población con asociación alta (1 a 5 cM) entre el genotipo y fenotipo. Al utilizar los marcadores LE deben considerarse diversas fases de ligamiento entre los marcadores y QTLs, normalmente estos marcadores son referidos como selección asistida por genes (SAG), selección asistida por marcadores DL (SAM–DL) y selección asistida por marcadores EL (SAM–EL). La utilización de los marcadores moleculares en selección para uno o varios caracteres se determina por la facilidad de su detección (Dekkers, 2004).

 

LOS MARCADORES MOLECULARES DE ADN EN FRIJOL

En frijol, los marcadores moleculares de ADN se han utilizado para entender la organización de la diversidad genética (Papa y Gepts, 2003; Papa et al., 2005; Payró de la Cruz et al., 2005; Zizumbo–Villarreal et al., 2005), así como para el mapeo y etiquetado de genes de interés agronómico (Freyre et al., 1998; Faleiro et al., 2004; Miklas et al., 2006). La correlación y el etiquetado de genes han facilitado el entendimiento de la herencia de la resistencia a varias enfermedades. Con marcadores moleculares se ha analizado la interacción epistática entre múltiples genes involucrados en la resistencia a factores adversos (Alzate–Marín et al., 2001). Los primeros marcadores moleculares aplicados fueron los RFLP (Polimorfismos en la longitud de los fragmentos de restricción) (Botstein et al., 1980). Otros marcadores tales como los RAPD (ADN polimórfico amplificado arbitrariamente) mostraron ser marcadores dominantes y de fácil obtención (Williams et al., 1990) ; sin embargo, eran menos reproducibles entre laboratorios y menos informativos como marcadores de la segregación genética en poblaciones. Recientemente, nuevos marcadores tales como los AFLPs (Polimorfismos en la longitud de los fragmentos amplificados) (Vos et al., 1995) y los microsatélites o secuencias simples repetidas (SSRs) han ganado popularidad para el mapeo comparativo y la obtención de huellas genéticas de ADN en plantas (Blair et al., 2003, 2006; Gaitán–Solís et al., 2002; Guo et al., 2000; Masi et al,, 2003; Métais et al., 2002; Mohan et al., 1997; Yu et al., 1999). Los marcadores más utilizados son los SSRs y los polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) dado que requieren poco ADN y pueden automatizarse para el análisis de alto rendimiento (Miklas et al., 2006).

Desarrollo de mapas de ligamiento. Los marcadores moleculares se han utilizado para desarrollar y mejorar mapas de ligamiento genéticos obtenidos a partir del análisis de la segregación de caracteres morfológicos y proteínas (Bassett, 1991) . Antes, los RFLPs fueron los marcadores moleculares más utilizados para el mapeo genético pues eran más informativos debido a la expresión codominante en poblaciones segregantes. Su utilización fue restringida debido a que la técnica era costosa y la generación de los marcadores RFLPs era complicada (Kelly, 1997). Los especialistas en el manejo de los recursos genéticos utilizaron marcadores RFLPs para clasificar germoplasma comercial y silvestre, pero el costo limitó su uso (Kelly, 1997). Los mapas originales recientemente se han correlacionado y conjuntado en un mapa consenso derivado de una población obtenida a partir de la cruza entre BAT93 x Jalo EEP558 (Vallejos et al., 2001). Los marcadores RAPD también se han utilizado para el desarrollo de mapas de ligamiento molecular y para caracterizar la diversidad genética del frijol. Aunque este marcador muestra baja reproducibilidad puede utilizarse en un mismo laboratorio con resultados consistentes (McClean et al., 2004). Los mapas basados en RAPDs se han desarrollado para ubicar genes de resistencia a enfermedades y su posterior etiquetado (Correa et al., 2000; Kelly et al., 2003; Miklas et al., 2006). La baja reproducibilidad de los RAPDs se ha evitado aplicando otros marcadores moleculares basados en PCR como los AFLPs que han sido útiles para determinar la dirección del flujo génico entre frijol domesticado y silvestre, así como para comparar la diferenciación espacial de germoplasma domesticado y silvestre (Papa y Gepts, 2003) y la diferenciación ecogeográfica entre variedades cultivadas (Negri y Tosti, 2002; Rosales–Serna et al., 2005). Los SSRs se han desarrollado en años recientes a partir de secuencias genómicas publicadas (Masi et al., 2003) y de genotecas enriquecidas (Yaish y Pérez de la Vega, 2003). Con los SSRs se han trazado mapas de ligamiento en frijol común, ha incrementado y así se incrementa la densidad de los mapas de ligamiento de la especie (Blair et al., 2003).

Mapeo de genes de resistencia a factores adversos. En frijol se han desarrollado alrededor de 15 mapas de ligamiento en poblaciones generadas a partir de diferentes cruzas; además, se han localizado y etiquetado genes mayores y QTLs ligados o asociados con resistencia a enfermedades e insectos (Miklas, 2005) tales como el picudo del ejote (Apion godmani Wagner) (Blair et al., 2006), mapeo de genes análogos de resistencia (RGA) ligados a QTLs (Mutlu et al., 2005a), del gen bgm–1 del virus del mosaico dorado del frijol (BGMV) ligado a resistencia a virus del mosaico común del frijol (BCMV) (Blair et al., 2007a, b), tizón común [Xanthomonas axonopodis pv. phaseoli (Smith) Dye] (Park et al., 1999), tizón del halo [Pseudomonas syringae pv. phaseolica (Burkh.) Dows)] (Ariyarathne et al., 1999; Mahmoud et al., 2006), mancha angular de la hoja [Phaeoisariopsisgriseola (Sacc.) Ferr.] (Namayanja et al, 2006), moho blanco [Sclerotinia scletoriorum (Lib.) De Bary] (Kolkman y Kelly, 2003), antracnosis [Colletotrichum lindemuthianum (Sacc. y Magn.) Scrib] (Vallejos et al., 2001), roya [Uromyces appendiculatus var. appendiculatus (Pers.: Pers.) Unger] (Park et al., 2003), BCMV (Ariyarathne et al., 1999) y Fusarium solani f. sp. phaseoli (Burk.) Snyd. y Hans (Schneider et al., 2001). Generalmente, estos mapas son de baja densidad, pero han permitido que los mejoradores entiendan la herencia de la resistencia de las características en cuestión (McClean et al., 2004).

 

SELECCIÓN ASISTIDA POR MARCADORES MOLECULARES

Para facilitar la identificación de marcadores ligados a caracteres de interés durante el mapeo de poblaciones se han desarrollado métodos que incluyen la obtención de líneas isogénicas emparentadas (NILs) y el análisis de segregantes en masa (BSA) (Michelmore et al., 1991). Para mejorar la reproducibilidad de los RAPDs se han obtenido iniciadores específicos asociados con alelos (ASAP) y/o regiones amplificadas con secuencia caracterizada (SCAR) para realizar selección indirecta en frijol (Miklas, 2005). La integración de la SAMM con el mejoramiento genético clásico de la resistencia a enfermedades avanza rápidamente (Miklas et al., 2006). Sin embargo, Kelly (1995) indicó que aunque la selección indirecta para caracteres cualitativos parece prometedora, la comparación de la eficiencia entre la selección directa contra la indirecta para caracteres de genes mayores no es clara. A menudo, los caracteres son más fáciles, más rápidos y más efectivos de seleccionar indirecta que directamente. En el caso de caracteres agronómicos tales como el hábito de crecimiento de la planta, la altura y el acame; la floración y la madurez, la selección indirecta no mejora la eficiencia de la selección en campo. Tarán et al. (2002) indicaron que en frijol se detecta alta variación para el rendimiento de grano y sus componentes, así como en características relacionadas con la arquitectura de la planta, floración y maduración (Nienhuis y Singh, 1985). La resistencia a enfermedades representa un desafío diferente a los caracteres agronómicos, pues la interacción planta–patógeno está en constante co–evolución. Así, el mejorador se topa con varias razas de un patógeno o la presencia de varios genes de resistencia en la planta. La selección indirecta de genes específicos de razas ofrece una alternativa viable para asegurar que las combinaciones de genes favorables estén presentes en las nuevas líneas mejoradas (Kelly y Miklas, 1998). Los marcadores RAPD fuertemente ligados a genes de resistencia específica a razas individuales del patógeno forman la base de la selección indirecta eficaz para una resistencia principal de genes. El uso de marcadores RAPD ligados y su papel potencial en la SAMM facilitan la piramidación eficiente de genes de resistencia epistática a diferentes patógenos del frijol común (Kelly y Miklas, 1998).

 

SAMM PARA RESISTENCIA A ENFERMEDADES EN FRIJOL: ALGUNOS CASOS EXITOSOS

La resistencia no específica ofrece una opción de resistencia durable en frijol, pero su desarrollo es complicado debido a que dicha resistencia a menudo es enmascarada por genes epistáticos. La resistencia no específica es de herencia compleja y por tanto no se hereda fácilmente o se identifica en la progenie (Blair et al., 2007a, b; Kelly y Miklas, 1998). El mejoramiento de la resistencia a enfermedades basado en el uso de genes mayores es una alternativa atractiva para los mejoradores ya que la manipulación genética es sencilla y los resultados más previsibles que la expresión inconsistente de genes menores. Los genes monogénicos son atractivos porque son fáciles de manipular y pueden rápidamente introgresarse en materiales susceptibles por retrocruza simple. Estos mismos genes específicos de una raza son fuente menos duradera de resistencia genética (Kelly y Miklas, 1998). Duvick (1996) indicó que mientras los genes de resistencia mayores sean durables ofrecen la oportunidad de su piramidación con SAMM. Los mejoradores de frijol tienen además la oportunidad de utilizar genes de resistencia de dos acervos genéticos diferentes (Mesoamericano y Andino) para obtener la resistencia a los diversos patógenos del frijol (Gepts, 1999). No obstante, los efectos aditivos de los genes ligados en fase de repulsión pueden cancelar el efecto de otro, resultado de la sobredominancia en el locus (Blair et al., 2003). Por otra parte, es frecuente detectar QTLs asociados con la resistencia a enfermedades, aunque su fuerte asociación con el ambiente los convierte en inconsistentes y esto es una limitante para utilizarlos en la SAMM. Tarán et al. (1998) demostraron que la asociación entre marcadores moleculares y resistencia a tizón común es estable en diferentes poblaciones de frijol, Jung et al. (1999) reportaron un QTL para resistencia a tizón común en al menos tres poblaciones de frijol. La piramidación de genes específicos ha sido eficaz en la accesión G2333 ("colorado de Teopisca") de Chiapas, México que posee dos genes dominantes independientes (Co–42, Co–5) que ofrecen resistencia a 380 aislados de C. lindemuthianum (Pastor–Corrales et al., 1994). Un tercer gen independiente (Co–7) en G2333 fue confirmado (Young et al., 1998). En la piramidación de genes tradicional se requiere la incorporación de varios genes diferentes de resistencia en el mismo genotipo. Debido a la especificidad de la raza de muchos de esos genes, para la selección en condiciones controladas debe inocularse sistemáticamente con razas diferentes del patógeno para asegurar que las combinaciones de genes se mantengan (Kelly y Miklas, 1998). La ausencia de una selección eficaz se debe a una carencia de información (diferenciación) sobre las razas y sobre las interacciones epistáticas entre los genes de resistencia que enmascaran la identificación de genes hipostáticos que causan pérdidas potenciales en las poblaciones bajo selección. Kelly y Miklas (1998) recomiendan las cruzas de prueba para descubrir la presencia o ausencia de genes enmascarados. Cuando los mejoradores identifican e incorporan más genes de resistencia con base en la ampliación de la población segregante, los genes hipostáticos valiosos seguirán perdiéndose. Los marcadores con mayor probabilidad de impacto en la combinación poligénica de la resistencia de enfermedades es la inclusión de genes epistáticos e hipostáticos. A continuación describimos dos casos exitosos de SAMM en frijol para cada grupo de enfermedades importantes: las causadas por hongos (antracnosis y roya), bacterias (tizón común y tizón de halo) y virosis (Virus mosaico común del frijol y Virus mosaico dorado del frijol).

Antracnosis [Colletotrichum lindemuthianum (Sacc. y Magnus) Lambs. Scrib.]. La antracnosis ataca al frijol en todos los continentes donde se cultiva (Melotto et al., 2000). La resistencia a la antracnosis es condicionada por nueve genes independientes (Co–1 a Co–10) y donde Co–3 y Co–9 son alelos (Méndez–Vigo et al., 2005) Con excepción de Co–8, todos los genes son dominantes y multialélicos en los casos de Co–1, Co–3 y Co–4 (Kelly y Vallejo, 2004). Los genes Co–2 a Co–10 son originarios del acervo Mesoamericano y Co–1 es el único locus del acervo Andino. Un orden de dominancia existe entre cuatro alelos en el locus Co–1. La pirámide de genes de resistencia diversos genéticamente usando la SAMM y desplegando combinaciones de genes diferentes en regiones diferentes es propuesta como la prueba más práctica y realista para proporcionar un eficiente control a largo plazo de antracnosis en frijol en un período de tiempo de obtención relativamente corto (Balardin y Kelly, 1998). Las razas 1473 y 1572 de Centroamérica son avirulentas en germoplasma con el gen andino co–1 (Sicard et al., 1997). Combinar Co–1 con los genes mesoamericanos Co–2, Co–42, Co–5 y Co–6 sería una buena estrategia para desarrollar resistencia complementaria a las razas predominantes del patógeno en Centroamérica. El mejoramiento de la resistencia en una región particular deberá incluir la elección de genes que confieran resistencia a todas las razas conocidas en la misma. En este sentido, la combinación de Co–5 y Co–6 en Norteamérica y Co–1 y Co–42 para Centroamérica serían combinaciones apropiadas, así como Co–4, Co–6 y Co–5 solos o en asociación son los que presentan mayor resistencia en Brasil (Alzate–Marín y Sartorato, 2004). La utilización de los marcadores que flanquean al gen de resistencia mejorará el aprovechamiento de los marcadores relativamente ligados al gen. Young et al. (1998) mostraron que la eficiencia de la selección aumentó del 94 al 99% cuando se utilizaron dos marcadores flanqueantes relativamente ligados en la selección de Co–2. Por ello, marcadores con distancias de ligamiento mayores a 5 cM tienen poca probabilidad de ser útiles como marcadores de selección en programas de mejoramiento (Kelly y Miklas, 1998). La SAMM han sido utilizada con éxito para desarrollar y potenciar la resistencia a antracnosis en la variedad Perola en Brasil (Ragagnin et al., 2003) y en frijol pinto de EUA (Miklas et al., 2003), pero existen fracasos como en la introgresión del gen Co–42 mediante retrocruza con SAMM en genotipos criollos de Ecuador (Ernest y Kelly, 2004). La selección indirecta deberá verificarse periódicamente para asegurar que el gen de resistencia ha sido transferido y así como también las fuentes de resistencia recomendadas deben ser más amplias y diversas (Araya y Araya, 2000).

Roya [Uromyces appendiculatus Pers.:Pers. (Unger)]. La naturaleza patogénica variable del organismo causal de la roya y el rompimiento rápido de genes mayores de resistencia en variedades, ha desafiado a mejoradores de frijol en desarrollar resistencia duradera a la roya del frijol (Miklas et al., 2006). La piramidación de diferentes genes de resistencia y mecanismos (específica de planta adulta, baja rusticidad, etc.) prolongará probablemente la vida de una variedad, creando un complejo de resistencia más duradero contra la roya. La selección de resistencia de la roya específica en campo o invernadero es relativamente fácil, el uso de una raza para el detectar el gene hipostático sería más eficiente, el problema radica en que las razas discriminantes a menudo no están disponibles o son demasiado arriesgadas para usar. O bien, los marcadores RAPD tienen que ser útiles para mantener genes de resistencia hipostáticos de la roya en presencia de genes de resistencia epistática (Kelly y Miklas, 1998). Por ejemplo en el desarrollo de la línea de frijol navy BelMiDak–RR–7 (Stavely, 1998), un marcador RAPD (Miklas et al., 1993) fue usado para detectar el gen Ur–4 en la presencia del gene Ur–11. El gen Ur–11 se deriva de la PI 181996 en un tiempo llamado Ur–32 (Stavely, 1998). Debido a un inadecuado muestreo, las pruebas de progenie anteriores habían dejado de detectar el gen Ur–4 con presencia del gen Ur–11 (Kelly et al., 1993). La piramidación de diferentes genes de resistencia y mecanismos deberán prolongar la vida a una variedad de frijol creando un complejo de resistencia más duradero (Mmbaga et al., 1996). La importancia de tales pirámides de genes de resistencia fue observada en Honduras. Las líneas de frijol que tienen el gen de resistencia Ur–11 ampliamente efectivo de origen Centroamericano fueron infectadas por un patotipo de roya recién identificado (raza 108) (Stavely, 1998), mientras que las líneas que poseen el gen hipostático Ur–4 de resistencia de origen Andino además del gen Ur–11 no fueron infectadas (Mmbaga et al., 1996). Souza et al. (2007) observaron que la utilización del marcador SI19460 es adecuado para el monitoreo del gen Ur–5 durante la introgresión a programas de mejoramiento así mismo, indicaron que el marcador puede ser usado para la SAMM del Ur–5 y la piramidación con los genes Ur–ON y Ur–11.

Tizón común [Xanthomonas axonopodis pv. phaseoli (Smith) Dye]. El tizón común es una enfermedad transmisible por semilla que causa pérdidas de la producción del frijol en todo el mundo. Diversas prácticas culturales y la resistencia genética se han utilizado para controlar los daños causados por el patógeno (Coyne et al., 2003). El mejoramiento genético dirigido al patógeno se ha llevado a cabo a través de la identificación y aprovechamiento de veintidós QTLs distribuidos a través de todo el genoma de frijol, los cuales se expresan bajo la influencia del ambiente, presión de selección del patógeno, madurez de la planta y tejido de la planta (semilla, hoja o vaina) (Santos et al., 2003). Kelly et al. (2003) desarrollaron marcadores tipo SCAR (BC420, SU91 y SAP6) ligados a tres QTLs en los grupos de ligamiento del frijol B6, B8 y B10, respectivamente y se utilizan en la SAMM para el mejoramiento de la resistencia a tizón común. El marcador SU91 es el más utilizado en la selección asistida por marcadores moleculares (Miklas et al., 2005; Mutlu et al., 2005a, b). Según Miklas et al. (2000b) el mejoramiento combinado (SAMM y selección fenotípica) da mejores resultados en la obtención de líneas con resistencia al tizón común, ya que la selección fenotípica es necesaria para la obtención de QTLs con efectos menores y la selección por epistasis que contribuye a la resistencia prolongada. Miklas et al. (2000b) obtuvieron los SCARs BC420 y SU91, así como QTLs de la línea mejorada XAN 159. También de esta línea Yu et al. (2004) mapearon el marcador BC420 y un marcador microsatélite ligado al grupo B7. Usando mejoramiento clásico los fitomejoradores han combinado fuentes de resistencia de acervos de genes primarios y secundarios para obtener variedades y líneas mejoradas con resistencia al tizón común. Las líneas VAX con resistencia combinada de P. vulgaris y P. acutifolius (A.) Gray poseen niveles más altos de resistencia al patógeno (Singh et al., 2001). Los niveles más altos de resistencia coinciden con el aumento del número de fuentes combinadas y fuentes dependientes. Entre las especies de Phaseolus, P. acutifolius tiene el nivel más alto de resistencia y como segundas fuentes de resistencia se consideran P. coccineus L. y P. vulgaris (Singh y Muñoz, 1999). La SAMM facilita la acumulación de QTLs de diversas fuentes de genotipos en diferentes especies para alcanzar niveles altos de resistencia al patógeno en variedades de frijol. Los marcadores moleculares también proporcionan instrumentos para investigar interacciones genéticas entre la resistencia y los QTL conduciendo el despliegue de estrategias genéticas para mejorar la resistencia.

Tizón de halo [Pseudomonas syringae pv. phaseolicola (Burkholder) Young, Dye and Wilkie]. Esta enfermedad bacteriana es hospedera de la semilla y limita la producción de frijol común en zonas húmedas y sub–húmedas de todo el mundo. Taylor et al. (1996a, b) indicaron que la resistencia genética es el método de control más eficaz e identificaron cinco genes de resistencia monogénica de los cuales ninguno condiciona la resistencia a las seis razas frecuentes del patógeno en las diferentes regiones productoras (Lamppa et al., 2002). Con la prevalencia de las diferentes razas del patógeno se necesita la incorporación de resistencia cuantitativa de genotipos tales como CAL 143, GN No 1 Sel. 27 y PI 150414 con resistencia total y eficaz contra todas las razas del patógeno. Ariyaranthne et al. (1999) identificaron QTLs de resistencia al tizón del halo en la población RIL (BelNeb–RR–1/A 55). Fourie et al. (2004) utilizaron la misma población y observaron que tres QTLs se posicionan en los genes Pse–1, Pse–3 y Pse–4 en los grupos de ligamiento B4, B2 y B4, respectivamente. El gen Pse–1 que condiciona la resistencia a las razas 1, 7, y 9 se posiciona en el grupo de ligamiento B4 junto con QTLs que condicionan la resistencia a antracnosis, roya, pudrición del tallo y BGMV. Geffroy et al. (2000) detectaron genes de herencia monogénica y QTLs para la resistencia a tizón del halo dentro del mismo grupo B4. El marcador SCAR SB10.520 ligado al gen Pse–1 es homólogo al gen de resistencia análogo RGA asociado con la resistencia a antracnosis, ubicado en el grupo B4. Así mismo Taylor et al. (1996b) determinaron que el gen Pse–3, que condiciona resistencia a las razas 3 y 4, esta ligado al gen I. Taylor et al. (1996b) también indicaron que el gen Pse–4 condiciona resistencia a la raza 5 y esta ligeramente ligado al gen Pse–1 lo que ha explicado el por qué ambos genes están presentes en diferentes genotipos de frijol.

Virus Mosaico Común [Bean common mosaic virus, BCMV (Potyvirus)]. La resistencia genética a BCMV es condicionada por series alélicas independientes (Drijfhout, 1978). El gen dominante I confiere resistencia hipersensible a BCMV (Kyle y Provvidenti, 1993) y se localiza en B2 (Kelly et al., 2003). Es un gen independiente de los genes bc que a su vez se localizan en B6 (bc–3) (Mukeshimana et al., 2005) y B3 (bc–12) (Miklas et al., 2000a). Estos genes pueden ser identificados por inoculación con diferentes cepas virales y una gama de etiquetas de marcadores moleculares están disponibles para cada gen (Kelly et al., 2003; Miklas et al., 2006). En el mejoramiento para obtener resistencia a BCMV la combinación de genes dominantes y recesivos con mecanismos claramente diferentes ofrece mayor durabilidad que cuando se usa sólo un gen de resistencia (Kelly, 1997). El gen I es enmascarado por el gen bc–3 por lo que el uso de marcadores ligados (p.e. OW13690) ofrece la oportunidad de mantenerlo en futuras variedades (Haley et al., 1994). La independencia de los genes de resistencia a BCMV permite su piramidación para el mejoramiento de la resistencia durable. Los marcadores codominantes pueden distinguirse en la F1, pero generalmente no pueden aplicarse en la SAMM en frijol. Vandemark y Miklas (2005), mediante PCR cuantitativa discriminaron claramente entre genotipos homocigotos y heterocigotos para los genes I y bc–12. La eficacia de la SAMM se potencia con marcadores codominantes y aquí es útil poder discriminar los marcadores dominantes o bien, el ligamiento de marcadores en fase de acoplamiento y de repulsión (Vandemark y Miklas, 2002). El mejoramiento de la resistencia al BCMV con SAMM puede lograrse utilizando el marcador AFLP codominante (3.5 cM), EACA MCGG 169/172 (Mukeshimana et al., 2005). En el programa nacional de Colombia para el mejoramiento del frijol (CIAT, 2002, 2003, 2004; Santana et al., 2004) utilizaron la SAMM extensivamente con la introducción del SCAR ROC11 obtenido del gen bc–3 (Johnson et al., 1997) y el SCAR SW13 del gen I (Melotto et al., 1996) junto con pruebas de resistencia al virus para confirmar los segregantes resistentes al virus. El programa resultó exitoso en frijoles crema y rojo moteados con la utilización de dobles y triples retrocruzas, aunque la resistencia y frecuencia de escape fue examinada fenotípicamente. La compleja interacción de múltiples genes y su naturaleza recesiva permitió la SAMM para el desarrollo rápido de variedades resistentes (Blair et al., 2007a, b). La piramidación de genes es aplicable en el mejoramiento de frijol para la resistencia de virus con varios genes de resistencia independientes pues proporcionan diferentes patrones de resistencia a BCMV (Kelly et al., 2003).

Virus Mosaico Dorado [Bean golden mosaic virus, BGMV (Geminivirus)]. En el caso del BGMV ocurren interacciones epistáticas entre diferentes fuentes de resistencia, lo que dificulta determinar qué fuentes pueden combinarse en el mejoramiento. Una fuente de resistencia con el gen bgm–1 es "Garrapato" que no desarrolla síntomas del mosaico (Blair y Beaver, 1993), pero la deformación de la vaina y reducción de la producción ocurre bajo moderada presión de la enfermedad. Para contrarrestar la pérdida de calidad de la vaina y producción, el gene bgm–1 deberá ser combinado con otros genes de resistencia que condicionen vainas no deformadas (Molina y Beaver, 1998), reducir los síntomas del mosaico (Vélez et al., 1998) y generar alta producción (Beebe, 1994). El genotipo "Dorado" tiene resistencia cuantitativa a BGMV expresada en la reducción de los síntomas del mosaico amarillo que tienden a ser enmascarados en presencia del gen bgm–1. Así mismo, la presencia de bgm–1 parece necesaria en la expresión del gene Bgp para reducir la deformación de la vaina (Molina y Beaver, 1998). Un marcador codominante RAPD (OR2570/530) fuertemente ligado con bgm–1 (Urrea et al., 1996) y convertido en el SCAR SR2 (CIAT, 1997), se utiliza por los mejoradores para agilizar el desarrollo del germoplasma de frijol con un nivel inicial moderado de resistencia a BGMV (Stavely, 1998). El marcador codominante RAPD para bgm–1 es independiente de los acervos genéticos y fácil de buscar, pero sin embargo los SCARs para ambas bandas codominantes han sido desarrollados para simplificar la SAMM para bgm–1 (Beebe et al., 1998; CIAT, 1997). Recientemente un segundo SCAR (SW12.700) fue desarrollado del marcador RAPD SW12.700 ligado al QTL localizado en el grupo de ligamiento B04 (Miklas et al., 2000a), dicho marcador ha sido incorporado dentro del programa de mejoramiento del CIAT (Blair et al., 2007a, b). La eficacia de la SAMM se potencia enormemente con marcadores codominantes. La interpretación de marcadores codominantes permite la interpretación de marcadores dominantes, o el ligamiento de un par de marcadores en orientación de acoplamiento y repulsión del gen blanco (Vandemark y Miklas, 2002). Recientemente, se publicó un grupo grande de etiquetas con secuencia expresadas (ESTs) (Ramírez et al., 2005). La secuenciación del genoma de frijol y el traslape entre las secuencias de los mapas físicos y genéticos serán la fuente principal de marcadores para el análisis genético y la aplicación de la SAMM en frijol. Con el exceso de la capacidad de secuencias y el costo decreciente, es razonable esperar que el esbozo de la secuencia del genoma de frijol esté disponible en los próximos años. El primer "contig" (grupo de lecturas de un gel de secuenciación que se relacionan entre sí por traslape de sus secuencias de ADN) de la secuencia clonada en cromosoma artificial bacterial (BAC) de frijol común recientemente fue obtenida por Melotto et al. (2004). Finalmente, el uso de la bioinformática aplicada a la información de secuencias genómicas de otras especies, sobre todo leguminosas como Medicago truncatula Gaertn., Lotus japonicus (Regel) Larsen y Glycine max (L.) Merr., y no leguminosas como Arabidopsis thaliana (L.) Heynh. proporcionará información adicional de las secuencias y la obtención de marcadores moleculares basados en PCR. La tendencia general es hacia la coordinación de esfuerzos genómicos entre especies, sobre todo aquellas que pertenecen a la misma familia botánica como las leguminosas (Gepts et al., 2005).

 

PERSPECTIVAS

Para el desarrollo sostenido del mejoramiento de variedades de frijol se requiere: el desarrollo de procedimientos más confiables para selección directa (fenotípica) y para la SAMM de características de resistencia; un mejor entendimiento de la herencia y mecanismos de resistencia sobre todo para complejos de estrés; estudios de genética molecular y genómica relevantes para tener un mejor entendimiento de la genética y fisiología de la resistencia; e integrar los marcadores agregados al mejoramiento para complementar al mejoramiento clásico. Bajo el reciente desarrollo de la SAMM en el mejoramiento de frijol, las ponderaciones sobre las ventajas y limitaciones de poner en práctica una SAMM son necesarias, así como la evaluación de su eficiencia y utilidad en aplicaciones específicas. Una desventaja de la SAMM por lo general se comete cuando el mejorador utiliza como fuente un parental con una característica específica en la cual el marcador de ese gen se expresa y es polimórfico con relación con otros parentales. Esto puede ser restrictivo y exclusivo de otras fuentes igualmente útiles de la característica. Del mismo modo, una característica deseada podría resultar de múltiples combinaciones genéticas. La SAMM es sobre todo útil cuando el gen blanco es realmente único y hay pocas alternativas para obtener fenotipos deseados, como en el caso de la resistencia a enfermedades monogénicas. La selección del fenotipo ha conducido a avances significativos en la resistencia al estrés abiótico, sobre todo en la resistencia a sequía. Los mejoradores deben decidirse cuando y como la SAMM puede contribuir a esquemas de selección más eficientes. Esto dependerá de lo siguiente: (i) Identificación de QTLs o genes con un efecto significativo y que sean únicos para el desarrollo de marcadores basados en un parental dado que pesan más que cualquier desventaja de limitar las cruzas con el uso del parental. El acervo de genes y la estructura de las razas de frijol común presentan polimorfismo y en casos donde la introgresión entre pooles o razas se desarrolla, entonces la SAMM puede ser muy útil. (ii) La validación de QTL sobre el ambiente. Mientras la inversión en procesos de confirmación no exceda lo que se gasta en la selección fenotípica, se necesita validar la utilidad del QTL. (iii) un sistema de selección eficiente. Algunos sistemas de la SAMM son establecidos para otras características. El costo por característica debe ser bajo, lo que hace a la SAMM más atractiva. La obtención de más marcadores aumenta la posibilidad de hacer múltiples corridas, con la amplificación por PCR para reducir gastos. Oportunidades claras existen en frijol común para probar estas y otras teorías ahora con una amplia serie de marcadores ligados a muchas características de importancia económica disponibles a mejoradores de frijol de todo el mundo, herramientas que ya se aplican en diferentes zonas productoras de frijol del mundo. Los marcadores ASAP y SCAR ofrecen un refinamiento adicional sobre marcadores RAPD. Generalmente, ambos producen una sola banda polimórfica que es más reproducible a través de laboratorios, y es más fácil para seleccionar y aplicable para usar con ADN de baja calidad obtenido por procedimientos de extracción rápidos. La síntesis de iniciadores para amplificar un solo fragmento permite el uso de técnicas de detección alternativas. El ADN amplificado es teñido directamente con bromuro de etidio. Esta modificación es un ahorro considerable en tiempo y dinero. Estos refinamientos son todavía dependientes de ligamiento entre el marcador RAPD original y el gen de resistencia aunque la eficiencia de selección todavía puede mejorarse desplegando marcadores flanqueantes o aquellos ligados a alelos susceptibles. Los SCARs y ASAPs son manejables en reacciones "multiplex" de PCR, donde más de un juego de iniciadores específicos se incluye en la misma reacción para acelerar la SAMM y ahorrar costos. La PCR multiplex requiere de electroforesis en gel para la visualización de múltiples SCARs o ASAPs. Esta claro que en las zonas de producción de frijol en México y América Latina existen problemas de estrés biótico y abiótico que limitan la producción de frijol, una forma de contrarrestar estos problemas es aprovechar la gran diversidad de frijol que se encuentra en estas zonas productoras. México cuenta con cuatro de las especies más utilizadas comercialmente del género Phaseolus y una gran diversidad de especies criollas. Es buen momento de tomar decisiones a través de instituciones que están comprometidas con el mejoramiento de frijol, que conlleven a la utilización de técnicas moleculares en sus programas de mejoramiento genético.

 

AGRADECIMIENTOS

H.R. Gill–Langarica agradece el apoyo financiero del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el Fondo Santander–ECOES–Universia y el IPN para realizar sus estudios doctorales en el CICATA–IPN, Unidad Altamira. N. Mayek–Pérez es becario del Sistema Nacional de Investigadores y de los programas EDI y COFAA del IPN.

 

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