SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.41 número2Elegíacos helenísticos, introducción, edición y traducción de Rafael J. Gallé Cejudo, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Cien­tíficas (Alma Mater. Colección de autores griegos y latinos), 2021, 838 págs., ISBN: 978-84-00-10890-8. índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Nova tellus

versión impresa ISSN 0185-3058

Nova tellus vol.41 no.2 Ciudad de México jul./dic. 2023  Epub 02-Oct-2023

https://doi.org/10.19130/iifl.nt.2023.2.41.2/00x38s014 

Reseñas y notas bibliográficas

Zucker, Arnaud, y Claire Le Feuvre (eds.), Ancient and Medieval Greek Etymology: Theory and Practice I, vol. 111, Berlin-Boston, De Gruyter, 2021, 341 págs., ISBN: 978-3-11-071485-2.

aUniversidad Nacional Autónoma de México, México, ringancha@gmail.com

Zucker, Arnaud; Feuvre, Claire Le. Ancient and Medieval Greek Etymology: Theory and Practice I. vol. 111, Berlin: Boston: De Gruyter, 2021. 341p. ISBN: 978-3-11-071485-2.


Palabras clave: etimologías grecolatinas; tradición exegética; erudición griega

Keywords: Etymology; Exegetical Tradition; Greek Scholarship

Este volumen recopila diez ponencias presentadas en Beaulieu-sur-Mer, al sur de Francia. En marzo del 2016, se reunió el colectivo de ‘Etimologías Antiguas en Griego’. El propósito de la congregación consistió en diseñar un diccionario etimológico (inglés/griego) bajo el proyecto Etygram. Actualmente, los estudiosos continúan desarrollando las palabras que empiezan con kappa. Los avances se pueden consultar en http://appsweb-cepam.unice.fr/etygram. Cabe decir que ETYGRAM-D, Ancient and Medieval Greek Etymology, no proporciona literalmente la definición de las palabras, sino que ofrece la palabra primitiva.

La presente reseña resulta de una lectura atenta, cuidadosa y repetitiva. Si al lector le interesa la noción de Ancient Scholarship, este libro le ayudará a entender el criterio de la Antigüedad tardía según los analistas de los escolios. A continuación, en orden de aparición se citan autores, estudios, títulos y subtítulos con sus breves y respectivas descripciones.

A propósito de los editores, por un lado, Arnaud Zucker proviene de University Côte d’Azur y se interesa en Zoología, Astronomía y Mitología de Grecia. Por otro lado, Claire Le Feuvre viene de la Universidad de la Sorbona, en París. Se interesa en el lenguaje homérico.

A. Zucker y C. Le Feuvre presentan la introducción (pp. 1-18). Aclaran que los lingüistas premodernos (del s. XVII al s. XIX) separaron en dos partes el concepto de Etimologías según los objetivos y los métodos. Por una parte, las etimologías actuales estudian: el origen, los niveles de análisis de la lengua y la definición con relación a una rama del conocimiento. Por otra parte, las etimologías antiguas narran un discurso retrospectivo (ἱστορία) por medio de un juego semántico. Más adelante tratan la derivación de las palabras conforme a la evolución cultural. Después se observa que Dionisio Tracio define la etimología como la derivación de palabras, por la que es evidente [la parte] auténtica (ἐτυμολογία ἐστὶν ἡ ἀνάπτυξις τῶν λέξεων, δι’ ἧς τὸ ἀληθὲς σαφηνίζεται·). La tradición de análisis etimológico contempla lo literal y lo original en un mismo campo semántico (ἔτυμον λέγεται τὸ ἀληθές).

En la antigüedad, abundan análisis de nombres propios y comunes. No hay especialistas y se inventan juegos de palabras. Del mismo modo, se propaga la etimología popular según la mitología griega. Se cuestiona si los nombres se ponen por naturaleza (φύσει) o por convención (θέσει). Los antiguos filólogos proponen ordenar múltiples étimos en familia de palabras. El razonamiento cultural del erudito se expande al campo poético y científico. En un principio el análisis etimológico se realizó informalmente. Las alternancias fonéticas fueron cuestionadas por anomalistas con base en el azar y por analogistas con base en la razón. Quizás el enfoque pedagógico de las Etimologías condujo a una práctica retórica y no a una lingüística. Las etimologías antiguas fueron interpretaciones subjetivas. El estudio de la historia de las palabras poco a poco se profesionalizó.

La primera parte (pp. 19-51) sobre Filosofía se llama Etymological Practices and Philosophical Issues. Marco Romani Mistretta estudió Historia y Filosofía de la ciencia en la antigüedad en Harvard. Redactó el primer artículo llamado Naming the Art, or the Art of Naming: The Etymology of τέχνη (technē) in Plato’s Cratylus (pp. 21-35). Se trata de una respuesta a Silverman (1992) a propósito de la noción de naturaleza (φύσις) y arte (τέχνη) en el Cratilo de Platón. Romani cita términos afines según Platón: φρόνησις, γνώμη, δικαιοσύνη, ἀνδρεία, νόησις, τέχνη, μηχανή, δόξα, ψυχή y σπουδαῖα. En seguida deduce que τέχνη viene de ἔχειν y νοῦς, es decir, ‘tener inteligencia’. La ironía socrática (ὑβριστικὰ καὶ γελοῖα) emplea juegos de palabras. Se cuestiona si los filósofos son capaces de hacer análisis etimológicos. La etimología es una interpretación sobre el fondo a partir de la forma. Para Platón, si uno tiene inteligencia (νοῦν ἔχειν), entonces es capaz de usar términos técnicos. A nivel semántico, las frases: “νοῦν ἔχειν” y “ψυχῆς νόει” son equivalentes. La evidencia del νοῦς es la τέχνη. Sócrates deduce que las etimologías no son una disciplina (τέχνη), pues carecen de metodología (νοῦν ἔχειν). Literalmente nunca se termina de comprender la lengua griega. Al final de la exposición, se predice una futura investigación a propósito de la dialéctica entre φύσις y νόμος.

La segunda colaboración pertenece a Maria Chriti, quien egresó del Centro de Estudios Helénicos en la Universidad de Harvard. Trabajó en el proyecto: “The Neoplatonic School of Athens (4th-6th c.)” en la Universidad Complutense de Madrid. En el campo de la Filosofía y de la Lingüística, su ensayo se titula Etymological Proximities and Onomastics: From Aristotle to Ammonius of Hermeias (pp. 37-51). El objetivo de esta presentación relaciona a Aristóteles con su comentador, Amonio de Hermeias, en cuanto a la asignación de nombres por etimología y semántica. Se puede seguir una línea de tradición desde el Cratilo hasta las etimologías populares de los hablantes alejandrinos. Contrario al Cratilo, Aristóteles, en el afán de cerrar los discursos platónicos, dice que los nombres se analizan mediante un poder superior. El Estagirita, contrario a los estoicos, en De Interpretatione aclara que las palabras son convencionales (κατὰ συνθήκην) por su signo (σύμβολα). Primero hay que consolidar un símbolo, según Aristóteles, para poder asignar nombres. En esta línea de análisis, surgen etimologías populares, por ejemplo, ἠθικὴ ἀρετή viene de ἔθος o que αἰθήρ se compone de αἰεί y de θεῖ. En su obra Sobre las categorías se habla de inventar nombres ante la necesidad de referirse a la novedad.

La palabra clave es οἰκείως (apropiadamente). Para el Estagirita, οἰκείως significa “usar una palabra conforme a un glosario en especial”. Amonio trata la lingüística de Aristóteles a partir de su pensamiento neoplatónico. Destaca la objetividad. Por costumbre (οἰκείως) se asignan nombres (ὀνο­ματοποιεῖν) si falta un uso apropiado (ἐν τῇ κοινῇ συνηθείᾳ). Se ignora si los neologismos son adaptados o adoptados. Amonio recurre a palabras significativas (οἰκείοις ὀνόμασιν). Propone trabajar la derivación y las familias de palabras. En conclusión, Amonio creó un puente lingüístico entre Platón y Aristóteles. Este artículo explica que los estudios de este alejandrino son piedras angulares para entender la familia de palabras y generación de neologismos.

La segunda parte de este volumen se llama Linguistic Issues (pp. 54-176). Claire Le Feuvre es la autora del tercer trabajo que se titula Implicit Elements in Scholiasts’ Etymological Analyses (pp. 55-82). La literatura esco­lástica implica leer al margen y entre líneas. Los escoliastas escribieron de forma elíptica. Sus fórmulas exigen varias lecturas debido al detalle, a la repetición, a su importancia y al aprovechamiento del material disponible. La etimología de los escolios explica palabras que han caído en desuso, con el fin de justificar el significado o la ortografía mediante un razonamiento lingüístico a nivel elemental.

Hay cuatro tipos de explicaciones etimológicas en los glosarios que interpretan el léxico homérico al pensamiento ático. El tipo [a] es la traducción oral con un sinónimo, por ejemplo, ἔντεα· ὅπλα (‘armas’). El tipo [b] es una explicación también en griego hablado componiendo palabras o frases. Crea un puente etimológico entre la traducción y la acepción, por ejemplo, ἀνθεμόεσσαν· ἄνθη φέρουσαν (‘que lleva flores’). El tipo [c] es significante y deductivo, por ejemplo, εὐχωλή· ὥσπερ παρὰ τὸ παύσω παυσωλή καὶ ἔλπω ἐλπωρή, οὕτω παρὰ τὸ εὔχω εὐχωλή (“si de παύσω viene παυσωλή y de ἔλπω, ἐλπωρή, entonces de εὔχω, εὐχωλή”). Implica un análisis morfosintáctico por medio de una analogía gramatical. El tipo [d] resulta de significado, más significante más explicación etimológica. Usa palabras simples, por ejemplo, κόμης· τῆς τριχώσεως. εἴρηται δὲ παρὰ τὸ κόσμον αὐτὴν εἶναι τοῦ σώματος (“κόμη: el ca-be-llo; se dice del be-llo ornamento de la ca-be-za”). Esta analogía entre κόμη y κόσμον de Herodiano (s. II) es una falsa etimología. Se entabla un juego de palabras entre un experto en lengua griega y un erudito de la cultura grecorromana.

El adjetivo δολιχόσκιος es tratado por varios escribas. Se clasifican los tipos de redacción. La redacción I emplea los cuatro tipos mencionados de las explicaciones etimológicas. La redacción II contiene los tres primeros tipos. La redacción III explica los primeros dos. La redacción IV sólo muestra el primer tipo. La redacción V sólo traduce la palabra en cuestión. Después de analizar estas maneras de redactar la etimología de δολιχόσκιος, la escolástica recurre al contexto para aclarar una palabra oscura. El adjetivo en la Ilíada señala longitud y en la Odisea, un lapso. En un contexto inmediato, se agrupa una palabra afín. La palabra épica αἰγανέη significa ‘jabalina’. Según la ortografía se refiere a αἰγανέα (lanza), a αἰγὸς (cabra) o a ἄγαν (exageradamente). La frase αἰγανέας δολιχαύλους indica un proyectil (lanza o flecha) que tenía correas de piel de cabra para causar un impacto violento. La definición no aparece en Homero, sino en los escolios.

En síntesis, cada uno de los escolios tiene su marca propia de redacción. La lectura de estos comentarios invita a la sobreinterpretación. Los lexicógrafos explican las palabras sin profundizar en la etimología. Posiblemente, los escolios homéricos agregaron palabras al léxico de Homero.

Daniel Petit presenta la cuarta colaboración. Es doctor en Lingüística griega e indoeuropea por Ecole Normale Supérieure de París. Su presentación lleva por título On Enantiosemy in Antiquity and its Modern Outcomes (pp. 83-124). La frase que detona la investigación dice: ‘Lucus a non lucendo’ (“arboleda: en absoluto iluminada”). El objetivo de Daniel Petit consiste en descubrir la evolución de este concepto, también llamado autoantónimo. Según Jan Sibelius (1865-1957), la enantiosemia significa una característica y al mismo tiempo lo contrario. El neologismo proviene de ἐναντίος (contrario) y de σῆμα (significado). En 1819, el lingüista alemán Johann Arnold Kanne (1773-1824) lo mencionó en su obra Prolusio Academica de Vocabulorum Enantiosemia, sive Observationum de Confusione in Linguis Babylonicis Specimen (Nuremberg), con el fin de subrayar una negación, por ejemplo, prōbus (probo) no es prāuus (depravado). En 1839, Döderlein usó el término en comparaciones, como pūrus (puro) vs. ψωρός (comezón), o bien, uīta (vida) vs. οἶτος (muerte). Knox (1989) dice que la enantiosemia implica la ambivalencia semántica de una palabra, por ejemplo, bellus (bello) no es bellum (guerra); obesus significa ‘gordo’ y ‘flaco’ al mismo tiempo. Se emplean extensiones semánticas para explicar una etimología, por ejemplo, la ‘piscina’ no necesita peces o la ‘quesadilla’, queso.

San Augustín dice que lucus (arboleda) minime luceat (al menos luce). Diógenes Laercio (s. III) habla de “encontramiento” (κατ’ ἐναντίωσιν) en temas retóricos de lenguaje figurado. Esta retrospectiva nos recuerda el ‘ser o no ser’ de Heráclito. Aulo Gelio (s. II) recurre al pensamiento estoico de Crisipo (s. III a. C.) con la palabra ambiguum. Al contrario, Aristarco (s. II a. C.) usa ἀντίφρασις en vez de ἐναντίωσις en Alejandría. Trifón (s. I) incluye en el mismo campo polisémico la ἐναντίωσις, la ἀντίφρασις y el εὐφημισμός. La mayoría de los ejemplos subsecuentes pueden estudiarse en Etygram de Claire Le Feuvre (CLF).

Aunque esta práctica no estuvo definida en literatura griega, se clasifican tres tipos de etimologías con nexos causales: la paradójica, donde A es causa de no A; la contradictoria, donde A existe aunque no A también; y la ambivalente, donde A y no A se distinguen a veces por contexto. El eufemismo de las Erinias (diosas de la venganza), como Εὐμενίδες (bienintencionadas), se trata de una etimología paradójica y contradictoria, porque destruyen a quien las invoca y a por quien fueron invocadas. El eufemismo del Mar Negro (Εὔξεινος Πόντος) por εὔξεινος (hospitalario) y por Ἀξείνῳ (inhóspito) señala una paradoja. Rüdiger Schmitt (1996) dice que el sobrenombre viene de un adjetivo iraní *axšaēna- (no brillante). El juego de palabras entre ἄξεινος y εὔξεινος involucra una etimología popular de tradición jónica. El nombre de Prometeo (Προμηθεύς) significa que no previó (προμηθής) el castigo de los dioses. El mito menciona a Ἐπιμηθεύς (el que ve tarde) para aclarar esta paradoja. Eurípides explica que Penteo, rey de Tebas, debe alejarse de πένθος (infortunio). Más bien se trata de falsa etimología. El nombre poético de la noche significa ‘agradable’ (Εὐφρόνη). Esquilo usa εὐφρόνη para referirse a un sueño tranquilo y seguro, es decir, ‘pasar una buena noche’. Tiene que ver con sereno (εὔφρων). El lado siniestro (ἀριστερός) se relaciona con ἄριστος (mejor), aunque representa una etimología paradójica. Los eufemismos no corresponden a la enantiosemia. Los ejemplos anteriores no son propiamente una enantiosemia, sino la etimología paradójica por una causa.

La enantiosemia paradójica se desarrolló en gramáticas y escolios romanos. El gramático estoico Elio Estilo (s. I a. C.), Cincio (s. I a. C.), Curiacio (s. I) y Servio (s. V) emplearon juegos de palabras con base en la enantiosemia. Elio y Festo (s. II) ligan caelum (cielo) con cēlātum (cerrado) y militem (militar) con mollitia (blando) κατ’ ἀντίφρασιν (por oposición). Plauto, Ovidio, Virgilio y Séneca, por su cuenta, compusieron con etimologías contradictorias. Otros autores representativos de la antiphrasis fueron: Elio Donato (s. IV), Flavio Carisio (s. IV), Diomedes Gramático (s. IV), Mauro Servio (s. IV) e Isidoro de Sevilla (s. VI). Isidoro de Sevilla es el erudito que adaptó la enantiosemia de la Antigüedad tardía para el conocimiento de la Edad Media. Divulga la idea de que ‘mundo’ (mundus) es ‘inmundo’ (immundus). Fueron representantes: Hugh de Saint-Victor (s. XII), Baudoin de Condé (s. XIII), Rutebeuf, Othon Casman (s. XVII) y Paul Egard (1668), Georg Henisch, Julio C. Escaligero, Franciscus Sanctius y, también en francés, César Chesneau Dumarsais.

La enantiosemia se estudió como figura retórica entre los ss. XVIII y XIX a propósito de la explicación etimológica. Johann Arnold Kanne (1819) analiza antónimos etimológicos. Para él, ‘antiphrasis’ son ambivalencias semánticas. Charles Denina, Ludwig Tobler, Carl Abel, Wilhelm von Humboldt, Georg Curtius y Michel Bréal combinan temas de Etimologías y de polisemia. Daniel Petit termina mencionando a los máximos representantes de la enantiosemia en el s. XX.

La quinta investigación (pp. 125-177) fue escrita por Nathalie Rousseau de École Normale Supérieure de París. Sus proyectos sobre Lingüística y Medicina antigua se encuentran en: etymologika.hypotheses.org. En Ὅτι ἀλαζών ἐστι μάρτυς ἡ ἐτυμολογία: Galen on Etymology, Theory and Practice, Rousseau dice que Galeno de Pérgamo, “el príncipe de la Medicina”, escribió contra las escuelas de Medicina, las cuales malinterpretaron su crítica literaria (γραμματική) y sus análisis de Filología. Galeno culpa al ἀλαζών (charlatán, hablador o falso) de plagiar libros con falsas etimologías. Es irónico afirmar: ὅτι μὲν ἀλαζών ἐστι μάρτυς ἡ ἐτυμολογία (la etimología es una evidencia jactanciosa). El objetivo de esta investigación consiste en revisar cómo Galeno analiza etimológicamente. Nathalie Rousseau también buscó fuentes en el thesaurus árabe.

Se desarrolla la postura de Galeno en relación con la etimología popular. Las ideas de Hipócrates, de Platón y de Galeno criticaban a los estoicos. Crisipo pudo ser un impostor, ya que no demostró con ciencia ni con prácticas experimentales (ἐπιστημονική), sino con literatura popular. Para Galeno, Crisipo analiza etimologías miserablemente (μοχθηρῶς). Ni poetas ni mitos, para el médico, son confiables, porque son ficticios y usan figuras. Los estoicos de la Segunda Sofística, al igual que Crisipo, creían que el corazón gobernaba el alma. Galeno culpa a Pródico por usar φλεγματώδης (flemático) y no φλέγμα (flema). Es irónico que una flema designe al humor frío, porque su etimología significa ‘arder’. En los comentarios árabes al texto de Galeno, se sustituye la palabra ἐτυμολογία por ‘derivación’.

La escuela de Crisipo transmitió etimologías miserables para el auditorio de Galeno. El médico se enfoca en una investigación práctica. El sofista cobra por realizar investigaciones teóricas. Un tratado sobre la corrección de términos (ὀνομάτων ὀρθότης) se sale de los temas centrales de la Medicina (ἔξω τῆς ἡμετέρας τέχνης). La corrección de palabras pertenece a otra disciplina. En Περὶ τῶν ἰατρικῶν ὀνομάτων, Galeno justifica que el médico debe ser erudito en muchas áreas, por ejemplo, al investigar, al enseñar y al ejercer. Al médico le compete la salud. En Dialéctica, Gramática y Retórica, se analiza el léxico.

Galeno aclara que el alumno debe leer sus tres libros sobre la corrección terminológica (περὶ ὀνομάτων ὀρθότητος τρία), a modo de curso propedéutico. Aunque los diccionarios no corresponden a Medicina, escribió un glosario en ático (παρὰ τοῖς Ἀττικοῖς συγγραφεῦσιν ὀνόματα). Galeno no juzga cómo se expresan en otros lugares (μέμφεσθαι… σολοικίζειν τε καὶ βαρβαρίζειν), porque el propósito consiste en darse a entender en la práctica (διὰ τὰ σημαινόμενα). Cuando el lector ya haya aprendido a distinguir las falsas etimologías (τῶν ἐκ τῆς ἐτυμολογίας ὁρμωμένων), estará listo para tomar otro curso sobre terminología médica (Περὶ τῶν ἰατρικῶν ὀνομάτων). La precisión de las palabras se presenta a lo largo de las obras de Galeno. El lector debe permanecer escéptico y obtener su propio criterio.

Galeno excluye de su gremio a “los que se jactan de saber etimologías” (χαιρόντων ἐτυμολογίαις). Quizá se refería a Télefo de Pérgamo (s. II), quien fuera su contemporáneo, gramático estoico y tutor del emperador Lucio Vero. Hipócrates fue la máxima autoridad en Medicina, de modo que Galeno se rodeó de filólogos. Los médicos sabían analizar palabras primitivas (πρῶτα ὀνόματα), simples, derivadas y compuestas; la raíz de la palabra, y familias de palabras quizá por tradición estoica.

Para terminar, la ‘etimología’ (ἐτυμολογία) y la ‘corrección de palabras’ (ὀνομάτων ὀρθότης) fueron parte de la educación básica de Galeno. La disciplina (ἐπιστήμη) de la Medicina es práctica (πράγματα) y promueve la apropiación de neologismos (ὀνόματα). El lector debe juzgar (ἐκκαθαί­ρειν) las malas interpretaciones (τὰς μοχθηρὰς δόξας). Un mal diagnóstico puede surgir por seguir fuentes falsas. Queda pendiente estudiar los ejemplos de Galeno con etimologías de tradición médica y léxica en el campo de la crítica literaria. Para más información, el tema puede abarcar: The role of ‘etymological’ explanations in Greek medical lexicography.

La tercera parte se llama Poetical Practices of Etymology (pp. 177-278). Athanassios Vergados (Newcastle University) abre la sexta discusión, la cual se titula Etymological Explanations of Fish-names in Oppian’s Halieutica: Between Poetry, Philology, and Scholarship (pp. 179-212). Sabemos que la Haliéutica de Opiano es un poema didáctico publicado hacia el 180 entre el imperio de Marco Aurelio y el de Cómodo. Consta de 5 libros con un total de 3506 versos. Busca enseñar ictiología y pesca de seres fluviales y monstruos marinos (κήτεα). El objetivo del investigador es explorar explicaciones etimológicas sobre la pesca.

Describe nombres de peces de acuerdo con sus características físicas. En seguida busca la relación entre el κάλλιχθυς y el ἱερὸς ἰχθύς. Eratóstenes le dice χρύσοφρυς y Pancrates, πομπίλος (piloto). Se dice que es sagrado (ἱερὸς), ya que junta sus aletas al hundirse y porque es de buena surte para los buzos (ἀνθίας). El pez πομπίλος acompaña la embarcación, como símbolo (σῆμα) de buen tiempo. Se representa una pompa (πομπή), es decir, los peces van en caravana. Otro pez en cuestión es el νάρκη, un parónimo de ἀλκή (fuerza), según la contradicción (κατ ̓ ἀντίφρασιν). Se compone con el prefijo de negación νή- más la raíz de ἀλκή. Varios autores hablan también del pez ξιφίας (espada). El pez ἡμεροκοίτης todo el día duerme. Los nombres compuestos, como oὐρανοσκόπος, resultan de licencias poéticas. Otro pez característico es el ἀφύη (anchoa), con alfa privativa. Hablando de su reproducción, el pez τρίγλη pare tres veces al año (τρίζειν). Opiano menciona a más animales marinos que los clasificados por Aristóteles.

En síntesis, las fuentes de Opiano entretienen al lector. Nuestro autor juega adivinanzas con su público. Transmitió etimologías populares con base en características y comportamiento. Comparte la misma erudición que sus lectores imperiales. Al tratarse de poesía didáctica, añade moralejas de tradición estoica.

En séptimo lugar, participa Christophe Cusset de Ecole Normale Supé­rieure de Lyon. Dirige su propia revista sobre estudios helenísticos, la cual está disponible en www.aitia.revues.org. Su artículo en este volumen se llama Etymology as a Poetic Resource among the Poets of Alexandria (pp. 213-228). La poesía helenística nos parece oscura. Sabemos que la etiología cultural se volvió un tópico que acostumbró explicar los nombres por su narración etimológica. Los poetas helenísticos cuestionaron la identidad griega por medio de prácticas alejandrinas.

En las Argonáuticas de Apolonio de Rodas se lee que Calicoro se relaciona con el Dios de Niseo (Καλλιχόροιο παρὰ), o sea, con Dionisio. El lector y el autor reinterpretan el mito tradicional. Cuando habla de los habitantes de las montañas (ἐπὶ Μοσσύνοικοι), se explica su función de vigilar desde los puntos altos (μόσσυνας). La palabra μόσσυν viene de Irán. Por otro lado, Calímaco dice que Delos se llamó Asteria. Para Píndaro es fija, pero a Calímaco le parece que la isla se mueve. Calímaco en su Himno a Zeus afirma que los curetes (Κούρητες) en el monte Ida eran los “niñeros” (κουρίζω) de Zeus, al resguardarlo de Cronos (Κρόνος). Apolonio de Rodas trata la hidrografía de Arcadia, donde faltaba el agua. Arcadia (Ἀρκαδίη) era conocida como “zona árida” (Ἀζηνίς), o sea, ἄβροχος (“sin lluvia”). La analogía entre ἀζῆν (“sin vida”) y Ζηνός (Zeus) simboliza un desierto. Los Ἀπιδανῆες, según Calímaco, viven en Arcadia. El juego de palabras se explica con πῖδαξ (fuente) más la negación. En conclusión, los escritores alejandrinos explicaron los nombres propios por medio de un discurso, casi siempre mitológico. La explicación etimológica busca una razón para entender la variedad de nombres en una cultura.

La octava investigación se llama The Use of Etymology in Apollodorus’ ΠΕΡΙ ΘΕΩΝ and in its Reader Porphyry: Scientific or Ideological? (pp. 229-278). Andrea Filoni estudió en Milán. Se interesa en Homero y en Estrabón. Menciona que la etimología antigua sigue reglas orales, que se transmitieron de estoicos a alejandrinos. Filoni estudia la obra Sobre los dioses (Περὶ θεῶν, ΠΘ) de Apolodoro. En 24 libros -de su propia biblioteca- se analiza la esencia de los dioses griegos. Para entender dicha obra, es necesario consultar los comentarios de Porfirio de Traso (s. IV). Su objetivo es estudiar la naturaleza solar de Apolo.

Macrobio relaciona a Apolo con el Sol. Suda menciona que Porfirio escribió Περὶ θείων ὀνομάτων, pero la cita en griego es dudosa, porque sus fuentes fueron latinas. Servio asegura que Porfirio se basó en una traducción, en la que omite a Macrobio. Ambos siguen las interpretaciones egipcias de tradición neoplatónica. La obra de Apolodoro subyace en los comentarios de Macrobio y de Porfirio. Sabemos que Aristarco influyó en la manera de escribir de Apolodoro.

Apolodoro considera que Apolo es un dios pastoril. Otros dioses, como Poseidón, pueden crear y destruir. La tradición estoica de Apolodoro ofrece una lectura particular de Homero. La simbología solar en ΠΘ refiere a otras fuentes. Los estoicos comparan al Sol con el lobo. Cleantes y Antipatro son referencias estoicas de ΠΘ. Apolodoro no analiza la palabra trágica λυκοκτόνος, como Cornuto (s. II), así que podría considerarse una falsa etimología. Cornuto no congenia con Apolodoro, pero interviene en ΠΘ. Porfirio y Macrobio hablan de la fiesta que celebra Rodas (ἐν Ῥόδῳ Σμίνθεια ἑορτή). Se recuerda cuando Apolo y Dionisio mataron ratones en las vides. Aristarco no leyó el mito literalmente. Según el gramático, Apolo no era un ratón, sino el protagonista de lo que sucedió en Rodas. De la misma forma, Apolodoro se enfocó en el contexto geográfico y no en la plaga.

En síntesis, el ΠΘ, desde el punto de vista de Apolodoro, se puede clasificar en citas gramaticales y teológicas. El análisis literario de Homero, con base en la educación elemental de Apolodoro, proviene de la escuela estoica. Mientras que las citas teológicas apuntan al pensamiento más cercano a Porfirio.

La cuarta y última parte de este libro se llama Etymology and Word-Plays (pp. 279-320). La novena colaboración se denomina Fallacious Etymology and Puns: Ptolemy Chennus’ Sham Homeric Questions (pp. 281-304). Su autor, Valentin Decloquement, estudió en Lille (Francia) sobre la Segunda Sofística y la crítica homérica de la Antigüedad tardía.

El artículo inicia con el contexto histórico de Ptolomeo (s. II) ‘codorniz’ (Χέννος). Según la Suda y el Códice 190 de la Biblioteca de Focio, se sabe que escribió en Alejandría durante el imperio de Trajano. Menciona a Tertula, de modo que su público perteneció a la élite romana (πεπαιδευμένος γραμματικός). En los tiempos de Nerón y Nerva, Epafrodito (Ἐπαφρο­́δι­τος) fue maestro del imperio. Posteriormente, Ptolomeo junto con otros eruditos más, instituyó la παιδεία. Su obra Investigación paradójica (Παράδοξος Ἱσ­το­ρία) se confunde con Investigación original (Καινὴ Ἱστορία). Se reparte en 7 libros. En el Medievo, sin embargo, aparece Anti-Homero con una obra semejante en 24 libros, según los reportes árabes. El objetivo consiste en encontrar la mano de Ptolomeo, la de sus contemporáneos y la de los comentaristas bizantinos vía textos eruditos. Sus etimologías pueden clasificarse en cuatro tipologías:

  1. El nombre que cuenta o el cuento sobre el nombre.

  2. Palabra que se vuelve nombre propio.

  3. Una letra que se vuelve nombre propio.

  4. Juego de palabras con distintos contextos.

A través de estas cuatro clases de análisis, se puede jugar a distinguir el contexto original del falso con base en la crítica literaria, empezando por Homero. En primer lugar, Ptolomeo dice que Odiseo se transformó en caballo en la isla de Circe. El juego de palabras (ἐξ ἁλὸς) alterna el significado de origen (ἔξω θαλάσσης) y el de separación. La frase τὸ ἔξαλος significa causa y lugar. Se dice que Τηλέγονος es el hijo de Circe y Odiseo. Quizá se refiere a un pez (τρύξ) o al asesino de Odiseo, puesto que, sin la preposición, ἁλός podría ser un nombre propio. En segundo lugar, Aquiles es apodado ποδάρκης por su agilidad de pies. Eustacio resalta su resistencia. Ptolomeo menciona las alas de Ἄρκης, la hija de Taumante y hermana de Iris. Su mito cuenta que Zeus ganó las alas al terminar la Titanomaquia. Después se las regaló a Tetis, que en su momento se las heredaría a su hijo. Ptolomeo rompe la tradición homérica con dicho mito de Arce. En tercer lugar, se cree que Odiseo tenía orejas grandes (Οὖτις suena a ὦτα), pero también hay un mito sobre la odisea que sufrió su madre durante el parto. Focio revela el camino (ὁδὸν). Los escolios y Eustacio refieren que Anticlea, la madre de Odiseo, se encaminaba a Nerito cuando parió a media tormenta (ὗσεν ὁ Ζεύς). Los bizantinos atribuyeron el mito a Sileno de Quíos por imitación escolar. Sin embargo, la referencia es falsa. La última historia cuenta que Hermes le dio la flor de μῶλυ a Odiseo para que fuera inmune a los hechizos de Circe. Los escolios y Eustacio ligan μῶλυ con μωλύειν (debilitar). Heráclito explora el mito, con el fin de hacer una analogía con la sabiduría hermética de Egipto. El juego etimológico dice que Homero nació en Egipto.

Esos cuatro datos de Investigación Original de Ptolomeo Codorniz con base en Focio parodian las notas eruditas (ζήτημα) sobre las obras de Homero. Los filólogos antiguos se plantearon el problema de investigar la patria de Homero, antes llamado Τιγράνης. La invención etimológica de Investigación Original deconstruye la tradición popular del periodo imperial. Cualquier palabra podía ser nombre propio. Hasta la caída del imperio grecorromano se jugó con narraciones etimológicas.

El artículo añade un apéndice para tratar los tipos de etimología. En primer lugar, Ἀρκὰς (de Arcadia) y κόρυθα alternan entre nombres comunes y propios. Las flores pueden tener nombres de personas (Ἑλένη). En la misma clase, se cuenta que el león de Nemea fue un gigante asesinado por Heracles. El segundo tipo menciona a personajes como Eco, Sandalia (Σανδάλιον) y Serpiente (Δράκο). El tercer tipo cambia el nombre de Ἀργὼ a Ἄργου y el de Ζεὺς a Κρητός. El cuarto tipo clasifica casos complejos, por ejemplo, Νεῖλος fue Ἡρακλῆς antes de relacionarse con Hera. Ἀχιλλεὺς tiene alfa de negación más la palabra “labios”. El tercer inciso ejemplifica que Hércules fue llamado Alfa. A Μωσῆς también se le apodó Alfa, porque padecía lepra (ἀλφός). Κράσσος se llamó βῆτα por comer betabel (βητάκιον). Al final, se menciona que Δημοκύδης fue γʹ (III) por pertenecer a un tercer rango.

Por último, Simone Beta, proveniente de la Universidad de Siena, se interesa en los acertijos y escribió la décima investigación, que se titula To Play (and to Have Fun) with Literature: Comic Wordplay in Greek Poetry (pp. 305-319). Beta menciona juegos de palabras con los nombres propios en obras de la Grecia clásica. Es claro que este ejercicio yace en la mayoría de las culturas.

El artículo se basa en Antología Palatina. Καλλίστιον se escucha como Καλλίσχιον (‘de bello trasero’). El epigrama de Diógenes Laercio (s. II), por culpa Στίλπωνος, se burla del filósofo Diódoro Crono (‘Κρόνε Διόδωρε’), como el padre de Zeus; puesto que, al escribir su segundo nombre sin las dos primeras letras, le decían ὄνος (‘burro’) en un banquete de Ptolomeo I Soter. En el s. II, se burlaron de Marco Antonio Polemón, ya que Πολέμων, con cierta aféresis, suena a “corrupto”. El sofista Polemón nació en Μασταύρων, un pueblo entre Lidia y Caria. Si al nombre del lugar se le quitan las dos primeras letras, se malinterpreta σταῦρος (cruz). El chiste local refiere que Polemón nació en la cruz. Μάρκος esconde ἄρκτος (‘oso’), de modo que le decían cobarde. Otro juego de palabras confunde a Ὀπιάνος con Ἀπιάνος, porque se relacionan con πίνειν (‘beber’). Suetonio cuenta que el emperador Tiberius Claudius Nero era apodado Biberius (bebedor) Caldius Mero (de vino ardiente). La sustitución fonética es una licencia poética, por ejemplo, Χείλων καὶ Λείχων ἴσα γράμματα (“labio y lamer tienen letras parecidas”). Resulta un recurso literario que apela al doble sentido. La temática y la rima distinguen el albur de la adivinanza.

La charada es un juego, como adivinanza, oráculo o tipo examen de las materias de Lengua, Mito o Geografía. Proclo responde algunas. Constantino Cefalas confiesa que jugaba (γυμνασίας) con sus alumnos (παῖδες). Aunado a las charadas, se mencionan acertijos bizantinos basados en Homero. Hoy podría ser comparado con un crucigrama con variedades rítmicas. Marciano (s. XIV) trata las respuestas relacionadas con la métrica griega.

En conclusión, no sabemos cómo se enseñó Lengua en la antigüedad. En Bizancio, a modo de examen, se impartió σχεδογραφία (‘análisis sintáctico’) durante el s. XI. Sus temas abarcan poesía y religión. En el año 1204, aparecen otros reactivos (γρῖφοι a partir de los αἰνίγματα) con base en la Antología Griega de Constantino Cefalas del s. X.

Al final de las diez presentaciones, se anexan los estados y los intereses de los contribuidores (p. 321), luego está el Index Notionum (p. 323), en seguida el Index Verborum (p. 327) y, por último, el Index Locorum (p. 333). Este volumen facilita la lectura con organizadores gráficos. Los vínculos multimedia, que cada autor proporcionó, resultaron esclarecedores. El título del volumen sugiere que habrá una segunda parte. Desconocemos si en un futuro cercano será publicada.

Bibliografía

Zucker, Arnaud , y Claire Le Feuvre (eds.), Ancient and Medieval Greek Etymology: Theory and Practice I, vol. 111, Berlin-Boston, De Gruyter, 2021, 341 págs., ISBN: 978-3-11-071485-2. [ Links ]

Recibido: 23 de Octubre de 2022; Revisado: 28 de Noviembre de 2022; Aprobado: 20 de Abril de 2023

*

Diego Ramírez Pérez es maestro en Letras (Letras Clásicas) con mención honorífica en el Posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Es docente de Etimologías y de Español en el CECA, Oaxaca. Sus áreas de interés son Apolonio Díscolo y la gramática alejandrina en el imperio grecorromano (Late Scholarship). Su tesis de licenciatura se tituló El reconocimiento del adverbio por el método de Apolonio Díscolo: El progreso del análisis gramatical en el s. II d. C., y la de maestría se llamó Tres rasgos de la escuela de Apolonio Díscolo: Noción de perfil anímico. Ha publicado reseñas en Nova Tellus, 38-1 y 39-2.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons