SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.38 número1Jámblico, Babiloníacas, introducción, traducción y notas de Lourdes Rojas Álvarez, México, Universidad Nacional Autónoma de México (Clásicos Griegos y Latinos. Colección Bilingüe, 3), 2018, 162 págs., ISBN: 978-607-30-0014-7.Martínez Lacy, Ricardo (coord.), Hermenéutica de la esclavitud. Actas del XXXVII Coloquio del GIREA, Besançon, Presses Universitaires de Franche-Comté, 2018, 203 págs., ISBN: 978-2-85867-636-4. índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Nova tellus

versão impressa ISSN 0185-3058

Nova tellus vol.38 no.1 Ciudad de México Jan./Jun. 2020  Epub 15-Jun-2020

https://doi.org/10.19130/iifl.nt.2020.38.1.0012 

Reseñas

Giannakis, Georgios K., Christoforos Charalambakis, Franco Montanari and Antonios Rengakos (eds.), Studies in Greek Lexicography, Berlin, Walter de Gruyter (Trends in Classics Sup. Vol. 72), 2018, 343 págs., ISBN: 978-3-11-062157-0.

aUniversidad Nacional Autónoma de México, México, ringancha@gmail.com

Giannakis, Georgios K.. Christoforos Charalambakis, Franco Montanari; Rengakos, Antonios. Studies in Greek Lexicography. Berlin: Walter de Gruyter, (Trends in Classics Sup. Vol. 72), 2018. 343p. ISBN: 978-3-11-062157-0.


Palabras clave: historia de la lexicografía griega; etimología; erudición

Keywords: History of Greek Lexicography; Etymology; Scholarship

Este libro compendia diecinueve colaboraciones sobre lexicografía del griego antiguo y moderno. El prefacio está dedicado a John N. Kazazis, quien fue profesor emérito de la Universidad Aristóteles de Tesalónica, clasicista, lexicógrafo y presidente del Centro de lengua griega antigua y moderna. Colaboró con el padre de la lexicografía moderna, Ladislav Zgusta, y se dedicó a digitalizar bases de datos para editar diccionarios.

Esta obra se divide en tres partes: la PRIMERA aborda la historia de la lexicografía griega. El primer colaborador es Christoforos Charalambakis con “Kriaras’ Medieval Dictionary and its importance for the study of Modern Greek” (pp. 9-19). A lo largo de su texto, Charalambakis compara algunos lemas del volumen 19, que abarcan de la rho a la sigma, del Dictionary of Medieval Greek Demotic Literature, 1100-1669 de Emmanouel Kriaras (1906-2014), reconocido lexicógrafo demótico, estudioso de Creta y de Bizancio y pionero en literatura comparada. Diccionarios, dialectos, etimologías y el significado en griego moderno sirven para comprobar los lemas. Su método de comparación etimológica se basa en el cambio semántico. El diccionario de Kriaras será terminado en el año 2021, cuando Grecia celebre 200 años de independencia.

La segunda contribución se llama “Language contact and contact induced change in the light of the (digital) lexicography of Greek loanwords in the non-Indo-European languages of the Greco-Roman worlds (Coptic, Hebrew/Aramaic, Syriac)” (pp. 21-40) y pertenece a Christina Katsikadeli. Ella estudia la interacción del griego (desde koiné en Egipto hasta copto tardío) con lenguas no indoeuropeas de Asia Menor (árabe del s. VIII) desde la Antigüedad hasta la época bizantina. Katsikadeli rastrea préstamos a propósito de la cultura, la sociedad y la religión, en la zona judía de Siria y de Palestina, en cuyas colonias romanas la gente conocía el hebreo, el arameo y el fenicio. Su objetivo es la actualización de “Database and Dictionary of Greek Loanwords in Coptic (DDGLC)”, que analiza la función, la sintaxis y la semántica de los préstamos en cuestión.

El tercer ensayo es “Greek-Albanian and Albanian-Greek lexicography in the 18th and 19th centuries” (pp. 41-56), escrito por Doris K. Kyriazis, quien cronológicamente estudia varios léxicos de gran importancia para la frontera entre Grecia y Albania, en la que, durante la época de Estrabón, sus habitantes eran bilingües (δίγλωττοι). Superficialmente recorre los primeros siglos (I-XVI) de contacto entre ambas lenguas. Profundiza en Πρωτοπειρία de Theodoros Kavalliotis (1770), en la Εἰσαγωγικὴ Διδασκαλία de Daniil Moschopolitis (1802), en la compilación de léxicos de Markos Botsaris (1809), mejor conocida como Ἐγχειρίδιον Διαλόγων Ἰταλο-ἑλληνο-ἀλβανικῶν; en el Διῃρημένον εἰς δύο μέρη Ὀνομαστικὸν καὶ Διαλογικὸν de E. Mitko y en el Χριστοφορίδης. Así el lector puede atestiguar cómo la lengua de Albania se diferenció del griego y cómo se publicaron en albanés los diccionarios, los manuales de conversación y los léxicos con fuentes literarias.

En cuarto lugar aparece Nikolaos Lavidas, autor de “Language change and early dictionaries of Modern Greek” (pp. 57-77). Su objetivo principal es constatar que los diccionarios participan en la historia del griego, ya que registran cambios. Lavidas afirma que el cambio semántico se va produciendo por la adición, por la exclusión o por la redefinición de lexemas. Su objetivo secundario trabaja regulaciones prescriptivas en los diccionarios de griego moderno de los siglos XVII-XIX. En ese entonces no había consenso en la distinción de neologismos, de vigencia de palabras y de préstamos, por ejemplo, el diccionario de Schmidt (1825) marca con una “daga” (†) una nueva palabra en griego que conlleva un cambio o un préstamo; con un asterisco (*) una entrada rara, pero frecuente, y con un doble asterisco, las palabras de griego antiguo; pero otros diccionarios ponen los préstamos entre paréntesis. La idea de la investigación se resume en que el prescriptivismo marca cambios, normas y tradición, y redefine el lenguaje, de modo que cada diccionario se adapta a los cambios y necesidades de la cultura.

Stefano Valente presenta el quinto trabajo, “From Plato to the Byzantine Etymologica: The etymologies of ‘ἥρωες’ in the Etymologicum Gudianum” (pp. 79-91). El investigador rastrea la etimología de ἥρως de Platón en un documento de Bizancio, mejor conocido como Etymologicum Gudianum, que se relaciona con el Etymologicum Sorbonicum y con el manuscrito Vaticanus Barberinianus del s. X. Las fuentes mencionan a Platón, Aristónico y Orión. Durante el s. I a. C. y la época bizantina, los procesos etimológicos de Platón seguían vigentes. El escriba del Etymologicum Gudianum registró cuatro etimologías posibles para ἥρως: la primera, según Platón, dice que viene del amor (ἔρως) entre un dios y un mortal; la segunda, en fuentes anónimas de los mitos, habla de una primera raza engendrada (ἠρᾶσθαι) por Pandora y Epimeteo; la tercera, de acuerdo con Aristónico, deriva ἥρως de ἔρα (‘suelo’) y de ἀρῶ (‘sobresalir’); y la cuarta, por dialéctica, supone que viene de la ‘interrogación’ (ἀπὸ τῆς ἐρωτήσεως). La idea final es que las fuentes bizantinas se mezclaron con las etimologías clásicas, las alejandrinas y las tardías.

El último y sexto trabajo de esta primera parte se titula “Crystal’s dictionary of linguistics and phonetics and its adaptation to Greek: lexicographic, terminological and translation issues” (pp. 93-115), y pertenece a George J. Xydopoulos. Esta aportación trata problemas de léxico, de terminología y de traducción en la adaptación del Dictionary of Linguistics and Phonetics (DLP) de David Crystal para su edición griega. Xydopoulos revisa la historia metalexicográfica de las versiones del diccionario (1980-2008), la megastructura (relevancia léxica), la macrostructura (organización de las entradas) y la microstructura (definición o traducción del lema), según las necesidades de los usuarios del diccionario de habla griega. La idea central de la investigación se resume en que la versión griega del diccionario de Crystal reproduce las introducciones de las versiones anteriores en inglés, pero al mismo tiempo propone soluciones para la organización del alfabeto griego.

La SEGUNDA PARTE versa sobre etimología. El séptimo capítulo se llama “Agamemnon” (pp. 119-130) y fue escrito por Václav Blažek, quien propone crear un puente entre una etimología griega y otra védica (Ἀγαμέμνων vs. Agní-). Blažek reporta la etimología del Cratilo de Platón, donde Ἀγαμέμνων significa ‘resistencia’ (μένω). En el s. XIX, se discutía si Ἀγαμέμνων, *Ἀγαμένμων y *Ἀγαμέδμων (cf. ático μεσόμνη vs. jónico μεσόδμη) se relaciona con ἄγαν (‘grandeza’), con δέμω (‘construir’) o con μέδομαι (‘meditar’). Según la escena de las señales ígneas en Esquilo (A., vv. 281-316), Blažek compara el nombre del héroe griego con el teónimo védico Agní-, el cual se vincula con ‘fuego’. Sugiere que la primera parte del nombre se relaciona con el latín ignis (‘fuego’), el balto-eslavo *ungni-, el irlandés antiguo aingel (‘luz’), el galés engyl (‘fuego’) y el védico áṅgāra- (‘carbón’). El segundo componente del nombre puede resultar de μιμνήσκω (‘recordar’). Blažek remata con una comparación, en que el dios védico Agni y Agamemnón simbolizan a la par: luz, salud, nupcias, toros y reinos.

El octavo autor es Alcorac Alonso Déniz con “What’s in a drop? Making sense of ΨΑΚΑΣ in Aristophanes, Acharnians 1150-1151” (pp. 131-158). El fragmento (1150-1155) que Alonso discute, canta: Ἀντίμαχον τὸν Ψακάδος, †τὸν ξυγγραφῆ, τὸν μελέων ποητήν,†, “Antímaco, hijo de Psacas, escritor, compositor de versos elegíacos” (mi traducción). La tradición en latín traduce Ψακάδος como filius Guttae, porque en griego antiguo (s. V a. C.) ψακάς (en ático) significa ‘llovizna’. Con el sufijo -(ι)άδ-, en femenino, refiere al nombre de una mujer, excepto en Acarnienses de Aristófanes, donde se habla de Antímaco. De hecho Νιφάς (‘nevada’ o ‘copo de nieve’) es apodo de mujer y Νιφᾶς, de hombre. El escolio del manuscrito Ravennas (R, ca. 950) sugiere que el Ψακάδος que grita el coro alude a que Antímaco escupe al hablar o a que es avaro. Por otra parte, ξυγγραφεῖς revela que Antímaco fue un corego, para remitir a una Lex Antimachea, en la que el corego debe tratar bien al coro. Sin embargo, las ἱστορίαι de los escolios resultan espurias. Alonso al final sugiere leer ψακάς como un apodo con género no marcado, ya que los diminutivos, como un oxímoron entre femenino y masculino, marcan el tono de burla.

El noveno capítulo, “Aspects of folk etymology in Ancient Greek: Insights from common nouns” (pp. 159-181), estuvo a cargo de Panagiotis Filos. Se basa en la etimología popular de los nombres comunes. Por Folk o popular etymology, es decir, por λαϊκή ἐτυμολογία o παρετυμολογία (‘etimología de derivación’ o ‘falsa asociación’), se entienden mezclas de sonidos similares, que adaptan un significado a una palabra, la mayoría de las veces, de origen extranjero. Hoy la etimología es la relación histórica entre una palabra y otras primitivas, sin que se obligue llegar a su origen. Antes, la ἐτυμολογία (un tópico literario para los autores grecolatinos) justificaba el uso de la forma ‘correcta’. Filos parte del análisis etimológico de nombres propios, por ejemplo, Ὀδυσσεύς viene de ‘odio’. Aborda de manera superficial los nombres compuestos y los topónimos pregriegos, para afirmar al final que los nombres comunes, no siendo apelativos, poseen una morfosemántica escasamente conocida.

El décimo colaborador es Michael Meier-Brügger, quien redactó “εὐ” (pp. 183-185). El texto forma parte de los proyectos del Centre for the Greek Language (CGL) y Lexicography Division. La entrada del diccionario para el ítem léxico εὐ- dice que viene del protoindoeuropeo. Significa ‘lo que existe realmente’ (cf. πολύς, que comparte el campo semántico con ‘llenar’). Su sentido coincide con el de ‘haber’, pues su contrario δυσ- se relaciona con ‘faltar’, esto es, la raíz verbal *deu(s)- del protoindoeuropeo.

El undécimo y último capítulo de la segunda parte del libro es de Wojciech Sowa y se titula “Macedonian βίῤῥοξ (Hsch. B 627)” (pp. 187-203). El “lexicón” de Hesiquio de Alejandría (ss. V-VI) glosa dialectos con base en la literatura. Su entrada Β 627 dice que βίῤῥοξ (‘velludo’) proviene de Macedonia. Sowa considera que sus variantes dialectales son dóricas noroccidentales. La epigrafía en Tesalio atestigua Βιρουν -ουνειος (‘peludo’). Sowa deduce que βεῤῥόν es una palabra de dialecto eolio que fue usada en los Balcanes y se esparció por la antigua Macedonia en forma de apodo.

La TERCERA PARTE trata asuntos formales y prácticos del léxico griego: morfología, sintaxis y semántica. El duodécimo trabajo lleva por nombre “Rules for o-ablauting perfects in ancient grammatical treatises: reflections on Theodosius’ Κανόνες” (pp. 207-217), de Marina Benedetti. Teodosio de Alejandría, en Κανόνες εἰσαγωγικοὶ περὶ κλίσεως ὀνομάτων καὶ ῥημάτων (s. IV), propone reglas paradigmáticas de flexión del verbo y del sustantivo. El perfecto fuerte puede presentar o-ablaut según su voz. La raíz del perfecto puede alternar vocálicamente de ε a ο (en griego: “ε εἰς ο” señala o-ablaut). Así los enunciados rezan: λέγω, λέξω, λέλογα; κείρω, κερῶ, κέκορα; τέμνω τέτομα. Pero ni λέλογα ni κέκορα aparecen en los textos conservados, excepto en los paradigmas de estas antiguas obras sobre gramática tradicional, como en los comentarios de Querobosco o en la “Port Royal scholarship”, que después influyó en la gramática inglesa y en la italiana a propósito del generativismo y del descriptivismo. La reflexión más sobresaliente de Benedetti dice que la iota se salta la regla de esta apofonía en ómicron con perfecto activo, a saber, πείθω, πείσω, πέποιθα, en donde el diptongo cambia.

La decimotercera colaboración se llama “Connective particles and literary units in Attic forensic speeches” (pp. 219-232), escrito por Emilio Crespo. Su hipótesis versa sobre partículas que introducen y que conectan discursos forenses, con el fin de averiguar si ellas están empleadas al azar o no con las conjunciones coordinadas. Crespo sigue la división de Aristóteles de los discursos forenses: prólogo (προοίμιον/exordium), narrativa (πρόθεσις), prueba (πίστις) y epílogo (ἐπίλογος). Las partículas introductorias, como μὲν οὖν, δὲ, y conectivas, como τοίνυν, γάρ y ἔτι δὲ, efectivamente indican dichas divisiones en los discursos. La partícula ἄρα (conectiva) inferencial con τοιγάρτοι y τοιγαροῦν impide que las conclusiones de esta investigación sean contundentes, pero es evidente que los discursos poseen una transición progresiva, inferencial y digresiva a lo largo de la planeación de sus argumentos.

La decimocuarta aportación se titula “The east/west and right/left dualism and the rise of some taboos in ancient Greek language and culture” (pp. 233-262) y fue redactada por Georgios K. Giannakis. El autor afirma que el tabú es una metáfora no marcada en lenguaje natural, que transgrede las creencias socioculturales, de modo que no se expresa abiertamente por ser reprobable. Al ser una interdicción lingüística, muta de generación en generación. Durante la primera mitad, el autor expone la semántica de los puntos cardinales. El ‘este’ se asocia con la ‘luz’, el ‘sol’, la ‘aurora’ y la ‘vida’. Pero hablar de ‘oeste’ no está bien visto, de modo que se sustituye por ‘sombra’, que a su vez representa la ‘muerte’ y lo que está cubierto, por ejemplo, la raíz del indoeuropeo *ḱel- (‘cubrir’) se relaciona con el sajón antiguo hell, con el latín cēlō, y con καλύπτω, Kαλυψώ, κέλυφος (‘concha’). Por lo anterior ‘occidente’ representa lo contrario a la salida del sol. En la segunda mitad, trata el dualismo entre la ‘izquierda’ y la ‘derecha’, según la moral. Con la diestra se dirige por las buenas y con la siniestra, por las malas. La raíz indoeuropea *deks- sigue a δεξιός, δεξιτερός, dexter, incluso al gótico taihswa. La ‘derecha’ va ligada a la justicia. Pero el nombre de la ‘izquierda’ sufre fluidez y polimorfismo lingüístico, así que tiene varios eufemismos: ἀριστερός viene del adjetivo ἄριστος (‘el mejor’), como en sánscrito várīyas- (‘mejor’); εὐώνυμον literalmente quiere decir el lado ‘de nombre bueno’; y en indoeuropeo *leh2i-u̯o, en griego λαι(ϝ)ός, y en latín laevus invocan la dirección ‘favorable’. Las raíces indoeuropeas *senh2-is- y skeh2iu̯o-, en griego σκαιός y σκιά, y en latín sinister y scaeuus refieren un sentido obscuro, el cual mantiene en el mismo campo semántico ‘sombra’, ‘izquierda’ y ‘occidente’. Giannakis finalmente sustenta que el tabú posee un signo lingüístico “irregular” y que la psicología de una sociedad se reinventa a través de su historia.

El decimoquinto capítulo se llama “The Productivity of the suffix -σύνη from Homer to the present day, with special reference to the ‘Septuagint’ and New Testament” (pp. 263-281), elaborada por Patrick James, quien revela que en su carrera lexicográfica encontró varios sustantivos con -σύνη en la Septuaginta (versión del hebreo al griego). La proliferación de este sufijo se refleja desde los primeros textos conservados en griego. Denota cualidades personales y en la prosa jónica forma sustantivos morales, agrícolas, religiosos y filosóficos. Sin embargo, el sufijo -ότης sustituye a -σύνη, siempre y cuando la métrica lo permita. En griego moderno, -οσύνη abunda. James afirma que -σύνη fue usado por los traductores griegos de la Biblia en hebreo, como Aquila, para significar nuevos conceptos para cristianos tempranos. El sufijo -σύνη se asocia con inscripciones de epitafios hasta la época bizantina. En la Septuaginta y en la Biblia, este sufijo aparece más que en los papiros con versos.

La decimosexta colaboración se intitula “On some related προ-forms for generational distance in Modern Greek” (pp. 283-289), de Brian D. Joseph. Este autor analiza variantes de πάππος (‘abuelo’), por ejemplo, ἔκπαππος (‘tatarabuelo’), τρίπαππος (‘ancestro de la sexta generación’), τριτοπάτωρ (‘bisabuelo’), e igualmente en latín es común formar ab-avus (‘tatarabuelo’), ad-nepos (‘tatara-tataranieto’), triauus o tritauus (‘tatarabuelo’); en latín itálico: pro-auus (‘bisabuelo’); en sánscrito (indo-iranio): pra-pitāmaha- (‘bisabuelo’); en ruso (eslavo): pra-ded o *prō-added (‘padre’), y en alemán (germánico): Vorvater (‘antepasado’). En griego moderno varían de tono: πρόπαππος, προπάππους y προπαππούς. Joseph, al final, habla de la formación con προσ-, ya que no es preverbio para indicar distancia generacional. Deduce que la sigma de πρόσπαππος denota una anomalía ocurrida en persa, turco, griego, albanés, e incluso en (s)trittavus del latín.

La decimoséptima estudiosa es Lara Pagani, quien escribió “Explanation of Homeric glosses in P. Cair. Mich. II 4 (Socrates archive)?” (pp. 291-307). La autora describe varias glosas homéricas sobre un convivio tradicional con base en Estratón (poeta cómico de época helenística). Otras fuentes remiten a οἱ γλωσσογράφοι (Filitas o Aristófanes) y a glosas homéricas de autores anónimos (scholia minora = medieval corpora). Pagani busca las fuentes de los fragmentos: αἰγιόχoιο ΔιὸENT#091;ϲ (l. 4) y de ὀχήν· τροφήENT#091;ν (l. 3). Encuentra que ἀγείρειν τὴν ὀχήν... τροφήν se reproduce en el hypomnema” de Aristónico. Pero ὀχήν no es lemma homérico, sino de Licofrón en Alejandra, cuyo sinónimo τροφήν va con αἰγίοχος, que a su vez es un epíteto con base en Homero. Los fragmentos podrían ser parte de un comentario o un glosario acerca de ἀγέρωχοι y de ὀχή. El género de P. Mich. Cair. II 4 no es un tratado continuo de glosa homérica, sino un manual que sirve para leer a Homero a nivel coloquial. Explica palabras homéricas para su divulgación. Pagani concluye que fuentes helenísticas desarrollaron la literatura exegética de poesía y de prosa durante épocas medievales y bizantinas.

El decimoctavo trabajo se titula “Greek lexicography and the designation of helotic-like populations in Ancient Greece: The history of three compounds” (pp. 309-329), elaborado por Paloma Guijarro Ruano y María Luisa del Barrio Vega. Su objetivo consiste en comparar y encontrar algunas clases de esclavos confundidas con los ilotas. Dado que desde el primer milenio la esclavitud se ha designado con más formas que la clase libre, se conocen muchas clasificaciones y variantes lingüísticas. El término ‘ilota’ señala una comuna servil, que labró la tierra de sus dueños. No fueron esclavos domésticos. Ambas investigadoras se basan en Polux (Onomasticon, 3.83), quien retoma la ideología de Aristóteles, Aristófanes de Bizancio, Calístrato, Ateneo y Eustacio, de modo que es probable que no supiera distinguir entre ‘ilotas libres y esclavos’. El “lexicón” cita la región de la que provenían los sirvientes, que generalmente se nombran en dupla según las variables lingüísticas, por ejemplo, μόθωνες-μόθακες en Esparta, κολωνέται-κολωναῖται en Colono, θετταλοικέται, ‘sirvientes de tesalios’, θετταλικέται, ‘suplicantes de los tesalios’ o θετταλίκτας; Πενέσται-Μενέσται los beocios ‘residentes’ en Arnes y dependientes de los tesalios por contrato; καλλικύριοι, κιλλικύριοι, κυλλύριοι o κιλλύριοι, quienes en el 480 a. C. perdieron terreno en Siracusa por grupos locales, los que los apodaron como los κατωνακοφόροι-κορυνηφόροι en Sición, quizá por ir ataviados con pieles; Γυμνῆτες o Γυμνήσιοι ‘desarmados’ de Argos y de Quíos. Otros grupos parecidos a los ilotas eran guardias armados de los tiranos. Las especialistas concluyen que la variedad de nombres de un grupo servil demuestra un complejo proceso de trasmisión indirecta que Polux evidencia a veces erróneamente.

El decimonoveno y último autor es Renzo Tosi con “Lexicographical Scholia in ms. GA 1424” (pp. 331-336). Él estudia el pergamino ms. GA 1424, Gruber 152 (ss. IX-X) de la escuela luterana de teología en Chicago, ya que contiene el Nuevo Testamento completo y comentado. Tosi compara los comentarios de Cirilo con los de Hesiquio a propósito de algunas glosas sobre pasajes bíblicos y demuestra que los comentarios de Hesiquio suelen estar mejor documentados.

Al final del libro, hay una lista de colaboradores (pp. 337-340) y un índice de palabras clave (pp. 341-343). En resumen, a lo largo de esta obra podemos encontrar direcciones de internet para profundizar en el tema. El volumen resulta muy interesante para quienes estudian la semántica diacrónica, la morfología histórica, la formación de palabras, la etimología y el lexicón en griego antiguo y en el moderno.

BIBLIOGRAFÍA

Giannakis, Georgios K., Christoforos Charalambakis, Franco Montanari and Antonios Rengakos (eds.), Studies in Greek Lexicography, Berlin, Walter de Gruyter (Trends in Classics Sup. Vol. 72), 2018, 343 págs., ISBN: 978-3-11-062157-0. [ Links ]

Recibido: 23 de Junio de 2019; Revisado: 26 de Julio de 2019; Aprobado: 11 de Agosto de 2019

*

Diego Ramírez Pérez es maestro en Letras (Letras Clásicas) con mención honorífica en el Posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Labora como docente de Etimologías y Español III en el CECA Oaxaca. Fue adjunto de Literatura Griega III y IV (2014-2015) en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Sus líneas de investigación son la gramática alejandrina, Apolonio Díscolo y la enseñanza de los accidentes gramaticales según la tradición estoica. Su tesis de licenciatura se tituló “El reconocimiento del adverbio por el método de Apolonio Díscolo: El progreso del análisis gramatical en el s. II d. C.” y la de maestría se llamó “Tres rasgos de la escuela de Apolonio Díscolo: Noción de perfil anímico”.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons