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Nova tellus

versão impressa ISSN 0185-3058

Nova tellus vol.37 no.2 Ciudad de México Jul./Dez. 2019

https://doi.org/10.19130/iifl.nt.2019.37.2.826 

Reseñas

Publii Ovidii Nasonis Amorum libri tres. Publio Ovidio Nasón, Amores. Tres libros, intr., vers. rítmica, notas e índice de nombres José Quiñones Melgoza, México, Universidad Nacional Autónoma de México (Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana), 2018, CXCVI + 93 + 93 págs., ISBN: 978-607-30-0124-3.

Martha Elena Montemayor Acevesa  *
http://orcid.org/0000-0003-0855-8001

aUniversidad Nacional Autónoma de México, México, montemayor.martha@gmail.com

Publii, Ovidii Nasonis. Amorum libri tres. Publio Ovidio Nasón, Amores. Tres libros. ,, , Quiñones Melgoza, José. México: Universidad Nacional Autónoma de México, Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana, 2018. CXCVI + 93 + 93p. ISBN: 978-607-30-0124-3.


Palabras clave: Ovidio; amores; poesía elegíaca latina; elegías amorosas

Keywords: Ovid; Loves; Latin Elegiac Poetry; Amorous Elegies

Amores es la primera obra que Ovidio compuso en su juventud, cuando vivía en Roma dedicado a la poesía. Está conectada con tres obras suyas: El arte de amar, Cosmética del rostro femenino y Remedios contra el amor. Juntas son muestra de la enseñanza que el autor nos quiso dejar en torno a un tema de todos los tiempos: el amor. En ellas instruye al lector para que atraiga el amor, lo conserve o lo rechace, si así se desea, y lo olvide, si fuera el caso. Por todo esto, principalmente, se le ha llamado “el poeta del amor”.

La obra Amores, dividida en tres libros en su segunda edición (15 o 16 a. C.), contiene 49 poemas, compuestos en dísticos elegíacos de tema amoroso debido a que su autor fue flechado por Cupido para escribirla:

Quaestus eram; pharetra cum protinus ille soluta

legit in exitium spicula facta meum,

lunavitque genu sinuosum fortiter arcum,

“quod” que “canas, vates, accipe, dixit, opus.”

Me miserum! Certas habuit puer ille sagittas:

uror, et in vacuo pectore regnat Amor.

Así me quejé, cuando él, de pronto, abriendo la aljaba,

tomó las flechas para mi destrucción labradas,

y sobre sus rodillas curvó con fuerza el arco ondulado

y dijo: “toma el tema que cantarás, poeta”.

¡Pobre de mí!, tuvo aquel niño las flechas certeras;

me incendio, y en mi pecho vacío Amor ya reina.1

La Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana nos ofrece ahora la traducción al español, versificada, que el investigador y poeta José Quiñones Melgoza ha hecho de esta admirable y bella obra.

El presente libro está dividido básicamente en tres partes: Introducción (pp. IX-LXVIII), Textos latino y español (pp. 1-93) y Notas (pp. LXXI-CLXXXIII), más un Índice de nombres (pp. CLXXXVII-CXCVI) cuyo objetivo es señalar la ubicación de los personajes en el texto original. Las notas al texto latino son de carácter filológico y, a veces, remiten a otras obras. Las notas al texto español son explicativas, para una mejor comprensión del contenido, en varias ocasiones son de carácter mitológico.

En la Introducción, José Quiñones hace un análisis del contenido de las elegías, que divide en los siguientes apartados:

Semblanza (pp. XI-XVIII). Se ofrecen datos biográficos de Ovidio que van desde el nacimento del poeta hasta el momento en que hiciera la primera lectura pública de sus poemas de Amores, a la edad de 20 años. Poco después de esa primera lectura muere su hermano Lucio.

Problemas del texto conservado (pp. XIX-XXIII). Se explica aquí que la obra Amores se publicó primero en cinco libros, cuando Ovidio tendría 21 años de edad, y que diez años más tarde apareció la segunda edición en tres libros. Lo que se ha conservado es la segunda edición.

Secuencia sentimental (pp. XXV-XXXI). A nuestro juicio, es la sección más entretenida y amena, y se encuentra íntimamente relacionada con los tres apartados que le siguen: “Amar, y amar lo difícil prohibido” (pp. XXXIII-XXXVIII), “Engaños traiciones y juramentos” (pp. XXXIX-XLIV) y “La castidad femenina” (pp. XLV-XLVIII). En esta secuencia sentimental el traductor sostiene que las elegías forman una especie de historia de amor, donde el poeta narra su relación con una amada ficticia llamada Corina. Ella es una liberta que vive con su amante (vir), a quien Quiñones Melgoza define como un marido de facto “que había tomado en unión libre y bajo contrato privado la custodia de esta liberta. Generalmente los elegíacos latinos suelen cantar a sus amantes libertas, no a las matronas” (pp. CXV-CXVI, n. 1).

Ovidio se queja ya que es separado de su amada por una puerta, por un guardián o por el marido mismo, por eso considera que “todo amante es un soldado” (militat omnis amans, Am., I, ix, 1), que libra batallas y logra triunfos. Conviene recordar el episodio tan conocido en el que Corina lo visita en su habitación ataviada con una túnica transparente y pasan una tarde tan placentera que el poeta quisiera repetirla frecuentemente (cf. Am., I, v). Por ese encuentro amoroso el poeta se siente triunfador y se atreve a cantar:

Ite triumphales circum mea tempora laurus!

Vicimus: in nostro est ecce Corinna sinu,

quam vir, quam custos, quam ianua firma, tot hostes,

servabant, ne qua posset ab arte capi!

Haec est praecipuo victoria digna triumpho,

in qua, quaecumque est, sanguine praeda caret.

¡Venid, laureles del triunfo, en redor de mi sien! ¡He vencido:

está, ved, en mis brazos Corina, a quien marido,

un guardia y la robusta puerta, tanto enemigo, cuidaban,

porque por ningún ardid pudiera ser tomada!

Digna de extraordinario triunfo es esta victoria: en su logro

la presa, cual sea, no derramó su sangre.2

En esta ficción, los enamorados viven en unión libre, hay celos, engaños, infidelidades de ella, exigencias de pago, golpes, incluso un aborto que el poeta reprueba fuertemente en unos versos maravillosos (cf. Am., II, xiii-xiv).

Para disfrutar estos poemas, es necesario entender lo que Quiñones Melgoza explica con gran tino: “Ovidio en ellos [los poemas] es el personaje ficticio que el auténtico Ovidio ha creado de sí mismo a semejanza de como ficticiamente creó a su amante Corina. Es, para decirlo en dos palabras, ‘su doble’, es el sujeto que dentro de la obra quisiera ser el verdadero, pero no lo es…” (p. X). Lo que vemos en estos poemas es el alter ego del poeta, quien vive en la ficción aquello que le hubiera gustado experimentar en la vida real.

Muchos de estos 49 poemas compuestos en dísticos elegíacos, como se puede entrever, son eróticos, hablan de relaciones amorosas no legítimas, de libertas con sus amantes, de prostitutas que exigen un pago; de ninguna manera se trata de matronas ejemplares, como lo podría dictar la moral augustea.

Siguiendo con esta secuencia sentimental, en el apartado “Amar, y amar lo díficil prohibido”, se señala que a Ovidio le gusta amar lo difícil y peligroso en un enfermizo erotismo; sin sangre, le gusta sentirse victorioso, y, al igual que los soldados que atacan al enemigo dormido, así él aprovecha el sueño de los maridos (Am., I, ix, 25-26). En “Engaños, traiciones y juramentos” el poeta se queja de que con los mismos ardides y engaños con que él burla a sus rivales, con esos mismos ardides es engañado por su amante.

En esta línea de relaciones amorosas fuera de la ley, hay un tema que José Quiñones resalta y titula “La castidad femenina”. En este apartado, explica el concepto de castidad de Ovidio, quien asume la “premisa de que ninguna hermosa puede ser casta y que solamente podrá serlo la que no ha sido solicitada” (p. XLVI). El traductor agrega, de acuerdo con el poeta, que “para que la hermosa sea casta debe, además de ser solicitada y no acceder al adulterio, perder el miedo […] porque si por miedo no puede ser adúltera, ya de suyo lo es. La virtud será entonces poder y no caer” (pp. XLVI-XLVII).

Para reforzar estas ideas de Ovidio, atrevidas y contrarias a las “buenas costumbres” de su época y también al régimen totalitario que padeció, Quiñones cita la siguiente elegía y da su traducción:

Dure vir, inposito tenerae custode puellae

nil agis: ingenio est quaeque tuenda suo.

Siqua metu dempto casta est, ea denique casta est;

quae, quia non liceat, non facit, illa facit.

Vt iam servaris bene corpus, adultera mens est,

nec custodiri, ni velit, illa potest.

Nec corpus servare potes, licet omnia claudas;

omnibus exclusis intus adulter erit.

Hombre inflexible, con imponer un guardián a tu joven

amante nada haces: su ingenio protege a todas.

Si alguna, perdiendo el miedo, es casta, ésa entonces es casta,

mas quien, porque no puede, no peca, ya ésa peca.

Y aunque hoy bien guardaras su cuerpo, tiene adúltera mente,

y ésta, si no quiere, no puede ser guardada.

Ni aun puedes guardar su cuerpo, aunque todo clausures

y a todos excluyas, dentro estará un adúltero.3

En este punto, tiene cabida la siguiente reflexión de Quiñones: “el poeta va a sobrepasar su propia realidad, y así [va a] cuidar de proteger su vida y su libertad ante los espías del emperador, a causa de los ataques subrepticios que lanzará con su poesía a la política socioreligiosa del régimen totalitario que le tocó vivir” (p. X).

En otras palabras, el amor en el poeta latino no es el tradicional de su tiempo, es un amor más libre. Su poesía tiene, por tanto, una fuerte carga de erotismo, pero además tiene una intención didáctica, por eso proporciona consejos de muchos tipos, a los hombres les da consejos sexuales y les dice cómo enamorar a una mujer; a las mujeres les habla sobre el arreglo personal: cómo maquillarse, cómo peinarse, qué color de vestido le queda mejor a su tono de piel, etc.

Contenido sinóptico de los tres libros de los Amores (pp. XLIX-LII). José Quiñones proporciona un resumen del contenido de las 49 elegías, señalando puntualmente el libro y cada una de las elegías.

Traducciones en habla española (pp. LV-LXII). El investigador hace un recuento de las diferentes traducciones en lengua española, menciona que debido a la moral cristina no se conocieron traducciones sino hasta el siglo xvi: la primera al inglés se realizó en 1597; la primera al español en 1878, en Valencia; y la primera en Hispanoamérica en 1889, en Colombia.

Advertencias (pp. LXIII-LXVI). Se da una serie de advertencias para señalar que la edición crítica de John Percival Postgate, sin el aparato crítico, es la que se reproduce con pequeñas modificaciones.

Referencias de autores, obras clásicas latinas y abreviaturas empleadas en la obra (pp. LXVII-LXVII). Todos estos datos mencionados en el libro se presentan juntos a doble columna.

Textos latino y español (pp. 1-93). Corresponde a la segunda parte del libro, es decir a la traducción de los tres libros de Amores que se conservan, sin duda es lo más destacable de esta publicación. José Quiñones se fijó como objetivo hacer una traducción literaria en versión rítmica, la cual, en sus propias palabras, se caracteriza porque “los hexámetros y pentámetros del dístico elegiaco son versos corridos. Los hexámetros llevan de 13 a 17 sílabas españolas que sólo conservan en su final la cadencia del adonio latino […]; los pentámetros de 12 a 14 sílabas” (p. LXIV). Cabe señalar que el contenido de los poemas está desarrollado en la Introducción, principalmente en el apartado Secuencia sentimental; además, se proporciona un resumen de los mismos en la sección Contenido sinóptico de los tres libros de los Amores.

A continuación citamos algunos ejemplos, a fin de disfrutar a Ovidio en latín y en español, tomando en cuenta la sensibilidad poética del investigador. He aquí su primer encuentro con Corina:

Aestus erat, mediamque dies exegerat horam.

Adposui medio membra levanda toro.

Pars adaperta fuit, pars altera clausa fenestrae;

[…]

Ecce Corinna venit, tunica velata recincta,

candida dividua colla tegente coma:

[…]

Vt stetit ante oculos posito velamine nostros,

in toto nusquam corpore menda fuit.

Hacía calor y el día había medio tramo cumplido.

Eché en mitad del lecho a descansar mis miembros.

Hubo de la ventana una hoja abierta; la otra cerrada,

[…]

De pronto, cubierta con túnica suelta, llega Corina,

cuyas dos crenchas su cándido cuello cubren.

[…]

Cuando, dejando su vestidura, ante mis ojos estuvo,

no hubo en todo su cuerpo ni en sitio alguno, defectos.4

Los siguientes versos muestran algunas reflexiones del poeta sobre el aborto que se practicó el personaje ficticio de Corina, en realidad son sus pensamientos contra este hecho:

Quae prima instituit teneros convellere fetus,

militia fuerat digna perire sua.

[…]

Ilia si tumido geminos in ventre necasset,

casurus dominae conditor urbis erat.

Si Venus Aenean gravida temerasset in aluo,

Caesaribus tellus orba futura fuit.

La que primero enseñó a remover los párvulos fetos

merecería morir por su propio oficio.

[…]

Si Ilia en su hinchado vientre hubiera matado a Rómulo y Remo,

muerto habría el autor de la ciudad de Roma.

Si, grávida, en su seno a Eneas hubiera Venus dañado,

la tierra habría estado huérfana de los Césares.5

Por último, consideramos pertinente señalar que, aunque la bibliografía es escasa tanto en la mención de ediciones de Amores como en la de estudios complementarios, se trata de una obra amena en su contenido, bien estructurada en su forma, con la traducción realizada por un filólogo mexicano, estudioso y conocedor de la lengua y cultura latinas, que además es poeta. De este modo se cumple una valiosa regla: un poeta es traducido por otro poeta.

Bibliografía

Publii Ovidii Nasonis Amorum libri tres. Publio Ovidio Nasón, Amores. Tres libros, intr., vers. rítmica, notas e índice de nombres José Quiñones Melgoza, México, Universidad Nacional Autónoma de México (Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana), 2018, CXCVI + 93 + 93 págs., ISBN: 978-607-30-0124-3. [ Links ]

1Am., I, i, 21-26. Todas las traducciones presentadas en esta reseña son de José Quiñones Melgoza.

2Am., II, xii, 1-6.

3Am., III, iv, 1-8.

4Am., I, v, 1-18.

5Am., II, xiv, 5-18.

Recibido: 06 de Diciembre de 2018; Revisado: 05 de Enero de 2019; Aprobado: 24 de Mayo de 2019

*Martha Elena Montemayor Aceves es doctora en Letras Clásicas por la Universidad Nacional Autónoma de México e investigadora titular del Centro de Estudios Clásicos del Instituto de Investigaciones Filológicas. Sus líneas de investigación son el derecho romano y la lengua y literatura latinas. Ha publicado libros sobre derecho romano como Comparación de Leyes Mosaicas y romanas, también artículos en revistas especializadas sobre temas de literatura y derecho, basándose en autores como Apuleyo, Tito Livio, Cicerón y Suetonio. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores.

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