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Nova tellus

versión impresa ISSN 0185-3058

Nova tellus vol.26 no.2 Ciudad de México nov. 2008

 

Reseñas y notas bibliográficas

 

Watts, Edward J., City and School in Late Antique Athens and Alexandria

 

Alberto J. Quiroga Puertas

 

Berkeley-Los Angeles-London, University of California Press, 2006, 288 págs. ISBN: 978-0-520-24421-4.

 

Recepción: 1 de septiembre de 2008.
Aceptación: 15 de octubre de 2008.

 

Palabras Clave: Alejandría, alumno, Atenas, educación, escuela, metodología, profesor.

 

La bibliografía relativa a la educación en la antigüedad clásica ha tenido en los trabajos de Marrou y Bonner a sus principales referentes, si bien las recientes aportaciones de R. Cribiore (especialmente Gymnastics of the Mind: Greek Education in Hellenistic and Roman Egypt, 2001) y T. Morgan (Literate Education in the Hellenistic and Roman Worlds, 1998) han contribuido a perfilar con mayor exactitud los diversos métodos de enseñanza escolares. El presente libro de Watts aplica una metodología similar con el objetivo de analizar tópicos relativos a la enseñanza y a la educación en una época en la que las relaciones entre el cristianismo y el paganismo condicionaron el contenido de la enseñanza.

En el primer capítulo, "Academic life in the Roman Empire", Watts ofrece una puesta al día del proceso de aprendizaje y aquello que conformaba la educación en el oriente romano en los siglos III-IV d.C. El autor acierta en trascender los límites de la escuela y recintos educativos y enfatiza el papel de las relaciones personales entre profesor-alumno o entre antiguos alumnos. El capítulo tiene como epicentro el concepto de paideia en su versión conciliadora ya que, como expresa el autor, "the increased religious focus did little to alter the utility of paideia for both Christians and pagans" (p. 14). Salvo excepciones, el contenido pagano de la paideia clásica aglutinó hombres de letras independientemente de su filiación religiosa. Sin embargo, no sucedió lo mismo en el caso de las ciudades de Atenas y Alejandría, mediatizadas por conflictos religiosos.

El segundo capítulo del libro, "Athenian Education in the Second through Fourth Centuries", es un repaso por la economía y situación social de Atenas durante los siglos II-IV. Dando por sentado que su esplendor ya había pasado, Watts se centra en sondear el impacto socio-económico de las diferentes escuelas de retórica y filosofía. Lejos de quedarse en tópicos obvios, se demuestra que la amplia presencia de escuelas afectó positivamente al desarrollo económico de la zona no sólo por la avalancha de alumnos llegados desde todos los rincones del Imperio, sino también porque los profesores residentes en Atenas invertían en una ciudad en la que las oligarquías agrícolas estaban en franca decadencia. Por otra parte, el hecho de que la enseñanza constituyera un segmento financiero tan destacado, contribuyó al surgimiento de importantes disputas entre escuelas y alumnos hasta el punto de llegar a constituir auténticas bandas que trataban de persuadir por todos los medios a los alumnos recién llegados para que se unieran a su escuela.

"Prohaeresius and the Later Fourth Century" se sirve de un estudio prosopográfico del profesor de retórica cristiano Proheresio, como metáfora del devenir cultural del s. IV. Como bien especifica Watts, "In Athens, religious concerns had not been a part of educacional politics until Constans began to support Prohaeresius in the 340s" (pp. 76-77). El caso es que Proheresio no sólo incurrió en una agresiva forma de reclutar alumnos (tanto es así que el resto de escuelas forzaron un exilio temporal), sino que se benefició de la nueva pujanza del cristianismo y obtuvo protección por parte de los emperadores Constantino y Constante. Watts aprovecha la ocasión para analizar hasta qué punto el famoso edicto de Juliano que prohibía la enseñanza en escuelas de retórica afectó a la carrera de Proheresio.

El cuarto capítulo, "Athens and Its Philosophical Schools in the Fifth Century", persigue la misma intención de analizar histórica y políticamente la implicación de la escuela de Atenas en un siglo —V d.C.— en el que el cristianismo estaba en el poder. A principios de la quinta centuria, Atenas experimentó un imprevisto renacimiento económico impulsado, hasta cierto punto, por un nuevo evergetismo que tuvo un impacto directo en la preservación de la cultura pagana ("At a time when imperial and provincial administrators were pursuing policies largely favorable to Christianity, the city council could serve as a governing organ that preserved certain features of pagan civic life", p. 83). En este contexto, la escuela filosófica de corte neoplatónico vivió un largo canto del cisne bajo los sucesivos mandatos de Plutarco, Siriano y Proclo. Cada uno de ellos, en diferente medida, impulsó no sólo un currículo filosófico basado en Platón y Aristóteles, sino que ritos religiosos paganos, teurgia y preceptos Caldeos y Órficos fueron también añadidos.

"The Closing of the Athenian Schools" supone el último capítulo dedicado a Atenas. En él se detalla el declive intelectual de la academia tras la muerte de Proclo; ni Marino, ni Zenodoto, ni Hegias, ni Damascio tenían el ethos apropiado para conducir correctamente la escuela en sus vertientes intelectuales y políticas. Sin embargo, las presiones de sectores locales cristianos acabaron por poner fin a la academia. Apoyándose en un texto de Juan Malalas, Watts justifica que fueron las élites atenienses cristianas, y no el emperador Justiniano, quienes forzaron el final de la academia. La interpretación demasiado estricta de un decreto que disponía la prohibición de actividades esotéricas y del empleo de la astronomía para adivinar el futuro, fue lo que condenó para siempre el futuro de la academia.

"Alexandrian Intellectual Life in the Roman Imperial Period" introduce la miscelánea y, en más de una ocasión, tumultuosa vida de Alejandría. El hecho de que contara con diferentes bibliotecas bien provistas (Serapeum, Museo, Biblioteca Real) motivó la aparición de importantes figuras intelectuales que sincronizaron adecuadamente con su tiempo: Orígenes, Clemente o Amonio Saca, son la muestra de que Alejandría fue un crisol de culturas y religiones que compartían un principio básico, la paideia. A pesar de que Orígenes o Clemente pretendieran vaciarla de su contenido pagano, su deuda para con ella es más que evidente. Por otro lado, Watts hace bien en resaltar que las diferencias religiosas que provocaron numerosos tumultos estaban al otro lado del telón cultural.

En "The Shifting Sands of Fourth-Century Alexandrian Cultural Life" Watts resalta hasta qué punto el panorama cultural estaba interconectado (o sometido) a los distintos modelos religiosos. Tras el cisma arriano, Alejandría presenció cómo el cristianismo se escindía entre aquellos que seguían la fe alejándose de los centros urbanos y dedicándose al ascetismo y entre los que adaptaron los preceptos cristianos a las instituciones de poder. Hubo un término intermedio en el que intelectualidad y ascetismo conformaron un terreno hollado principalmente por Dídimo el Ciego y Evagrio Póntico. Las páginas finales del libro se centran en la figura de Hipatia de Alejandría. En este sentido resulta interesante que Watts destaque el hecho de que el asesinato de la filósofa no fue bienvenido en el seno de los cristianos alejandrinos. Incluso Cirilo de Alejandría perdió de este modo a una aliada en su lucha contra determinados sectores paganos: "Indeed, in a perverse way, Hypatia would have been Ciryl's natural ally against the Iamblichans" (p. 203).

El octavo capítulo, "Alexandrian Schools of the Fifth Century", refleja la paulatina división interna en el contexto de las escuelas alejandrinas tras el asesinato de Hipatia. La estructura interna de las escuelas de filosofía favorecía un ambiente en el que se establecía una jerarquía coronada por preeminentes figuras intelectuales del paganismo. Como reacción a este sistema, surgieron los philoponoi que fueron "men of high social rank who likely functioned as a liaison between the bishop and his lay congregation" (p. 232).

El capítulo final, "The Coming Revolution", se adentra plenamente en época bizantina y redunda con ejemplos en una serie de nociones puestas de manifiesto anteriormente: la participación de los philoponoi en el contexto de una escuela de tradición pagana. Pese a los esfuerzos de Hipatia, Amonio y Olimpiodoro, la presión social de los philoponoi acabó por propiciar enfrentamientos sociales.

En conjunto, lo más destacable de este libro es la profusión de datos y detalles que Watts maneja. El trasfondo histórico está muy bien cubierto gracias a un acercamiento multidisciplinar. Con todo, son dos los elementos que se echan en falta: en primer lugar, discusiones y debates más extensos. Así, a pesar de que el libro gira en torno a la intelectualidad pagana de época imperial, no hay debate alguno acerca de la posible existencia de una "pagan intelligentsia" o de un círculo pagano bien definido y conjuntado por toda la geografía imperial. En este sentido, los estudios de Gefcker o de Petit no encuentran eco. En segundo lugar, el estudio parece aislado de las últimas tendencias historiográficas que están cuestionando el sistema de identidades de la antigüedad tardía. Los trabajos de Bella Sandwell, J. Maxwell, o E. Lieu tienen plena vigencia y hubieran contribuido muy destacadamente a mejorar este excelente libro.

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