SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.44 número177Reimaginar juntos nuestros futuros. Un nuevo contrato social para la educación índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Perfiles educativos

versão impressa ISSN 0185-2698

Perfiles educativos vol.44 no.177 Ciudad de México Jul./Set. 2022  Epub 16-Jun-2023

https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2022.177.61073 

Reseñas

Investigar la educación desde la Educación

Julio Ubiidxa Rios Peña* 

*Profesor investigador de la Escuela Normal Experimental de Teposcolula (ENET) (México). Maestro en Pedagogía. CE: ripju_cnsl@hotmail.com

Plá, Sebastián. Investigar la educación desde la Educación. México: UNAM, Ediciones Morata, 2022.


La investigación educativa es una actividad indispensable para la comprensión, orientación e intervención de la educación. En años recientes, su importancia se ha traducido particularmente en el desarrollo de diversos programas de posgrado enfocados en la formación de investigadores e investigadoras, así como en el aumento de la literatura centrada en la reflexión sobre los procesos que acompañan a la indagación de la realidad educativa. Al mismo tiempo, se ha dado también un sostenido crecimiento de la realización y publicación de investigaciones cuyos resultados son difundidos en diferentes espacios.

Actualmente se forma para hacer investigación, se hace investigación y se analiza la investigación de una manera que no se había hecho en décadas pasadas. El estado que guarda hoy día la indagación educativa conlleva la responsabilidad de cuidar los avances conseguidos y de darles continuidad a través del impulso a las actividades emprendidas por las investigadoras y los investigadores. Esto implica, a su vez, el compromiso de revisar, analizar y cuestionar las rutas (perspectivas, enfoques, temas) construidas. Se trata, específicamente, de asumir una postura abierta al cuestionamiento de los referentes teóricos, metodológicos y conceptuales presentes en la investigación sobre la educación.

Cualquier asomo de un pretendido canon de la investigación educativa que no esté abierto a replantearse, a renovarse, a reestructurarse; en otras palabras, que no contemple el ejercicio de cuestionarse a sí mismo, obstaculiza, retrasa o impide la continuación de los logros que pretenden preservar. Esta afirmación establece una advertencia relativa a la importancia de mantener una constante reflexión sobre las decisiones asumidas dentro de la indagación de lo educativo. Al respecto, uno de los planteamientos más importantes que la pandemia nos recordó es la dinámica condición de la educación, en la que convergen elementos pasados y presentes, así como posibilidades que exigen de un tratamiento cuidadoso y flexible por parte de los investigadores e investigadoras; ellos y ellas tuvieron que modificar, pausar o adaptar su actividad, en resumen, repensar su quehacer frente a una realidad educativa cuyos referentes empíricos mostraron, una vez más, su compleja plasticidad.

Dentro del panorama esbozado, la reciente publicación, en enero del año 2022, del libro Investigar la educación desde la Educación de Sebastián Plá, nos ofrece una necesaria reflexión en torno a qué es lo educativo de la investigación educativa que realizamos. Su planteamiento encuentra una profunda vigencia en los contextos previos a la suspensión de las actividades escolares a consecuencia del coronavirus, en aquéllos que se configuraron durante la pandemia y en los que estamos trazando en este momento después de una larga cuarentena.

La lectura de la obra es ágil y su consulta es de gran utilidad, tanto para iniciar un proyecto de investigación como para poder avanzar en los momentos de incertidumbre respecto al camino a seguir o para voltear hacia aquello que se ha producido con la intención de evaluarlo. La obra nos ofrece elementos fundamentales para el estudio de la educación a partir de una mirada que muestra las implicaciones de recuperar lo educativo como eje articulador de las tareas realizadas por las investigadoras y los investigadores. “Su objetivo es proponer formas de pensar, escribir y problematizar investigaciones que analicen la educación desde perspectivas educativas. Es una apología por las investigaciones teóricas y prácticas que surjan del propio pensamiento educativo” (p. 13).

Las implicaciones de lo educativo en la investigación sobre la educación se presentan en el apartado introductorio desde un inicio. Allí se delimita lo educativo “…como la interacción entre sujetos que intercambian saberes en lugares específicos reunidos por una intención educativa” (p. 14). Ésta es una noción de trascendentes alcances que son desarrollados y mostrados a lo largo de los cinco capítulos que conforman un libro que, cabe señalar, no establece una vía única para su revisión, sino que invita a una consulta libre en la que es posible adelantar la lectura de ciertos temas, saltar la revisión de determinados apartados o regresar entre las páginas ya conocidas.

No es un manual sobre cómo investigar; constituye un abierto campo de ideas, propuestas y reflexiones en el cual es posible encontrar posibilidades individuales y colectivas en torno al proceso de indagar sobre la educación. Esto se muestra de forma muy clara y precisa en el primer capítulo “De la educación desde la educación”, en el que se desglosa la indisoluble vinculación entre el referente empírico y el investigador. Dicha relación es presentada por el autor con base en una caracterización que permite comprender, en un primer momento, a lo educativo, a aquello posible de llamar referente empírico a partir de la convergencia de saberes, lugares y sujetos unidos por una intención educativa; y en un segundo momento, el papel creador que el investigador tiene en la configuración del objeto de estudio, acción influida por la experiencia subjetiva de quien investiga y que, por lo tanto, exige de un riguroso cuidado metodológico. Este proceso es acompañado de la autorreflexividad en cuanto una actividad que:

…implica analizar constantemente la pertinencia de nuestra metodología y su efectividad para recolectar la información de la manera más objetiva posible; practicar una estricta vigilancia epistemológica que impida utilizar categorías analíticas contradictorias o principios teóricos irreconciliables; guiar nuestras acciones con una irreprochable honestidad que combata el plagio académico y la falsificación de resultados; y finalmente el reconocimiento explícito del posicionamiento político que subyace en mis preferencias epistemológicas (pp. 46-47).

A las cavilaciones iniciales del libro que establecen una sólida base analítica e interpretativa de lo educativo, y que son compartidas con la claridad que caracteriza a toda la obra, le acompañan posteriormente consideraciones puntuales sobre el oficio de escribir. Este ejercicio explora un aspecto que la literatura especializada usualmente aborda desde una posición que busca prefijar aspectos formales de la escritura; en contraste, en el segundo capítulo de la obra que nos ocupa, titulado “De la escritura”, el autor nos presenta una sincera aproximación a la importancia que tiene el acto de escribir al investigar la educación. El acercamiento que realiza evita tratar el tema de la escritura como algo relativo al establecimiento de ciertas reglas y, en su lugar, nos entrega una íntima mirada a un proceso de creación que no siempre marcha como se espera.

Para mostrarnos lo que implica escribir cuando se investiga desde la educación, el autor traza unas líneas de análisis mediante las cuales nos invita a identificar nuestra condición como escritores y escritoras, el lugar a partir del cual escribimos y nos pronunciamos al escribir, así como las determinaciones que atraviesa la elección del formato que se le da a lo escrito. Estas reflexiones permiten comprender a la escritura como un acto individual, pero al mismo tiempo colectivo, en la medida que “…somos escritura, porque hacemos investigación y nos hacemos investigadores o investigadoras a través y gracias a la escritura. Somos escritura porque con ella nos convertimos en individuos que investigan y con ella también nos convertimos en sujetos sociales” (p. 49).

Por otra parte, el análisis que Sebastián Plá hace de la escritura delimita una postura de reconocimiento hacia las decisiones que toman las investigadoras y los investigadores. En este sentido, se convierte en una invitación a asumir la responsabilidad inherente al acto de investigar que se realiza a lo largo de la conversación presentada en el tercer capítulo, “De la teoría”, donde el autor examina la manera en que nos relacionamos con los referentes teóricos que utilizamos al indagar la realidad educativa.

En este capítulo se aborda la discusión relativa a los alcances y limitaciones de los distintos referentes teóricos que moldean las disertaciones generadas al investigar lo educativo; el autor aboga por el desarrollo de categorías intermedias desde la educación, que es vigilante de la coherencia del quehacer metodológico, que reconoce la existencia de diversas formas de producir conocimiento y que promueve la horizontalidad de los saberes.

En esta perspectiva, el uso de la teoría se concibe como “…una forma de mirar, pensar y actuar sobre la educación” (p. 97) que, de acuerdo con la propuesta mencionada, debe considerar cuatro principios: lo educativo, como centro de reflexión que no está fijo ni es inamovible; lo público, en cuanto asunto común que conlleva una dimensión ética de compromiso con sociedades más justas; descentrar al sujeto y al humano, aspecto contrario a la idea del individuo como medida universal de todas las cosas; y descentrar los saberes, que defiende una investigación educativa humanística y social de todas y todos.

Una vez delimitadas las nociones constitutivas de la investigación, desmenuzados los pormenores del oficio de escribir y cuestionados los usos de la teoría, el libro centra sus cavilaciones en la construcción del objeto de estudio y su transformación en problema de estudio. De esta forma, en el capítulo cuatro, “De la problematización”, se establecen los puntos de partida del proceso de indagación. Particularmente, destaca la comprensión que nos permite definir la pregunta para pasar de la elección de lo que se investiga (lo educativo) a aquello que específicamente se quiere investigar. Como nos indica el autor, esto exige acercarse al objeto de estudio desde diferentes ángulos, incluso aquéllos muchas veces menos pensados, con la finalidad de “…preguntarnos por lo que no se ve, por lo que desconozco, por todas esas relaciones que producen esa fuerza, esas intenciones que configuran lo educativo…” (p. 104).

El problema de investigación se construye a partir de las preguntas hechas por el investigador o la investigadora, por lo tanto, como nos muestra Sebastián Plá, representa una posición específica que optamos por asumir. “Es mirar un referente empírico, preguntarnos sobre él y extraer una problemática que considero digna de investigación” (p. 107). Este capítulo resalta el cuidado que debemos poner en cómo incorporamos en nuestro problema de estudio a lo educativo, a los sujetos, a los saberes y a los lugares.

Para concluir con el recorrido hecho a una forma de pensar, hacer y habitar la investigación de la educación desde la educación, el libro cierra con el capítulo “De la metodología”. Lejos de cualquier intención de fetichizar al método, es decir, de considerar que su utilización basta por sí misma para asegurar la calidad de lo producido, el autor afirma la importancia de la metodología y el método por lo que pueden ayudarnos a conocer de nuestro objeto de estudio y del problema de estudio (aspectos a los que están sujetas las determinaciones metodológicas, no al revés). En este sentido, se apela por situar a lo educativo, de manera permanente, como fundamento que oriente la forma en que se conducen las decisiones relativas a los instrumentos con los que se busca comprender lo estudiado.

En lugar de hacer referencia a un único camino metodológico de anticipados lugares de llegada, el autor nos brinda un enfoque de rutas metodológicas libres en el que los destinos se construyen a partir de lo educativo. Ésta es una aproximación que nos comparte nueve elementos imprescindibles en toda deliberación respecto a la metodología y el método: la dimensión histórica de la acción educativa; los contextos de la educación; la dimensión cultural de lo educativo; las dinámicas de poder de las relaciones educativas; el lugar de las cosas como parte del proceso educativo; los discursos de la educación; la fidelidad hacia las fuentes del objeto de estudio; la escritura como ejercicio permanente; y el compromiso ético asumido al decidir investigar la realidad educativa.

Las conclusiones finales que nos otorga la obra remiten a las ideas iniciales con las que ésta abre y que son desarrolladas a través de una escritura que en todo momento mantiene una apertura a comentar, discutir y enriquecer las posturas del autor con la finalidad de enriquecer la investigación sobre la educación. Y si bien el autor señala que su libro se dirge principalmente a quienes se inician en esta actividad, la naturaleza de los planteamientos que comparte interpela, de manera general, a todos aquéllos que se encuentran involucrados en la investigación educativa.

La claridad con la que se delimitan los componentes de lo que nombramos como lo educativo hacen de la presente obra una lectura obligada para la discusión, el replanteamiento y la consolidación de la investigación educativa. No importa si el libro se revisa comenzando por el último capítulo o si se aborda por los apartados intermedios; en cualquiera de los casos el lector encontrará una lectura versátil que provee de elementos imprescindibles para empezar a investigar la educación, para pensar en cómo estamos investigando la educación o para esbozar nuevas direcciones hacia dónde conducir el ejercicio de investigar la educación, siempre desde la educación.

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons